viernes, julio 22, 2022

Pablo. Caer de caballos

 Días de andar por casa.

 Dias de imaginarla de mil maneras y, al final, quedar como refugio por si algo apareciera. Las letras se recrecen desde un lugar oscuro

Pablo González no ha vuelto a su casa. Es periodista, le acusan con grandes palabras, pero sin darle derechos. Tres meses encerrado, sin respetar su condición humana. Las acusaciones están lanzadas, pero no puestas a la luz. Europa vivió luces y demasiadas sombras; incluso ahora que parece que las lecciones están para ser aprendidas.

  Ilusiones; muchos periodistas, poseen los hechos y adaptan los relatos a los intereseses de quienes les pagan.

  El periodismo de Pablo, es de compromiso, es de acercarse adonde está la información. Recuerdo la oportunidad que me dio CTXT de realizar un curso con Mónica García Prieto para preparar corresponsales de guerra. No fuí periodista y no me quedé con sus nombres, pero la vida les habrá dado a más de uno, la oportunidad de estar por los lugares donde mostrar verdades y ponerlas en contexto.       

   Tantas horas de televisión, tantas de radio pero siempre con los intereses de unos pocos para quitárselo a los muchos. Ayer Willy Veleta entrevistaba a los indios del Amazonas brasileño. Estaba en España al representante de los ruralistas; el dirigente brasileño le ha dado ese cargo a un intermediario que era un policía; siempre al servicio de los grandes propietarios que están devastando aquel lugar. Ricardo, uno de los entrevistados, afirmaba que no será fácil quitar a Bolsonaro, un ejército sicario no será fácil que acepte los resultados de las elecciones. ¿Qué es la patria para quien la somete a los  beneficios?

  Existe, además una sociedad narcotizada que cree lo que les dice la prensa, cuando esta, en su mayor parte es comercial, servidora de intereses económicos y de poder.

 Este periodismo vomitivo tiene sus fines, sus trampas y miserias. 

  Pablo González tiene mujer e hijo. El presidente del gobierno de España va a estar en contacto con el de Polonia, país que le tiene retenido. Puede ser que el señor Pedro, piense que los chicos de la valla de Melilla, que Pablo son "only a pawn in their Game". 

  Son la dignidad sobre las que construimos relaciones que haga un país mejor.

  Hemos aprendido que los Ferreras son también only a pawn in their game. Malvados, perversos, taimados, traidores. De los Jiménez, Jotas, Herreras, lo sabíamos porque siempre se han declarado de "their games". El primero se ha travestido de izquierda, de más periodismo, para que " cuando nosotros demos la noticia sobre Podemos, la hostia sea más eficaz". Canallismo en estado puro. 

  La Base, periodismo hecho por un politólogo, una matemática, un filólogo y la periodista Inna Afigenova ha cubierto noventa y seis capítulos con una profesionalidad y un respeto a sus oyentes abrumador. Podría Newtral, empresa de Ana Pastor, hacer un trabajo neutral y corroborar afirmaciones que la han ido rodeando en su entorno o a ese podcast. No se ha dado cuenta que ha sido para ser encadenada a la nada.

  No he seguido, de forma profesional a Pablo. A los otros dos, plenos de glamour, no sé si por mi instinto que me dijo que aquello no era trigo limpio. Era modificado por los Florentinos y todos esos enriquecidos desde la compra de los que se venden.

 Residente quiere volver a ser yo, canta. Démonos la oportunidad de dejar de ser niños y descubrir quienes nos rodean y nos dirigen.

  Pablo, Dani que estás en la pomada, es un periodista español. Toma sus riesgos. Como dice Levin, tienen su ideología pero hemos salido para mostrar lo que vemos y ser honestos con ellos mismos, que es con sus lectores y oyentes.

 Con Cristofer nos ponemos un plástico en la parte de atrás de nuestra bicicleta, queremos hacer ruido: no hay tiempo para la indiferencia. A Pablo González le queremos con derechos. 

  La mitad de nuestros amigos han muerto. Puede que la tristeza la disimule. A veces no quiero estar aquí.

  Quiero llamar y decir

       Pablo González ¿Ya llegó?. No queremos fingir asentimiento cuando nos esposan a quienes salen de su lugar de confort y nos levantan un telón con el cual nos habíamos empezado a conformar vivir con lo narrado. 

    No, no queremos ese tiempo, esos relatos manipulados, entrecortados, torticeros y de derrotados.

    Pedro, habla de Pablo en Polonia, el próximo miércoles y cuéntanos, ya hemos renunciado a los silencios y trucos.

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