jueves, septiembre 30, 2021

A mis sesenta

 A veces ser contundente es meterse en un problema. Había oído grandes y graves  acusaciones sobre opciones que siempre habían sido paranormales. 

  Ahora, Javier Pérer Ándujar me da claves para encontrar otros mundos. Él anda por Barcelona con "la noche fenomenal", entre medias de las experiencias extrasensoriales e incluso de otros muchas maneras, nos va enriqueciendo con sus lectura, por hacer para mí, y su sentarse en los taburetes comprados, pudiera ser en Castejón, siempre tendrá algun apellido, pero prescindimos de él. Distribuidos en sitios tan diferentes como mi casa o el bar, cerca del Gross, donde tomaba chatos Santi, en de las lozas; desde esas cuatro patas, Javier quita toda la impregnación a exclusividad que podía haber en aquella tasca de Aribau y las palabras parecen comunes a todas las reuniones que se tienen encima.

 A mi, sin ir más lejos, enfrente se me ha sentado Bob Dylan, todo porque en mis desplazamientos sin radio me ha dado por soltar la voz. Él, que sigue de ruta para poner ruedas a las letras que un día encontraron las fuentes de los mil motores, libres de humos, para crear caminos donde siempre encuentras un área de reposo, con una fuente, unos árboles y mi amigo "el letras" que pone sabiduría a lo que en mi podrían ser implecaciones.

  Me ofrece hacer una audición pero se extraña que no haya compartido cada día cama en una de sus canciones para que explorándonos, ella me haya transmitido todos sus mundos y yo mis matices, que con el tiempo, he descubierto que las pueda dar. 

  Tenemos un tiempo, I've make up my mind to give myself to you

miércoles, septiembre 29, 2021

Tu culpa

 El cielo cae, en ese instante, con martillos extraídos de las nubes. No puedo mirar al otro lado, ni dirigirme al copiloto ausente. Ese agua penetra para enfangar mi culpa, de la que no me puedo desprender, ni frontando en una noche pulp fiction; es igual, tampoco esos ojos pueden materializarse en una danza hipnótica, que suponga una entrega imposible. Tiempos de acantilados.

 Ha pasado que el mundo sigue girando y que cada vez se visualiza más el egoísmo de las grandes fortunas

 Han sucedido miserias y quebrantos que siempre son pagados por los que sólo tienen su trabajo y una casa para reposarlo

 Han emergido las fuentes de información que les muestra desnudos, pero con la suficiente manipulación, puede ser el tiempo de la oscuridad.

  Todo ello convergen en los velos que deben ser impedidos en las aulas, pero no ese vestido de la religión católica con el que revisten la enseñanza pública.

 Debatir sólo de ello; pero no de un sometimiento de años, si no siglos, ante unos emisarios que a veces, fueron sicarios; otras, justicieros, con su ley personal , transformando a su dios, a su imagen y semejanza.

 Una niña lucha por la libertad que tuvo su abuela y que se ahoga en una foto del imposible, que entonces parecía, pero ahora, llegado

martes, septiembre 28, 2021

Onza

 Recuerdo que en el coche de ayer que, a gran velocidad, parecía no querer parar ante un paso de peatones, asomaba en el capó el cerebro vacío de su conductor. 

De cabeza era también como rematábamos debajo de mi ventana. Entonces no había ni un 10% de coches, en mi calle, de los que ahí ahora. 

  Uno pasaba, y de tres a seis cabezas se ofrecían a rematar. El objetivo era un balón, por lo cual no le podemos llamar embestir a ese uso de la testud para esos fines. 

De una manera más brusca nos metíamos en la cueva que había en el barrio. Siempre debíamos dar una chocolatina a la bruja que había a la entrada. Ella nos dejaba pasar, agradecida, alguna vez nos contó que unos primates, a parte de llevarse la comida de sus hijos, la daban una patada.

 Nosotros brutos éramos, no lo podemos negar, de hecho cuando ya dentro de ese lugar descubrimos que cada escritura estaba hecha sobre una mullida superficie. Los primeros días solo nos dio por repasar los murecazos que luego teníamos que imprimir al esférico, que fue un nombre que nos hizo mucha gracia cuando lo escuchamos la primera vez.

 Luego si, nos intrigó lo que allí ponía. Fue Monty quien nos la tradujo; para mí que a su manera. Parecía como de una vida paralela a la lógica. Decía: "y llegaron los sabios y nos pusieron espejos, voces y cielos". Nos afirmaron que aquello era el principio de todas las cosas. Yo, que a veces bailo flamenco, pensé para mí, ¡Vaya estos parecen los primates! 

 Si lo pienso, que no, haría asociación entre los que están fuera, pateando porque no se entre a conocer sus grandes verdades. A la bruja, por lo que veo, me resulta más práctica. Cobra, no tiene que justificar nada y luego, nos afirma que no era para tanto ¿A qué no?

 Salimos con hambre, pero no, nos devuelve una onza. La sonrisa si, siempre. 

  El otro, no; tan solo afila la bota

domingo, septiembre 26, 2021

No me lo podía esperar

 Escuchando, me alejé demasiado. Con una calabaza que chuta vida y agua, oigo a su madre pedir explicaciones. En estos casos yo siempre me remito a Homero. No sería él quien visitará mi casa allende Emérita; no bien me encontré el papiro, entendí que el viaje lo emprendería por el norte de la hoja puesta en horizontal. Allí, uno de sus personajes que se quedó sin embarcar por satisfacer esos deseos que son pasajeros menos cuando los tienes. Por supuesto, eran los de la chica que quiso crear, en su cuerpo, la onu; por supuesto, mucho antes de las ocurrencias que tuvieron quienes dominan el mundo para conocer a sus contemporáneos y conocer sus recetas más sabrosas.

  Aquel pobre locuelo se pensó que era único. Haber sido elegido por ella, le reafirmó en la creencia que su porte, la lengua en su voz, le hacían único.

   Cuando ella se levantó, y él, más tarde, al abrir los ojos, se dio cuenta, por un lado, de su poca importancia y por otro, que ya no podría volver a embarcarse con sus compañeros. La única sólución era buscar a Aristóteles para que la hoja volviera a estar vertical y con ello, que fuera más rápida la reagrupación. 

  Nuestro filósofo no le hizo caso, estaba en una época en la que después de haber pérdido el partido con sus colegas, que les habían organizado los Monty Python, le había dado por tener una cierta continuidad en una preparación que incluía vestirse con una cuba de vino, antes de la vendimia. lo cual denotaba una cierta ansiedad en ambos, que en nada ayuda para actuar ante la vida como su materia parece querer preparar

 Fue gracioso, cuando nuestro errante marinero en tierra y ahogado en las brumas de su imaginación, creyó estar viviendo la más gloriosa de las aventuras, junto con algunos otros iluminados, que oyendo el búfido de las aspas en sus giros, creyeron que era la venida de los dioses. 

  Mientras Ulyses batallaba con olas gigantes, con sirenas que penetraban sus formas en las notas más maravillosas que jamás se hubieran oido antes, aquí nuestro amigo, a los eruptos, de las grandes comilonas ajenas, les llamaban los tañidos de los elegidos. Nadie hubiera osado sacar de sus ensimismamientos a estos mequetrefes. Cuando, por casualidad, le dieron a oír, los verdaderos "chismes of freedom", quisieron hacer alarde de su indecencia moral, pero los rugidos de una armónica en erupción, destruyó sus imprecaciones.

  Un día creyó ver a Martin, pero este tampoco le dío claves, se había entregado a una idea de esclusividad que creaba monstruos. 

  Sólo, tiempo después, bajando hacía Walter Benjamin comprendió que a una equivocación, no tenia porque haber tejido una enmarañada catástrofe

Pájaros pintando libros

 A Johanna esta semana se vestirá con un pantalón, una blusa en gris y unos pelos que se mecen en jazz. Ella pondrá sus ojos verdes, su boca carnosa y con su mano, dirá un hola que es un abrazo. 

 Veo su figura entre las notas con las que se perfuma y todo penetra en mi cerebro en un torrente de dos, res, mis, fas, soles, y no olvidemos los síes, cuando ellos son lo promiscuos incitadores al mestizaje que tantas veces quisimos ser.

  Nos enfrentamos a las violencias que en un planeta llamado tierra, están latentes. Dice Juan José Millás que se desarrolla a la vez que las luchas que vivimos entre los seres humanos.

  Despedía el día Antonio Maestre disculpándose porque pensaba que no iba a comprar libros  y nos presenta los comprados. Muy él, muy para enriquecernos. 

  El martes, entrando en los 60, una de las carencias que intentaría suplir, sería el leer, los de Antonio, los nombrados en carnecruda.es; los que nos introduce Oscar López, en el "avivir". 

No, no será el caso; pese a los errores, intento entender los libros que es cada uno de los días de las personas con las que me enfrento en un aula. 

“You're gonna make me lonesome when you go”, la letra es de Bob Dylan, fue versionada Miley Cyrus con éxito. Es la relación con otra persona, es quizás, y no bueno, también un viaje al quedarte sólo porque no has podido controlar un momento en el que el otro, los otros, no han seguido las pautas con las que tratas de desarrollar una clase. Instantes que impregnan un tiempo con una telón de nubes que se caen sobre las sonrisas y las otras relaciones. 

Volver a ese momento, es irte más lejos; arriesgar y saber que a esos muros a los que te dejas encadenar, tuvieron los tiempos de los cimientos, que se dejan explorar con los componentes que les den otras consistencias. 

  Podría alejar esos instantes y reivindicarme como un falso profeta; hoy, con el tiempo que se vuelve escaso, oír la fantástica versión de "visions of Johanna" en el Dylan de 2002, en sus sesenta, es un  echarte en manos de un grupo que tienen sus propias inquietudes que les visten y. escuchándoles, también tú, te descubres en otros ropajes en los que reconocerte.

 Viajo hacia  una telomenasa de libros que me ayuden a restaurar las conexiones con los descubrimientos que se esconden entre los olores a cafés que aromatizaban las teclas que traducían pensamientos.

sábado, septiembre 25, 2021

Cada semana de instantes

 Detrás de un papel, puede haber una historia. El último fin de semana, "avivir" la encontraba en uno de los que se suele encontrar en las farolas; era un ofrecimiento para cuidar personas, con el fin de poder estudiar

  No se le ocurrió a la periodista otra cosa que subir al foco de luz, como para mostrar todos los matices que luego a lo lejos, se desvanecían. Un joven, tomado en su adolescencia por los juegos, que al cuidado de sus abuelos destrozó la contundente tela de la pantalla, para emerger al querer construirse entre los látidos de las manos compartidas

   A una periodista, se le ha acercado una luciernaga, para, con su luz, intentar quemar no a las preguntas, sino al ser humano. La soberbia de alguien que se manifiesta, de forma eufórica, junto a una estatua vandalizada de un presidente de gobierno de un tiempo democrático, se convierte en podredumbre cuando se niega a si misma, para eludir sus propios actos que tienen sus propios nombres, que ella dice aborrecer, pero de los que no reniega

   Ningún tiempo es más bello, que el utilizado para admirar lo entregado por otros. 

   En un círculo, el horizonte se encuentra encerrado en tus olores inmediatos. No es fácil, ni descorrer, ni desprenderte de esos instantes y sin embargo, al confrontar con las voces de la vida, estas encuentranun eco en el que se absorbe tus otros tiempos. Esos segundos de escape por una chimenea de humos negros, juegan a convertirse en muros de horas para que las bajas presiones rieguen las hierbas del reposo, con los CO2 de saber que la espita de darles su tiempo de charla para convertirlo en un aprendizaje en el que participar, requiere de una preparación y de una erupción de las soberbias magmíficadas que impiden las escuchas.

  Todos los personajes al romper esas costras, se dispersan por caminos desconocidos; al contrario, que lo incadescente, en estos se puede sentir sed, miedo, inseguridad, parálisis. Caminan ellos, sólos, errantes con la única certeza que salieron del mismo cráter y cuando al contacto con tantos otros rescoldos, de mismos orígenes se va relajando hasta una parálisis, en un infinito que se alarga al espectador, pero es tiempo de germinación para los personajes que se mueven en el escenario con ritmos tan disparatados que cuando, uno es entrelazado por los demás, existe en unos, la escucha; en otros, la exploración, y en la sala se asiste al tiempo embarazado que suda lo aditivo, para encontrar una performance en construcción. 

   Eres parte, grita un viento, encontrar las formas para una mejor penetración entre los espacios cargados, aún hoy, es un tiempo para nacerte en lo que muestras, a veces, con los miedos que las búsquedas terminan dispersando y mostrándose para otros comienzos

jueves, septiembre 23, 2021

Trip top, oh

 Conocí en una serie

cuando los dibujos lo eran

al traducido, "lindo, pulgoso"

con su risa sarcástica

 A las ranas, croar y robar;

andar, vacilar

al perplejo, esa risa recordaba

 Por piedras ooooohhhhhh

chooff, en agua, ya embarrada

torpe, a perro nado,

¡canalla risotada!

Lindo, mejor por la orilla

chilla su limpieza

desde el fango de sus actos

rezumando odios.

 Pulgoso les dice ¡eh locos!

amas los 80 anteriores años

escribes un libro para faltones

ries ante la democracia que vandalizan

¿A los tuyos quieren enloquecer?

Les pondrás lo uno y lo otro

como si hacerles dos, lo aguantarán

Ohhohhhh Lindo Pulgoso

percibe 

el cerebro partío, sin corazón

miércoles, septiembre 22, 2021

Como Andújar las cebollas

Sergio me lanza a mi imposible. Su libro de "la piel" tiene los cimientos de un rascacielos; difícil sería capaz de indagar entre los libros de Nabokov, para encontrar la ventura de sus baños franceses, que aliviarán su esclavitud a una piel dolorida en sus juegos infantiles.

  De Javier Pére Ándujar me creo que su imaginación puede ser como el kiwi diario que voy pelando poco a poco hasta que descubro que estoy en las verdes praderas que descubrí en mi primer viaje a Berlin. El Sol, en verano, es tan procaz que todos los habitantes se dejan ser tomados, después de una época de abstinencia que les puede haber llevado a las peores trincheras de la insensatez. Aquí de esta última, se sale a través de las cebollas. 

  En una tarde de otoño, en la que ya debes desprender la cebolla de su conexión con el suelo. Si la dejas tirada, dicen que para que se seque. La imprudencia puede ser una de las capas con la que te enfrentes a lo que puedes escuchar en el Congreso. Otra, que me da la impresión que es la exterior, por el barro que lleva encima y por esa piel fina, sin sabor, molesta porque no se termina de ir, cuando quieres darle otra oportunidad en el cesto; esa otra piel es el cinismo. Es una de las nuestras, aunque ella aspira a no estar, y por tanto no serlo con todo su derecho, desde ahora una honestidad de la que se escondieron en un lanzarse al manantial de no reconocer al otro, quien en una intervención ante la Cámara nos avisa de esa cualidad entre quienes golpean, amenazan, insultan con la fuerza de sus acólitos que tienen pérdidos los complejos de sólo ser un cuerpo. Antes, todas sus redes, sus radios, sus propios actos han señalado con el dedo del vilipendio a sus oponentes. 

   En realidad, son seres dantescos, salidos del último de los anillos; saben de su traición a los ciudadanos por apoyarse sólo en los más ricos; saben de sus próximas que pudieron viajar a otros paises, para hacer lo que aquí condenan; saben que esos inocentes rezos que hacen enfrente de mujeres, que han tomado una decisión muy difícil en su vida, no lo harán ante los grandes centros de decisiones que condenan futuros y roban el dinero enviado a los paraisos fiscales. 

   Son cínicos. Debe ser la capa cercana, la que se ensambla con esta, se llama los canallas que después de insultar, juegan con las instituciones para ponerlas en cuestión. Ellos

   Ellos, adoradores de un orden, violento y amparador de billys

  

  


lunes, septiembre 20, 2021

Crecer bajo magmas

 Poco imaginación si que tienes, me dice mi mujer antes de salir de casa para llevar a las niñas al colegio. 

  Siempre le digo el título del artículo que me han pedido para "Do gardyan": Crecer bajo magmas, le pondré al de hoy. 

  Un 20 de Septiembre de 2021 en España poner esas palabras para atraer al lector tiene dos posibilidades. Una, habrá cientos de artículos con parecidos encabezamientos, con lo cual, se difuminará entre otros mucho párrafos transcritos por escritores con mucho más prestigio. Por otro lado, siempre habrá algún visor del Tik Tok que llegué a mí y que metido en ese mundo, no tenga tiempo de ver la realidad y se sumerja en la mía; que puede que no sea la mejor.

  Cuando llego al bar, donde me espera el café y el vaso de agua, que ya se han acostumbrado a ponerme tras varios años, en la misma esquina de un escaparate que de pequeño contemplaba, con un señor sin pelo que de vez en cuando levantaba la vista pero siempre me parecía que no miraba a ningún sitio, ni a nadie en concreto, porque seguía la trayectoria de su mirada y por mucho que zapatería Lulú, fuera intrigante en cuanto a la persona, después de tanto tiempo pienso que alguna vez habría salido ella de allí.

  Hoy, un pequeño librito se posa al lado de mis dos bebidas, que tomaré muy despacio. Dentro de él, he metido unas hojas en blanco, por si de "Providence" de Alan Moore sale alguna hoja. El libro lleva vagando, casi tanto tiempo como yo. Podría ser una oculta afinidad. 

   Todos los componentes para una ciudad humana están en las entrañas de este espacio. Las personas, con sus diferencias, los mismos que compran o venden; los espacios verdes que tienen la posibilidad de agrandarse con las calles-carreteras que parecen querer siempre hincharse pero que en nuestra respiración hemos comprobado que también necesita soltar el aire, para renovarse.

 Sólo existe un gran inconveniente: la aceptación de lo inevitable para  admitir que las cosas no se pueden cambiar. El crecimiento debe ser infinito y ¡ay de aquel que lo vea de otra manera! será el culpable que los puestos de trabajo se extingan. 

   ¿Qué poder tiene esto?

  El de ser un magma que avanza, siempre muy lento, pero que impregna en su colada todas las cosas que nos rodean. 

   Contemplas los destrozos cometidos en Murcia, incluso los más cercanos en nuestro río Henares, construyendo sobre lugares que serán anegados en riadas fuertes. Conllevará su destrucción, el empleo de un dinero para reparar ese disparate y algun otro lugar que por esa retención al final sea afectado. Sólo de ese punto, extraes ideas, indagas los otros caminos posibles, incluso los empleos que podrían haber salido de esa otra opción. Bien, te sientas, pides un café y a la primera de cambio, te sueltan lo de los ecologistas; por cualquiera cosa, generalización; son esencia malos, por defender los animales. Tú, metes la cabeza entre las hojas del periódico, pero a la vez la mueves, siempre es bueno que sepan que das la aquiescencia aunque lo que en realidad sea es que se te revuelve el trago, estás a punto de expulsarlo por la boca que has sellado, el líquido busca otra chimenea como el volcán, pero en este caso es la nariz que empieza a supurar agüilla de sudor y lágrimas, Churchill dixit. No contento, porque parece que como en el milagro de agua y los peces, y ha crecido busca algún hueco por entre los ojos. Sientes que estos no tienen toda la consistencia que debiera tener su sellado con onduline natural.

  Así, que aliviado con un pañuelo de seda. Siempre les relaja, intentas continuar que la construcción indiscriminada ha provocado esa contaminación que perjudica al ser humano, que no dices que es un animal, porque lo hiciste cuando lo de los peces y ya sabes lo del queso y la bola del mundo. Mentas la bicha y salen los ecologistas, el magma.

   Ante esto, ni se te ocurre hablar de los estudiantes de algún colegio católico que recibe a su Britney Spears, al grito de quiero ser el padre de tus hijos. Oyes, como expulsan a profesoras válidas; sabes que seleccionan y cobran bajo cuerda. En muchos casos, salen de allí, desde la honestidad para completar una formación que les lleve a enfrentarse con la universidad pública en las mejores condiciones; pues nada, llegas con el hatillo a la orilla del río, el santuario no está muy lejos y lo miras por si las aguas suben para que su tejado sea salvador. Hoy, de todas maneras, no bajarás, pero recibir si que recibes: oye que la culpa es de los que pretenden que pasen de curso, sin aprender. Yo, bajo la pala de forma inmediata, y me alejo, a mi, hoy, tampoco me pilla el magma

   Por si llego a tiempo, o por si las rutas desvían de mis ilusiones, a ese peligroso y asfixiante elemento, en la semana de la movilidad, recuerdo la Uniclimática de este verano y el proyecto que se está llevando a cabo en Barcelona, reduciendo las calles con dos o tres vías para la circulación de coches, en espacios para las personas que viven allí y que puedan salir a convivir con sus vecinos.

  ¿Cuánto durará?, como la experiencia de “carnecruda” que han contado hoy, pero tuvo el viernes pasado en Valencia, como la de Cádiz, como el Madrid Central que hacía su almendra principal un lugar de encuentro y paseo. Un día un iluminado o iluminada creerá que por ser “guay” tiene que quitar del medio y cortarle la cabeza, por ejemplo, a un Carlos Sánchez Mato, que ha reducido la deuda de Madrid de forma increíble y. aún te resulta más loca esa concesión, porque se lo ha pedido quien nunca la apoyará. Tras conceder ese sacrificio humana en un altar, el desánimo y la división, paralizará a quienes en esas otras formas de hacer las cosas y llegará esa regresión que es volver a dar el dinero a la especulación, a las construcciones teatrales, a las petroleras que agradecerán los coches, los aparcamientos, por tanto, necesarios, los equipos médicos plásticos imprescindibles para sanar lo que se había evitado de una manera en la que el dinero iba a las escuelas infantiles públicas y otras primeras necesidades que ayudaban a todos. Y lo ves, no te lo puedes creer, pero

                Ahí está de nuevo su magma

domingo, septiembre 19, 2021

La vuelta al sofa

 Mira que estoy en preaviso, pero tras una época necesito volver a casa. El tiempo inabarcable del verano, te invita visitar el huerto, echar la primera cabezada, acudir al río para recordar lo que te enseñaron en Seu, volver a la segunda cabezada, lanzarse a los brazos de la voz de Bob Dylan, ya, al límite dormir, a veces con un arrítmico golpeo.

   En el libro de "la piel" de Sergio del Molino, vuelvo a viajar, muy lejos. Más allá, incluso, de la preciosa camiseta regalada, envuelta el papel de cariño, que ha quedado como exclusiva, de la marathon del año 2020 que no se pudo realizar en Berlin que me lleva a los tiempos, idealiados, de mis cuatro meses vividos allí. 

  Encontrarme por el mundo en historias de Stalin, Cindi Laüper, seres tomados por la psoriasis, me posa sobre la realidad escondida de quienes me rodean; deshaciéndose en lucha diaria de esos tentáculos que luchan por ahogarles.

  ¿Por qué escribir si Javier Pérez Ándujar nos invita a aquellas noches por Barcelona o en la Central me esperan tantos títulos que me han sugiriendo en mis escuchas o en mis precoces encuentros furtivos con las redes sociales que me han lanzado a hacerme espeleolibrologo, porque he intuido universos en cosas pequeñas?

  Me volvió de una larga noche "el día de Barcelona" (Crónica del inicio de una revolución), de Cesar Galiano Goyo. No será fácil releerlo y, sin embargo, por la calles de hoy, buscaría las miradas límpidas de quienes se levantarían contra el desorden de "las fuerzas del orden" rameradas ante el dinero y los mantos de los "Bullshit" de Carl T. Begston y Kevnin D. West, que por entendernos, nos explican las charlataneria que crecen sobre altares, con cimientos de espejos tramposos que glorifican la patria, pero sólo la de los poderosos, que eluden sus impuestos, a su amada engañada.

  Hubo unos días, que por las calles de Barcelona, entre los palacetes con llos estucos y los balcones góticos de las ganancias de los "Mongos Blancos" y los telares de horarios ininterrumpidos, los trabajadores-as caminaron y construyeron su derecho a la realización de sus futuros. Y salieron, para trazar barricadas de orden con el que detener a los sublevados en nombre de un eterno status de privilegios.

 Lanzando miradas para descubrir si las palabras me acompañaron por los miedos a rellenar pantallas de imperfecciones; busco la calma, al escribir, de salir una noche de los abrazos, besos de 15 eternidades y sonoros espasmos  de la esposa de un joven Gabriel, para enfrentarme al marido que se ha descubierto cornudo.

sábado, septiembre 18, 2021

Soltar desde la casa

 Las bestias que anidaban entre los muros  de aquella tenebrosa y hedionda entrada a los infiernos, han visto la luz. Cuando creían que ya sus amos les habían abandonado. 

Les vuelve a agradecer ser participe de ese ligero destello, escalan por él con sus manos en garra que se asieron a pesas para que les dieran razones.  Muerden las cuerdas con sus fauces para que su sangre añada más hebras para que no vuelvan a resbalarse a ese oscuro estadio animal en el que, sin embargo,avav habían ya edificado su nido. No necesitan nada más que símbolos y un hogar y de ahí, agradecen su existencia aunque no comprendan que son mascotas de amos con ansias de lo privado.

 Stuari lo narra. Ha llegado el momento de exhibir la desmesura. Ellos lo cumplen entre parafernalias de una alianza trenzada en otros palacios.

  Por momentos, algunas delegadas no entienden el sexo duro entre las palabras de hace dos días y los actos de hoy. 

  En la equidistancia entre las bestias y el respeto al otro, no existe la línea media de contemplar el deambular marcial de los animalizados, porque estos tienen el límite en la violencia extrema.

 Mas que les puedes pedir si quienes les guían, asaltan la justicia con el que se rige una sociedad a la que en sus púlpitos dicen amar. Pero ¿En nombre de qué?

 ¿De una justicia divina a la que ellos han secuestrado, como si fueran sus apóstoles?

 ¿Una superioridad moral a la que acuchillan, eliminando el respeto a sus compañeras que les han dado sobradas muestras de su, al menos, misma capacidad y respeto de unas leyes con las que ambos llegaron a dónde están?

  ¿No son, en realidad, adoradores de un dios terrenal que les recompensa desde sus amamantados medios con un silencio por sus villanías y por destrozar el fiel de una balanza violada?

  Besos de actos para mostrarles nuestra existencia enfrente de sus traiciones a la convivencia

La casa

 He pasado debajo de la casa; iba corriendo y ya la oscuridad de un incipiente otoño te hacía sentir la bondad de la chaquetilla añadida.

 No había ninguna ventana abierta. Sus habitantes están lejos en esta época, pero he visto que entreabría los ojos y la boca mojaba los labios, como un inicio a relamerse.

  Tenía cuidado de donde pisaba, un suelo irregular y un tobillo que siempre espera el próximo giro brusco que hunde una seguridad que, te recuerda, es caduca. 

  Cuando, poco a poco ha ido abriendo los ojos, se ha mostrado sorprendida, no esperaba que un río pasará al lado del camino. Ha fijado sus ojos rectangulares y con su faro, ha lanzado un clic a los ciervos que estaban esperando mi cansancio para bajar a beber agua. Estaba ya de espaldas, y estoy seguro que la casa no quería llamar mi atención pero lo ha conseguido con un pequeño destello que he podido ver al desequilibrarme. La puerta, su boca, se entreabría y mostraba sus fauces que pelaría un edificio de titanio; del balcón de su nariz se ha exhalado hielo para que sólo he podido eludir por mi chaqueta amarilla. Un pájaro que no pudo eludir su acción se ha quedado congelado levitando a 30 centímetros del suelo, por aquí hay mucho gato suelto.

  Con su mirada, centelleaba la codicia de saciarse con tres ciervos que es lo mínimo en su dieta semanal. Desde la placidez de la luna llena se podían ver sus ojos inyectados en ansías. Yo, no me había dado cuenta que podía no ser por mí, al fin y al cabo, para ellos, soy un tirillas.

  Ese edificio solitario, recibe la luz de la luna, por su espaldas; de hecho, a estas horas es capaz de taparla y reducirla, pareciera que por su poder; es soberbia, por cruel y poderosa esa casa, luego caerá bajo el peso un sólo rayo que le destroce sus pelos tan repeinados, que buscó relucir con la gomina de 8 placas. Ahora, enfundada en ese manto, este se alarga como para cubrirme. Lo rechazo introduciéndome en un espeso bosque. Ya sólo avanzo entre intuiciones; quizás mis pies desarrollaron unos ojos, que guiarán mis piernas. A estos ojos, tejidos en golpes, les deberé cuidar más que a los que me han permitido leer y cantar las letras de Bob Dylan. Prescindir de las gafas y confiar en el cuerpo que genera defensas.

  En ese chispazo de mi mente pretendo recrearme, pero esa casa, que me ha perdido como alimento, como Polifemo, siempre tendrá a mano los ciervos que confían en la protección de la naturaleza, aunque nunca comprenderán, menos en la piedra del sacrificio, porque han sido entregadas a ese insaciable cubo, que les reducirá a detritus. Es en ese momento cuando lanza un terrorífico vahído, aún más helador, aún más punzante, ya, casi desollador. Los decibelios abarcan las más variadas frecuencias, sin llegar a afectar a los lobos, que en un festín lanzan dentelladas mortales sobre diversas víctimas con el fin de edificar un aquelarre para una despensa invernal. 

  Cuando esa manada, convertida en jauría se me acerca, envalentonadas por esa paralización, de mis ojos extraen un miedo atroz, insertado en su memoria, por visualizar su casi extinción. Comprenden que si siempre han cazado en grupo y perdieron la mayoría de sus miembros, algun poder debo tener. Uno, que pretende ser el líder, hace un ligero intento de acercarse. Como será su terror que, tumbándose sobre sus patas traseras, con las delanteras sella su boca. No narraré mis actos más que por la cara de pánico de ese osado, que tras unos eternos minutos, se ha sentido seguro para levantarse y huir junto con sus mansos congéneres.

  Tras esta treta, la casa, como para advertirme que nunca se rendirá, abre todas sus puertas y el olor hendiendo de cadáveres a medio comer, de huesos explorados a dentelladas, con carnes recién desgajadas que supuraban una sangre ennegrecida por una pánico atroz que pudrió los tubos antes límpidos y sin obstáculos. Encontré viajando a cada una de las briznas de terror en gotas de esencias que podrían atravesar el poro más avisado de esos invasores. Cuando poco a poco, mi mente se ralentizaba en mis impulsos por intentar andar y huir de algo que al invadirme me colonizaba para por fin, conseguir su fin; un ejército de abejas me empezó a rodear. Su zumbido sajaba cada una de esas gotas inatacables; a través de esas hendiduras, obtenían las esencias que eran transformadas en lo que luego sería miel.

   Esas miles de abejas, necesitaban mi colaboración con la quietud de cada uno de mis músculos. Pese a mi impulso por seguir siempre corriendo, paré y ahí, desnudándome, entre dudas, de mis miedos, que eran cientos de cauces para mis gotas que desembocaban en un jacuzzi, desde donde participe en la contemplación de la mayor serie sobre el genocidio de aquel olor nauseabundo, a manos de unas incansables y cirujanas abejas.

  Después de aquella danza, cuando fueron a transformar aquella basura tomada, liberada de sus dañinos gases, a su colmena, reemprendí mi carrera. Con la luna, apagando algunos dioses soles, decidí que haría un esfuerzo para descansar sobre su cuna. Acudían los acordes de Glenn Miller y los terrores pertenecían a sus amos, que los trataban de evangelizar entre bíblicos advenimientos de males fruto de no ser qué, deseos de igualarnos a ellos. ¡a ellos! Suena el timbre de la risa de su prepotencia, cuando eliminamos nuestras sumisiones

viernes, septiembre 17, 2021

Pasos entre calles

 Me produce asombro como hablas de mí, con tus palabras de barro. 

  Nunca llegan al punto de cocción, con sus motas de falsedad.

  Te rodeas de mariachis y donas dinero por un plato de bajezas. 

  Con el Sol, luces plumas de pavo real, que se deshacen en falsas ceras.

  Aprovechas cada mañana, les das barnices al olvido, pero son villanias.

   No sabes que empuje con mis zapatos, tus pretendidas lisonjas en filo

    Ahora, elevada en tronos mullidos temes  tus cerrilas entre pajas.

   No, ahora solo te hago sentir mi indiferencia, si una vez fue amor

   Los vientos, quizás te enviaron mis letras, ahora viajan en aguas, que se escurre

 Quizás haya un pantalán donde escriba en besos encuentros sin tintas delebles


Invisible sin miedo

  Mikel Ayestarán anda haciendo fotos por Kabul. No aparecen mujeres; como en mi instituto, este año de forma extraña ni han llegado las profesoras, ni las alumnas. El viernes y el lunes, me pareció inusual y muy loco, pero el martes ya estaba metido en faena y ya sólo me he preocupado de sobrevivir. 

   Si me preguntáis que recuerdos tengo de los años anteriores, quiero llevarlo a mi terreno y teniendo el paisaje en el que ellas estaban siempre presentes, con sus preocupaciones, sus esfuerzos y su capacidad de estar ahí, como un soporte para alumnas, pues también me viene la imagen de ellas.

  El caso es que ando topando por tantos y tan diversos motivos que hasta hace unos instantes no me he dado cuenta que llevo una caperuza que me impide ver a los demás que no son como yo. 

  Mis acciones en eléctricas rentabilizan un 18%. ¿A quien cree que voy a apoyar yo? . Si estás nos detraen un poco de nuestros beneficios para despistar con los ataques a las mujeres, a la educación de personas tan diferenciadas que se pueden ver en el centro, de su verdadero objetivo que es quitar a un gobierno que les va poniendo piedrecitas a nuestra orondas ganancias. 

   Siempre tendremos de nuestra parte a grupos de personas que se sienten más seguros teniendo sometidas a quien les ponen en cuestión en su superioridad, en su sabiduría, incluso en su hombría. Estos están más a gusto, recibiendo un halo de esos poderes, pero al contrario que el de Hamilton, que dicen que le salvó la vida, este halo de esos hombres inseguros es irreal; pero que más da, yo les sublimo y a cambio, 

         joder, rentabilidades del 18%, 

¡no sabéis lo que uno puede hacer con ese dinero extra!

        incluso ser un diente más de un 

                    Depredador

miércoles, septiembre 15, 2021

Más que el satisfayer

 Aquí ando; yo creo que mi chico se me queda hoy viendo el fútbol, ¡vaya delantera ha sacado el PSG!. Mira que nos tenemos dicho que los miércoles no nos fallamos. Lógico, llevamos 2 amanecidos meses sin fallarnos. Pero le he oído que cuando jugarán juntos, no se los perdería en su estreno.

  Voy a esperar un rato más, pero que sepa,  un poco despechada si que estoy, que mi satisfayer tiene la sensibilidad de las eléctricas para obtener beneficios.

  Vale que mis manos, comparada con la increible sensibilidad de cada poro de los brazos de mi amor para transmitir empuje y búsqueda es inigualable, son como las da un mamporrero que metera el aparato, como los periodistas que defienden a esos emporios, con la pasión de que serán recompensados, pero sin el beso entre el cuello y las orejas con las caemos extenuados.

 El día ha llegado, la caja está a mi lado. Son las 8h45' empiezo, triste, a desembalar todo el pitote de papeles y cajas que monté, por la vergüenza que tenía, ya que contaba a las amigas que con Jesse, no necesitaba más, pues lo que pedía, era buscado y entregado. Siempre había oído que los partidos empezaban a esa hora y daba todo por perdido.

 A menos diez, lo he contemplado con una cierta codicia, instantes después, he oído que abría la puerta cantando Just like a woman, pero con la versión de Jeff Buckley. He comprendido que estábamos invitados a explorarnos en tantos matices como los caminos sinuosos tenemos que recorrer en frente de poderosas delanteras y tenebrosas asociaciones, sabiendo que nuestro acoplamiento muestra lo perecedero que ellos nos son

martes, septiembre 14, 2021

Pesados

 Existe un grito lanzado por alguien que será recompensado: " eres un expropiador", también existe el orgulloso tenedor de una teoría conspirativa que entre las cuatro puntas entreve metales y polvos para un obscuro control. 

 Entre el primero y el segundo existen dos plantas de separación, con lo cual nunca podrían bailar juntos y sin embargo en la entrada al gran edificio que alberga, de una forma pomposa a todos los entregados a las grandes empresas, fanáticas de las ganancias exorbitantes, se han mirado, se han sentido únicos e incluso, nuestro interlocutor con los mases allás que nos pueblan, se han lanzado a un roce, que si tenía todos los componentes de eróticos e incluso de ensamblaje puro y duro. 

 Hasta aquí podíamos llegar, un servidor del político ha recibido el click en el ojo mecánico de este y ha proclamado la superioridad de su amo, ha pegado una patada a nuestro empalmado iluminado y ha llevado en volandas al púlpito al loro.

  De uno y otro recibe petardazos nuestra pesado amigo. Este, unas veces pone la cara contra los paraísos fiscales, que pareciera ser lugar solo para reyes, pero dónde entran cualquiera que esté dispuesto a traicionar a su amada patria de donde obtienen sus beneficios ya que esta despersonalizada señora debe callar, cuando estos mezquinos alegan que es que no gobiernan ellos y los otros son malos, muy malos.

  Otras veces, estos pesados, nos abren los ojos cuando miramos a nuestros enchufes y nos dicen: ¿ves lo que llega hasta ese borde? Es la bolsa infinita donde meten las ganancias los que con gas anestesian hasta las agua dóciles, para vampirarizándolas, licuar sus esencias para hacernos volátiles en nuestros enojos. Los pesados siempre siguen ahí. Cuando nos abren puertas, se lo agradecemos, pero somos de natural crédulos, más desagradecidos.

  Otras pesadas nos lanzan a realidades que salen expedidas escondidas entre piedras de voces que lanzan los amigos de nuestro primer elemento examinado y las alfalfas donde se mimetizan y pacen los que hurgan en conspiranoias pagadas para ser excretadas desde nuestro palacio de las maravillas. Nuestros pesados nos visibilizan al ser humano que nos rodea para que los sintamos como parte de nuestro crecimiento; no por tenerlos en un póster, sino por hacerles participes de nuestros caminos, desde todas las dificultades con las que han iniciado sus nuevos caminos

  Hablábamos al principio de nuestros "cooles" mercaderes, siempre nos podrán los productos "a mano", de nuestros, muchas veces, repelentes pesados sabemos que de "esa mano" denunciará los cubiletes con los que nos empobrecen.

  Sólo nos queda levantar un poco la mente, para ver qué con la fuerza de todos, aligeramos la carga a los pesados. Y que de las mercaderías pendía un hilo que eran cadenas




lunes, septiembre 13, 2021

Chispas en el tobogán

  Bestial, es bestial subirte a una montaña rusa y desde ahí observar las increíbles subidas a un cielo que estás seguro que no serías capaz en toda una vida y unos oscuros descensos que sólo has visto en aquella rampa a los infiernos que vistes en el Cinqueta. 

  Mis criaturas me han puesto en esa altura, no porque crean que me gusta la aventura, ya que les tengo demostrado que cuando voy con ellos al parque, el hecho de ir esquivando castillo de arena, perros, parejas adolescentes practicando las posturas de los videos caseros pero en parques, me parece una práctica de riesgo de la que me recupero leyendo dos horas seguidas, un libro al revés. Hasta el hecho de ser otro a través del escrito "la Piel" de Sergio del Molino, me ha quebrado mi plataforma de confianza en el que estoy edificando mi presente.

  La mayor, que no se porque van creciendo y pasando al lado, silenciosas, para que me aletargue cada vez en mis modorras, es la que me ha dado el empellón. Estaba en el coche de atrás. La veía inocente como la he visto toda mi vida. Yo había soltado el freno, porque la inercia de parado es quedarte parado. Tú, por ejemplo, votas a un partido que sólo habla de los desahucios, pero no de construir viviendas sociales que no hagan esclavos de su porvenir, incluso a los trabajadores y ya acudes como un zombi a las placas que te ponen a la entrada de tu casa, a ver, si todo suena. Es la perspectiva de futuro que otros te han dado y donde tu te has acomodado. 

  Noto un chispazo en toda la instalación, yo no muevo ni un pelo, ni una mano, no molestar es mi máxima; entonces llega Elisa y la oigo que se disculpa, con antelación, no me vuelvo, ya tantos años, alguna broma habrá empezado. Lo que no espero que una décima de segundo después, su módulo me lancé al vacío. 

   Todo se me nubla; los pies, buscan los frenos, las manos, los bordes, la cabeza, sumergirse y las tripas, esas entran en ebullición. Serán 40 metros de caida que duran menos que el salto en el río Jucar; ese instante, es la eternidad que me deja pensar: ¿Por qué hostias confíe en los bocazas que alababan la competitividad de tener varias eléctricas?. Ahora, caigo en el agujero lleno de oscuridad, con el cuerpo echado para atrás, lo conseguí, como no queriendo llegar a contactar con su superficie. Parezco ignorar que de ahí a poner el cubículo horizontal a un mínimo gesto y un peligro de aplastarme las vértebras.

  Cuando creía que no saldría de mi entrada en las hades, algo, las mismas eléctricas, me conceden un respiro, tiene que haber clientes que confíen en ellas, que se sientan desfallecer pero que en el último momento, al remontar, vean el cielo de algun fantástico anuncio publicitario en el cual calmemos nuestra desazón con un imposible futuro verde, sino es porque en nuestra cabeza, estalle el Hulk de la ira. 

  Subiendo, lo que parecía a una velocidad endiablada, en los últimos metros parece como si un ancla, sujetada a tu cintura, te fuera a impedir llegar a la cima. ¿No sabías que pese a los virutas de libertad que lanzan desde todos los medios amamantados por sus dineros y el de las empresas beneficiarias de cimentar nadas, te someterían a una sanidad que te exaspera por no estar cuidada para lo inmediato, pero que te salvará en lo esencial? 

  Un metro para llegar, una valla electrificada por derribar, se te hace imposible que el resquicio de inercia de movimiento que le queda al cochecillo, lo supere. Cómo ahora, se convierte en una entelequia insuperable mirar a la cara de los que como yo, votan a esos partidos corruptos y oírnos soltar las más variadas teorías conspirativas sobre quienes sin tener ningun poder, van a exorcizarnos para cometer las mayores tropelías. 

 Cuando empujado termino de remontar y me lanzo de forma irremediable a un looping, ya no sé lo que me queda dentro; sólo el hecho de, boca abajo, ver la risa desencajada del pequeño, que aún me cree un héroe, en pleno proceso de salir a la dimensión "interestelar", de la que muchas veces le he dicho que venía, como si fuera un rey, pero que a cambio no era más que las ciento de horas que tenía que hacer para conseguirles algun regalo, pero no por ninguna intermediación. A no ser que mi jefe entendiera que entre sus enormes beneficios y esas horas no declaradas, yo fuera el que donaba mi tiempo, a sus ganancias en negro.

  No sé cuanto habré estado suspendido en el no ser.  Ante  la familia he querido dar la apariencia de honorable y luchador; he intentado parecer republicano y combativo para una sociedad donde las viviendas sea un encuentro contigo mismo y no con los fantasmas alimentados por la especulación, donde la electricidad, sólo sea una anécdota y no afrenta clavada en la espalda; al final, parezco un timorato, en medio de vaivenes, vamos un psoe.

domingo, septiembre 12, 2021

Un mago en cepa

 Surgen unos días complicados cuando te embarcas en un nuevo año escolar.

 A los horizontes de cada año, les conoces y siempre has podido llegar. Pero esa no es tu satisfacción, porque intuías diferentes colores en los cielos que escondían las siluetas sin luz, el ritmo de tu mirada teñia las notas para colocar las personas en aquellos espacios. Esa angustia existía y la inmediatez de una primera cuesta a la que te enfrentabas te hacía perder aquellas ilusiones lejanas. 

 Cuando llegan estas situaciones, a veces, me viene la sensación de haber sido intercambiado en la cuna y, que descubriéndolo ahora, me pusiera en mi real situación de ser predestinado a actuar como un mago. 

  De estos, dicen, que tienen unas capacidades extraordinarias, nunca explican, con sus trucos. Entonces construyo imposibles de la nada.

  Cojo unas bolsas con la certeza que las llevaré hasta una viña que habiéndola recorrido e incluso cubierto con cuerdas, cinta americana atadas a palos obtenidos de una limpieza de nuestros bosques que me parece milagrosa por la nueva vida obtenida cuando lo recorro; utilizo también alguna ruidosa botella, algún ropaje que vuelve a tener un sentido vistiendo cepas e incluso, un Epi o Blas que no lo he aprendido nunca, pues ya me pillo en una época en que la calle era mi casa. 

  Cada uno de estos elementos, aunque tarde, me pareció que cumplía su función para ese conjunto que parecía perdido en su mitad. Hoy, consciente de lo que en realidad soy, me dirijo al lugar de mi actuación. Dada la premura, tengo un compinche, el gran Alfredo, que me ha cedido alguna de sus bolsas-varita que con las acciones pertinentes y las palabras adecuadas de un "avivir" de Domingo con Juanjo, logrará un conjuro para mostrar lo que existe dentro de una viña. 

  Acudo, con la remora de lo que he tenido que experimentar cuando realizaba otras acciones ajenas a mi ser mago. Abro la viña y de repente lo que parecía ya cubierto, empieza a mostrar la plenitud de mis capacidades. Todo se multiplica y lo que en mi anterior vida de profesor, hubiera sido un desánimo por ser imposible obtener los horizontes, ahora se llena de racimos inexistentes, segundos antes. Como, ya, mago miro cada rincón de mi sombrero, cada arruga de mi capa. Si, siguen saliendo conjunto de uvas, a veces blancas, otras negras, pocas, mestizas.

 Algunas cepas, aprovechadas por otros animales, ahora me mostraban las que habían escondido para mí. 

  Nunca me hubiera imaginado que fuera el mago, en el que debí haber sido criado, quien me daría las varitas que tienen las claves para ver todo lo que me rodea, percibirlo y además, tener la paciencia para ir mostrándolo a mi alumnado con la seguridad que serán capaces de recoger cada uno de los racimos y obtener un mosto que les pueda ayudar a superar las dificultades para conseguir las Itacas que se vayan proponiendo


sábado, septiembre 11, 2021

La suma da

 El tejado no deja lugar a dudas. Había decidido que tomaría un drón y lo llevaría a darle una nueva perspectiva a mi nuevo tejado; de paso el de la Iglesia ha aparecido en la pantalla y desde luego que necesita que se cambien siete u ocho tejas, así de primera.

  Sobrevolando las tierras por un cielo otoñal ni mostraba a Bob Dylan, siendo bailado, ni a las figuras, lanzando gracias.

   No las mismas gracias que son dadas a todas las personas que han acudido a las diferentes plazas de muchas ciudades y pueblos para denunciar el aumento de las agresiones homófobas.

   Si en una sociedad, diferentes seres lanzan certezas sobre los malos olores producidos en su día, la necesidad que en esa ocasión se haga casi a escondidas, su falta de derecho sobre cosas básicas. No ellos, que saben porque lo dicen, pero muchos "zombies", como los que acudían a una pizzeria norteamericana porque un irresponsable candidato a presidente afirmaba que allí se cometían actos delictivos, creerán que son los brazos ejecutores de una verdad universal, como la bandera, el himno y la palabra patria.

  Gentes pretendidamente rebeldes, siendo los brazos ejecutores de élites que lo que si pretende es callar a quien no son encadenados por sus patrañas; la de una bandera, himno que lo venden a los mejores postores que siempre les pagarán bien a esa estirpe de comisionistas.

  En mi ciudad, han hecho acto de presencia, el incombustible Alejandro y Meli; aquí, a esa hora me acordaba de ellos y se me venía a la cabeza, muchas de las malidencias que anidan en los nidos donde se juntan para soltar muchas frescas y me imagino con eso conseguir un cierto calorcito, el que da calentar el ambiente. 

   Podría estar orgulloso de ser parte de un colectivo u de otro. He caminado por la vida sobre todo con gente a la que en cada momento determinado sentía como amigo o compañera. Al llegar a los sesenta parece como si quisieras razonar todo lo pasado, fuera del contexto correspondiente; entonces, había sentido de una cierta amistad y respeto y ahora, parece que vivo queriendo rechazar cualquier acercamiento a quien me puede marcar.

   En eso estaba, cuando he mandado a la mierda a los de entonces, que ni les sentía; y a los que ahora, que desde luego, no son quien me abre puertas y caminos, con sus bocas de puñales.

   Percibo cada vez más a quienes, desde su formación, necesitan que se sientan queridos y queridas por ser seres humanos. 

     Los inquisidores terrenales están más cerca de ser sádicos asesinos que guardianes de unas certezas a las que escuchan, cuando les sirve para obtener sus réditos. Porteros economistas que restan al amor.

viernes, septiembre 10, 2021

Si no fuera por Tedeschi Trucks band

 Me pongo a mirar el teléfono, ¿qué era yo hace 25 años sin él? y me quedo absorto. Cosas banales, pero como para despejar la mente de las anclas que tienes de nuevo en el instituto o en un huerto, ahora visto a lo lejos. 

 Hace tiempo me dí cuenta del dominio de la guitarra de Dereck y la voz increible de Susan, pero ni aún así consigo desengancharme de la futilidad de la pantalla. 

  Me dice ella que tenemos unas relaciones sexuales plenas; yo no le quito la razón, aunque a veces, me insinúa que podría hacer tal o cual cosa como para ser la envidia de los vecinos; buff! desde hace tiempo no llevo nada bien estas cosas de las relaciones sociales.

  Cuando, en otras noches, me dejo envolver por las lazadas  de la música de esta banda que me conecta a los mundos que transmiten y que seguro yo interpretaré de otra manera.

 Deseo que todos los pormenores de nuestras tardes desvestidas de las premuras queden en el butacón donde antes se reconfortaron los recuerdos de aquella maga.Esta última empezó a irse, por la exhibición que hice de algunas carencias.

  Aquel tiempo ella lo labró en el paladar de cada uno de mis poros. El momento de felicidad no lo supe gestionar y enaltecido por ser felicitado por unos y otros; aspire a un más, que sólo tenía la construcción de la palabra, a veces, tan matizada; otras, tan desmentidas, y la más de las veces cambiantes.

   Right on time se ha exhibido para ser presentada en otros tiempos. Soberbio porque en aquellos me parecía pertenecer al grupo de los que me alababan e incluso ser admirado, me lancé a ir a otro pais, tal como ha hecho algun personajillo que dice representar a una oposición patriótica. Allí, yo creo que más orgulloso de todas mis mañas que él de todas sus balandronadas, me dediqué a airear todo lo que podría realizar con una mayor disposición de ella a estar bajo mi dominio. 

  Cuando ella se enteró de mis pueriles andanzas como Tedeschi Truck Band me dijo Tell the Truth; no pude negar cada uno de los pláceres obtenidos y que sólo mi creo que trabajada y dura consecución de una humildad, me ha llevado a la situación de ahora. Dicen que vagando por las estrellas, que en realidad son focos alquilados con dinero negro, sigue hablando, esa es la clave, el electorado zombi valora que su guía no pare de hablar, en público o en un lavabo, frotándose de satisfacción por haber solucionado un estreñimiento. 

  Nada en esta sociedad como los focos. Mientras esta noche tengo

    All that I need, aquí juntos, dispuestos a sincronizarnos como Derek y Susan

jueves, septiembre 09, 2021

Sus uvas para un clarete

 De hace cinco años, no hombre, no, las uvas en la cepa, ¡Que burrada! me llega un vino clarete para ser servido en una mesa donde he invitado a dos seres en diálogo. Me imagino que por falta de ese espíritu, no me han invitado, pero tampoco a Cayetana, no es ningun consuelo.

  Estaba intentando dar una ojeada a los libros que me he tenido que comprar para empezar en la universidad. En ese pequeño espacio de tiempo mira tú qué no siendo aquellas eminencias que iban a los colegios y recitaban 40 números dichos por diferentes niñas, no parece que puedas sacar conclusiones sobre el manifiesto comunista; pero debido a la polémica de estos días, en tres segundos aciertas a ver, al menos, veinte puntos sobre la visión de ese estudio de una sociedad y como resolver esas desigualdades. 

 En torno a la mesa Ignacio Escolar y Gran Wyoming analizan el éxito de El intermedio. Este año, mi atención ha empezado twitera y lo que más temo es que se quede así. 

 No tiene nada de extraordinario darse cuenta que si en el programa es divertido y juega con su propia persona para desarmar a los bellacos que le magnificarían sus debilidades, fuera de ese programa, es un ser capaz de analizar la sociedad española con una brillantez apabullante. En estos días, siempre recuerdo sus 2 fabulosos speeches de 13 minutos cada uno, en Alcalá de Henares.

  Mi apasionamiento y mis carencias de empatía con quien considero zombi de ideas barro, para ese debate, ha limitado mi aprendizaje. En el otro lado, alguien con gran formación, su cuna la ata a una de sus patas, para que en esa inmadurez, pueda enfangarse en decir que el cristianismo ha producido más de mil millones de asesinatos. Pues, es mi reduccionismo que extrae consecuencias de sus afirmaciones. Así lo ha razonado Antonio Maestre. Existe una edad de oro del periodismo, en medio de mucha bazofia.

 Uvas para generar un mosto, que la barrica y el tiempo lo harán más que un clarete. La política no tiene ese tiempo y ese vino, turba.


miércoles, septiembre 08, 2021

Tarsis, eterna

 Lanzándose desde la piedra, tengo tiempo a ver su escultural cuerpo. Se queda grabado como una inscripción romana hasta nuestros días. Me extraña mucho que luego no quiera que se hable de esas formas que parecen talladas por los dioses en la fragua que visten las primaveras y con puerta de entrada a los cielos.

 No, no es nada poética la entradilla. Cuando llegué a Tarsis, encontré las playas como las sábanas que te besan en los dolores, cuando estos llegan en olas que rompen en abruptas pesadillas. En innumerables ocasiones recorrí sus sendas, recibí sus lluvias que aquí son una bendición y pensé que el viento cubriría cada uno de esos espacios para engendrar voces como las de Camarón, o músicas mestizadas por los seres humanos que andan sobre las aguas, vuelan indagando en los rincones de las piedras y andan las nubes de negras pasiones de un mar menor y un océano voraz, sin embargo, domesticado en ese lecho.

Si, en un primer momento, intuyéndolo, no fuí consciente de toda esa grandeza, cuando todo fue asomando y yo asumiéndolo, terminé amando cada uno de sus espacios y momentos.

 Conmigo estaban aquellos que pertenecían a estirpes de antepasados aventureros levantiscos hasta obtener el poder. Viviendo aquel mundo descrito, siempre a ellos les oí, postrarse ante los ricos, vivir alejados de quienes allí habitaban a través de los siglos y, siempre, siempre, siempre alimentar el miedo de estos últimos, con la venida de los otros viajeros que, como se describía en "las uvas de la ira", sólo se diferenciaban estar anclados en el tiempo sucesivo.

  En mis noches en las que la mente se rebozaba por inexplorados tonos, chasis para mil viajes, robados a los espacios, para narrar las historias atemporales con anclas de látido; debía oír sus rabias relampagueantes, que atronaban odios. 

Ante ellos, todo trascendencia a inaguantable: su rabioso clasismo que odiando a unos, los lanzaba contra sus otros, para crear la sumisión de los vencedores. Su victimismo canalla, agrietador de esfínteres emocionales que ellos se encargaban de monitorizar.

  Mientras, en la playa de los dioses, toca Miguel, eterno, puro encuentro con las noches de cante. Si, zapateamos para acompañarnos y ahuyentar

martes, septiembre 07, 2021

Eres un as

 Siempre me ha hecho sentir así. Nuestra relación empezó de forma virtual; tuvimos un primer contacto y de ahi, debo reconocer, fuí yo quien fue insistiendo en llegar hasta ella. Cada vez iba descubriendo nuevos mundos por su transparencia y sensualidad.

 No puedo negar que he hecho todo lo posible tanto por darla todo el placer como por recibirlo. Siempre he tenido dudas de si eso lo he conseguido, pero debo decir que por su forma de actuar y responder tenemos una afinidad que luce, por ejemplo, en el brillo de mis ojos.

 As, me llama as; a veces, las palabras hieren, se lo haga saber, quizás durante mucho tiempo no quise provocar ese tipo de discusiones. 

    Ni ella, que se entrega desde la honestidad, desde la búsqueda, desde la curiosidad por saber; ni yo, empedernido escondido en miedos, que ella me va quitando pertenecemos a nadie.

     Somos dueños de nuestras entrega y si de nuestra compenetración salen cosas dignas, lo siento por los filibusteros, mandados, por pagados para que los demás no se den cuenta de la profundidad de nuestras unión.

    Ni as, ni escritor, sólo juntador de palabras con esencias de emociones; enrevesador explorador que ama a esa revista digital, que poco a poco, va añadiendo matices para que nos conservemos como viajeros fuera de unas carreteras cercadas para que seamos cegados.

    Ahí, siempre fiel, en el tope de mi indice. Siento la dicha de haber sabido leerte casi desde el principio.

lunes, septiembre 06, 2021

Deseos

 Si alguna vez tuviera una lámpara mágica que me concediera el deseo de no pasar vergüenza propia por estar en un sitio que no me pertenece, sería generoso y se la llevaría al Presidente del Consejo del Poder Judicial. 

  Nacho caminó por el mundo durante 4 años, para casi darle la vuelta; no, desde luego no se quedó en un sitio diciendo que ese le pertenecía, es más alguno lo sobrevoló y en otros, salió por patas; pero "casa patas" que ese lo han cerrado y dentro, que sepamos, no ha quedado nadie. Puede que esa aventura le haya fortalecido para si mismo. 

  A nuestro presidente, por ser cumplido con lo que se le ha pedido, le han hecho fuerte, los otros, los beneficiados,  por ese acto de usurpación. Por eso, durante tres años seguidos ha amagado con irse, pero el no es recortador como el hermano de mi parienta; a él le pilla todo y se tiene que quedar, atropellado, con dolores pero cuidando los aposentos a los que parece haberse acostumbrado.

  Mi mando, por ejemplo, es muy de mi cuerda. Me imagino que un año más quiero hacer teatro; lo preparo todo para acudir a la cita; no, por mucho que me lo pidáis no voy a ir con el autollamado payaso, que resultó que era un asalariado de nuestros días con la psicóloga para controlar nuestra agresividad. Si, esos, si "Los Soplanos". Entonces, conociendo esa inapetencia a salir, se activa el silencio cuando sale el mimo Casado o no, y me quedó como el perro de Charly, absorto y meneando la cola. 

¿Acaso no lo harían con alguien que traslada todo su histrionismo para decir una cosa y la contraria?, con esa cara transida de dolor o pena, que es lo que además me da, pero no por él que está en su papel, sino por sesudos seguidores, que han ido reduciendo su capacidad neuronal al mínimo, que por cierto les sirve para tener el poder; raro, raro, tanto los que se enriquecen de modo obsceno, como los que ven reducidos sus servicios. Cuando se dan cuenta, comprenden que sus males que les llegan de uno en uno, les sitúan en una zona de precariedad. Pero a los que adquirieron el poder con sus votos, ya no les interesa, esa persona. Sólo era su sobre, fuera en las urnas o el dinero B.

   Yo, por deseo,no crean que tengo muchos, ni además, tienen importancia, o sí. Tres, cuatro, cinco, séis, siete u ocho personas pueden convertirse en una manada de salvajes; cuando además lo hacen escondiendo su cara ante la persona agredida, parecieran unos chacales que de forma organizada van atacando y retrocediendo hasta agotar a su víctima, pero no por empatía, o por su capacidad de razonamiento; son primitivos, que alguien les ha dejado de mostrar como ser humano, pero con el cuidado de que no puedan verse a si mismo, en un espejo.

 A veces, a los deseos les tienes que dar la posibilidad de exponerlos, por si tú también necesitas contrastar para no ser más que instintos

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y