viernes, enero 31, 2020

Si yo me llamará libertad

Huiría de quienes poseen una doctrina con la que intentan paralizar una sociedad.
Si me llaman
grandísimo joputa
sus piedras, lapidaron
Eh, tu, si tu
cogería a Facu, debe ser a tí
Vicioso
señor, un vaso de agua
Estúpido
canta a tu sol obsceno
Te voy a partir
Si, por favor, tengo las uñas cortas
Analfabeto
me puedes sujetar la A
No eres digno
día con chubasco, sin churrasco
Comunista
besa tu tierra, sin sudor
Canalla
en Suecia, muchas, Ay Otoño
apatrida
Cuando salí de mí
Golpista
cierra tu lista, alisa
borrego
en las es, no alargues
gordo
mañanas frías, enmantado
te rajo
un poco fina, más satisfayer
pueblerino
sacamantecas, olor a pino
saltimbanqui
uno, dos y tres, a más ver
al cementerio
en una cuneta, con compañeras
Soy la ley y el orden
hechas cochambre
Lo eterno
con cuentas suizas
la patria
con tierras quemadas
te odio
empieza tu viaje, mi riñon se parte
no mereces ni que te mire
allí donde amarres, siente los frios 


jueves, enero 30, 2020

Si es para alimentarse, carnecruda.es


Carnecruda.es, es la opción adecuada. Si volviera a vivir cada una de las semanas en las que se ha emitido este programa de radio, creo que podría decir que sus temas y el tratamiento de los mismos son maravillosos. Estas últimas semanas, llegan al apoteosis, no sé si es porque lo tengo más presente este momento o porque la barra de linimento que he aplicado sobre mi cuerpo, ha conseguido mayor sensibilidad. El caso es que el perro que me tuvo durante 48 horas esquinado en aquella mansión a la que no debía haber entrado, aparte de enseñarme los dientes, me acercó una silla para hacerme la espera más corta. Yo, tanta amabilidad no la veía clara, de hecho le dije a mi secretaria que saliera en busca de ayuda; para mí, que entendió que la ayuda era para ella y que se alejará de aquel momento tan surrealista.
Heme aquí, que ya sentado, empiezo a oír el programa sobre Tom Waits, donde a partir de un libro que han escrito dos hermanos, se hace una disección de todo lo que significa este cantante a todos los niveles . Yo, que profundizar poco, eso me decía alguna, empiezo a ver la importancia de este personaje y la influencia de Katleen Brennan en toda su evolución.
Me prometí que buscaría días de reposo (¿cuándo?), sin lectura, sin ejercicio, sólo para asimilar sus letras y sus cadencias que es como siempre me ha entrado la música inglesa. Mientras, allí, en uno de los momentos iban desgranando cada uno de los porqués de ese inmenso compositor. El can, al menos parecía haber relajado, no sé si tanto como yo, pero al menos cogió hilo dental y dedico un tiempo a sacar todas las guarrerias entre los colmillos. ¡Madre mía que cosas sacaba! En esos momentos, no lo asocié con algún personal. Soy así, la meditación y la relajación me lleva a esos estadios, ya que a los de fútbol deje hace tiempo de ir.
Pasaba el tiempo, y claro, oigo voces, implicaciones, enfrentamientos verbales, palabras mal sonantes, gestos de angustia acompañados por palos relajadores, siluetas fornidas sin ninguna dimensión en la parte superior del cuerpo y empiezo a aguzar el oído de otra manera. Hasta ese momento, escuchar e intentar entender el inglés que sale entre las brumas de la cavernosa voz del artista norteamericano, me había supuesto un esfuerzo extra. Entender ahora en castellano, todas las imprecaciones lanzadas como hordas con un cierto orden, pero sin ningún concierto, me era en esos momentos traumático. De todas maneras, fueron unos segundos de sosiego los que me introdujeron en el tema. Había, Javier Gallego, tratado en un programa posterior el tema de los solares okupados en diferentes ciudades y las dinámicas y las lógicas que se siguen en esas acciones.
En esos momentos, el perro andaba un poco alterado y creí, por un momento, que eso lo acercaría más a mí, pero no en la forma que las buenas palabras parecieran querer. El caso es que puso orden, en aquel maremágnum de palabras arrojadas por los tirachinas que manejan los manipuladores de la información y pareció decir: escuchad a todas las personas a la que se están acercando este periodista. El buen periodismo, no te da marca los pensamientos, te abre las perspectivas que rodean a esos solares, en este caso, y tú te tienes que razonar los miedos a los que te han arrojado los que mezclan churras con merinas.
En esos momentos, crecía en mi un maravilloso entusiasmo, pero no se vayan a creer que fue por el siguiente programa que oí, el satisfayer es de difícil aplicación, en el cuerpo masculino y su tratamiento muy profesional y en estas cosas, uno, en fin, demasiado amateur

miércoles, enero 29, 2020

Más odio que amor

La frase del título se la dice Jimmy Gralton a su confesor en la película Jimmy's Hall y así ha sido durante tanto y tanto tiempo en nuestra historia; coge el gato ese trozo de galleta que le he arrojado y va marchándose hacia una esquina, sin mirarme, sin decirme nada, cabizbajo, meditabundo no lo sé, yo, a veces, voy así también, pero con la cabeza vacía, como desintoxicándome, pero quizás, él, mici el único gato, si que te tenga que darle vueltas a una serie de cosas.
 Hubo un tiempo que tuvo que marchar de aquí. No podría, o no debería contar las razones concretas pero hubo una serie de acciones que a mi comunidad no le gustaron. Alguien dirá, y quien es tu comunidad. Cuando la cosa se pone de esta manera, yo, no siempre estoy fino y máscullo: "mis cojones y tres más". No ven, no me lo debieran haber preguntado porque soy un poco burdo, o brusco que, no sé si alguna de estas dos palabras están bien.
Me invistieron, eso es el punto. Valía personal, persistencia, inteligencia, yo creo que es que estaba ahí en el momento oportuno y se dieron cuenta que era lo suficiente terco para repetir algunas de las burradas que desde arriba me animaban a decir. ¿Por que lo comprendo, si me reconocen poca capacidad? bueno, la experiencia, si lo he dicho veinte veces y diecinueve han sido totalmente al revés y la única que me dío la razón es cuando un mamarracho que me quiero quitar el puesto, era todavía más bruto que yo. Pues me pienso, esto no va bien
De aquellos barros, así estamos todos, no dice el dicho, pero escrito, puede limpiarse un poco los malos momentos que me hicieron pasar aquellas docenas y docenas de gatos que empezaron a darse cuenta que podían maullar, haciendo un coro, en el que ese Mici, les iba llevando a nuevas acciones, cada vez más gatunas, cada vez más inverosimiles, de tal manera que se escapaban a mi control.
Ese es mi problema, que pude pasárselo a él. Ellos, los de la voz en off, tan profunda su gravedad y su imppostura, como falta de sentido, siempre me han dicho donde está el limite, que no se debe sobrepasar: patria, banderas, himnos, eso es la fachada. Pero a ellos les vale, luego dentro se manejan de maravilla con los fondos buitres, con dineros negros, con prebendas, con corruptelas y controles por las buenas, mentes abducidas, o por las malas, mentes con actos a exhibir en caso de rebelión, de seres que debieran dar prestancia a esos interiores, pero claro.

Este jodio gato vuelve, pero le he dado un poco de su comida preferida para ver si se mete en una esquina. Debe comprender que ir a vacilar con todos sus colegas enfrente de esas construcciones con esas fachas y que estas se vengan a bajo, no es plato de buen gusto. Los de dentro se quedan a la vista, desnudos y se gustan mucho a si mismos, pero verles asi, sin vergüenza, debe comprender Mici que no es plato de buen gusto. El que le he dado yo, espero que sí. Ay, mi gato

sábado, enero 25, 2020

Espera, espera, no pises

Aquí me tienes en la puerta, sin entrar porque me han dicho que espere a que se seque el suelo o irme a darme una vuelta, pero claro cuando uno está en un acantilado, por donde has llegado después de escalar y andar por sendas de no retorno, además el albergue anda sin techo en estos días y las olas, de 10 metros, están rompiendo de forma periódica cada pocas horas, te dices:
Hombre en la habitación del fondo parece que está techada y aunque pisará por sus pasillos y su hall un poco, no creo que se notará mucho. Y con esa cara miro a la señora, pero es mirarla y aparecerseme todos los miembros de la judicatura que han sido elegidos por partidos y que está en puestos de responsabilidad para la decisión de cuestiones claves, donde las visiones partidistas andaban sobre cimas durmientes pero cambiantes.
Claro, es cuestión importante la mía, según, les cuento cogí el barco que me entraba en la playa de Laredo, pues me había quedado exhausto sobre la tabla de windsurfin para llegar a sus arenas; sus vientos que venían contrarios por la bocana, no los pude superar. Intimé con los del velero y dos días después salí rumbo a la recortadas costas de Irlanda; Galways era mi destino. Todo bien, siempre había sido mi sueño navegar en solitario por los mares y océanos. Además esa temporada los vientos me acompañaban. El caso es que cuando llegaba a Dublin, donde pararía unos días para visitar Sweeny y sus friendly and artistic people, desde un alto me pareció que alguien me quería llamar la atención. Un catalejo tuvo la culpa, pues por sus cristales entró aquella belleza, si, lo sé, entonces era sólo belleza que prometía volver a revivir aquellos días de camas y suelo. Yo, he sido siempre muy abandonado para eso y me dije, esto es muy escarpado y partiría el casco de ese barco mágico. Eché el ancla y lo aseguré con mucho cuidado. Las velas recogidas totalmente y mi kayak lanzado al agua. Al llegar a ese playa natural, un empedrado, apenas accesible si no era por agua. encontré una cueva pero aún así amarré la piragua y cubrí su bañera para que no entrará agua que la hiciera más pesada de mover y más batida por posibles aguas subterráneas. Por fín encontré la senda y ahí que me lancé, como quien busca una democracia, sin tantas mentiras y cartas marcadas como las que marca en su libro Ivan Krastex y Stephen Holmes: La luz que se apaga. Era una lucha, por caminos resbaladizos, pasos con cuerdas y presas de agarre grandes pero húmedos. Cuando ya llegando, la chica se metió en la casa del abismo, lo que no pudé imaginar que antes apareciera ella...; ella que pudiera ser la madre, o podría su enemiga, porque su cuerpo dibujaba curvas sobre las que marearte, si ella estuviera dispuesta a conducirse por los mismos instintos, ahora sublimados, que me guiaban a mí.
Parece ser que no, que sus primeras palabras, fueron bruscas y secas, como para marcar territorio. Yo no me vuelvo, me pensé, mi catalejo ha estallado cuando ha entrado el sabor de sus labrios sobre mi voz que la escuchaba.
La señora del recibidor, que se hacía la despistada, en cuanto me veía emprender, fuera con mi cabeza, mis pies o el giro del cuerpo el camino hacía dentro, me miraba como superiora, por un lado, pues mi cuerpo, chaparro y entrado en carnes no podía ser el baldón con el que se adornaba aquella casa; por otro lado, porque pareciera estar en una ceguera que le hacía levantar sólo su pañuelo para impedirme a mi el paso.
Tardé un tiempo en decidirme pero, que hostias, hablando fuerte y mal, le dijé, estamos en el abismo, no tenemos tiempo para muchas charlas y muchos debates. Comprendo que creas que el mundo sólo dos colores, los de los tuyos y los de los demás, pero si ahora mismo, no paso la puerta, tu te vas a arrepentir porque tras mi cuerpo, está mi mente, y como dice Piketti, en su último libro, esto tiene que cambiar, los que te ataron en corto para que sólo ellos pudieran disfrutar de ella, te negarán las veces que a ellos les involucren y tú, te sentirás basura cuando antes soñaste que todos te respetarán y admirarán.

Yo nunca he tenido poder de convicción, pero estas letras se las mando, momentos después de echar una última ojeada a mi goleta que permanece inhiesta y bella meciéndose con las olas y adornando el horizonte y momento antes de entrar en la habitación, con una y otra, pero claro eso no querrán que se lo cuente

jueves, enero 23, 2020

Mirame

Escucho susurros desde Noruega, hace años escuché gritos guturales desde las puertas de mis años adolescentes que me enfrentaban a tantos y tantos mundos que me resultaban incompensibles y que al ir abriéndose me arrojaban a cenegales que ya sólo ellos me hundían, esas espantosas palabras, frutas del odio, me hicieron salir, para no ser asesinado por los cuchillos que me ponían una manada de animalizados seres en mi camino para que me arrojara a ellos.
Hoy, me escribe Paco el Macho, así firma, hemos estado juntos durante inumerables noches, preciosas de estar memorizadas para noches que empiezan a estar eternas; difíciles de contar para oidos pulcros y limpios, aunque seguro que su morbo les dará pie a tertulias, donde sajan a quienes no les pertenecen. Él anda escondido, en un mundo de afirmaciones banderas, eternas palabras gloriosas, contundentes actos que marcan épocas. En definitiva, podridas estructuras donde se exhiben seres que buscan subyugar desde castillos donde dicen reinar y no aportar nada, nada a los seres que zozobran en la adolescencia por no comprender sus inmediatos presentes. Seres armas y mercadeos, sin un sólo encuentro con los seres que pasean en los mil caminos.
Carlos, me llamo, sé quien soy en medio de esas bestias que no quieren la luz para los que como yo, estuvimos a punto de naufragar

miércoles, enero 22, 2020

el camino

Hubo un tiempo que lo leí como las píldoras que se han extendido para solucionar nuestros desequilibrios en esta sociedad desquiciada. Me imagino que una sería como el mensaje de mi alumno cuando el otro día me aceleraba, sé tranquilo, tranqui, profe. Y claro hoy, delante del teclado lo estoy, hasta poder recorrer la senda que visité el domingo último. Bajaba por un lugar que hace un mes, limpiamos entre unas personas del pueblo. Un antiguo camino por donde bajaban hace años para cuidar viñas, o limpiar el bosque con los rebaños. De hecho, bajaba ese día un antiguo habitante de tiempo pretéritos. Me paró y me dijo, déjame a mí, te voy a ir abriendo el camino para que puedas tener un futuro más claro.
A mi, es que me hace ese ofrecimiento y viéndole tan Neardhental, me digo, para adelante, a los demás no les habían dicho nada; no sé, ahora pienso, con perspectiva, que debo ser muy confiado, el caso es que yo, a lo que me dijera ese señor tan, tan, ¿serio?; a lo lejos las motosierras derribaban obstáculos y las desbrozadoras añadía sedimentos a la tierra. El humo que desprendía alguno de aquellos, ya lejanos trabajadores, me hizo pensar, ahí debe haber un incendio, ¡qué raro en Diciembre!, luego me dijeron que nuestro farero había entrado en combustión para quemar algunas de las calorías con las circunnavegaba su cuerpo.
Yo, descendía confiado, aunque ¿por qué siempre me dejo llevar por quien me ofrece imagen y un tiempo pasado de gloria? Claro, me da por leer a Ivan Krastev y a Stephen Holmes y su "la luz que se apaga" y yo que no me entero de nada cojo la primera mula que me lleva al tiempo pasado. ¿No se decepcionaron hasta llegar al abatimiento los ciudadanos de Hungría y Polonia que soñaron desde sus enrejados tiempos de comunismo que en Occidente todo estaría desbrozado y talado para una vida con horizontes a tocar?. Pues yo ahí que me vuelvo, a una cueva, donde me ha llevado este simpático ser ancestral. Miro a un lado y otro, estoy por entrar, ya no confío en lo lejano, aunque aquello sean, las maravillosas y perfectas Tetas, al lado también hay otras, grandes, no tan primorosas pero echan humo y yo, visto lo anterior, me pregunto que leches estarán incendiando aquellos dos puntiagudos senos.
 Así que olvido las bromas que ya oigo a lo lejos, el sonido del botillo irrigando paladares, aun grasientos, y con más chorro recibidos, obnubilados en placideces que alegran hasta el desenfreno las peligrosas cadenas, y me preparo para entrar en la caverna. Él, mi nuevo guía, no lo digo por faltarle, está cafre, de ese estilo que también ha vuelto ahora, que parece abandonado, pero que en realidad es recortado y redondeado en todos sus pelos y que si entonces, era por añadir protección a la cara en tiempo invernal y salvaguardar la piel, por los estropicios sobrevenidos, ahora es, simple y llanamente que tratan de parecer curtidos y sabios próceres o de un estado, o de un patio de caserios comunes o de su casa, aunque de está debiera ir cambiando con más frecuencia de lo habitual por las deficiencias en las construcciones con las que nos iba regalando estancias a la familia en lugares cada vez más palaciegos, sobre todo lo segundo.

Y ahí, andaba, con un pie dentro, con un ojo avizor y con cara de pocos amigos. Si es que alguna vez los hubo; no quedaba la sensación de haber vivido un tiempo de compañerismo cuando alguien te despelleja con su, primero, silencio y posteriormente difamación por alguna broma de la que no te pide explicación; yo, recordando esos momentos de vida, de muchas risas, de muchas complicidades en viajes, en charlas, le dije al cavernícola que me esperaba con la luz de su vela proyectada en una pared reducida y con las sombras descarnadas con victimas que se trataba de esconder, si sólo una generación es capaz de salir de vuestras continúas vueltas a los odios y mentiras de vuestros ideales puros, encañallecidos por vuestros actos y me volví; allí, esperaban y así termine en una mano la motosierra, en la otra la desbrazadora y sus motores.............. apagados.

Máldita desconfianza en un artista

martes, enero 21, 2020

Señor Árbol


Usted no sabe con quién está hablando, ayer aquella señora me negó el saludo pero yo le dije cuándo saldrá el Sol aquella pera tendrá otro color.
No lo sé, lo que si sé es que usted es un estúpido, afirmó con mucha contundencia mirando a los pendientes que me acababa de poner.
El caso es que nunca quise ponérmelos porque consideraba que para merecerlos y exhibirlos se deben atravesar los mares y océanos que andan despendolados allá por el Estrecho de Magallanes  y navegar con sus vientos salvajes que pueden rasgas las velas y tumbar el palo mayor sobre la ingrata señora.
Por mi parte, surcar grandes tempestades lo había conseguido las últimas semanas; cómo se puede olvidar que los libros de tres mujeres debían servirme como lectura, pero también arrojarme sobre las aguas turbulentas de esquemas por romper.
Mientras el chico tranquilo, te avisaba, tranqui, tranqui, aunque estuviera vacilando con un despiste, que no era tal, o sí; tú te zambullías para comprender como el Macba, genial, asiento para letras que revisitadas no encuentran su porque en un rumbo caótico, y que además, sus salones eran pasto de exposiciones de grandezas en un vaso de papel; desde allí, Brigitte te maldice si sólo pasas como un taimado vagabundo de tres días, si sólo miras la cara de aquella que vende sus productos, y la tienes como anécdota sin comprender el colchón que ha sido rasgado por las cuchillas de tantas desesperanzas arrojadas en esas camas calientes. Mundo en performance de hábitos para mercantilizar un espacio, convertido en peceras donde sólo exhibir la ternura de una pareja en paso, que la eternalizas y en su belleza, también la cosificas.
Cuando de esas calles sales con el aviso de: ¡eh! ¡Qué somos la sociedad en tránsito desprovistos de nuestras raíces, porque somos mundo!. Se te acercan los vendedores, de libros, de viajes, de patrias y Ece Temelkuran, que por la borda, sólo desde ahí, imposible su llegada a la Ítaca del presente, puede oler cada una de las esencias de su ciudad, Esmirna, pero te da los aparejos para que los coloques en su sitio, y no vayas tropezando con las torpezas de los piratas institucionales que te agujeran las tablas donde leer rumbos, para que te arrojes a sus naves de rescate. Nacionalismos mediante. Sobreviven las ellas, sobrevive la ciudad en una danza integrada, de pulsiones en sudor, llena de declamadores, unos en silencios; otros, desde los tablados proclamando nuevas estructuras donde lo principal, sean las habitantes cercadas en las verjas que las separa de la sociedad que cumple los estándares que les ha aplicado la sociedad capitalista. Encerradas para ser adormecidas de un mundo que se canibaliza mientras les entretienen con palabras en zumba.
Y la señora, con una sierra, ataca la fruta que la ofrecieron requisar para ser desposeída de su yo; arrancada, guiada, tal vez, por los estertores de lo que se piensa mantener de dignidad, la cadena acelera su ataque a lo inmediato, al agua que dicen ofrecer libre para ti, pero derrochada para ellos; haciéndote participe de la deforestación de las copas que abrigan silbidos de esperanza.
Señora, quizás con una magdalena podríamos iniciar una aproximación a las esencias.
Una magdalena, idiota, me susurra, apagando el motor de uno para arrancar el satisfayer, si te acercarás a la fidelidad que me proporciona ese animalico, te aseguro que no llegarían los ingredientes a ser analizados para el supuesto placer, porque en nosotros yacerían las ansías de una danza que electrifica desde el primer porté sobre mis espaldas al postrer desporté, sudoroso que llame al encuentro de infinitos segundos.
Le apagué el último aparato, aparté lejos los dos y la hierba nos meció en la eternidad de manos, brazos, bocas…..¿cómo olvidarla? Ella me quiso, yo, a veces también la quería, es tan corto el abrazo y tan largo el olvido.

Entre los mil brazos del árbol, los nuestros les estremecían

domingo, enero 19, 2020

lectura fácil es Cris

Quiero escribir más claro, claro es que se me entienda como a los del pin
pin es que ponen frase directas, mi hijo es mi hijo y le puedo educar yo, en el odio, por ejemplo
ejemplo es algo que aclara si no te has enterado bien, vamos que hago lo que yo mando
mando, no es lo que tienes ahora mismo en la otra mano, es que tu escuchas y yo hablo, siempre
siempre es que, a veces, tu quieres decir en un Estado, se respeta a todos y él te repite, siempre
yo ya no lo repito. El Estado, no es como estoy yo ahora, ¡bien gracias! somos todos, todos, aquí
españoles.
Españoles, somos todos los que andamos por España con normas que nos hemos o han impuesto, a unos no les gusta; bueno, ni las normas, ni España;
y a otros dicen que todo bien, pero, sólo si ellos las manejan
manejar es controlar algo: la economía, la educación, la judicatura, la sanidad,
la judicatura parece rara la palabra; pero son personas que analizan la justicia,
sin mirar quienes están en una balanza, tratan de mantener el fiel en el medio;
el fiel es si actuan de una forma justa, entre la ley y la persona, algunos levantan la venda
la venda tapan ojos. Algunos jueces, los ojos los tienen en su ideología
Ideología, son ideas materializadas en acciones marcadas hacia una tendencia política

Tendencia te la da también si alguien te ha puesto en una posición guapi
guapi es que ahí vas a estar con mucho placer y a quien te lo da, se lo tienes que devolver
devolver es el cariño que tiene Nati hacia Marga. Marga se lo da también a Nati, con pasión
Pasión, no es el dolor infringido por los manipuladores del pin, es el amor sin fronteras
Sin fronteras es que si te estás comiendo un kiwi de Nueva Zelanda, su ciudadano puede venir
El libro de Cristina Morales es guapi,
Sus páginas las he leido con pasión;
La tendencia es que yo me lo currara tanto como la autora
Fiel al camino difícil de ser tu mismo, tratando de formarte
la venda es la que tengo ahora en mi cuerpo, para mover mis sentimientos
Los sentimientos y las emociones rompen los pins mentales autoimpuestos
Barcelona, como Berlin, son el Pornoburka de Brigitte Vasallo, el mundo de Karo
la ruptura de escaparates para encontrar seres humanos
Danza, libros, mar, encontrar lo inmenso en los cronoscopio
Cronoscopio, mi primera isla literaria ¿tarde?; también el libro en el pueblo
Judicatura, hacerse humana en las Angels, Patri, Marga, Nati
Nati, el rescoldo amoroso del conocimiento.
Lectura fácil, ni amo, ni dios, ni marido, ni partido, ni de fútbol, una danza inacabable
Cuerpos soltándose de las riendas sociales
Mi texto, las costuras de buscar lo sencillo, en la dolorosa búsqueda por empezar
A la autora,  abrazos en danza, desde Berlín, en una terraza Tanz handicap, hasta su Sants
La Bordeta y Moianés


sábado, enero 18, 2020

Como perder un pais, Ece Temelkuran

Cuando entre el libro de Brigitte Vasallo y el de Cristina Morales, estas terminando de leer "como perder un pais" de Ece Temelkuran, sientes el desgarro que tiene la autora en su interior, entre otras cosas de vivir fuera de su pais. De ver tu ciudad desde una isla, para que las imágenes las aspires y las voces que lleguen un día portadas por vientos que retengas con las telas de tu corazón, te aceleren los besos de sus pulsos

Esa fase de risa final, donde comprendes que han vencido las mentiras, los odios dirigidos, el abandono de un pueblo al resguardo de lo insustancial: los símbolos, por encima de las condiciones de vida. Nombra España, como última esperanza, sabe que también a quien ahora llega, se le señaló con mentiras, montajes policiales, ¿podrán comprender alguna vez quienes lo realizan el daño que hacen a su propio pais? y si lo comprenden ¿cuánta bajeza es su límite para destrozar la convivencia de un pais a pesar que ellos gobiernos como pimpollos?) y canallescas informaciones. 
Entiendo que no piden sumisiones, porque saben que quienes un día se expusieron en las plazas, siguen con las sillas en sus pies, para escuchar, para conocer, para cuestionar. 
Salieron ellas, a la plaza Geri, otras a la plaza Tharir; quizás hubo prisas y por eso se entregaron a quienes primero vinieron. Tal vez, la fuerzas que se creen defender una ley y un orden, tan sólo defendían su status y la marca de un pais sin personas. De estos últimos años se ha aprendido que los actos mafiosos de los partidos, no tienen que ver con grandes conglomerados, que los hay y nadie quiere descubrir, sino en algo tan simple como darle algo al que ha llegado un poco antes como pasa en "las uvas de la ira", para que este se convierta en nuestro ariete contra los que llegan un poco despues.

A los que llegan ahora, como cuenta nuestra maravillosa escritora, les queda que sepan que después de poner las manos encima, tienen que saber hacer lo siguiente. Los tres cachorros de guepardo, sin su madre, no sabían que hacer tras poner las garras sobre las víctimas, ellos, nosotros sobre nuestro futuro, trabajo, compromiso y firmeza en nuestra vida tan real, como la de cualquier adalid de no se sabe que esencia eterna.

Todo comienza en un Pin, padres que se creen con derecho a no dejar que el Estado transmita los valores que este defiende. En grandes caracteres, porque eso si los tienen, como su cara, ponen a un niño en manos de un Stalin, cosa que ni paso ni se está dando paso a hacerlo. pero se les olvida la afable foto del niño en manos de un cura, que si que ha pasado, que si que se ha promovido, mediatizado y mercantilizado (vergüenza de doctrina que necesita dar aprobados y buenas notas, para difundirse). Un estado, en el que debieran estar todas las fuerzas políticas que dicen integrarlo debe defender sus valores de respeto y convivencia por encima de las diferentes creencias, de los intereses personales de los padres. Quien apela a la libertad y dice poseer sus hijos no comprende estar en un Estado que necesita del reconocimiento de las diferentes ideas, aunque estas pudieran ser obscenas, y por lo tanto posibles de ser cuestionadas

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y