domingo, febrero 28, 2010

Sin entender ni una palabra

Tarde para un viaje; Jóvenes soñadores, atrapados en las garras por eternos porquerizos de los sentimientos, revestidos en amplios hábitos de piedad, con capazos arrojados sobre sus víctimas para que esclavos de la vista sean ejecutores de sus depravaciones.

Necesito ver las películas que me materialicen a los que intentaron salir del enfangado pantano creado por los delirios de grandeza de una casta embrutecida y que sació y alimento a las alimañas que sin luz y sin reflexión, creyeron ver el infinito viviendo y engullendo entre las obscuridades de las aguas.

Soño Sophie, sueña, la búsqueda del cielo de los mil colores, que alejarán su respiración de la inmundicia de esos seres putrefactados, perfectos en sus tenebrosas vaciedades.

Vivió Rachel, vive para oír el fallo del tribunal Russell, tan impotente ante la sociedad, tan dólido y necesario para la dignidad.

Danzo queridas niñas abrazado a vuestro recuerdo, hoy es Joni Mitchell quien nos abre el escenario. En mi momento solitario, dos focos habéis abierto la comba de mis saltos, las paradas para acariciar vuestros mundos soñados.

sin foto, tan en ella

Un domingo más, en ritmos vitales acomodados, ausente entre quienes viajamos por caminos que son mundos, entre sudores que son vidas, entre variaciones en velocidad que nos dan los años ya vividos.

Cabalgada solitaria, en lo oído, dicho, jugado en el día de ayer. Sueño ser una línea de joven Donnelly, homenajeado en la ciudad de la dignidad, donde no se refugia la balanza de fiel del odio. Malabares de palabras, no las embacaudoras y fícticias del talismán sin fondo subvencionado para martirizar la realidad.

Se acortaron los tiempos, tu que momentos antes de marcharte viste sangrar las aceitunas. Transforman jovenes inconformistas tus sueños en frenéticos diabolos de mil formas, en pelotas gigantes donde el equilibrio busca sobrevivir ante oráculos del dios dinero. Siéntete vivo entre los puños de eternas señoras que acuden en vuestro recuerdo.

Guia mis palabras hacía el mimo que homenajea la consciencia, control del gesto que habla por los codos.

Donnelly, irlandes que luchastes por restituir la dignidad entre los corazones de un país desconocido, sabiendo que ese era tu mundo. Me recuerdas, me recuerda la película "Sophie Scholl" el erial que produce la bajeza del silencio complice, miedoso, de los que aspiran a vivir tan bién como pasar inadvertidos, aunque como en una metáfora, podamos contemplar hoy en una foto que la base pisada pudiera ser pura mierda.

miércoles, febrero 10, 2010

Me siento seguro

A veces aparecen libros (en mis manos, después de siglos escritos) que son atemporales y reveladores “Utopia” de Tomás Moro o películas documentales como “Capitalismo, una historia de amor”, también documentales e históricas “1929”.

Luego percibo, poco, por mi aislamiento, lo que piensa la sociedad, lo que persiguen algunos, el asalto de los medias para imponer su ideología y posiblemente la verbalización a pensamientos dirigidos, con chistes que tratan de satanizar a algunos grupos sociales o a algunas personas (paranoico, lee y escucha y lo mismo se revierta).

Y empezando por la ultima película documental “1929”, oída en inglés y por tanto, ¿no entendida?.- Historiadores, economistas acompañados de oportunas imágenes de la época te hace una descripción de lo que estaba sucediendo entonces:

- “Jugar” a la bolsa, inflando empresas de la nada. Pidiendo o tomando dinero para poder seguir comprando y crecer al infinito ¿nos suena?

- Crecimiento que apagaba las voces de los que veían que aquello no tenía ninguna base. ¿Recordamos burlas por nuestra capacidad de compra, burlas por pisos de 30 metros?

- Grandísimo crecimiento en nuestro maravilloso país apoyado casi únicamente en la vivienda.

- Revalorización de nuestros activos para ser más ricos y ya no ser “trabajador” u “obrero”.

- Bancos y cajas magnificas que no podían dejar de crecer mirando a las de al lado y daban dinero a diestro y siniestro, de una forma impúdica. ¿No podían parar de crecer? ¿A costa de no informar a los clientes sabiendo posibles deficiencias del sistema, ya ocurridas 70 años antes?

Tremenda semejanza en otras muchas cosas con nuestra crisis actual. Todo se ha repetido en estos años, con las mismas consecuencias, gente que no puede pagar, trabajo que se acaba porque era y nos llevaba a lo irreal, la policía alerta por los peligros de la violencia de abajo, ya que los de arriba, aún robando, su violencia es más ¿light?

Cuando todo cayó, perdieron mucho los ricos. Todo, los pobres. “Las uvas de la ira” de John Steinbeck, es una desgarradora novela, maravillosa crónica del actuar humana cuando la miseria llega. Cuando la nada te arrastra por tu país o te arrastra a los demagogos habituales

Para no alargar mucho, pues ando un tanto inconsistente, nos recuerda el documental que la plena salida de la gran Depresión del 29, vino cuando Estados Unidos empezó a armarse al prever la guerra de Europa (edificante visión del partido nazi de USA, tomando y desfilando por el Central Park). Y me surge la duda, cuando los Bush, Aznar, Blair (Bliar) o la estrambótica senadora americana, apelan al miedo del ser humano para armarse y luchar contra el “enemigo”, y ser “comandante en jefe” del nuevo renacimiento. ¿Es la enseñanza que sacaron en los años treinta: miedo, guerra, muerte, producción, plazas libres, empleo.

Y volviendo al principio, sacaremos alguna vez chistes de nosotros mismos, por habernos fiado de poder revalorizar las casas siempre.

Bromearemos sobre nuestro apoyo a empresas en bolsa con prácticas poco claras como obtener petróleo en países con regimenes dictatoriales.

Alguna vez yo abrazaré a inmigrantes demandándoles perdón por haberles hecho salir de sus países por apoyar a revestidos seres indignos que, sin embargo, nos benefician y a esos "ajenos" ese darles por ahí, les haya traído hasta aquí, paseando, a veces vagando, entre nosotros.

En un estado aconfesional, con pocas practica religiosa diaria o semanal en sus sitios oportunos, ¿me ridiculizaré a mi mismo por intentar justificar la permanencia de esos, sus signos porque esa gente me hace el favor de dar educación a mi hijo, quitando de en medio a posibles elementos perturbadores: extranjeros, poco capacitados, desarraigados?. Sus agitadores ¿pararán alguna vez a los mercedes que pagan los palos del santo para arreglar sus lugares de culto?. ¿Renunciarán a ser izados por quienes masacran una por una cada una de sus enseñanzas?

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y