domingo, octubre 14, 2007

Carlos Llamas

No sé si sabría decir algo nuevo a lo que han dicho quienes te querían. Te echo en falta desde hace un año. Me cuesta aceptar que no estarás ya, iluminando las noches. Te debo confesar que me cuesta mucho aceptar el tipo de intervenciones de algunos de los tertulianos, tus apostillas eran geniales. Hoy, he leido algo sobre tí, de Javier Rioyo, transmitías vida y sobre todo lo que nunca dejaré de agradecerte era la exposición de las cosas para que nosotros pudieramos decidir. Esa es tu grandeza, respeto a los demás, abriéndonos a lo que tu conocías. No sé si seré capaz de plantar un árbol que me sobreviva; yo mismo, considerándome una planta agradezco a mucha gente mi crecimiento y entre ellas a una serie de personas que os habéis asomado a mi vida desde la radio para darme una parte de vosotros. Tertulias como las de Terenci, de Ernest Lluch, Herrero de Miñon, Santiago Carrillo, abren la mente y a veces, me hace incomprensible el odio y la oscuridad, quienes se autoproclaman luces. Carlos, ¡qué suerte haber sido uno de tus oyentes!.

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y