martes, octubre 31, 2023

Hop nares

 Suban en un río de palabras; corten las amarras trenzada con las visiones digitales que nos tienen en tierra. Vean moscas en ojos de cristal, las esposas que envían para tumbarles boca abajo.

  Maniobras de difícil ejecución anuncia el barquero; si sobre el suelo seguiste mapas con ramas, escupitajos, piedras que definen patrias; aquí los rompientes para un mar embravecido se convierten en muros sin horizontes, las corrientes chocan para crear un molino que amenaza triturarte, la bocana se estrecha; recuerda, dice mete tu contraseña y mente y te haremos feliz, sin pensamiento. 

  Pese a todo, tras un bordo extremo, una trasluchada con el miedo a que la orza hubiera sido un ancla que te arrojara en aquel pedregal que cerró puertas y perspectivas, sales a mar abierto.

  Trajes de amianto, tijeras de arsénico; rutas borradas por miedos; se deshacen las miradas cuando habita el estupor. Dieron alas para las bestias, engendrando horrores; picotean excrementos para el abono de sus verdades.

   Fuera, ya, receptor de vendales; un día, en Nápoles, lo añora aunque sabe que el destino eran las ultimas cataratas por la que se cae para no volver. Aún, en lo más profundo, un día te ves que una gruta te lleva a las entrañas de lo que te dio de mamar aquellos primeros años.

   Aquel ser en podredumbre, habitante de la ultima colonia, te había atado a milagros, parábolas de titiritero para trazar monstruos y construirse inmundo. 

   Dicen que la conciencia tiene olas que rompen sigilosas sobre las playas donde los seres se permiten adormecerse; pero ellas no sangran sobre las puntiagudas veleidades de quienes se erigen en inocentes equidistantes, con altar en santo Pilatos.

   Claman desde los Ares, porque desde sus arpones ponzoñosos, como olvidados en tierras, inoculan con sus heridas producidas terrores.

    Mas, se abran en canal las palabras y rapear construya naves; denuncie pertenencias, exclame por los horrores; 

    Nos acostumbramos a quitar vidas, nos encerramos en cárceles con patanes cancerberos puestos por los ogros que poseen el viento. Nos comerciaron ficticia paz por callar en genocidios, esclavitud, sumisiones. 

    Desaparece el mundo cuando morimos y hoy, nos invitan a que vivo lo veamos destruirse; inanes intentos de grandilocuencia, se ahogan en nuestros torbellinos de dejaciones.

lunes, octubre 30, 2023

Los sueños han muerto

 Renazco de aquel río que me engulló;

un pastor coge su cayado para guiar mentes

inocente las lleva hacía el terraplén que no agua

lo intuyen, pero perros ladran, mejor continuar.

 El hombre con boina de inocencia, maquina,

esboza, escribe, habla, dirige, canalla, calla

una vez el rebaño lanzado, espera, se lava

manos limpias, en mente sucia. 

  Atraviesa tierras, sometidas en armas

habla de la luz, el ser de las tinieblas,

puedes ser bendecido como princesas,

no cortas pan con el cuchillo, sólo 

hilos, para ser izado en andas, 

no eres más que un incitador

pilatos, rastrero

domingo, octubre 29, 2023

Diferentes personas

 Un ucraniano ama conocer diferentes culturas, con sus diferentes personas

  Alcaldesas creando alarmismo, miedo, antecedentes para el odio. Acostumbradas a vivir de esas, sus pociones mágicas, creando diferencias, para justificar aprensiones y desde ahí, la violencia.

  En medio de todo eso, me quieren subir a un estrado para que perpetúe una estirpe se tendrá que vestir de caqui, no para solucionar un problemas que han creado sus políticos, sino para crear pánico. Me doy, me dice mi madre, que cuando quisieron fueron ellos los que arreglaron la cosa. No fue papa, al que sólo le dijeron: "asusta" y salió de esa guisa. 

   Triste destino el mío cuando la mayoría de los voceros que dicen apoyarme consideran el país como su cortijo; se mantienen ahí, con el dinero corrupto de muchos empresarios que les dan dinero para que se pavoneen delante de los escenarios, de las televisiones, diciendo, la mayoría de las veces insensateces. 

   Pegan un cabezazo delante de mi cuerpo, pero no me respetan,  Muchos de ellos, no hago lo que ellos quieren y no ellos, porque siempre van con sus trajes inmaculados, pero tienen arietes, que utilizan su cabeza para arremeter; les ponen dinero delante y buenas condiciones de vida y se dejan de zarandajas; eso les endurece la cara y la testuz y para adelante. Si les tuviera que considerar como personas, me costaría encontrar el momento en el que se acercarán para cruzar diez palabras que no fueran los oráculos que expulsan sin comedimiento.

   No, sé que va a ser duro; pero sí, yo también soy una diferente persona de lo que me han dicho que para adelante por mi meritocracia que, con sinceridad, no la veo por ninguna parte. Los que no me ven en eso, me aceptarían entre los suyos, de eso no me cabe duda, y construiría esa entelequia llamada España, porque ellas son esos cimientos que la dan consistencia.

    Tonterías, vamos para adelante; pues no se ponen macarras. Ah no que sería, esos a quienes enaltecerían. Los especuladores siempre han necesitado a alguien que les habrá camino

sábado, octubre 28, 2023

Arreglos y CCCB

  Puedes agachar la cabeza, quedarte mirando al cuadro, que sigue girado, a las bridas que no has puesto, a la cuerda que no sustituye a la otra que se deshilacha, hasta llevar avisando una próxima hecatombe. 

  Miras el suelo que no te pusieron, pensando que tu harías arenas movedizas. La máquina de vapor se apaga porque calculabas que aún puedes ahorrar hasta quedarte congelado, momento en el que podrías ser exhibido como un estadio anterior al ser pensante. Dejas un hueco en el bolsillo del pantalón, para que te echen alguna monedilla, postrera satisfacción, pesetero para la posterioridad, 

   Te adormece el abandono de lo que protege; golpea la música que entra por las puertas abiertas; son los vientos de agitación de quienes se expresan por el baloncesto. Canastas de un barrio sin fronteras. Te adentras, evitarás el bar, la ultima vez, el café tomó la forma de tesoro; quizás lo merecía, no, sólo querías escribir cosas que se deshacen en el agua del tiempo, también quería pagar por ser snob, una buena somanta de realidad. El camarero se quedó tan pancho, como diciendo, la próxima vez, lo miras, pero no lo toques.

   Jake al tenor; no recuerdo las veces que me he desvanecido con su entrada en "drive all night"; en el patio, antes de entrar en los mundos que me ofrece el CCCB, miró los cristales. son espejos, los enfrentó en los mil caminos emprendidos por épocas. Salen deformaciones cuando los quiero volver a darles líneas de vida. Esta chica de rubia de hoy, no es la chica de ayer. Ni aquellas relaciones pueden tener los sabores de hoy. 

    Realzan sus coreografías, jóvenes sin acceso a escenarios de pagos o a lugares ocupados, quieren la libertad de las calles, plazas. Riegan el espacio de líneas que salen de sus cuerpos en luces que trazan imágenes de encuentros con la belleza.

    Una última mirada de 360 grados, discreta, se sienta en el círculo de encuentros de jóvenes que tienen sus asientos para levitar la ciudad. Después de eso, por la rampa desciendes para ser engullido por las entrañas de un espacio que se hace las 5 preguntas que deben describir un hecho.

    Ayer, fue Salman Rushdie, que vive para seguir contando. Da luz, quita la negra capa que echan encima de sus seguidores las diferentes religiones, con las manos del humor y reconoce la necesidad de ayuda, que como humano, porque no sabe como reaccionaría ante quien se puso esa ropa cegadora para asesinarle. 

    Una paradoja, ser engullido por un espacio para que la mente destrocé los muros de las cárceles en las que nos encerramos en una ficticia tranquilidad, que las violencias aceleran nuestros tiempos que creíamos en seguros cimientos, para repetir actos. No, no es una opción dejar de salir con los millones de otros, porque necesitamos sus fuerzas; deshacer la indiferencia de mirar sin vernos, en lo que quedamos postrados. Volvemos a la plaza, nos devuelven nuestras deformidades para aceptarnos y caminar.

    Y además, entre esas entrevistas, brotan las músicas, las voces con sus largos abrazos, para hacernos sentir que si, podemos, con demasiadas pérdidas, pero podemos

viernes, octubre 27, 2023

Colapso en la bicicritica

El odio lo han sacado desde los bajos fondos de cada mente. Se descubrió las argucias utilizadas por parte de la mayoría. 
  A otros, a otras les pones palabras y la cabeza detrás de ellas como si fueran los personajes arrastrados de los cuentos de "el flautista de Hamelin". 
  De todos los seguidores que apoyan a un consejero que no sabe leer, ni hablar, a otros que manejan dinero negro; algunos se han hundido hasta el ultimo estadio de degradación humana: coger un coche, no ser capaz de aguantarse y embestir a bicicletas que están circulando por la ciudad, para reivindicarla más humana.
   Estaba el de arriba, el iletrado; ahora vemos al que tiene instintos asesinos; no es por nada; es por tantas palabras por, si responsables de ultras de la derecha.
   Bajo los grandes mitos: Dios, España, bandera, son servidores de las grandes fortunas, de los grandes emporios, de la gran banca, de su real dios, el dinero. 
   Una bicicleta la conduce quien ama el tiempo vivido como propio, por una ciudad a la que quiere quitar las cadenas de la velocidad, de lo inmediato. 
   Los políticos, alguna vez, se han escondido detrás de la policía y les ha mandado a que asustarán a los integrantes de la bicicrítica. Los mismos políticos que "el día de la bicicleta", se ponen su maillot, su casco para sus cabezas llena de pájaros, y unas gafas molonas. Es un baño de masas porque en los trasteros, en los balcones, al lado de la cama de una casa humilde sestean miles de bicis, que o se llevarán en coche a los caminos de las afueras de esa ciudad; al pueblo, o a algún sitio paradisiaco. 
  Ellos, los elegidos sea por lo que sea, son conscientes del ritmo y la salud que marcaría a sus ciudadanos, pero tener unas calles llenas de coches, que llegan hasta la puerta del colegio, de la empresa, o de las tiendas da a sus votantes comodidad y cuando eso se obtiene se cree poderoso. Y transmitir esa sensación a los que sean han sometido a los carteles de promesas es una buena forma de atar los votos.
    Si preguntarán a muchos integrantes de la bicicrítica propondrían mirar a las personas, sentir  los árboles que pugnan por sobrevivir ante el avasallamiento del hormigón; los edificios tendrían pálpitos. 
    Nadie dice que fuera fácil, descarbonizar la ciudad. Los esfuerzos que se han hecho para volver al mismo sitio, si se dedicarán a buscar soluciones, seguro que las encontrarían y en el Paris, de Anne Hidalgo, en Amsterdam, en las nevadas ciudades de Suecia se han encontrado.
    Fue atropellado, hace unos pocos años, Juan José Cristobal, en su Madrid a la que quería sentir. Se dedican minutos a ver como un coche, con un jugador de fútbol dentro, llega a entrenar. No se le ve entrenar ni al jugador, ni al coche. Si parte de ese tiempo, fuera dedicado a ver la ciudad en bicicleta, animaría al propio deporte de los televidentes, a humanizar la ciudad, porque la otra posibilidad es verle, en este caso al jugador encerrado en un coche, poseído por una carrocería.
    
    Pena de haberme bajado del ritmo social, Admiración por cada uno de los integrantes que dan sonrisas, cantos a la bicicrítica, recuerdo de tantos hijas de amigos que han ido flipando, viendo la ciudad como un lugar acogedor. Seguro que el amigo ausente llevaría a su chica para darla ojos de conciencia social.

jueves, octubre 26, 2023

El cabezazo

 Isabelle llegó al norte del país tres meses antes que la gran guerra se produjera; ella notó que había mujeres que de un día a otro desaparecían, pensó que podía vivir la misma situación que ella. 

 Había salido hacía tres años desde su aldea, siguiendo el rastro de las lágrimas de su hijo que había ido esparciendo, primero por los latigazos que había recibido de aquel blanco que repartía sonrisas desde sus llegadas. Con el tiempo descubriendo que aquellas grandes simulaciones, eran tan fuertes como los golpes que impartía con violencia. 

  Ella luego, vio el lugar donde reposó durante unos meses; si reposar era servir a un gran maderero durante 15 horas al día. Debió ser tanta su sumisión que aquel canalla lo metió en un camión que llevaba por frontal una gran madera, de lo que debía ser su país. Concluyó, cuando le explicaron estos hechos, que igual que el brujo que magnificaba nuestra tribu, a la vez que iba acumulando dádivas que le permitieron irse a vivir en un lugar al que ya no le teníamos "tan a mano"; aquel negrero decía amar su bandera, pero sus ganancias tenían impregnadas la sangre y el sudor de jóvenes como mi hijo, Hwanonoki, el viento te llevará a los sueños.

   Desde allí, habiéndose acostado sobre un placer inmenso y mutuo con un joven que se impregnó de su sexo en cada una de sus neuronas y habiendo sido poseído su cuerpo, por quienes tenían poder, riqueza para su orgasmo, sin la otra persona; ella decidió, conseguida la licencia, por esos pagos ajenos a su mente, que el abrasador desierto, también le guiaría hacía su hijo.

    Reflexionaba sobre aquel tiempo, en esos primeros días, a la vez que le llegaban noticias de las apariciones de mujeres asesinadas. El viaje de ellas había sido más corto y horrendo. A los brazos de energúmenos que no podían sentir a la otra y las descuartizaban a ellas; ellos a la vez que se sumergían en la brutalidad, en la que sólo podían vivir no como animales, que era un estadio superior al que ellos llegaban. 

   Se empotró en las arenas del desierto, para buscar alivio a las quemazones en el medio metro en el que se dejaba engullir; luego por la noche seguía una estrella, con el nombre de su hijo. 

   De allí salió en una caravana de bereberes; con Amin se casó hasta haber hecho la travesía de aquel inhumano lugar. Ambos sabían que el compromiso, la fiesta y el final duraba ese tiempo y por tanto compartieron el goce de sus mentes, con ese artificio que les permitía saltar algunas de las leyes impuestas por quienes no las cumplían.

   Habían pasado dos años y medio y cuando pudo refugiarse en el cariño de su hijo. Unos salvajes dijeron que emprendían una guerra, pero ella sólo veía golpes y más golpes y en los estertores quienes eran golpeados levantaban los brazos, lanzaban maldiciones y muerte; acciones suficientes para que los primeros expandieran sus odios en bombas y razias hasta sobre los verdes prados que ya tenían la sangre de los muertos que iban derramando con los racimos de su villanía e inhumanidad.

   Aquellos días previos al genocidio, vio que las cabezas iban embistiendo guiadas por psicópatas que como decían en "El Juicio", película sobre los crímenes juzgados en la represión argentina; hablaban de grandeza y orden y sólo son unos vulgares, y por desgracia, armados hasta los dientes, ladrones

miércoles, octubre 25, 2023

Bagatelas de piedra

Andar vagando con las palabras

  se van y vuelven en mi confusión. 

Que horror, hincar, la quito la h; fuera paracaídas

 ehhh, me desplomo encima de un río desbocadoooo,

     horror!!!!

piragüista SÁLVAME, pero sin televisión.

  Dylan, Dylan posa tus ochenta años, en mi admiración

Bob, ¿de dónde brota tu inacabable río?, tan brumosas esencias,

 tan diferentes Delfos, 

  Caigo en las aguas, piedras, miedos,  mas tus cadencias

me atan a las corrientes;

  ¿salir de ellas? imposible las amo 

Podría partir por ahí, sin rumbo fijo, escribo

  VAGUAR; y vagueo si no busco ser a Johanna

cuantas visiones transcurren en afluentes de matices

   Entre saltos, rebufos, sifones, PELIGRO

no tires la pala, daña; con tu poesía apoyo para brotarme

    vueltas a las profundidades y de ahí, un sol

   soy más joven que antes, OH, Ohoh, Ohoh

Poseído en imágenes, al paso del negar

Positively, winds, atrapadas en armónicas

  para descubrirme,

    ¡tan limitado!

Mas haciéndome,

   Oh, profesor, mi profesor!

saxofón; su nueva canción

   lo mete, y yo 

 salgo aún en tormenta

martes, octubre 24, 2023

Cansancios

 Sabéis por donde llegó aquel barco, No podía haber sido por el Sur porque allí existía una isla rodeadq de enormes piedras que no invitaban a arriesgarse a pasar evitándolas, sin sufrir un grave daño. Era, entonces, seguro que aquellos bárbaros hubieran llegado por el Norte.

  Sentado en la playa, recuerda como ha sido su día; nada fácil. Subir por primera vez a aquella palmera, para él fue lo más duro que había hecho hasta entonces. Otra cosa era el dolor que tenía clavado en sus entrañas; ver como había salido su madre en una patera, que el conocía bien porque había dormido allí, muchas veces, tantas como había oído decir a la gente que pasaba que jamás montaría en una embarcación como esa. Se alejó como dando tumbos y él soñó que nunca habría tormentas como las que sucedían en los dos últimos meses.

  De su padre se había despedido unos días antes, tocándole los dedos de la mano. Uno de aquellos salvajes que llegaban del Norte, le había embaucado para que le consiguiera sobre 35 habitantes jóvenes de aquellos lugares. Cuando entre 40 impresionantes habitantes, el energúmeno eliminó a 4, mi padre se había quedado pensando que le llevaría con él. Le había dicho a la madre de Sunque (El dulce fruto) que saldría para volver con los recursos suficientes para no vivir en tanta pobreza. Irca (rebelde, en una lengua de aquel país africano), había seducido al hombre blanco, por su porte; tras atarle, Gonzalo se dispuso a poseerle. Atrapado entre sus calzones no pudo reaccionar cuando con un saliente del inofensivo collar, el esclavizado lanzó de forma violenta su cabeza hacía atrás y el tratante murió en el acto. 

   Quiso mi padre explicar su traición a los 36 que quedaban; ellos dijeron que si, serían 35 y le colgaron de un árbol, boca abajo; de puntillas, le transmití mi cariño y la tristeza por ver el enojo que tenían los nuestros con él.

    El dolor físico de sentir como se hacían heridas en las plantas de mis pies era tremendo, las incisiones eran violentas y en algunos casos profundas. Ese primer día, de mi nueva vida, era tan semejante a todas las incisiones de los últimos tiempos que cuando bajé con la primera piña, teñida de sangre, sabía de quien y que me debía proteger; protegerme de las insidias de los de fuera, que sólo quieren nuestras; de los de dentro que, son serviles hasta traicionar a su conciudadanos y de las maderas que seccionan lo que te aún te quedaba entero, la piel.

lunes, octubre 23, 2023

Rio hondo

 Cojo la piragua, no me expulsa, me sujetan los muchos años; me afianzo por las muchas caídas, comprendidas. Canto las excelencias de un agua, ahora no salvaje.

Desciendo un río sin patria; le pertenezco, entre sus aguas, allí flamean mis ropas, mis himnos son los rulos, los sifones que proclaman, pero a mí me avisa de entregarme a ellos. 

  Descubro una lectura de un texto homenaje a PJ, a Ulysses, a las aguas del Liffey, lo han encontrado mentes inquietas, ¡qué dure!; aquella época de un silencio machacante, aquel encierro rodeado de una naturaleza que no tenía que absorbe humos. 

  Monté en los recuerdos y ellos salían vitales, arrolladores sin un orden, podía ser un rulo de aquella noche, podía ser el momento de calma de las aguas en la que te quedabas oyendo los capítulos de Ulysses en los que el acento no era irish, italiano, japoneses, norteamericanos y si, el acento del español que asustaba a Leopoldo, a Molly, incluso a los riñones que botaban antes de ser comidos. 

  No se tiene conciencia de todo lo que se ha ido posando en los fondos de los cauces. Las aguas del tiempo te posan en el hoy y en lo más hondo el limo se va arrastrando para un día, ahogarse en la poza de la propia desaparición; mientras despacio sin prisa, como si no quisiera ver el envejecimiento de quien es "aguas que no vuelve". se va posando en una piedra en la que chocas un día como aquellos y entonces, lo escribes, lo lees, lo grabas y un día, te delata. En otra circunstancia, cuando en estos tiempos de desequilibrios climáticos, hace que las aguas lleguen a donde en aquel instante fue una excepción, llegas al límite marcado en la alta piedra que te lleva a aquellos tiempos de hace 50 años, donde convivías mostrando todas las pulsiones de una adolescencia, a veces, con fuegos artificiales.

  La naturaleza es otra cosa, respira y cuando parece que puedes ser ahogado por los ritmos de hoy, te devuelve el oxígeno de las letras que salieron y a las que no quieres volver; pero sabes que debieras porque estas, muchas veces, necesitan aliviarse de los numerosos ornamentos que te impiden la navegación y si, parece que quisieran que fueran ancla, como aquella cámara que se posó entre piedras, para que aquel día la imagen del río fuera sólo aire que no se retiene.

domingo, octubre 22, 2023

La gravedad permanente

 La música de Franco Battiato acude para pintarme los cuadros a los que no acudí. Raúl Sánchez Cedillo sale al encuentro de la gravedad de los centros de interés a los que nos asimos en la sociedad. 

  Al primero le necesitamos cuando vagamos buscando mecer nuestros pasos por los días en los que quisiéramos que los abrazos de la música nos apaciguará. El periodista del Centro de Gravedad Permanente salió a la luz hace unos meses para explorar desnudeces de nuestra sociedad; empezó con lo municipal,  siguió las guerras que alimentan guerras, se adentró en nuestra identidad personal que se salta los apriorismos, para buscar en lo próximo: la renta básica, colectividades que se auto protegen sin que tengan que ser tutelados 

   En el programa de hoy cuestiona la dependencia que tenemos en la policía porque nos hemos entregado a su cuidado, que termina siendo nuestras ataduras en los que los débiles, terminan siendo controlados, mientras los poderosos campan con una libertad que les desparraman como una lluvia dorada. 

   Un comic visto y leído hace no tantos años como los que hacía que no había visto a mis compañeros de estudios cuando tenía 12 años, mostraba las sociedades dedicadas a sobrevivir, producir y tener relaciones de igualdad. Cuando algunos empezaron a acumular más riqueza, muchas veces, con menos trabajo de los que se levantaban y lo hacían de "sol a sol"; estos mismos, iban creando algunas envidias, por un lado y enfado, por el otro. 

   Sugirieron quienes hacían ese acopio de posesiones que podría ser interesante que entre los ciudadanos hubiera un grupo de ellos que se dedicará a que hubiera un orden para, sobre todo, guardar lo suyo. Desde luego se cuidaron mucho de manifestarlo de una forma mas pomposa y lo que mostraban eran a esos "disidentes", como diría los Monty Phyton, que se negaban a que hubiera esa diferencia tan grande en las ganancias de los que pedían, inventaron, "policía". Escribían historias truculentas de las vidas de aquellos, para no pontificar sobre las triquiñuelas usadas para su gran provecho.

  Empezó la sociedad a someterse y las diferencias con el paso de los tiempos, se han agrandado; y la violencia utilizada para mantenerla se ha expandido por todos los lados.

   La gravedad es permanente y las posibilidades de revertir estos lodos, para convertirlos en barros y de ahí, quitar los líquidos de la ira para que quede en actos sociales de cuidado mutuo se convierte en un sueño. y mientras, 

   Siempre querremos escuchar a Battiato

  

sábado, octubre 21, 2023

Estela

 Siguiendo la estela de Paqui y Juanjo, cogí el coche y salí a buscar localizaciones por las inmediaciones. Cuando llevaba tres kilómetros, la encontré tirada en la cuneta. Iba a seguir, pero algo me llamó la atención. Inspeccioné y sí era ella, la misma que tres meses antes se había fotografiado junto a mí en los campos de espliego. Había sido atropellada y su cuerpo estaba muy deteriorado; por supuesto, muerta.

  Llamé a la policía, acudieron "ipso facto", les pregunté si me iba, de hecho ya había puesto la llaves en el contacto para arrancar. Me dijeron que no tan deprisa, me las quitaron y las tomaron consigo y me preguntaron mi nombre, si tenía el carnet de conducir en regla y me pidieron el número de teléfono. 

   Varios minutos después pude continuar mi camino. Estos días debido a las fiestas en un pueblo del camino, tuve que volver a recorrer la ruta que había estado siguiendo durante todo el verano.

  Lo que había sido maravilloso durante aquellos primeros días de Julio, ahora tenía el velo de las nubes de un otoño que iba arrojando hojas por la ruta; el tapiz amarillo se unía al resto de las verdes y la tierra húmeda, era el contraste entre la plenitud de la vida y la que menguaba.

  Paré el coche para ver las inmensas extensiones de las plantas que había quedado exhaustas. Me maravillaba poder ver el pico Ocejón vestido de nubes por sus faldas y coronado con un precioso gorro que le preparaba para las nieves.

  Recordaba aquella carretera que había sido testigo de las últimas carreras exitosas que había realizado, hasta el pueblo testigo de una batalla.

  El viento aumentaba y regaba el rostro de algunas gotas que debían haber empezado a caer algunos cientos de metros antes; me dirigí al pequeño bosque que delimitaba algunas de esas autopistas hacía las esencias. Vagué durante una hora; era tan bello ese lugar y esos instantes.

  Cuando aparecí en el claro, mi coche estaba rodeado de varios coches de la policía. Alguien se dirigió hacía mi para preguntarme porque lo había hecho. No entendía nada. Después de algun empujón, acompañado de alguna imprecación me pude enterar que me acusaban de haberla matado y haberlo encubierto con mi llamada.

   Pregunté a quien; me dijeron que habían encontrado una foto mía, con ella que parecía estar en el momento de morderme; si, hacía tres meses de la foto y los campos estaban bellísimos. 

   ¡Oh!, exclamé estábamos jugando y provoqué un momento de hilaridad, haciendo que ella pareciera dar un bocado, para titular una publicidad: "inyéctese espliego en la vida".

    Quise adoptarla, pero ella vagaba y vagaba. No había vuelto a saber de ella, hasta que la reconocí sobre el asfalto.

    Inspeccionaron el parachoques delantero, el lateral e incluso, el trasero no vieron nada. Les dije, lo siento pueden haber visto a David Fernández contando su historia con el marciano en "Ilustres Ignorantes", pero sólo he salido a buscar localizaciones. Por cierto. durante mi paseo me he cruzado con alguien que llevaba dos cestas de setas, a cual más sabrosa. Le he dicho vaya, se la vas a llevar al bar que me preparó ayer unas sabrosas patatas con eduli. 

  Me ha contestado que sí, que hoy con más ganas, para arreglar la avería que se había hecho en el coche esta mañana.

  Bueno, si no quieren otra cosa, me voy.

    Vamos "actor", tenga buen viaje.

    Por cierto, les he confirmado, se llamaba Estela. La perra, he aclarado

viernes, octubre 20, 2023

Chuzos

 En días como ayer, cuando Inocente volvía a casa, todo parecía cerrado, las carreteras estrechas y los cielos asfixiando. Entonces, siempre, se había una pequeña brecha en la tierra y por allí, se anunciaba que brotaría la vida. 

  Pasaba que en estos tiempos, donde todo se repetía, nada sería nuevo, sino la vuelta de actos que se habían hecho muy cotidianos; dar un beso en la nuca a su mujer, recorrer su cuerpo, volverse ella para dar un beso de despedida, levantarse, tomar el café y salir silbando porque el perro no se quitaba de delante. Cuando cogía la carretera, con los mismos coches que iban por el carril del medio, con quienes creían que estaban en el "Jarama", circuito, no río, veía como los primeros rayos daban sobre la torre a la que se dirigía para dedicar ocho horas de su vida; en ellas diseñaba las armas que desparramaban muerte de forma ciega para los tiradores, no para los jugadores con cartas marcadas. A estos les importaba nada, menos que lo mínimo, las víctimas circunstanciales. 

  Si alguien había pensado que después de las dos grandes guerras en Europa, habría una mejor concepción de la vida del otro, estaba muy equivocado. El egoísmos se había sublimado tanto que los seres con poder se lo insertaban por el ano, para tener un placer permanente; no había otra explicación por verles siempre con un rictus ente de sonrisa forzada y satisfacción reprimida.

  Yo, con el sabor de la boca de mi mujer que visitaba cada centímetro de mi paladar, que luchaba por contener el extasís, iba superando los diferentes puntos de control y las diferentes puertas que me anunciaban que no saldría vivo, si antes no había conseguido el objetivo del día. No era cuestión de tomárselo a broma, algun predecesor andaba insertado en algun barrote; puesto a propósito por los guías al infierno.

  Se sumergía en la supervivencia, creyendo que la vida tendría un valor inmenso, en cada segundo, aunque el chic que iba a implantar en mi primera hora de trabajo, serviría de guía para introducir a quienes recibieran el bombazo, en demasiado, muy poco tiempo, vamos en nada. 

  Surgió de repente, pese a que nunca había pensado que pudiera ser así; el sabor a un dulce árabe se lo imprimió el beso de una mujer palestina que como la de Bassem, no sabía que le estaba pasando a su familia de Gaza.

   Su afán de supervivencia busco los olores del sexo de su esposa, para apagar aquello que parecía ms tomaba para un adulterio mental. No lo pude evitar. Empezaron sus ojos esmeraldas, intuí sus labios y se sumergió en todas las curvas que le expulsaban hacía fuera en su precario equilibrio.

   Se distrae tres segundos, mientras suelda varios cables; sueña que se libera de la esclavitud; que antes sería más viejo que ahora; que se despoja de todas sus ataduras que le convierten en el doctor Muerte, que abre la puerta y se hace invisible. 

   Demasiado difícil, caen chuzos de punta y humedece las alas para escapar; terminará la tarea y se refugiará en la vida que comparten en aquel tomado por tropas ciegas, sólo obedientes a la sinrazón de banderas sin corazones.. Se acabaron las palabras; escaparan a la belleza y en ella, como sus piernas, se enredaran para caer exhaustos.

   Algo silba en el exterior, todo ha sido un éxito, él, con ella se hayan inertes bajo los escombros.

jueves, octubre 19, 2023

No se Rick

 Lo repitió varias veces y a John le hacía gracia; no sé Rick, si el primer barco había partido, sin él; el segundo, tercero, cuarto y quinto los había dejado marchar sin que él se hubiera embarcado; y la palabra dejar, era justa, porque ya en el quinto, me aposté en el bar del puerto y vi, como él se volvía, cuando ya estaba en la pasarela; la conclusión que me crecía es que no quería irse. Marco lo había hecho y fue celebrado, con una canción. 

 Él no quería canción, ni mono Amedio y bueno si mama se había ido, era su vida. Duro, pero ver tanta agua le producía escalofríos.

  Se ha avivado el fuego. Tres o cuatro de los chicos del barrio están por allí y no se apañan a apagarlo. Aparece él, quien se enfrenta a los chicos malos del barrio; a veces con éxito, otras, metiéndose en líos que siempre paraliza a algunos y de los que le sacan manos hermanas. El pequeño incendio que había cobrado vida por la ineficacia de sus tres amigos, empieza a empequeñecerse hasta quedarse en unos rescoldos y terminar desapareciendo. 

  Hubo muchos días así; no era un barrio de las tan vendidas meritocracias; el grupo se fue colocando por multiples factores.

  Él, quien solucionaba problemas, que era amigo de quien no tenía habilidad para el fútbol, ni para jugar a los cromos, ni a las bolas. Él, un día como hoy, se nos fue hace muchos, muchos años; cuando había empezado a abrirse las puertas en el mundo del que era un mago; el fútbol. 

  El saxofón que busca reconocer los sonidos, explora entre las llaves del corazón y las entrañas, sacar la música del desgarro de su ausencia y del amor por la vida, hasta que todo esto dure porque su vitalidad y fuerza es la marmita en la que seguimos bebiendo.

miércoles, octubre 18, 2023

Escuchar el tiempo

  Sitúo en lo alto de la montaña; por momentos pienso que el aire que circula libre ayudará a producir los sonidos. En realidad, el ambiente es frío y lo único que saldrá del saxofón será la música que sea capaz de producir con la columna de viento que envié por la boquilla, tudel y el movimiento de llaves que haga de una forma, más o menos rítmica. En definitiva, nada será dado en lo que alguien no haya intervenido.

  La primera clase fue el 7 de Noviembre del 22 y una semana antes, aunque tenía el saxofón vi que aquello, sin la ayuda de un profesor podía devenir en un quiero y no puedo que produjera algun mal que retrasará más el comienzo. 

  Ahora a falta de dos semanas para completar un año tocando todos los días y viendo la hermosura de una princesa, como una impostura, pido respiración, busco entre las notas, descubro los tiempos entre los que la navegación te lleva a días de calma y momentos de tormenta perfecta.

   En los vientos, sujetar el timón es fundamental, estar bien anclando a los suelos esencial, saber cuando las velas tienen que recogerse como se hacía en el Cantábrico cuando llegaba la galerna, es una de las tareas más esenciales. Podría pasar que la orza derivará la duración de los tiempos en una cadencia incorrecta, que los tejidos se rasgarán y por ahí pasarán silbidos inconvenientes y que al final, cuando el barquero te lleve a tierra, pronuncie la sentencia que te desnude de todos los malos hábitos que ha ido cogiendo el ansia sin cabeza de no construir un buen armazón para el barco y te diga entonces: no te preocupes mañana, cuando comiences con un profesor, seguro que empezarás a aprender. Si eso es duro para el aprendiz de un año de saxofón, para los que iban de monitores a las escuela de Laredo, fue un aviso de lo que pasaría durante un mes, con los sucesivos aprendices de grumetes y marineros.

   Volver a las cuadernas, saber que no todo esta en el viento, como diría Dylan, sino en la observación de las estructuras de toda una construcción que llena de musicalidad, no sólo nuestro espacio, sino el que se quiere compartir en las clases y el que suena cuando, muchas veces, te despliegas para alcanzar la luna y todas las estrellas que te pintan emociones y recuerdos por la carretera que recibe los taconeos en los que te embarcas cuando prescindes de los ruidos de la casa y te adentras en lo que descubres a partir de lo que te ha ido haciendo.

   Por las mañanas, con sueño y saliendo desde este puerto; sales de la bocana y dejas escapar la driza para siga el curso de la corriente de ese instante, una vez en marcha, ajustas el control de la vela para intentar que este tiempo sea lo más consecuente posible con la fidelidad al espacio al que acudes; pequeñas islas en las que te posas, unas veces con la esperanza que aquella se materializara; otras, para mostrar las bestias que se mimetizan entre nosotros, para dar muestras del poder de sus dentelladas y otras para asomarse a la ventana y ver como por la otra habitación se escapa ella, porque no tuviste el arrojo de visitarla en ese instante que era el único que la redonda te había concedido, en un exceso de generosidad. Ese infinito también para una fusa, hubiera sido el aposento para crear otras melodías. Pero no se coge, lo que se escapó; lo tomas en pequeñas balsas a la deriva, que se fugan con la corriente que las engulle y que no sigues, porque su dirección es ahogarse entre las aguas.

martes, octubre 17, 2023

Los microplásticos y mi suegra

 Todo fue por mi vaguería. Sabía que ya no era tiempo para establecer relaciones con Merche, pero surgió y su madre me hizo un chequeo que no pasé, no me queda más remedio que aceptarlo. 

 Hablaba todo el tiempo para intentar disimular mis carencias; le ofrecí una ramo de flores, pero estábamos en un invierno de lo más crudo de los últimos años. Todo fue a través de la televisión, intentando disimular que no eran naturales. Lo descubrió y me mandó a sembrar campos naturales, yo que aspiraba a que me pusiera a gestionar su empresa de armas. 

  El caso es que la primera vez que vía a Merche, me dije déjate de tonterías; nos hemos prometido que el aspecto sexual será nuestro punto de encuentro y todo lo demás lo pasaríamos de soslayo. Nos íbamos repartiendo las noches que pasábamos en su casa y los cielos que  se nos abrían en mi cama que se había convertido en un igloo, después de tantos años. 

  Algunos fines de semana, quedábamos para hacer turismo en ciudades o casas de turismo rural, al final volvíamos habiendo pasado muchas horas en la habitación, pues la cama no era el único lugar para nuestros encuentros y habiendo conocido las excelencias culinarias que parecía que nos devolvía a la habitación.

 Todo ocurrió porque una mañana, en su casa, hubo una llamada y yo había dado el teléfono para recibir una cierta información; relajado contesté a la sorpresa de escuchar la voz de la madre con la mayor de mis simpatías. Ella se animó y me dijo que en cuatro horas estaría en la casa de su hija. 

  Salí corriendo, cuando le conté a Merche, lo que había pasado. Ella me dijo que no era la mejor idea; que ella, como Roma, no paga a traidores. Le hablé de un trabajo que tenía que realizar y que le compraría un ramo de flores, en una de las mejores floristerías de la ciudad. Me dijo lo que hiciera lo que quisiera, pero que era una gran empresaria que había toreado con los más diversos miuras.

   Sabía que tenía varias empresas y aún así, le compré un ramo de flores de plástico, con demasiado color, nada natural. Mi mentiras fueron subiendo y la madre, me dijo que tenía dos horas para acudir al encuentro con las dos.

   Cuando llegué, me comentó que mi vida no iría de doblar camisetas a la dirección de la empresa; que sería de jardín en jardín, por las casas de los potentados donde ella vivía.

   El objetivo era claro Merche, me vería fuera del glamour con el que nos encontrábamos en la cama. 

    Nos permanecimos fieles y la madre, bramaba, cuando iba de corte en corte

    

lunes, octubre 16, 2023

Lo imposible

 No tiene mayor mérito reconocer que no se ve apenas fútbol. Es más raro que no viéndolo, se siga por la prensa y por la radio, teniendo opinión sobre algunas de las cosas que suceden.

 El otro día, a cambio, ver el partido de la selección española, fue un acto de toma de conciencia del nivel de dominio individual que tenían los jugadores, aplicado el conjunto de todas esas individualidades a una táctica que dio un resultado de una pulcritud más que estimable.

  Dani Carvajal fue un niño que puso la primera piedra a las instalaciones de Valdebebas, la ciudad deportiva de un club dios como es el Real Madrid. 

  De aquel sucesor podrías repetir la idea "tu eres Pedro y sobre tu cabeza edificaré mi iglesia". Las palabras las podrías extraer de los actos que un concejal de Madrid, que ha conseguido convertirse en ese dios, por como está en todas las partes de una sociedad colonizada por sus empresas, que siempre reciben beneficios y los desastres los derrama entre los crédulos, por desgracia, también entre los que no le siguen tanto o nada.

  El jugador Carvajal, el otro día mostró, a sus 33 años que está a un nivel excelente de forma física y de nivel táctico. Tantos años en la élite le han dado una sabiduría futbolística que impresiona; el otro día, mucho. 

  El sentirse primera piedra de un gran proyecto te da una soberbia a la cual has alimentado con tu gran esfuerzo y sacrificio. No te faltan halagos, ni premios, ni sentirte miembro de los elegidos. Cuando hace varios años, empezó a tener lesiones, a esa debilidad física, pudiera, que no lo ha analizado quien escribe, podría añadir que la parte psicológica de prepotencia se empieza a desmoronar. Vas a los restaurantes más chic de la ciudad; por su puesto te invitan, un chuletón de la "hostia", mejor, no veas si viste el cénit de tu increíble logro de sucesivos y, pareciera, que eternos éxitos.

  Cuando buscas las razones de tus lesiones que te tienen postrado en el gimnasio, queriendo solucionar con una férrea disciplina y está no es suficiente; te empiezas a poner en manos de personas especializadas en músculos, en alimentación. Cuesta remontar, pero parece que poco a poco, lo consigues y con el dinero tuyo, has solucionado un problema que estaba poniendo tu carrera cuesta abajo. 

   Las fotos en los mejores restaurantes, se van espaciando y la conciencia de la debilidad del cuerpo ante las agresiones culinarias andan escondidas en el día a día y entre los seres queridos.

   Lo imposible que es sentirte débil ante tu generosidad en la persistencia por ser mejor, lo superas. Has estado tú y te han ayudado los que te rodean; quizás por tu calidad, tal vez, por tu dinero. 

   Lo que parece imposible es que un ser que ha salido adelante, no se lo reconozca a otras personas. Muchas mujeres, ya se cuidaban y mostraban su calidad futbolística, pero tenían una debilidad, alguna propia, pero la otra, la más cruel, la que las ha tenido postradas durante mucho tiempo, era un cáncer que tiene está sociedad y muchos de sus representantes, un machismo vestido de canallismo que envenena los ojos, incluso de los vencedores.

   Sería un mundo que en la camiseta del jugador victorioso y excelente no tuviera el reconocimiento a todos sus esfuerzos, poniéndole el nombre. Si fuera capaz de comprender la magnitud de ese pequeño detalle, habría conseguido lo imposible, que escondió cuando era débil, el valor de lo humano

domingo, octubre 15, 2023

Gafas oscuras y bocas alegres

 Se gira la cabra, por si queda hierba. Decide subir por el pedregal, ante la ausencia de la misma. Nacen hierbas entre las piedras que desafían la gravedad.

  En un acto protocolario no se deben llevar gafas oscuras. Las cabras están al sol, no se las ponen; en un gran salón, las luces artificiales y la honestidad en la mirada, alejan la posibilidad de usarlas y sin embargo, en la mirada de Letizia, llegada a reina, hacia Alberto, político sin escrúpulos, cuando esté da la mano a la cadete, Sofía, su hija, se podría ver una crónica periodística de veinte vidas, mil tomos y la contemplación delbinfinito, eterno vacío.

 La primera no le debe nada al segundo, que no la respeta más que por el protocolo. 

Si tuvieras que poner un titular sería: el horror de una madre ante un depredador político, ajeno a cualquier escrúpulo.

 Si, quizás demasiado largo. Depredador y escrúpulo, ya se habían complementado 

sábado, octubre 14, 2023

Recopilatorios

 "La vida es corta, no es tiempo para pelearse, mi amigo". 

    Existe la violencia financiada por las riquezas, voceadas por los medios y esparcida por los politicos que comprendieron que serán útiles si son capaces de devolverles el poder a los primeros; sino saben que serán exterminados en la nada.

    Luego están los recopilatorios de cantadas. Ayer la de Poussin, con el Zaragoza, entremedias ha habido otras, pero a mí, me sigue viniendo a la cabeza la que le hizo un jugador del Rayo Vallecano a Iribar, cuando este andaba ya sobrados de méritos y alguno que otro año. 

    Cuando tienes una cierta memoria también te acuden los recuerdos de lo que has ido escuchando a lo largo de los años. El búho es muy de observar, fijarse y actuar; con el oído, aunque aún este dolorido y ensordecido, pasa parecido, oyes, escuchas y eso es el inconveniente, que como ser humano, la mayoría de las veces no actúas.

    En un bosque, el de la familia de los estrígidas, aguanta el tiempo, enciende sus focos internos para cuando llega la noche y si se pone a tiro se lanza y ya tiene su comida el ave rapaz. Suele jugar sobre seguro; no quita que de vez en cuando, le salga una presa rebelde.

   El humano es otra cosa, no tiene aguante, se sienta con la intención de escuchar, por ejemplo, el avivir, dentro de un rato y sin los churros de Ramón Lobo que te iban entrando por el paladar donde se habían posado; el comer te adormece y le escuchabas un rato más; de repente, te venía a la cabeza: limpia, lávate los dientes, lee, por favor, lee que no lo estás haciendo; que tienes el libro de "historias contadas al oído" que te explica muchas cosas. Y si, te percatabas que habías perdido el hilo de lo que se está hablando, pero ¡conoces!, como diría aquel. 

  Asimilas y te lanzas a escribir, pero aquí, la cosa ya es más dificil, tu víctima es escurridiza, tus datos se van desplomando si no los has cogido con contundencia, tú llegas al final del párrafo, ahogado, pero quizás porque te das cuenta que no has vuelto sobre el texto y quien ha llegado hasta aquí, ha tenido que hacer un esfuerzo que ¡vaya usted a saber porque lo ha hecho!. El común de los mortales, ni se lo ha planteado; cuando ha visto que esto podía derivar en broza, ha abandonado la embarcación, no fuera que terminará debajo de unas ramas.

  Al amanecer, al búho y a mí, nos puede dar por observar-oír, fijarse-escuchar; y actuar-escribir. Te imaginas estar oyendo las bajezas morales de los partidos de la extrema derecha española; el ruido es infernal, nada bueno para la víctima del de ave de rapiña; necesario para la comunidad humana que se atasca cuando las burradas van creciendo de nivel y ya no sabes que camino tomar. 

  El primero concentra la atención de su vista; el ser humano ha escuchado las denigrantes palabras para ¡atención! menospreciar a los políticos, elegidos por una parte importante de la sociedad. Los que no pueden pactar con diferentes sociedades tratan de animalizarles, de brutalizarlos para que no se pueda admitir los acuerdos con estos. Porque piensas, les has escuchado a través del tiempo; comprendes su impostura; por ello mismo, ya sabes como el búho, que te tienes que lanzar para seguir tu camino; aquí entre la ciudadanía, la víctima puede ser el conocimiento. A este, tu le auxilias poniendo contexto; les quitas los apriorismos que te imponen como marcos y entonces, enarbolas la posibilidad de encuentros y les dejas a esos pájaros, lanzando sus excrementos a diestro y a siniestro, sabiendo que manchan y vaya si ensucian hasta no importarles ir zapeando químicas bazofias entre uno y otro canal y desconocimiento entre pretendidas conversaciones, que son arengas, entre menesterosos vestidos "ad hoc" para tapar tantas y tantas bajezas.

   Si esa lechuza escuchará abriría aún más los ojos y si encima, pudiera hablar, a ellos, que les ha visto con tantos trajes, intercambiables según momentos, siempre ausentes de moral; planearía una y otra vez, sobre sus cabezas que no cerebros y mentes, para llevarles las imágenes de los seres humanos que ellos, sí, son personas albergando sesos con capacidad de empatía y discenimiento.

  Esto es una cosa de aves, también de seres humanos

viernes, octubre 13, 2023

Pinchada en un palo

  Puedes ser malo, retorcido, canalla y luego una puta mierda. De lo último no te lo reconoce no el abecedario del móvil. Puro cuidado de las formas.

 Has oído las burradas alrededor del mundo. Como las españolas que salen de ruta y se van quedando por aquí, o por allí. 

 Toda la basura que crees intuir en el cerebro de un estercolero humano lo visualizas en un ser despreciable ser que se jacta de su acceso al agua. Aquí, en España, no lo has visto de esa manera, pero si cuando un golfista, antes de patear la bola, se coge los cojones se los fricciona y luego se los coloca, ya bien calentito. 

  Sabes lo que es la prensa y como dora la píldora. Aún así, esos periódicos, a veces, informan de novedades, sin importancia que les dé un pequeño barniz de credibilidad. Estos días aparece que kn argelino vivía en semi esclavitud. 

 Tanto mareo mediático parece ser una tapadera para albergar en sus entrañas la mayor de sus miserias morales. 

 Hacerse rico, sin pagar a su empleado por el trabajo en el bar y además reutilizar su vulnerabilidad para denigrarle como ser humano y no hacerle sentirse persona en ningún momento de su existencia.

  Y mientras hablan de diablos, como si ellos no hubieran sido colonizados por la maldad, que transmiten a los crédulos que no dudan en repetir, como los de arriba del párrafo no les hubieran cantado lo de ellos y chiquitín 

jueves, octubre 12, 2023

Los dientes

 Cuando se está lavando los dientes, agacha la cabeza para expulsar parte la pasta que puso en el cepillo y aprovecha para beber un poco de agua, que le mantenga la fluidez a la hora de deslizarlo por dentro de la boca. Le alivia la tensión el meter líquido.

  Levanta la cabeza y lo que ve es un ser que se ha levantado como un resorte de la cama; que se ha revuelto en ella; el espejo le devuelve la rabia con la que se agitaba durante las horas de sueño y los momentos de desvelo que le llevaba siempre al mismo lugar.

  Antes de volver a cepillar su hermosa dentadura; su dinero le ha costado, primero el alinearlos, luego el darle un repaso de limpieza y por fin el afilarle los colmillos que pidió para darse más seguridad. Se detiene en esto último, quería añadir a la belleza contundencia; sí, podrían desgarrar la más férrea voluntad. 

  Su mujer espera a que termine, pero le acompañara también esta mañana. Ha aprovechado para calentar el café, tostar un poco de pan y preparar el contundente desayuno que necesitan para una jornada como hoy. Cuando se ha dirigido al baño de matrimonio le ha visto a él; tan tenso como todos este día, que acuden de manera religiosa al encuentro, podríamos decir del señor, pero también de sus demonios.

  Ella osó hablarle un día sobre la inconveniencia de escuchar a ese sabelotodo, deslenguado, que la habían dicho que cobraba por sembrar odio y alimentarlo con químicos destructivos a la larga. Fue una mala idea, él reaccionó con una violencia, que sabía no le pertenecía a su esposo; la intuía en quien hablaba de coger un arma cuando se cruzará con quien, decía, eran unas malas personas.

  Hoy, intentando bromear con él, le recordaba aquel conocido, calvo, que fue con ellos, en este mismo día, pero tartamudeando les había dicho que iría a ver cine y a comprar unos libros. Su marido le había hecho ver las zarandajas que ponía en muchos de ellos. Su compañero no había sabido contestarle, aunque ella lo obviaba en la conversación de esta mañana, había parecido encontrar una cierta ironía, cuando ya por los túneles de la ciudad, había señalado arriba, para indicar un criadero de ignorancia, que ella quiso entender entonces sería el Jardín Botánico, como si las plantas no devolvieran favores o desgracias por los tratos que recibían.

  El marido tenso, contesta y menosprecia a aquel conocido, zanja, no le da el valor de compañero. Termina de agitar el cepillo como si fuera a producir un tornado, escupe con violencia los restos que le hayan podido quedar y se dispone a bajar la cabeza, para beber más agua del grifo; puede pagar ese dispendio de haberlo tenido abierto varios minutos, que les den a los que les falta o les resulta cara. En ese rayo de luz que le llega al iniciar el descenso, le devuelve la imagen de odio el golpe de tal manera que casi le tumba. 

  Se ha puesto el podcast de ayer, se siente animalizado y sin barreras para acudir al desfile; allí, voceará para expulsar toda esa inquina y mala baba que le va desgranando la voz de las malas entrañas; en su caso, si, es verdad, cree sentir que según van saliendo insultos, consignas, odios, desde lo más bajo de su ser siente que se van limpiando esos lugares y según expulsa los siguientes silbidos, burradas, cafradas, todo su ser se hubiera purificado.

   Sabe que cuando, luego, vuelva a su casa, será un hombre nuevo, limpió, de tanto odio que, ahora, intenta escupir, para que el agua se lo amansé y le deje, al menos, viajar al lugar de encuentro con todos esos seres salidos de la misma paridera de un vocero lanzero

miércoles, octubre 11, 2023

Bares abiertos

 Existen vacíos en una ciudad, la via Laietana, por donde se hunde la decencia, es uno de ellos. Allí se torturaba

Un trapo tejido con esmero, rememora al dictador, traidor armado, a un mandato dado por la sociedad, en el día de la jura, de la sucesora de una anacronía. Se montan escenarios para vestir justificaciones; darle espacio a quien les impuso como futuro, para ellos es agradecimiento, no inocente; para la sociedad traicionada, golpeada, asaltada, resulta ser una infamia. 

  Impúdica exhibición, nunca inocente, de la palabra que significa un ser abyecto y al final, ladrón y ávaro para tomar una riqueza que no le pertenecía. Fue a salvar y se enriqueció, mientras montaba caballos blancos, de impolutas apariencias; lo hizo porque las televisiones los limpian aún más, y a los otros, les tratan de llevar a los oscuros, "otros", espacios de la desaparición.

  Les animalizan porque a los seres, sacados su humanidad, se les puede disparar, pegar, lanzarles perros y sacudirlos como sacos de despojos.

  Ahora, en esta Europa atemorizada, ¿por todos los saqueos a lo largo de los continentes?; surgen vallas, no para evitar al migrante, sino para encerrarnos con nuestros miedos, agitándonos; aplastamos los derechos con porras y por el orden, sin saber que nos reducimos a una dimensión, pérdidas nuestras otras dos o tres dimensiones. 

  Tristeza por ser ya planos y silentes contemplativos de nuestro camino a la insignificancia

martes, octubre 10, 2023

Cuando un canapé se va

Cuando llega al sofá, cansado, recibe este con los dos brazos. Ha dejado la televisión encendida y este mueble se ha fanatizado.

  No se ha movido, no ha sacado el cabecero a la calle con lo cual, lo que existe es lo que oye. El hombre está fuera la mayor parte del día. Cuando llega y siente el primer abrazo, se relaja, adormece.

  Le pone la mano en la nuca, la opresión cede; cree percibir el advenimiento de una paz interior.

  De repente la mano parece hablar; hola, 

    Nunca debiera pasar que los malos pudieran tocar el poder. Le recuerda como en las películas del Oeste de hace muchos años, se sabía muy bien quienes eran los malos. Sus caballos eran más lentos, y el valiente vaquero movilizaba una sociedad armada y terminaban teniendo éxito.

     Los malditos, insiste, quieren su propio beneficio; sería terrible que toda una gran sociedad, como, para mí esta habitación-universo y para tí, la gran nación española, cayera en manos de esas bestias humanas.

     Se adormece el humano; su trabajo le oprime, repetir el gesto por horas, le hace abandonarse. El sofá le da un comfort, pero, cuando va a desconectar, a duras penas, le llega un último pensamiento-grito:

    "déjame en paz", quiero ser yo

    Se duerme, queda vacío, todo se recoloca; nada existe, quizás busca la mano del amigo que se escapó, sin que se le pudiera retener.

    Si se despierta, a la vez que viene un pensamiento, aprieta los ojos porque sólo quiere el vacio. Se va, dormir.

    Todo se relaja, el asiento se ha quedado sólo, sus brazos caídos; su cabecero se vacía de palabras. No se han fijado en él ni una sola ´de ellas, ni idea; todas se habían lanzado como brochazos y como tales, no tiene ningun sentido. 

     La cama es el universo, también la barca de un tal Ulyses en la que navega realidades ajenas a las seguridades que le daba el canapé.  Aseveraba este que todo lo lejano es generar dolor. Te giras, ves a Mertxe y la vez, abriendo las puertas a los jubilados, a los sin casa, a los trabajadores esclavos.

     Te desvelas quitando un bloque de hormigón hecho con los pensamientos que te arrojan. Coges el sillón, sabes que ha llegado el momento de llevarle al tapicero para que le arranque tanta decrepitud y ceguera desplomada en esa habitación para la oscuridad

lunes, octubre 09, 2023

Entre puente y puente

 Suena la guitarra de Michael Kiwanuka sobre las aguas del río que visitó. Hoy, por fín, hemos conseguido madrugar e irnos enseguida al lugar acordado para hacer un descenso que creemos nos llevará unas horas. 

 Las montañas, los árboles nos zarandean de una manera suave, como si nos quisiera tener en su regazo; nos hace sentir esa naturaleza el respeto mutuo. El contraste con el río que se desliza es apabullante. En la inclinación del lugar ha cogido una velocidad endiablada. Según hemos ido subiendo, hemos ido encontrado espacios donde detenernos para contemplar los posibles lugares de paso y donde nos colocaríamos para darnos apoyo. También hay momentos en el río parece tragado por las curvas de la carretera que parecen haberlo engullido. Cuando se llega a lo desconocido, paramos, sacamos las piraguas de las aguas y sin quitarnos el casco, nos movemos entre las piedras y las sendas que algun intrépido haya despejado para hacer el mismo recorrido, quizás alguno también ha buscado cuevas donde habite el bello equilibrio que nos trasmite "l'ombra della luce" de Franco Battiato.

  Quienes acuden a las entrañas de la tierra se exponen al tallado que ha ido haciendo el tiempo y sus elementos sobre esos lugares. Esos exploradores permanecen silentes sobre sus descubrimientos; es un tipo de egoísmo que ayuda a dejar en paz esas cuevas para que cada uno de sus obreros pueda continuar con su obra, sin que la humanidad pierda nada por no conocer esa culminación del trabajo conjunto de la tierra, agua, aire. Hoy se muestra todo, a todos, incluso a las bestias que igual devoran ese espacio para atraer los espíritus que descuidados serán absorbidos por las aguas podridas de las mentiras que han sido introducidas cuando creías que no era demasiado tarde para salvar Shooting star-

  La sinuosa carretera te lleva a un mínimo istmo que utilizas para bajar tanto embarcaciones, como material. Aún así, deberás descolgarte con cuerdas, porque los canchales siempre están dispuestos a deslizarse contigo encima; con finales imprevistos. 

  Cuando haces esos descensos, existe una cierta amistad y, de alguna manera, ante cualquier contingencia unas y otros estamos dispuestos a ser un puente salvador del que salga una cuerda a la que asirte ante lo imprevisto.

   El sentir esos cuerpos y mentes en alerta nos mete en la cuerva interna de ayudas por las que labraremos caminos para volver a salir a los días repetidos



domingo, octubre 08, 2023

En este instante

 Comprendí, cuando conseguí abrir los ojos, que aquello no podía volver a pasar. Había estado 24 horas viendo vídeos cortos que me habían atado a la pantalla con las cadenas de la pérdida de mi voluntad.

  Miré el móvil, el ordenador aún parpadeaba, la tablet aspiraba el último video. Los cogí, los envolví y los metí en el congelador. No hice caso ni al despertador, ni al blog que decía que hoy tocaba otro escrito, ni a la tablet que tocaba "Entertainment". Clamaron clemencia y a cambio les di un descanso disneliano; podrían volver a la vida, o desaparecer.

  Volví a la cama, me senté en ella; observé el hueco frío de una Maca atemporal, durante veinte segundos, giré mis ojos vacíos hacía la pared de enfrente, era de un color crema, la había mirado otras veces, sin que me produjera el más mínimo interés. Agaché la cabeza, estaba vacía, no conseguía hilvanar nada de lo que había visto; sólo se venían imágenes del libro, de aquellos días frenéticos que sucedieron hace más de un siglo y los personajes, cobraban vida; en los fríos días de un Noviembre ruso, los abrigos eran gruesos. No había Ferreras que dijeran "más periodismo",  ni Terradillos que dijeran que se habían llevado un buen pellizco, mientras se rodeaban de pistoleros de la mentira. Allí coincidía un soldado venido del frente para denunciar las armas trucadas vendidas por el intermediario de turno para contar como sus compañeros habían sido masacrados, sin saber porque sus disparos no tenían dirección alguna. Acudía al púlpito un depravado esparcidor de burdos montajes, que eran ridiculizadas y desveladas por quienes las habían fabricado, librados ya de las engañifas de los poderosos que les habían pagado para esclavizarlos. 

  Todas estas imágenes eran más contundentes pero se iban tan rápidas como los tiempos que me había pasado los dos últimos días. 

  Levanté la vista hacía la difusa pared, vista al despertar como un muro que me permitía vivir un día más sin aprisionarme. Quise bajar mis ojos para encontrarme con los calcetines, versión abeja que había llevado el anterior día. Antes, allí, apareció Maca; cobraba vida el espacio y el tiempo que había pasado con ella. Fue una noche y una eternidad que se venían algunos días como estos, para saber que cada segundo con ella, había sido como parar, sentarme en los inviernos oscuros de este espacio que es el Alto Tajo, ser abrazado por el viento frio de los Galayos y recibir las cosquillas de los árboles que se agitan como haciéndonos olas los unos a los otros; para contemplar el universo, en la tierra, del tiempo compartido con tantas estrellas, en el cielo por las búsquedas que emprendimos en cada uno de nuestros cuerpos.

  Nada sabía la noche estrellada, ni el patio de los Leones que la añoranza de Sherezade, pudiera tener la respuesta en la música de un agua que recibía la visita de la luna llena, que rebotaba su luz sobre la columna en la que me recostaba. Mi pensamiento, en ese instante, era que ella, la de las mil noches no había existido, pero un hilo de escalofrío me llevó a subir mi clamor por el engaño a través de la columna para reprochar a los cielos sus veleidades. 

  No pude llegar ni a los arcos, ni mucho menos a los lejanos cielos, con mis palabras de desprecio y desesperanza. El cielo se había posado un metro más alto, sobre mi cabeza. Era ella, iluminando los destellos de la luna. Cobriza por estar diseñada por las esencias de toda aquella tierra. 

   Mi pared, hoy, tirita, como sentí lo hacía mi cuerpo, por tener el universo mirándome y sonriendo. Me elevé, ingrávido, para hablar de la belleza de ese lugar: 

 Corté en seco, porque repetir las mismas patochadas huidizas que te castigan con el tiempo, por la insinceridad de lo que en realidad quieres decir, daña y encierra. La proclamé como un advenimiento corporal y me deshice de todo; del tiempo, de material coche, del vagar calles; cuando, por fín, nos despojamos de los vestidos que nos cubrían, nos llenamos de exploradores besos, de succiones de los aromas más íntimos; travestimos orejas, dedos, ojos con los trajes de la saliva de la otra.

  Si hubiera un infinito sería grabar los instantes de placer celestial de ella, que trataba de prolongar hasta que sintiera que se escapaba en vuelo, al que me ataba.

 Ella me atrapaba; siendo suya, esculpía sobre mi memoria el monumento al amor, por si un día, querría yo que lejano, imposible en ese instante, por ser ella, se asomará a un muro que se cierne sobre mi para aplastarme y con la fuerza de aquellos encuentros, lo pudiéramos parar, volver real, aquellos encuentros carnales, que reposaban sobre las neuronas que se renacieron entre los sudores mezclados de pulsos labrados en las pieles grabadas con los mapas de la geografía de ella, cielo en el que me vestí para investirla diosa

sábado, octubre 07, 2023

Si lloviera

 Si lloviera cogería cada una de las gotas y las besaría hasta derramarme en ellas. 

  Juntarme a su fragilidad para penetrar en los cuerpos que la rechazan

   Otra cosa sería parar la lluvia de desinformación de las petroleras tras habernos tenido más de 70 años con las mentiras que ellas conocían que lo eran y a la sociedad se las inyectaban como cosas que eran las informaciones de unos cuantos perdedores, ante ellos que producían riqueza.

  Lo malo es cuando sales una mañana de domingo a Montjuic. Te vas a dar un paseo; quizás te encuentres al loco ese que enfrente del estadio, quiere tocar el saxofón; pero bueno ancho es el gran pulmón de Barcelona para evitarle y, por fín,  llegas al castillo y allí, parece aún más grande el Mediterráneo. El corazón, por el contrario, se encoge.

  Allí asesinaron a Lluis Company, pasada ya la guerra; en nombre de dios lo juzgaron y no creyendo en el anterior, que sólo les da para coger su cobertura, decidieron ajusticiar en tierra, fuera de la dignidad que no podía tener un vencedor ayudado por traiciones y por ejércitos fascistas y nazis.

  Alejado por otro lado, por una doctrina que ha engendrado a salvajes y devoradores de las realidades cotidianas. Te sientas en el primer banco y lees en CTXT un artículo sobre la Polonia tomada por la extrema derecha y la Iglesia; siempre destrozan la libertad que proclaman defender.

  Esperas, como ella, la amiga, que no vayan por donde pasearas esta mañana, Sus alados corceles parecen levitar para con esa martilleante libertad golpear desde los privilegios el derecho a la vivienda, a una educación y sanidad pública. Esa santidad volante sería conveniente que no robasen recursos para todos, para privilegiar a unos cuantos, con obra faraónicas, sólo en la cantidad de lo sustraido con ellas.

   Vuelan en las calesas de la prensa que han financiado de forma obscena. Darán pasos seguros, porque desde siempre perdieron la vergüenza, sabiendo a quienes sirven. 

  Sus esbeltas pamelas se tejieron en odio, como todos los nacionalismos. Lo cruel, entre ellos, es que hagan exhibición  los que van ganando, sin darse pasos para encontrarse, porque entre los que calasean y quienes andan a pie, parecen haber elevado un muro, del que cogen ladrillos para tirárselos.  

viernes, octubre 06, 2023

Povera Patria

 Cantaba Franco Battiato, " povera patria". Ella me dice, no puedes cambiar el mundo. Lo sé y cada vez lo comprendo mejor en mi intrascendencia y en las voces de los salvajes.

  Hoy, me envuelve la poesía del italiano y su cadencia me parece una goleta en la que enfrentar a los arrecifes para descubrir lo amado.

  Povera patria, tomada por la canallesca, con sus símbolos y palabras vacías de ciudadanos. 

  Irán en corceles blancos con las trompetas de los mercenarios periódicos proclamandoles no por lo que les pagan, que sería demasiado honestidad, sino para tapar tantas podredumbres, con los ruidos de las exageraciones ya fuera para santificar a los ladrones, ya para utilizar los cubiletes de los trileros.

  Los vientos entrarán bestias y ellos, sabrán modelarlos para derribar los muros de la sensatez, por donde se cuelan las serpientes que envenenan las convivencias con sus dosis de falsedades  que inoculan a los ciudadanos para que vivan ajenos a la destrucción de las redes que les protegen.

  Nada más dañino que escupir a la Constitución para dar la especulación el derecho a la vivienda. Esclavizar el futuro por un derecho que no debieran suponer cadenas.

  Nunca bajarán esos jinetes pulcros de sus monturas para abrir las puertas a una educación y sanidad sin privilegios. 

 Sólo irán, soberbios, mentirosos, ufanos, los depredadores, arriba para coger los vientos y las imágenes que se queden en las retinas engañadas de quienes recogen las mierdas de sus cuadrigas para hacer compost que luego les compraran a la baja, mientras habrán permitido la especulación con los productos básicos a sus donantes que paga a los mediocres mientras sean killers con los abducidos obedientes.

  Povera Patria tomada por quienes toman pócimas de venenos que a ellos les alimentan

jueves, octubre 05, 2023

El trampas

 Cuando vas aprendiendo a tocar el saxófono pero no puedes dedicarle toda la atención que quisiera, en muchas ocasiones tienes la tentación de mostrar cosas que ya te vas dando cuenta que no está del todo bien.

  Aún así, porque crees que estás trabajando mucho, lo envías, aunque sabes que eres el trampas, ese jugador de cartas que tiene las cartas marcadas y alguna escondida entre la camiseta larga que llevas, incluso en estos días que parecen se quedarán hasta que nos quememos y entonces descubramos que el problema no era si una España se partía, o se quebraba o se convertía en un erial; entonces deberás ver la mirada del diferente y sentir que sólo juntos se puede salir de este gran problema, que nos amenaza con hacernos, otra vez, migrantes.

  Enfrente a tí existen personas que no juegan, son profesores que durante años amaron lo que tú llevas 333 días descubriendo si amas. Estos días, quizás, más y sintiéndote cerca a nuestro amigo Raúl y la musa que me lanzó a este descubrimiento.

  Los profesores enseguida detectan la treta y te desmenuzando cosas que tu intuías que estaban mal o que enseguida descubres que no debiera haberse  enviado eso. Revisar las grabaciones y el famoso pentagrama deben ser tu forma de sinceridad con la que te debes mostrar ante ellos. 

  Otra cosa, es hacerte "el trampas" pero del "trampas" de Bonanza ya nadie se acuerda y sin embargo de las personas que son capaces de producir belleza con el saxófono, muchas personas la han disfrutado y han creado fieles seguidores.

  Hoy, Fix you llega y te hace más bello ser parte de lo producirá su ritmo. Canciones a las que has pertenecido, te adoptan y puedes ir desentrañando lo que tanto te ha dado al escuchar. 

  Ofrecer lo mejor de ti, para que alguien pueda cantar la canción y entonces, si, un año después, le pueda responder a ella, ahora si, ya tenemos una banda; y el banda podrá oír la sinceridad a la que te obliga la música; cuando la cambias lo más mínimo, a ellos, a los que aman la música, a los que se sumergieron en su universo para darle el punto exacto, te dirán: no lo intentes y les dará satisfacción que te busques en la exactitud y la pulcritud que la hace única y penetrante.

  Sabes que ya no puedes ser amigo de "El trampas". Sabes que no te conviene aceptar a quien te apruebe a sabiendas que muchas cosas están mal.

   Junto al roble regado en una noche ya de un octubre, rendido por el calor, te sientas, cerca esta el monumento a nuestro Gigante y dejas que el silencio y un cielo impregnado de estrellas meza esa canción o los momentos amados de la vida. 

  No se puede reemplazar lo único, si vivir para homenajear el tiempo compartido

miércoles, octubre 04, 2023

Aquella tarde, sobre la mesa

Sobre la mesa, había un libro que se había cerrado como una cancela, ya no encontraba el momento de ser leído. 

 Todo el tiempo se había llenado de imágenes en las televisiones, en los teléfonos, en los ordenadores. Podía ser por trabajo, podía ser por convicciones, tal vez te mostraban cosas de tus aficiones o algo que se había hecho "viral", también pasaba que había un momento que ya te rendías, tenías tanta información en la cabeza, que en dos o tres ocasiones te habías visto una hora viendo esos vídeos rápidos que te van atrapando hasta sentir la cierta gracia como una nada.

  A cambio, ese libro, con esa portada de un cuerpo grafiteado se quedaba atrapado siempre por el cansancio de la noche, por el salir a organizarte, o por el encender el siguiente objeto. Había muy pequeños días en el que se abría su cancela de una forma pesada; no querías nada más, y al buscar la cama tan pronto parece que te obligabas a quitarle la losa del cansancio que te prometía que todo eso no se alargaría. 

  Podía ser que no fuera el libro de tus sueños, que eso también pasa, pero era las hojas de un autor de éxito que te animaba a lanzarte al vacío, como esta mañana, acelerada que sabías que ya debías ir finalizando, sin que sólo te hubiera dado tiempo a poner cuatro datos, ir a calentar tu bebida y dar a la inteligencia artificial para que luego se lo agradeciera lectores extraños que llenaban de leídos, textos que luego pudieran servir para otra cosa. 

   Desde hacía ya cuatro años, lo había convertido en una costumbre, no secreta, como se puede percibir pero si, con una cierta oscuridad porque cuando algo no está trabajado con contundencia, no se puede esperar que la gente vuelva al lugar del delito, o de hepiranares, como si no hubiera millones de imágenes más elaboradas, más, "chic" y más susceptibles de likes, que para eso tenían departamentos especializados en clickbait, que lograban hacerte sentirte idiota, pero siempre tras haber caído en un nimio mensaje contundente y único.

  El libro podía darme esa clave para ser reconocido por una mayor masa, pero el libro caía pesado cuando tras unos minutos, lo que en realidad necesitaba mi mente es deshacerse en el colchón de la nada, la cual me arropaba de una forma esperada y me devolvía a un nuevo día, como un regalo envuelto en todas las experiencias que parecían en el último segundo de consciencia de la noche, que ya sería sólo el vacío donde te desplomabas

martes, octubre 03, 2023

Rico

 Mientras me despido de la tierra, escucho a Manuel Vázquez Montalbán. Era todo un ser humano, pero bueno yo soy poseedor de una riqueza inmensa; por eso, una vez confirmado que existe hielo en uno de los planetas que hemos visitado, parto para allí. Tomarse una buena ginebra con hielo es lo que me ha quitado la última reticencia.

  Aquí, las temperaturas ya enloquecidas no me anuncian nada buena. 

  Los otros, todos a los que o he convencido o he expoliado andan por ahí, penando, los últimos; los primeros siempre encuentran algo para admirarme.

  ¿Yo? a estos últimos, les doy carnaza para que odien a quien me sufren y se arrodillen ante los símbolos que les arrojo a los que nunca he respetado.

    En la portezuela de la nave, tengo la capacidad de ver todos los campos de producción de las materias primas a los que he comprado, con los campesinos roto el espinazo y la autoestima porque a más trabajo, les iba bajando cada vez más los márgenes que recibían. Su espinazo lo aliviábamos con algun anuncio donde le dábamos una pócima milagrosa que había encargado saliera de su sudor y de los despojos de lo que antes, yo, había subido cada vez en mis márgenes de beneficio, un 10%, un 20%, hasta un 50% después de la pandemia. 

  Esta época había sido la mejor; flipante. Nadie había podido consumir, sabíamos que mis lacayos y los sufridores habían acumulado mucho dinero sin gastar. 

   Solución. ponerles cebos en todo. Parecía una piscifactoría. Una vez esto, les hablábamos de LIBERTAD; nadie va a coartar esta preciosa palabra. Somos libres y consumimos porque podemos, pagara; si dice mi marido que demasiado, también dice que ¡al cuerno! podemos y queremos.

   Algunas asociaciones de inquilinos, de consumo, empiezan a dar cuenta de nuestros beneficios. Voy a cerrar la puerta de la nave; bueno, la vuelvo a abrir y lanzo flyer, anuncios y sobre todo, kamikazes mediáticos; mandriles capaces de comerse todas las bananas que les echan en forma de publicidad para que puedan seguir diciendo sus basuras y doblando su espinazo en sumisión.

   Aquí somos únicos, lo reconozco. He salido otra vez a la escalinata y veo al político último que me ha servido; el anterior, no sé donde andará después de arrojarle a una piscina de pirañas. Nunca sabes, entre los que he comprado, quien puede ser más fiero y voraz. Desde luego cuando le tuve a mi disposición decía de todo y contra quienes querían limitar mis ganancias, que no tienen nada que ver con la libertad. Lástima para su carrera que le diera un ataque de honestidad.

   El de ahora; es un fenómeno, lleva medrando más de 25 años. Me dicen que en ningún sitio, donde haya tenido que trabajar, ha logrado nada; pero mira, es llegar al poder; gastar una millonada en publicidad y ser dios para sus votantes y una bendición para mis ganancias. 

   Estos días le tengo desatado; bueno a los que le escriben lo que a mi me conviene. En él encuentro al ser capaz de decir una cosa, la contraria y la del medio. Si encontráis a alguien así, que no se le desdibuje el tupe, decírmelo para la siguiente; porque estos, si pillan poder, las organizan buenas. Mira el Mortadelo de Castilla León con sus disfraces y sus manchas indelebres de pubertad; si sigue un poco más me arruina. 

    Le necesito irreductibles, fanáticos pero que no hagan que aparezca como un bellaco que está detrás de las ganancias desmesuradas, de la inhumanidad en el problema habitacional que no me interesa resolver, de los dispendios sin sentido que me financian dos veces.

   Bueno, que me extendió, ya no volveré a veros, hay os dejo a mis bestias, para que sigan alimentando a algun otro vecino; me imagino que entre gin y gin habrá que jugar una partidita de golf 

lunes, octubre 02, 2023

Acurrucada sobre la hierba

 El sol bate la tierra para que el calor entre hasta sus tuétanos; en aquel bosque ella está tumbada, ajena a todo lo que la rodea, se ha hecho un ovillo y tiene cerrado los ojos; el hombre tiene que mirar durante un buen rato para confirmar que está viva.

  Sólo surge una vez en la vida, le asevera alguien detrás de la barra, no es el camarero, no está seguro que sea el dueño; el cliente, le observa, debería decirle que hace dos semanas pasó por allí; alguien le tiró una cerveza, mientras otro le había puesto la pierna por detrás, para provocarle la caída, según se moviera. No lo hizo, a cambio le hincó el codo en las costillas antes de quitar esa pierna que pareció sufrir la falta de aire. La cerveza que le había mojado, pero con un cuidado de provocar, pero no malgastar, se quedó en nada comparado con la ola de cristales que se clavó sobre el tirador de chelas. 

  Sólo una mujer se acercó para disculparse por la treta, que le aseguró haber visto y no haberse realizado antes en ese lugar. Nuestro protagonista tuvo la impresión de ser observado por aquel espejo que estaba al lado de una puerta con pintas de ser de acero. Salió con paso calmo, con la mente atenta a mil mínimos gestos.

 Está vez, alguien muy diferente a aquel cliente, por tener un pelo enmarañado, una barba de alguna semana y unas gafas redondas sin marco, había llegado al mismo bar, a la misma barra, en el mismo lugar y apodado, más o menos de la misma manera, había pedido celebrar el Octoberfest con una jarra de 4 litros. 

   Alguien con problemas de respiración, por algun dolor costal, respondió, se había acercado hasta casi invadir el espacio vital de nuestro hombre. Un ser coladero, por las pequeñas heridas en la cara y en los biceps que le inundaban trataba de calibrar si ese ser tan destartalado podría ser una próxima víctima.

   El invasor percibió un olor que le resultó amigo, en un evanescente segundo quiso recordar si era alguno de su niñez, a cambio, cuando ya había puesto la pierna, recibió un codazo al lado del dolorido costado, pero está vez el aire salió, pero no estaba seguro que volviera a entrar. 

    Cuando el ser calibrante tuvo consciencia de lo que estaba sucediendo, un tremendo golpe de la jarra de 4 litros quiso tapar todos los agujeros, a cambio de dejar uno por el que podría meterse un puño. Desde el mango, el cliente dirigió la nave de cerveza hacía ese dueño que le había empezado a asegurar la tranquilidad de ese espacio. 

   El golpe le lanzó hacía la puerta ya cerrada, allí, pulso los números de la clave para huir de lo que sería un final. A cambio, cuando se empezó abrir la puerta; desde dentro, salió 5 o seres manos con muñones que no querían permanecer en el horror que sobresaltó a nuestro cliente. 

   Su hermana se asió a él como si fuera el ultimo tubo que le quedaba para aspirar un aire que le faltaba

domingo, octubre 01, 2023

Despreocupados

 Pido una firma a despreocupados servidores bien sea de una nación, pudiera ser de unas ideas, o tal vez de un dios celestial deseando que esté debería comprender y no mosquearse en que cuidemos las cosas terrenales.

  Es una petición a firmar con un boli, nada de puños, puñales o metralletas. Lo primero, aún pequeño tiene su poder no se vayan a creer, sobretodo entre seres humanos. Cae en manos de orangutanes y risas produce si se lo mete por la nariz, luego por el culo y termina en la boca. Puede producir desde hilaridad, hasta carcajada, llegando al recochineo, mejorando lo presente.

  El caso es que tomas el bolígrafo, apuntando hacia el folio y quitada la tapa o accionado algún mecanismo y pasas a firmar tú primero, por lo del ejemplo.

  Desechas un personal apriorismo de dárselo a un primate y le contemplas como ser humano. No le pones la condición de haber trabajado, por si se hubiera dedicado desde joven a chupar del bote; pasa y entre los que tienen cerebro alguno lo usa para medrar y no dar un palo, que tampoco es malo, porque si en vez de darlo al aire lo dirige a tu costillas, malo, te entran temblores, y ahora en Octubre te puede despistar porque no sabes si es por ese tiempo cambiante, o por cualquier te imaginas doblado y aprovecharán para darte una patada en el culo.

  Utilizas palabras llanas porque lo entienda mejor; puede haber alguna esdrújula para que su cerebro mantenga un cierto desarrollo. Si Chabeli fue de niña a mujer. Tu primer elegido podría ser imprecaciones y gargarajos a sobreesdrújulas, pero sólo una en un texto de cuaderno de recuperación de verano.

  Aguantas la mirada porque eso sí lo sabe hacer con violencia, pareciera ojos para dentelladas. Le sonríes con cariño; él encuentra una muestra de debilidad en ti. Su cuerpo, en el sitio, se abalanza como si necesitara embestir. Le muestras el boli, brama; escribes una letra, se echa para atrás; una palabra, busca desentrañarla; se la lees, su nombre, abre sus músculos de los ojos. Se emociona e intenta descifrar cada símbolo, por si cada uno tuviera la esencia que alimentara a las neuronas. 

  Se sienta, me siento, también aliviado; me mira, le leo. Todo es muy sencillo. He utilizado el cómic para que el dibujo le ayude con las letras y palabras. 

  Se ríe, me río con los pies en el agua. Le ofrezco una mesa y venir a mi lado, para metido sus pies y el asentado, con la espalda apoyada en una piedra, pueda firmar por primera vez, sin ser un mamarracho útil para unos amos.

  Puse tu nombre debajo; el texto te lo leo ahora. 

   Le añado que le veo relajado y que se podrá cortar las uñas de los pies sin la sierra, que mis tijeras van bien cuando están reblandecidas; de hecho lo agradece con un empujón en el hombro.

   Señala un animal que zigzaguea por el agua; lo llama trucha, me lo enseñó mi abuelo, asevera, le agradezco la apreciación.

 El sol nos envuelve y alguna hoja parece querer inmiscuirse en nuestro tratado. Le digo que ahí no, que a esas se las lleva el viento. Ponemos nuestra hoja acolchada por las otras, pero observamos que nuestro gran acuerdo podría rasgarse si no está sobre un lugar firme. Lo acepta

   No quiero dilatar porque mi esfuerzo es grande y el suyo, inmenso, descomunal; se lo digo y lo agradezco.

   Quiere firmar, por el entendimiento al que estamos llegando de forma previa a la lectura. Se lo agradezco pero le pido que escuche, pregunte y luego ya, si por fin, firme.

   Me insiste, le calmo. 

     Utilizar la violencia apoyado por mis amos, sobre los que sufren las consecuencias de sus avaricias podría ser una cosa de mentecatos pero sería más de asesinos que dan un uso canallesco a las armas, sin haber atendido las necesidades básicas de los seres humanos a los que intimidan.

   Escucha, entiende, me mira, se escapa una mirada asesina, su cuerpo se zambulle; me creo perdido. No sale, veinte segundos, treinta, emerge, también su inteligencia, se seca, firma.

  Miramos las praderas de la otra orilla, despreocupados.

   - ¡Qué puta mierda todo!, suelta en ese suspiro relajado que se escapa, cuando uno es guiado por sus intereses

  - Ya, Santi, ya

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y