miércoles, agosto 31, 2022

La peña hueva

 Siempre hacia el mismo camino, con el mismo cronómetro. Un día, bien y algunos días de humor. Un ciclista nos saluda por las galeras: ¡Eh chavales! Como una bala va. En los tramos más duros, le cogemos, le pasamos y le damos ánimos. Silencio, se masca la tragedia. Íbamos desde Guada hasta la mitad. Un alivio para él, supongo. Años de esplendor, de desafíos, de ataques. Pasado un tiempo, correr para descubrirte que puedes, para buscar caminos. Meterse en una piscina olímpica de jabalíes. Ponerte nervioso; no encontrar la salida, todo lleno de zarzales, volver sobre los pasos para no molestarles en su hora de baño. Algunos, cuando quieren bañarse, muerden.

  Luego ya, olvidarse, verla en tu ruta al pueblo. Todo como una anécdota.

  Hoy, volver para recordar al amigo, para descubrir que una montaña tiene tantas sendas, caminos, que enamora a los Manolo, los Luis, Los Janson, los Charly, Dario y abrazó para acogerlo a Raúl. Venas en senda que dan vida, que producen incertidumbres, nada de competición. Amar sus montañas, como forma de diálogo, entre ellos, consigo mismo, con la grandeza de la naturaleza, viva, escurridiza, acogedora de superaciones y silenciosa retadora. 

  Un camino, una senda, una cuesta al infinito y no le podemos tocar, pero como las estrellas de Huetos, nos hacen amarlo aunque al asomarnos para cogerlo y unirnos vemos que existe un abismo que nos separa. Las vemos, le sentimos, y como las estrellas fugaces, seguimos nuestros caminos, sin ese abrazo imposible, pero celebrando que es parte de nuestras ilusiones.

  Y en esos hilos que nos sujetan como una tela que tenemos por sus innumerables sendas, vamos encontrando mucha gente que se unió a esas búsquedas personales por la Peña Hueva

martes, agosto 30, 2022

Estar

 Eso no lo va a dejar nunca, lo de estar. Quería, queríamos que estuviera entre nosotros, mucho más tiempo.

 Sentir su ironía

  Sus pitidos que me levantaban, hasta flotar, por mi lento correr. La primera reacción ¡Y este tío! era incorregible, luego, la sonrisa y el hablar un momento.

  No, no me acostumbraré a no verle en las cenas. 

  No, no he andado mucho con él, ni salido en bici, ni ido a La Vereda, pero quiero un mundo con él, con su forma de ser, con su compromiso. Como él jugaba con nuestros golpes en la piragua o en la carrera, para relativizar los fracasos, para ser un punto de arranque a nuevos puntos en común. Nosotros sacábamos punta de exageraciones, de situación pasadas. 

 Aguantabamos sus chaparrones, como él lis nuestros.

  Tres días después, de haber ido al encuentro del grupo, tras sentir durante 3 horas de paleo una fortaleza que se desmoronó, existe una ruta Camarasa en Wikiloc preparada por grandes amigos, la gente le agradece haber vivido junto alguna experiencia y yo, vuelvo a montar en kayak, como lo hizo Fernando, pero esta vez me siento débil. Busco las olas para surcarlas; cuando la corriente baja cojo el balón de waterpolo, miro a un lado y otro buscando aquel compañero, con el que apenas coincidí; como con su padre, con el que corrí, aprendí la fuerza de no rendirse.

  Alguna época, el Estar, es navegar en mar abierto con las velas rasgadas. Parece que te abandonas a la corriente.

   Pero fueron y estuvieron. Vivieron enseñando 



Ufff

 Me aproximo a mi destino. He salido, una vez más, aunque los ritmos, no lleguen a la música de Carmina Burana.

  De repente

     ¡El himno!

  ¿Cuál?

    El suyo, el nuestro, yo que se ya. Me pregunto: ¿Qué hago?

   Decido tirarme a la fuente-lago. ¿Nadar? No puedo, me ha dejado "flus" la carrera. Por fin, me agarro a la orilla 

  El himno sigue; dudo si estaría sonando cuando alguien inscribió aquel terreno que no era suyo, con más metros, quitados a mí, por ejemplo.

   Me pongo a bailarlo por la emoción. Suena, ¡Qué bien! pero ¿hoy?, que toda Europa acepta la propuesta que hizo, hace demasiado tiempo por lo perdido, que se controlen las eléctricas y como nos cobran, o ¿los años anteriores?  cuando nos decían que estas, privadas, darían mejor servicio al ciudadano, siendo que se han enriquecido, pero no sólo en dinero, sino en poder para controlar, pagando mercenarios, y empobrecer a los ciudadanos. 

   Los del himno, que todo lo saben, me miran, con ¿odio?. 

  No te preocupes, es sólo negocio. ¿De qué me suena?

  Hola, estamos para recibir, siempre, en cualquier circunstancia

  ¿Con el himno qué nos une?

  Pues claro repiqueteamos sobre tu cabeza. Arte 

  ¿Nos creías ajeno a ello?

¡Ufff! Alguien desfila bajo focos. ¡Eh! ¿Dónde vas?

  Por el camino verde. 

    ¿Por las alcachofas?

      No esos son plingados a los que pago para que me las coma, pues a sus dueños ya les he dado algo a cambio.

     Se pone a andar con más empaque. 

    Tras haber dudado si preguntar, pero el que has pagado ¿La vergüenza propia?

 No, la ajena que una televisión pública me siga. Los otros son asilvestrados, que con este himno, una bandera y dos palabros ordenados, los domo.

   Lo de la televisión, tela

    No, de psiquiatras para este gobierno 





lunes, agosto 29, 2022

Edad

 Con el tiempo, el silencio se hace más adictivo. Miras muchas cosas, por tu cuenta. No ves grandes relatos que te señalen caminos sin obstáculos. Es la edad.

  Un árbitro se muestra inflexible con mi colocación dentro del área. Le he dicho que la cremallera se me ha enganchado y he manado por ese espacio para que no me dijera que lo había pisado. Creo que se me ha mosqueado, y me saca la tarjeta verde, yo le he dicho que por mucho que lo afirme, el gas no es verde, ni lo nuclear. No parece que esté mucho en el tema, pero se ha avenido a acudir al VAR. Un desbarajuste porque se ha salido del recinto y a la primera cerveza se ha dirigido al público con claros signos de braguez. Su niño le obliga a que acuda a estos eventos embriagado. Él lo hace embragado, hace tiempo que no sale al campo y los olores no le dice lo que siempre le susurró: este tiempo es extra, por todas las pérdidas; de balón, de tarjetas, de camisetas que se la quitó para celebrar la transición y se la ha quedado el perro. Éste, con muchas ganas de hacer honor a su madre, con una vida muy perra, ha pedido que se la firmarán todas las triatletas. Por último, se perdió tiempo porque la madre del árbitro preparó una paella en mitad de la carrera a pie. Un lío, todos pensaban que eso les restaría atención. Pero el tueste final, les hizo desistir de otras empresas y estas, abandonadas, han sacado la bandera blanca.

  Hacía mucho que su soberbia se imponía. Ha sido encontrar la statione de l'amore viene y va. Hoy, el árbitro se ha desnudado y le ha dicho al papanatas del traficante de noticias me vas a comer toda la electricidad que podíamos haber pagado a un precio mucho menor.

  El periodista, sueco por lo que se hace, le ha dado por hacer la gracieta. Muy dado a quedar muy por encima siempre.

    El árbitro le ha bajado con la excusa del micrófono y le ha dicho: a mamarla.

    Mundos al caos. Mi sociedad lumitosa




  

domingo, agosto 28, 2022

Una oscuridad

 Salir a correr de nuevo. Verse rodeado de nubes, árboles, caminos y los recuerdos que pugnan por recolocarse.

 La noche se va ampliando, los pasos se dan sobre cables de tierra que amenazan a los tobillos. Las piedras, a tus rodillas y brazos; el fallo eléctrico a tu corazón. Alguna hoja o rama, amenaza golpearte o acariciarte, su tronco le ha dicho que apacigüe nuestro dolor.

  Repito carrera hoy. La camiseta del Alcarria Trecking. Noche cerrada. Carretera a Carrascosa. Intuyo los árboles; el ruido me hace comprender que soy observado. Cariño inmenso de Sonia y Ricardo y su familia. Me subo sobre las estrellas. ¡Qué belleza el cielo de Huetos!; un libro con ojos que busco comprender. Había empezado la cuesta, que amenaza con hacerte recular, merecedora de un tour infantil; una estrella fugaz, se cruza delante. La busco, la espero, por si vuelve. Sé que no, por viejo. Lo esperé tantas veces.

 A cambio, olvidarme de las piernas con ataduras de clavos, lo consigo por mis pasos entre los ojos de las estrellas. Les cuentas, y les dices impotencias. Es aquí, en esta tierra en la que te descubres. Estos momentos únicos de carrera, en los límites que se rompen cuando miras a las incansables letras de la noche estrelladas con las que vas escribiendo las más pintorescas anécdotas. Un maratón, Millenium, donde perdí la posición con Raúl, por 1h30 (4h35'), tras 16 km, juntos. Años, repitiendo la paliza que me había metido.

  Correr. Nunca comprendí que cuando me enganché, empezaba a descubrir un lenguaje con el que me escribo. En una nota musical sostenida te montas; en superar la pesadez del cuerpo, te encuentras, aún en las más grandes marejadas

sábado, agosto 27, 2022

Tras un instante

 Podemos estar reventados de palear, de comer a las cinco y también de un silencio estúpido y cabezón por no atrapar la felicidad de un baile que se escapa y no te abre ni puertas, ni ventanas, ni tan siquiera colchas.

  Viajas convencido del encuentro mensual donde cenaras, como hace más de 20 años, con compañeros de fatigas, que cuentan sus historias de amigos y andanzas juntas. Aprendes, ríes, te atacan y sales a flote, entre risas e ironías.

  Llegas justo a tiempo, tras olvidar unas llaves que tienes que buscar en otra casa, a sus deshoras. Te integras en una conversación. Tarda Raúl, habló con uno de ellos. A las 2, cervezas, pedimos y suenan llamadas en un monte cercano. Nosotros no lo sabemos.

  Hubo un instante anterior, en que Camarasa desconectó de esta vida en la que tenía mil lazos de amor, otros cientos de compromiso, un montón de voces que dar, unas sinfonías, sin saxo, que contar a su pequeña y un mundo en el que participar porque era esa Vida, que le nacía por cada uno de los poros.

   Cuando ya fueron otros los teléfonos los que nos sonaron en la cena, nació el caos, y abismos sobre los que caminaremos, sabiendo que lo son porque miraremos y le sentiremos en tantas pequeñas cosas, pero no podremos ver su corpachon lleno de humanidad, no podremos esconder su saxo para que no nos toque la última aprendida, ni tendremos el riesgo que nos vuelva a invitar a una tarta.

   Ese instante ha quebrado tanta belleza que había generado a su alrededor. 

   Siento el vértigo de volver a tener un mundo en equilibrio tan quebradizo.

    Hoy, al llegar al pueblo, ya teníamos montada la partida del guiñote con mis tres compañeros de cartas. Me he vuelto a subir a ese barco en el que navegamos y que conoce mundos y vidas e instantes que nos derrotan.

   Saber su amor a la vida, es viento para nuestra chalupa

       We never walk alone

 


jueves, agosto 25, 2022

Svar al bar

 Siento un cierto calorcillo en este pueblo noruego. Estaba seguro que mis botas de esquí de travesía serían la constatacion de mi soberbia en el uso de un dinero que derrocho.

  Hoy, meses después, sobre ellas, y apoyado en los bastones miro un horizonte blanco, sobre una oscuridad que amplía su tiempo día a día, atardeceres con su sábana que se opacan.

   Gudjossen, con barbas y la misma camisa que yo uso para ir a serrar en el bosque cercano a mi domicilio en los montes de Teruel, se dirige a mi acompañante para conseguir un cigarro. Nada hace presumir que será el detonante de un viaje extraordinario. En nuestra tierra, no se conoce esa palabra y los gestos del noruego llevándose una y otra vez la mano a la boca, nos provoca una agresividad, con la que nos aproximamos a su chalupa.

   Él duda, pero se aviene a guiarnos hasta los caladeros de salmón en la Islandia de las rebeliones contra la banca. 

   Sin darnos cuenta habíamos emprendido la travesía en una embarcación que se dedicaba a dejar los datos confidenciales en Svar al bar donde en las condiciones adecuadas  se podrían mantener al margen de los calores de las más siniestras conspiraciones. Fuera un pez o un anzuelo, parte de la información de una de aquellas  expediciones se había adherido a la madera y al darnos cuenta la fuimos extrayendo de ella y dejándola reposar en nuestros cuencos de madera de haya, encontramos la antrajosa vida de un miserable.

    Ni en lo oculto, tenía dignidad, como la iba a chupar esa cualidad , en lo visible, era una pregunta que no tenía objeto.

   De un cinismo se alimenta la canallesca, pero no vayamos a pensar que esta palabra nombra al pueblo. Son esos poderosos que les ponen un establo al criminal para que este allí, coma y se engorde hasta quedar satisfecho y erupte cualquier ventosidad que no le ha dado tiempo a salir por otro agujero de uno de los dos culos por los que se sacia.

  El dinero, cuantioso, para vidas mensuales, a quien lo posee para ser idolatrado y conducir sociedades, le supone un segundo pagado de su riqueza, que incluso se lo desgrava.

   Al hacedor de preguntmierdas le hace gracia que una ministra pueda llegar a llorar, que otra mujer se pueda suicidar, por cuestionar la honorabilidad de su marido, con la aquiescencia de adictos al poder con el que sirven y se sirven o que alguien no encuentre palabras para calificar la hijoputez de una bazofia en interrogantes.

  Cuando quisimos regresar de aquella grandiosa isla, deseamos que en el horizonte que dejábamos pudieras enterrar al que encontraríamos alimentado puñales, por si en un acto de dignidad, se imagina en Japón, dónde iremos.

    

miércoles, agosto 24, 2022

Benita

 Willy Veleta tiene un corazón como un volcán. Eso es un don y también una fuerza para quemar lo superficial cuando alguien renombra las cosas pasadas con la estúpida equidistancia. Si fue un golpe de Estado, pues se dice delante de un alcalde que anda moneando con las palabras. 

  Que lo apoyaron oligarquías que controlaban diferentes medios de producción desde el siempre, creando privilegios o esclavismo, pues se afirma.

  Se afirma que la Europa democrática dejó hacer a los rebeldes además de a los verdugos que gobernaban Alemania e Italia; pues se les recuerda eso, porque esos putos gobernantes del "mientras a mí no me pase, ¡Qué les den!"; que se me olvidaba: ¡Ah! y decirles ¡A la mierda!. La grandísima desgracia fue que la sufrieron los trabajadores.

  Decía hoy mi vecino: y la Iglesia ¿Qué? Pudieran vender que lavándose las manos, que para eso pusieron las pilas. No, no fue así. Activa ante el odio. Hubo un mensaje de un tal Jesús, desde luego nada que ver con aquellos verdugos. Había ayudado a una sociedad sumisa y resignada a los designios de un dios al que ellos manejaban con sus hilos de privilegios, dádivas, poder y, hoy, y siempre, control de la comunicación.

   Cuando Willy pone el micrófono a Benita, esta crece por encima de lo anterior. Un ser de amor, comprometido con sus iguales, fue asesinado por ser eso: alguien que veía a compañeros por encima de una bandera de tela, un himno que borra el viento y una palabra, patria que no tiene raíces. Hoy, ella, quiere dar luz, a su padre y mecer sus huesos sobre sus lágrimas de ausencias cuando tenía frío, miedo, sueños de él y noche de desvalimiento. 

  Benita se sienta, y arrullada por lo que ella ha creado, prepara su regazo para abrazar a quien ayudó a nacerla


martes, agosto 23, 2022

Palabra. Battiato abraza

 Tienes miedo a perder las palabras cuando una desaparece ante la presencia física del objeto. En ese instante te preguntas como es posible y entras en pánico. Se queda esa angustia pero luego recuerdas el documental finlandés que escuchas en versión original, o la repetida canción de Bob Dylan que te sigue negando su esencia porque vives entre unas cartas con rancio abolengo tallado en castellano. John Lee Hooker, habla de make love pero has vuelto a leer sobre "hable la tierra". Introducción a libros sobre la memoria histórica; se confunden caminos por un cerebro, con surcos labrados a diferente vertederas en letras. 

  El reto de darlas tu propia forma está cada día en tu escribir; en la herrería con tus fuegos que reavivan los temas en los que te anclas. No pudo ser con el libro "la España en la cartera" de Joaquim Bosch quizás porque tanta contundencia en los datos, golpeaban un tiempo en el que las exigencias son sólo estar sin hacerte ser.

   Saltaban con Fito en las fiestas. No le visite en el edificio de sus letras. Me resultaban extrañas las palabras que, sin embargo, son mis entrañas. Unos días en Umea, en un piso compartido, dos camas separadas por dos lenguajes extraños. Nunca fue bueno empezar a construir la casa por el tejado.  En una cocina compartida hubiéramos debido comenzar a dar vida a un pez por la boca pero un soldadito marinero se acostumbró a partir cuando estaba atracado en puerto. Se iba cuando estaba y soñaba permanecer cuando ya las velas de las naves se habían hinchado.

  No tuve una bruja que me enseñará a reírme por pensar quedar como un idiota. Hay casas que se empiezan por el tejado y luego se sustentan durante un tiempo, sin eternidad, en lengua, palmas y besos. Nadie sabe si tendrán cimientos o sería bueno armarlos, pero existen habitaciones que durante un tiempo vuelan y visitar cielos con sus spas y baños, es tarea de sabios, que saben que esas piedras son de pan de magia.

  Perdí las letras de una palabra y camino cada vez más cadáver. Deslizo mi mente sobre el caos de lo que quiere haber sido sin haberlo sufrido. Chocan esquinas que no tuvieron el reposo donde besarte. No fue lo común, en lo que me presté a vivir. Mis cielos herméticos tienen las señales de los aviones que vienen y van, cruzándose en instantes sin raíces. Sus halos permanecen, cuando ya, empiezan a difuminarse. 

 Battiato mece derrotas con su cálida "prospectiva Nevsky". La belleza calma los terremotos con los ágiles dedos que recorren sus fallas donde nos amenazamos ahogarnos. Franco crea un mar donde un Neptuno calma la gran ola en la que te amenazas, destruirte 


lunes, agosto 22, 2022

Aviones con mugre

 Un avión de papel, bien hecho, puede planear durante un tiempo maravilloso, aunque nublado, si lo lanzas desde una gran altura. Alguno en un campo de fútbol ha entrado por la portería, pero el árbitro no vío la camiseta de quién lo tiro. Se la quitó y se la puso de calconzillos en la celebración.

   Los aviones que compra España, son una burla, pero tiene a las empresas fabricantes en todos los consejos de Administración de los medios de comunicación. Barraganes sin dignidad agradecen las horas extras para ser más adinerados y parásitos. 

  Armarnos para estar más seguro. En este tipo de sociedad, en donde esbirros, asalariados pueden destruir sistemas informáticos esenciales. Donde ataques externos pueden ser reducidos en su capacidad destructiva. Es engrasar la maquinaria de la muerte. En manos de piromanos con placa pueden reducir a un indefenso y a la vez, destruirle con el cerebro que les han colocado en rodillas, y manos. Dar armas a una sociedad violentada con las manipulaciones y las irresponsabilidades de sus profesionales, metidos a la política.

    Escribo en una pantalla que me hace creerme dios; como quienes han pedido a Sanna, la ministra un test de drogas. Ellos se ven jueces, de una inquisición parcial, nunca se lo pedirían a sus amos. 

   Yo, ya no encuentro motivos para salir a la calle, pese a que mi desaparición es cuestión de un clic.

   Dar razón a quienes mandan juzgar; pese a que sus compatriotas se están burlando de esos fantoches, inservibles más que para ser somátenes Esa no es la realidad, esta está en lo que nos cuelan, aviones, sanidad privada porque en la pública consiguen eternizar la atención y modelar tu paciencia para el pago de cómodas cuotas. Destruyen la enseñanza, porque en realidad necesitan esclavos y estos formados, serían como en Grecia quienes desnudaran a quienes pasean sus auras concedidas por el pago de las oportunas cuotas.

  Subo a la aeronave para sentir que penetro el espacio para engendrar una sociedad. No se preocupen si balanceo la punta para encontrar el punto de ignición de nuestra sagrada patria, embardunada con los colores que ¡oh sorpresa! se borra en los cielos soñados, como el dinero entregado a la fabulada defensa de las tierras desnudas de seres humanos a los que se les ha quitado los recursos para sentirse ser partícipes de una construcción común.

  Cuando el avión de papel emprende su vuelo, va sobrevolando las cabezas de diferentes espectadores. Muchos son pasivos, los ven y los siguen con la vista pero no abandonan su posición aunque se ven atraídos por ese cambio en su perspectiva. Otros, llevan su indiferencia hasta el límite de cantar gol en una ocasión pérdida. Los hay quienes pretenden derribar el avión con un escupitajo. Por supuesto, falla, en el objetivo pero su acción ha conseguido que ponga la cara pérdida a un seguidor de su mismo equipo. Este reacciona y no atiende a razones de un avión de papel; salta las tres filas de asientos y se prepara para soltar su misil, en forma de tortazo. El lanzador carga una segunda batería, esta vez con su pierna que empieza su ignición, de repente interrumpida por el golpe en los huevos que es donde termina el vuelo de la palma abierta. Al agacharse, dolorido en sus bajos, suelta un cuesco que recibe el niño de atrás que en esos momentos abría la boca de admiración por el gol del avión. Todo un lío y las aeronaves que nos embriagarán en su belleza y nos embarcarán con nuestras carencias.

domingo, agosto 21, 2022

Danza tapada

 Cuando escucho en Pandemia Digital la entrevista a Fonsi Loaiza, el mundo hecho piezas, tiene un mayor sentido. El hilo es como nuestros juegos de pequeños con dos envases por el que nos hablabamos a voces en un lugar solitario. Sólo nos oíamos los dos. Duele, pero existen esperanzas. Cada vez más intentamos escuchar, unos cuantos diferenciamos a un equipo de su presidente aunque el primero lo haya adaptado al segundo como yo lo intento a mi kayak.

   Existen esfuerzos en esta sociedad contra la barbarie. En Tenerife, destrozar una playa para dar placer a clientes de un posible hotel. Enrique García en la enseñanza pública madrileña, destroza las mentiras del consejero de Educación.

   ¿Cosas en común? Pocos ayudan en la isla, por si les cae algo. La marea Verde se diluye ante la sirvergonzoneria de los medios comprados, nuestras propias deserciones, y la capacidad de manipulación y aguante de quién gobierna. Por ese son tan canallas cuando no lo tienen; saben que tener el poder les hace inmunes.

   Aspirar a dirigir y controlar a esa izquierda que como dice con ironia Ignacio Sánchez Cuenca se cree con una superioridad intelectual, que puede tenerla, añado por no quererse dejar adoctrinar, le va a ser difícil a ese secuaz de Florentino. Se alimenta el fanatismo y ahí puede tener una pelea con quienes andan en lo mismo. Tienen espacios abiertos, para medrar, para crear fabulaciones; aunque no habrá nada más bonito, por ahora, que un Barça de fábula femenino, por muchas Pastor que adocenen un producto de mercadotecnia y eso que seguiremos a las Weiss y sus chicas.

   No se abren las posibilidades de huelgas en la enseñanza. Personalismos, el alumnado, situaciones personales hacen llegar a las aguas, mansas, a las orillas edulcoradas de lo que nos eligen en las pantallas.

  

sábado, agosto 20, 2022

Pantalla

Cuentan que en una dictadura, la cercana de Portugal, durante el periodo del golpista Salazar, esta se pudo mantener, entre otras cosas, porque sus sustentadores crean realidades ficticias para ser percibidas en una tranquila sociedad; engañan y en esa tarea, si, es necesario, lo harán hasta con su dictador caído, al que le crearán un mundo paralelo que mantendrán durante dos años.

  Muchas víctimas de esos engaños están muertos, en la parte política, y sin embargo creen que están activos y con claves para entender y criticar siempre al "enemigo". No se dan cuenta que reciben el alimento justo, elaborado para su estado fantasmal. 

   No es fácil prescindir de esa droga adictiva que es encontrar la viga en el ojo ajeno, ya lo dice la biblia, ese libro mágico, y no ver lo que te están introduciendo, incluso con la lubricación que tú mismo generas para que no te haga daño lo inserto.

  A Sanna, primera ministra de Finlandia, la analizan en su vida privada, para tí. No necesitas estar de acuerdo, solo que este tema "está en el candelabro". Y sobre él, debes reflexionar y razonar

   Cuestionar lo público, a favor de lo privado, se sesga con la anécdota particular, a la que te agarras. La privatización de nuestra sociedad, que no pasa en aquel país, nos atrae porque tienes la suerte de ir al médico en una aseguradora privada y eres de ese alto porcentaje de seres humanos que no tienes ni pequeños ni grandes males. Te atienden pronto y la otra parte de la ciudadanía, ajena a tí, has concluido, que no te ayudan.

   Las leyendas y cuentos, hablan de cavar abismos o cuevas, una tarea de dioses aunque siempre nos alivie la mitología para explicar o nuestras caídas irremediables, o nuestras oscuridades que sean guiadas por un pequeño haz que no haga topar con una realidad estrecha.

   Todo es mucho más sencillo. Nuestros abandonos rasgan la pantalla sobre la que nos escribimos, acompañados de un paisaje al que le estamos dando forma. No podemos aspirar a paraísos cuando damos entrada a basuras destructoras. Diseñamos sueñamos y damos paso a lo burdo. Somos newtrales y glamurizamos nuestras ventas, no nuestros infiernos que tratamos de injertar como sin darnos cuenta.

  La enamorada de los coches del pasado le pega una patada al acelerador, mientras un corzo, en el asiento de copiloto rumia los giros pero no termina de vocalizar. Ella frena y le dice baja, ya tengo kit, pero esa es la quiz, ser o no ser. Mientras María duda que seamos sus amigos

viernes, agosto 19, 2022

Fiestas

 Un baile puede empezar a una impredecible fiesta. Tú le das un like a un sorteo y este te introduce en el bombo. A partir de ahí, puedes quedar embarazada o en el expectativa de destino. 

  Es entonces, cuando te acuerdas de tus clases de ballet y le preguntas a él si el fooxtrot le abrió horizontes en aquel país rodeado de montañas.

  Te mira de abajo al medio derecho con una cara circunspecta como si aquel instante no debiera haber pasado; te cuadra, coge tu baldosin y le dices: mucho pareces saber para venir de aquel lago. Él, ofendido, se la juega todo a un giro sobre la historia, siempre más volátil que la pequeña baldosa; esta, orgullosa de su ser, pese al tamaño del Empire State Building, le ofrece la fluctuación de apoyarse en vacíos. Se ríe taciturna, mientras quien piensa que una buena sesión de country daría paso a vasos de dedos fundidos por besos y manos sobre una espalda a la que molderia en las entrañas hechas simbiosis.

  Nada es fácil para todo eso. Nos sucedió un tiempo que nos ánimo a huirnos. La tentación fue tan grande que las carreteras parecían fundirse a nuestro paso porque el mañana no tenía la zahorra de cosas pequeñas. Y alguna nos dijo que incluso contaminabamos con lo aportado

  Vivimos en un Titanic y en el baile al borde de la proa, tras deshacerse Iceberg vimos pequeños puertos. Hoy, atracamos y bajamos a tierra firme para danzar nuestras torpezas. Revolution plays

jueves, agosto 18, 2022

Rasguño en sangre

 Al levantarnos, nos miramos la pierna, vemos sangre y manamos miedos. Alguien dice que sólo es un rasguño. En nosotros, parece el fin.

 No encontramos consuelo cuando vemos escaparsenos lo que nos forma. Serían 61 y un bote, descalabró. 

   Asier, a cambio, pasa vallas, pero engendro un ¡vaya! cuando en un salto pretendo estar allí, para un conducir que no tope con alcoholes, actos de eternidad que devoran. Quito está lejos aunque si aparto partes de un instante sería dios, pero sólo soy yo, golpes, ver lejos, para driblar lo que se encima.

  Hoy, sería nacer y 20 soles rodeados con pasión por la vida. Eludir las ignorancias tratadas con el ungüento tiempo, sería ni haber sido, ni haber aprendido; soy manantiales con agujeros que te beben, pero los pasas, ensayando la técnica de vivir ese instante con tropezar en vallas. 

  Hasta allí, fuimos un segundo con una bota de vino y cien vidas viendo a través de bebernos las aguas, sin transparencias que tras una brazada nos velaba otro día de calle, escuela y media manga, manga entera.    Nos queda viaje; te guardo tu sitio. A mí, que suelto el embrague para encabritarme, me dejaste la conducción de la derbi 49. 

  ¡Ja! ¡pequeña! Ida y vuelta a Yunquera en 30 minutos y Cabanillas de portero. Descubrir Fuentelahiguera para contemplar la noche que no me ilumina. Allí los demás; acudir a contar ¿el qué?, si aquel fin de año, dio paso al oscuro 81, para perder la presencia de quién alargó su agonía por si nos insuflaba manos donde caer tendidos; visitar los pálpitos de aquel pueblo en fiesta, pero ¿Qué contar? que a nosotros eternos, un derrape, un tonto árbol, un techo nos podría segar la vida sin la hierba de los campos que nuestra insultante juventud recorrería.

   José nacía el mismo día que 25 años antes, la humanidad bruta asesinaba a Federico. Este narró nuestros olivos escanciando su líquido en mitad de nuestras correrías de los barrios de las afueras. Pasolini les filmó su propia luz. Éramos el final de la ciudad y el centro del Universo.

   A estos les quebraron las luces que estaban dispuestos a darnos. A aquel lo embarcaron en un barco al que poco después me subiría. Vimos amaneceres de cromos, atardeceres de vueltas ciclistas de chapas y todas las luces para el fútbol. Nuestra sangre

 

miércoles, agosto 17, 2022

Dispensa

  Si en la despensa se dispensa, con tensa inquietud lo que piensas que prensa tu tiempo de juventud pasado y no lo puedes expandir por coger un asa porque aquel tiempo se baraja sobre la grasa de una cocina en salsa, derrama y no espesa. Si tuviera un catalejo le llevaría a ver sus buitres como las rocas les delatan.

   Hoy, tumbado sobre una cortina nace la la cumbre del descenso para empezar a subirse al podio de las derrotas y te avisa; te atraviesa una  densa capa que amenaza con subirse traviesa sobre una de las noches aviesas. Proclamo abierta la palabra para ser ensamblada con sobreasada pero Rocky Natarta la recibe en la cara, lo cual aprovecha para el que se relame porque no hay tiempo para sándwichs, ni vegetales, ni veganos. Los metes tomate pero mañana será tumaca y las notas las embalas con destino a las Agüillas de la barriga revuelta. The Smiths trenza apoyos para las familias de los niños bestializados; señoronas visten el espacio con sus letras de ponzoña envenedando dolores. A las bestias del poder les interesa entretener, no hacer ver lo inhumano de su proceder. Morissey desquitó las cortinas piratas para dar valor a la vidas robadas. Una guitarra es atada a la espalda de quién canta la opresión cuando lo que se recuerda el dolor extremo de lo arrebatado por el fanatismo. El mástil es su antena donde posa sus dedos que ahogan al diferente.


martes, agosto 16, 2022

Cleese, privilegios empequeñecidos

 Cuando vuelvo a ver el sketch de Jhon Cleese sobre vivir en precario, le vuelvo a recordar que es un privilegiado. Nos hemos acostado hace tres horas; hace cuatro horas empezamos a ver Twitter y después de bloquear a 500 bots, comprados en granjas, y 1.000 sicópatas que creen a pies juntillas que el marisco tiene que ir en la paella y me amenazan en venir andando por el lago al que le van quitando agua, a través del mezclarlo con petróleo que han ido a coger de un derrame de un gran barco que lleva el más nocivo. Me aconsejan que me lo ponga como parche en el ojo herido porque un chamán ha tirado una flecha por facebook con tan mala suerte que en la pantalla donde duermo, y por no haberme cortado bien las uñas, al tener un agujero se me ha clavado mi baile en tik tok sobre la curcusilla, pero esta no tenía respaldo y me ha seccionado los pulmones con el aire de los cuales les puedo dar aire de comer a los hijos que me quedan. Como diría el idiota, porque no puede ser otra cosa, ni sabio, ni corredor de bicis de miniatura: "dios atraviesa pero no otorga".

   Le recuerdo a Jhon, con mi flemón ingescoces que este me ha servido como cubito de hielo, cuando me han dado un whiski de Malta, capital tiene, algunos fugados, y que lo tenido que descongelar, la flema porque me ha dicho mucho inglesa, pero viene de llevar diez hora a un elegante a cuestas y te planteas porque no lo hiciste después, porque como instramer con tres o cuatro de ellos, en polvo, se te van volando por las orejas y petrifican en Toledo. Al salir, tras las cuatro horas acostados y cinco en la red, reduciendo sus telarañas, me he encontrado que la bifurcación hacías las Navas, no tenía ni gravilla, que la he probado, ni carretera, que me dispongo a trazar sobre el agujero que he tapado en uno de los psicópatas.

  Cleese se ha venido abajo cuando ha visto que los demás, se iban atragantando entre ellos y que de sus muelas moliamos los despojos, por si el del marisco encontraba a bien, dejar un grano. En el confiamos para la supervivencia de 6 personas; mi padre, mi madre, con su otro marido, la novia de mi hermano de 10 años y la madre de ella. La abuela se ha independizado y ha pedido que si sobrara algo se lo enviemos de vuelta a través del pájaro que nos trae el grano y que claro tenemos que pagar tras llevar diez horas trabajando y seis durmiendo. Porque lo uno, siempre se ha dicho no quita a lo otro, sobretodo si es colchón raído que se coló por el agujero. Martínez, nos mira, echa el brazo hacia y empieza un progresivo avance , acelerado que termina impactando en la cara de mi hermano, que con la torta alimenta, a su ya suegra. La progresiva aceleración permitió que la abuela tuviera tiempo para salir, mi padre, desmontarse, mi madre, sacudirse y el otro, que se preguntara que hacía él, allí.

  Mi hermano por poder repartir, cantó a Leño y es que de agradecidos es no haber amanecido


lunes, agosto 15, 2022

Alimentar nuestro precariado

  Escribo con un dedo, pero no encuentro el punto sexual. 

  Acuden voces para ser mezcladas en un almíbar, tras un tiempo sin querer vernos; en dos segundos, ves que existen neuronas vestidas con estereotipos.

   Alguien encuentra el enemigo en un muñeco mientras exhibe una cruel dependencia de lo oído entre tapas y alterne

  Un muñeco hecho hombre, pone una alfombra al odio, sin haber sabido nunca pisar fuera de ella. Ni explicarnos sus certezas.

   Visitan una ciudad para comprender animales y descubren que bestias mataron a seres humanos.

   Nos creemos los enemigos y odios que nos dan mientras privatizan  nuestras vidas. Miramos y oímos pero no vemos y escuchamos los espejos de los que estamos rodeados y nos devuelven deformidades

   A quien te dice escuchar a un, para tí, lejano casi olvidado, no le puedes explicar que por las ondas viajan libros, vidas encerradas ( un año ha pasado de la huida Occidental, tramposa, cobarde y calculadora, de la toma Talibán de Afganistán), letras, humor y sobre inteligencia para escuchar lo oído. ¿Cuando decidió encerrarse?

   Acuchillado a quien te dicen muñeco, convertido él mismo en un autómata con hilos controlados por alguien que te dice que puedes ser, sin oportunidad de hacerte

   Brutalece la vida de un país quien señala buscando no ser señalado en sus incongruencias.

    Pasó hace 46 años; vívimos en una inocencia; señalados quienes protestaban como enemigos del orden. Lo admitimos y de aquellos lodos de Marzo, todos los lodos que nos han gobernado.

   Acudimos prestos a proteger el escaparate de Dios, Patria y Rey, productos gancho de vendedores que privatizan los servicios públicos para que sus dueños se humedezcan con las ganancias particulares, mientras sus ganancias son carencias para los ciudadanos  que son quiénes forman los grupos

   Patria, un dios qué no sirve a nadie y una república que puede cambiar su representante.

   Escuchan los huracanes originados por sopladores, mientras las brisas que les llegan las tratan por vientos molestos, para igualarlas ya que se empequeñecieron al admitir sus sumisiones.

   Elaboraron su propio círculo diabólico y creen que lo externo les abrirá su espacio y tendrán miedo a caer en un vacío donde existen preguntas que resolver.

  

domingo, agosto 14, 2022

Perseidas

 Cuando escribo de aquel tiempo. Tu estrella fue fugaz, pero tenías escaleras a tu cielo. 

  Y no la supe ni cogerla, ni subirme a ti. Ni dar un salto para darte un beso.

  El tiempo es Perseida. Sus besos quisieron ser eternos pero fue tiemp



La meada

 Tengo una falta de costumbre exagerada acerca de poner un título lúbrico. 

   De la RTVE, ha salido un periodista reportando sobre el libro de Fonsi Loaiza: Florentino Pérez, "El poder del palco", con un análisis tan profundo como su vejiga. Parece querer mear las hojas de ese trabajo del autor. 

   Si para hacer ver la profundidad de su trabajo tiene que mostrar sus neuronas, expulsándolas de donde tiene acumulado, por un lado, sus detritus, a la vez que su capacidad de lectura y comprensión; la televisión estatal tiene un problema de imagen grande.

  En la mesa de noche sigue cerrado el libro "Talibán" de Ahmed Rashid. Al despertar con "A vivir" se habla de un año de la toma de Afganistán por parte de este grupo de este grupo.

  En mi cabeza, a modo de coctelera y minipimer, surgen los fanáticos. Seres dirigidos que esperan su recompensa por su servilismo y su dejarse manejar. Un joven ataca a Salman Rushdie porque alguien le señaló. Ese que no fue capaz de enfrentarse a esa afirmación. Sólo condenó.

   Ese fanatismo lejano nos hace condenar a aquellos. 

   Los nuestros, los de esa Iglesia Católica que condenó una República que la ponía ante sus contradicciones de servir al rico y apaciguar y someter al trabajador a los designios "divinos" que podríamos adjetivar como "de la muerte" en vida marcada por sendas a seguir.

 A Federico, a Blas Infante, los asesinaron mercenarios sin escrúpulos pero darle un mausoleo a unos de esos, que antetodo fueron, solo traidores, ricos y asesinos, por parte de esa Doctrina, une su  connivencia con el fanatismo.

  Antonio Maestre y otros, antes que Fonsi Loaiza han ido dando trazos de quién es un concejal de Ayuntamiento de Madrid, que comprendió el funcionamiento de una institución pública, para estar en el lugar oportuno para recibir concesiones que le lucren y exenciones  que pague el "etéreo" estado, ante los fracasos.

   Oír grabaciones delatando a periodistas muy conocidos Ferreras; muy canallas, Inda.

  Su padrino, su dueño, su amigo como diría aquel José Luis servil, alimenta fanáticos con la complicidad de esos mercenarios.

  ¿Existe algo más pueril, más rastrero que conocer las claves de un buen periodismo y ejecutarlo con la parcialidad en su desarrollo?

   Este periodismo de servilismo, alimenta a este periodista meador. Aspira a un reconocimiento. El palco donde se reúnen los que mandan, los que tienen le puede asegurar pagar hipotecas y también egos.

 A Fonsi, no le ha entrevistado, ni ha cuestionado el porqué de sus afirmaciones. Sólo sabe que esa imagen de destrucción del débil sin ningún pudor ante el público le convertirá ante el poderoso en un fiel servidor, no perruno, en este caso humano.   Hará comprender a su pagador con esa imagen tan macarra y matón de ese miccionero ante un compañero periodista; y por otro lado, la tan sumisa ante las luces de las apariencias, que son los fanáticos de entre los necesitados quienes les abrirán las puertas del control de una sociedad de necesidades.

sábado, agosto 13, 2022

La frontera rueda en intereses

 Canta Zach de la Rocha (Rage Against the Machine) con los Tigres del Norte, "somos más americanos". A este grupo se la oí hace muchos años, en una época en que viajando, me atraían oír los narcocorridos. Esta canción era otra cosa. Era la reivindicación de un mestizaje, de un pueblo trabajador, de un pueblo que había tenido que emigrar, en muchos casos, como ellos cantan, a lo que antes era, las fronteras mejícanas.

Estos días  Ted Cruz, antiguo aspirante a la presidencia y actual senador de USA, que tiene como vergüenza propia, el ir huyendo de las catástrofes naturales que suceden en su país, para pasar esos momentos de crisis en Resorts de lujo, de algun pais en la América latina; deciamos que este ser amenazaba a las actuales democracias sudamericanas que van eligiendo sus presidentes, sin las tutelas de la American Fruit Company o las cías con sus ramificaciones o los acciones de la lawfare adiestrada por la justicia del "hermano" del Norte. 

  Republicano, de origen ¿mejicano?, más peligroso todavía, comprado por las grandes empresas de armamento y otras que sueñan en grande menos en pagar sus impuestos. Tiene micrófonos abiertos para estimular este expansionismo que tantas vidas han quitado y tantas riquezas han robado.

  Deseamos fuerza para estos pueblos, lleno de ciudadanos que demuestran que es el trabajo el que hace el capital y no como dicen quienes nos quieren controlar, que el rico es el que engrandece un trabajador, un ciudadano, un pueblo, un pais. Gran mentira para crear una dependencia, para tener vía libre para dominar una economía, para eludir unas responsabilidades.

  Marc Gavalda en Repsolandia contaba como en aquellos países de aquella sudaremica las estructuras de esta compañía española echaba a la población autóctona de sus lugares de nacimiento. En muchos casos, las consecuencias eran que se veían obligados a emigrar. Contaba como en un país, se había llegado a elegir a un presidente que vivía en Washington, ganó, legisló para estas empresas y se volvió a vivir allí, a la "metropoli".

  Existen tantas razones para luchar contra esos cuatreros políticos que amparados en lobbies económicos, preparan atracos, levantamientos y golpes de Estados para seguir siempre haya. Les podría estallar la cabeza, o ya la tienen explosionada, si algunos comprendieran que el  "make América great again" es por ser ladrones en países tomados que tenían más que ellos o porque en su soberbía pagarlo más barato porque quitárselo de la manos al necesitado, no les pareciera de miserables. Puede ser que eso lo admitan, como ese niño pequeño de la pandilla que iba con andares de gángster, siempre detrás del matón, pero que impostaba la voz más fuerte, más achulada, más necesitada de la poltrona protectora.

 De África, de América del Sur viene el trabajador que sustenta un país. Existen una generación amaestrada. sumisa, receptora de desprecios en Europa o en USA, en su misma condición , les hacen creerse diferentes. Y a los primeros se los presentan como sus enemigos. 

   Mira donde te señalo, nunca me mires a mí, pollo engordado y filibustero. Te marcaré tus odios-

    Les movieron las riquezas, sus ciudadanos, su futuro. Existe una generación que empieza a informarse fuera de esos pollos. Seguirán  piando sus consignas y marcando odios. 

   En nuestra Base, buscamos que el ciudadano se sienta respetado. Las fronteras las marcan los poderosos; nuestros cuidados debern ser de ayuda mutúa.

   Sólo les movieron la frontera 

viernes, agosto 12, 2022

Lanzar una copa

 Igual que algunos lanzan una carretilla con tan mala cabeza que se exhiben ante un público tan entusiasta como inconsciente. Otros lanzan el as de copas para una salida de guiñote que produce un terremoto en la partida, y sin embargo, mientras vuela la carta hacia el tablero, un agujero negro nos invade. Por una mente, ha pasado un recuerdo, no es un hecho baladí. Se agiganta con 5 pequeñas personas y en el planeo de la carta viajan para pasar un mes de vacaciones. Cada una de las hijas, es una sección de un imaginario gran almacén: los regalos a familiares, la comida, la ropa, un nuevo mantel y los juguetes. Padre y madre, coordinan el desembarco. La carta asciende ingrávida, extiende su área de influencia, parece imposible que pudieran caer pronto; la gran copa quedó preparada el pasado septiembre y son ellos, los afines que se quedaron en la tierra los que se responsabilizaron de cuidar las viñas:   las vendimiaron, las embotellaron y cuidaron su correcta fermentación. Por el paladar viaja el primer sorbo que lleva el amor entre la familia.

  La carta, el as de copas, ameriza en una lágrima que por pudor se esconde al público. 

  Ese acción causa revuelo. Nadie tenía prevista la llegada. Los trajes estaban hechos, o para tumbarse en la playa o con un cierto esfuerzo, levantarse para jugar a unas palas colaborativas. 

  Ya posada en el paño, "carta en la mesa, presa", acontece un tsunami. Los contrarios están a resguardo en el monte de al lado. Al compañero le ha pillado "en pelotas picadas"; como acto reflejo se lleva las manos a ellas, con lo cual las cartas, en sus mano, vuelan, se atropellan; unas se elevan y se balancean boca abajo, rey de copas. Otras se desparraman como un merengue aplastado. La una, sube la cuesta hasta el pecho de un contrario, la sota de copas. Si, se han enterado, llevan las cuarenta. Dos, han caído boca a abajo y, porque sobra una mano, con la desocupada, las coge. La que queda, crea un conflicto diplomático. Una espectadora, mi mujer, recibe en sus senos, la carta restante. No son cosas menores para estos tiempos, pero, mirándome, acierto a decirle como le dijeron a José Martí Gómez, cojala usted y si tiene que palpar, será una necesidad sobrevenida. Si no se repite, no se soba.

  El as de copas, me descompone como el alcohol en boca. Cuando creo que la gran ola ha destruido lo edificado, el equilibrio de nuestro "mundo guiñote". Miro al frente, para reconocer los ojos de mi compañero. Nos abrazan las miradas cruzadas de nuestros oponentes, y todo funciona como las lianas que utiliza Robinson para alcanzar otras orillas. 

  Me callo, aprendo; existen rutas, escarpadas, sinuosas, con cráteres, sólo pueden ser recorridos con el compañero, con los contrarios. El muro de tiempo se deshace, los instantes restantes se adormecen sobre cuatro silla y una mesa. Brillan lo que fueron, sobre cuerpos labrados en inviernos y veranos. Las primaveras se las visten cuñados e hijas y a los otoños los dejamos vestidos en sus colores, que esperan volver a nacer al siguiente día 


jueves, agosto 11, 2022

Luces con bohemia I

 Saca una carta Heraclio, se queda pensando Aureliano, sube la apuesta Segundo y después de rascarse la cabeza, una, dos y hasta tres veces, JOG, abusando de la infinita paciencia, mata para quitarle las cuarenta a su compañero. Se revuelve este primero de la pareja del que nombramos el último y a este le recuerda que tiene menos luces que los escaparates de Berlín.

  Esto, al susodicho JOG le duele, algo viajado él, recuerda volver alguna noche, con una luz mínima y con poca sensación de peligro y ya, hace más de 10 años pensar y maravillarse con el compromiso de los alemanes con el medio ambiente. 

Ahora, es diferente, han soltado a los brutos. Les han dicho, igual que desde un váter os enfangáis para defender una bandera sin ciudadanos, por Twitter, en plena diarrea, sabiendo que disponéis de tiempo. Ahora que el expresidente del país  "más democrático del mundo", por tanto del universo, por tontos, que se quitan el cerebro ante sus desvergonzadas 8.500 mentiras reconocidas durante su mandato. 

 Viendo su credulidad y puerilidad, puede decir que es atacado por las fuerzas que defiende "el país más avanzado de la historia" y que "defiende los valores de la civilización occidental" que ¡Qué raro! en muchas de sus calles han sido pisotear el derecho básico de ser tenido como humano, aunque "hostias" dice el policía con su bota en cuello "es negro", ¡Que más da!

 Ahora que ese vendedor desinhibido, protegido por élites que no quieren pagar miles de impuestos. Simplemente aspiran a morirse y pudrirse con su maldito dinero ¡porque se lo merecen!. 

  En este preciso instante, deberíamos apagar sus Medios de Comunicación puestos en mano de mercenarios, o con instinto asesino, o con vena de trilero, con sus cubiletes de te la enseño y te la meto doblada. 

   Esas luces catódicas permanecen  encendidas, la mayoría de las veces, ni escuchadas, ni incomprendidas, en grandes asilos, pequeñas habitaciones para que quienes permanecen encerradas, sepan que hay esa vida, y eso les pertenece, aunque sólo sea verlo.

  Sutiles presentadoras con dagas turcas emponzoñadas con las bilis que les preparan grandes laboratorios con licencia para fabricar odio, esperan el encendido del piloto y como hienas señalan a quienes sus dueños les dicen que van a quitar su alimento a los televidentes, oyentes o no.

  En el prospecto para su impudicia, ponen órdenes:

   - Muerden con una pequeña insinuación,       - Tiran de las carnes de su presa, con testigos, borregos de su mismo.

    - Se mueven para atraer a los buitres que sacan las últimas carnes más ocultas de bazofias no creíbles más que por la desazón y los juegos de luces.

  Mientras, sonríe ese mandamás que puede ser cogido por un micrófono porque si les pillan, diciendo "pero que público más tonto tengo", envuelto en chals, coloreados, sus fanáticos que aparcan con coches pintados por la bandera que salió del servicio como pudo, pensarán que son los otros ¡Los mmmmmaaaaaaaaloossssssss!

  Nos hundimos y desde la orilla de la riqueza, mandan que sigamos tocando y los serviles, creen tener vida propia siendo basura servil.

   Y la física no puede soportar lo no equilibrado

miércoles, agosto 10, 2022

Una plancha

 Todo está rojo. Me mira mi madre y quiere acudir. Mi padre se tapa los ojos. Mi hermano mayor se troncha de risa. A grito pelado anuncia que lo quiere más hecho. 

  Mi novia me mira como preguntándome si hacía falta haber dado este espectáculo.

   En la orilla, sentado, intentando encontrar un aire que necesito, inclinó la cabeza hacia atrás y aún así los pulmones parecen haber echado la cancela. Uff! Hasta el sol parece querer terminar la faena. Necesito hundir la cabeza entre las piernas. Todo se me adormece. Ella se tumba detrás mío y me pone, otra vez, en posición de abrir los pulmones. Olvido mi cuerpo y el cordón umbilical con ella me insufla aire pero también, protege mi autoestima que siempre se daña con estas locuras. 

 Me quiero adormecer, su piel, el vientre, sus pechos alimentan para superar este desvanecimiento. Entonces, salvaje, me recuerda, a lo bruto, como hicimos el amor en el patio de los Leones. Conseguimos alejarnos del grupo. Que la noche y las llaves cerrarán el paso a otros humanos. Y estuvimos, también en el borde arriba, o abajo durante horas.

  Entonces, el tapón que parecía quererme cegar la vida, sale expulsado como por una catapulta.

   Me vuelvo hacia ella y la beso, como si ese gesto la pudiera poseer con aquella fiereza. Entreabro los ojos, veo a mi madre, con la toalla, a mi padre con la quiniela y a mi hermano con la plancha para asar verduras, tomates y algún ingrediente carnívoro: panceta y chuletas.

   Los vuelvo a cerrar pero ya mi hígado deja de filtrar, me siento mareado y acierto a separarme de ella a volver a mirar hacia Federico, mi hermano, pero ahora a su cara. Es una efigie burlesca de otros tiempos, pero en su cara veo una satisfacción inmensa y el entusiasmo de un vencedor.

    Ella, coge un cubo de agua y me lo arroja. Me siento violento, pero limpio. Me vuelvo hacia ella. Es la reina, con la piel aceituna más bella del mundo. Sus ojos son de zafiro, cuando me quiero reincorporar para acogerla, ella se pone en pie y coge en las manos la plancha de mi hermano. Me coloca encima de ella. Y pronuncia una sentencia, si acudes a las planchas para ser querido te dejaré que te hagas, poco a poco, en una de ella.

   No sirve que busque un ápice de complicidad en ella, lo tiene muy claro y el mundo desaparece bajo el árbol en el que nos tumbamos para contar los poros por los que nos introducimos en el otro. Comprendo que ese darme a ella, no lo había hecho con la frecuencia debida. 

   Fuera de la sombra del árbol percibo un tumulto, pero las yemas de mis dedos están viajando al planeta infinito de ella. Cada estación necesita su parada. Un león de entonces, nos poseyó, anido en nosotros y nos gusta despertarlo.

  Ruge la selva y se desvanece las planchas hacia el otro que nos desaparece y nos ciega de nosotros mismos

martes, agosto 09, 2022

Hojas y Cruzados

  De una hoja que flota por el aire buscando un lugar donde mimetizarse en un suelo de otoño, sabemos que su tiempo de esplendor lo ha perdido. Era verde, le atacó el pulgón pero se salvó a tiempo y cubrió una rama que se mostró orgullosa de su belleza. No hablamos de su producción de cerezas en aquel árbol, aún joven, eso era otra cosa.

   De su nueva situación no podemos añadir mucho. Ya posada en el suelo, podría ser pisada por un abuelo que la trituraría por la pesadez con la que se establecería sobre ella y la recorrería en su arrastrar de piernas; podría ser parte del sueño de una niña que ante la lesión de Alexia, su referencia en el fútbol que le apasionaba, golpearía distraída lo que se iba encontrando por el suelo, por si encontraba una receta para que Putellas, estuviera, ya mismo, iluminando, otra vez, sus sueños. El ser empujada por una sopladora a una aglomeración donde podría perder su identidad, la creaba una violencia porque esa tristeza de un fin, difuminada en la nada le anunciaba sus múltiples desgajamientos, oía que para ser un fertilizante natural. Si, pensaba, todo muy bonito pero ya no seré yo. Era un acto de rebeldía, ante un triste posado de aceptar lo irremediable.

  Cuando estaba en esa triste y logreba disquisición acerca de su posible fin, una niña con un cuidado extremo la levantó de un suelo que parecía la quería absorber para ser parte del viento. La mostró a su padre y a voz en grito, proclamó que a sus cinco puntas le daría una nueva vida.

  Por un buen rato, en el colchón mullido de las manos de la niña, no recordaba haberse divertido tanto, desde los días dónde un viento huracanado la empujaba en su columpio, amarrado a la rama, con el anclaje, tan pequeño, pero tan firme del pecíolo y la vaina.

  En aquellas delicadas manos, con dedos separados para darla ¡Aire! le caía agua, porque, aunque tenía su tesoro, no podía prescindir, de pisar charcos o, más bien, de aplastarlos. También en esa odisea hacia la casa de Tere, que así era como se llamaba, oyó como le preguntaba a su padre, si podría pintar los ojos de cielo de mamá. En esos momentos, sintió que el agua también podía saber a sal y que las lágrimas que es como su papá dijo que quería limpiar en ella y en él, podían ser las gigantes  pero producían cosquillas de amor. El silencio se hizo como el de su verano vivido, donde hasta las moscas perreras parecían querer negarse a dar un vuelo de más. Sintió una ligera opresión sobre su nervadura central y secundaria, que si no hubiera sido por su fortaleza, pero también por la gracilidad que le habían otorgado los diferentes líquidos caídos, la habrían quebrado.

  Cuando llegaron a su nueva casa, fue dejada sobre otra hoja, así la llamaron. Curiosa la observó durante un rato inmenso. Miro arriba, abajo, busco acariciarse de una forma más consciente con la nueva superficie, pero no sintió lo mismo que le había producido rozarse con sus hermanas del árbol donde vivió. Está era firme, enorme pero no la transmitía ninguna emoción.

   La hizo reflexionar el hecho de no significarle nada.

  Se apagó toda luz y cuando a la mañana siguiente está empezó a hacerse más intensa, la desperezó unas caricias conocidas, eran las manos de la niña que la humedecia con un pincel impregnado en agua. 

  Se quedaron mirándose los dos. No era un desafío como había oído por la noche en una película del Oeste que pusieron en lo que llamaban televisión.

    Eran miradas de conocerse pero no en el interior, también en lo que había debajo de ellas dos. 

   Teresa le aplicó un producto que la hoja pensando que era química artificial, intento rechazar. No era así, Pedro había consultado y utilizado pigmentos químicos naturales.

   La hoja, llamaremos, Filomena, por la mamá irlandesa, empezó a recibir productos que le hacían ojos, y ayudó a que fueran como los de la niña. Esta sonrió por la ocurrencia de la hoja y porque intuyó los de mama. Luego la dio una boca y Filomena puso los morros que había puesto la pequeña cuando su papá no le compró la chuche que le hubiera quitado el hambre. Teresa explotó en una carcajada porque descubría la vida y la ironía que sabía desplegar aquella tranquila hojuela.

   La nariz se hizo grande como la suya y la de Pedro cuando se abrieron para absorber la humedad olorosa de las primeras lluvias. Eran iguales, aunque el tamaño era el del padre, pero todo tenía su proporción. Le dibujo un pelo rubio y ensortijado y cuando pensaba que ya no cabía más. Sin que Teresa hiciera nada, la hoja la mostró los dos brazos que tenían el calor de mamá, se adormeció allí y luego empezó a contarla mil y una anécdotas y la hoja quiso ser eterna y lanzarla sueños desde su envés y limbo. Y ella, a su vez le hablaba de Claudia, de Aitana, de Viki, de Mapi, y de otras. A las hojas, no podría evitar pisarlas por ser el otoño tan grande, pero en sus vuelos, vería a Misa y su enfado, a Sandra, a Salma e Irene.

  Decían muchos hombres embigotados que ellas, eran otra cosa para el fútbol, como si las quisieran despreciar. Va, dijo Tere, sabemos lo que queremos y seremos guerreras.

  Y a Alexia la vio cruzar a los cruzados y las dos soñaban jugar juntas sin fin


lunes, agosto 08, 2022

Pozas a la sangre que soplamos. América is not only USA

 Si tienes que mirar de dentro afuera. No creo que a muchas mujeres las miren como a mí. 

  Cuando se introducen en mí, con recelo, como controlando el termómetro, hacen muchos aspavientos, pero luego se quedan como ensismisdadas, agradecidos cada uno de los poros que les baño. 

  El tiempo no es el que desearíamos para que yo luzca con ese color turquesa que en la parte más profunda les invito a una especie de colchón atemporal. 

En el río Tajo hay pozas de una belleza increíble. Hace, puede que dos años, no invité a entrar en ella a quien nos podíamos placeres, aunque dicen que todo eso está sobrevalorado.

  Existen reyes que están sobredimensionados.

  Vamos a suponer que, por muchas cosas, bastante de las cuales, injustas, te dicen tú eres rey de todos los españoles. Ni tu mismo te lo crees, sabes que es una patraña y solo porque poderes muy determinados te han nombrado, a ti te dan esa condición.

   Cuando todo eso sucede; a ti, que ese estado te viene de maravilla, te surgen varias oportunidades. Agradecérselo a quienes te nombraron y devolverles esa lealtad, de forma disimulada y a la vez dar una imagen de estar con toda la ciudadanía acudiendo a eventos oportunos en los que por una u otra razón, tú engendras una cierta imagen de unidad: las victorias, las grandes desgracias, los pésames generales. Quienes se benefician, saben de tus afinidades y de lo necesario que es engañar a crédulos, de los que ellos también se sirven.

  El otro rey, es consciente de sus apoyos, pero también de quienes no creen en su condición divina, por estar seguros que es una tapadera para que sus adláteres puedan cobrar sus comisiones y enriquecer sus ganancias.

  Este tipo de rey; es, además, militante. Saben de las miserias políticas de todas las formaciones, pero decide que no le importará poner su imagen en acciones partidistas. Por supuesto, le dan la rimbombancia de ser por la gran España, que ambos dicen defender. Mentira.

   Existen otras formas de hacer política en la que se integran toda la ciudadanía, aunque muchas personas que están en esa nave, no  crean ser parte de un destino común. Hechos se han dado, aunque los comerciantes de la marca España no lo quieran reconocer.

   Ir a representar a un reino como España, a una Colombia gobernada por Gustavo Petro y Francua Márquez y no levantarte cuando se va a exponer la Espada de Simón Bolívar, sigue siendo un acto de parte y de poca inteligencia.

  Se puede vanagloriar, por una parte, una España de haber dado una lengua y una cierta cultura a una gran parte de continente americano. 

  No se puede obviar ni la violencia ejercida, ni las traiciones realizadas, ni las riquezas extraídas y que no repercutieron en aquellas tierras. Una América del Sur, ha sido saqueada por élites del Norte Americano y europeos.

  Ir allí a mostrar un cierto disgusto por no poder ejercer la parte negativa de esa relación es de una torpeza política grandísima.

  El futuro siempre será el de saber de nuestro imperfecto pasado y buscar caminos por los que podamos manejarnos juntos. De pie, mirándose a los ojos. Michael, no tuvo continuidad, era sólo una ficción impuesta, como un reinado

  Posar los cojonazos para tratar de decir vosotros no tenéis la libertad de celebrar vuestra independencia y crecimiento, es tan zafio que no tiene ningún derecho a representar las pozas sépticas de donde han salido muchas grandes riquezas, que resultaron insalubres para aquellos pueblos.

   Será su héroe, su rey, el de la codicia; no el de una España, diferente pero haciéndose en pasos y objetivos comunes 

El beso de algodón

 Una nube se pone sus mejores galas. Sus labios son gruesos y sus besos de agua. No puede aguantar la lejanía, tema por los cielos para llegar a puerto. Le devuelven el agua de las lágrimas por los niños-as muertas en Gaza.

  Le pido que deshaga sus nubes para que nos dé su algodón que nos limpie las heridas de ver tanta muerte.

  Le pido que si tanto cogieron en los campos del Sur, que una escalera de ello, se erija para que los periodistas pagados que de forma premeditada olvidan llamar bombardeo a lo arrojado sobre Palestina, escondiendo la situación bajo un incidente, en Gaza y que fue Estado Unidos quien lanzó las primeras bombas atómicas aunque un antiguo presidente de la OTAN, evite decirlo. 

    Cada uno de esos abismos por lo cabalga la sociedad tiene miles de puntos y unos cuantos contextos, pero en los carteles, se debe ser honesto y poner la máxima información posible

El cielo, entonces, es más humano. Sus labios se hacen carnosos. Las contundentes nubes labran los trazos de sus líneas a las que pueden asirse muchas vidas




domingo, agosto 07, 2022

El descenso

 Todos, a mi alrededor, en la primera semana de Agosto, hablan del descenso en piragua del río Sella en Asturias. Yo, que estuve por allí, una semana después de aquel año tan extraño, no lo pude terminar de hacer.

  Habíamos montado en la canoa Claudio y yo. En la empresa en la que contratamos esa aventura, fueron muy serviciales, por un lado; por el otro, insinuaron algo que en aquel momento no entendí. Nos dieron una buenas palas, pues tuve mucho cuidado de que estuvieran en buen estado y fueran las adecuadas.  Al pedirlas recordaba aquel aventura en la Meuse, donde la pala era una rama arrancada a un gigantesco pino, eso si, habían tenido la delicadeza de pelar la corteza, a la que habían incrustado, como algo ajeno no sólo al piragüismo, sino a la razón dos chapas de hojalatas atornilladas a ese grueso palo. Si ya era inabarcable para una mano gigante, para la mía, era imposible, por lo que la intentaba acariciar para que me fuera fiel, como a un pitufo, mi siempre querida Marilym.

  Nos habían incluido un gran bote estanco y nos avisaron que nos metían dos piezas de fruta a cada una y que también en la misma cantidad nos dieron dos bocadillos. ¡Vaya pelea que tuve que tener para que una fuera de alimentos vegetarianos o veganos!. Esa fue la sorpresa. Todos me habían avisado que sólo daban  uno, con una pieza de fruta y por supuesto, agua; esta vez dos botellas de litro de agua. 

  Les hice notar esa situación, el doble de alimento no era habitual. Se miraron entre sí, con una sonrisa como mueca.  Dijeron que del Sella se puede llegar a Alaska. Les advertí que no tenía tiempo, ni ropa adecuada.  

   Metidos en faena; vamos intentando sincronizarnos y hemos atendido a dos consejos básicos. Evitamos cualquier corriente que nos lleve a unas ramas y cada cierto tiempo, con la corriente hacía arriba, paramos para descansar y darnos un baño.

  Pasan algunas embarcaciones y después de 20 y cuando ya sólo mostrábamos interés por subir a nuestra canoa, vemos que otra se acerca a nosotros y sus dos tripulantes, echan pie a tierra y nos lanzan una sonrisa que nos descabalga y nos hace caer encima de nuestra nave pero sin ningun control. 

   Las chicas muestran un cierto interés por ayudarnos, pero menor del que mostramos por sus esculturales cuerpos. Segundos preciosos, no por lo visto, sino porque los hubieramos necesitado para asentarnos en la canoa y controlarla lejos de la cueva, en la que estábamos entrando en esos momentos. Creyendo que es un sifón, Claudió lucha con denuedo paleando hacía atrás. Me involucra en su tarea y los dos nos agotamos luchando contra una frenética corriente que ha tomado a Benoulli como su rehén.

  Entramos atemorizados pero consciente que la lucha es la única solución en estas condiciones que nos imaginamos, dantescas, El agua se ha acelerado y por suerte, luego nos dirán, aquello es una cueva y visitamos recovecos que nos sacan de la corriente principal. 

   Tras un tiempo largo, comprendemos que tantos innumerables tuneles se ha convertido en una trampa que como una red de araña, se va beneficiando de nuestro esfuerzo para quedarnos atrapados y sin ninguna fuerza. 

   Agotamos los dos bocadillos, a la vez, que en el úlitmo mordisco del segundo, nos hace ver un lugar de donde podremos sacar nuestros alimentos. 

   Hemos visto otros tuneles cegados; no llegábamos a ver que productos provocaban ese tapón.

   Claudio se había acercado a algunos de ellos y se había vuelto sin decirme nada. 

   En el segundo día, nos hemos instalado en lo que creemos que es el lugar por donde nos colamos. Mañana, protegidos por una gran piedra central, buscaremos si podemos salir, usando la misma fuerza del agua, para que vayamos a un lado.

   La sorpresa es mayúscula, la dos chicas han conseguido entrar dentro de la cavidad. Son investigadoras y, nos cuentan, llevaban un tiempo buscando este lugar en el mundo donde se acumula todo el plástico.

   Nos cuentan sus planes y sus experiencias.Vieron que a pesar de nuestra impericia podíamos ser una ayuda para sus planes.

   Son increíbles, nos organizan en seguida y liberan unos tuneles ocluidos. 

    Todo alrededor de ellas, incluso su belleza, nos produce incertidumbre y dudas. Tanteamos si podriamos salir; los dos, sin hablarnos de los miedos que producen la incertidumbre de que quedarnos en un lugar tan inestable, hemos tomado la decisión de quedarnos con ellas y colaborar para que primero eliminemos todos los contenidos plásticos y ya está en nuestras conversaciones el tema de no producir esos elementos.

        ¡Cuidense si acuden a Arriondas y véis una sonrisa en Monchu, seguro que os ha visto con capacidad para cambiar el mundo. 

      No seáis indecisos; hemos empezado el descenso del consumo moderado. A los ricos agoreros, aún con sus armas periodísticas les debemos poder vencer.

     En Nueva Delhi, parecen ahogados en el plastico. Un túnel insano, donde se desecan las miradas de los cielos por donde nos podemos salvar,

sábado, agosto 06, 2022

Patricia

 Ella ha amado y ha convivido con mujeres. Tuvo que escribir sobre hombres y una de las primeras y de la más explícitas acerca de sus amores y sus impulsos la presentó bajo pseudónimo, "Carol".

  La Administración quisiéramos que fuera más transparente y que no tuviera que esconder sus amores ocultos e interesados. Lo hace y esconde sus criterios a la hora de subvencionar a los diferentes medios de comunicación. No sólo a los grandes, sino también a los pequeños que tienen una entrada en un determinado público.

  Sería estúpido pensar que lo privado lo va a hacer así, tiene sus intereses y lucha para que estos se presenten como buena imagen. Esto mismo pasa con las administraciones, te das cuenta que lo público genera una gran cantidad de dinero y tantos los primeros, las personas y entes privadas, como los servidores de estos luchan para que ese trasvase sea abundante y continuado en el tiempo

  Si prestas atención a lo que puedes en el lado derecho de este blog, son todas, publicaciones digitales. No han podido dar el salto a realizarlo en papel. Añades La Base y todos estos Medios los enfrentan tanto a televisiones privadas, unas con gran publicidad de empresas muy potentes, eléctricas, alimentación, recursos y de comunicación; otras alimentadas por una Iglesia Católica que en sus anuncios para obtener recursos económicos, menciona el por TANTOS que se supone que ayuda y que nunca debieramos confundir con el por TONTOS que parece que toma a sus patrocinadores porque uno de los fines que persigue está institución es, a parte de adoctrinar, como ella mism se reconoce como doctrina, es defender una ideología que analizada, crearía dudas acerca de un posible mensaje de respeto por todos los seres humanos.

   En el documental sobre Patricia Highsmith, en un momento determinado nos cuenta como en Nueva York debían bajarse en alguna estación anterior a donde estaban los locales a los que acudían para celebrar la vida. 

   En un Estado, sus sucesivos y correspondientes administradores, eluden su compromiso con todos los ciudadanos a los que dicen gobernan y patrocinan sus correspondientes medios que no pasarían el algodón de buscar una patina de limpieza democrática. 

   Existe una Ana obsesionada con la existencia de los actuales bots que podrían generar dudas ante una acción que ella supone se ejecutó, vamos a no darle un valor peyorativo al adjetivo que en un primer momento, que tiene el respaldo de la limpieza de una periodística. Todos entendemos de su gran valor y de su influencia desde hace muchos años. Fíjate Ana, Goebbels, si sabía que decía que una mentira repetida muchas veces, la terminan de dar el valor de verdad. Duda de este teclado autónomo para intentar enumerar las veces que puso a la vista, al gran mentiroso, a esa parte adyecta de una trama manipuladora que desequilibró una sociedad en gran medida con muchas dificultades para sostener a la parte menos favorecida de la sociedad. 

  Hacernos creer que confiaba en la honorabilidad de su fuente periodística, se aleja mucho de las luces con las que intentamos sobrevivir. Sabía del daño que estaba haciendo a la persona vilipendiada y persistió en no ser él mismo quien buscará y eliminara cualquier duda de una deshonestidad hacía muchas gentes que buscan ser informadas.

   Cuando sacan esas ayudas, algunas obscenas a nuevos medios creados ad hoc, no tienen unos criterios de análisis para que pudiera poner yo, por ejemplo, mi sostenimiento a determinados medios.

   Salgo de la película por una puerta lateral que he abierto, a partir de lo visto en el documental y de las ideas que fluyen por donde navego, con una cierta impericia. 

   En el Berlín, de los cabarets, se confunden las personajes con los personajes. Se trasvisten muchas personas y noticias que parecen ser una cosa, con los cantos y hechos de los bailes que se muestran como lo que nos golpea por inesperado. 

    Nadie cree haber entrado, nunca, en uno de esos antros, pero quizás parece que fueron las paredes de estos, las que se engrandecieron para hacernos parte de sus parodias. Pese a aparecer como seres serios y que buscan transmitir, pertenecer a una sociedad bien estructuradas, mientras ven la televisión, cansados, sentados en sus sofás, se van levantando y desde sus armarios van cambiándose de ropa para aceptar lo visto. Muchas veces, la cogen de la mujer o del hombre y el espejo de la televisión les devuelve una belleza de la que se ven engalanados.

viernes, agosto 05, 2022

Una carta de 13 vivos recuerdos

  Repito un viaje, como arqueología de lo que soy.

Brota un ligero humo del bosque cercano donde me encuentro de vacaciones. Salimos de la casa, el gato, que nos ha acompañado, el perro que encontramos en el camino, mi mujer y yo. Nos dirigimos a ese punto, de un ligera luz se ha agrandado en estos pocos instantes. Corremos y entre los cuatro conseguimos apagar ese inicio de fuego que, sin embargo, nos ha durado una hora tenerlo controlado

  Estaba tan nervioso y agotado, después de haber usado alguna de nuestras mantas y varios cubos de agua, que rellenábamos en un manantial más cercano que la casa, que no hacía caso a las indicaciones del gato que se dirigía a una pequeña cueva al lado del inicio del fuego. Mi mujer, pese al esfuerzo, siempre está más receptiva a las indicaciones de Leandro. Este husmea y nuestro nueva compañera Daisy parece querer excavar para agrandar el agujero.

  Me hago el remolón pero me paro cuando el gato me trae un papel. Es una carta, antigua. La letra es juvenil y debo hacer un gran esfuerzo para entender todo lo que pone, pues en gran medida está borrado su contenido.

  Dorothy me dice, a lo lejos, que me la ha dado, porque pone querido José Antonio, al inicio de la carta. Desde luego, puede ser porque llevó muchos años viniendo aquí, primero con mi familia y luego con las mujeres de mis dos matrimonios que he tenido. Desde hace años, ya,  las hijas no nos acompañan.

  Voy a la firma, si es ella Virtudes. Aunque intento leer los ojos se me nublan y como en una pantalla se iluminan los momentos de hace muchos años. Yo era muy pequeño, o al menos me lo parece, tanto como ella y nos gustaba acompañarnos la una al otro y viceversa hasta ver quien se rendía, que solía coincidir con una voz de mi madre o un ¡hala,  ya está bien, José Antonio, hasta mañana! de Mariano, el padre de ella. Lo decía de tal manera que alguna vez, estuve tentado de darle un beso a él de despedida. A Virtudes, en aquellas presencias, ni se nos ocurría, nos hubiera parecido raro. Sólo es que nos necesitábamos.

  Nos contábamos todo, como era nuestra vida en la misma ciudad, que sin embargo nos parecía un universo en el cual era difícil coincidir, luego durante el invierno. Donde estudiamos, aunque yo siempre le hablaba de fútbol es como si fuera una cosa extraña coger libros. Nuestros campos de fútbol, eran tan grandes como el respiradero de un garage individual, como portería y cinco metros para cada uno de los lados y el frente. También le decía que, muchas veces, porque entonces no había coches, jugábamos en "la calle muerta". A ella la confesé que durante los primeros días, que recuerde, siempre esperaba la aparición de una. Me acercaba al lugar de juego, con mucho sígilo y dispuesto a salir corriendo ante el primer atisbo de un ataúd que creía aparecería en una procesión de nuestros padres, que más jóvenes que nosotros ahora, creíamos que eran muy, muy viejos.

  Le cuento que cuando pasamos a jugar en el club de la Parroquia de San Pedro aquello nos pareció ir a la luna. 

   Ella, Virtudes, siempre tenía mucha paciencia para escuchar todas mis fabulaciones acerca mi amigo que siempre lo podía todo, en el fútbol. Me contaba como eran sus juegos, en aquel barrio en el medio de la ciudad, donde por los jardines ideaban, mil y una aventura.  

   Tenía un grupo de amigas increíbles. Habían conseguido saber un buen número de canciones y ellas, mucho antes que yo, descubrieron que les gustaba mucho bailar. A mi, porque parecía que aquello no nos correspondía a los chicos, lo estuve negando hasta muy tarde. Luego ha habido días que me han faltado horas para bailar, porque fuerzas, por lo que fuera, parece que me salían de lo más profundo de mí una energía en la que me sumergía para ir adquiriendo una coordinación que me ha gustado exhibir muchas veces.

   Me habló de una tal Julia, con el don de estar en dos sitios a la vez, tal era su compromiso y una sensibilidad que las envolvía cuando se contaban historias.. De Carmen, me cuenta que tiene unas cualidades físicas increíbles, que no para de pasar obstáculos, ni de saltar las alturas más inesperadas. 

   Recuerda a alguna más y en su carta, habla que conoció la historia de las 13 rosas. Algunos nombres coinciden. Su madre, en sigilo, aún estando en casa las dos solas, y tras haberla pedido que no salga de ellas dos, le cuenta que vivió muy cerca de muchas de ellas y que las acompañó en sus días finales. Cuenta que aquellos días, ya era Julio del 39 y después de haber acabado la guerra civil que sucedió al golpe de estado de unos generales rebeldes y traidores a una democracia, apoyados por ricos y otras instituciones que no querían perder sus privilegios que decían les eran concedidos como eternos y sólo era de puro egoismo. Conocíó que había habido un atentado a unos de los nuevos mandos de esa dictadura que nació de esa rebelión y que la forma de actuar de ese nuevo gobierno, que había sido la que había ido imponiendo cuando tomaban una nueva ciudad o pueblo, era crear un terror con apariencia de ser impartido por una justicia tomada por ellos. 

  Tal día como hoy, asesinaron a aquellas trece jóvenes y a la vez, me aparece la carta de Virtudes, donde me recuerda todo eso. En los últimos párrafos me pone que ya, en sus 16 años, que es cuando me escribió esta carta que estoy leyendo, se había dado cuenta que me amaba.

   Recuerdo que fue una época en la que por una enfermedad de mi madre, no volvimos a aquel lugar. Puede que alguien la metiera en un espacio teníamos cerca de la casa y allí, el tiempo le hubiera ido echando arena. En ese espacio o en los parque cercanos caí, yo también durante mucho tiempo; me tumbaba y me volvía a la cabeza esos veranos de juegos, frutos y vernos cada año distintos, cada nuevo año notaba como vibraba mi cuerpo cuando, al principio nos rozábamos y luego, ya, aquel terrible último año, los besos y las manos nos ayudaban a conocernos.

   Virtudes, termina escribiendo que la tinta con la que escribe espera que sean las ramas con las que nos rodeamos para amarnos en un futuo próximo. 

    Me habla de aquellas chicas, que nunca las perderá en la memoria, como, de otra manera, tampoco a mí. 

   Mis ojos, están vueltos hacía aquel momento; Virtudes me acompaña este descubrimiento con gotas de besos que se quedaron prendidas en la tinta con la que me escribió.

     Su recuerdo es tan vivo, hoy que creo recorrer cada punto de sus labios carnosos y juveniles. Ella me abrió también el amor y el respeto por quienes soñaron un mundo mejor. 

     Las Trece Rosas tienen las raices tan profundas en el amor por una sociedad mejor, que aunque de forma cotidiana, manantiales de ponzoñas tratan de eliminar su recuerdo; son estas aguas pútridas, las que se marchan por los vertederos de lo inservible

    Mi mujer, según he ido leyendo y recorriendo espacios, me ha besado el cuello y me arrullado la oreja; se daba cuenta de lo que fuí en aquellos instantes de felices y los ha bañado con su boca en el tesoro de agua turquesa que alberga en sus pozas. Si existe entrega mutúa nos bañamos arrullados en el otro.

jueves, agosto 04, 2022

Aterrizar en fango

Un análisis pormenorizado de las interacciones entre mi báscula y mis kilos, saca a la luz, que los fines de semana, tras acudir a algunos de los diferentes festivales de música, un descenso de las endorfinas me provoca un sobreexceso de miradas lascivas. Alguna de mis admiradas me avisa te estás poniendo tibio pero sólo es de la vista. Eso te producirá una flacidez que no encuentro adecuada para nuestra relación; me termina de confirmar. Yo, que ya me he hecho tan dependiente de las que parecen fuertes. Como la Comunidad Europea lo es de Estados Unidos, me inscribo en el gimnasio que ella me indica.

   El primer día, yo que no he sido nunca, ni de visitar estos lugares, me quedo admirado de los aparatos que hay allí. Mi vista recorre cada uno de los que me va señalando. Pienso, no podré venir muchas veces, pero compraré los aparatos.

 El segundo día, se han dado cuenta de mi extrema debilidad y entonces me dan palos de madera en vez de barras de acero. Igual me hacen realizar sentadillas hasta sentarme en una silla, pegada a mi, para no tener que agacharme con pesas de 10 kilos.

  De alguna manera, me lo van diciendo y recordándome que a parte de los aparatos comprados, seguir sus dietas también me ayudaría. Cuando ya he comprado el lote completo. El tercer día veo que quien me ha aconsejado es la dueña de ese gimnasio y veo que es una cadena de muchos espacios a cual más glamuroso.

  Cuando Pelosi aterrizó en Taiwán para hablar de libertad. Yo hice todo lo posible por no ponerme flácido cuando me mira. Enseñé músculo solar, vientre eólico pero no me sirvió de nada me dio a entender que la debía comprar lo suyo, es lo que tiene ser admirador de esa gran palabra que la tienes que pagar en toda sus barrabasadas. Sin ir más lejos y haciéndome cruces, bueno estas, no: 

   Ayudar al rico, es necesario, que lo pagues tú es un signo de los tiempos. Antes de tapadillo, ahora sin ninguna vergüenza 

   No medicalizar centros geriátricos, es ahorrar gastos. La vida es la de "los otros" y ya vistes en la película, podían estar muertos

  Todo es un lío. Ahora, vamos con Taiwán, antes con Arabia Saudí y cinco meses antes con Ucrania. Y, en esta situación te lías porque no te queda más remedio porque te comprando el gas más caro. La gasolina, mala y a alto precio. E igual que a tu admirada consejera de tu flacidez, aquí terminas pagando todo más caro.

  Y la cara, floja no la tienes, pero se te queda tonta, de tanto verte atrapado por eso lodos de los uno salen impunes y a tí, te los hacen paladear

martes, agosto 02, 2022

Fraguas; don't fall apart on me tonight

 Empiezo por un lugar seguro; alguno de los lugares por donde mis carreras me han llevado estos años. Aún despacio, lo recorro, es el inicio del Alto Tajo. 

   Me transporta a una feliz primera vez, no hubo sexo, de aquel invierno en el que entre brumas subí, leyendo, la gran cuesta que no recorrí de pequeño y que era el balcón a aquel espacio al que amaban los visogodos para soñarse amaneciendo en otro renacimiento. 

   Me distraigo mirando a un lado, imaginando un casa, tras una bruma o la luz de la amada, en el ultimo reflejo del sol. Tantas curvas, tantos cambios de rasantes que en algunos de ellos, pierdo la perspectiva. 

  Pese a momentos tan agónicos, como la llegada a Tafalla, en un camino finiquitado en Logroño, por no encontrar más sentido. Siempre he confiado en mis fuerzas. Hoy, estas fallan. Cae la oscuridad como un pesado manto que me hace tropezar y herirme  en una de las piernas y en la cabeza. Noto el calor brotando por el muslo, como si una fusta lo hubiera cruzado con una violencia que me paraliza. El dolor se apropia de los pensamientos que desorientados se entrecruzan y se golpean en paredes que les lleva a otros días, a otros miedos. Muchos mundos pasados se quiebran en esas tinieblas y las voces de las noches, son ininteligibles; podrían ser humanas, si aparecieran los que cayeron agotados o golpeados con las saña del hambre o el odio fabricado para crear terror. Podrían ser animales desollados vivos por las hambres infinitas agarradas a las trincheras o a los pueblos abandonados al ser masacrados desde aviones.

  Suenan bombas en el interior de mi cabeza y al quererla sujetar porque pareciera que se quisiera desprender de mi ser, comprendo que mi sangre mana en abundancia y esa piscina en la que creía ahogarme es un manantial que acierto a tapar con mi inseparable papel con el que me acompaño en todas mis correrías. Por lo que fuera, hoy, al ser tan abundante la cantidad arrancada, este me ayuda a obturar mi herida

   A tientas, arrastrándome por lo debieron ser sendas, arrastro y golpeo; avanzo y caigo. Si hubo alguna esperanza, sé que me encuentro en algun lugar entre las hoyas, Vanzancao y con los golpes, repitiéndose y la sangre que aún pugna por salir, podría ser la entrada a los Infiernos. 

   La noche para el tiempo, como en aquella historia que nos contaban de pequeño en la que el Sol se paró para que una ciudad cayera, fruto de su soberbía. Aquí, cada segundo es la grandiosa construcción en la que una hecatombe sucede a la anterior y en el que un sueño cae en un vacío sin la piedad de un posible artificio de alguien que vagará sin encontrar un cuerpo al que aliviar.

   La promesa que tengo cada día que emprendo alguno de los recorridos es que el cuerpo de esa naturaleza amada me acogerá como una amante a la que le concedes cada uno de los sentidos: para oler sus fragancias con las que ensimismarte en sus aromas que se van impregnando en los poros que se llenan de ella. La noche utiliza un escanciador, tal vez más húmedo, para que en mi situación, su labor de perfumista mis músculos encuentre un fragor al que agarrarse. 

   Sin vista, encuentro los horizontes de los paisajes que sujetan los cuadros en los que nos incrustamos para tener el corazón que palpita en cada trazo de Van Gogh. Dándonos tantas vías para introducirnos en sus flores, saltar sus ventanas, acostarnos, ahora sí, en nuestra maltrecha cama de la noche; le imagino en esta noche donde la paleta se ha caido y se ha mezclado con el barro que le retiene y ahoga, también, ahora como por venganza, al quitar el sabor de esas tierra que ha rechazado la invasión de las hierbas pérdidas por ser arrasadas por cálculos humanos; tan dioses, tan errados, estos. Perdonan los suyos, rasgan la piel que sujeta, la de quienes no se pliegan a ellos.

  Don't fall apart on me tonight, Fraguas

 Cuando todo quiere desmoronarse y los muros en lo que te construiste se deshacen, queda tocar, agarrar ese espacio que has revivido.  Aunque asustado por no encontrar las caricias de los pinos de Riba; besando el recuerdo de los que se fueron, que siento que me abrazan. Me escondo bajo la fria piedra, tras haber fabricado un colchón de ramas de romero, de sabinas como tomaba Julian para construir sus muebles y de piñas que con sus rugosidades juegan a hacerme cosquillas para decirme buenas noches.

  And I need you, oh yeah

  Anclado al fondo del océano de la noche más inmensa, donde las estrellas son borradas por los aguas de la agitación. Lejano, más aún del final del universo que emerge un sonido, pudiera ser un bip metálico que contrajera todavia más mi cuerpo dolorido. Repite, al principio, como en una encalmada, la nota que surfea la ola sin nieve.  Me acude

    Yesterday's, just a memory. 

  Es Bob Dylan; si fuera sus letras, sería un viajero solitario, ya, en un bello barco, pero sus inflexiones, su voz, creando la noche me da sosiego, me convierten en un lobo de mar, encontrando una naturaleza conectada. Tajo, Fraguas, pueblos de una España vibrante, escondidas entre tantas vidas tan diferentes a las humanas.

    I ain't too good at conversation, Fraguas

  pero escucho los sonidos de lo que creáis y camino, roto, pero os busco. 

  Os necesito como una sociedad, se construye con las manos de quien aman el medio ambiente, los corazones de quienes se unen con el compromiso y la inteligencia de desprenderse de los eufemismos en los que nos encierran, para crear mundos posibles.

   Don't fall apart on me, never. Cada una de los edificios que construíis para hacernos mejores

  I need you y a todas las personas que son capaces de mirar con los ojos de los encuentros.

Colectores de O P T

 Voy andando por la salida de un colector en una población que en este tiempo se dobla en número de habitantes. 

  Un año en el que ayudé a preparar el triatlón de Guadalajara ví que se arrojaban se aguas residuales a unos 500 metros de la última casa. Pasaba que el embalse estaba tan bajo que aquella mierda fluia y bullía por allí. Daba un poco grima, por lo que traté de trabajar lo más lejos posible de aquella aparición tétrica e insaluble. por aquel entonces, me sorprendió que había mucha gente que atravesaba aquel espacio con suma familiaridad. Como diría aquel, quien soy yo para decir nada a quien se cree divino, caminando sobre la mierda.

   Repitieron algunos, no recuerdo muy bien su cara pero iba pulcra y se hacía interesante de contemplar. Me pareció un contrasentido que atrajera por un lado y que sin embargo, produjera tanta repugnancia. Una lección de vida. 

   Puedes mirar estos días las teles, pero ya también, las redes que te muestran las excelencias de tal o cual personaje. Te quedas prendado de sus ropajes, de las luces que les proyectan y de la contundencia en la seguridad de sus afirmaciones. Pocos encuentras estos días que te produzcan esa sensación de plenitud, pero las hay.

   Cuando visitas sus feudos, te guía un hilo conductor, invisible, como ajeno a cualquier imposición pero que tras tres visitas, se te hace reconocible. Tu que siempre has sido de coger alguna que otra calle oscura, para encontrar un bar italiano estupendo o un local abandonado donde has leído que se produce la música electrónica más moderna de esos días, en la que luego será la capital de esos sonidos; ahora te ves en las vías de un tren de la Bruja, que trata de sorprenderte cada día, con diferentes coloridos en los trajes pero que te das cuenta que la ruta no varía.

  Un día, cansado, en cierta manera feliz porque el día anterior, con el kayak, y por primera vez tras mucho tiempo, con el balón, te has dado una sesión de giros, de controles orientados y al final surfeado un poco; decides que tras los primeros pasos de rigor por la vía de tren, en un intercambiador, te quitas las ruedas que giran para volver al mismo sitio y con tus pies, te lanzas a un tobogán sin fin. Nada está escrito, ni el colchón de la historia te amortiguara. 

  La música, tan igual, tan diferente cuando quieres conocerla está en el origen de los alocados actos que te guían. Las calles se han han hecho más oscuras, estrechas y se ve que el servicio de limpieza aquí, no ejerce su función. 

   Parecía que la tristeza es el adorno final que quieren poner a este lugar que le podríamos llamar el paradigma de la pobreza. Nunca nos dejan pensarlo pero este lugar parece el colector que intentan alejarlos de los lugares sublimes de convivencia donde los grupos lucen sus mejores paños sean calientes o exuberantes; de esplendor más que luz. De continúo nacimiento más que de reconstrucción.

   La maldad verdadera es que se hable de esos bellos lugares, momentos y espíritus y tengas a La Cañada Real, en las condiciones que dice, quedaría la ciudad: oscuridad, pobreza, tristeza.

  Todo porque detrás existe una gran trama de especulación para rentabilizar los terrenos de alrededor. 

  Pasa como la ley de secretos oficiales. Una sociedad que no debe conocer sus lugares de podedumbre durante 50 años. Como si tuviéramos que vivir guiados por unas fuerzas que como único símbolo de libertad es que nos liberaramos de los golpes que nos pueden dar algunas de sus brujas que nos colocan en el camino 

lunes, agosto 01, 2022

Módulos

 Cuando me acerco a aquellos lugares donde viví momentos tan diferentes de mi vida, los creo ver cómo compartimentos estancos, donde el hilo del agua del tiempo, no los tiene conectados.

  En mi bolsa, también llamada estanca de las ropas y materiales de piragua, me pasa lo mismo. Ni una gota y la llave que me sirve para recorrer otros espacios y recorrer otras épocas.

  Un niño tiene la capacidad mágica de derretir las planchas que te aíslan de lo vivido. Te habla de hacer sus marionetas del Dragón y el rey y algo sucede sobre uno de los paneles que encierra tu tiempo; se van imprimiendo esos personajes y sin darte cuenta traspasan al otro lado de los habitáculos donde has compartibilizado tus actos y aparece Dragonio un personaje que habita en el río Henares y que tiene cuidado de todo lo que ocurre alrededor de su cauce: su naturaleza, su fauna, una especie desconocida para él y los suyos, que son los seres humanos

    Por ahí, se ha fundido una pequeña cárcel en la que te veías aislado; pero luego ese agua, como te surge ahora, rebelde, la surfeas en una piragua y te crees contenido en ese momento, en el de un apacible paseo por su travesía por Guadalajara; allí, plácido, aunque con demasiadas ramas, resulta que surgen piedras, múltiples, grandes, pequeñas; unas, apenas asoman. Otras, gigantescas, paran corrientes como Hércules y las echan a un lado; las mínimas, parecen débiles y te pueden atar a un rebufo que te ame hasta ahogarte o pueden ser saltadas y crear olas donde se puede cabalgar para ir al sitio más exclusivo del mundo: a enfrentarte con lo aprendido en el Ourika, que te asoman a una caiiiiiiiida infinita: chacs, cata chaaaaaaaccccs y sales ainado pero continúas en rampaaaaaaaaa ahhhhhhhhh y en otra piedra a la viiiiista, haces una diagonal y paras, ufffffff

 Y en esa contracorriente que te da reposo. Te paras por un segundo, veinte, tres minutos, una eterna hora, en Alexander Platz y aquí ves la belleza del Güil y allí, en aquel Berlín, aún no vendido a los escaparates reivindicas el medio Ambiente. Sin saber los submundos pero queriendo otro mundo, sin dragones que quemen las sendas para solo ofrecernos sus autovías. Detrás de la piedra no es una opción para vivir, en la otra orilla está Cervantes y su personaje será engullido por mil corrientes, manadas, ¡Qué curioso! de una llanura, de un cauce tan apañado con árboles, amigos de molinos gigantes y hierbas placenteras para las vaqueras del Arcipreste. 

  Sin darme cuenta, me veo desecho de mis módulos. Encuentro una posada entre el calor de Pepe el de Málaga y su mujer: ¡Lleva cuidado Pepe! y el grupo de Vitoria y Guada, que deshacía las pesadillas del Oum era bis y la Dora Baltea.

  De los puñeteros nudos en los módulos y en la vida, los tratamos de deshacer a besos 




Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y