Tienes miedo a perder las palabras cuando una desaparece ante la presencia física del objeto. En ese instante te preguntas como es posible y entras en pánico. Se queda esa angustia pero luego recuerdas el documental finlandés que escuchas en versión original, o la repetida canción de Bob Dylan que te sigue negando su esencia porque vives entre unas cartas con rancio abolengo tallado en castellano. John Lee Hooker, habla de make love pero has vuelto a leer sobre "hable la tierra". Introducción a libros sobre la memoria histórica; se confunden caminos por un cerebro, con surcos labrados a diferente vertederas en letras.
El reto de darlas tu propia forma está cada día en tu escribir; en la herrería con tus fuegos que reavivan los temas en los que te anclas. No pudo ser con el libro "la España en la cartera" de Joaquim Bosch quizás porque tanta contundencia en los datos, golpeaban un tiempo en el que las exigencias son sólo estar sin hacerte ser.
Saltaban con Fito en las fiestas. No le visite en el edificio de sus letras. Me resultaban extrañas las palabras que, sin embargo, son mis entrañas. Unos días en Umea, en un piso compartido, dos camas separadas por dos lenguajes extraños. Nunca fue bueno empezar a construir la casa por el tejado. En una cocina compartida hubiéramos debido comenzar a dar vida a un pez por la boca pero un soldadito marinero se acostumbró a partir cuando estaba atracado en puerto. Se iba cuando estaba y soñaba permanecer cuando ya las velas de las naves se habían hinchado.
No tuve una bruja que me enseñará a reírme por pensar quedar como un idiota. Hay casas que se empiezan por el tejado y luego se sustentan durante un tiempo, sin eternidad, en lengua, palmas y besos. Nadie sabe si tendrán cimientos o sería bueno armarlos, pero existen habitaciones que durante un tiempo vuelan y visitar cielos con sus spas y baños, es tarea de sabios, que saben que esas piedras son de pan de magia.
Perdí las letras de una palabra y camino cada vez más cadáver. Deslizo mi mente sobre el caos de lo que quiere haber sido sin haberlo sufrido. Chocan esquinas que no tuvieron el reposo donde besarte. No fue lo común, en lo que me presté a vivir. Mis cielos herméticos tienen las señales de los aviones que vienen y van, cruzándose en instantes sin raíces. Sus halos permanecen, cuando ya, empiezan a difuminarse.
Battiato mece derrotas con su cálida "prospectiva Nevsky". La belleza calma los terremotos con los ágiles dedos que recorren sus fallas donde nos amenazamos ahogarnos. Franco crea un mar donde un Neptuno calma la gran ola en la que te amenazas, destruirte
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