domingo, agosto 21, 2022

Danza tapada

 Cuando escucho en Pandemia Digital la entrevista a Fonsi Loaiza, el mundo hecho piezas, tiene un mayor sentido. El hilo es como nuestros juegos de pequeños con dos envases por el que nos hablabamos a voces en un lugar solitario. Sólo nos oíamos los dos. Duele, pero existen esperanzas. Cada vez más intentamos escuchar, unos cuantos diferenciamos a un equipo de su presidente aunque el primero lo haya adaptado al segundo como yo lo intento a mi kayak.

   Existen esfuerzos en esta sociedad contra la barbarie. En Tenerife, destrozar una playa para dar placer a clientes de un posible hotel. Enrique García en la enseñanza pública madrileña, destroza las mentiras del consejero de Educación.

   ¿Cosas en común? Pocos ayudan en la isla, por si les cae algo. La marea Verde se diluye ante la sirvergonzoneria de los medios comprados, nuestras propias deserciones, y la capacidad de manipulación y aguante de quién gobierna. Por ese son tan canallas cuando no lo tienen; saben que tener el poder les hace inmunes.

   Aspirar a dirigir y controlar a esa izquierda que como dice con ironia Ignacio Sánchez Cuenca se cree con una superioridad intelectual, que puede tenerla, añado por no quererse dejar adoctrinar, le va a ser difícil a ese secuaz de Florentino. Se alimenta el fanatismo y ahí puede tener una pelea con quienes andan en lo mismo. Tienen espacios abiertos, para medrar, para crear fabulaciones; aunque no habrá nada más bonito, por ahora, que un Barça de fábula femenino, por muchas Pastor que adocenen un producto de mercadotecnia y eso que seguiremos a las Weiss y sus chicas.

   No se abren las posibilidades de huelgas en la enseñanza. Personalismos, el alumnado, situaciones personales hacen llegar a las aguas, mansas, a las orillas edulcoradas de lo que nos eligen en las pantallas.

  

No hay comentarios:

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y