viernes, abril 26, 2024

Nos están fulminando

 Aquella señora lo dijo muy de veras: "nos están fulminando". Ella se llamaba Mónica Oltra; los interpelados sobre nosotros. Quienes nos quedamos anonadados cuando escuchamos a unos jóvenes contar como importante que en diferentes sitios al presidente del gobierno le han abucheado. 

   Enciendes la hormigonera de generación de gritos y ves la mezcla que les están echando. Desde luego no es cubo en el que hacía masa el otro día el compañero. En la boca gigante chancla, ve que introducen el dinero de gobiernos de comunidades, que se mezclan con medios de desinformación, por medio, meten la zahorra de jueces que tienen la ideología como piedra angular de sus decisiones judiciales; esta gente se queda tranquila porque la doctrinas son mucho de masajear y relajar. 

   Luego, por supuesto, tienes que tener gente como los jueces de Master Chef españoles. Son como los hierros que están por dentro de esa bocana. Van seccionados sin ningun miramiento. Les importa un pito, que en mitad de esa competitividad exacerbada muestres debilidad. Siempre tienen a un killer que les apoya y a las otras concursantes, pues que para adelante. Los jueces "salvajes" como diría Bolaños, pero no son sus personajes, alegarán que "has quitado el puesto a otra", "nos debemos al circo". En fin, parte de ese sistema caníbal capitalista en el que nos encontramos cómodos.

  Uno escucha hoy, en esos podcast que has empezado a consumir por si te pones fuerte, no sabes en qué, y oyes a un comentarista decir que un padre tuvo que cambiar los hábitos de sueños de sus hijos. Te imaginas a un Pedro, por lo que sea, un presidente de gobierno, escuchándolo esta mañana. Ve lo que ha montado, porque sabe que todo es mentira, que quienes alimentan los bulos son los de la masa de hormigón descrita arriba, le meterán varillas del hierro, como a la cúpula de los israelís, estos con su inhumanidad a la que han votado y entregado.

   Entonces, sale el Sol, o encienden la luz de estas que nos han puesto en el trabajo. Nos invade la visibilidad y nuestro hombre se ve quitando aquellos setos y mirando a un lado al padre y la madre, consumidos por el salvajismo de fuera y porque no acudieran allí, la coherencia y el apoyo mutuo en el que ellos se han refugiado para apoyar a quienes le votan. Luego el presidente tuerce la cabeza y el gesto al mirar al conglomerado informe que se ha formado con la panoplia de abducidos que vagan por allí. Piensa en Goya y en sus pinturas negras, las cree que permanecían en el Prado pero descubre que como los cuadro de Van Gogh que hoy con la inteligencia artificial reviven; los monstruos que dicen defender una entelequia, desfilan como en una procesión de los horrores. 

    En esa habitación, hoy solitario, reescucha a Mónica, toma conciencia de los abrazos que le dieron por Europa y aquí en España, los suyos, estos si siempre con los puñales preparados, pero como en el cuento del pajarillo, recuerda

    No siempre los Podemos que te echaban alguna cagada, era por tu mal, sino para protegerte del frío que se siente fuera, y quienes te sacaban de ese cenagal y te limpiaban y porque no, también te masajeaban, los Ferreras era quienes te iba a ayudar, sólo te dejaban preparado para que el lobo, pudiera atacarte sin ninguna piedad, pero si con pulcritud, que como vimos, son mucho de eso. 

     Y ahí, andamos, con las yolis que te siguieron en el olvido de aquellas situaciones injustas, acudiendo en chancletas para que cuando la requieran pueda volverse a poner los zapatos de tacones de punta, eso si, sin ninguna mácula. 

jueves, abril 25, 2024

Manos

 Me entrevistan, pongo mis manos, por delante; no sé si por significar un coño o una responsabilidad de manos inocentes. Esas palabras las dijo Aurelio el día que empezaba su viaje a algún sitio, sin que entonces y ahora nos quisiera aclarar donde.

  Durante aquel Interviú. Kaleso relato como su hermana se habia metido en el cine, todo por un superdotado. La pregunta subsiguiente la hizo sentir como una estupidez, pero se tuvo que hacer.

  Después de aquello envolvió su bocadillo de chope vegano y se dispuso a traspasar una nueva barrera. Esta sería de perejil, pero sin gilipolleces que ahora parece que no penaliza; sería de planta, de esa que te ofrecían antes en la tienda de barrio. Fue cerrar y ya casi ni parar. Las abuelas esperando la cola te daban mucha vidilla. 

   Lo puso así, volviendo al tema, porque ella pocas veces se negó. La llama Pedro, aquel día que se confesó cansada y le manda a paseo y si, no sería para menos. 

   Para más el Paracetamol, lo mezclas con el Ibuprofeno y ya tienes montada una guerra;  confiesan los miembros del jurado que a ellos eso les pone como una moto. Bueno eso, lo de las pastillas y ver a una concursante que se confiesa sin fuerzas para seguir.  Eso ya, les pone la vejiga en ebullición y así actúan, como déspotas con incontinencia neuronal, en una televisión pública. Imagínatelos en una privada. Menudos solomillos y hostias al capturado.

    Mira que les hacen poner las manos así, incluso a los que dicen soplapolleces; nada Pepita y Carlinhos tan contentos. Su vecina, cuando se lo cruzaba, siempre le agradecía que le hiciera su señal desde, sin ella saber que él no lo podía saber porque era un doble, cosas de pasar de tres cervezas. 

Mira que se lo dicen, pero chico será el lúpulo o la fermentación, pero que le deja jodió. Tanto que ese día por tantas experiencias le declara inmaculado, pero de ella no sé nada. Mira que los ocho de Diciembre, no se los saltaba, pero eso de las bendiciones y sus hostias, les alejaron. Alguna juntarán las manos, o no. Los extraterrestres son asi

Grandola, vila morena

Viajar para la empatía. No ir detrás de nadie, ni para ponerse bajo sus huellas, ni para hacerle burla. 

  Una encina, atemporal, nos refugia.

    Tantas empresas que alimentan a crápulas amorales dispuestos a animalizar a sus enemigos para poderlos matar.

     Tantos adoradores del poder y el dinero para someter primero a quienes les sigan, porque son víctimas de sus mentiras y con estos de arietes, a los enemigos 

      Tanto silencio de doctrinas, convertidas en empresas especuladoras, que desde sus ondas, sin dios,  llaman a odiar a quienes les quitan la patina de dignidad para luego matar a esas cucarachas que les han mostrado sus trasteros infectos

        Grandola vila morena

         el pueblo es quien más ordena

          dentro de ti, oh ciudad

           tierra de fraternidad

    en cada esquina un amigo

     en cada rostro, igualdad

        A la sombra de una encina

       que ya no sabía de edades

        juré que sería mi compañera

 No, no lo son quienes nos encierran en sus mentiras, en su entrega a las armas como solución a los conflictos que enriquecen a élites, quita recursos a las necesidades básicas de la ciudadanía y nos meten en espirales de miedo y entreguismo a dictadores y aspirantes a asesino de masas

miércoles, abril 24, 2024

Que hicieron los romanos por nosotros

 Mira que me lo contaron durante tiempo, los Monty Phyton el tema de lo que habíamos hecho los romanos por ellos, Jhon, Eric, los Terry (por supuesto, sin coñac), Michael, Graham. 

  Hicieron un gesto despectivo y me recriminaron, como aquel egregio político: "pero si tú eres moro". Mira que a parte de poco pelo, tengo mucha paciencia, les rapeó, como en un carraspeo

     no iré yo a la guerra, pagándote armas

     si por especular de la vivienda, tu mamas

      Se vengan por la exposición quienes traicionan

     preparar piras porque golpearon y siempre maquinan

       Se esfuman las palabras, diciendo tu eres mi amigo

       no, no lo eres, dice Dylan, te alimentan el enemigo

        Quisiéramos desaparecer pero nos los quitaron  

        y a ellos, les debemos respeto, porque se posicionaron

        labraron una democracia, entre las espinas de los libertos

        que la nombras, y la mancillan; En la calle estemos abiertos





 

martes, abril 23, 2024

Un cuento sobre el Liffey

 Había acumulado tal cantidad de libros que las letras que no salían a la luz empezaban a impacientarse. Conocían a su mecenas; les habían hablado de su inmenso entusiasmo el día que entraba en la Ciutat Invisible y empezaba a intuir todo lo que se podía encontrar allí. La última vez, les había contado que escuchaba a educadores sociales y como cambiar el mundo en el que intervenían.

   Él, sólo, allí había comprado "la llamada" de Leila Guerreiro. Bueno, en otra librería, ¡cómo lo dice él, haciendo sabrosa su pronunciación! "El camino a Wigan Pier" de George Orwell, y en otras, ....

    ¡ahhh, para, para! no los lee, estamos aprisionadas las palabras  todo lo que tenemos que conta, sentados en una silla o en una estantería, allí, aburridas. Se ha hecho adicto al twitter. ¡Cambiar nuestras historias, por titulares!. Nos está traicionando.

     Afirmaba él, nuestro ilustre olvidadizo que lo más bello e importante que había cogido de la Ciutat era la explicación del proyecto global del que formaban parte; le llenaba de entusiasmo porque su prima, mayor, mostraba entusiasmo por todo lo que parecía suponer de construcción colectiva dentro de una ciudad, tan gigante, como inhumana, en muchos momentos. Eso ya le era bastante. 

    Bla, bla, bla, decía la B, en solidaridad con la A y con una oración en subjuntivo. ¡Queremos salir, queremos llenar el mundo de frases!; luego que decidan nuestros interlocutores, si hacen caso a las palabras de un corrupto o a la letra de "drive all night", hoy, cantada por Eddie Veder y Glen Hansard.

    En un momento determinado, ya liberadas, contaban las palabras escapadas de los libros que se abrían, todos a la vez, que aquella se podía convertir en un guirigay, pero ¡tan bello! 

    Un niño se dormía sobre la almohada gallina, que se quedaba silenciosa para no despertarle. Un hombre soñaba encerrar la hipocresía de las palabras dichas sin ninguna responsabilidad. 

    Aquella joven, en la pradera de la universidad, aparcaba su sonrisa lanzada a una margarita salida de repente, junto al aparca bicicletas, donde encadenaba la suya al "si, no, si no, para partir el último pétalo y que deje todo en algun "a lo mejor".

    A los vegas, palabra en clave, los cogía una honda, los volteaba y se inseminaban por el Camino de Santiago, por las rutas, no fueran descubrimientos geográficos.

    Unas letras osadas, oportunas, como veremos a continuación, se alineaban para aparecer por Queen's Theatre de Dublin, donde James escribió que en la cartelera se anunciaba  Leab y hoy, un siglo después, se imagina, en otro espacio, más republicano de aquella ciudad. Sweny's Chemist, a PJ, acogiendo a españoles, con la cordialidad y fraternidad que nos cuenta emocionado, siempre, nuestro carcelero de textos, dice que ofrece un té a los que vagan buscando descifrar el inabarcable Ulysses o a los veleros osados que cogen inmensas olas de palabras que se aceleran por el casco antiguo sucio en una noche impregnada en Guinness, donde los puentes sobre el Liffey no se pueden cruzar porque tienes el riesgo de asomarte a sus aguas y encontrar risueña, a tu amor, aquel que no se presentó a la cita, sin ninguna explicación. 

    Allí, apoyado en el resbaladizo pretil tú la contarás todas tus tristezas y ella, te volverá a prometer alegrías.

    No lo cruzas, te quedas en esa orilla, como el caracol, que también pertenece a ese lugar, en una lluviosa noche, pensando en el Shane que nos queda, alineando su voz, con su espíritu aventurero que decidió cruzar aquella pasarela que tanto le retuvo, con tanto soportes de cariño que fabricó, hasta que un día calatrava, colapsó el puente y le perdimos, porque nada se detiene y él tiene que morir, para que otros nazcan. 

     ¡Palabras!, ¡somos frases, oraciones, textos, vidas en las que sernos otros!. Salimos en aluvión, como queriendo compartir el peregrinaje con los humanos, olvidando que estos se acaban y nosotras, en mestizaje eterno, creamos infinitos mundos, caemos como gotas en nuevas mentes; después de deshacerse las esencias de tiempos duros, pero también los de gratitud a los colaboradores de Sweny, y los sueños y dolores desprendidos conduciendo por las noches, uno para buscar su zapato perdido, otras, donde aparecían cancerberos de mil cabezas con sus voces, en eco.

lunes, abril 22, 2024

Devoluciones

 Ruud devuelve el pelotazo de un castizo que le llamó: como no te voy a querer, si te estoy creando una costra de una herida que te provoqué. 

  Nuestro protagonista calla y coloca su nuevo golpe sobre una banqueta de la consiguió despegar un vaso con el zumo de naranja que se acomodó en su boca. Lo saboreó y a continuación empezó a especular como será el mundo dentro de 100 años. 

   Jorge que estaba enfrascado en abrir el bote de cristal de su ultima compra de miel, estaba embebido en sus pensamientos sobre su próximo viaje hasta el estanco. Había pensado que ya no enviaría nunca una carta con un sello y ella le había nombrado en sus sueños; razón de más para chupar el timbre y devolver su llamada. 

   Decidió emprender aquel vuelo y sentarse sobre aquella nube de agua, que no terminaba de decidirse por arrojar su contenido, como si la tierra pudiera esperar.

    Pasó de largo de muchas tierras sedientas y a todas parecía que le había puesto una cúpula para que cayeran gotas que diera sentido a la vida que se secaba allí debajo. 

    Una mujer, quizás cruel; seguro que miserable y mercenaria se vanagloriaba de haber tejido aquel paraguas, junto con muchas otras bestias, acudían a exhibirse por los diferentes escaparates que elaboraban gases que pudrían el aire por el que se desenvolvían la sociedad. 

   Alguien se acercaba y la daba mimos, mientras de ambos, casi imperceptibles salían unos hilos y arriba se veían las manos que antes, como un moderno Scroogel se las había estado frotando mientras un perro fiel, había puesto un clickbait, sabiendo que a su amo, le buscarían por aquel nombre.

   Ganaban y mundo seguía igual, deshaciéndose

domingo, abril 21, 2024

Lo que mis ojos no escuchan

   Iba viajando con las zapatillas puliendo el asfalto. Pesaba el negro ante que llegará la noche, impregnado con cada una de las barras; no prometía nada, sólo era una prueba más del concienzudo trabajo de gente que sabía lo que quería.

  Esa noche, una nueva nube se cernía sobre el cerebro por su enésima derrota. Se preguntaba si seria verdad la maldición que le había lanzado aquel aprendiz de brujo, aquel puente de Diciembre. 

   Pese a la soberbia que anidaba en el cerebro del maldecido. Con una puntualidad y crueldad perfecta, su sino se cumplía de una forma cruel, perdía todas las elecciones y parecía desaparecer en cada bocanada de aire que parecía tomar con la siguiente elección en la cual se ilusionaba con un mensaje que creía era honesto para ayudar para el futuro de la sociedad

   Temeroso se había puesto en manos de exorcistas, pensaba que un nuevo periodismo podría aliviar su desaforada caída a la irrelevancia. Lo que hoy le parecía tan sensato que estaba convencido iría creciendo de forma inexorable el poder de sus programas.

   Sin embargo, como le había dicho aquel hechicero, se iba convirtiendo en un púber, al que se le permitía jugar, porque su peso en la sociedad era muy bajo, apenas perceptible. Las llamadas televisiones y radios mainstream no les nombraban e incluso les desaparecían durante el período electoral. No querían que existiera para quienes iban a ir a votar

   En el instante mismo que había conseguido su objetivo, le sacaban "en volandas" y comenzaban a golpear en un pin pan pum impúdico. 

   Nunca el maldecido se había dirigido al nigromante para pedirle explicación de aquel embrujo; aceptó su predicción pero no la bellaquería de todos estos conductores mediáticos que no daban pie para que las Miren, las Isabel tuvieran sus minutos de gloria, pero luego atizaban en sus análisis postelectorales a un invisible Podemos; con una saña que más parecía miedo porque les había puesto ante el espejo de sus miserables dependencias de sus pagadores y las incongruencias de servir a quienes especulaban y no enfrentarse a quienes destruían las telas que sujetaban y sustentaban a seres tan diversos.

   Aquel adivino, estos emponzoñadores pedían contundencia por lo acabo que no tenía ya ningun valor en la sociedad y callaban por estructuras que se habían heredado desde el terror.

   Si hubo muchos instantes que pareció lo más lógico, el menos malo, ahora sabía que aquella fuerza del 15M, con sus debilidades y contradicciones estaban en un Podemos, aunque ahora menos

sábado, abril 20, 2024

Sentado en mi cadillac

 Conduzco toda la noche, sentado, al volante de mi cadillac, veo las estrellas, contemplo la vida nocturna con animales cruzándose, como alineados para no descuidarme. 

    Stan Getz sigue provocando un viaje astral por mi mente. Sus notas tratan de alinearse en un mapa que las olvidaron durante muchos años. El deseo olvida el pentagrama sobre las que se han subido para sentarte al lado, en Corcovado, de la chica de Ipanema. 

    Sale un barco con las velas de la paciencia desplegadas. Irá lenta, muchas veces las nubes esconderán la Osa Mayor que te lleva a un desconocido Baluchistán; en otros momentos las olas serán inmensas, amenazan aplastar la cubierta y destrozar el timón, para que cuando llegan los tresillos, todo se te haga inasumible. En todos esos instantes, que parecen finales, el do, grave, se abraza al mi agudo y luego se desliza a un re, otra vez grave, para que tu boca sepa paladear los matices de esos cambios, que son la playa en la que te has posado.

   Descansa el cadillac, la mente se adormece en un area de descanso y se aparece un inmenso oso, a cuatro patas, torpón, cimbreante te produce  un sentimiento de cariño. Cuando se pone a dos patas y se despliegue todo su esplendor, la luna llena cae baj9 la montaña de su cuerpo. 

   Entonces los dedos de sus dos zarpas empiezan a tocar un saxofón imaginario. Sales del coche, como la sociedad vasca salió hace ya muchos años, de la violencia del terrorismo. El miedo sería haber quedado sobre el cubículo, encender el motor y acelerar, aunque fuera para destrozar el carro de la Osa Menor. 

   Comprendes que no serás nada, si no te compartes con el animal, el movimiento de los dedos en tu, también, instrumento imaginario. 

    Llegan todas las montañas rusas del libro de canciones de Guy. Escuchas los consejos de los guías; tranquilo, el viaje durará lo que tenga que durar, pero como te indicaron las nuevas compañías; no deberás dejar de alinear cada una de las notas, bien sea con vientos portantes que amenacen hincar tu proa sobre las profundidades, bien sea cuando olas veloces te hagan sentir vértigo y estrellarte, contra los acantilados amenazantes que nunca se van, como persisten las estructuras instauradas de una dictadura, producto de un golpe de estado y sobre la que nunca se piden que se cambien o se cuestionen. 

    Cuando sepas que le has dado valor, a saber leer todo lo que te rodea. Un día al inicio del viejo pentagrama que te pide que condenes el terrorismo, que sucedió y dejó un abismo de huellas, que ahogaron a familias y erosionaron las estructuras que nos dimos para una convivencia. Necesitarás, para que está sea plena, cuestionar porque los sistemas de entrada de los jueces y de los policías tienen el poso venenoso de un tiempo de injusticias y eliminación de la imposición de una dictadura que dejó esas pócimas dañando la construcción de relaciones de dignidad mutua entre los habitantes de una sociedad.

     Como en un círculo perfecto de esta hora, tengo ilusiones, como Leila Guerreiro y contemplo la limpieza de nuestros cielos para que las notas, con la repetición de los ciclos de sus lecturas, puedan dar la musicalidad que forman la belleza que sale del saxofón del Stan Getz. Equilibrio entre infiernos personales, como los que imponen los que miran las pajas en los ojos ajenos y permanecen cómodos, pisando fuerte con las estructuras que siguen vigentes y siempre amenazantes.

    Cuando el mapa se vuelve a escribir delante de mi vista, enciendo la radio y "saudade vem corriendo" sacude el motor que descubre nuevas carreteras. 

    El viejo cadillac salió del garage para que nadie te marque sus rutas de intereses

viernes, abril 19, 2024

Visiones de un tiempo

 Sientes ser seguido como los seres que pudieron salir de su encierro y sobre ellos, llevaron la cámara y el sonido de las pisadas que les controlaban.

  Ella no, no puede sentir los pasos, los acompasan con todo lo que les ha provocado. 

  Pusieron disfraces a sus miedos; por la debilidad que delataban hechos, engendraron odios y cuando estos se habían aposentado sobre todo sus manto mental, empezaron a plantar formas de venganza por lo primero, sus miedos, y con todo el humus que les habían ido trasplantando los periódicos para que con lo segundo, el odio pudieran animalizar a sus enemigos.

  A esos, a los que piensan que les estaban amenazando, cuando les matan, cuando los hieren, cuando les mutilan. Entonces, como para exorcizar sus demonios, les ridiculizan, les hacen mofa, con sus disfraces, con sus gestos impostados. 

   Si han llegado hasta aquí, lo mismo muchos les ponen nombre a esa situación, dice esto está pasando en Israel, con colonos, que tienen miedo, algunos se van enseguida, que odian que se apropian después de las burlas, de los territorios palestinos. 

   No tan lejos, ayer, la insigne Yolanda, por favor no confundir con la que cantamos los enamoradizos; se aprestaba a lucirse con el mercenario canalla hamletiano periodista, ese que se preguntaba sobre las naderías para engendrar odio. 

   Como fondo de escenario, una de las caricaturas que alimentaron a cientos de miles de personas normalizadas en su vida diaria, Pablo Iglesias con una pistola en la boca que se ha metido él mismo. 

    Él tiene sus motivos, el dinero y sus apoyos, empresas que justifican su apoyo a los diferentes proyectos periodísticos en que necesitan visibilidad. El ciclista dopado también busca tener un proyecto de vida. 

   A este, a Pablo Hasel, les criminalizan; les señalan como looser. 

     A esos grandes emporios les dan portadas, mejores espacios y halagos infinitos; pagan. A los degenerados periodistas les mantienen proyectos. 

     A la gente que vieron esa caricatura y otra de una persona que denunciaba los privilegios de los que hemos descrito arriba, les alimentaron para que odiarán lo que les indicaban y tuvieran un miedo por algo que no iba a suceder, por ejemplo, quitarles su vivienda. 

     Muy curioso que quienes se apropian de cientos de viviendas, son esas grandes empresas, que pueden ser fondos buitres, que patrocinan periódicos que generan odios, miedos, con bolígrafos para dibujar animalizados seres humanos, que denuncian su indecencia moral.

     Lo cruel son las risotadas que esa gente, normalizada, realizaban sobre personas que ponían en cuestión los orígenes de sus miedos y odios.

jueves, abril 18, 2024

El coche que surge

 Espero sirva como plegaria, para ti, coche que has surgido por la derecha.

  Tu conductor a tope, quizás iba a recoger a su niño, todo dulzura. Has salido de un carril de aceleración, va por delante un camión; este tiene que incorporarse al carril derecho, no le pertenece el anterior. Un coche acaba de adelantar por la izquierda y vuelve a su carril.

   Si no es padre, quizás sea un duro directivo de alguna de las cientos de naves que hay en el polígono de Cabanillas. Ha tenido que ser inflexible con los calculadores trabajadores. Se siente único, por eso va a 150 kilómetros, al menos. Es decidido, se lo valoran. 

    Por lo que sea, el conductor de la izquierda, mira a su derecha. Un misil balístico se acerca. Le da tiempo a ver que el camión también empezaba a incorporarse. Pasa, amenazante, asesino, el trozo de hierro, la mente criminal que lo conduce.

     El susto, enorme, el claxon destroza el sol de la tarde. Ese astro enorme que pone el abandono al que nos hemos sometido para la riqueza de unos cuantos. Grita y aprieta, el conductor suelta toda su adrenalina. 

    El descerebrado frena desafiante, tal vez, en realidad necesita beber sangre, provocar muerte. Si puede pensar, lo mismo no era ni el amoroso padre, ni el cruel directivo, tal vez ha quedado en algun motel y va a hacer cierto ritual sado, por lo cual ha hecho ese adelantamiento, para calentar, no olvidemos la importancia de este acto, y sentir el inicio de las pruebas que luego le practicarán. Demasiado poco, entonces, ver los cuerpos de las muertes que pudo provocar, cuando a él le van a abrir las carnes.

   Detrás, llega un antiguo todoterreno, ahora SUV, se queda mirando al gritón. Este ya no sabe si se ha asustado por los gritos o era el dominatrix que le podía haber quitado su sumiso tarado.

   Un día más, el saxo suena cansado; nuevas oportunidades. Un número más en el anuario de muertes en la carretera. Da igual que sea descuido, provocado, colateral. 

   Ilusiones rotas, mientras mentes genocidas, se suben sobre un pedal de aceleración, lo aprietan para conducir un coche, hoy, de alta gama o lo pisan a fondo para negar en una televisión pública de un pais ajeno, el cometido sobre las niñas y familias de un país como puede ser Palestina y una ciudad como puede ser Gaza.

    Pero lo es y a todos los seres humanos se les debe respeto

    


miércoles, abril 17, 2024

El canto desde una charca

  Coge un sombrero de copa, si puede ser; meten la mano y de repente, van a tirar para sacar el conejo y ¡vaya! que coge el animal, y de una forma similar, tira de los dedos de la mano del mago y ¡hala! la mujer lanza un grito porque no se lo esperaba. 

    Instantes antes, ella eufórica había sido señalada y vitoreada por una gran masa; ¿informe! no, no, por favor, está uniformada y todas siguen las formas marcadas por la elegancia. 

    Hablábamos de ella, porque como no le va a crecer el ego, si es una defensora de la vida; si, por encima, de la mujer, que tiene a decir sobre su propio cuerpo y vida posterior que va a tener.

     La vemos eufórica, nombrada desde los más egregios lugares y a uno de estos acude. Ya hemos visto que como maga, confía en volver a sacar otro conejo de la chistera, pero hete aquí, que la dejábamos siendo metida por el sombrero de copa.

       Seguro que a muchos de sus seguidores y a tí, como curioso, os ha dado por esperar hasta aquí, para saber hacía donde había ido, la idolatrada defensora de la vida. Pues nada, derecha, por afirmarse, por parecer de Sumar, a una fábrica de armamento. 

        Allí, ¿Qué pasa, hombre?, me impreca un directivo de la cultura de la muerte, que mea hacía bajo, por si sus seguidores tienen sed y o, que le he visto, pues se cree que se lo recrimino.

        Yo, hago, como uno de los Ticicle, Paco Gracia, me encojo de hombros y como el árbitro de ayer, contra el Barça, indico que la jugada siga.

         Así, que por allí anda, nuestra protagonista, en una mesa se han puesto a calcular  cuantos muertos se han podido producir por un arma que toca con un cierto deleite la señora. 

         Aquí no parece asustarse de la palabra "muertos", por eso coge un patinete y va a otra sala, con una gran pantalla donde todos los accionistas de la fábrica, pueden ir viendo como meten los elementos mortíferos que van a producir miles de muertos. Ella, que está dando las ordenes oportunas para que está industria sea favorecida por el Estado que dirige, se asoma por la cámara y saluda a todos esos ciudadanos familiarizados con la muerte que producen y meticulosos con las decisiones individuales de las otras. Les dice: ¡yuju pueblo!; los telespectadores notan un estímulo como si se iniciara una erección, porque acaban de poner los dividendos que obtienen en este último trimestre. 

         Ella, que le acaban de informar de los mismo, ya sale de cuerpo entero ante el objetivo. Es dueña del mundo, se cree en un escenario y empieza a ejecutar, con una cierta torpeza, para que vamos a negarlos, los movimientos de los que aún no se recupera uno, de Miley Cirus. 

    Nuestra heroína nota que algo no le va bien. Hablaba con el público, buscando una interacción para parecer cercana. Su voz, no es la de mi señora Dulcinea de la voz, pero bueno, podría valer. 

    Lo que la saca de quicio, de forma definitiva, es que al mirar al suelo, que había considerado mullido, va viendo los cuerpos inertes de los muertos que han ido generando sus decisiones y el apoyo desmedido hacía la industria militar.

    Ríe, jajaja, es más de forma desmesurada; nada se ve del suelo que recorre con sus tacones a modo de puñal. 

     Si, sigue así, el público seguirá tan feliz y ella, por la tarima de pieles y huesos empezará el baile de la muerte. 

      Guachi, ¿no?, mira, mira como me ponen todos los periódicos con sus mercenarios como adalid de la vida. Cualquiera se quita los zapatos, pisar los cuerpos desmembrados de la última cadena que he visitado hoy.

      ¡Qué no, que no!  ¡voy a pisar yo a mis muertos!

martes, abril 16, 2024

Un faro

 A la derecha un faro, con su potente luz atraviesa los rayos que pugnan por integrarse entre los bailes de un grupo de jóvenes. 

  El silencio, entre las sonrisas de los bailarines, parece querer escuchar las olas desatadas que golpean los acantilados que como en un desafío, devuelve piedras. 

  Salen sonrisas estruendosas, nerviosas como la última ola que remonta una altura de diez metros. 

  Extasiados, paran los pasos acompasados de los chicos que pugnaban por seguir los diestros pies de las danzantes. 

   Están absortas, han mirado la pantalla, que habían formados las aguas, ansiosos por conocer historias,  cuando este espacio se ha diluido, detrás ha aparecido un barco, con una solitaria navegante. 

   Desde aquel balcón todas piensan en su destreza; tiene que ser muy hábil para haber empezado una travesía, aunque la magnitud de las olas que han llegado, no las esperaba. Necesita que el barco mantenga el rumbo; para poder salir de este caos de olas que parecen venir, hasta de las profundidades.

    Los danzantes se percatan de la dificultad de controlar aquel bajel, tan próximo a tierra, tan cercano a los pedregosos acantilados, tan a merced de veleidades de las ondas que nacen, cuando las profundidades amenazan con destrozar la quilla

    El grupo decide formar un gran círculo, como símbolo de unidad y retoman la danza, por momentos más frenética, en otros instantes, parejas recorren el espacio como transportan esa esfera al extremo del acantilado. 

     Nada temen, si hubieran oído hablar del sueño de Itaca, el suyo lo siguen cuando se lanzan al vacío de enfrentarse con algo nuevo. 

     Instantes después se han posado, todo el grupo, sobre la cubierta del bajel. Unos tienen habilidades con las drizas, otros, se desplazan por entre cubiertas y velas como flotando; algun grupo forman una torre y desde allí, aúpan a la intrépida capitana para que desde más altura, o sintiendo el corazón palpitante de quienes le dan apoyo, pueda observar mejor los mares por recorrer y las playas a las que llegar. 

       A una de ellas, llegan y varado el bajel, exhaustos los nuevos navegantes y la capitana, permanecerán quietos, silentes, hasta que, poco a poco, tomen conciencia de la necesidad de un nuevo viaje y tendrán impregnadas en sus entrañas,  la fuerza que les dio el sentirse parte gente con los que se va encontrando en cada momento.

      Entre los infinitos granos de arena que masajeaban los plantas de los pies e importunaban los dedos que se sentían separarse, el saxo de Stan Getz nos traía la chica de Ipanema y retoman los pasos de una bossanova en la que cada uno se envuelve dejando flotar la mente para aligerar la pesadez de los cuerpos buscando futuros.

lunes, abril 15, 2024

Kierkegaard y el toro

  Lo dijo Faemino y yo al toro le avisé. Si estamos a lo uno; lo otro a las dos, no puede suceder sin antes no te has preguntado quienes somos, de donde venimos y a donde vamos; los que se hacen una foto y representan a los sindicatos, con el mayor crápula que se ha dado en el sector periodístico en los últimos años, se lo tienen que replantear; porque si, pueden alegar que necesitan luz, pero el susodicho, reinterpretara las fotos como le convenga y por supuesto le pagan, las empresas que dejan de patrocinador corredores ciclistas cuando la sociedad descubre que se habían estado dopando, vamos engañando, aunque siempre mostraron el lado brillante de la vida. Brian también lo cantó y el manipulador, lo repitió, una y cien mil veces, ¡poco me parece! con preguntas te podrías hacer saliendo del Clauditrol.

   Se achaca al toro, nobleza, de Kierkegaard no profundizaremos porque Cansado lo leyó en su tiempo; en la liga de Debates, también le mencionan. Pero twitter quitó profundidad y nos sumergió en las aguas turbulentas, no en las de Garfunkel, el de la televisión, sino en las emponzoñadas, de las cuales sales tras una hora, agarrado a la tabla de una realidad ajena, se sacude uno y termina diciendo, "pues tampoco era para tanto". 

   Tanchu que lanzó un saludo cariñoso, al robinson que andaba vagando corriendo, buscando la salida a la zozobra de una día de mula sin bridas, nota que como si aún siguiera en la lista, no le responde. Habitar una isla y una moto tiene esa circunstancia que como no salgas de ruta con otros, ni te encuentras, ni sabes por donde empezar la conversación. Mira que como el interprete se había echado la mano al corazón para darle cariño, pero a lo lejos, en la noche y por exterior de un escaparate que parece te ha puesto un cristal delante; no tienes porque notar que el corredor ha estado metido en un circunloquio eso sí, en una tierra milagrosa que asoma ríos, que quisieras que ya no se perdieran, pero que el mismo Sol del día te ha situado acerca de la duración de esas aguas de quita y pon.

  Del toro, como del campo se puede hablar todo. Te desayunas con la noticia de la pérdida de unos diez millones de euros por las negligencias de partidos como Vox y el partido popular, en Castilla y León y te piensas los ganaderos de la comunidad son Kierkegaardianos, porque como seres que iban embalados hacía lo individualista, han visto la luz, cuando les han mostrado la patria y las banderas y han rechazado a quienes les dan valor en su devenir individual para que vieran en el otro, no un cliente al que le puedan dar una carne sin cumplir normas y por lo tanto, tratarle como tal, sino a un ciudadano con el que crecer para que toda su gestión pueda ser valorada.

  Pero no, se embiste siguiendo trapos de colores y luego cuando te quitan la capa de delante, se ve la amplia meseta por la que debe transcurrir de aquellos polvos, hacía los lodos.

domingo, abril 14, 2024

Un atardecer

 Seduce el recuento de los votos que se entregaron desde el conocimiento. Las ninfas y los geniecillos que acompañan a nuestro particular "antropólogo inocente", cobran vida sobre los castros en los que construyeron los momentos de su existencia bajo los designios de los primeros y últimos rayos de Sol que regaban aquel lugar.

  No muy lejos, subiendo a través de una senda una madre huía con sus hijas, un pollino y tres gallinas hacía la agreste montaña que daba refugio por los bombardeos que se sucedían por las radios sobre los mensajes que eran importante para la sociedad.

   Uno de los rayos enterado de alguna de esas vicisitudes decide ralentizar su llegada y el calor que produce por atravesar una atmósfera desprotegida. Ascensión considera la posibilidad de parar porque descubre que los otros rayos, estos hertzianos ya no tendrán embebidos a las aves que habían dejado de poner huevos, porque en un anuncio las habían incitado a no engordar y a darse baños de sol, en vez de dedicar un tiempo a una tarea que se había repetido por años. El burro, muy en lo suyo, consideraba que hablar de lo importante, era escuchar al mequetrefe, engolado, endiosado, soltar proclamas que, ¡vaya que casualidad! en su fábrica, sacaban como churros a un precio en el cual él se enriquecía y las naderías se deshacían entre la realidad. 

    Algunos de los integrantes del rayo, decían que tenían que retomar su velocidad y su sentido; Juan el conductor de aquel poderoso evento, decía que montaría a las niñas y las quitaría la venda de anuncios de sometimiento, también lo haría, de los finos velos con los que las van vistiendo entre anuncios y telenovelas que la madre se había negado a ver desde el principio.

   Cuando subida en un pino, ella, Ascensión  arengo para su descenso a aquel castro; de su sondios silbante, los que antes andaban entre aquellos pinos, para trazar miedos, enervantes, tenebroso, decidieron que seria al atardecer cuando llegarían al lago, donde el último rayo, sólo les delataría en un instante 

sábado, abril 13, 2024

Abogado de oficio

 Se manifiestan por una especie de Falcon Crest nuestros límites en el conocimiento de todo lo que rodea el cuidado de una viña.

  Se gripa, la mula, como puede ser la mente de un ser enajenado por imágenes en las que enarbolan sus manipuladas neuronas y ondean unos ideales, hasta llegar a lo más hondo de su indignidad.

   Traza la noche escondidos sobre los que editar una perdición. Acude la mente al encuentro con los que se invisten de la palabra libertad. Dan premios con esa grandilocuente palabra, exacerbando su importancia, a quien ha tomado un país desde su riqueza, y lo ha manchado desde su falta de respeto a las leyes internacionales. 

   Ponen carteles sobre el libre albedrio, como si el de ese magnate fuera el mismo del disfrutado en la plácida vida, llena de diarios y bellos encuentros de una ciudad universal; sin atisbar estos últimos la importancia de ser ellos o, haciendo una declaración, estos, proclamando lo ajenos que viven, estos parroquianos, a lo que parece ser una lucha de intereses contrarios, que les son ajenos.

    Y porque, saben que estas grandes pancartas se convierten en algo cotidiano, sin vida propia, parte de un escenario, al que se adapta uno y agosta su significado; entonces dan un paso más y se preocupan de meter la grandeza de la libertad por los oídos, para que trepanen cualquier muro de cotidianidad que se escurre en la conversación en un parque. 

    Las ondas, no son como las japonesas, buenas, fiables, menos las últimas motos de Marc Marqués. Las hertzianas son de mucho de tragar, luego pueden vomitar infiernos, cielos, vulgaridades, desvergüenzas y bocachanclas pero para que suceda lo último, la radio dice "Aquí Andamios" y entonces Javier, se da cuenta de la modernez y responde "Qué pasa máquina". La primera enseña su boca de alimentación y es inmensa, hiperbórea, insaciable, pero cuando se la alimenta, tiene una cualidad maravillosa para quien la abastece, le es fiel, en el grado máximo y la verdad, la libertad pasa a ser la de ese proveedor.

    Igual que Leoncio acudió a un cura para contarle que un ejecutado aún vivía y el preste se avino a sacar una arma de debajo de la casulla, para recordarle al Abadía, enterrador, que cumpliera su tarea, a la que le ayudaron unos policías, funcionarios, pero también ejecutores. Los comunicadores se hacen eco de la palabra Libertad, alguno hasta se arropan con ella, y con las joyas ensangrentadas de sus verborreas y falta de humanidad, eso si, "patrocinada por tal Comunidad o partido". En infierno podía estar en el trasvestido en una sacristía o en la arcadia que navega por la olas de la comunicación. 

   Radio Encubierta, fue una gran película, que nos habla de las ansías de escuchar música, en libertad. Los emisores condicionados por sus patrocinadores, claro que embarcan la manida palabra. La suben y entonces, sucede la magia. Toman una coctelera y en ella, meten una noticia atropellada, especulativa, ladina y canalla vomitada por un periódico que recibe, de forma caprichosa, el mismo apoyo de la misma Comunidad o de quienes está mantiene; entonces nuestro transmisor principal se hace eco. ecO, eCO, ECO, ECOOOOOOOO, de lo que ha dicho ese mantenido, que a su vez, se ha sumergido en otra pocilga, también con el mismo patrocinador. En un océano, las culpas se diluyen, aunque se intuyen. 

   El bulo contra el enemigo se respira por toda la sociedad, se instala, silente pero persistente en conversaciones cotidianas, entre cuadrillas, o en mesas con partidas de domino. Nadie lo dice pero muchos han absorbido ese aire poluto y le va haciendo efecto hasta que lo puede soltar en el lugar más insospechado. Allí, el ser ajeno, como nos decía en párrafos de arriba, o en esa conversación en la que te hace parecer que tu eres el contaminado, instala un dardo, con el que, eso si, acude condicionado por los aires obtenidos en sus bronquios neuronas condicionados

   Llegan aires nuevos, huracanados o plácidos para disfrutar de los túneles del tiempo por los que hacemos prueba de vida, como lo son los del viento, para lograr nuestra excelencia en los momentos en los que nos desarrollamos.

   Nadie en aquel espacio, atemporal, deslocalizado, intuye entre los gestos de quien con sus actos da vida a un lugar; que en COPE y todas ondas se pueda dar cabida a difamaciones, palabras abruptas, despreciables. Esa misma iglesia, con seres individuales, misioneros en tierra, adquirió no por la meritocracia del niño nacido en un belén y que fuera una eminencia en su vida terrenal, a no ser más que como orador, un mantel de libertad de la que manan Universidades, colegios mayores, institutos, escuelas, no con las pajas de aquel primer lugar, sino con los colchones que diferencian los dotados de los no dotados, en recursos económicos. 

   Se apropiaron del mensaje, los mercaderes, sin que haya habido una fusta de sensatez que se haya podido enfrentar a la del ansia furibunda de dominio. 

    Existe una libertad que se la entregamos al postureo y este, como un sinónimo fiel nos devuelve la postura a un tiempo de estar arrodillado, para ser asaltado por cualquier ser que bajo los faldones de una imagen a la que respetar, sacie con avidez los instintos de quien ha visto sometido a los crédulos y eso, en tu disfraz de dignidad, te conceda los servicios que otros te enseñaron a ejecutar sobre el sometido

viernes, abril 12, 2024

Chirimiri

 Recuerdo aquel maratón, debajo del txirimiri que cayó durante todas esas 2 horas 44 que duró mi carrera de ensueño, me decía aquel ser por desaparecer. Comentó que había creído poseer las fuerzas intactas, incluso después del kilómetro 32, 38, quizás incluso ya dentro de Bilbao, subiendo la ultima cuenta, pensaba ser indestructible, aunque esto quizás es mucho suponer y ya sentía alguna debilidad

  Hablan de conductas inapropiadas. Mono Burgos asimila los malabarismo de Lamine, de origen marroquí, con su posibilidad de ganarse la vida haciéndolos delante de un semáforo. Dani Mateo, presentador humorista, defiende el chiste; bueno, el problema de no entender de ética y no haber recibido muchas clases de lo mismo, es imaginarte al presentador haciendo sus gracias de la tarde o noche, buscándose la vida en ese mismo semáforo. 

  El limitar el humor no es bueno, imaginártelo con Garamendi, diciendo sus gracietas de que el Estado te roba, quitándose el traje de la CEOE y elevado en una banqueta, allí, en el mismo semáforo, con una camiseta rota y cayéndose desde esa altura y viendo como acude una ambulancia y que dijera: ¡eh, pare, pare doctor! primero prepare la factura que voy a generar por haberme caído cuando decía que el Estado nos roba y que yo tengo derecho a quedarme con el dinero que me arrojan, bien al suelo, bien a mí. Sume, a su aire, según mercado los puntos que me pondrán, la inyección contra el tétanos por si el clavo con el que me he pinchado, me produce una infección, no olvide el alcohol y el betadine.

   No se preocupe gerente del hospital publico, precarizado, que me atiende, fui presidente de la CEOE y tengo mucha pasta. 

   En eso acude Dani y le dice a alguien, tal vez a Garamendi: ¡Chacho, que suerte tuviste con aquellos trabajadores extranjeros que te hicieron la obra de tu casa y te las cobraron a la mitad y sin que les pagará la parte que corresponde a la grandérrima España, a la que ¡qué la alimenten los pobres!.

   Sale Panadero, Rafa, va a cruzar por ese famoso paso de peatones relacionados con nuestros cómicos. Javier, hostias ¡me has hecho caso! del Pino le devuelve el golpe, al oportunista  de Max Pradera, también humorista, que atacó, en su sección musical del "avivir" a Podemos (recibieron un escrito para reprochárselo, por sus malas formas, por no dar la oportunidad de decirle su bajeza). Rafa se queda mirando a toda esa banda de humorista. 

    Observa lo siguiente:

    Dani no poniendo límites a los golpes de un Garamendi que se apresta a sacar su billetera para pagar a la sanidad pública, su ascensión a la banqueta, en un símil sobre su subida para dar el semón de la Montaña y Max, sacando la "cheira" con una manta en la otra montaña para defender a la izquierda guay, porque sajar el cuello de los que elevan la voz y son incómodos está bien considerado. Por cierto, cuando va a señalar a Lamine como el culpable, por no saber aguantar una broma, le ven trabajando en lo que le han dado la oportunidad de ser bueno. Como aquellos que reparan casas y las dejan bien y los otros que acuden a los institutos y siempre muestran respeto, en mitad de su rebeldía de juventud.

   Si, puede que no entienda el humor y le ponga límites. Al comentarista futbolero, desatado no se le ocurre hablar de De Bruyne, rubiete, poderoso, belga y decirle que si fracasa, siempre tiene aquel país, Congo, en el cual, ya un rey paisano cometió un genocidio y ahora, por sus riquezas, también se le puede desequilibrar para que sirva para nuestro bienestar y para que las empresas que patrocinan "Zapeando" pueda seguir permitiendo otro nuevo genocidio para que ese dinero que ganan allí, nos permitan sonreír aquí.

    Chirimiri de sonrisas, dicen

jueves, abril 11, 2024

El lecho en notas

 Saco de una mochila encuentros que se escapan al instante. Metí sueños como el que dice que cada persona de nuestra sociedad pudiera cumplir con el derecho a la vivienda que le promete la Constitución; salieron por las ondas, la cara de siete ministros amancebados con el palco que les muestran poderoso y sin embargo, es un escaparate controlado por un constructor. Sus intereses, a lo largo de estos años, nada han tenido que ver aquel tiempo de los deseos, poco con el cuidado por la sociedad. 

  A la vez, acuden a satanizar un barrio en el centro de una ciudad, Lavapiés las fuerzas de lo que se supone un orden. Les mandan los señores del desorden que pueden haber acudido a ese espacio luz. 

  Dos espacios en la misma ciudad; glamour en aquellos sillones donde se negocia entre quien construye y quien debe mandar construir. 

  Visualización de la dependencia de los segundos con respecto al primero. Este último no te ha votado, puede que en el barrio de Lavapiés, ya tampoco mucho confíen en tus continuos malabarismos para parecer de izquierda y actuar siempre con la batuta con la que te dirigen siempre los poderosos. 

  El dueño de tus apariencias te ha demostrado, por sus apoyos a fundaciones de partidos de la derecha, por su trato, hecho visible con quienes si que se confían a él. Aún así, acudes, porque no eres de Bilbao, donde cada uno de los lugares utilizados a través de la ría, en las diferentes plazas es un palco del que podrías disfrutar de autenticidad. 

   Puede que haya cinismo, mucho; primero porque hayas conseguido que una ególatra te destruya una izquierda que si que tenía claro quienes eran su prioridad, el acceso a la vivienda. Segundo, porque pienses que en el otro extrema son muy bestias y tu apuesta, un combinado adulterado, seguro que no el que se tomo Unai Gómez, cuando fue a pedir el nuevo, tras la aparatosa caída del que se aposentaba en su cuerpo, siguiendo ese día, los ritmos del baile de San Vito. Escribíamos, tu apuesta, crees, se la va a tener que ingerir ese votante asustado por la barbarie. 

   Crees, ministros socialistas, Pedro, que el problema de la vivienda es un traspantajo con el que puedes hacer juego de manos para que todo siga igual. Van a saco, el capitalismo envilecido, consciente de sus debilidades, de su inminente fracaso, ya ha sacado el tema del dinero que se queda (ellos parecen insinuar que te roba) el Estado; primero han lanzado a los Figaredo, intrascendente bufón, pero al que le hemos dado bola, para ridiculizarle, pero ellos saben que ya se ha oído, en los altavoces, los que les atacan, pero también entre los que les favorecen.

   Luego, ese bulo lo ha lanzado, el mantenido Garamendi, la insinuación del robo por parte de quienes mandan ha subido muchos grados, este hombre representa a la mayoría de las fortunas que van a subvencionar a los medios de comunicación y estos, estos si que son fieles, como los perros que aparecen en twitter que tanta emoción me dan, que han sido recogidos en una situación precaria y que luego pasan a una buena vida, con los cuidados de un corazón que ama a los animales. Vale el simil, por la fidelidad, no por el tipo de animal, respetable en un caso. En el caso humano, la virulencia de los ataques que lanzarán es comprensible por la manutención obtenida; se tiene que luchar pese a saber será desagradable, violenta, como cuando molestó a esos lobos, el niño pastor, sin haber comprendido aún que la sangre que ya corría por la boca de los lobeznos era un estímulo que incluso les haría olvidado su odio, miedo al humano.

   Hubo un click, que rompió las cadenas, unas débiles, porque nunca se terminó de atar a una maquinaria bipartidista, otras siempre habían sido del chocolate que sacia una necesidad, puntual. 

   Se expusieron como maniquís, pero iban desnudos y las ropas se las pusieron los focos y quien los dirige. 

   Volvimos a comprender que el problema de la vivienda, dicen que con tres millones de pisos vacíos, lo van a tratar con más construcción como si quienes la necesitan estuvieran en disposición de entrar en un mercado de especulaciones, como las que se hacen sobre el céntrico Lavapies que se le criminaliza para conseguir que esa zona caiga en manos de quienes si que están acostumbrados a acudir a esos palcos. Estos, tríleros, pero no de tres cubiletes y un garbanzo, sino de mira por aquí, que guapo eres, mira por allá, ponte tibio, mira para arriba, te llueve futuro, mira para abajo, bueno para ahí no lo hagas, porque quizás descubras las trampillas por donde caerás, como uno más en la nómina de mantenidos que nos han favorecido, para que nosotros seamos infinitos.

    Ministros, luceros de instantes insignificantes, en el lecho de un mar notas que las traga las olas del poder

miércoles, abril 10, 2024

Caminando en un amor enfermo

 Me echo en tus brazos, tocino

nadie me dijo que fueras pollino

sentí a cambio, alforjas aldentes

dureza vertida, sobre diferentes

Creas realidades, yo te sigo 

tu me las dices, yo se las digo

Apareces un rato con idioteces

escuchan, boquean como peces

 Conseguiste representar a gente

entre buenas ropas y detergente

pero, aunque te paguen por cientos

si tuvieras vergüenza y seiscientos

comprenderías tus actos mastuerzos

y quienes te siguen hacen esfuerzos

y no son los seguiditas borregos 

respeta como llenan sus talegos

  Al levantar tu iletrada voz

  mejor no confundir en coz

   Eres consciente que te protegen

   irás desinhibido, pena por tu gen 

martes, abril 09, 2024

Cuando tu entraste yo partí

 El saxo de Jake Clemons entra con la estrella que me guía en mitad de conducir por toda la desierta noche en la que te había perdido entre estrellas fugaces

  Fluye una imagen sin pasos por los que transitar sus pixeles; descubrimos el agua cuando nos deshacemos. 

  Lo empezamos a hacer, lo de desintegrarnos, en vida; se nos borran las carcajadas en una comisión de investigación sobre el 11M, porque es más importante defender una patria en peligro, una bandera que ondea, un himno con su toritoriro. 

  Unos de aquellos carcajeados, vuelve a pasar por un tribunal; se van descubriendo millones de euros que recibieron por comisiones, ¡ay Vicente! ¡Vicente!, por tareas realizadas para su partido, para la grandes empresas que están ¡más a gusto! con ellos y ellas que hablan de la ¡Virgen! para explicar una sociedad, y quizás tengan razón, cuando nos sometemos a las imágenes.

  Ella, seguro que la investigará algun pobrecillo empleado, por dinero, le manda a la cola. Lo que no han hecho los que les votaron durante años y siguen teniendo excusas, ¡lo dice Vallés!, recrecido por decir la verdad, la de ellos; decía lo que no han hilado durante este tiempo es como pueden dar prioridad a seres que se hacen millonarios estando en política. 

   Un médico, casi firma un acta de defunción y por ahí, sigue su profesionalidad, como la de aquel en Colmenar Viejo, hecha una porquería y el disputado voto, donado por gente que se pone un trapo delante de los ojos para que no ver el desfile de vejaciones que ha sufrido su dignidad, entregando su voto, que es su vida, que es la asistencia que dan a su padre en la sanidad publica, a quien la quieren mercantilizar, sin engañar, otra cosa es que no la nombren, porque está puesto en su programa electoral. Ven chalets en el ojo ajeno y mientras les van haciendo una operación en el propio para que el imperio de casas que van formando a quienes votan, les parezca un jardín de infancia al que no podrán ir ellos, sumisos, porque no saben cantar con tanta fuerza, con tamaña impudicia las loas a la exclusividad. Alaban la violencia de los propios, aunque en estos intuyan que el recrecimiento es artificial. 

  Como la patria que dicen amar las grandes riquezas que patrocinan a unos desalmados voceros por un lado; a sus lamebotas con casullas de trajes exclusivos, por el otro, que taladrean simplezas que caen en un cenegal de apriorismos en los que muchos creen encontrar sus horizontes, siendo poster de donde no saben salir, sabemos porque parecemos vencidos.

   Caídos, por no haber defendido ante las Angels, ante los burdos que si unos ultras, con intereses en la sanidad privada, imponen un relato en el cual después de años, primero el juez no encuentra, lo que no había ni ahora, ni entonces; debemos concluir que con el último está en peligro la justicia de la que habla el profesor que expulsa en el primer momento del primer día de clase en una facultad de Derecho, a Nelson. La consecuencia de los actos de este, la sufrió Mónica Oltra y debemos concluir que en cualquier momento cualquier otro. Las consecuencias de las falsas acusaciones, nos podrán golpear porque los Vicentitos harán alegaciones, no como periodista, sino como portavoces, de la indecencia de esa que se pone corbata para detrás del televisión, alguien crea que es falo de la verdad, ante el que postrarse.

   Animan a Oltra a echarse en manos del cianuro, como aquellos montoneros, que tenían su capsula. Date un tiempo, toma tu camino, pero si se acerca el mundo yolander, teme que te lo pongan en la boca, para un final rápido. Muchos, que tenemos grabados la desesperación de una de tus últimas intervenciones porque no era por ti, era por nosotros y nuestra conversión en nada, lo que suponía la inacción, deseamos que no te asuste el ruido, como no te paso nunca, pero que esta vez, sepamos acompañarnos.

   

lunes, abril 08, 2024

León

 Para un tiro difícil nuestra jugadora León; mira que me parece raro lo del curly pero ver la selección femenina de Hockey Hielo de España es un puntazo. También fue raro aquel equipo de femenino de mi ciudad, duró lo que duró.

  Vas diciendo por ahí que tu eres mi amigo, pero sólo reconoces la voz de los ecos con el que te martillean los oídos.

   Podremos haber coincidido por caminos y habernos cruzado palabras, quizás me esté deshaciendo mientras que otras cosas nacen; mientras entre las gotas que aún componen mi cuerpo sigan posándose los hechos, sobre ellos, fabricaré palabras para desenmarañar las madejas de apriorismo con los que entran tantos y tantos seres para ser conducidos a granjas de aceptaciones. 

  Sobre un castillo se describe la belleza de nuestra pasar por la tierra para ser transición a los que están viniendo. Residente, Silvia, Penélope y ellas las incontenibles gotas en las que nos mojamos para impregnarnos para ser abejas que rellenamos los paneles con el conocimiento de las mieles que nacieron entre diferentes flores. 

  Lluvias repetidas, como martillo para paliar terrenos ahítos de sequedad, de esa que nace de tantas extracciones, de tanto egoísmo, por tanto dejarse guiar por los falsos profetas que te meten en un horizonte tapiado por una rueda que gira incansable.

  Me miras como sorprendida y me preguntas como estoy, pero sabes que no creo en quienes no guían como corderos al matadero. 

  Muchos nos arrastran a las respuestas, de preguntas que nos hacemos. Mientras las gotas estén enlazadas para contemplar la belleza de esa composición, permaneceremos clamando para que destapar las esencias de lo que nos une en esta sociedad, una sanidad pública que dé la oportunidad de ser atendido en las condiciones dignas y una educación que dé oportunidades para todas. 

   Mientras, aunque por la espalda vayan diciendo que aquellos son tal o cual y te distraigan de lo importante; déjales tirados, como hicieron con el amigo de René; pero tú no para desaparecerles sino para dar paso a otro mundo con nuevas energías. 

   Leones para cazar tu alimento y no dejarte alimentar por la carroña que te preparan los servidores de amos.

domingo, abril 07, 2024

Una mirada diferente

 No la conocía en su apariencia física; ¡cómo no voy a haber escuchado su nombre!. Muchas veces, pero claro su mundo, no es mi mundo y sin embargo, el otro día me miro. 

  Bueno, confieso que fui yo el que no pierde un segundo mirándola todo el rato. Es pura naturalidad y desde luego, "¡el cielo!" 

  Vaya naturalidad, vaya ojazos. y ahí la tienen, llamándome: ¡eh José!; yo siempre receptivo pero con ese pequeña precaución de no ir esa llamada hacía mí, en todo su cuerpo y su mente, como aquella otra vez; está vez he mirado para atrás. En la otra, devolví un besazo a una que pensé me lo había lanzado a mí. Me aclaro que no, el suyo iba dirigido hacía otro hombre; el mío no lo recogí, se lo mande a ella, por lo que pasó a posteriori, tampoco lo recogió ni lo guardo.

   Ahora no, su perhaps y sus ojos indescriptibles se fijaban en mí y su movimiento de brazos y tronco superior lo imito, cien mil veces, pero sus movimientos son irrepetibles. 

   Y cuando se gira y hace que se va, es como si me lanzara por un agujero a un abismo en el que quedará caído de por vida. 

    Se gira y vuelve, y regreso a la vida y la amo. Ella, su profunda voz, el mundo vibrando. 

      Bailo ingrávido, lo mismo todo es una ilusión; pero ¡uff!

         Y la realidad del Bilbao e Iñaki, emocionante ¿no?

sábado, abril 06, 2024

La luna nos está mirando

 Observo las piedras que me va iluminando la luna, puede que una me hiciera caer, pero esos finos rayos me dan un segundo para evitarlas o remontarlas. 

  En la mano izquierda tengo las notas las ensayos para la "parada de la muerte"; a ella, alguien la grita "guapa"; da igual quien se está, la agraciada. El problema es donde está el abismo, tampoco puede que este en otro lado de la valla. 

  Surfeamos las notas en las que otros construyeron amores, historias, sueños, grandezas; las plasmaron para mostrar parte de lo que eran. La boca que dice guapa, tiene en sus cuerdas vocales, en su tráquea, en sus pulmones la fuerza con la que su cerebro ha sacado ese exabrupto.

  Guapa, dice, mientras otra mujer desfila no muy lejos, en otro instante del mismo día, para recordar la muerte de su padre, de su madre, de un familiar. Eran los que les habían dado la vida; llegó una pandemia y el "guapa" de la primera fue lanzado a quien dio la orden de no medicalizar las residencias. La señora lo repite, como la vuelven a echar kilos y kilos de mentiras fabricadas por los medios que reciben subvencionados de lo público. 

   Pueden que estén ahora en el mismo sitio, en un tiempo diferente; a la expulsadora del "guapa" de la primera, no le exterminaron sus seres queridos, o sí, quien sabe cuantoo tiene de locura mi mente, o de perversidad, complacencia y mercadería las resoluciones del juez García Castellón. CTXT desvela la complacencia de la mente de la primera expendedora de "guapa" con la corrupción para que el dinero no se reparta de forma justa. 

   Si, a las puertas de una iglesia, ¿Qué es una iglesia parece que se preguntara un marciano?, ella le sacaría unas figuras de dos mayores y su niño recién nacido. 

   ¿y?

  Les hablaría de la pobreza del nacimiento, de las enseñanzas de su dios; suponemos que el extraterrestre no tiene una inteligencia superior, sólo la de esta mujer, pero eso si, como me decía aquel rumboso, sin ver noticias de España, ni de Bélgica

  Y estos ¿son los pobres como los del Belén?
    La señora, después del "guapa", se anima y canta una "saeta" a los muertos vivientes. Estos desfilan y se desnudan, les anima el extraterrestre, Lupito, por más señas. Dejen aquí, sus ropajes y sus robadurías,

   Lo primero lo hacen, a quien le va a dar vergüenzas enseñar "su chorra o papo" si incluso a este le pueden decir "guapo o guapa, por parte de la cantatriz. 

   Lupito, el de fuera, recuerdo, coge de la mano a la voz, y su portadora,  sin las cadenas del programa, y dice vamos a bailar sobre la tumba de los vivientes, resuena el chachacha. 

   La chacha se suelta de los otros pasos, los que la han aprisionado, cuando se los han dirigido desde la televisión que proyecta luz sobre las tres figuras inertes, sin voluntad, siendo sólo metáforas con la que se disfrazan lo que no tienen en esa "parade de la desvergüenza". 

  Señora, tu pareja, te deja en el sitio, te cambia el tiempo, lanza guapa. Por favor, dilo, a esta mujer que ahora coincide contigo. Ten empatía, como debiéramos tenerla por el sufrimiento de la gente palestina. Ama el conocimiento y el dolor por quienes les quitaron a sus seres queridos. 

   Destruyen la valla imaginaria en la que te han dejado encerrar. 


viernes, abril 05, 2024

Portera de Chamartin

 Si se hubiera puesto de portera cuando lanzó un zambombazo José Andrés, la andanada, magnificada por los medios, la hubiera puesto en apuros. 

   Muchos andaban por ahí delante, cruzándose, molestándola, aprovechando la coyuntura, sin que el árbitro pitará ni fuera de juego posicional de todos esos arribistas, ni violencia porque alguno de esos medios lanzan palabras como escupitajos; ya que no lo hacen sus amos, lo hacen ellos como buenos mercenarios y perritos falderos.

   Ahora el chutador parece que ha cambiado su visión, le han atado las dos zapatillas entre sí  y cuando ha ido a dar uno de sus enormes y mediáticos pasos, recordando aún su petición de dimisión  se ha dado un gran golpe en la cabeza y cuando ha reflexionado ha llegado a la conclusión que quienes le habían hecho ese nudo eran sus amigos, a los que había defendido, los israelís.

    Ahora no era Ione la que te decía que no se puede asesinar a niños, ni a familias indefensas, que no pueden ser objetivo porque por aquellos lares existen terroristas. 

    Ahora los sietes asesinados, como los otros 33.000 tienen nombres y apellidos y comprendes, tarde, que asesinos puede haber por muchos sitios y eso no te da margen para que bombardees un chalet de Marbella de unos de los ejecutores de una tragedia que supuso cientos de miles de muertos. Ese grado de comprensión que te ha dado el tener que reconocer cada uno, de primero los nombres, luego la persona con su fotografía, luego la familia y la circunstancia de cada una de ellas, incluso de las de dos que dicen que eran antiguos militares ingleses metidos a cocineros. 

    Esa apertura de mente te hace mirar a los arsenales de armas fabricados y vendidos en Estados Unidos. Te vas al CCCBarcelona y en la exposición de Suburbia en uno de los apartados finales, puedes ver diferentes tipos de familia, con todas las armas que poseen exhibidas en el suelo, no tiene uno tantos baldosines en la pequeña nueva habitación. Toda lo anterior expuesto en esa grandérrima exhibición tiene su lógica en ese casi final.

    A aquella parte del continente americano llegaron migrantes blancos que, en la mayoría de los casos, actuaron de forma terrorista sobre la población que estaba asentada allí. Mataron y metieron una enmienda en su constitución porque quien ha asesinado a la población que había establecida, puede tener, a la vez, mala conciencia y la prevención de que le puedan devolvérsela y hacerles lo mismo y por tanto, permiten que los seres se defiendan de forma individual sin que la nueva sociedad que está formando puedan protegerles de su mala conciencia.

    Cuando después de ese golpe clarificador, José Andrés pone las manos en el suelo y le sirve para incorporarse aprecia que ese niño tembloroso y lleno de pánico que está viviendo en una de las calles de Gaza, es aquel niño indio originario establecido en algun lugar de Missouri que ha perdido a sus padres, porque unos nuevos colonos han ejercido la violencia sobre su familia.

  Cuando existen Belarras que dicen que eso no está bien, que la industria de las armas, no pueden ni imponer calendarios, ni imponernos enemigos, desde luego, ella no es mi enemiga y tú, si no estás ejerciendo esa odiosa caridad, con la que se limpian las iglesias y los diferentes estados alimentadores de violencias, la tienes que valorar.

   Y porque no leerás esto y porque, a lo mejor, si no está en otras de sus obligaciones, por las que nos fastidia sin su presencia en las diferentes cenas, este escrito termina de una forma tan abrupta, como inesperada, dirían ellos que no tanto, en mi caso. 

    Cuando nos creáis enemigos para gastar millonadas en putas armas, que matarían mil veces a la humanidad, menos a los dos nuevos Eva y Adán, nos estáis quitando un dinero para crear una sociedad que no se deba a los bancos y a las grandes empresas constructoras, por ejemplo para que la operación Chamartín no sea un proyecto para enriquecer a esos ente y sea crear las condiciones necesarias para destruir la dependencia de una juventud de la vivienda. 

    Eso si que es violencia, aplastar futuros de tus propios ciudadanos y hacerles ver que la esperanza es que de tu riqueza, la de quienes manejan nuestros Estado,  caigan migajas para que al comerlas, les haga aún más ricos a quien las expelen con desprecio. 

   No necesitamos Margaritas disfrazadas de guerreras, ni José Andrés que palien violencias. Necesitamos que en los tantos espacios Chamartin que hay por el mundo, los famosos Estados patrióticos que no les pertenecen ni a los ricos, ni a sus mercenarios de los partidos de la ultraderecha, todas ya; queremos que creemos condiciones para una nueva humanidad, sin que la vivienda sea quien condicione tu forma de vivir. 

   Estas guerras son las que merecen la pena y no son de violencia, son las armas de mirar a los ojos de quienes tenemos al lado. A los intermediarios que nos crean enemigos, que les den

jueves, abril 04, 2024

Una rotura de la medida

    Cuando te asomas desde un palco y delante de todo el mundo puedes tocarte los "cojones" (pi-pi-pi censurado) entonces pierdes el sentido de la medida, te crees que Patri, Claudia, Mapi y el total de todas las "15" que denunciaron una situación de desprecio y precarización de sus condición de representantes de una selección españolas, han perdido y, además, consciente que la televisión le ha convertido en un gigante mediático. Por todo ello, con su cómplice de sonrisas allí en el césped, pasa a creerse dueño de las jugadoras que han ganado ese mundial de fútbol habiéndose sometido a sus formas vejatorias y déspotas de tratarlas.

    Llega el momento clave, como Colón viendo su éxito, él ve una Copa, no la de la reina, a la que desprecio y tuvieron que coger las medallas las propias jugadoras. Ve el trofeo que le corona rey del Universo, porque siente que han ganado sus condiciones, sus reales cataplines y pasa por la cabeza, porque como contó ayer Nieves Congostrina con respecto al cuarto viaje de Colón, es el ser más importante en el mundo que se ha creado. 

   Ha visto El Padrino, la primera, la segunda, la tercera; las tres puede que una y otra vez, porque no existía twitter, porque no existían tantas aplicaciones, que estas si que son buenas, porque te embellecen y vaya, el máximo poder, el culmen de sentirte dueño de todos los que han trabajado para tí, es cuando Michael Corleane, en momento dios supremo, condena a su propio hermano, porque le expuso ante el enemigo, porque a este le abrió una puerta para la destrucción de la familia, porque confío más en los otros, que en lo que le pudiera dar él. 

    Y le agarra la cabeza a Fredo, su hermano mayor, a quien hubiera hecho caso de una manera ciega si su padre no hubiera descubierto la debilidad enfermiza, humana que tenía y le dice "me has destrozado, has atacado a la familia"

    Entonces la besa, delante de millones de televidentes, delante de una Fifa, señora de las formas pese a sus turbios negocios. Delante de una reina, que no acudió a la entrega de medallas en su propio nombre pero que profesional, como Sofía, sabe que estas cosas la sirven para lavar su imagen, para dar continuidad a su hija, a la corona, a la culminación de la institución, esclava de la imagen.

    Con fuerza, con decisión, con soberbia ha tenido tomada la cabeza y le ha dado un "piquito", para ser Dios,

    Y cae, comienza, no una rampa, en picado. Las formas, las rasgaste y por ahí, se desplomo tu imperio que creías haber consolidado.

     Un puñetero beso, se tragó la soberbia

    

miércoles, abril 03, 2024

Apóyate en una lectura

 Leila prepara un libro puzzle. Ella ha decidido que dará forma a las piezas que recibe de quienes vieron un tiempo que nos narra a todas. Cada uno de los elementos que introduce tiene su propia particularidad y su minuciosidad nos sirve para dar valor a cada arista de lo que trazó un tiempo con azotea al fin de los tiempos.

   Se encuentra el saxófono reposando. Encuentros esporádicos para abrazos en días felices, nos legó un nuevo mundo. Oh happy day, apóyate en mí. Existe un universo con horribles seres subvencionados, no serían nada, esos adoradores de lo privado, si no absorbieran los recursos de lo público. 

  Cabeza, rodilla, muslos y cadera, bailan, paran, contemplan la descripción de la belleza en la marea de voces que cantan delante del Charly. Podría ver, hasta hacerla real, a Miley Cyrus en un bucle infinito como un Colón, pero este consciente, de haber descubierto un hilo de perfección, y sin embargo, la poesía de un deteriorado ser, rodeado del ensueño de guitarras y trinos de flamenco te absorbe y golpea la patata como hace él, isla, rodeado de mares con olas para llevarte a orillas de pasión.

  Dirty band sale hoy viajera hasta que armonicé cada uno de sus componentes para trazar encuentros de vidas diferentes. 

  Somos Silvia trasplantados de nuestras nacimientos para que las vivencias nos llevan a crear un mundo donde las inmundicias de los mercenarios, no sea el horizonte que nos vaya aplastando de tal manera que cada uno busque su redención.

   Dirty band embarcadas marineras a las noches de los cielos de armonías despejadas

martes, abril 02, 2024

Un paso

 Habiendo empezado un paso, dudó si podría seguir con los siguientes. Aquellos días el mar estaba agitado y no sabía muy bien si podría orientarse hacía el lugar donde había caído ella. 

 Calculó que tendría poco tiempo hasta que llegarán nuevos efectivos que podrían enlodar la escena. Entrevió alguien que se asoma desde la esquina, cuando este se percató de la atención que producía retrocedió y pareció retomar el camino hacía la plaza. Lo volvió a localizar unos segundos después, en la misma calle, a la misma altura, pero en la otra esquina. Por como quedó, quieto ahí, creyó que desde esa nueva posición, Félix no podría verlo. Si, desde el primer momento y porque Juan no era capaz de quedarse quieto y necesitaba asomar la cabeza de forma repetida. 

  Olió el océano con una intensidad que pareció poseerle y hacerle desmayar. Cada poro pareció impregnado de un trocito de sal y un mar de ella. Tuvo que apoyarse sobre la barandilla, abrir sus grandes ojos como para despedirse de ese instante en el que creyó, le anudaría toda la vida a la desesperación. Cuando con el segundo paso se acercó aún más a ese maravilloso trabajo de herrería, sintió que sus manos se aflojaban, sus codos se doblaban y su vientre caía sobre él. Como en Match Point, todo su cuerpo se quedó en un equilibrio del que él ya no poseía el dominio. Perdió el conocimiento.

   Salió corriendo desde la esquina aquel ser y pareció que su única intención sería levantarle los pies para que el ser en balanceo fuera una nueva víctima de aquellas aguas enojadas. Cuando llegó a él, agarrándole de las piernas, tiró hacía si con todas sus fuerzas y aquel ser inerme, siendo el anzuelo al que se había agarrado la mujer, también la sacó a ella y los dos mojados y cagados, cayeron como una plasta sobre el salvador. Este recordó el cuento del pajarito, la mierda y el zorro. Él aliviado, al menos no tenía intención de comerlos y si de limpiarse un mucho.

lunes, abril 01, 2024

Bailes y expresiones

 La expresión que más me viene a la cabeza acude en días paralelos. Camino y al mirar al mar contemplo a los sentimientos de culpa que trazan los mismos pasos. Algunas veces se levantan olas y lo que no esperas que ocurra, pasa. Empiezan a crecer las crestas y a ella se suben las espumas y las burbujas de aquellos tiempos y quieren bañarte de tristezas, de porqués, de culpabilidades. 

  Dicen que nos metieron el sentido de la culpa para que andemos siempre pesarosos y creyendo que todo podía haber sido mejor. En días como esos, te encuentras sin chubasquero y puede pasar que te abriguen narcotraficantes que parece olvidan sus fardos para para darte un abrazo. 

  Empiezan a hacerse fotos y te das cuenta que estás participando en una pequeña lavada de cara, con grandes resultados para la galería. 

  Escucha alguien la voz de Leila, porque en "la llamada" te la tienes que imaginar desbrozando cada una de las indagaciones que hizo sobre aquellos contornos. Sobre los tapices que corre va poniendo las chinchetas a los datos que ha recabado y los muestra para que tu participes en la recomposición de aquellos mundos que se habitaron. Escuchas una parte de la película de "Martín Hache", la reflexión de Héctor Alterio sobre el eterno retorno de los argentinos al desastre, cuando creen que ya dieron con la clave de la felicidad y se vuelven a echar en manos de palabras, con pólvora de fuegos artificiales; cuando las luces se apagan, se queda la más absoluta oscuridad y allí, ellos, como los narcos vuelven a sus andadas, cumplida la humanitaria labor de darte una foto.

  En el sosiego que puedes encontrar en la calma playa o cuando ya te has dado cuenta que la marejada te tiene en su centro, que es lugar por donde se tragan las vidas, en esos instantes, por el horizonte se asoma una cara, es la sonrisa de quien ya no pudo librarse de su propio fin. Te ases a esa línea y empiezas a desbrozar la maldición de los recuerdos y recompones en tu propio panel, también de pasos por sendas, ahora sudorosas por nubes llenas del agua que nos han faltado desde hace mucho tiempo; cada una de las intervenciones de los demás seres y de las propias. Pugnan las tenebrosas noches que amenazan tapar para siempre, por unos días, los cielos azules, en terminar cualquier viaje, pero la curva de la picardía por la siguiente trastada que te ha preparado, hace que "grows dimmer" canta Dylan, ese pesado fardo que quería aplastarte. 

  Si un día asoman nuevas olas, con vientos enfervorecidos y enrabietados que quieran mezcla aquellas líneas paralela; sabes que aquellos días no cambiarán, ni tu deberás una carga que no te pertenece.

  Esclavizar con el sentido de culpa. ¡uffff! ¡uffff! para los trileros, por si buscan un reconocimiento

domingo, marzo 31, 2024

Una torrija

 Volver no siempre es al mismo sitio. Empiezas a echar "y una leche" a las cosas que te muestran y te vas empanando, lo cual, por sólido te deja agarrotado.

  Miguel Ramos lleva años destapando muchos de los componentes de las torrijas en las que se meten muchas mentes. No es nada fácil, incluso peligroso. Ha elaborado cinco capítulos para un podcast que da a conocer trayectorias, conexiones, descubrimientos de la tela de araña con la que se elaboran trampas para que puedan gobernar mundos. 

  Leila se posa en sillas volantes para destramar el universo de Silvia. Te desconcierta el protagonismo de la escritora; buscar en la escucha las esquirlas por las que poder entrever otros años, aquellos pensamientos, saturados por el tiempo para ser tamizados como desquiciados o inevitables. Adentrarse en las vidas que rodeaban a la protagonista para dar un contexto de todo lo que acontecía. 

 Escribir en este espacio del tiempo, de las vertiginosas caídas; protegido, tomar aire ante los golpes que dejan sin respiración a los chicos de Lavapiés, parecen ajenos a quienes propinan insultos desde la impunidad de las gradas y, sin embargo, son tan semejantes, tan crueles, tan despiadados; primero, en aquel barrio los propinan quienes son investidos de protectores de un orden; ya no sabes cual, porque destruyen el equilibrio quienes zarandean los cables sobre los que circulan una sociedad en desequilibrio. Se hicieron los dueños de las descargas y las propinan para quebrar las vidas llenas de hechos comunes. Por eso, no encuentras explicación de tanto odio a quienes les sajaron las oportunidades y las convivencias en los que podrían haber sido los árboles enraizados en su nacimiento. 

  Al portero le atacan en el coliseo que se ha dado esta sociedad, para que ese ser pueda exprimir cada una de las gotas de odio que ha ido tomando, en las dosis suministradas por medios comunicación; pero también su propio encierro en trabajo que le alienan o paneles donde la miel que toma es la hiel de las impotencias en las que vive o las superioridades que no tiene. 

   Estudia Miguel a quienes se envenenan con una superioridad sobre unos seres sirvientes. Élites comunes al servicio de los dueños que utilizan a un dios inexistente que no es más que la excusa necesaria para ser investidos de una purpura de actos de dominio. Se trasvisten de enviados con todos los embustes con los que son capaces de sembrar; ellos, ángeles de la verdad.

   Tristes violencias, crueles golpes, injusticias vengativas diarias entre quienes se encuentran por las calles. Se exhiben en los balcones para la tranquilidad de quienes tienen los mismos nombres de calles; se hunden la esperanza de construcciones comunes; todos los sometimientos a un orden impuesto, rasgan los dedos por enlazar.

sábado, marzo 30, 2024

Notas de ajuste

 Se despacha a gusto Max de las críticas que le llueven por su militancia en lo establecido. Suena a bendición sus explicaciones sobre música a un neófito no siempre demasiado disciplinado para entrar en este arte que dicen que es tan matemático y bello.

  Avanza en sus explicaciones de cuatro por cuatro o siete por ocho y de repente mete una mina trampa; sigue achacando mesianismo a Pablo Iglesias como si no hubiera un grupo grande de ciudadanos que no se ve representando ni por la bondad de unas proféticas magdalenas que destrozaron un partido que había cambiado la dinámica en una ciudad tomada por constructores y especuladores. 

   Sobre el atril se expone un libro con pentagramas que no siempre se solfean; siguiendo otras bonitas explicaciones, habla de un Errejón, sufriente, llamado Errejuta, por quienes le consideran un traidor.  Por la no nimia, ni inocente acción de, a unos meses de una elección, crear un nuevo partido desde uno que había tenido una previsión de votos exagerado y por aquel entonces, también frenético, haber estado preparando un puñal como narró Sergio Pascual, para asestar una ruptura de aquel necesario espacio.

   Si Max Pradera, llevas razón, sin ironía, pobre anda Podemos, manifestándose contra el genocidio de Israel, el haber convertido Menorca una base estadounidense; también animó y anima a que sea el gobierno salido de las urnas quien dirija el CGPJ, porque lo tiene tomado quien antes ganaron esas elecciones. Se atreve con una ley de vivienda que no sea una claudicación ante los empresarios de la construcción. 

   Sigue enseñándome, a mis años, quiero ser una esponja, me vale todo. Ten tus batallas en el twitter y es más, puedes ir a La Base, llevarte a los cools Antonio y Ana y que muestren sus newtrales mediáticos, tan parciales, tan canallesco, tan al servicio de los señores, de la guerra y las guaridas fiscales. Para todas cosas, estoy para aprender pero no para depender de nadie y menos de los que se agarran a un programa como el "avivir" a quien no le pierdo ni en minutos desde su inicio para escuchar medias verdades; para eso están los obedientes Iñakis y su "lee, lee, lo que pone aquí", que ni es periodismo, ni es decencia.

viernes, marzo 29, 2024

Música en encuentros

 Montado en petardos, retraso la llegada a la explosión. Nada fácil si la efervescencia te acelera atado a las burbujas como globos de feria, propicio para ser víctima de cualquier escopeta trucada.

 El lugar de despegue, un escenario con palomar, faro desde el que observas describes instantes con el giro de ruedas.   En uno de la vida, el de hoy, te lanza para conocer las creaciones de Toni Sole; yo, una más, ser registrado en un espacio, con una luz, un contexto de primeros planos y una sonoridad que merece ser mejorada, sin miedo a exámenes periódicos. Uno de los cien, ladraba ese descalabro, cansino, sin tiempo para la reflexión.

  Deslizar sonido desde el faro de la plaza. como las exploraciones lumínicas del maestro sobre creaciones manuales que nacen en la intimidad de una mesa casera o un balcon.    

  Infinitos destellos de Dylan, dice ella, Mari Jane, cuando rompe la cuarta pared de esa plaza. Cantó el cubano Mel Semé, subió el saxofonista al lugar donde el río desciende presuroso. Se tornó el candado en calzado y el cuerpo en nave exploradora. Giraba el timón con el sentido de lo vivido, parando en playas desnudas, surfeando olas, agarrándose al viento cuando las olas se volvían arenas movedizas donde enterrarse derrotado.

  Si por un led manaban sombras sinuosas de un monte por explorar; por las terceras y los sostenidos se asomaba la paciencia para destrabar acciones de las  profundidades dormidas; clamaba el olvidado Rodríguez porque el silencio y la quietud juntarán sus labios enfervorecidos y porque sus lenguas se trenzaran con el salvaje idioma de Janis; suena saxo, sin preocuparte si el tiempo correria pesado para enterrar los sudorosos sueños sin Itacas.

   Dálmata calmado, con manchas que le personalizan. Se posan los abrazos sobre el tronco de los renacidos árboles. Uno le expele al centro donde encontrar; otro le sujeta a la corteza, para escribir te pertenezco; en el más engreído, escribe, subo, vigía de lo por llegar y en casa uno de los restantes encuentra risueñas hojas con las que hacerse cosquillas.

  Las palomas se acuestan; él, distraído nos deja reinterpretaciones para reinventarnos, fuera miedos

jueves, marzo 28, 2024

Representantes

 Los representantes de la ciudadanía pueden viajar no a ser crucificados; ahí parece que quien hizo un mal cálculo, luego ascendió, donde fuera, no se sabe si a nuestro cielo o al de Australia con lo cual en uno de los dos lados descendió a los infiernos. 

 Carmena, puestos a especular también quiso ascender, por bondad a los cielos, aunque parece que no distinguió bien y a muchos de los que nos creíamos sus discipulos, nos ha terminado enviando en dirección al de Australia, que es un marrón en la tierra. Su buenura, por mucho que la pasee Javier del Pino, no tenía nada del apoyo mutuo anarquista, y fijate que Carlos Sánchez Mato la había sido leal a ella y más, a sus votantes a los que redujo la deuda descomunal. A Manuela, terrenal la sacaron a pasear en andas, ya en vida y claro en los palcos, en los púlpitos, si les eres fiel, las insidias y las hostias las evitas. Allí, elevada, empiezas a ver las calvas u otras debilidades de los propios y o les impartes bendiciones para calmar,  o les animas a ir a Turquía. A mi en los búnkeres del Carmelo también me han dado ganas de tocar una pieza para una mujer ingrávida pero claro no soy Dylan y ni Romance en Durango, ni en Barcelona.

  El caso es que viera lo que viera, fuera desde el Tibidabo madrileño, que puede ser el Bernabéu, o fuera mostrándola los infiernos mediáticos que le montaron a Pablo decidió que nos libraría del compromiso por una ciudad humana.       Cuando traicionas a tu votantes, el puto infierno no lo tocas; los ganadores te llevan a jacuzzis de burbujas que es un purgatorio no más. Y allí, vuelves a ir como fluida, ya no ingrávida, pero tú situación actual que parece menor, teniendo en cuenta que los líquidos se deslizan también, puedes exhibirla en los avivires o en alguna otra radio donde te mueven los higadillos, bellos y profundos. Nuestras entrañas, más burdas, recuerdan tus magdalenas con arsénico que es como las inóculó Íñigo desde sus antiguas intrigas y acechanzas en el Laboratorio Dos.

  Aquí andamos los demás penando, pero ya sabiendo donde meten las cheiras los que se acercan con las bendiciones mediáticas,0

 empastados de cremas dentríficas exclusivas. Son benditos representantes dotados de mazos para la destrucción 

miércoles, marzo 27, 2024

Hasta que te hablan de ello

 Cuando cierras las ventanas a un barco de vela dónde aprendiste, a un catamarán en el que te restaste o a un a ostentación ajena; encuentras las habitaciones más tenebrosas donde Ángela enterraba su horizontes de dignidad para alimentar a Frank y su hermano. Asustan las camas sin ropa para un invierno que empapaba la miseria en Shefield o Wigan. 

 Descripciones apabullantes de McCourt y Orwell donde te ahogarías si no supieras que tú banco está en tierra o tu cerveza fria.

  Un George sin fronteras traza los limites de la supervivencia alrededor de las minas de carbón. Frank sujeta el hilo de vida a un segundo siguiente donde quizás alguien te haga venderte por un trozo de pan con miga con adimento. Nada más en el abismo, todas  las cenizas de una esperanza quemadas a fuego lento en una existencia repetida.

  Te vigila lo cotidiano para que tomando conciencia de aquellos límites, te conformes con lo que te es dado. 

  Asistes, ya no espantado sino con un cierto odio, a la enésima confirmación de un ser despreciable; enriquecido como señor de la guerra y diablo ríendo de todas las víctimas provocadas que de alguna manera le pertenecen para su confort.

  Estas naves varadas,aquellos barcos de esclavos con velas de productos obtenidos por sueldos de saldos para la avaricia de  los burgueses que te odian, si asomas un día por sus coctelerías de mezclas de explotación y vejaciones. 

   Ser dueños de la pobreza teñida por el rojo de la sangre derramada para el sometimiento en sus posesiones en la que les hicieron arañar hasta el mínimo gramo que adora a su dios. Crear las condiciones en la ensalzada patria para que los parias de parejos adjetivos asuman la indigencia para que sus escudos heráldicos añadan nuevas excelencias. 

 Mundos de arriba y abajo, eso lo encuentras entre las multitudes que visitan los escaparates de nuestras exclusivas ciudades que ya se encargaron de absorber aquellas sangres africanas que, ingratos, no pusieron en sus cálices de oro con los que se recrecieron los réditos de sus participaciones en negocios esclavos.

  Elevados para su adoración, se cuidan de mezclar en el cieno,  el cóctel del amargo olvidó por lo que sufrieron con las impuestas barreras para marcar sus angustiosas existencias.

  A las bestias de mil cabezas, las sueltan ahora porque cada una destroza la esperanza de una humanidad en encuentros 

Guten Morgen musik

Sufrió un quebranto sobre las escaleras mecánicas de un aeropuerto. Llevaba su saxofón en su nueva bandolera. Ella iba de la mano de su pentagrama. Sus notas tenían la armonía de una inspiración por la que entraban los gases que, antes, pensaba que la irian destruyendo, y ahora sabía eran partículas de oxigeno de melodías y armonías. 
   Los tresillos se enlazaban en cadenas por las que se transportaban olores de los brazos sudorosos que amanecían saciados.  
   Había blancas que calmaban el horizonte de incendios de los sueños; la protegían con sus aguas de dulces hilos de voz, sus palabras de contracorrientes donde descansar de las rampas vertiginosas por donde se escapa el tiempo y sus enormes piedras de gestos atemperaban incertidumbres de malos entendidos
  Cruzaban los dedos sostenidos y bemoles sobre los diferentes balcones; desde unos para ponerse de puntillas y cruzarse fluidos desde lenguas sin idiomas y desde otros, para rozar la tragedia porque el abismo era el suelo en aquellos desequilibrios que encerraban plenitudes.
  Cuando llegan juntos unos y otras creías haber caído en una trampa que empiezas a deshacer con la exploración lenta y amorosa de cada posición que es descubrirse 

martes, marzo 26, 2024

Victoria, el refugio anti atómico

 En Suburbia entras y notas el disparo de la mirada de Victoria; es repetido a lo largo de los años. Te hiere, crees haber muerto, al tiempo el beso de una mirada rasga el ataúd.

  Otro impacto se ha escapado, tienes cierto que se dirige hacia ti; como en los modernos barcos la falta de electricidad en tu reacción te marca como una diana estática. Fácil blanco, por ser su color, tu tiras de él en ese instante, consciente del caos. Prevenido ded daño que el coltán ha hecho en tu cuerpo. La bala se escapa, tu color te condena, no existe camaradería fuera de ese refugio humano que le has brindado.

 Allí, en su mansión, te ofrece su condescendencia y pasajeras descargas en la que te dejas atrapar, sabiendo que poseen las espinas en las que te desangras. 

  Los barrios para blancos en los que se aislaron, no tienen el hormigón del corazón compartido de aquel único instante, donde os redimisteis.

  Los perímetros de aquellas celdas construidas para el esplendor de los nuevos tiempos, clausuraron pulsiones, relaciones, con cancelas de miedo y llaves de inseguridades. Una vez dentro, las arrojaron sobre los despojos de mentiras teñidas de inminentes cataclismo y el advenimiento de crueles enemigos, momentos antes,  recolectores de sus dulces frutas, para una vida sana. 

 Sargentos zombies, exhiben seguridad. Un remedo de voces les encumbran ante los ventanales pantalla de aquellas habitaciones con barrotes autoalimentados.

  Una segunda enmienda armada de buenos chicos para lugares de crímenes entre camelias desecadas por la vacua magnificencia 

 Aquel ser refugio anti atómico, extraído por asesinatos selectivos en las costas africanas, sigue siendo vilipendiado por la mentira compulsiva que obtuvo la apariencia de una naranja podrida con envoltura de protector construido por falsos estucos y columnas desequilibradas para sujetar pantallas dinteles con mensajes de saldo

lunes, marzo 25, 2024

Una insidiosa soberbia

 Se preparan asechanzas, no muy lejos, ni en las montañas más lejanas, ni en los desiertos que se tragan las profundidades. 

 Ella crea mundos; él desarrolla el mundo que nos aprisiona. A Dulce, sus personajes la balancean sobre el filo de una espada. Su corte puede ser profundo, ese temor tiene momentos en los que se convierten en el horizonte vital. Esos instantes con remite a la eternidad, quieren ser dueños de la realidad en la que nos construimos. Juntando las pequeñas joyas de nuestras acciones se desintegran las briznas oscuras de esas efímeras ciénagas con pretensiones de diamantes.

   A Trincón todo parece que le sonríe. Su especialización informática le ha aportado un reconocimiento social, un poder económico y una soberbia enfrente de seres que parecen pertenecerle para remarcar su vez grandeza. Se baña en gotas de cava que parecen penetran en sus neuronas para inflar globos, pinchados por la humanidad de una mano alzada ante un ay de un palo flamenco.

  De esos dedos apuntando para fecundar  una tierra sin flor de un tiesto, que nunca será capaz de ver el engreído, sale un ramillete de sentimientos, tres uñas de empatía y un rayo de luz para difuminar la gloria de los poderosos.

 Puede que sea poco, porque un tiesto pareciera poco ante una montaña, pero cuando esta es formada por gránulos de desierto, los tiestos de cada paso realizado por la artista, tapa las proclamadas de  enardecidas nadas

domingo, marzo 24, 2024

Maldita

 Se puede llamar Maldita la página que pone a la luz muchas de las trampas que se realizan en la economía o en los contratos que se hacen en el estado. 

  Si no maldita, si desconcertante es el momento en el que el saxofonista se da cuenta que su cuerpo tiene una total imposibilidad de continuar con su aprendizaje de ese día. Continúa arrastrándose pero las aguas del agotamiento le cubren y tiene que tomar una decisión drástica. Salir a frote quitando los muertos encadenados a los dedos de sus neuronas.

 Debes parar y ver los pentagramas como un tiempo de solfeo que es el barranco en el que siempre se encalla. 

  Dos días después, unos periodistas con ínfulas de dignos entierran su dignidad en sus desposorios con las insidias. 

  Reciben caricias como el gato de Marlon, esa fue su oscuro deseo; mientras el espíritu del 15M hace entrar a su cola en ignición.

 No comprenden que hubo, incluso abducidos, que celebramos el descubrirnos soñando imposibles. Desnudamos su posibilismo con sus huesudas estructuras con ropajes de sumisiones. 

  Son brutos, malditas bestias, unas y otros con ramificaciones poderosas que absorben las energías de las supervivencias cotidianas.

  Si las apariencias arden, quizás nos quieran cobrar los impuestos para mantener esa caterva de arrendatarios de las visiones ofrecidas para atemperar sus violencias.

sábado, marzo 23, 2024

Por Wigan

 Acudimos con una cierta petulancia y ponemos una pantalla por medio cuando vemos que las necesidades,  miserias y crueldades cometidas sobre los seres o despojados o señalados pueden manchar nuestros trajes de actos cotidianos con los que nos vestimos para las apariencias diarias de dignidades.

  Descubrir a Orwell en otro libro, en una introspección por la zona norte de Inglaterra, Shefield, Wigan la vida de aquellas gentes pobres hasta no tener palabras para nombrar su estado de animalización y solo poder ser descritas para nuestra impoluta sociedad occidental que se ha librado de esas malas imágenes con las que ahora se nos ofrecen lejanas, la de los animalizados y alejados humanos que extraen coltán en las minas a cielo abierto del Congo.

   Titula un trabajo de Levitsky y Ziblatt, "como mueren las democracias". No estaría muy lejano al hecho de admitir la televisación de esas condiciones de oprobio sobre unos seres que son parte de una maquinaria que ahora me está permitiendo escribir sobre ello.

  Consiguieron aquellos empresarios explotadores que aquellos y estos fueran un mal necesario al que invisibilizaban, banderas y sagrarios que confortaban la conciencia de estar explotando y de ser así las cosas, entonces; o ahora el poder ver a tus héroes, engrandecidos pero Espartacos que no pueden salirse de su circo o contemplar la última broma viral. 

   Aquellos dueños que delegaban la aparición de su grandeza a hacer conscientes a los demás de su poder, se han convertido en ricos bufones que consciente de su poder y de la protección que les dan otros tantos de sus iguales provocan chanzas, burradas y humillaciones que son seguidas por ejércitos de menesterosos mentales o desinformados que se entregan ante la magnitud de la rotura en una sociedad que se resquebraja.

  Hemos confiado al caos la solución a unos problemas que debieran, si no solucionarse dada la magnitud que ha tomado nuestro mundo, si producirse en el encuentro entre los seres, sin sumisiones, sin delegaciones, sin conceder al favorecido y emprendedor más valor de estar haciéndose dentro de una sociedad, con seres que le dan ese valor, si no es desde robar el valor al otro.

  Las olas rompen, impotentes de subir un ligero peldaño, atusadas por una débil marea y un viento aún invernal. 

Gerardo Tece, suscríbete a CTXT, nos dedica un carta a los suscriptores que describe el espeluznante camino que han tomado una derecha que ya quiere sólo lo que siempre considero suyo, el poder, pero con prisa, sin tiempo que perder, sea por la democracia o por la violencia. Bella carta, con remite postal "honestidad periodística".

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y