viernes, abril 12, 2024

Chirimiri

 Recuerdo aquel maratón, debajo del txirimiri que cayó durante todas esas 2 horas 44 que duró mi carrera de ensueño, me decía aquel ser por desaparecer. Comentó que había creído poseer las fuerzas intactas, incluso después del kilómetro 32, 38, quizás incluso ya dentro de Bilbao, subiendo la ultima cuenta, pensaba ser indestructible, aunque esto quizás es mucho suponer y ya sentía alguna debilidad

  Hablan de conductas inapropiadas. Mono Burgos asimila los malabarismo de Lamine, de origen marroquí, con su posibilidad de ganarse la vida haciéndolos delante de un semáforo. Dani Mateo, presentador humorista, defiende el chiste; bueno, el problema de no entender de ética y no haber recibido muchas clases de lo mismo, es imaginarte al presentador haciendo sus gracias de la tarde o noche, buscándose la vida en ese mismo semáforo. 

  El limitar el humor no es bueno, imaginártelo con Garamendi, diciendo sus gracietas de que el Estado te roba, quitándose el traje de la CEOE y elevado en una banqueta, allí, en el mismo semáforo, con una camiseta rota y cayéndose desde esa altura y viendo como acude una ambulancia y que dijera: ¡eh, pare, pare doctor! primero prepare la factura que voy a generar por haberme caído cuando decía que el Estado nos roba y que yo tengo derecho a quedarme con el dinero que me arrojan, bien al suelo, bien a mí. Sume, a su aire, según mercado los puntos que me pondrán, la inyección contra el tétanos por si el clavo con el que me he pinchado, me produce una infección, no olvide el alcohol y el betadine.

   No se preocupe gerente del hospital publico, precarizado, que me atiende, fui presidente de la CEOE y tengo mucha pasta. 

   En eso acude Dani y le dice a alguien, tal vez a Garamendi: ¡Chacho, que suerte tuviste con aquellos trabajadores extranjeros que te hicieron la obra de tu casa y te las cobraron a la mitad y sin que les pagará la parte que corresponde a la grandérrima España, a la que ¡qué la alimenten los pobres!.

   Sale Panadero, Rafa, va a cruzar por ese famoso paso de peatones relacionados con nuestros cómicos. Javier, hostias ¡me has hecho caso! del Pino le devuelve el golpe, al oportunista  de Max Pradera, también humorista, que atacó, en su sección musical del "avivir" a Podemos (recibieron un escrito para reprochárselo, por sus malas formas, por no dar la oportunidad de decirle su bajeza). Rafa se queda mirando a toda esa banda de humorista. 

    Observa lo siguiente:

    Dani no poniendo límites a los golpes de un Garamendi que se apresta a sacar su billetera para pagar a la sanidad pública, su ascensión a la banqueta, en un símil sobre su subida para dar el semón de la Montaña y Max, sacando la "cheira" con una manta en la otra montaña para defender a la izquierda guay, porque sajar el cuello de los que elevan la voz y son incómodos está bien considerado. Por cierto, cuando va a señalar a Lamine como el culpable, por no saber aguantar una broma, le ven trabajando en lo que le han dado la oportunidad de ser bueno. Como aquellos que reparan casas y las dejan bien y los otros que acuden a los institutos y siempre muestran respeto, en mitad de su rebeldía de juventud.

   Si, puede que no entienda el humor y le ponga límites. Al comentarista futbolero, desatado no se le ocurre hablar de De Bruyne, rubiete, poderoso, belga y decirle que si fracasa, siempre tiene aquel país, Congo, en el cual, ya un rey paisano cometió un genocidio y ahora, por sus riquezas, también se le puede desequilibrar para que sirva para nuestro bienestar y para que las empresas que patrocinan "Zapeando" pueda seguir permitiendo otro nuevo genocidio para que ese dinero que ganan allí, nos permitan sonreír aquí.

    Chirimiri de sonrisas, dicen

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