Viajar para la empatía. No ir detrás de nadie, ni para ponerse bajo sus huellas, ni para hacerle burla.
Una encina, atemporal, nos refugia.
Tantas empresas que alimentan a crápulas amorales dispuestos a animalizar a sus enemigos para poderlos matar.
Tantos adoradores del poder y el dinero para someter primero a quienes les sigan, porque son víctimas de sus mentiras y con estos de arietes, a los enemigos
Tanto silencio de doctrinas, convertidas en empresas especuladoras, que desde sus ondas, sin dios, llaman a odiar a quienes les quitan la patina de dignidad para luego matar a esas cucarachas que les han mostrado sus trasteros infectos
Grandola vila morena
el pueblo es quien más ordena
dentro de ti, oh ciudad
tierra de fraternidad
en cada esquina un amigo
en cada rostro, igualdad
A la sombra de una encina
que ya no sabía de edades
juré que sería mi compañera
No, no lo son quienes nos encierran en sus mentiras, en su entrega a las armas como solución a los conflictos que enriquecen a élites, quita recursos a las necesidades básicas de la ciudadanía y nos meten en espirales de miedo y entreguismo a dictadores y aspirantes a asesino de masas
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