Encuentro a Nieves por la terraza. Nada, que hace estamos metidos en primavera y no creo que dure mucho.
Por lo oído a la sin par Congostrina, está frase esta en la lápida que cubre a Manuel Azaña.
Lo que si es lapidario son las frases que lanzan los que hablan de un dios que les pertenece y bendice, al que parece le han asesinado con estocadas barriobajeras, después de entrar el primero con una fusta para echarles por ladrones e inhumanos.
Cuanta inhumanidad guarda el ansia por poseer y mandar.
Oyes a Pepe Mujica, presidente de la decencia que gobernó Uruguay
Algunos piensan que fue terrorista porque estuvo en la cárcel, sin saber porque.
A Calixto Bieto, director, antes del ABC, ahora de otra máquina de odio, que anuncia un fin trágico para un presidente de gobierno, se le tiene que llamar, comensal junto a M. Rajoy y Florentino. Llamarle incitador al asesinato, junto a los antes nombrados, parece poco para su caradura moral. Mercenarios del terror. Siempre fieles a sus pagadores.
Estamos aquí y Manuel nos esculpió esas palabras; sus actos fueron de total compromiso, lucho porque no hubiera esos enfrentamientos, pero del otro lado, estaban desatados; pasaron por encima de Niceto Alcalá Zamora, católico, de derechas, republicano, tampoco les servía. Es arrasar para que florezcan sus portes de Barrera
Pepe, Manuel; la sencillez en la construcción de un futuro para una sociedad en convivencia
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