viernes, mayo 17, 2024

Melancolías y vértigo

 Somos los que nos fuimos adaptando a las consecuencias de lo que habíamos vivido. 

   Jugando a las bolas o a los cromos éramos quienes perdíamos o no terminábamos de tener la habilidad suficiente para meter en el gua aquellas canicas. 

   Nos explorábamos entre las calles por hacer hasta que nos empezaron a poner reglas. Nos agrietábamos en brechas por diferentes partes del cuerpo hasta que llegábamos a hartar a nuestros mayores. Cuando fuimos encerrados en cuevas volvimos delatando a quienes aún seguían por aquellas vías que se asfaltaban. 

   Se hace uno adulto para que odies al diferente, para que crees equidistancias mientras apoyas siempre a los mismos. Coges los diales de mercenarios porque ahora ya tienes que actuar sabiendo quienes son los enemigos que nos pueden estar llevando al apocalipsis o a la destrucción de una sociedad en la que nos creemos felices.

   Alimentados de los excedentes que damos a tantas empresas, esta especie de influencer viejunos te hablan de la rotura de España, del procesismo que ahora se acaba "ahhh, espera que aún no que nos sirve, de la continuidad de Eta en cada acto de nuestro días; de la falta de libertad de quienes alimentan "Sánchez, hijo de fruta"; de ataque a los jueces, de esos que "hemos traído coño de donde esté y le ponemos donde nos viene bien".

   Mientras tomas un café y te arrojan la equidistancia, con las palabras de esos Alsinas, de esos Jiménez, de esos Jotas Ramirez, todas, con las Anas y Susanas, con el adjetivo SA, y te hacen olvidar que esta sociedad puede crecer sin sus patrocinadores, que se podría vivir si nos deshiciéramos de esos pisos especulativos porque la prioridad es su Constitución, a la cual nombran pero usan y tiran a la basura con sus actos. 

     Dice Joaquin Urías que "que leches es eso de una justicia! si a esa la has enmarcado entre 300 temas que te has aprendido de memoria, sin tener la melancolía de haberla tenido que aplicar y sufrir desde el otro lado. Tantas "lecciones" y tanto tiempo para que termines Fiscal de Madrid y veas que es el terror lo que te guía para ejercer aquellos sueños que pudieras tener de una justicia hacía el ser humano.

     Puede que una ideología y un "cuento religioso" que dice Nieves Congostrina te llevarán a encerrarte durante cientos de horas pero han llegado quienes se ofrecieron como killers en la realidad, para decirte olvidarte de aquel esfuerzo extremo, la justicia te la damos hecha y pasar a investigar que pasó en la Residencias de ancianas de Madrid no te es posible, es un nuevo tema, fuera de las oposiciones que estás aprendiendo.

       Existe un segundo en el que miras lo que te querías construir con ese esfuerzo ingente y ese otro segundo en el que te ves estallando como la creación de Refik Andadol. en mil formas y reconstrucciones a las que ya no te quieres someter, porque una opción también es la reconstrucción y ...¡buff! vértigo

     

jueves, mayo 16, 2024

Salir del puerto

 Deberá llevar cuidado Omar, tenía varada la embarcación al pantalán con un ballestrinque. Las velas las había izado realizando con la driza un as de guías. 

 Nadie daba un duro por el nudo llano y sin embargo ahí andaba dando un margen para que no se fuera más lejos de lo habitual. El ocho fue una sorpresa pero cuando tuvo que preparar un arnés por no aparecer el propio, tuvo un valor de seguridad que le permitió hacer banda desde la borda de la embarcación de vela.

   Otra cosa es cuando coges un barco, este ya con su motor y sin tener ninguna vergüenza por parte de quien vende y quienes compran sus muchas armas, le pones rumbo a un país que está cometiendo un genocidio con habitantes de aquellas mismas tierras, Palestina, que es su nombre en muchos siglos; atraca en algun puerto de España y pasea por sus aguas jurisdiccionales. 

   Parece ser tripulado por gente inocente, ellos sólo lo hacen moverse, se justifican; cándidos nos muestran a los jóvenes y niños de ese país genocida que han sido taladrados por la bronca de tanto odio que parecen les haya insertado por ese agujero, un chic donde la sinrazón y la impiedad hacía los diferentes guíen sus actos diarios de destrucción de ayudas que sólo aliviarían, en parte, el sufrimiento de estos últimos.

   Es lo que tiene todo esto, se alimenta el fanatismo y luego por días, o por la oportunidad del momento, se les va sacando a la luz a conveniencia. Eso contaba Antonio Scurati en su libro M, que era el "modus operandi" de ese Mussolini que utilizaba a sus camisas pardas según el momento. Necesito ruido, concluía, saco a los fanatizados y que campen a sus anchas, por calles, en marchas militarizadas con un orden financiado por las grandes riquezas. ¡Uff, parece que la cosa marcha bien y que el ciudadano "medio" acepta nuestras propuestas!, pues a estos alcornoques les llevo a pastar al gimnasio de turno donde vayan engrosando sus músculos, que al fin y al cabo, es lo único que necesito de ellos, que golpeen para asustar.

     Hasta los poetas como D Annunzio, navegando entre sus letras y su fanatismo se quedan cortos cuando las industrias armamentísticas tienen sus ejecutores; porque los poetas se les quedan a medias. Nos sirven para crear relatos en los que alguien se pueda embeber de la épica y de la gloria para sentir vibrar el alma carcomida por imágenes e himnos que devoran la razón de los hechos; pero el día a día necesita a mentes criminales que manden "el que pueda hacer que haga" con la perversidad de saber que está creando monstruos y mintiendo porque su fin está por encima del respeto, no a sus adversarios a los que ve como enemigos, a los que se podría asesinar, sino a sus seguidores a los que les envía hacía la violencia irracional contra el que está conviviendo en sus actos diarios y no piensa como él.

     Desde el faro, Puente creía irradiar la luz propia que guiara a una sociedad. Ayer fue 15M, incluso para los mayores que merodeamos por la política en la realidad de dejarla pasar por nuestra puerta, aquello fue tan grande, que con todo el canallismo de los Ferreras y otros que mentían para "dar hostias" a los que ponían ante el espejo de sus actos impúdicos y traicioneros; con la acumulación de basura y fango emanadas de eunucos patriotas; con las traiciones pagadas de advenedizos errejonistas y sumatosos. Se aprendió a ser parte individual de un colectivo que buscaba ser consecuente con lo que había descubierto: Si se puede.

miércoles, mayo 15, 2024

Fuera de contexto

 Se lee, no mucho CTXT y pena da. Un poco bestia es que analizarían, eso no es lo bruto, las palabras de una señora que necesitamos gente como Adorni, que mate a jubilados. 

             No hay dinero, tienen la solución

   Existen días que el árbol se desgaja de su raíz y decide viajar hasta donde paran los adolescentes. Siempre, vuelve de inmediato y suelta las hojas, no las que usan las nogueras, que se les quedan flojitas, y se queman con su soplito, si no las que les fertilice. Allí, ya aposentada, no está relajada ahí ni nada. Te acostumbras años a estar en tus raíces y te vas abandonando, casi ni para crecer te entran ganas. Fíjate que siempre te han dicho: "venga serás mejor contra más crezcas pero luego te dices, "hospedas, pues lo del decrecimiento tampoco es tan malo"

    A mi me lo dijo Matías que es un tío que ha viajado allende los mares. No hasta Chile que allí, les da por matarlos, aunque sea con la ayuda de algun premio Nobel. Es lo que tienen estos galardones que no lo va tanteando y un día cogen y se lo dan al más filibustero. Ahí se acaba todo, si les estuvieran exprimiendo un poco por aquí, analizando otro poco, por allá, pues verían que ese que parecía un novel, en realidad tenía más malicia que las heladas después del calor de estas semanas pasadas. Se queda el paisaje tétrico. Era haberse movido un poco y saber que aquel laureado había apoyado a unos cuantos criminales; pero como decía el de los otros suyos "son nuestros hijos de puta" y con eso ya nos vale.

    Así nos ha ido que tuvimos a los Kissinger y ahora a los Bannon y compañía y sus grandes patrocinadores. pues no se lo pasan bien cuando ven que los primeros consiguen que las culpas les caiga a los perjudicados.

     Aquí tienes a algunos parecidos. Coge "el facturitas" y le preguntan al amigo de rey errante, no tendrás narices a poner publicidad de tu marca de cervezas donde antes estaba un cartel donde se recordaba las 7291 muertes de ancianos que no se les quiso o sanar o ayudar en situaciones de ahogamientos y muertes violentas. El del "agüita amarilla" se le queda mirando y le pregunta: "quieres que además me saqué la chorra e inunde de desvergüenza más muros"; "pa'que, te dices", si ahora mismo te acabas de cruzar con  la misma que tiene una fiscal ahogada en terror por no ejecutar su deber, cuando ya le han aportado las pruebas de las salvajadas que se ejecutaron como ella.

    Te da por mirar la equidistancia que lanzan en tantos programas, ese soniquete de niños "si pero aquellos también lo están haciendo mal" y te dices cuanta porquería inunda las ondas de todo tipo. 

     Lo mismo suena mal, pero escuchar a carnecruda hablar del Lawfare y de las máquinas del fango, con gente muy cualificada es de agradecer. Joaquin Urias, Marc Amoroso y Teresa han dado un curso de todo lo que es eso. 

      Ha quedado extraño que fuera tan contundente, hoy, Javier; una explicación rara ha parecido que a él ya no le llaman de esas pordioseras televisiones; como si para lo que me queda en el convento,.....; eso ha sido muy duro para muchas, desde hace mucho tiempo y parecía que entonces, se contemporizaba un poco. Son horas injustas, quizás está insinuación también. Se sigue y se admira su trabajo maravilloso

    

martes, mayo 14, 2024

Pipetas fuera

No ver; no recompensar pero vamos que si quieres nos metemos a investigarnos y que no nos importa los resultados que nos extraigan los demás.

   Pasa es que te echo de menos, eso decía Bebe. 

      A Felix pasa eso, que echa de menos a quienes amaban su profesión y que se fueron hace mucho, demasiado; aquel Jesús, maestro en el pleno sentido, al que cuando estos días en los que alguien se encuentra perdido por no dar resolución a lo que se ha planteado en clase, seguro, que recurría y le diría, eso poquito, nada más, pero será inmenso si lo comprenden. 

     A Oscar Ayala, compañero dos años y al que hoy homenajeaban. Grande en su pasión por la literatura, humano para conectar con su alumnado, transmisor de compromiso con la profesión, con lo público con la vida, en la que no se le pudo retener, pero a la que celebramos porque es como él lo querría. Como Raúl, con su toque de saxofón que dispersa nubes oscuras como aquellos dioses romanos, más veraces, diría Nieves Congostrina, que los que nos venden las religiones para obtener los saldos en los que se valora muchas veces el ser humano, al que terminan teniendo en su morral, de donde van sacando granos para darnos sus espejos de felicidad. En un la, la si do  re, re do si la, la si do do si empezamos a tejer los sonidos de los que nos gustaría ser sus herederos.

     Tantas y tantos otros con los que, como Andalucía, no son una arcadia a la que regresar si no que son parte de nuestras esencias, unas tablas que dan consistencia a nuestro barco en construcción de utopia cotidiana; perdón maestros Califato 3/4, por tomar quillas vuestras para mantener rumbos.

     Visitar el Rincón y compartir con la tripulación los horizontes en los que se desarrollan relaciones, sentimientos y encuentros. Somos las narraciones que como el esparto que ensamblan en los bajos del Lento; en superficie van tejiendo el niño que cobra, con el DJ, al que se quiere y valora en mucho cariño; que a la vez, es el mentor de quienes, juntos, confeccionaron triatlones, algunos con sus aguas, bicis, carreras y otros, recuerdan a su hija, con la bici en la que llegaba un profesor, cuando entonces aquello era una atemporalidad. 

      Querida Nieves, resistencias tejiendo las melodías de antes con las de ahora, porque nos impregnan aquellos de lo que ahora amamos. 

        Dejamos ahí afuera, apartadas, algunas pipetas de nigromantes que experimentan con los gramos de falsedad, envenenando canales. 

        Nada de eso hoy. Faltaron palabras, cuando os vi postrados, no quería pensar que los encuentros se acabarían, como así fue; ahora navego con tantos vientos que sin darme cuenta iba recogiendo en aquellas brisas, en encuentros como los de hoy, ahí en el Rincón Lento, como en la Feria del Libro, a esos Ivan y Sergio que alumbran las recónditas villas 311, de sociedades que nos construyéramos sin tutorías y rel(atados) de escritores viajeros, que levaron las anclas de las letras fondadas para hacer Pegasos a vidas en las que nos insertábamos

lunes, mayo 13, 2024

Llegó el día

     En el medio, el director, sólo, dubitativo, nervioso, impositor porque no está seguro de ser este el camino.

       Cinco grupos ocupan las cuatro esquinas y el centro de la escena, de la que se retirará nuestro protagonista. 

       Una primera acción conjunta en la plaza es regada por la música de Richie Ray y Bobby Cruz; bailes con ritmos latinos en cuerpos poseídos que describen la ingravidez como un juego de astros que se rebelan contra un orden. 

        Exhaustos desde el calentamiento, se descubren nuevos entre los impulsos, sea ahora de saltos; otros entre los encadenamientos de acciones; más allá como si todos esos colores de vida se pudieran impregnar sobre estatuas, primero silentes, después el acróbata reclama que esa lluvia no se dilapide en proyectos faraónicos, creando construcciones tan efímeras que ya las estemos perdiendo y entonces, surgen vidas que están rodeando los días que se repiten, sin ser nunca iguales, esos círculos en los que ruedas, ya sea en los planos verticales, transversales, anteroposterior pero por los que te encuentras ejecutándoles dándoles valores diferentes en lo que parecen son días perfectos.

         Se suceden sus actos, ya sea en un marco silente, ya sea sucesivo, ya poniéndoles multiples focos para que cada uno busqué mejorarse en sí y por fin, para que todo se haga simultáneo no con el afán de disimular las imperfecciones, sino porque se descubren parte de actos que siempre están por ejecutarse, que otras, por crear tantos mundos en los que poder convivir con el diferente.

domingo, mayo 12, 2024

Las lágrimas entre tiendas.

   Ella andaba cantando un día por un parque, él caminaba por el centro de la ciudad; otra, encontraba en su bolsillo una carta de alguien que la quería. Cerca, ella, llora, detrás del altavoz que la escucha, alguien le acompaña. Muy lejos, mentes universales quieren acabar con el diferente; algunos de estos, son niñas destrozadas, juntas con sus muñecas que yacen despedazadas y sin ser abrazada por la niña que soñaba darse una mesa sobre la que operar males y no ser quien yaciera allí, para ser recompuesta. 

    Nos deshacernos como azucarillos en el mar de las industrias armamentísticas, de las indiferencias porque lo importante "es que se den amnistías", de los océanos de mentiras que hablan de roturas de una patria desangrada por tantos robos de los de arriba, por tantas palabras burdas lanzadas como arietes por mercenarias amorales que pastorean armando con los cayados de Goya a mentes necesitadas de actuar en rebaño.

     La Emma de la acampada en el Campus de la Universidad de Barcelona, tantas Emmas de allí y del mundo que abrazan con su actos la soledad de una abuela a la que primero le quitaron sus olivos centenarios de un arraigo en Palestina, luego, alrededor, la labraron zanjas, intuyendo que después arrojarían allí a sus hijos y nietas asesinadas con armas llenas de balas de odio generado por mentes criminales.

   Por la calle principal una pareja de ancianos describía su enésimo paseo por el lugar que les sirvió para cruzar sus miradas y enamorarse. Pasaban cerca del lugar que ya nadie miraba; aquel campo de juego con su puerta candada y el balón pinchado que había sido abandonado, inservible, incluso, ante la necesidad. Ella, con la otra mano, le dice mira esa brecha en mitad del campo. Nuestro Javi estaba jugando hace unos meses y metió el pie en una pequeña hendidura, topera dice Guardiola. Esta no le fue indiferente y por allí fue descubriéndonos los Pituil, luego los Tonocotés, pueblos que había sido parte de la construcción de una comunidad allende a los mares.

    Leandro y el escritor tienen un compromiso con su colegio, con su calle que contienen las pillerías que brotaban en el campo regado por el tiempo infinito de la niñez. El abuelo se reconoce en el Maimará que jugaba con piedras de colores y barros que engullía una papaya aplastada como para teñir los pies que volaban como las hojas crecientes del nuevo árbol que siempre andan con el vértigo de ser puesto "en negro" por alguna helada de conquistadores cruzados que lanzaban el sentido de culpa, como anatemas para no ser tu y tus errores, que te hacen humano que viaja para completar una promesa.

    Existen Chorris, pesados, embargados en tanto daños que acampan en tierras no prometidas, sólo sembradas de puñales con el que van rasgando sus hijas y su futuro al que cortan el talón de Aquiles para que lo afronten arrastrándose. Ellos se levantan porque sienten los pulsos de quienes les rodean y contemplen conseguir que las zanjas sean surcos por donde sembrar semillas de futuro, regadas por tanta sangre derramada; que las miradas lleven el calor donado, triste de quienes fueron masacrados, cuando el horizonte debiera ser el triciclo que explora entre bandazos, el futuro por los débiles brazos que necesitan crecer para dar la firmeza que se obtiene de caminar agarrado a los Pilagás que salieron a mestizarse con los diferentes Comechingón que sintieron la llegada de ellos como un crecimiento o, tal vez, en un primer momento en una intromisión pero que fructificó en tierras casi yermas.

    Tomé la autopista de "Villa 311" y voy acompañado por los lectores de Caballero para tomar conciencia del ser, sin que pantallas intervengan en la construcción de nuevas sendas por las nazcan encuentros.

sábado, mayo 11, 2024

La Feria del Libro, sin Intermedio

 Dice ella que ha puesto a dialogar a tres libros; la verdad que si los dos míos se ponen chungos, aquí no va a parar ni el hotelero.

  Fíjate La llamada que hace uno en Villa 311 lugar donde la máquina de fango fue parida para que la vida le vaya aplastando a los Omares de turno, para que las élites dejen de hablar de meritocracia que son la bofetada que reciben sus habitantes cuando logran levantar un poco la losa. Promete la historia que van a vivir estos dos libros, sentados enfrente, puede ser que para abrazarse, también para pisarse o escupirse cuando nuestra protagonista vaya restregando alguna de las ventajas que ha recibido por herencia.

   Dos días hace que alguien recibe la contestación a una pregunta que no encontraba respuesta. Desde hace casi dos años, no es capaz de ver un programa de el Intermedio. Está Wyoming, está lo que hubiera soñado ser un clown como Cristina Gállego, está la belleza y exuberancia de Sandra, aunque ya descubrió hace años, donde está es disfrute de esa imagen, en compartirse y eso está lejano. Con esa mezcla más Dani, aquellas horas desde las 9h40 era innegociable, el puesto estaba delante de la tele, quizás mezclada con alguna lectura, con la pantalla del móvil que nos va tomando nuestro tiempo en la superficialidad.

    Ironía, contundencia, atrevimiento, pero hace dos o tres días, delante del cartel del Intermedio, aparecieron los ministros de SUMAR, y entendió todo. Yolanda, Errejón, Mónica. Ernesto y ¿Sira?. Había entendido hace tiempo, con las palabras de ese periodista mercenario, taimado y traidor, que la gente le cree a él y entonces sus hostias son más fuertes a la izquierda, esa salida del 15M. 

     Sabe que Wyoming es un showman y no ese sucio periodista. Le admira y tiene en el altar de sus clarividentes y contundentes intervenciones los dos videos que espera estén aún en las plataforma de grabaciones audiovisuales. Son de 13 minutos cada uno y la exposición de temas sigue una línea argumental con temas de actualidad de aquella época marea verde y de ahora, que podría ser una clase magistral en una clase de Políticas.

     Le siente de los suyos pero en su fuero interno había entendido que la admiración por el Gran Wyo lo puede utilizar esa izquierda "cuqui"; traidora, como repite, le recordaron que era ya Errejón cuando estaba en Laboratorio 2 de Madrid; como había ido trepando Yolanda, en su Galicia, a la que metió en una fotografía basura en un cubito recogiendo arena contaminada, marketing basura.

     Si, puede que ahí esté la respuesta a esa indiferencia tan cortante, tan abrumadora. De ser un defensor acérrimo a no plantearse ni zapear por si encontrará algunos segundos brillantes de ironía. 

     La fotografía de esos mandamases es tan pueril; revestirse de una imagen de marca para lavarse su deteriorada y traidora imagen. 

     Javi aquel alumno de los primeros años de enseñanza en la que sigue aprendiendo aquel maestro devoto del Monzón ácido con la realidad de esos jueces, que por no ser japoneses no se hacen el harakiri cuando pierden la dignidad. Villa 311, libro de quien se hizo explorador de las calles que se cruzan entre cromos, guas y calles muertas con balones que rasgan pantalones y paciencia de madres.

viernes, mayo 10, 2024

Vías para un edificio

 Cae en el libro de Javi Caballero, La Villa 311 en manos acostumbrada al tecleteo; amenaza con no leerlo porque parece que todo se cierra alrededor y se han obstruidos los caminos a mundos, narrados por vividos.

   Dos mundos de una misma patria se asoman, La llamada de Leila Guerreiro y el libro de Javier; el pulso de la pobreza asomando por uno, agarrándose a la supervivencia con una bota que enhebra unos cordones impropios, para taladrar un espacio que lleve al sueño de salir del barro que les ahoga y por otro lado, el compromiso por liberarse de tantos vende patrias con licencia para robar y extorsionar a los primeros.

    Por medio, pasos por los diferentes barrios potreros, en uno donde la virulencia de los actos son gritos espasmódicos de socorro, barreras impuestas que deben ser saltadas aunque sean subiéndose a las aspas de los molinos imaginarios que nos adventen a las otras orillas donde no sabemos nuestros futuros.

    Tras un silencio, todo el grupo, realiza una danza de amor al agua, tan falsa como la entrega que se ha producido a los excesos de querer obtener todo, como si fuera a coste cero

     Un grupo se desencadena de ese baile trivial y comienza una carrera furibunda por encontrar pócimas maravillosas. Son acciones desencadenas desde cuerpos inertes que, ahora ya pugnan contra los espacios de sus actos que les tienen encerrados. Sus movimientos, se agotan anclados a la tierra y desde allí, hablan unos: ven agua; ella dice, para que si me despilfarras en regadíos que sabes son inaguantables en el tiempo. Otro dice, los reduciré; ella, si pero arrojas a mi cauce ciento de veneno en el que ahogaras la vida de los peces. 

   Desde otra esquina, todas las personas que habiendo acabado de bailar, el ritmo anterior, y han terminado formando naves de dos personas que de repente emprender un viaje quizás para, por fin, saber nuestros límites, errarán por toda la sala y desde allí, cada uno, realizará su danza de descubrimientos hasta que todos terminen unidos en una nueva acción donde confluyen las fuerzas de cada una que se unen porque, se vieron débiles en su lucha contra la codicia.

    Cogemos aquel tiempo, de hace, parece que cientos de años, de aquellos pitufos que enseñaban al alumnado de Namur, donde estaban las debilidades que les destruirían su lugar de residencia.

     Van saliendo a la palestra cada una de las estudiantes del cuarto grupo, ellos exponen las pequeñas cosas que ven.

      Las proclaman de una en una y después en los intervalos que ahí, el grupo muestra un baile común que se dirige hacia otro lugar donde ha ido la nueva voz y el nuevo aviso.

      Un circuito de acciones, cambia de espacio; los avisos no se dan por agotados, se necesitan esperanzas, para que papa pitufo no parezca que ha sido destruido por las inercias del consumo que siguió aumentando desde aquel tiempo de un proyecto común.

      Caminos que sólo se desenmarañan desde la acción

jueves, mayo 09, 2024

Verde Califato

 Pasaron años, mucho desánimo y el poder de los ciudadanos, que se había entregado a cumplir unos horarios injustos. Cada uno en su espacio, cada uno en una lucha por estar con su alumnado, con cumplir con ellos, con el papeleo, con el alumnado desplazado

   18h. ya no estamos todos; no somos lo que fuimos, pero califato 3/4 nos pone su Critto de la Nabaha y nos descubrimos caminando porque estamos y queremos una sociedad crítica, sin dar en exceso a unos para precarizar a la mayoría. 

    Señores que salen a los escenarios escogidos, sometidos, también a los mediáticos, seguros de ser protegido de su irresponsabilidad. A nosotros que nos importa, sus malas artes, si nosotros nos fumamos la sandía y vemos la luna a través de nuestros charcos de veneno.

    Borja, Borjita, chico mira donde has caído; vale te lo jugaste todo a la política; pero tu respeto a tí mismo, debiera valer mucho. Parece que ya no bailas con él, como si estuviera en busca y captura y te la puede jugar; pero te perteneció y que te rechace es, al menos, muy fuerte.

    De todas maneras, aunque te den el argumentario, a mi no me lo leas ni me lo cantes, que yo estoy en la puerta que se me abre para encontrar mundos, a los que darle estrellas. A estas las tomó prestadas del cielo al que prometemos pintarlo con liquido de aceitunita negra.  

    Les pongo a los chicos hambre de Çangre, veo al desnortado Borja, con Pilar y mi alegría, Gabriel, relajados, bromeando; queremos saciar ese hambre de empatía, del que carece con sus pelotudas palabras. Lo cocinamos con Clabo y Canela y ese ritmo de 3/4 no se debe envenenar con las palabras de acusar a tu juventud, de ser pro violencia. Escucha en mençahe no der un profeta que nos dice Califato, busca el de la coherencia para que la posterioridad, como te dice un joven que te mira como un outsider ajeno a la empatía ante el genocidio del pueblo palestino. Les alegas metidos en violencia a ellos; tú que sales atiborrado subido a las tecnologías de las empresas armamentistas y vuestras patrocinadoras. 

    A ese sillón, necesario, para mostrar una sociedad que se puede comunicar, no le puedes cargar los descuartizamientos de niños, mujeres y seres humanos. 

     Hubo un ¡basta ya!, lo rompieron los federicos, carlos, eduardos, carlos, mercenarios instigadores del odio; ¡puta mierda! si ellos son los que te construyen tu futuro personal o son tus guías en los paseos familiares.

     Renace la marea verde; con cada una de las acciones particulares; la necesitamos porque es parte de la construcción de un mundo crítico.

     Me sorprende, dice Juan Diego, no se pronuncien por los derechos humanos. Primero la vida, y dentro de ella con una sanidad y educación pública, de todas para todas.

Una construcción

 La película está por construirse en la mente del vidente. Se hizo a través de los años, pero hubo tanta necesidad de estar en todos los sitios que el tiempo ha pasado y ahora el asiento de la sala de cine se convierte en el trono de un merecido descanso. 

    Se asoma a sus actos ante el análisis de lo que sucede alrededor. 

    La cámara se mete en la pantalla de mil espejos de un móvil abandonado por la mano inerte de una mente que se abandono a la contemplación de situaciones sin contexto. Tras ese aluvión de olas gigantescas que le han postrado; alguien desde fuera contempla la destrucción y el caos. La recomposición empieza desde el primer dedo que se moviliza de un cuerpo que parece alimentarse de arena, tal es su entrega. 

    Un nuevo vaivén de aguas permite a estas atiborrarse de terminales, botones, batería, nada que tenga que ver con los que hace unos minutos se exhibía, si con quitar la cadena a nuestro protagonista y darle su propia construcción. La perspectiva ni es tan halagüeña, ni te va a permitir refugiarte en la conformidad de lo que podría haber sido. La elaboración comienza en las acciones que se suceden desde ese primer instante en el que el dedo araña el suelo sobre el que empezarás a ver el horizonte del siguiente paso.

     No muy lejos, tormentas y rayos se convierten en tu paisaje cotidiano, no tienes muchos refugios y te enfrentas con la virulencia de algunos momentos. A veces, encuentras resguardo en plásticos que se deshacen tras una breve protección. Otras, piensas meterte bajo multitudes de manos y palabras, pero que te son ajenas y, entonces, esos segundos crecen como otra nueva que amenaza con aplastarte. El segundo siguiente es una tabla que te ayuda a surfear aquel infinito final.

      Te introduces por la selva y en esa exuberancia te vas encontrando con afinidades y con alguna de ella, notas que se enrosca por tu cuello y por tu cuerpo como para que le pertenezcas, sales, por instantes quieres creer que no rápido, pero si lo suficiente para seguir tu ruta.

       La película te invita a una breve siesta y a levantarte de un sillón, para encontrarte los caminos de la propia construcción. Entonces cierras los ojos

miércoles, mayo 08, 2024

Escarapela

Me escribe Juana. Está escarapela; no quiere explicármelo pero me recojo el pelo sobre el lado derecho. No sé si es mala señal pero tenemos que avanzar y la opción de llevarlo suelto y en un momento determinado se ponga sobre los ojos y termine decidiendo el camino equivocado, no es algo que nos podamos permitir.
   En la enseñanza pública madrileña, hoy, hay huelga; desde hace muchos años, lo que se ha dado es un abandono grandísimo, por parte de la administración que gobierna  aquella Comunidad. Pareciera que porque son elegidos, debemos aceptar sus actos de injusticia, de no igualdad de oportunidades, de favorecer a empresas como la Iglesia Católica, a cambio de no dar los recursos suficientes a quienes acogen un alumnado más diverso. 
  Pasa igual con el periodismo, alguien que leyera la noticia que daba ayer El Español, con su director Pedro José Ramírez al frente, en el sentido que había 50 asociaciones pro judías que apoyaban las acciones del gobierno israeli, no lo quedaría más remedio que creerlo. Sabes que esa persona lleva ejerciendo alrededor de cuarenta años el periodismo y para mantenerse das por supuesto, que tienen que tener detrás una cierta solvencia. 
    Parece ser que no; el proceso lo explicaba con menos palabras y más gracia Silvia Itxaurrondo el otro día. Pero por variar, vamos a empezar de otra manera, grandes empresas ganan mucho dinero con las contrataciones públicas. Estos grandes conglomerados conocen quienes les van a favorecer sin ninguna cortapisa, porque en sus moral está defenderlas. Dicen estos partidos políticos que quienes crean trabajo son esas empresas y por tanto, se las debe favorecer. Estas flipan, saben que ellas hacen sólo de intermediarias y especulan con esa acción, sobrevalorada en la mayoría de los casos.
  Si te da por preguntarte el porque, puedes encontrar la respuesta en que ese sobrecoste , una parte va para el dueño y otro para quien te admite ese pago extra. La moral por lo que se ve, la del Alcoyano, no más.
   Entonces te metes en el tema ¡ufff, esto parece un chanchullo! quien me lo puede vestir para que la gente vaya hacía Badajoz, mientras yo voy para Suiza. Y desde siempre, nació el vocero, el bufón,
    Ahí tenemos al tal Pedro, consciente de su papel. Empresario y politico le conocen, saben de su catadura; por dinero, le saben capaz de todo, como ellos. 
     Nuestro hombre, siempre estuvo dispuesto a todo, a entender a los GAL, a criminalizar a los mismos por la voz "váyase señor González", a atacar a las Pilares que habían salido para la vida, con bolsas de hormigón del 11M, que el rellenaba con la bazofia que supone poner los lazos de las risas de los Pujalte y Zaplana, a sus preguntas capciosas y viles.
     Sus pagadores, desde el primer momento, ha sido conscientes de nivel de su canallismo y perversión y su disposición a embarrar la convivencia de una sociedad. Aprendieron que no podían subvencionar a muchos a quienes se dopaban en el ciclismo o en las carreras de atletismo. Querían llenar su imagen de pulcritud y les apartaban en cuanto descubrían sus trampas. 
     Esos mismos dueños de emporios salen impunes de su apoyo a entes podridos de la política. Quitaron los maillots de equipos ciclistas y pusieron las camisetas de equipos y ahí, de la polarización sacaron sus hooligans y con ellos, un apoyo con bengalas y claxon que anegan los pozos de la racionalidad. 
     Nuestro supuesto héroe o villano, comprendió el funcionamiento de la sociedad y del periodismo. Sabe que un hombre José Luis Rodríguez Zapatero le va a da una entrevista, se supone que para marcar sus terrenos y sus acciones políticas. A él, le da igual, cuando ese ex presidente le permite unas preguntas lo que está haciendo es validarle y entonces cuela la entrevista, si, pero también la mentira de las 50 asociaciones pro judías. Objetivo cumplido. Puede haber muchos Miguel Ramos que demuestren una nueva bajeza, una nueva daga clavada en la honestidad periodística.
       Estos seres se mantienen porque el dinero, en su cacareada libertad, aplasta la de los ciudadanos. 
       Ver las calles, llena de seres ponen en cuestión a unos y a otros, es el comienzo de ese sometimiento.
         Laura Arroyo tendría razones para usar escarapela; yo, hoy, me pongo la verde, la de la marea.
         

martes, mayo 07, 2024

Se advierte a los vecinos

 Me pide mi señora que acuda a arreglarle la caída del tendedero a mi vecina. Para mí que es por probarme. Si no encuentro explicación a que Edelia enviara a su marido a por té a mi casa, en ese instante.

  Todo parece un poco enrevesado; pero miro a mi perro paseando por el parque, conmigo leyendo el periódico. Determine, hace demasiado poco tiempo para mi desgracia, que no podía seguir sus desmanes, que por momentos, me hacía disimular como si no le conociera, cuando se acercaba a refugiarse después  algunas de sus tropelías, como podía ser comerse la comida de alguna pareja que estaba de picnic y que en su pasión había decidido, hacer un stop en la comida de sus sandwich, para centrarse en ellos.

    A Felix que cabalgaba en motocicleta como un Sancho, salvando a algun inconsciente quijote, le tocaba muchas veces recoger las lágrimas de algunos de esos grandes mentirosos que tienen también sus momentos de debilidad. 

    Mira, le decían, sos muy crédulo, pensando que siempre estarías en el top. Se lo mentaban mientras cogía el destornillador eléctrico y apretaba el penúltimo de los tornillos. Aun le quedaba poner las cuerdas, que también en aquellas situaciones ponía en un brete la vuelta a su casa, tan pronto como la situación lo requería.

      Ella podía acudir a cualquier sitio, vamos a suponer a otra Comunidad. No era difícil volar en una planeadora; la que le ponían los medios que ella iba sufragando; no sólo ella. Imagínate que aquel vecino se había metido de lleno en mi casa y allí había recibido también mis alabanza y por otra parte, disponía de un dinero que podía repartir con todo el edificio porque habíamos hecho una derrama y la emplearíamos para nuestra gran necesidad de reparación y tener un futuro mejor.

       No había dudado de mi mujer, sabía de sus dotes para convencer a los más recalcitrantes vecinos. Este lo era. 

        Fue imposible, según entraba en casa, había llamado a un mensajero y este cogió un cheque a nombre de la COPE y le donaba nuestros cuatrocientos millones que le hubiera venido de maravilla al edificio de nuestra Sanidad y Educación Pública.

          Lo más paradójico de todo era que quien lo recibía, como esa asociación de propagandistas católica decían hacerlo en nombre de un dios, al que decían que era su guía. 

         A mi, haciendo el último nudo en el tendedero me atrapaba la cuerda, como aquel sin sentido, unos, proclamadas esencias católicas, tomando dinero de los demás, vamos, hablando en plata, decía ella, un robo. 

        Porque estaba un poco atento, sujetaba con mi mano en el último momento aquella cuerda, en la que sin saber como, si, a lo mejor, porque estaba alrededor de mi cuello.

         Señora, añadí, saliendo de ese cuarto y dirigiéndome a la puerta, no todo se va a hacer a su voluntad, ni la verdad se la otorgan sus torticeras palabras.

          A continuación, cuando llegaba a la altura de mi piso; aquel vecino, como un moderno Bonaparte, bajaba entre fanfarrias, con tanta aparente grandiosidad como poca vergüenza. Le acompañaban todos aquellos voceros, que arrojaban sus basuras para hacernos creer que nos pertenecían a nosotros.

                 El cartel está en la entrada, pero algunos vecinos parecen entrar por los balcones, sobre sus modernos drones. 

     

lunes, mayo 06, 2024

La habitación

 Nada sucedía, todo permanecía quieto; el tiempo se había parado y el aire estaba apelmazado pegado sobre las paredes. Podría alguien existir durante mil vidas.

   Fue entrar aquella persona, trazando líneas a una velocidad exorbitante, cambiaba de dirección de tal manera que parecía rellenaría todo un estadio de beisbol en pocos segundos. 

    Todo cambio el aire golpeaba a las personas que sujetaban entre ellas, parecía cada segundo engendrar mil matices de sonidos; nadie encontraba un punto sobre el que fijarse, todo parecía moverse y cada uno de los habitantes creían estar al borde un precipicio.

     La acritud se había instalado por cada uno de los poros que exudaban aquel personaje.

      Se saboreaba nuevos gustos, confrontando con tan diversas personas, el mestizaje creaba una mezcla de gustos que se impregnaban desde el advenimiento de aquel torbellino

domingo, mayo 05, 2024

Silvia y el escorpión

   El escorpión te da el pego, la cola la tiene detrás pero que vamos lo lanza para adelante y te la clava. Tu lo comparas con un pitufo y claro a estos los ves inocente y según me lo presentaron las compañeras belgas,  educativos. Las láminas de sus acciones de contenido social, por proteger el agua, eran muy ilustrativas: derrochar el agua al lavarse los dientes, al lavar el coche, al arrojar desperdicios sobre lugares que recogen este liquido. Creo que son necesarias recuperarlas. En este próximo tiempo. Mundos para coreografiar y poner marcos.

    A esto último, volveremos; de lo primero, nunca nos hemos ido. Va Julio por el campo, todo este se ha convertido en un paseo visitado por los seres más diversos del mundo. Gemma reporta lo que ve, al lado un psicópata con pintas, como diría aquel, piensa estar hablando con Paul Auster, otro corre, con la cadencia de no esperar que pueda volver, tal es el grado de desvalimiento que muestra su zancada. 

   Todos están seguro que el prime aguijonazo que lanzaría el escorpión sería sobre este outsider de las carreras que tanto éxito tienen ahora. De todas maneras, tampoco el animalito busca el encuentro así, por principio.

    Quien si anda con el veneno a flor de piel, cola o en caso que relatamos a continuación, es ese señor del que usted me habla, por usted entiendo a Azu aquella chica que subió el Everest, sin oxígeno a lo Kilian.

     Dice Nico, para los amigos, Nicolas por su provecta edad y trayectoria, además de por el respeto que merece su compromiso vital, que escuchar que estamos en tiempos de comunismo es lo más ridículo que se puede oír en esta época en la cual las empresas doblan ganancias, suben los precios, a desmesurados, por cualquier excusa y gastan ingentes cantidad de dinero en crear una visión de la sociedad en la que ellos son la solución.

     A Julio que le habíamos dejado cruzándose con familias, excursiones y sibaritas en busca de setas, también le para alguno de estos viandantes; unas veces asustados, otras, exaltados; pocas pero esas dan miedo, se cruzan con desquiciados. 

   Sea quien sea de toda esta última gama de seres humanos, que viven en el mundo antes descrito, de glorificación del éxito y sus Florentinos, Amancios, Juanitos y otras fortunas como auténticos ídolos en pedestales; uno de ellos, con los ojos abiertos, desorbitados le cuenta primero y a continuación interroga también a Gemma, que ha acudido con solicitud a los gestos airados de nuestros solitario explorador de antiguas fuentes y yesares: ¿has oído lo que nos está llegando?; les coge de la manga, tira, se arrastra por el suelo, casi se los lleva al mismo lugar; ese ser tan brillante en el lenguaje, en las metáforas nos dice que estamos atrapados en plena dictadura, que si, el comunismo vaga por el ambiente, que el dictador máximo está dando los pasos necesarios para que sea el supremos.

    No para, dice José que se ha unido a los otros dos contertulios; puede que escuchará a este hombre desarbolado hace diez años, me dicen otros que lleva así toda una vida.

    Añade a modo de explicación, Silvia, con paciencia, con el orgullo de haber estado esta, durante un tiempo presentando un programa de televisión con Iñaki, nuestro inimitable Iñaki, no ese otro, que se dejaba meter en la vejación y la mentira por un manipulador leyendo noticias elaboradas, pero falsas.        Hace 20 años, por no irnos más lejos, añade esta nueva caminante, con la cabeza atrayente, parecía que pulcra, una Cope, vamos en un repetido ensayo de conglomerado de dios, patria y yunque cuando ya te tenía cerca, a la altura donde podía llegar su cola; en un último gesto, para aproximarte aún más, nuestro pitufo lanzaba una última andanada, esto es "la apocalíptica llegada de lo nazi, que como su mismo nombre dice es socialismo, comunismo y la generación de sus consiguientes exterminios y sus genocidios, con lo cual nuestro aterrorizado narrador,  se acercaba al extremo para buscar la protección del Demóstenes insultador patrio, el mismo, cabecita loca, que buscó la contundencia y esquizofrenia de skin heads a sus órdenes que los lanzó y proyecto en catapultas de violencia, hacía unos indefensos e inocentes artistas que le pidieron que no extendiera tanto el odio a lo catalán. 

   Merece la pena hacer este paréntesis porque muchos dicen que este diarreico charlatan radiofónico se queda en eso, en las etéreas ondas. Escuchar a una beata, oyente, entonces, del COPEdonoico parlante, durante el trágico incendio de Guadalajara, decir, en una tienda de barrio, que ojalá se quemará de nuestra provincia para arriba, Cataluña, te hace reflexionar de esa gravedad de las ponzoñas lanzadas

      En este contexto, te alcanzaba con su cola y te inyectaba el odio, irracional, paranoico, cruzado y por ahí deambulaba aquel ser tomado por el mundo satánico que le estaba adviniendo. Gemma joven, escucha, toma nota con un ligero temblor de su mano, porque no le parece posible tanta desvergüenza por parte del comunicador y tanta debilidad entre quienes buscan explicaciones en un mundo que no entiende y que no comprenderán jamás, con semejantes explicaciones.

      Silvia, con paciencia, le dirá, nos dirá a todos, este, como tantos otros, sólo son mercenarios. Mira de donde viene su sustento. Son liberales, agradecidos al dinero público que les alimenta, viene sea de forma directa a interpuesta a través de empresas, regadas con esos proyectos para lo común.

      El escorpión su cola de veneno mercenario, que te hace ver distorsionada una realidad, en la que quienes les inundan de dinero producen lo que ellos denuncian:

   - Una sociedad tomada por élites de impúdica y cebollinas capas en las que se esconden entre donaciones, grandes triunfadores y monetarizadas bendiciones

Cuando nos disponemos a cruzar un nuevo el océano renacido, a lo lejos, parece llegar un barco; vemos a marineros agitando los brazos con grandes aspavientos. En la proa, viene nuestro hombrecillo, como descubridor, como insigne provocados de mundos: seres despreciables

sábado, mayo 04, 2024

Azar de una trilogía al señor Smoke

 Me pusieron ese nombre y parezco fruto de él; anoche, navegando por la oscuridad me topé con Paul, nadie dice que eso sea fácil y mas aún que lo deba publicar; mucha gente pensara que la cabeza no debe andar muy bien. Pienso que lo dicen por él, porque en 4 3 2 1, me explicó tantas cosas que esos días hasta prescindí de twitter y eso que vaya telita ahora y también esos días. Mi morada había quedado mucho mejor y sin embargo, ahora es mi pierna la que está de tamaño color, porque es más grande y redondo de lo normal.

  El caso que se la he ofrecido a mi nuevo amigo; él dirá que esa palabra la manejo con una confianza que no me ha dado; me pasó con Shane, que aún espera que le devuelva su noche lluviosa en Soho, con mi voz. Me da pánico, le digo, escuché a Nick Cave. Él asiente y se asienta, porque nunca se irá.

   Tardé en volver, de la carrera; es que él, que estaba ya para elevarse a los cielos o para meterse en las entrañas de la tierra, yo creo que también por lo de "alcanzar la gloria"; los infiernos, son los que nos encontramos cada día, cuando satanizan a estudiantes que quieren que no seamos los criminales consentidores que nos lavamos las manos, una vez más, como cuando hemos ido dejando a los genocidas llegar a los gobiernos del Congo, ¿es posible que hayan asesinado a 5 millones y estemos mirando la pantalla de nuestro móvil a ver si el coltán que nos sirven aquellos depravados, no nos falla porque nuestra vida se alimenta de twits?.

    No ves, me dice mi correctora, te pones a hablar del Congo, cuando estábamos extasiados esperando escuchar las palabras de Paul. No comprendes que queríamos escuchar su trilogía sobre la gran ciudad.      Siento un pequeño dolor en el corazón, ¿estaré haciendo demasiados esfuerzos?; más bien, me viene del recuerdo de lo que hablamos, antes, me dio su pelliza porque para que se la iba a llevar allí donde dicen que no se necesita el pellet, ni quien te cobre una revisión como si fuera la amenaza de un puñal guiado por un insultador mercenario; quería, el compañero de viaje, entretenerse un poco conmigo, que como siempre voy con las canillas al aire. 

    Me ofreció un cigarro; ¡por favor, por favor! ¡smoke! ¡qué horror! llevo años sin hacerlo e incluso me quité en los momentos más difíciles, encerrado en una mili, en la que iba al revés 1 2 3 4, con amenazas de un descerebrado al que nunca puse cara.

   Nos hemos metido en una cabaña, apartado de aquel misma esquina fotografiada para mostrar infinitos diferentes mundo. Me describe alguna de ella, que no puso en sus libros, un niño lanza un beso a la cámara, a la que mirará quince años después, para mostrarle la alegría de ir del brazo de una joven que mira intrigada quien ha tomado aquel nuevo beso, que arropa la memoria del pequeño. 

    Entregados a compartir recuerdos, alguna cierva se acerca, desde la viña que acaba de asaltar para desmembrar los nacientes racimos. Parece querer llenar mi soledad, que no la he inventado que me ha producido el dejarme huérfano de las uvas con las que quería compartí la nueva vida, entre botellas de un vino con el que aprende. 

  Cuando, a la vez llega una piara de jabalíes, aquello bajo la luna adquiere la forma de una palacio; yo, amenazo con irme, todo parece formar una ciudad de cristal y él, Paul, que había permanecido silente, me dice, vive este instante mágico bajo este edificio que nos ha concedido en su plenitud, el nocturno astro. Callo, por una vez en la vida, bueno y cuando escucho en nuestras cenas, a los queridos comensales. Descubro que el envoltorio que dan a mis divagaciones son de los colores de abrazos. Dylan estará en los pulsos de mi corazón, por si descubro un nuevo misterioso segundo perdido.

  Para la chica de Ipanema, yo soy invisible, también andando por las calles donde habito, donde algunos mirando haciendo donde subo, sin verme; Joao  y Stan parecen querer introducirme en el país de la últimas cosas. La garota exhibe toda la armonía de su cuerpo, desde su ojos ven lo que acabo de atravesar. Porque enfadarme si Infidels no se ha hecho visible en mí, hasta el día de hoy. Dime Bob cuando abarcaré las sonrisas en las que me bañan tu música. Chico, cierra todas las puertas, ponte el disco, hoy no hay Pandemias, ni Bases, ni Centro Gravedad; abre los ojos de tus cerebros y viaja eterno, en esos minutos. Lo hago, ¡cuánta paz, me da el barco en el que te navego!.

  Paul, la cierva, los jabalíes y yo nos concedemos las ilusiones de caminar juntos durante un tramo de regreso a mi pueblo. Tengo grabado en mi cabeza la forma de un señor tumbado, con las rodillas recogidas que mira hacia el cielo. Me dona esa pintura, los diferentes picachos que dibujan los Galayos, a punto de salir las primeras estrellas, a las que parece querer soplar, por jugar a engendrar un caos. 

   Ese señor parece ser el primero que se da cuenta que Paul se ha subido a una de las luces por la que no nos caemos y allí arriba, Gilberto nos apunta con un endiablado rif, donde se ha posado, estrella con estrella, a la que nos quedamos mirando y prometiendo que no pasaremos del séptimo piso, por lo de la siete vidas del gato, que al subir al octavo, no la vayamos a fastidiar.

   Me convierto en el señor Vértigo, quien no lo sentiría si tuviera que narrar que compartió un ratito, una inmensidad para mi mente, con Paul. Le agradezco ese su instante, para mi, una constelación, por la que recorro la vida de sus fotografías escritas.

   Prometo no desmoronarme hoy, aunque un cansancio extremo se pone sobre el paisaje en los que os encuentro. Os contaré entre las ilusiones con las que me visto para recorrer recónditos caminos

viernes, mayo 03, 2024

Donde nace la música

 Me he colocado justo ahí, donde nace la música y sin embargo, no brota. Creía que la vería manar como la maravilla que hemos vivido estos días por los alrededores, pero el tiempo pasa y el agua sale más abajo, como si no nos la mereciéramos y juega al escondite con nosotros.

    Cuando el león aterrizó sobre el césped, Diana ya había disparado todas las alarmas, sin que tuviera la puntería suficiente para ser oída. El rey se dispuso a darse una festín, pareció no tener prisa y se entretuvo afilándose las uñas y con un mondadientes dejar todo limpio de corzo y carnero que se habían quedado amarrados sobre los incisivos, pero esa parte, haciendo alarde de vida propia no quería morir y se columpiaba sobre alguna caries de la que se venía doliendo el felino.

    El do, bien que mal había sido o muy grave o sostenido, algo que no había conseguido el re, muy resbaladizo y también escurridizo para aquel público que con esa nota pareció adormecerse o mirar el periódico, por supuesto digital, ¿Quién lee ya LaMarea en papel? un día por unas cosas; otros, porque pareces despertar y temes que llegué Leila y te pregunte si has avanzado con el libro. Mi, podría haber sido un buen aviso, el muy agudo se columpiaba con muchas medidas pero ya sabes lo que pasa. Te pones con una, luego con otra, te entretienes y ya está la casa sin barrer. Después de varios días, por mucho que Marisa le diga que eso puede esperar, Diana, pues la verdad, no se siente cómoda y entonces ya va por la cuarta alarma, el Sol; un circo debemos reconocer que no tienes por donde cogerla, si buscas la sombra, te quedas frío, en el sol y sombra te empiezas a quedar bebido y ya si te pones sólo al Sol pero si es el que más calienta, en contraposición con la misma palabra de la madre que se lo suelta a su hijo que es un diablo y sin embargo, para ella, ya ves, un astro. Así estamos, dicen, todos, como si ya no hubiera educación; no parece que sea cuestión de ponerse drástico, porque vas a exhibirlo una mañana, fresquita de Mayo y ves el caballo a lo lejos y te dices para tus adentros, si cogiera el caballo y sobre la manta que lleva, puede que se me pasará este frio del carajo, ¡maldito grajo!, ¡levante el vuelo, pájaro! no todo va ser follar.

    Por cierto, mencionado esto, por aquello de nuevo pájaro, para escurridizo el mamporrero de la r2p104; vamos que sales a  ayudarle porque crees que ha tenido un golpe y puede que haya perdido el sentido y si, lo tiene olvidado porque arremete como si en ti hubiera visto al reencarnación a Sofía. Vamos que estás vivo con Milagros, que siempre ha sido más sexual que la primera, más sensual y es que ¡amigo! hay días que estás para lo que estás y que no te vengan con monsergas; con Montse, si, sabes que es agua pasada, que no mueve molinos, pero recuerdos, una montaña, instantes tan impregnados en cada poro de tu piel que se ha puesto ardiente a más no poder, con lo cual, coges la nave y enarbola la vela y te dispones a surcar aquellos tiempos, hasta que embarrancas. Malo, como en trancas que se disponen a darte avisos y tú ¿Qué he hecho yo, para merecer esto y entonces?, dejas a este última y te agarras a ella Milagros, y entonces, ante tí, apareció su corpóreo, que antes era pensamiento, encanto y te dispone a cantar el lalala, esperando que nos desnudemos en el SI.


 

jueves, mayo 02, 2024

El éxito y la recuperación

  La recuperación es la que hizo una comunidad de una zona paraguaya de sus tierras que habían sido despojadas a sus habitantes para ser entregadas a los adictos a una cruel dictadura que duro muchos años; por supuesto, con la connivencia del máximo beneficiado en el continente americano como ha sido Estados Unidos. En España, también se les entregó tierras robadas a personas que apoyan a un regimen republicano democrático, a los enganchados al regimen dictatorial que surgió, barros y lodos.

  Lucharon por volver a tenerlas y que les reportará beneficio a sus familias. Esa paz nunca es estable; los grandes productores de soja vuelven a rodear aquellas tierras. Empiezan a envenenar aquellas tierras con productos fitosanitarios que se supone que es para quitar "maleza", pero para las campesinas del lugar la "maleza" es la que cometen quienes lo utilizan de forma torticera. Aquellos grandes productores la utilizan, incluso, para envenenar a quien se enfrenta a aquellas vilezas.

   Grandes colaboradores son las empresas que fabrican esos productos. CEOS, creo que les llaman a los capos puestos al mando de esos conglomerados, con sus consejos de administración, élites, en muchos casos con la meritocracia de una polvo entre elegidos, que no tiene porque haber sido encamado por amor, sino por la costumbre de la endogamia, que puede no necesitar ni lecho.

   Sucede que a algunos de estos últimos los solemos ver en momentos exclusivos, selectivos, bien sea en el Open de Madrid de Tenis o dando un golpe, de golf, en uno de los tapetes regados con manantiales de agua apropiados, eso si, pagados, aunque sea con dinero público, que se reparte entre ellos.

   La pulcritud del momento es enriquecedora. Tú te asomas como alcalde o presidenta de una comunidad a aquel paritorio de caras y contemplas a la mayoría como en el escaparate por el que se ven por haber renacido para la posterioridad. Se exhiben futbolistas y ganadores, siempre muy requeridos, siempre muy vistosos; que se hacen carantoñas por verse envueltos en la exclusividad. Están por ahí, cuerpos y caras como envoltura para los primeros, los poderosos que tienen la sartén por el mango. Esos CEOS, controladores de mercancías, productos y televisiones en las que nos embelesamos en nuestro tiempo libre, soñadores y admiradores del éxito. 

     Si nuestro héroe, un espartano, salido desde la cotidianeidad, nos concede su afable efigie para vendernos como ese estadio superior, el mundo estará a nuestros pies. Hemos entrado en esos cielos y en esos retablos. 

     No nos imaginamos a una Nadal, vamos a cogerlo de ejemplo, ¡qué culpa tendrá él!; haciéndose una foto con el representante del comité de empresa de Mercadona en la provincia de Santander-Cantabria, que ha acudido al Congreso para explicar que quienes entramos en ese establecimiento, no estamos viendo a esos abnegados y solícitos trabajadores que despachan nuestras prisas.

     No existe la ley, proclama, en esas tiendas; ¡me quedo muerto!, dicen en "todo por la radio". 

      Nuestro ganador, sus selfi "hados" son eso, los garantes del orden. Gerardo Grande, quien ha acudido a un lugar cercano a nuestro hemiciclo, reclama por la ley. 

     Alguno de los que se exhiben, en alguno de los palcos, está viendo a ese ganador, fotografiado para el equilibrio social con sus representante. Pudiéramos pensar que es pecador que acude a la capilla para ser perdonado. El dios católico, dicen, que sólo te perdona, si estás arrepentido y cumples con la ley; por ejemplo, que esa empresa respete el orden que nos hemos dado esa sociedad. 

      La capilla mediática te concede la presencia pero no te pide esa contrición. Vas, te ven, te exhibes, te emocionas con el pundonor que siempre ha demostrado nuestro, "todos somos" Rafa y ya puedes seguir delinquiendo o no cumplir la ley, presionar y vengarte de los trabajadores que denunciar tus malas artes y patrocinar la exhibición impúdica de tu glamurosa marca en un incendio.

     Porque si, hay que tener unos "huevazos" imaginarios, no nos vamos a poner faltones, nos referimos a los de avestruz, para presentarte con tu programa "la cara roja, pero sin vergüenza" y aprovechar el incendio de un edificio de viviendas, lo aclaro porque los hay, también de fondos buitres, que los compraron para especular o para que nuestro "insigne" ministros lenguaraz y también, palquero puedan decir que han venido a nuestra España, esos "ávidos", han venido a regenerar nuestra economía. 

      Así que a nuestro Gerardo, con el que no se hará una foto nuestro superman, lo ha invisibilizado el señor "burdo", marido de newtral, que ha tenido durante horas como fondo de pantalla, nuestra cadena de tiendas, sin ley.

      Ahora que vemos que tantos sudamericanos vienen para nuestros centros de enseñanza, puede que les tengamos que empezar a ver como personas, no el número tal de la clase, y comprender el dolor del desarraigo. 

    Ellos, no son espejos, en los que nos apoyemos para vernos en nuestro éxito, son esos cristales transparentes, en los que tenemos que encontrar los envenenamientos de las grandes multinacionales con sus CEOS sin escrúpulos pero con derecho a palcos y esas empresas que colonizan la pobreza para que estas les den su riqueza, a cambio de esas cuentas de espejo, que envenenan y no se pueden comer.

    De esos Gerardo, salidos de entre las presiones no sólo de los de arriba, sino de los propios compañeros que aprendieron a conformarse con sobrevivir tienen que salir los Alfredo, que comprendan que estamos enfrente a quienes se postran ante las cuentas de resultados y los ídolos que se exhiben en las capillas modernas, los templos del deporte; retablos ante los que nos arrodillamos, aunque veamos que adefesios morales son fotografiados con sus columnas dóricas, empapados en un sudor que siempre nos produce admiración

miércoles, mayo 01, 2024

Bailable

 Escucha Mapi música y da los argumentos a sus compañeras para salir a disfrutar con lo que aman exhibir, el juego colectivo y la creación. También se transmite, en cortos de video, mucha amistad. Es un disfrute, quien estuviera en Bilbao, en esa ocasión, el 25 de Mayo y bajar paleando junto a la Gabarra, con las chicas campeonas de lugar y con ellas, como nuevas campeonas de Europa. Iría por el agua, pero me bajaría en la parte izquierda, a esa pertenezco

  Si hemos sido felices escuchando a Pepe Mujica, Carmen más; mientras podamos nos toca seguir bailando, junto con muchas, para no dejarnos que en este mundo nos apabullen los vendedores de armas, los filibusteros, el día a día en el que queremos sobrevivir pero sin hincar las rodillas. Estas tienen más peligro de caer al suelo cuando todos los ecos no les dejamos que se escapen por las vaguadas.

  Ayer, el presidente se ha inventado un nuevo paso de baile. Desde hace tiempo, por lo que sea y también por Ferreras y cia, se ha colado en la pista de baile y como en el Charol, nos hemos quedado prendados de su porte. Debajo de su chaqueta larga de cuero, que se ha quitado, han salido las habilidades sus músculos y sus pasos-pose aprendidos en los arrabales del tango; por allí, las élites le tiraron y de aquellos lugares salió aprendiendo a controlar la quietud, el dramatismo, el desgarro apasionado de quien lleva colgado de su planta. 

   Pensando que siempre estaríamos inmunes, primero a la enfermedad, a la decadencia, a las vejaciones y luego a la muerte, querríamos volver a leer a Paul Auster, que ya nos previno que todo eso que nos está llegando y pasando.

   Ahí aposentados estamos, el coche, no se mueve, no está "Héctor, soy Héctor", el amigo que nos desafíaba en una noche Bloomniana, siempre un abrazo nos estalla en el corazón. Si está, un antiguo alumno, metido en muchas cosas, como le corresponde a su juventud. Le confieso mi Basianismo, fruto del seguidismo a canal Red. Él, anda en el nuevo pub de moda de la política. Donde se exhibe nuestro protagonista.

    Cuento, pregunta: ¿tenía que haber dimitido?. No, no soy analista, sólo escuchante y convencido de una nueva regeneración o revolución y está no va a venir de estos, ¡madre mía los felipes, rodríguezibarra, bonos, alfonsos actuales, clones de los de entonces!.

    En su presencia, se exhibe como nuevo, pero no se puede desvincular de lo viejo, las raíces son profundas, pagenianas, puig. Estos apaciguan a quienes ven la realidad por los televisores eternos de la propaganda emanada de muchos millones quitados para reparar las desigualdades.

    El joven, de la cuerda, del bailador, rectifica a quien sigue sin comprender claves, le dice que ojalá se hubiera ido, que entre los suyos, pese a las apariencias, ya está amortizado. Me confieso ignorante; ellos, podrían haber exhibido la primera mujer presidenta del gobierno, me reconoce.

     Nunca confié en los que exhiben su facha, como provocar locuras y pasiones que crean dolores a las familias de quienes se ilusionan con lo exterior. 

     Me entregó a la pluma de Auster, cuanta belleza entraña el texto de la película "smoke", cuando Harvey Keitel explica sus miles de fotos desde el mismo lugar, siempre diferentes los personajes, el Sol, las nubes. Emocionante síntesis de la vida, descubrimiento de lo lento, ¡ayyyyyy, ayyyyy mi Rincón Lento!. 

     Salir al medio de su lugar y decirle que si que estamos, nosotros también. Quitarle las hombreras, donde esconde el cinismo de haber callado ante la miseria moral a la que nos han sometido los grandes medios; esos que le ayudaron a desplazar a Pablo Iglesias, a Irene y auparon a entregados Errejones y Manuelas, de dulces magdalenas emponzoñadas o los sucedáneos de los Baldovis, silentes ante los mercadonas sin ley para sus apabullados trabajadores.

       Echaron basura, como una maquinaria goebbeliana, casi empequeñecida por los miguelangelrodriguez desacomplejados en el uso de su principio de transposición de achacar al otro, todas sus tropelías y canalladas. Le encumbraron porque destruyeron la confianza de una sociedad, sockeada por el 15M. que pareció diluirse. pero que a muchos le habían quebrado el falso constructo de conformarse con lo que nos dan, que puede ser el mal menor.

        Somos parte de aquel pequeño grupúsculo que quedó de la plaza del Ayuntamiento de Guadalajara, que se refugio en el corazón palpitante e inquebrantable de la de Azuqueca y que queremos la pista, si hace falta bailando ska. 

        Ni a los suyos le sirve ya su cinismo, y renegamos de él, de su igualar el lawfare a Carmen Calvo o a su mujer, con el ejecutado sobre Mónica Oltra o Vicki Rosell, por no seguir poniendo unos cuantos otros intentos de exterminio. Cuando en una entrevista, iguala todo eso, está mostrando su catadura moral; mentirosa por manipuladora y ventajista. 

         La altura del abismo en la que se columpia el capitalismo vigilante, dominante, nada amigo más que de la libertad de quienes lo ejercen, nos produce un vértigo grande. Nos invita a permanecer cómodos, parte de un decorado del que el tiempo nos va quitando para reemplazarlo por otras lluvias, otros sombreros volando. Ese instante nuestro, nos delata su angustia, por abandonarle. 

       No Pedro, sabemos lo que tenemos enfrente y con artimañas de supervivencia a corto plazo, lo que nos dicen el líquido de la taza de café es que sus vaivenes nos va diluyendo en ser nada. No queremos cucharas que nos agiten para ser nada. 

       El valor de estudiantes de Columbia, de Valencia es ser reales, junto al compromiso del CCCB al mostrarnos a Farah Chamma, Adania Shibli, Nathan Thrall, creímos que habíamos domesticado los días para que nos dejará pasear tranquilos por los tiempos que nos quedan. 

        Hoy, 4 3 2 1 sacamos del ensimismamiento a nuestro personaje, para que viva por los lugares donde confluyamos con quienes ven en Gaza seres humanos en pleno genocidio, en los catálogos de armas enviados a los consejos de ministros, colaboracionistas sin la inocencia de su traje medido de lo irremediable. 

       Como Ícaros, descubrimos que sólo podremos aterrizar con las alas de estar y ser, aquí ahora, con quienes saltan a los aires, confiando en el oxígeno de encarar y desnudar las maniobras en la que nos quieren encerrar aquellos eternos guapos, para que la sumisión sea parte de la regencia que un día nos impusieron los creadores de ídolos, para que adoráramos el ser sobrevivientes.

        Sabemos los pasos que tenemos que dar, no los dominamos, pero los queremos aprender; todo será bailable, pero desde nuestros actos. 

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y