Dice ella que ha puesto a dialogar a tres libros; la verdad que si los dos míos se ponen chungos, aquí no va a parar ni el hotelero.
Fíjate La llamada que hace uno en Villa 311 lugar donde la máquina de fango fue parida para que la vida le vaya aplastando a los Omares de turno, para que las élites dejen de hablar de meritocracia que son la bofetada que reciben sus habitantes cuando logran levantar un poco la losa. Promete la historia que van a vivir estos dos libros, sentados enfrente, puede ser que para abrazarse, también para pisarse o escupirse cuando nuestra protagonista vaya restregando alguna de las ventajas que ha recibido por herencia.
Dos días hace que alguien recibe la contestación a una pregunta que no encontraba respuesta. Desde hace casi dos años, no es capaz de ver un programa de el Intermedio. Está Wyoming, está lo que hubiera soñado ser un clown como Cristina Gállego, está la belleza y exuberancia de Sandra, aunque ya descubrió hace años, donde está es disfrute de esa imagen, en compartirse y eso está lejano. Con esa mezcla más Dani, aquellas horas desde las 9h40 era innegociable, el puesto estaba delante de la tele, quizás mezclada con alguna lectura, con la pantalla del móvil que nos va tomando nuestro tiempo en la superficialidad.
Ironía, contundencia, atrevimiento, pero hace dos o tres días, delante del cartel del Intermedio, aparecieron los ministros de SUMAR, y entendió todo. Yolanda, Errejón, Mónica. Ernesto y ¿Sira?. Había entendido hace tiempo, con las palabras de ese periodista mercenario, taimado y traidor, que la gente le cree a él y entonces sus hostias son más fuertes a la izquierda, esa salida del 15M.
Sabe que Wyoming es un showman y no ese sucio periodista. Le admira y tiene en el altar de sus clarividentes y contundentes intervenciones los dos videos que espera estén aún en las plataforma de grabaciones audiovisuales. Son de 13 minutos cada uno y la exposición de temas sigue una línea argumental con temas de actualidad de aquella época marea verde y de ahora, que podría ser una clase magistral en una clase de Políticas.
Le siente de los suyos pero en su fuero interno había entendido que la admiración por el Gran Wyo lo puede utilizar esa izquierda "cuqui"; traidora, como repite, le recordaron que era ya Errejón cuando estaba en Laboratorio 2 de Madrid; como había ido trepando Yolanda, en su Galicia, a la que metió en una fotografía basura en un cubito recogiendo arena contaminada, marketing basura.
Si, puede que ahí esté la respuesta a esa indiferencia tan cortante, tan abrumadora. De ser un defensor acérrimo a no plantearse ni zapear por si encontrará algunos segundos brillantes de ironía.
La fotografía de esos mandamases es tan pueril; revestirse de una imagen de marca para lavarse su deteriorada y traidora imagen.
Javi aquel alumno de los primeros años de enseñanza en la que sigue aprendiendo aquel maestro devoto del Monzón ácido con la realidad de esos jueces, que por no ser japoneses no se hacen el harakiri cuando pierden la dignidad. Villa 311, libro de quien se hizo explorador de las calles que se cruzan entre cromos, guas y calles muertas con balones que rasgan pantalones y paciencia de madres.
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