lunes, mayo 20, 2024

La ensalada es muy buena; pero los hombres, qué comemos

 A golpes camino por el libro de Leila; otro mundo argentino, diferente al de Javier, "Villa 311"; composiciones para intentar comprender la rotura de la razón al entregarse a la publicidad de las élites, sólo eso es Milei, desde la desesperanza.

  Nadie duda de pedir el esfuerzo individual a los jóvenes. Cuando muchos de los que demandan esa confianza en lo personal y mandan como un mantra, no confiar en la sociedad que les ha asistido en momentos difíciles de su vida, la conclusión es lo más esperpéntico que puede suceder. Alguien con muy mala uva pero como en una metáfora cruel le clara lo público y lo privado a Ortega Lara: a ti te sacaron de un sistema público de prisiones y te metieron en uno privado, odioso e interesado 

   Quienes desde lo individual tiene una conciencia de grupo pueden enfrentarse a los grandes poderes que necesitan la división estos ciudadanos para poder irlos eliminando a conveniencia.

    La metáfora escrita ayer, es mucho de miedo, estimado compadre de cervezas. Admiro el insaciable recorrido por los parajes para comprendernos desde el pasado. No tuve nunca esa cualidad.

    Desde lo inmediato, pierdo la perspectiva. 

    Está escrito el símil, quizás desde el travestismos, ese tener miedo a que se nos identifique. Hoy, a la violencia ejercida sobre animales, aparece la desesperación de quienes no la admiten desde principios. Los sacrificio de entonces para alimentarse, estas mujeres no lo admiten como rituales. 

   Pasó aquel tiempo, es más cómodo, callarse, dejarse llevar por el sonido ahogado, por la locura de tener una tea sobre tu cabeza, a la que han inmunizado del dolor pero no del pánico de sentirla encima, cayendo briznas de un fuego que se te antoja apocalíptico. Ellas no hacen dejación. 

  Cuando escribo oscuro, como ayer, para no identificar a Milei, presidente argentino, en una fotografía dentro de la Embajada Argentina, junto con una serie de empresarios españoles que apoyan la sangría que se está produciendo sobre los ciudadanos. No soy ellas, expuestas a la ira de quienes dicen: che, quedaté quieto, es posible que el toro no te identifique y pase de largo.

   Y empiezas a desaparecerte, como entonces, en la ESMA, como ahora ahogado en el mar de las mil mentiras, el odio y el silencio.

    Tratas que no sepan de tí, los Florentinos, que nos está poniendo las luces de neón a tantas corruptelas; que el Aznar, malo, perverso, sádico no haga la mueca de odio que tiene como seña indeleble en sus mensajes de arenga que tapan los negocios de su vástago "fondos buitres" que quitan edificios a los ciudadanos para especular con ellos, de forma impune desde el principio hasta que los jueces no ven nada en despojar lo que se hizo público para dárselo a lo privado.

    Te callas para que Vallines, no te llamen minion, los Alsinas permanezcan silentes cuando va una presidenta a soltar una retahíla de simplezas, los Jiménez no te escupa odios en su trabuco con pólvora de mentiras patrocinadas, por los de las fotos que ayer no me atreví a nombrar e hice oscuro todo el texto. No hablas, para que el más periodismo de Ferreras no te vaya soltando hostias, se dice autohostías porque le rien las gracias las Yolandas, elevada a los altares, creyendo que no serán los de sacrificio cuando llegue su momento. Te vistes de nada para que los Vallés, investidos del aura de los doctorados otorgados a si mismo, pueda telepredicar sus conclusiones desde ese birrete con halo de haber sido subvencionados en sus universidades que les revisten de trajes para ocultar sus odios y el daño que infringen desde sus medias verdades que son seguidas por quienes sólo contemplan pulcritud.

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