En el mundo de los yo yos, una niña sale a la calle y a su mente le acompaña un cuerpo. En su mente, reivindicar la persona de Pablo Hasel, encarcelado sin haber ejercido violencia contra nadie, habiendo rapeado las injusticias y los robos que las élites hacen dentro de la sociedad. Ese día su cabeza, la de África, que lucía unos espléndidos 18 años, recibió el impacto de una bala de foam en sus ojos.
Quien lo disparó, pensaba que preparaba a su prole para una sociedad mejor; donde no hubiera protestas, donde se aceptarán que quienes tienen el poder puedan derramar su líquido como gotas de oro.
Quien ahora dice que debiera haber hecho lo que espera el disparador que hagan la gente de bien, le da la razón. No debiera haber estado allí. Un juez, porque es la profesión para la que se preparó estudiando 300 temas jurídicos y 0 de humanidad, olvida los protocolos por los que se rigen quienes pueden disparar dentro de una sociedad. No se puede encañonar de caderas para arriba.
Podríamos decir que eso es ley para quienes tiene esa posibilidad, pensaríamos que jamás un privilegio, de tirotear dentro de una ciudad. Eso no le preocupa al señor Magistrado; en sus miles de horas de preparación, con sus descansos medidos, con sus días de descanso no pudo intuir, ni imaginar que la comisiones que se pudiera llevar quienes venden armas o compran petróleo pudiera ser un rey.
Cuando en sus días de alta intensidad, se aprestaba a cantar, a entonar uno de los temas a un ritmo de competición, para motivarse se imaginaba una joven que sale a la calle, que tiene derecho a manifestarse y que ohhh!!!!!! ritmo, ritmo el contenido de la lección que destripa con profesionalidad va a servir para golpear en la cara de una joven, que estaba por las calles donde rige la sociedad de derecho y podría pagar una multa, pero el éxtasis de su recitación es ver desparramarse las partes de una cara juvenil por los suelos.
Cae agotado el señor ponente, imaginándose que su contribución a la democracia es haber escupido ese tema para arrojarlo sobre el suelo de esa calle, en la que el ciudadano tiene que vagar, tomada su mente zombi para que la sociedad pueda ser dirigida porque quienes organizan esos encierros donde la ideología festeja sus aquelarres sobre la justicia sometida.
Guardiola tiene que pasar por el palco de autoridades; saluda a las diferentes personas puestas en fila; están a una altura superior a él, lo reconoce porque el mundo que ama está sometido quienes ofrecen "pan y circo" para los seres humanos. De repente, con una inmensa tristeza mira al campo donde dibuja maravillas con el pincel de las palabras con las que convence a sus compañeros, en este caso, jugadores para que tracen el juego que encandila a los seguidores y pone nerviosos a quienes le odian. De esa mirada pérdida, para obviar a uno de los mandamases, te comentan que ese ser es un ejecutor del estado sionista. Respeto a Pep, en esto también.
A veces, de repente, no entiendes algo y te metes a entablar una conversación con quienes parece ser sólo les guía el equilibrio y la sabiduría. Intuías las enmarañadas sendas por las que iba a transcurrir todo, pero ves la chaqueta, no tienes la perspicacia de Guardiola, te relajas, y si, ahí andas, viéndote enrollado por las lianas y sogas, atrapado en miles de "dimes y diretes" busca desasirte de esa locura de datos falsos, de mentiras expulsadas por los trabucos de financiadas pólvoras y, entonces, como en una pesadilla, descompuesto, gritas porque no creías que las fabulaciones tuvieran vida propia, nutridas por bocachanclas, por hacedores de mierda que apelan a la democracia como un estado en el que todo está equilibrado, desde el tiro a dañar la vida de una ser humana, por encima de una protesta que el tiempo reprimirá pero no devolverá las consecuencias de esas desgracias; ese estado; y que bien merece, por supuesto, hasta las palabras entrenadas en sofocantes sesiones sin empatía, pero si ideología, que estima que el orden de una tarde, bien merece la pérdida de un ojo juvenil y sus consecuencias de cada segundo de la vida que será acompañada por esa ausencia que no te darán likes empaquetados en glamour.
Sales dolorido, empobrecido de ese recorrido, por esos intrincados vericuetos donde la ideología escondida de quien dice carecerla, te lleva a escuchar especulaciones que han sido diarrradas por ensalzadores del odio que viven de las limosnas maquiavélicas de los que dominan y dividen, máxima de los capitalistas, libertarios desde su posición de preminencia que te ofrecen tu individualidad, para que les sea más fácil, utilizarte como punch y ball sobre el que reír lo conseguido. Desarmarte y enervarte.
África, a la joven, como al continente no se te puede devolver todo lo que os hemos ido robando, incluso desde nuestras piedades, sólo ofrecerte un corazón y una mente para tu reconocimiento.
Sentís vuestras ausencia robadas por violencias, como hoy 25, cumpleaños, en el que la mente siente el cariño inmenso por aquel risueño ser humano, al que el corazón se le paró en aquella peña Hueva, en la que derramo, en la mirada que le busca en cada ida y venida la lágrima de no escuchar sus exabruptos llenos de empatía y con el que tengo el compromiso de vivir para celebrar el haber compartido parte de nuestras vidas.
Por África, por Raúl
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