domingo, abril 30, 2023

Sospechas en un Andamio

  Un tornillo pugna por salirse de su embocadura. Alguien originó esa pugna y pudo ser aquel acróbata que giró y giró hasta provocar que todos los habitantes de aquel planeta, terminarán mareados sobre el tapiz.    

  Cerca de la radio, habitaba un señor que se tumbaba sobre lo que pareció un antiguo saco de dormir. Ya no lo era, las costuras rotas afloraban como las primeras hojas de las patatas plantadas: algun agujero eliminaba la posibilidad de ser considerado como un colador, era más una entrada a una gruta hacía otra dimensión.

   Días antes de su muerte, habitó en la lucidez. Juan, era el nombre de quien yacía muchas noches en aquel incómodo espacio de un inocente gran banco que recibió los bienes de una caja devastada por intachables políticos con bolsillo corrupto, mientras los ciudadanos veían los rescoldos de sus dineros perdido. Su mente volvió a subir por aquella caracola del tornillo, por la que había ido descendiendo, sin saber cuando se había iniciado aquella rápida caída.

  A la salida de una consulta, miró a su mujer y se despidió. Ella con una tristeza infinita pareció querer rebelarse contra su anterior compromiso. Él la hizo prometer que cuando empezará su descenso, le debía dejar partir. 

  El médico no había realizado ninguna afirmación, sólo había dado tres vueltas a las pruebas de rayo X; había llamado a una compañera y en nuestro protagonista se implantó un rictus de terror.

  Su mujer no había entrado y dejó crecer las certezas de su marido, que luego descubrió no tenían nada que ver con las de él. Ya era tarde, Juan huyó enseguida, y ella se lo cruzaba todos los días por las calle; no lo reconoció porque este se había despojado de todo lo que suponía dignidad para ella, llevar los cabellos cortos, caminar lampiño y llevar ropas impolutos. En él había desaparecido el habla, su afán de lectura la disimulaba porque escondía los libros y convertía las hojas que iba leyendo en papeles que podrían albergar cualquier manzana podrida, cuando en realidad era la entrada de Leopoldo en Sweny Chemist y el jabón con sabor a limón pugnaba por limpiar aquel cuerpo al que había embarrado un alma traspasada por el puñal del abandono.

   Un día en el que la rosca de la caracola parecía por resbaladiza y él miraba una silla, una fuente, un árbol sin encontrar el significado de la vida en ellos, a ella, que iba con una bolsa del Ahorra Más, y una compra en un Día, le atravesó un rayo porque como de soslayo, le traspaso ver en aquel indigente, la acción de llevar un compás, ante los maullidos de varios gatos callejeros. Le repugnaba aquella visión, pero encontró unos ojos que como un rayo estaban descendiendo cuando se percató de la atención de su mujer, por aquel instante de creación de una melodía.

    Llegaba a la cabeza de la espiral él, mientras ella corría entusiasmada porque él medio de Juan le había explicado, de forma inocente, aquella terrible equivocación. Gritaba de gozo en sí, y buscaba en el teléfono la ubicación de aquel marido que dirigía sinfonías. 

    Cuando empezaba a cruzar la calle e instantes antes un coche había arrollado a un mendigo, la señal de los dos móviles estaban tan cerca, que recibió el último abrazo de su marido

sábado, abril 29, 2023

Aqui Andamios. La obra

 Después de irme quitando ramas de la cara, arbustos que buscaban mi pene y trepadoras que parecían querer postrarme, salí de aquel bosque, con una cierta idea de libertad. Tenía la cabeza vuelta hacía aquella trampa natural. Por horas, serían días, cada paso me hundía en aquellas tierras que pugnaban porque mi final fuera ser compost. En muchos momentos, pareció que mi talón se convertía en polvo y mis ojos se clavaban en el final, aunque mi mirada se extendía hacía una raíz que se expandía en milímetros. suficientes para darse una mayor sensación de eternidad.

  Al girarme, vi algo que no entendía; por un momento, dada su magnitud, me acordé de aquella magna obra que era para gloria de su dios, que habían edificado a los borde de un pantano. La Obra, mascullé,  sobre las aguas, era como la metáfora de cada persona que se encontraba cercada por los cimientos que ellos habían hormigonado metiendo varillas de verdades absolutas, arenas escurridizas de miedos y cementos que compactan tus pies que ya no volaran. 

  Nos acercábamos, para reconocernos, a unos cientos de metros, ya no me pareció tan magno aquel orificio en el horizonte. Me senté tranquilizado; ni la secta extendía sus sombras para cubrirme, ni el futuro estaba tan lejano. 

  No tenía prisa y mucho menos la razón, ni el mundos, ni un abecedario que formará falsedades. Al palparme encontré una tijeras ligeras para podar, unos pantalones de correr que desde la Fura del Baus había decidido no quitarme, y una erección de vergüenzas.

  Cuando me iba a levantar, conseguí sólo hacerlo con la vista; arriba, no podía entenderlo, creía que un hombre iba cambiando de cabeza con un cierto ritmo. Me asusté, no sé porqué, en los últimos, si no cambios físicos de cráneo, si que hemos podido contemplar cerebros que aceptan el nuevo lenguaje de positivismo ante la mentira y el fracaso, con una facilidad más asombrosa, aún, que aquel clown que comprendí que sólo cambiaba sombreros. 

  No me demoré, y al alzarme en la longitud de todo mi cuerpo, percibí que alguna cosa más se había calmado. El Andamio, porque era un andamio lo que me había producido, de forma sucesiva, desde terror, mística, vacío y congoja, emitía unos graznidos, propios de animales mitológicos o de metales sin engrasar. 

 A estas alturas y liberado ya de la parte mística que me daba más pavor, entendí que los habitantes de aquellas nuevas unidades de convivencia no tenían una vida convencional. Sólo puede ser de esa manera, que ves aparecer por la parte derecha un ser, con un pinganillo y una cara que me recordó la última efigie de "alto odio en voltaje", que contemplé en el espejo de un perro que es el alma de su ama, resentida.

  Debajo de él, una pequeña zombie, pugnaba con masticar un sanguinolento trozo de lo que sería una víctima del primero. 

  Arriba, era la orgía, la exaltación de no asustarse con las pequeñeces propias y jugar con lo que somos para construirnos, algo tan simple a plena luz pero maravilloso, como un paso de mambo o de pasodoble, giros lanzados por el motor de una desbrozadora enloquecida que creaba formas y mundos con las luces, con el bailarín, con el espectador que parecía perder pie en una tierra, ahora, prescindible.

   Cuando nos pudimos tocar, nos hicimos pulpos para abrazarnos; tantos vacíos que completaban vidas, no comunes; nos sirvieron para comprender que las fotos de los horizontes de belleza extrema y de obra salvadoras , son como las sectas que tienen mentes zombies y corazones empozoñados.

viernes, abril 28, 2023

Andiamo

 Empecé una saga de historias increíbles con su respectiva familia, aún más extraordinaria, pero me duro unos pocos minutos. Todo ocurrió por empezar introduciendo una imagen de la madres de la progenitora de la que parecía una zombie; no metí nada de contexto y el diablo que llevo dentro destrozó toda una habitación en la que había puestos post it sobre 20 años de próximas "stories" en las que serán las app del futuro. Mi fracaso fue extraordinario y pensé en salir de mi patria, en una embarcación que había preparado durante años. Pese a mi hundimiento literario, no partir a la mar porque este era más humano que los políticos que habían conseguido inyectar en trabajadores que yo era el enemigo del pueblo. A uno de ellos, me lo había encontrado cuando me dirigía al pantalán del puerto. Nos unió en la conversación un amigo común; poco a poco a este, bastante dolido en lo físico, en la última época, le iba hablando de la culpabilidad de los otros, pero entre esos estaba mi próximo yo, que tenía ya la vela preparada para llegar como migrante a otro país; le pare los pies, y me di la vuelta para quedarme a quebrar aquel edificio de odio al que financiaban los ladrones y construían sus esclavos mentales, ahora que tenerlos como físicos, parecía "feo".

  Se aproximaba al gran Andamio, un santo, como diría aquel, el horizonte era un ayuntamiento, en el que sus habitantes, unas veces se echan en manos de un dios y en la mayoría de sus actos, al diablo; más arriba, el cielo azul, seco, sin gotas y abajo, las cabezas de unos paseantes ansiosos de ese milagroso encuentro. Los dos parecían volar, sus miradas eran directas. Se exploraban

   Meses sin lluvia, nada de anuncios de nuevos advenimientos. Estos días, sin embargo, el hombre del tiempo y el enviado de un dios, coinciden en la prevención. Son los nuevos días, los nuevos lenguajes, pretenden que no se muestre ninguna suspicacia de ventajismo que, por otro lado, se habían repetido por siglos.

 A unos pocos metros, pareció que alzaba la cabeza aquella señora confiada en sus oraciones que las  lanzaba, ahora era yo el que no sabía, si hacía la imagen o el Andamio. 

  Del primero, del que conocemos poco, si estuviera vivo diría "hostias me sacáis cuando va a llover y todos estos meses de frío, ni me habéis puesto un sayo. 

  El Andamio, puesto de vigía de tantas mentiras, tantas proclamaciones y declaraciones de amor, nos hacía notar que detrás de la oscura tela de protección que la cubría y anunciaba una próxima obra, en el contexto de siglos, había una pareja que se había aupado a la altura del segundo tramo, segundo piso y allí, recalentados en amor, habían contemplado aquel sortilegio móvil, y desde allí, salía aquella especie de saeta. Pensaron que era una incitación al amor físico, cuando de aquella boca salió

       "andiamo y que la lluvia nos riegue a todos". Se pusieron manos a la obra.

jueves, abril 27, 2023

Asfixiado

 Caigo de rodillas. No había mirado ahí al lado. Mucho escribir con prisas; poco bailar como zombie, pero algun aviso hay del cuerpo que me pedía marcha y volver a la tarea de dar para adelante a las teclas para replantear si podría entender limpiarme del abismo de lo inmediato.

 No es fácil, te enfrascas en cosas absolutas, que luego con una ligera brisa se borran. Debe ser importante escuchar esos pequeños aires levantados que tienen la facultad de erizarte los pelos porque te poner ante las perspectivas de tus debilidades y la consecución de pequeñas victorias que te van haciendo.

  El caso es que ayer, defendías a Juan Carlos, no al de las hijas, y después del repaso que este dio a quien tenía a gala y, además, recompensado que había sido capaz de obtener portadas en la televisión pública por sus mentiras y porque esta, además, no es pública porque está tomada por adalides de la desvergüenza, que no publican datos confirmados de ellos mismos y si hipótesis, de corruptos asalvajados en armas.

  Hoy, porque temen a Canal Red, y eso es lo que me falta a la derecha de la imagen de esta página, atacan a Inna Afinogenova, pero yo, a ella la he oído, escuchándola y leyendo entre su voz y las conclusiones de sus noticias, una honestidad mental hacía el oyente y ella misma. 

   En verdad, ¿por qué defenderla?, si lo mejor es oírla. Mis disquisiciones es como empresas, partidos políticos, estados pagan a dopados, drogadictos de la mentira que reciben sus dosis pecuniarias para dar un éxito a sus patrocinadores.

    Hace años, pareció que eso se quería quitar de los ciclistas y los corredores, ya fuera de fondo, ya velocista. Se llegó a un consenso y cuando se descubría se les apartaba de lo público.

    Aquí existe una TVE que no lleva a periodista de CTXT, de Público, de La Marea y otros medios que durante mucho tiempo han dado prueba de la valía periodística y humana de sus trabajos, y si llevan, por el contrario, a abyectos periodistas que han mentido a sus lectores u oyentes, ¿Existe algo más grave?.

    El ganador de unas elecciones y el partido que siempre había partido como alternativa, ellos dos tienen unas inercias de falta de respeto a los que no son o sus forofos o los perdedores, que en un tiempo serán los ganadores. 

     Un derroche de dinero se hace de forma directa a sus periódicos panfletos o a las empresas beneficiarias de pantagruélicos contratos que invertirán en esos pseudos modos de información. 

     Y ahí andan, a la derecha, esos medios asfixiados, por profesionales del control de la sociedad; aunque existen valientes que desafían sus impudicias y muchos hacemos gala de su coraje y les animamos y nos animamos porque les necesitamos. Ayer me acordaba, de palabra, mi mente lo tiene en algun espacio, siempre, de José Martí Gómez y de Willy Veleta.

miércoles, abril 26, 2023

Fulleras

 Personas como Ignatius dicen que de pequeños era algo fullero. Yo, de Valencia de toda la vida, era más fallero que otra cosa.

  Otra cosa es mi señora que siempre quiere que decore nuestra casa; yo me comprometí hace años. Le hable de grandes proyectos en cada una de las habitaciones. Ella me miraba, siempre con una mezcla de condescendencia, de una ligera admiración por mi capacidad para elucubrar y un preparar los utensilios para que pudiéramos tirar las sobras de un nuevo fracaso.

  Estaba tirada en una de las piezas del edificio, un barco que había navegado; imagine ponerle en el agua en una época cercana. Las drizas, los diferentes palos, las velas, todas las iba colocando en el barco que había pintado en uno de los muros de la habitación. Cada día dedicaba más tiempo a pintar y menos a buscar todo el material necesario para botar algún día la nave; "la nave no va", era un año más la perspectiva.

  Le acompañaba siempre un perenne sentido de fracaso. Nunca había dejado de intentarlo pero ocurría que no terminaba de implicarne mucho. La derrota era periódica. Me levantaba una mañana pensando en modelar una orza para que dejara de derivar a otros temas. Pasó que me puse de fondo música de Eddie Vedder, la letra de "Long Way", decidió mi mente que  empezaba a viajar, primero a lo más lejos, con lo cual, enseguida volví a limar un canto de la orza que, por cierto, me hizo un pequeño corte al que tuve que poner entre dos galletas para que no manchara la madera, me dijeron. ¡Qué leches!, si la sal borrara cualquier señal.

   De todo eso aprendí y me dí cuenta que eso no era el mejor camino. Después de variaciones en mi forma de tratar cada una de las salas, pensé que ya había obtenido la fórmula mágica. Utilice unos andamios, y desde aquella mirada cenital creí que con un martillo, cuatro clavos, un destornillador y 20 tornillos todo quedaría en condiciones de uso.

  ¿El resultado?; son estas palabras de reconocimiento de un nuevo comienzo.

martes, abril 25, 2023

Nadie nada

Pasan los días sin mirarme nadie. Lo encuentro duro pero no desesperante  Mi señora me ha preparado unas gachas y yo voy de tropezón en tropezón.

 El primero es indigesto pero un trago de agua quita la bola. Yo le había escrito una poesía a una sacerdotisa pero claro, no sabía que estaba comprometida a esos niveles. Menos mal que Ángel, del tercero derecha a mediado entre el arroz y la tinta de hecho el calamar se ha visto obligado a publicar en otro medio.

  Otra cosa ha sido a Juan Carlos, no el rey que ese sólo habla para comisiones y los arreglos, cuando ya Hagen no ha podido meter sus sutilezas equinas; entonces acude Vito. Pero yo, válgame siempre mi inocencia,  mentaba a Monedero y al cobarde Olmo, no por favor no yo, mala educación autonombrarse, me refiero a ese periodista mendaz, ofendidito cuando le recuerdan lo que es y su vileza. Ha sido siempre un pawn, de las cabeceras de los periódicos, mercenarias que han servido a sus amos.

 Parece que en último momento, Xavier Fortes le reconoce a Juan Carlos el daño que esa basura de mentiras hicieron a su partido. Eso no se paga con equidistancia. Ese daño no se puede recuperar pero llevar a esa piltrafa de periodista es darle un reconocimiento por ser un vendido y eso es una puñetera mierda pero sigo, a ver quién termina un texto con esa palabra defecada

lunes, abril 24, 2023

Ir a un río

 Dicen que saldrán al Henares. 

 Estuvimos y estaremos, no como hubiéramos querido, sino con lo que se fue capaz de hacer con mi maestro.

  Dragon Pi se queda perplejo cuando sale de las aguas, más interesante hubiera sido que andará por encima de ellas; pero eso ocurre cada mucho tiempo. Messi, no ha habido nunca y no sabremos volverá a aparecer. Mi amigo, yo creía que sería el mayor valor del mundo del fútbol, pero nos dejó cuando éramos tan jóvenes y tan soberbios que pensábamos que eran los demás tenían que aprender de nosotros.

  Está sorprendido aquel personaje que nació para explorar porque ve a la sociedad tan seguidista de sus certezas como aquellos jóvenes. Una joven juega con una cuerda, con la que, a la vez, se está llevando por delante toda la vegetación cercana al cauce. La informo del hecho y entonces eleva sus giros y amenaza mi cabeza, levanto los hombros como pidiendo explicaciones. Ella, como el Clyde, de Encrucijada me hace ver que mis percepciones de quienes cuidan el río no deben ser fruto de mis afinidades, sino tener empatía por quienes están sufriendo las vejaciones que se hacen sobre las plantas y los animales que habitan aquel lugar. 

  Dragonio, de la parte naciente del río, acaba de llegar y se sienta muy tranquilo a la orilla; las aguas han bajado; se lo hace ver Dragón Pi, al recién llegado. Le preocupa porque el calor asfixiante de Abril, parece ser como una entrada a los infiernos. El viajero le explica que, aguas arriba, existe una bifurcación por donde se escapa mucha cantidad de agua, pero que no se había atrevido a entrar allí, porque tanto cemento y nada de vegetación le había echado para el otro lado.

  Tras un descanso, deciden emprender un descenso juntos; así parten desde el puente de Tórtola a Fontanar hasta la entrada a Guadalajara, donde todas las ramas parece que se han confabulado y se han enredado para ser un verdadero aula de la naturaleza. Se arañan, encuentran una pala, se pegan una comilona y deciden parar en esta ciudad e visitarla. Es un atardecer y las hojas crean una musicalidad, con el viento y deciden bailar, dicen que incluso, eso puede ser bueno para hacer la revolución

domingo, abril 23, 2023

Noor Jeham

 Una elefanta que vivió en encerrada toda su vida a muerto en el día de la Tierra. Una mente criminal tira una papelera a su profesor y un pequeño Goebbels cree que lo debe grabar porque la publicidad es esencial para implantar su mensaje, destruir la sociedad con su impunidad.

  Unos, que fueron estos niños, tienen un negocio, ofrecer a la pobreza migajas para su supervivencia, a los poderosos, que solo tienen inmensa cantidad de dinero y ausencia absoluta de empatía, poder ser asesinos de elefantes, rinocerontes; las Nadias que ven a esos comerciantes del mal, como aquellos que podía haber visto llegar al colegio con sus madres, mientras ella lleva a su hija, piden que hagan justicia con las Noor que quedan cautivas en los diferentes zoológicos como exhibición de nuestra indecencia a quien puede ser débil ante las armas y las tretas humanas.

   Se bestializa a la sociedad siendo tirano con los débiles, manejando los símbolos que suelen ser esclavos de degenerados por el poder. Esos seres que dan paseos por sus "dominios" haciendo razzias contra los migrantes empobrecidos para "defender" a quien vende desde sus comercios, callan contra las mafias que explotan en las huertas, no para darnos productos baratos sino para aumentar sus riquezas por encima de la dignidad humana. Se apoyan en las pagas de sus dueños para que no aparezcan las corrupciones de estos, a través de televisar el castigo al pobre.

  Javier hablaría de la elefanta Jeham, narrándole sus experiencias con las fantas que les compraba su madre cuando los domingos le sacaba de la rueda del colegio para sentarse en una mesa del Mercat de San Antoni y mientras la mamá era parte de una sociología, el mundo de Pérez Andújar era escrudiñar por las mesas de libros si había algún personaje listo para escaparse con él para ser cantante desde la libertad. De hecho, un domingo de aquellos, un libro escrito por una tal Noor Jeham soñaba en dibujos con la tierra de sus ancestros y las sábanas donde encontraba una manada de horizontes.

  Sus últimas palabras era que hubiera pasado si hubiera podido tomar agua con su madre que le había llevado a las diferentes puestas del sol

sábado, abril 22, 2023

Empezar

 No es fácil empezar un libro cuando oyes que miles de libros insustanciales se escriben cada año. 

  Aún así, haber escrito, sólo, piezas cortas te hace temer que estas insusticionalidades, contra antes se acaben, mejor.

  Cuando ante este dilema, cogí el saxo, que lo antepuse al teclado del portátil, comprendí que recomenzaba para volver a llegar a otro punto de partida. Porque, volver a empezar con otro tipo de sintaxis de la que se quejaba alguien, por no encontrar significado a comprender la esencia de lo que se hace, parecía una pérdida de tiempo.

   Tras 168 días, empiezas a subir con los sostenidos y te das cuenta que al bajar estas en el mismo lado que con un bemol descendente de la nota superior; entonces echas una ojeada a la peña Hueva y te ves subir por un lado y bajar, aunque sea más tranquilo que aquel ser que se lanzó a tumba abierta para ver si se quebraba todo entero él y no se casaba al fin de semana siguiente, por el lado contrario, casi siempre inexplorado pero con otra belleza que descubriste en tu ultima etapa de corredor con ideas maratonianas.

   Te encuentras con una noche que aún requiere tu Minueto, o "pero mira como beben" y vas distinguiendo corcheas de negras y blancas que te piden su tiempo, sin que les robes un mínimo grado. No sabes si resistirás después de correr pero, sobre todo, tras haber asistido a una de los momentos más surrealistas que puedes vivir. 

   Paras en un pueblo cercano al tuyo y ves a un conocido y a su mujer detrás. Este hombre tiene cerca de 87 años, va con su carretilla y fijas tu atención y le ves con una escalera de tres tramos. No te cuadra, por allí, no hay nada. A la pregunta de a donde vas, parece hacerla un regate, con la velocidad que, cada vez más, porque no ves partidos, observas en Vini. Le insistes porque una escalera puede ser para subir una pared que no existe por la ruta que recorre. Descubres que tenía que regar un huerto vallado a más de dos metros y medio de altura. Las llaves no las tiene, el candado no lo quiere romper; se subirá por un lado y echará otro tramo de escalera al otro lado. 

    87 años, te repites; le dices que no lo hará ni de coña. Le mandas a que te abra el agua, cuando te organizas dentro del terreno, miras a la valla; con su altura, a unos tres metros, con todo, está él, su mujer recién operada, sin ver a 20 centímetros, como un pajarillo helado que ha seguido una fuente de calor, por si la tiene que mantener encendida ante cualquier vicisitud. 

    Como una sugerencia, porque ya parece que no puede ir para adelante o para atrás, te pides que le subas un poco una pierna que él no puede. Ha ganado, y es su vida y te callas y le seguirás ayudando en lo demás. 

    Dificultades, existen todas, sólo están las ganas que tengas que enfrentarte con ya no sólo los sostenidos de fa, sol, la, sino que el de do, tremenda apertura, y te anuncias los re y algún otro. 

     Vas viendo hojas del segundo libro de saxofón que ayer te parecían indescifrables y hoy empiezan a tener un poco sentido. Sabes que la sonrisa de aquel que tanto te había llegado a conocer en tus trabados percances, te tiene que acompañar porque ya, sólo, le tienes en tus actos, y, a veces, se mezclan esa mueca de alegría, con una tristeza infinita porque estaba ahí, tan cerca y se escurrió en un instante, este al que no pudiste coger del cuello, para decirle que le soltará que no tenía derecho a arrebatar tanto amor por la vida.

     Recorrer veredas, vericuetos en un pentagrama para crear un mundo


viernes, abril 21, 2023

Sombras en Jordi

 La mía, en la foto superior esconde un saxofón, aunque miro para la Peña Hueva; la de Jordi Évole, parece tapar la de Ferreras, y esa Sexta capaz de aparentar lo que nunca fue. Dice sentirse mal por la entrevista a Yolanda Díaz. Lo mismo quería tener méritos de poner, otra vez, en la diana a Pablo Iglesias. 

   4.900.000 personas han mirado durante un mes el canal red. Si, Jordi, demasiada gente para ofrece chorradas. Para crear una líderesa a costa de ningunear a Irene, a Ioane que se ha enfrentado a auténticos salvajes, sean políticos, sean perioterrodistas.

  Muy jajaja y bonito el jarrón PIT (Pablo Iglesias Turrión). Otra simpleza. Este señor está ayudando a destruir la tela de araña con la que muchos poderes han ido dirigiendo está sociedad a un estado de postración y servilismo hacia los grandes tenedores de viviendas y ganadores de dineros obtenidos, en la mayoría de casos, desde la corrupción de tener a grandes familias influyendo en las decisiones de las que se benefician.

   Y muchos lo vemos y lo sentimos. 

   Con nuestro bocata o nuestro café nos embarcamos en "noticias al día". Somos folloneros cuando las escuchamos y sentimos su respeto hacia nosotros. La hemos pagado y tendrán sus canales internos que son escondidas, sus intrahistorias; dudamos que los terrodistas, pagados con dineros públicos discriminatorios puedan justificar la periódica ocultación de todos los datos con las que podríamos conocer la realidad. Con canal red sentimos que eso si pasa, que sabemos que tienen su ideología, pero más su decencia.

    Mis sombras son la mala preparación de mi zombie, cuando tenía el reto de explorarme para conocer mejor mis límites y una vez en ellos, jugarlos y transformarlos.        Lo mismo a Évole, la sombra que le cubre era el seguir la senda de los que quieren aparentar ser valientes para romper jarrones. Ha obviado que quién se ha ofrecido en persona para empoderar al ciudadano, cubre la sombra de ese pequeño momento de banalización del mal que tuviste para servir a amos 

  Pero quién soy yo, en frente de una productora y un medio mamón de lo público 

jueves, abril 20, 2023

Desaparecer

 El disparo sonó cerca. El loco se había escondido entre la masa.

  Podría ser un asesino, mi vecino, al que vi no muy lejos. Aquella anciana llevaba el pelo teñido y llamaba la atención, pero como diría aquel, detrás de lo obvio podía esconderse una agitadora social.

 Dulce era la carne de membrillo que ofrecía el vendedor foráneo. Me quedé viendo su indumentaria porque ahora que este tiempo se ha vuelto delator, podría saltar a la vista algún calzoncillo temático o dibujar un horizonte sin vidas.

   Ione e Irene, tienen el plano de quienes están con las víctimas. En la foto de Gago se ve las miradas sin rumbo de quienes solo cumplen órdenes.

  Observan a esas dos mujeres desde sus miradas esclavas

miércoles, abril 19, 2023

Brisas

 Descorro los caminos que se han secado con este viento que parece sonreír por su maldad. La lluvia ha desaparecido, vivimos como si fuera un elemento ajeno a estos lugares. 

  Cuando se levanta una brisa esperas que sea pacífica, que se desgaste porque se entretenga con las hojas que se han vuelto a desplegar en primavera; pero no, crece, se agranda y se arma como un martillo que quisiera hacer jugo con las nacientes flores y hojuelas; hormigonar la tierra que parece producir una nuevas autovías de sequedad extrema.

  Un vecino contempla el agua que acude presta después de abrir el grifo. Su gesto tiene algo de soberbia y de creerse un dios. Acaba de levantarse, con dificultad, ¡Qué vamos a hacer! recuerda aún el texto de Encrucijada. En una hoja sin rumbo hace tiempo apuntó el título como un libro a leer. Lleva una época que le cuesta leer, aunque ama ese acto y se descubre en un lugar ajeno a su hábitat del que siempre trata de desprenderse a través de sus carreras. La descripción de la anterior vida de Russ, es un contraste necesario después de conocer los toboganes en la juventud de Marion. 

   Hoy, le toca afeitarse ese brote de barba que cada vez florece con más dificultad. Se mira en el espejo y contempla a un joven que protegió la memoria de su abuelo por delante del fanatismo. Se moja la cara y el frio de aquellas aguas del pueblo parecen agrietarle la piel. 

  Cuando termina el afeitado aparta su pensamiento que, cada vez con más fijeza, está atrapado en esta sequía que puede producir violencia. Le acude a la mente, la burla de una mujer que limpia el metal de su valla, con una goma que derrocha agua porque ella puede.

   Violencia de esa señora que delante de una carretera con gran frecuencia de paso de coches, exhibe su descaro. 

  Terrorismo con este elemento cuando un gobierno legaliza lo que unos hacen lo que les da la gana, porque generan su riqueza y reparten migajas. 

  Locura en esta sociedad, cuando le ofrecen muerte con píldoras de felicidad. 

   Brisas heladas para nuestra propia destrucción 

martes, abril 18, 2023

Un, dos, tres, Lavapies

 No tiene uno edad para callarse. Con 75 años parece aconsejable que un señor vea golpes y los contemple con la espalda en las manos, como si fuera una obra más; si además cuando realiza ese acto, lleva un chaleco parece que la contemplación puede ser más completa y más de acuerdo a lo que se espera de esa provecta edad, incluso tiene derecho a opinar, en los lugares puestos "ad hoc" por las autoridades: los vacíos tras el ruido de la propaganda

  El silencio no es una opción.

  Miro a un lado y a otro y me encuentro con los paisajes de la corrupción. Edificios construidos con la especulación y con el reguero del dinero público derramado sobre agujeros hechos de forma conveniente con tubos dirigidos a los bolsillos de los promotores. 

   Ahora vuelven a proponer el desquiciamiento a la sociedad; a los 3 millones de pisos vacíos proponen hacer más pisos: más autónomos crédulos que cuando todo explote mirarán a quienes les avisaban como sus enemigos.

   ¿Qué no?

   La misma empresa que paga 700 millones para no ir a un juicio que perdería, da como explicación que es un pago para la buena convivencia y el juego limpio. ¿Desvergüenza de quien tiene 70 millones de clientes?  

   Toda y sin límites. 

    Pedir consejo a las constructoras para ver qué hacer en esta situación. Y dinero y estupidez a quién va a pagar los destrozos de quienes se habrán llenado los bolsillos.

    Mientras los memes nos idiotizan y andamos de rama en rama como Chita, gran  mona, para expandirse en risotadas por la plasticidad de sus movimientos, no viendo cómo se destroza la nariz ante la última rama de ida y golpe.

    Ir a asomarse al balcón y no darse cuenta que la puerta no está abierta y reírse de quienes nos señalan al otro, sin saber que somos nosotros.

     Si llegáramos a comprender las esencias de las mentiras y la desvergüenza en la que están envueltas, nos daríamos de bruces con el objetivo de criminalizar al extranjero que se pelea y que es puesto en nuestra televisión para que la desfachatez de sus robos quedaron sepultados en los otros, los violentos.

    Y eso te lo televisan ¡Oh! los vendedores de arma 

   ¡Ay, mi arma, todo esto en un sin vivir!

lunes, abril 17, 2023

Crónica de un limón

 He viajado sobre una alfombra y por primera vez no me he caído. Ya me llamaban el torpe del pueblo. Ahora que he conseguido un cierto equilibrio, mi primo me lanza zanahorias para ver si las planto de la manera correcta.

  La tarea es la siguiente, veo a Luci, lanzo un hola y entonces los dos nos levantamos, nos enlazamos y empezamos con el mambo. Todo parece ir bien, aunque tengo visiones de Johanna que desaparecen en medio de tantos ruidos. 

  Entonces aprovecho un espejo en el que nos vemos con el un, dos, tres, cuatro, no me había dado cuenta, pero ella me va arrastrando. Parece mentira, pero en los últimos tiempos creía que el llevar el ritmo era cosa mía. Endiosado en mis ritmos, nunca termino de comprender que alrededor manan zumos de otras frutas. El mío, ante esta percepción es el de un limón.

   Desafiando el medio o uno o uno y medio, siempre parecía que todo podía ser una percepción de la rapidez que, en verdad, no existía en mi. 

  Me miro y se agrian mis ojos. Supuran desesperanza y rugen los lagrimones que me saltan de aguantar esa acidez. Entonces comprendo, siempre un poco más tarde de lo que sería aconsejable, que el momento de empezar fue hace dos meses. Lo hizo Fredy y hace gala de su debilidad desde la fortaleza de repasar no cien, sino trescientas veces el vídeo. 

  Sale un cierto moqueo porque las versiones de Dylan salen de su interior, de haberlas traspasado con el filo de lo que se ha ido haciendo por años. Mi zombie no tiene eso, es débil, pero por no haberlo recreado las veces que mi compañero fue descubriéndose a si mismo en un matiz. Es el viaje

  La creatividad la busco y la vendo pero tengo miedo para explorarla en mí. Excusas porque el saxo está ahí para lo que haga falta y diez descansos de un minuto es una oferta con la que podría engañar al hormigón de mis tendones. Nada se produjo y echo en falta las 20 veces por día de los dos siguientes que han pasado. 

  Improvisar desde el trabajo. El caos de Charlot tenía travesías por desiertos de agua y mares de aguas movedizas. Los ojos cerrados por no emprender viajes a las Itacas

  

  

domingo, abril 16, 2023

Travesía

 Repetir la escucha de la entrevista con Pedro Almódovar Caballero; ayer, entre do, mi, fa sostenidos intuía la travesía que había realizado por una vida. No tengo nada que ver con su vida y sin embargo, intuyo un viaje parecido hacía una especie de misantropía, del que me van sacando, cada vez, menos actos. Ser un zombie ha sido una opción

  Ensayar pasos es una opción a la que tiene que buscar un hueco, porque muchas demasiadas veces, lo tapas con ruido. Me encontraba en el planeta Haley, pensando que ya había conseguido una entrada para Bob; allí creía que tendría tiempo para aislarme de tantos y tantos ruidos que me llevé una cinta de mambo, porque después de cuatro siestas seguidas, un día sin desbrozadora y el pico alejado de la pala, un poquito de ritmo sin ninguna otra pretensión que sentir el cuerpo, no vendría mal, pero claro; me avisaron que eso era lo mismo que hacía con lo que he nombrado con anterioridad; no servía para nada y algo de ritmo podíamos entrever. 

   Nada que ver una cosa con la otra, aclaré; y puse como ejemplo la anécdota siguiente, sólo fue llegar a casa, que saliera mi perro, me recibiera como siempre y tras todos los descansos que, muchas veces, pienso que debo tomar por estar siempre en alerta; cuando ya me asomaba al espejo, estaba ya él y se ofrecía de pareja y empezaba con ese ritmo tan frenético en el que me embarcaba para su felicidad y debo reconocer, que la mía.

 Todo me sucedía en aquel Haley, en el que, además, me encontraba como paso previo a la invitación de aquella amable zombie, "pronto estarás conmigo". Por allí paseaba y cada vez más, veía que las aceras que recorría estaban vacías y que las únicas llamadas iban siendo las de quienes no tienen mucha conciencia de respeto con el otro. Nada que ver, con el glamour y el aparataje en el que se va sucediendo el mundo. De alguna manera, sentía una tristeza, por otro lado, me iba descubriendo entre algunas letras que buscaba tuvieran algun significado, el movimiento del cuerpo que viéndolo repetido, algunas veces, podía sentir que parecía ir perdiendo su plasticidad a pasos agigantados y una cierta efervescencia que pugnaba por controlarse cuando desaprensivos intentaban imponer su desvergüenza y su cháchara para bloquear cual posibilidad de aprendizaje.

  Sucedió que estando allí a alguien le pusieron un jarrón y entendió que por ser de una dinastía muy anterior, ella lo poseía y lo podía exhibir como resultado de su ecuanimidad y su bonhomía; paso que acabada la entrevista televisaba, un técnico cogió un cable y lo empezó a enrollar sin darse cuenta que pasaba por detrás del jarrón. En el momento determinado este voló y con tan buena suerte, que se rompió; de esa manera, ella se pudo dar cuenta de la fragilidad que tenían aquellas imágenes de glamour y como su tarea tenía que ser más amplia que esos momentos de luces, que alguien ponía para deslumbrarla

sábado, abril 15, 2023

vaya circuito

 Fuera de la ciudad, por aquellos lares donde di mis primeros pasos en mi deporte he estado preparando mi próxima participación en el mundial.

  Tengo pocas posibilidades pero mucha gente confía en mí. La concentración es muy dura, pero empiezo a ver los resultados tras muchos años, viviendo en el anonimato. 

  Primero me alejaron de todo; luego, yo mismo asumí crear una burbuja que me aislara de las apasionadas palabras que pronunciaban a mi alrededor.

   Antonio describía cada uno de los pasos dados para conseguir nuestro fin. Mi exilio del planeta de cosas siempre vistas. El aterrizaje sobre las arenas movedizas de no saber si existe algo sólido y el dejar que la  cabeza se atrincherará para rememorar cada movimiento en su cerebro, como un lugar etéreo, con balsas de cieno que ahoga el acto, para que fuera su cuerpo quien se embarcará en la sensación de zozobra que tenía ante quienes ya habían memorizado aquel recorrido tan incierto. en

   Ahora sí, ahora sentía el abismo, los golpes de miradas que no comprendían la falta de implicación; el mismo cuerpo que a dos días del viaje, parecía atrapado en ejes de acero sin ninguna flexibilidad, pugnaba por atraer el agua, que nos odiaba.

  Un barco salía de la dársena y yo miraba el equilibrio de sus movimientos, notaba como las olas del viento del norte, tenían la capacidad de convertir aquella masa en una bailarina de ballet y me colocaba en la bocana por si mis piezas desentrenadas, escuchaban el paso del agua, como en un tiempo anterior lo percibía en el río Tajo. 

  El pequeño tramo libre, contaba las ausencias de aquella madre desaparecida, narraba la soledad en la que se iba convirtiendo los contactos rotos y te olvidabas del océano vivido que quedaba empantanado y sabías del próximo que también te llevará por las sendas marcadas. Ese instante, intentabas que se alargará, pero sentías, los remansos próximos y sabías que siempre te habías adaptado a los que habían ido llegando.

  En el escenario rompías la cuarta pared y se habría un camino que no tenías carriles

viernes, abril 14, 2023

Una foto

 Desde la de la Behobía veo a un buen compañero de muchos años. Antes en deporte, ahora en cenas. Aún veo que podía correr con una cierta alegría, al contrario que mi compi que parece haberse escondido tras las gafas para disimular el sofocón que nos habíamos pegado.; a veces, ahora necesito horas para quitarme todo el peso de las piernas que parecen hubieran echado un ancla sobre cada tendón, para fijarlo a tierra.

  Existen mucho miradores en Donosti: algunos de acantilados, otros de la ciudad y otros desde un albergue que acogió a un grupo grande de personas que fuimos capaces de compartir espacio, con habitaciones y comidas, por allí una isla parecía anunciar como, en algunos casos, nos vamos quedando como islas, sin facilidad para la comunicación. 

   En el trayecto veías mucha gente; la primera vez te sorprendió tanto que no podías parar de repetirlo cada que vez que tenías la oportunidad. Te arropaban, te aliviaban, en aquella oportunidad, de todos los años que habías dedicado al kayak polo, para otros, y te habías olvidado de cuidar, tu forma de introspección que ha sido siempre la carrera y te ha ayudado a recolocarte ante las tensiones con las que siempre te puedes llegar a enfrentarte.

   La foto de ese carrera parece ser de un segundo año, en el que había vuelto a adquirir un cierto tono competitivo y te atrevías a ir con un compañero en plena forma. 1h17:04, en 20 km.; sabes que es muy alejado de otros momentos en la que con algun rasgo de soberbia, recuerdas a diferentes interlocutores, que con un kilómetro más, hacía varios minutos menos. Cuando lo mencionas pareces reivindicar de aquella época, tu capacidad y tu cierta calidad.

   En el día a día, no te sirve de nada; vuelve a ser una aventura o viaje iniciático salir hoy, después de un cansancio extremo de una semana de trabajos físicos, vuelta a la piragua y carreras más que nocturnas; por eso, repetir hoy es una aventura y es un peregrinaje en el reconocimiento de tu cuerpo, tus pensamientos y la lucha que tienes que afrontar ahora. Agradeces de aquellos momentos la capacidad agonística que te dio para superar estos días. Cuando, en pocas horas, juntas dos entrenos sabes, desde el primero de ellos, que vagar por el segundo será una travesía por tensiones y agarrotamientos que te invitarían a abandonar, por su crueldad y por la persistencia de pesadez extrema, en tus piernas. Luego, al final, tras algun cambio de ritmo, que, apenas ya haces, romperás esos moldes tan dolorosos y pensarás que incluso el día podría ser más fructífero a estos niveles, pero ya, más o menos, has aprendido a tarifar cada uno de esos minutos para que el día siguiente sea otra invitación a otro recorrido, a otros pensamientos, a recordar la escala cromática ó a pensar si, tras el "supermán", viene el "ahhh" o antes el siete, o antes el "follamos". Cuando este fin de semana te hagas el zombí, podrás comprobar si tu cuerpo te ha escuchado y si tu memoria no te ha fallado, serás testigo de la osadía de una persona que no se puso límites cuando podía haber llevado una vida plácida por su capacidad para gestionar la administración de otra empresa y, a cambio, rompió su comodidad, buscó incomodar a una sociedad, bañada en placidez y se arriesgo a ser juzgado, que lo harán, pero desde lo que él ha hecho, no desde lo que quiso ser y no fue para evitar, esas críticas.

    Habrá fotos de estos momentos, como la de aquel día, es un instante que tiene raíces en la tabla de winsufing, en entrenamientos conjuntos y en el aprendizaje de aquel señor mayor, que subía seguido por jóvenes que le han mostrado muchos caminos. 

    

jueves, abril 13, 2023

No da igual esconderse

 En la esquina de la mesilla, he colocado el inmenso monumento al río Tajo. José Luis Sampedro lo escribió y leo vidas entre el origen de la vida. Al autor, no le fue indiferente lo que pasaba a su alrededor; en el libro, seres encerrados en sus vivencias, bajando por un entorno que, por inmenso, te hace tener como límite el infinito.

  Al otro lado de la mesilla, se han posado las palabras de un buen compañero de viaje; una hija le pregunta si es que Franco fue republicano. Hace unos días, alguien a quien han votado cientos de personas, ha relativizado la importancia de aquel contexto. Un relativismo por el que quieren que la cotidianidad avance. Ofrecerles soluciones inmediatas de bienestar, de impostura de bondad para que todo siga como siempre, relatos escritos por las plumas saciadas por dinero

  No fue republicano aquel ser, fue un militar dictador, traidor a su juramento de respeto a quienes habían elegido su forma de gobernar, los ciudadanos, a los que en gran parte eliminó con un sadismo nada catolico. Una democracia que nacía y que no tiene que justificar las posibles deficiencias que tuviera, porque este sistema es fruto de las fuerzas políticas y estas, están compuestas de humanos, con sus intereses, con sus verdades, con sus pagadores y con sus seguidismos incondicionales, sin ningún tipo de análisis. A la República, la traicionan las personas e instituciones que hablan de ley, mientras maquinan deslealtades, que serán remuneradas

  Un maestro empezaba a acudir a un pueblo, donde no había habido nunca antesala colegio. Las misiones pedagógicas, aportaban libros y abrían las páginas que empezaran a nacer en la mente de muchos de los trabajadores de aquellos lares, nuevos horizontes, nuevas formas de vida que no fueran el bajar la cabeza para llegar hasta la extenuación a sacar algo con lo que alimentar a sus familias y enriquecer al señorito

  Eso era la república, en mitad de las fuerzas que durante siglos habían tenido el poder, en forma de mando, información y eternidad, había un espíritu de vivir fuera de los contornos en los que les habían encerrado. 

  El maestro imaginario pero de carne y hueso que habría en algun pueblo se emocionaba cuando veía los ojos de quien parecía quería absorber lo que oía.

 El trabajador de una empresa, matriz de lo que ahora se podría llamar Ferrovial, descubría que se podía asociar con sus compañeros para que el salario fuera más justo y las condiciones fueran mejores. 

    Eso era la república.

  Un Carlos Sánchez Mato, atemporal, describiría, hasta ser odiado, lo que estás empresas deben al Estado, y que se le has ido perdonando. Aunque habrá maquiavélicos Montoro que pedirán su cabeza a Carmelas que nos atragantara con sus magdalenas de condescendencia. 

  Eso es República; no tener que arrodillarse ante reyes y poderosos, estos presos de sus devaneos, tapados con mercurios sin dignidad. 

   No da igual, que un adolescente no sepa que es República.

   Y la tarea de ayudar a buscar respuestas, bella, silenciosa y persistente 



miércoles, abril 12, 2023

Fuegos y cosas fatuas

 Todo empezó hace años, algún siglo, incluso, no nos quedó más remedio que seguir el ritmo de las petroleras, de los productos para nuestra comodidad. Algunos conocidos, se fueron a ciudades pequeñas, a lugares que les permitieran vivir pensando en sus seres queridos, Talavera de la Reina, Burgos; no querían que su trabajo fuera pagar una hipoteca y gastar su tiempo por dinero.

  Pasaron y, de alguna manera, les admiré, en mi caso preferí vivir en una ciudad pequeña, aunque con amagos de grandiosidad, como "aquí tenemos playa", pero, a cambio tuve que hacer un viaje de 60 km. diarios para acudir al trabajo, imperfecciones.

  Estoy seguro que parte de los baños de sol que nos hemos dado estos pasados días, vienen  de ese contaminante ritmo que nos hemos dado para, casi, sobrevivir

  Ayer, 11 de Abril, hablaban de un fuego en Ocentejo, como decía alguien, tenemos que aprovechar lo bueno que nos llega, ese calorcito que nos permite exhibirnos en nuestros cuerpos, más o menos esculpidos; ya llegará lo pésimo, va llegando: quemarse el Alto Tajo, mi abrigo de estos últimos años. El lugar de descensos por sus aguas desde hace más de 30 años; el iniciático, Morillejo- Trillo; el arrobador, La Falaguera-Puente de San Pedro. 

  Tardé en darme cuenta lo que significa esa masa arbórea, y lo que soy dentro de ese lugar, una parte infinitamente mínima, un alvéolo, una neurona que participa en su grandeza, unas piernas que lo recorren embelesado, unos pulmones que solo intuyendo su inmensidad, en la oscuridad aspira su pequeña porción de oxígeno, como un árbol más, que a esas horas, también quiere oxígeno

  En Abril, en este mes sin mil aguas, con bocanadas abiertas de sus pinos, su robles, para quitarse, como algunos animales, su fatiga al no llegarle ese líquido, con la lengua fuera por el cansancio de buscarla sin resultados, tras meses escondida en otros países.

  Duele ese primer fuego, tan devastador para nuestra vidas, pero a quien juzgan es a los científicos que controlan el producto que lanzan y saben que no tiene ninguna repercusión sobre el lugar receptor. Desaparece y todo sigue igual. Tras el fuego, no. 

  Pero lo fatuo, vence y tranquiliza a mentes que no quieren sobresaltos; ver que juzgan una mancha que se quita con agua en diez minutos que denuncia nuestras terrible debilidades ante quienes nos destruyen. Y así andamos en lo nimio mientras nos quemamos. Esa equidistancia entre cosas diferentes, que nos hunden en sus aguas, andando hacía las profundidades

martes, abril 11, 2023

Aguas

 Aguas abajo vas encontrando alguno de los recuerdos de tiempos vividos en estos espacios. Cambia la compañía, cambian las relaciones con las personas y no desaparece esa percepción de pertenecer a ese elemento.

  Alrededor en Abril, a principios de este mes, sol, casi con calima, una luz que pertenece a Junio, una sensación de derrota, de plácido fracaso porque este calor te arropa y te hace cosquillas de placer y te invita a exhibirlo, porque ahora ya si lo aceptas como es; pero, si no cambia esta temperatura, y este ausencia de agua, temes un desastre. 

  Es silencioso, nadie puede estar prevenido de una hecatombe, si el aire besa tu cuerpo, si muestra la belleza de los otros, si puedes meter los pies y hacerte daño su frialdad, pero es localizada y pequeña comparado con el golpe de calor que azota todo tu cuerpo.

   Corriste en las noches de Diciembre, cuando parece que la naturaleza está durmiendo y vuelves a hacerlo ahora, cuando a tu alrededor los ruidos visten la oscuridad de personajes, unos míticos, otros huidizos, otros despiertan y vuelan no vaya a ser que..; estás un poco más alerta, porque es un pequeño concierto, donde las entradas son de lo más variadas. 

   Miras al cielo, limpio, estrellado, algunas luces se mueven rápidas como está sociedad, quizás lleve a viajeros a lugares exóticos; a otros les alejará de un tiempo en el que su supervivencia le parece que le esclaviza con horarios, donde ha aprendido a ver a los hijos, por videollamadas. Ahora han ido juntos, pero ellos, se han acostumbrado a jugar por su cuenta y en el mar, todas esas, son una suma de descubrimientos, la arena, las olas, lo seco, lo húmedo, los mayores, los de su edad que les intrigan por si pudieran ser los amigos. Miro los innumerables faros de este mes, distintos a los de este invierno, o a los del pasado verano y trato de montarme en sus carros, sus osos; a veces, una fugaz me sorprende y la creo haber visto, como también ya no ver la vida de otros; estos días, varias personas se encontraron con las casas vacías, por la pérdida, de las madres, del padre. Vivir la intensidad de esta pérdida; parecer montañas, picos inexpugnables de dolor que no te dan descanso, te rodea, te vuelve a golpear con una piedra desprendida que es aquellas tardes que te llevaba al río; en un falso llano, ves como una avalancha de tristeza ha querido sepultarte, te ha tapado, pero existen personas que perciben tu luz y te buscan, te sacan de quedar sin fuerza por tanto dolor y te acompañan en los siguientes pasos. 

  Dentro de un tiempo, quizás como el agua, tal vez como la estrella fugaz, comprenderás que su compañía parece que fue un instante y de aquella inmensa montaña que fueron los instantes posteriores a la pérdida, casi no queda nada. Ellas y él serán parte de tí, de mirar la inmensa noche estrellada y darla valor, porque son acompañantes de lo que tratas de ser, fuera de la supervivencia del trabajo. Fueron guías para el amor y para la lucha; los mejores porque en sus luces y sombras, estuvieron cerca, como ahora, duele la ausencia pero te empuja lo que ellas lucharon para que tu fueras. 

  Te diviertes porque es a lo que aspirarían por tí. Bajas por el río surcando olas, buscando contras, evitan obstáculos. Sientes que el frío es parte de lo que amas. Lo aceptas y esperas que lleguen las lluvias, que surtan sus cauces, que sacie estos árboles que lleven meses sin sentir las caricias de cada una de sus gotas, porque aún siendo, a veces, violentas, las aceptan porque son vida y esta no siempre la podemos encauzar para mostrar sus ímpetus 

lunes, abril 10, 2023

Espeso

 Me acerco a un conglomerado de ramas, hojas, palos secos, árboles caídos, vamos, en resumidas cuentas, un sindios; me empequeñezco ante las uniones que han creado. 

  Empiezo, poco a poco, rodeando pareciendo que no consigo nada. Desgasto el medio y parece que no habrá otro lado. vuelvo atrás; atacó uno de los lados, que puede llevarme a la poza. Afirmo los pasos, un poquito más. Vuelvo, rodeado el otro lado, me atrevo por el medio al otro lado del anterior imposible, ya no está todo tan lejos. Cuantos años de hojarasca, de árboles muertos, de agua que se escapa porque la cal se ha ido posando y ha ido creando un compacto suelo que parece difícil de atacar. Si viniera por la piragua, algún día podría ser que vuelo. Andar por las aguas, uff, ya lo hizo alguien y tampoco es que terminará bien, al menos, dicen, en un principio.

  Vuelvo a rodear la muralla de la tierra del Norte, imposible pero encuentro sus debilidades y llego otra vez, a la maraña del medio. Ni está Frodo, ni Golum, pero la fuerza me acompaña, ya sólo falta dos metros, y un metro, porque por aquí parezco en un dron, dada la altura tomada. También busco pista y me vuelvo. 

  Tintín cogería a Milu e iría en busca de otras tierras; decido volver y acercarme al abismo, me espera con sus aguas que van disminuyendo aunque no ser una nutria limita mi obra. Aún así, todo queda más claro, incluso el poder de la Fuerza, nunca la había experimentado hasta ahora pero me deja, bastante alucinado.  Tomo una cierta distancia y me digo, "nunca jamás diré esto es imposible", pero el cansancio ha llegado, el suelo, tiembla y mis piernas parecen recordar que ser zombi, es desde uno hasta 8, después y ya mismo 2, para mirar de soslayo al agua, al gato negro que pasa y a quienes examina, juzga y da esplendor a su mezquindad; más lejos, pasean viendo si a este ser se le puedo invitar a café, a un flan, o se le debe dar una cama. 

   Pido cama y si no les importa, respeto. 

   Al día siguiente acudo y comienzo cerrar los círculos, a deshacer la espesa toba y a conseguir que, todo, de forma esporádica parezca un acogedor espacio. Torres más grandes, dicen que cayeron, mientras piso lo que ayer, era imposible, maquino, si el gato es el de Morillejo, si vuela, y me acompaña para encontrar las sendas que nunca parecieron que se podían volver a abrir.

domingo, abril 09, 2023

Influencias

 Si se puede, pero no podemos olvidar quienes tienen fijadas en los pósteres sus enemigos, para ayudar a disparar a otros, para tras un tiro propio, imaginarlo en otro, o para hacer más fácil atacar a quien has animalizado.

   El ser acanallado vuelve a poner dibujos del enemigo que le ha desmontado todas sus servidumbres a quienes le meten publicidad en su líbelo que siempre ha servido a las mentiras. medias verdades, que utiliza con el silencio de asociaciones corporativas que admiten la delincuencia en el cambio de las realidades, porque al final las presidencias las han tomado quienes saben que dependen de quienes les pagan, quitada la poesía de las 5 W.

   Por la noche, buscas la luna llena y al aparecer, a cambio, buscas las luces más lejanas, recorres los caminos de las estrellas.    Cuando en medio del camino aparece un jabalí, nuestras sombras se perturban como esperando quien será el primero que desenfunde. Estoy sólo, y este es su hogar; conoce el los caminos, las sendas y los bujes que le sirven para que sus nuevas crías pueden tener un pequeño refugio. El único y perverso poder que tengo es el miedo que puede provocar la memoria por la muerte de algun progenitor que haya producido el ser humano.

   A cambio, nos unimos y bailamos thriller. No estamos ágiles pero somos felices, con nuestras limitaciones. Nos recreamos en el uno, dos, tres, cuatro, arriba y abajo. El retroceder espasmódico, saltamos, arriba y abajo, con cuidado y nos vamos, mirando al siete. Tras ello, nos sentamos, miramos este cielo veraniego de Abril, hablamos de nuestros miedos por un verano que nos pueda dejar, sin naturaleza por la sequedad, porque los nuevos visitantes no tomen conciencia de los peligros del fuego. 

   No sabemos como defendernos, no encontramos la manera de provocar un cuidado extremo.

   Pasan coches, que nos cuidan, existen puestos de vigía para que la reacción sea inmediata pero la naturaleza siendo tan bella, es tan poderosa cuando el viento es iracundo, cuando la sequedad es extrema, cuando la temperatura hacen bullir plantas que inhalan a duras penas un oxígeno y exhalan estertores de una vida que proclamaban el palacio que son los bosques que todas tenemos derecho a habitar.

  Se une el corzo, siempre tan observador de nuestra propia acción. Habla de las grandes ciervas; con ellas tratan de comer matojos, aún verdes, para que nuestro común lar no se conviertan en piras donde se queme nuestro amado bosque.

    Si alguien tiene una influencia en nuestra tertulia es la cabra montesa, viene, con la mosca tras la oreja, luego nos damos cuenta que hay más y que nos circundarán a todos. Consciente de tener una gran cornamenta, se ama a si misma y desde ahí construye un mundo para descubrirse  y construirse. Recorre prados pero también riscos y cortados, encuentra abismos y frecuenta bebederos donde algunos echan agua para tener víctimas. Algunas veces, creemos que todas estas cosas pasan entre la gente madura; no hace mucho, les hablaba claro a un grupo de personas; su silencio culpable para recrearse en las reacciones desmedidas de quien se ve menospreciado. Pudiera parecer cosa de mayores, pero no, cuando un cable está desconectado y todo esos silentes seres, con cara inocentes, descubre su incipiente sadismo. 

   Algunas veces, hoy, lo buscan en los móviles, otras veces, alguien le anuncia, espera que nos vamos a divertir; y silentes, malvados, acanallados esperan un motivo para su mofa, mientras su personalidad se va hundiendo en el cieno de sus sentimientos.

sábado, abril 08, 2023

Malditas sean las guerras, quienes las provocan y las alimentan

 Dicen que Joan Baldovi, no se mete con Joan Roig; que Yolanda Díaz, bebé los vientos por Amancio Ortega y que a Mónica García y Rita Maestre, Florentino Pérez las tienen como pasión de vivienda. Lo dice el tuitero Ni dios, ni rey, por ello, dudamos que quieran cambiar el mundo, pero si se admiten a ellos mismos como un poco tocapelotas. Los ahí en todos los sitios, algunos inocentes, otros con una mala hostia que te recuerda "las cintas blancas", protegidos por una sociedad disciplente.

  Se admite que un país amigo pueda asesinar a uno de nuestros periodista, José Couso; nos callamos porque a un amigo no se le debe importunar y entonces vas viendo como en tu propia gran España, se van creando "policías patrióticas", jueces de dios actúan sin respetar la sociedad y siendo ellos enviados para instaurar sus propias injusticias sobre seres a los que acusan para que se publique en una sociedad de la imagen y no dimiten, ni se hacen el harakiri, como diría Wyo, cuando se descubre sus malas artes para destruir a un ser humano 

  En nuestra "España, España, España", han pasado cosas como esas. En aquel otro país que encubrió a los ejecutores, podemos descubrir la inhumanidad que tienen hacía sus propios ciudadanos, salvajadas que arañan los cimientos de su sociedad, como el río Tajo, iba oradando la piedra que estaba al final del "infranqueable", en su vía fácil.

  Ir a aquel Irak, como dijo una insigne y lúgubre política a conseguir que nuestro petróleo fuera más barato, era considerarnos lo suficiente miserables para que nos diera igual los muertos que se  originarían en aquella sociedad, todo porque matáramos a sus tirano, al que occidente le había alimentado y por supuesto, proveído de armas, donde ganan los santos bancos y taimados intermediarios. 

  Con todas estas cosas que parecían "el bien", debíamos admitir los efectos secundarios, el asesinato de Couso y de Anguita y otros testigos de la barbarie. Ahora a Pablo González, Polonia le tiene encerrado desde hace más de un año, en un régimen de aislamiento. Ante la invasión de Ucrania, el estado polaco parece ser nuestro aliado, cuando en realidad, callar en esa injusticia, es descubrir los agujeros negros en nuestra democracia, Melilla, Sáhara, en política exterior y no quitar una ley mordaza que no busca proteger al ciudadano en su derecho a discrepar ante las injusticias.

  Julian Assange está encerrado, con la amenaza de una cadena perpetua, por haber revelado las salvajadas que se cometen en la gran democracia de Occidente. 

  Callar eso, admitir que políticos pueden impedir que parte de su sociedad no pueda votar; permitir que las armas sigan siendo un factor que diezme sus ciudadanos, en nombre de una ley, ya salvaje, cuando fueron tomando tierras hacía el Oeste; firmar acuerdos con fondo en fábricas de armamento; dar la sanidad a las especuladoras empresas que no admiten a quienes no les son rentables. 

  Se es injusto con los de fuera, porque también con los de dentro se realizan actos discriminatorios. 

  Malditas sean las guerras, quienes las provocan, quienes las alimentan, quienes hacen caja con la muerte de seres humanos y también los que vamos pasando por la vida, como callados, como admitiendo lo que denuncia Pepe Mújica, vivir para obtener dinero para pagar cosas sin ser nosotros

viernes, abril 07, 2023

Al hilo de Fesser

  La luna que te acompañó la otra noche, se va disipando por el Sol que pugna por abrir los ojos de esa niña, que sigue siendo la mujer que ha perdido a su mama, que le hacía que una tierra de raíces de sus antepasados, a las pequeñitas  se fueron enraizando en lo que fue el mundo mágico de los padres de su madre maga. El hilo de su besos la adormece, cuando el dolor sigue saliendo por heridas que no dejan de supurar. Crece el abrazo que es un empujón para adelante porque la vida que ella visitó, la recorra ahora su hija.

   Emedio de los fanatismos que se han ido instalando en la gente que sublima sus miedos y se entrega a sumos sacerdotes, ya catódicos, o de cualquier otro medio o religión. 

   Asusta seguir a Guillermo Fesser en sus tweets porque las sogas que debieran sustentar toda una sociedad, son hilos tan endebles que la ideología de los jueces puede conseguir que sus creencias, entres en una escuela o no; que votes en un distrito hecho al antojo de políticos de para que tu elección tenga menos valor que la de uno que esta a unos cientos de metros de ti, o que se facilite que los niños empiecen a trabajar a los trece años "pa´ganarse un dinerillo" que ya los esclavos de otros países molestan, y sin pudor se buscan en la tierra propia.

   Aparecían en los comentarios unas marionetas, con sus hilos enganchados al capital para tratar de menospreciar el trabajo periodístico de Fesser; descubrimos hace tiempo, compañera Susan George, que el capital no tiene ningun complejo en mantener mercenarios que contesten y agoten a quienes razonan; además de lanzar cientos de teorías retrógadas, con el fin de tener entretenido al personal en esos debates místico eternos, para una vida que se agota pasados unos años; hayas sido consecuente con tus ideas de joven; o con tu adaptar a la vida; mientras que sus armas, sus especulaciones incrementan sus bolsillos.

  Existen hilos, a mi me gustan los de Bob porque empieza a tejer canciones; tu te crees, que a fuerza de repetición como mama hacía con algunas de las ropas que encontraste, todas tienen el mismo punto. Pero no era cierto con esto, y con Dylan pasa lo mismo. Estás haciendo algo, pones spotify, pero sin el Barcelona, y sabes que ya te van sonando casi todas y entonces, quieres felicitar a una persona especial, todo amor y entrega y no encuentras palabras y vaya ahí esta You're a Big Girl now y te dice todo, incluso el porque aún no has sacado entrada para verle por cualquier lugar de España. Desde hace años, te ha ganado el corazón, verle a lo lejos, parece poco, porque te acompaña en lo más interior de tu mente. La presencia física es importante, aunque Ondara, no necesite encontrárselo en su mismo lugar de residencia, pero cuando te encuentras a José Martí Gómez, a Willy Veleta te emocionas porque lo que sueñas de un periodista, lo encuentras en ellos, honestidad. 

    Si debo oírle en directo, par recordar a mi compañero Juan, profe que se fue estando activo y amando los mundos explorados por nuestro cantante. El hilo de hoy, Alberto, directivo asesinado por las turbas rebeldes, y con la sentencia de un cura: "te lo mereces por rojo"; 80 años después siguen presente; aunque quisiera entrar en la casa de la familia del asesinado, para impartir esa falsa paz, bondad, mendaz y acanallada con la que siguen recorriendo muchas prebendas que obtuvieron y siguen manteniendo.

    Somos, de los Albertos, y aquellos otros que eran sólo seres humanos; demasiado para las bestias, que superan a los animales, cuando subliman sus odios

jueves, abril 06, 2023

Posiciones felices, oe, oe oa

 Cerca de ese árbol, está ella, escucha blablabla, pero no es car, es feliz cumpleaños; también al político que en esta época pondría árboles hasta en un pinar. Toma, un cuaderno, diligente él, con todos los días que se quiere ganar el busto parlante para obtener, pongamos una alcaldía; en el día uno, cumpleaños feliz, cumpleaños sin tiempo, te deseamos; le ponemos en un pozo 🕳️ vacío por donde caerá el agua que no regara y el árbol que no respira, más que a bocanadas. Él se ríe, sabe lo sencillo que es prometer y no dar trigo: pitas, pitas, pitas. Quienes le votan, lo harían a una cabra 🐐; quienes saben que todo las decisiones alrededor llevan al arboricidio, son esos anarcos, que perdieron porque la vida les lleva a lo individual y ahí, el infame periodista cubre, si hace falta incluso de forma bíblica, con basura inventada y fabricada por fuerzas con órdenes divinas, siempre es bueno ser dios, todo atisbo de unidad. El cemento ahoga el tronco, vegetal, no político, con trazas de humano; el adoquinado, se traga el agua 💧; y ya tenemos unas nuevas elecciones, unas viejas nuevas perspectivas y la boca chancleatada de siempre; el armado, hormigón vuelve a lucir su cara, por la que las cíclicas desvergüenzas se vuelven a bañar, como los peces.

  Los alcorques, ¿quienes conocían esa palabra, hace ni tan siquiera diez años, que no son nada, se trasvisten en papeleras, pero sin bolsa, que también sería curioso que las tuviera, un condóntree, por ser moderno y bilingüe y bífido en la lengua.

 En esas posiciones nos buscamos; para el Ta si es sostenido por empresas que esperan devolución de su inversión; para el Tf si saben que con una llamada consiguen mojar las magdalenas que estaban por hacer. Oía a Carlos Sánchez Mato contar cómo habían sido las amenazas cuando fue concejal de Madrid, a la que devolvió la dignidad porque la gente, con su silencio, voto e inconsciencia había mirado para otro lado, por decenas de años, mientras a las arcas del consistorio le metía mano cualquier desaprensivo y empresa que pasaba por allí. A la gente, ves eso, y te interrogas, ¿Les gustará que les manoseen?

 El caso es que Manuela, ¡Ay, Manuela! cogió posiciones yacentes y ya nombrábamos más arriba a la cabra, que puede ser cabrón, que tira al monte o encima de quién se pone mirando a Badajoz, bella ciudad. Así, sucia, sometida a los expolios y fuera de esplendor porque los periódicos que la debieran dar su gloria, hace tiempo que viven entre la bazofia y los árboles, caídos.

 Cuando todo está en silencio un saxo 🎷 buscaría dar agilidad a nuevas posiciones, pero el pueblo duerme y pareciera una estupidez ese momento para despertar como dar balonazos en la noche, como si Freddie Krüger tuviera una voladura nocturna. Mientras, en esa oscuridad 🌑 contemplo las estrellas que trazan rutas y se vuelven para enviarnos besos de agua, como esos que tanto me gustaban, que cantaba "a capella" Bebe, para la República que anida en nuestro corazón ❤️ y palpita con nuestros actos, que, en mí, debieran ser más ➕, aunque dudo que igual que uno utiliza el ➕ para adjetivarlo con periodismo y es un mandao con posos de sinvergüenza; este signo, que es sumar, añade lo que quiere y resta lo que la adiccionó, y te extrañas y subes hombros.

 Son postraciones que tú haces, ante quien te hace sentirte querido. 

   Happy birthday y todo lo demás. Fd.: Zombie en el Andamios

miércoles, abril 05, 2023

La siembra, lecciones de Historia

 Por todos los lares oigo la siembra; la siembra aunque esta primavera, sin lluvia, traiga consigo los peores presagios que recuerdo, que son los de cada año. Corro, todo se seca y el aire, ya no le llamo viento, qué no navego, te va dando en la cara como para cuartear también tu rostro y la memoria. A la tierra, en un Marzo de heladas y sin agua, la deja con la boca abierta, esperemos que no sea para dar las de sus estertores. 

  En lo más profundo se te ha instalado la certeza de: "ya no tener remedio, esa aceleración de un cambio climático que servirá para acrecentar, aún más, las diferencias", las diferencias sociales. Si, como en aquel comic de hace un trillón de recuerdos, hubiéramos sido una sociedad capaz de no tener policía, podríamos aspirar a que esos grandes magnates no hicieron de sus vuelos, un sayo; y de sus engaños, el egoísmo, los acantilados de un Gran Cañón del Colorado; pero los brujos o grandes sacerdotes empezaron diciendo que eran importantes para que aquel raterillo no te quitará lo poco y se convirtió todo en unos protectores de quienes, despreciándolos si sacan a la luz sus engaños, terminan imponiendo la lógica de "es que es ley". Como si esos amos no hubieran amamantado a sus escríbanos para describir una sociedad que no existe y con sus relatos hubieran apaciguado a gente que luchaba la vida para convertirla en un lugar de encuentros, aunque la historia parecía decirnos que eran como una época de "vis a vis" entre tenernos enjaulados en la dominación de esos grandes próceres, tan infames como sus panteones a los que acudían una turba añorando, no se sabe si sus millones robados o el afán depredador para con los de su raza. En el ser humano siempre han existido esas pulsiones antropófagas. También la de ser dios, y creer que este actúa bajo sus ordenes homicidas. Es lo que tiene haberse proclamado sus hijos, que como herederos pueden hacer lo que les dé la gana, por eso aspiran a no tener que pagar peajes por sus herencias. Si por buenas, porque las quieren solo para ellos, si por corruptas, para que devuelvan lo robado

    Hablábamos de siembra, que parece que nos olvidamos, de la tarea de estos días. No era lo previsto, pero es lo que acontece. Pasa muchas veces, te crees que te has enamorado y su suspiro delataba el efecto por un tiempo marchito; tu, por si acaso, te ofreces pero con elegancia te contesta, "tu lo que quieres es follar" y entonces, vas a recoger los aperos, los colocas en la furgoneta y piensas en no terminar tan cansado como ayer. No por lo de la chica, sino por intentar desbrozar la maraña de ramas  que esconden parte de tus fracasos.

    Parecía mentira, unas horas antes, pero cuando despejas el horizonte, empiezas a trabajar en lo concreto. Le pasaba el otro día a un jefe, ¡hola! acudieron a él, aves que circundan la carroña; él pensaba que su actitud debiera ser la del inventor del "fair play" como horizonte; pero esta debilidad es por donde se colaban sus volátiles pájaros; hubo que decirle que deshiciera ese conglomerado de falacias para que el juego, en nuestro caso, la tierra, pueda ser aprovechable. 

   Contábamos hace un rato de aquellos primeros tiempos, donde inteligentes seres, prepararon las sumisiones que han continuado a lo largo de los siglos; sin darnos cuenta que todo puede ser más fácil; jóvenes que te enseñan una realidad; tú, que la aceptas, como mentira "piadosa" de compañía y hete ya sometido a quienes te han embarcado a la tiranía de "los liantes".

 A veces, piensas que la historia está llena de grandes momentos y al final, te das cuenta, que una mala siembra, en un sitio donde debías haber hecho antes labor, te puede cambiar, la cosecha de patatas, que al fin y al cabo, es cambiarte la historia.

  

martes, abril 04, 2023

Los sostenidos

 Con State of independece, cantado por Donald Summer inauguro mis tiempos para contemplar horizontes sin saber lo que esos significan. Incluso en el cansancio extremo, soy capaz de dar un último vistazo a los sueños que parecen habitar esos espacios. Luego la oscuridad, dice Pedro que la regeneración y hoy, escucho la voz cercana del profe, este libro va poco a poco y eso es lo que de verdad puedes acariciar, lo otro lo contemplas, sin tener.

  Parece poco, el FA, SOL pero la estructura ha cambiado del todo y vuelves a ser un aprendiz de sostenidos.

  Encima de una grandísima bolsa de dinero alguien se asoma, un obispo, y arroja una moneda, calderilla de lo que recibe, de lo que tiene que pagar la iglesia católica por ser una sostenida, no de sus fieles, si de todo un estado aconfesional. Sus bemoles bajan las incertidumbres porque siempre los han tenido bien puestos, sobretodo con los que gobiernan o guerrean.

  Sobre el inmenso edificio de interpretar una música, ya empiezan a aparecen los matices de cada habitación en la que te adentras. Manejas los dedos en los tiempos muertos para que puedan tener la agilidad suficiente para crear un color en el viento, que impregne los lugares donde te adormeces o donde te apoyas para compartir con ella, los cuerpos en exploración. La agilidad flota hasta el cielo del salón, donde se aparean los tiempos vividos con el sonido por el que te salen las experiencias desnudas de aquella prisión que era el instante. 

  Y buscas la bodega, para escanciar el becuadro o la articulación que jamás soñaste que doblarías. Aspiras el aire por la boca, como te han recomendado para el saxo, pero dejas que la nariz perciba el olor de ese vino que recorría los ríos de su cuerpo, mientras tu se subías a su ola, para que esa sintiera tu aroma. 

  Hueles la estancia de lo que fue campo, para nunca olvidarte de tu procedencia. El horizonte ahora, es lo que tocas, exploras, saboreas y percibes de una forma tan nítida que temes un suspiro que ahuyente la magia de un MI muy agudo que te lleva al FA que sueños de mutua posesión


lunes, abril 03, 2023

El día después, los Michael

 Me levanto; ¡oh, me despertó el infame reloj, que no atiende a vacaciones ni a éxitos!

  Me viene el título y ahora, Michael; pero en el principio estuvo Robinson. A él, mi recuerdo más agradecido. Hace tres años, en plena pandemia, en el mismo sitio, su muerte por cáncer, me hizo aflorar la desesperanza de aquel tiempo. Antes ayer su capacidad para descubrir al ser humano en su salsa

   Deduje, por años, que no debiera mirar en el espejo; sólo era un rostro, repetido en los pedacitos que cada ofrecían un matiz tan pequeño que pugnaba por no verlo, para alejar el paso de los años.

   Ayer, ella me llamó. Creí y crecí como nunca lo había percibido; llenaba el espejo, yo, siendo ella.

   Soy yo, quien es agraciada por todas las luces que se han iluminado a la vez

   Soy yo, quien es respondo y creo abismos entre los dueños de mediocres argumentos

   Soy yo, quien recibo la sonrisa de los poderosos, a los que sus medios tapan las "sarta" de sus estupideces.

   En la sombra, quedan quienes son iluminadas por faros para francotiradores, o para interrogadores "guais" con repreguntas bebecianas.

   Tapo el sonido de las ametralladoras mediáticas que desde el principio han tapado a quienes me apoyaron en mis argumentos.

    Proclamo el silencio ante quien no se repararon en medio, incluso para meterle una pistola en la boca; en un dibujo, freudiano.

      Soy yo, quien en la mesa de maquillaje, tomo los colores de la magdalena fabricada desde la arrogancia, de creerse única, por cumplir designios montoriles que me quito un cimiento por lo que fuí

      Soy yo, quien me embeleso ante quien lee a Gramsci, pero este "intelectual", no quiso, al contrario, las mazmorras para pasar a la posterioridad como intelectual, sino que apeló a los rayos catódicos de la bruja ferreriana que se divertía con sus pócimas de una pizca de Mas soberbia por aquí, otra poca de la tenue, de eyaculación precoz, cerilla para recibir la gloria nunca llegada de zocas unidas por allí; con una leve pizcita de compromis, necesitado de oírse, como sazón.

     Esa, señores, soy yo; tabla de colores para que la prensa, siempre me tome un matiz de mi soberbia, mientras sus dueños, ríen, ufanos de descubrir que el ser humano siempre tiende a la ensoñación y está siempre sucumben ante las espadas traidoras de los mercenarios.

     Esa, señoras, soy yo, fuerte, rebelde independiente de quienes siempre son apuñalados, pero necesitada de los abrazos del efebo que nació para ser Adonis, pisando los excrementos propios y maquinando con quienes eran dueños de los cercos por donde transcurren nuestras vidas.

    Desaparecí, en ese espejo, pero escribo siendo, sólo mi camino. Hace no muchos años, un 15M, me desperté y vi en la calle, gente; en sus ojos, empoderamiento; en sus palabras, valentía; en sus actos, encuentros. 

    Con lo cotidiano, me difuminé; pero en mi corazón, anida la rebeldía de poder ser con quienes pensando diferentes nos escuchamos, de caminar los sueños, con mis actos de respeto a la PAH, Fraguas y tantos otros; de romper los colores que me dan los poderosos y hacerlos propios con las lágrimas de quien se tiene que marchar de su tierra, con la voz de quienes, en ella, señala a los magnates que la esquilman o la anegan para sus ganancias. Tomo la tierra sudada para crear maquillaje con el que me proclamo uno de sus guerreros que será sólo recuerdo, pero sumó compromiso con quienes le precedieron que le pintaron el cielo aunque estuvieran en cunetas.

   Tu yo, te recuerdo Amanda, por muy grande que sea el espejo que ahora abarcas, no recoge las manos trenzadas de quienes luchan y tejen compromiso.

   Nos dijeron que era cosa de pequeños; de ellos, su incansable ímpetu por descubrir, no desfallece. Nos marcan rutas para meter en el redil, pero, hubo amaneceres donde vimos las extensiones de los horizontes de nuestros corazones que ya no nos pueden encerrar.

domingo, abril 02, 2023

El grito de una mano

 La mano derecha de aquella joven se acerca a mi otra mano, para aliviarla de sus dolores, para animarme a mis pesquisas en el manejo de un saxofón que se me ofrece en formas diferentes según días.

   Hoy, que nos hemos reinventando en el amor con Maca, he descubierto que mis dedos iban buscando con una personalidad propia; me parecía que cuando se introducía en su sexo para buscar lugar y sabores, buscaba un placer que no quería compartir conmigo. Me sentí triste porque hemos compartido juntos muchos viajes; o a escribir alguna crónica que en cuatro años haya podido valer, o a sujetar la pértiga de una pala que pugnaba por dirigir mi embarcación por un lugar inverosímil. 

 No he sido demasiado proclive a acariciar las hojas de los árboles que me protegían en verano, para recorrer sus nervudas formas por donde les palpitaba la vida, o a las pieles que devuelven con agradecimiento a quien les has alimentado o cobijado durante una época. Descubrí la mutua caricia de las hojas de algunos libros, "las uvas de la ira"; fui envidioso del sol que durante unos años bañaron el hermoso cuerpo de Macarena, ahora lo que estoy, es ufano y satisfecho.

 Levanto la vista e intuyo en la maleta, el cuerpo del saxo; hace 147 días no podía entender que pudiera recorrer tantas sendas como existen alrededor del pueblo. De estas, repito muchas, pero me quedo mirando algunas otras que intuyo en noches como ayer, con la luna jugando al escondite mientras iba corriendo, como buscando entre mi ruina física y la emoción de estas carreras nocturnas tan sobrecogedoras, tan que me toman por completo, mi ser. Bajaba por cortados, quizás esa senda hecha por jabalíes; nacía aquella ruta de hace 55 años cuando oía que el tío había marchado para Carrascosa en un viaje que siempre pensé que sería a un mundo impenetrable, insondable, desde luego imposible e incluso mágico para mí. Sólo se me antojaba posible para seres míticos

  Miro el camino que me llevaría a las trincheras y agarro el instrumento musical para que alivie todas las roturas emocionales de aquellos tiempos. Hoy, el SOL # dentro de un rato un bemol que baje lo demasiado alto, como la ruta que debería tomar por "las Callejas", para llegar a un lugar inexplorado, de acceso difícil, de abrazo sudoroso de placer.

  Miro a los inexpugnables Gamellones y busco sus nervudas grietas; nadie puede tomarlos como ahora me parecen los caminos a conocer los sonidos "gitanos" del saxo, o los "negros" de quienes fueron desgajados de sus tierras y sin embargo, las notas permanecieron para bailar sus mentes libres, tocadas por la crueldad de las cadenas en su cuerpo.

   Empezar ahora, porque las sendas se iluminan para primero andarlas, explorando pasos que no provoquen hecatombes. 

   Veo, entre quienes me escuchan, la efervescencia de algo por descubrir. De repente decido bajar el saxo, pensar en lo que me hizo y me ánimo a descubrirme sin los aleteos de quienes me querían cerca para alcanzarme de un escobazo y me digo ¿qué es SUMAR, si nace de la resta y de las traiciones?. 

  

sábado, abril 01, 2023

Donde no estoy

 Me piden ir al doctor; oiga doctor, decía la canción, ahora me lo pide mi amante; no se quiere quedar embaraza y me mira y dice: hombre, yo creo que no debes estar para inseminar, pero te veo con tanto ímpetu que ya me ha entrado la duda.

  Permanezco ensimismado, pintando mis guerreros. Mañana tengo un batalla con Javier y creo que he dado una solución para aquella en la que se perdió porque no se tuvo en cuenta que un barranco se había llenado de lodo por la aparición del agua de un manantial que siempre había permanecido oculto. Apariciones, toda nuestra historia están llenas de ellas. 

  Decía Mary Beard, que nos tendríamos que ponernos en los tiempos romanos o en el del nazismo en Alemania, o en el franquismo para saber si hubiéramos ido contra aquellas derivas autoritarias. Si las respondemos desde nuestro ahora, estaremos engañándonos, aunque seamos lo suficiente contundentes para mostrar nuestra rebeldía. 

  Donde esta el peligro está la salvación, decía Holderlin, o se osado para cambiar lo que te espera, más o menos, dijo Goethe. Leila Guerreiro, un domingo más nos rompe los "pero" con los que nos admitimos en nuestros márgenes.

  No estoy en el lugar donde me mandan quienes han tomado las televisiones para dirigir a las masas. 

  No estoy en sumar, entre quienes actuaron para restar, ¡hola Errejón!, ¡hola Maestre!, 

  No estoy entre las "dignas" que hacen los tours para las televisiones para desde su trono de papel, impartir opiniones, aunque reconozcan "que es que existen". 

  Estoy ante el espejo, por fin he comprobado que me leen 33 personas en un día, empiezo a sentirme estupendo, aunque en mi fuero interno sepa que es cuando crítico a algun poder, ayer el Católico, cuando se lo pasan entre unos cuantos lectores, ¿amigos?, ¿inquisidores para tener munición para mi pira?. 

  Quiero obviar ese pensamiento interno y propongo un brindis entre mi mujer, su amante y el gato que siempre se une, cuando de beber se trata. El ego me sube y quizás, sólo quizás, alguien ha dado con el texto en una isla donde puedo aparecer como una divinidad. Me miro y me recreo con mi nueva imagen. 

  Buen trabajo del doctor que me ha implantado una nueva cabellera, me recreo en las nuevas ondulaciones que tenía en mi adolescencia y juventud, antes de la mili. Mi pelo ensortijado me gustaba, aunque no a ella, aquella gallega que me gusto. Las arrugas, me preocupan poco como si fueran los caminos que he emprendido, que en algunos casos he sufrido, pero que me han ido haciendo como soy. Estoy decidido a mostrarme tal y como soy; si me aceptan es que estoy conforme conmigo mismo. 

  Después de unos minutos salgo de mi habitación, me presento en el escenario y ante de ser deslumbrado por los focos, siempre me ha gustado buscar el hueco por donde puedo ver quienes están detrás de las luces; me quedo pensativo, los Ferreras, Vallin, Antonio Maestre, los periódicos que han buscado destruir lo que me ha conformado. 

  La iluminación actúa como un pegamento; quiero huir de esos abrazos, pero ya han comenzado, y de sus uñas salen puñales; primero para desgajar el grupo del que vengo y luego para desgarrarme con adulaciones y asimilaciones.

  Habría muchas personas, como dice Mary que seguirían las estelas de los faros que te llevan a los arrecifes. Al buscar este nombre, descubro que un panfleto mentiroso, consigue estar en segundo lugar de búsqueda, esas son las piedras que rompe el casco de una democracia

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y