jueves, abril 27, 2023

Asfixiado

 Caigo de rodillas. No había mirado ahí al lado. Mucho escribir con prisas; poco bailar como zombie, pero algun aviso hay del cuerpo que me pedía marcha y volver a la tarea de dar para adelante a las teclas para replantear si podría entender limpiarme del abismo de lo inmediato.

 No es fácil, te enfrascas en cosas absolutas, que luego con una ligera brisa se borran. Debe ser importante escuchar esos pequeños aires levantados que tienen la facultad de erizarte los pelos porque te poner ante las perspectivas de tus debilidades y la consecución de pequeñas victorias que te van haciendo.

  El caso es que ayer, defendías a Juan Carlos, no al de las hijas, y después del repaso que este dio a quien tenía a gala y, además, recompensado que había sido capaz de obtener portadas en la televisión pública por sus mentiras y porque esta, además, no es pública porque está tomada por adalides de la desvergüenza, que no publican datos confirmados de ellos mismos y si hipótesis, de corruptos asalvajados en armas.

  Hoy, porque temen a Canal Red, y eso es lo que me falta a la derecha de la imagen de esta página, atacan a Inna Afinogenova, pero yo, a ella la he oído, escuchándola y leyendo entre su voz y las conclusiones de sus noticias, una honestidad mental hacía el oyente y ella misma. 

   En verdad, ¿por qué defenderla?, si lo mejor es oírla. Mis disquisiciones es como empresas, partidos políticos, estados pagan a dopados, drogadictos de la mentira que reciben sus dosis pecuniarias para dar un éxito a sus patrocinadores.

    Hace años, pareció que eso se quería quitar de los ciclistas y los corredores, ya fuera de fondo, ya velocista. Se llegó a un consenso y cuando se descubría se les apartaba de lo público.

    Aquí existe una TVE que no lleva a periodista de CTXT, de Público, de La Marea y otros medios que durante mucho tiempo han dado prueba de la valía periodística y humana de sus trabajos, y si llevan, por el contrario, a abyectos periodistas que han mentido a sus lectores u oyentes, ¿Existe algo más grave?.

    El ganador de unas elecciones y el partido que siempre había partido como alternativa, ellos dos tienen unas inercias de falta de respeto a los que no son o sus forofos o los perdedores, que en un tiempo serán los ganadores. 

     Un derroche de dinero se hace de forma directa a sus periódicos panfletos o a las empresas beneficiarias de pantagruélicos contratos que invertirán en esos pseudos modos de información. 

     Y ahí andan, a la derecha, esos medios asfixiados, por profesionales del control de la sociedad; aunque existen valientes que desafían sus impudicias y muchos hacemos gala de su coraje y les animamos y nos animamos porque les necesitamos. Ayer me acordaba, de palabra, mi mente lo tiene en algun espacio, siempre, de José Martí Gómez y de Willy Veleta.

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