miércoles, abril 19, 2023

Brisas

 Descorro los caminos que se han secado con este viento que parece sonreír por su maldad. La lluvia ha desaparecido, vivimos como si fuera un elemento ajeno a estos lugares. 

  Cuando se levanta una brisa esperas que sea pacífica, que se desgaste porque se entretenga con las hojas que se han vuelto a desplegar en primavera; pero no, crece, se agranda y se arma como un martillo que quisiera hacer jugo con las nacientes flores y hojuelas; hormigonar la tierra que parece producir una nuevas autovías de sequedad extrema.

  Un vecino contempla el agua que acude presta después de abrir el grifo. Su gesto tiene algo de soberbia y de creerse un dios. Acaba de levantarse, con dificultad, ¡Qué vamos a hacer! recuerda aún el texto de Encrucijada. En una hoja sin rumbo hace tiempo apuntó el título como un libro a leer. Lleva una época que le cuesta leer, aunque ama ese acto y se descubre en un lugar ajeno a su hábitat del que siempre trata de desprenderse a través de sus carreras. La descripción de la anterior vida de Russ, es un contraste necesario después de conocer los toboganes en la juventud de Marion. 

   Hoy, le toca afeitarse ese brote de barba que cada vez florece con más dificultad. Se mira en el espejo y contempla a un joven que protegió la memoria de su abuelo por delante del fanatismo. Se moja la cara y el frio de aquellas aguas del pueblo parecen agrietarle la piel. 

  Cuando termina el afeitado aparta su pensamiento que, cada vez con más fijeza, está atrapado en esta sequía que puede producir violencia. Le acude a la mente, la burla de una mujer que limpia el metal de su valla, con una goma que derrocha agua porque ella puede.

   Violencia de esa señora que delante de una carretera con gran frecuencia de paso de coches, exhibe su descaro. 

  Terrorismo con este elemento cuando un gobierno legaliza lo que unos hacen lo que les da la gana, porque generan su riqueza y reparten migajas. 

  Locura en esta sociedad, cuando le ofrecen muerte con píldoras de felicidad. 

   Brisas heladas para nuestra propia destrucción 

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