Somos los que nos fuimos adaptando a las consecuencias de lo que habíamos vivido.
Jugando a las bolas o a los cromos éramos quienes perdíamos o no terminábamos de tener la habilidad suficiente para meter en el gua aquellas canicas.
Nos explorábamos entre las calles por hacer hasta que nos empezaron a poner reglas. Nos agrietábamos en brechas por diferentes partes del cuerpo hasta que llegábamos a hartar a nuestros mayores. Cuando fuimos encerrados en cuevas volvimos delatando a quienes aún seguían por aquellas vías que se asfaltaban.
Se hace uno adulto para que odies al diferente, para que crees equidistancias mientras apoyas siempre a los mismos. Coges los diales de mercenarios porque ahora ya tienes que actuar sabiendo quienes son los enemigos que nos pueden estar llevando al apocalipsis o a la destrucción de una sociedad en la que nos creemos felices.
Alimentados de los excedentes que damos a tantas empresas, esta especie de influencer viejunos te hablan de la rotura de España, del procesismo que ahora se acaba "ahhh, espera que aún no que nos sirve, de la continuidad de Eta en cada acto de nuestro días; de la falta de libertad de quienes alimentan "Sánchez, hijo de fruta"; de ataque a los jueces, de esos que "hemos traído coño de donde esté y le ponemos donde nos viene bien".
Mientras tomas un café y te arrojan la equidistancia, con las palabras de esos Alsinas, de esos Jiménez, de esos Jotas Ramirez, todas, con las Anas y Susanas, con el adjetivo SA, y te hacen olvidar que esta sociedad puede crecer sin sus patrocinadores, que se podría vivir si nos deshiciéramos de esos pisos especulativos porque la prioridad es su Constitución, a la cual nombran pero usan y tiran a la basura con sus actos.
Dice Joaquin Urías que "que leches es eso de una justicia! si a esa la has enmarcado entre 300 temas que te has aprendido de memoria, sin tener la melancolía de haberla tenido que aplicar y sufrir desde el otro lado. Tantas "lecciones" y tanto tiempo para que termines Fiscal de Madrid y veas que es el terror lo que te guía para ejercer aquellos sueños que pudieras tener de una justicia hacía el ser humano.
Puede que una ideología y un "cuento religioso" que dice Nieves Congostrina te llevarán a encerrarte durante cientos de horas pero han llegado quienes se ofrecieron como killers en la realidad, para decirte olvidarte de aquel esfuerzo extremo, la justicia te la damos hecha y pasar a investigar que pasó en la Residencias de ancianas de Madrid no te es posible, es un nuevo tema, fuera de las oposiciones que estás aprendiendo.
Existe un segundo en el que miras lo que te querías construir con ese esfuerzo ingente y ese otro segundo en el que te ves estallando como la creación de Refik Andadol. en mil formas y reconstrucciones a las que ya no te quieres someter, porque una opción también es la reconstrucción y ...¡buff! vértigo
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