miércoles, agosto 17, 2022

Dispensa

  Si en la despensa se dispensa, con tensa inquietud lo que piensas que prensa tu tiempo de juventud pasado y no lo puedes expandir por coger un asa porque aquel tiempo se baraja sobre la grasa de una cocina en salsa, derrama y no espesa. Si tuviera un catalejo le llevaría a ver sus buitres como las rocas les delatan.

   Hoy, tumbado sobre una cortina nace la la cumbre del descenso para empezar a subirse al podio de las derrotas y te avisa; te atraviesa una  densa capa que amenaza con subirse traviesa sobre una de las noches aviesas. Proclamo abierta la palabra para ser ensamblada con sobreasada pero Rocky Natarta la recibe en la cara, lo cual aprovecha para el que se relame porque no hay tiempo para sándwichs, ni vegetales, ni veganos. Los metes tomate pero mañana será tumaca y las notas las embalas con destino a las Agüillas de la barriga revuelta. The Smiths trenza apoyos para las familias de los niños bestializados; señoronas visten el espacio con sus letras de ponzoña envenedando dolores. A las bestias del poder les interesa entretener, no hacer ver lo inhumano de su proceder. Morissey desquitó las cortinas piratas para dar valor a la vidas robadas. Una guitarra es atada a la espalda de quién canta la opresión cuando lo que se recuerda el dolor extremo de lo arrebatado por el fanatismo. El mástil es su antena donde posa sus dedos que ahogan al diferente.


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Siameses y mercader

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