Puedes ser malo, retorcido, canalla y luego una puta mierda. De lo último no te lo reconoce no el abecedario del móvil. Puro cuidado de las formas.
Has oído las burradas alrededor del mundo. Como las españolas que salen de ruta y se van quedando por aquí, o por allí.
Toda la basura que crees intuir en el cerebro de un estercolero humano lo visualizas en un ser despreciable ser que se jacta de su acceso al agua. Aquí, en España, no lo has visto de esa manera, pero si cuando un golfista, antes de patear la bola, se coge los cojones se los fricciona y luego se los coloca, ya bien calentito.
Sabes lo que es la prensa y como dora la píldora. Aún así, esos periódicos, a veces, informan de novedades, sin importancia que les dé un pequeño barniz de credibilidad. Estos días aparece que kn argelino vivía en semi esclavitud.
Tanto mareo mediático parece ser una tapadera para albergar en sus entrañas la mayor de sus miserias morales.
Hacerse rico, sin pagar a su empleado por el trabajo en el bar y además reutilizar su vulnerabilidad para denigrarle como ser humano y no hacerle sentirse persona en ningún momento de su existencia.
Y mientras hablan de diablos, como si ellos no hubieran sido colonizados por la maldad, que transmiten a los crédulos que no dudan en repetir, como los de arriba del párrafo no les hubieran cantado lo de ellos y chiquitín
No hay comentarios:
Publicar un comentario