sábado, enero 11, 2020

Una noche rara

Me hallo metido en un atasco de ...., bueno, mejor narices; había salido todo tranquilo, pero claro, he pegado un buen avance al libro de Ece Temelkuran y, por momentos, creo que sólo encontraré cadaveres por los lugares que tengo que visitar. Para imposible salir de las redes que tejen cualquier tipo de dictadura y porque no, de democracia; si la siempre bien nombrada Democracia que, sin embargo hoy en día es un disfraz maravilloso con el que las grandes corporaciones controlan los resortes del poder.
¿Qué es sino que empresas con grandísimo poder económico inviertan en periódicos amorales que no van a tener ningún escrúpulo, primero en recoger cualquier mierda sea verdad o mentira, ya lo tendrá que demostrar el acusado, que penalice a quien cuestiona a su amo?

Saben, por otro lado, que hoy en día, cualquier empresa periodística tiene una dependencia absoluta de sus inversiones publicitarias, ¿pondrá esta ultima en cuestión que una acción de este emporio empresarial, en otro continente, está produciendo desplazamiento de población, violencia o incluso que la primera abocará a personas a nuestro pais?

El panorama parece aterrador, porque la dialéctica de este poder, es hablar, hablar eternamente, o para faltar, o para sentirse ofendido o para introducir dudas en quien oye a su interlocutor, sobre la honestidad de este, porque ella, ella si, es una gran empresa.

En ese mar en el que vas colocándote cada vez más en medio, de tal manera que se ha convertido en un océano, del cual no intuyes el fin, el remate son las necesidades primarias a las cuales, tantísima gente no llega. Por lo cual, pequeñas ayudadas, medidas en vasos con rayas que permitan asomar la nariz un poco por el encima del límite vital, es acogido, por esas personas como su puesta en vida. ¿Quién puede acudir a estas personas con las palabras "pan para hoy y hambre para mañana", si su niño esa tarde sonrie?

Estamos colocados, en un gran disparadero, cualquier gobierno trilero, puede jugar con esos dados falsos. Ofrecerles a la ciudadania la caridad inmediata, un rico que no paga los impuestos que debería, ni tan siquiera en nuestra proporción, pero que un tirar una ganancia de un día, le es agradecida como el agua, brotada cuando los labios ya estaban agrietados.

Perdimos la decencia, por arrojarnos desprendidos de nuestra dignidad, en manos de los embaucadores.

Pero, lo más importante que, a veces, me concede un respiro en su lectura, es que hay seres dignos, que tenemos que ver, que tenemos nombrar, que tenemos que encontrar porque nosotros también salgamos. A estos, en Turquia, los periodistas que dejaron de ser lo que significa su profesión para convertirse en alcahuetes de las componendas del gobierno, incluso les han tachado de seres de fuera de la ley; la justicia, que rompió su fiel, por la supervivencia les ha juzgado como violentos; pero "la ley y el orden" del Richard Jewell, no existe cuando el poder es corrupto y sus atemorizados justicieros se saltan la ética para adorar a un autonombrado dios.

Aquí, en Guadalajara, la PAH, nunca ha dejado de luchar, aunque sus miembros hayan sido atacados y la visión de la sociedad haya sido mediatizada por esa "ley y orden" que los bancos allanaron de forma impúdica.

Creía que en la lectura, el tobogán estaba siempre hacía abajo, pero la misma autora, es la rampa con inclinación hacía el cielo, que aprovechando la inercia de la caida a los infiernos descritos, nos muestra el compromiso de poder remontar como en una no fácil, montaña rusa a los fascismos, que venden su "pertenencia a la vida real", en la cual, nosotros con nuestro esfuerzo por conocer, no dejamos de trabajar para que la sociedad vital no sea tomada por, sólo, la palabrería, impúdica y traidora.

En las noches sin estrellas, DEMAIN, mañana; es la promesa de "si se puede" de hoy; rara la luz que guió en medio de tanto odio manado por las mentiras financiadas a unos, si posibles, finales felices


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