Carnecruda.es, es la opción adecuada. Si volviera a vivir
cada una de las semanas en las que se ha emitido este programa de radio, creo
que podría decir que sus temas y el tratamiento de los mismos son maravillosos.
Estas últimas semanas, llegan al apoteosis, no sé si es porque lo tengo más
presente este momento o porque la barra de linimento que he aplicado sobre mi
cuerpo, ha conseguido mayor sensibilidad. El caso es que el perro que me tuvo
durante 48 horas esquinado en aquella mansión a la que no debía haber entrado,
aparte de enseñarme los dientes, me acercó una silla para hacerme la espera más
corta. Yo, tanta amabilidad no la veía clara, de hecho le dije a mi secretaria
que saliera en busca de ayuda; para mí, que entendió que la ayuda era para ella
y que se alejará de aquel momento tan surrealista.
Heme aquí, que ya sentado, empiezo a oír el programa sobre
Tom Waits, donde a partir de un libro que han escrito dos hermanos, se hace una
disección de todo lo que significa este cantante a todos los niveles . Yo, que
profundizar poco, eso me decía alguna, empiezo a ver la importancia de este personaje
y la influencia de Katleen Brennan en toda su evolución.
Me prometí que buscaría días de reposo (¿cuándo?), sin
lectura, sin ejercicio, sólo para asimilar sus letras y sus cadencias que es
como siempre me ha entrado la música inglesa. Mientras, allí, en uno de los
momentos iban desgranando cada uno de los porqués de ese inmenso compositor. El
can, al menos parecía haber relajado, no sé si tanto como yo, pero al menos
cogió hilo dental y dedico un tiempo a sacar todas las guarrerias entre los
colmillos. ¡Madre mía que cosas sacaba! En esos momentos, no lo asocié con algún
personal. Soy así, la meditación y la relajación me lleva a esos estadios, ya
que a los de fútbol deje hace tiempo de ir.
Pasaba el tiempo, y claro, oigo voces, implicaciones,
enfrentamientos verbales, palabras mal sonantes, gestos de angustia acompañados
por palos relajadores, siluetas fornidas sin ninguna dimensión en la parte
superior del cuerpo y empiezo a aguzar el oído de otra manera. Hasta ese momento,
escuchar e intentar entender el inglés que sale entre las brumas de la
cavernosa voz del artista norteamericano, me había supuesto un esfuerzo extra.
Entender ahora en castellano, todas las imprecaciones lanzadas como hordas con
un cierto orden, pero sin ningún concierto, me era en esos momentos traumático.
De todas maneras, fueron unos segundos de sosiego los que me introdujeron en el
tema. Había, Javier Gallego, tratado en un programa posterior el tema de los
solares okupados en diferentes ciudades y las dinámicas y las lógicas que se
siguen en esas acciones.
En esos momentos, el perro andaba un poco alterado y creí,
por un momento, que eso lo acercaría más a mí, pero no en la forma que las
buenas palabras parecieran querer. El caso es que puso orden, en aquel maremágnum
de palabras arrojadas por los tirachinas que manejan los manipuladores de la
información y pareció decir: escuchad a todas las personas a la que se están
acercando este periodista. El buen periodismo, no te da marca los pensamientos,
te abre las perspectivas que rodean a esos solares, en este caso, y tú te
tienes que razonar los miedos a los que te han arrojado los que mezclan churras
con merinas.
En esos momentos, crecía en mi un maravilloso entusiasmo,
pero no se vayan a creer que fue por el siguiente programa que oí, el
satisfayer es de difícil aplicación, en el cuerpo masculino y su tratamiento
muy profesional y en estas cosas, uno, en fin, demasiado amateur
No hay comentarios:
Publicar un comentario