sábado, septiembre 25, 2021

Cada semana de instantes

 Detrás de un papel, puede haber una historia. El último fin de semana, "avivir" la encontraba en uno de los que se suele encontrar en las farolas; era un ofrecimiento para cuidar personas, con el fin de poder estudiar

  No se le ocurrió a la periodista otra cosa que subir al foco de luz, como para mostrar todos los matices que luego a lo lejos, se desvanecían. Un joven, tomado en su adolescencia por los juegos, que al cuidado de sus abuelos destrozó la contundente tela de la pantalla, para emerger al querer construirse entre los látidos de las manos compartidas

   A una periodista, se le ha acercado una luciernaga, para, con su luz, intentar quemar no a las preguntas, sino al ser humano. La soberbia de alguien que se manifiesta, de forma eufórica, junto a una estatua vandalizada de un presidente de gobierno de un tiempo democrático, se convierte en podredumbre cuando se niega a si misma, para eludir sus propios actos que tienen sus propios nombres, que ella dice aborrecer, pero de los que no reniega

   Ningún tiempo es más bello, que el utilizado para admirar lo entregado por otros. 

   En un círculo, el horizonte se encuentra encerrado en tus olores inmediatos. No es fácil, ni descorrer, ni desprenderte de esos instantes y sin embargo, al confrontar con las voces de la vida, estas encuentranun eco en el que se absorbe tus otros tiempos. Esos segundos de escape por una chimenea de humos negros, juegan a convertirse en muros de horas para que las bajas presiones rieguen las hierbas del reposo, con los CO2 de saber que la espita de darles su tiempo de charla para convertirlo en un aprendizaje en el que participar, requiere de una preparación y de una erupción de las soberbias magmíficadas que impiden las escuchas.

  Todos los personajes al romper esas costras, se dispersan por caminos desconocidos; al contrario, que lo incadescente, en estos se puede sentir sed, miedo, inseguridad, parálisis. Caminan ellos, sólos, errantes con la única certeza que salieron del mismo cráter y cuando al contacto con tantos otros rescoldos, de mismos orígenes se va relajando hasta una parálisis, en un infinito que se alarga al espectador, pero es tiempo de germinación para los personajes que se mueven en el escenario con ritmos tan disparatados que cuando, uno es entrelazado por los demás, existe en unos, la escucha; en otros, la exploración, y en la sala se asiste al tiempo embarazado que suda lo aditivo, para encontrar una performance en construcción. 

   Eres parte, grita un viento, encontrar las formas para una mejor penetración entre los espacios cargados, aún hoy, es un tiempo para nacerte en lo que muestras, a veces, con los miedos que las búsquedas terminan dispersando y mostrándose para otros comienzos

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