lunes, julio 25, 2022

Carta a mi amada y los irresponsables

 Hola

Sé que llevo tiempo sin escribirte, pero estoy en tí. Todos los lazos nos unen. 

  Estas que escribo son las últimas palabras que te dirijo. Siempre que hablan cerca de mí, tienen un reproche contra los ecologistas. No quisiera yo, estimada naturaleza, estar haciéndote daño, por tenertela metida hasta muy dentro, la emoción, me refería. 

  Les oigo, a los políticos que echan la culpa a los ecologistas y además delegan sus funciones en empresas privadas. Gobiernan pero son irresponsables. Cobrar por mirar lo que ocurre, vamos una chaquetilla, una gorra e ir de parque en parque a ver y dar opiniones 

  Me recreo estos días con ser parte de tí, corriendo-andando, o en la piragua, siendo agua, Bruce dixit.

   Me alejo de este amor declarado, apasionado, febril porque muchos dicen que los ecologistas somos los que provocamos los incendios. Tu sabes, que al subir una cuesta y mirar lo recorrido y pensar en lo por conseguir, siento una llama que creía poder llamar como respeto, cuidado, prevención y que estos ávidos sabuesos de la lógica han sabido identificar como el origen de los fuegos. 

  Llama, fuego, ya sabes, incendio. Educación, imposición, guardia civil en Estados Unidos, pura correspondencia y raciocinio. Al primate le asocias, una canción, su himno, con una tela y aunque sea eso, tela, valga la redundancia, lo escucha defecando y se lleva la mano a la frente.

Nada ha estado más lejos en mi ánimo. Ni cuando acudiendo al Ocejón, iba tan prendido que tuvimos que parar en los pinares pasados Humanes; ni en aquellos momentos en los que ella puso la cordura, ví una brizna de fuego.

  Ellos si, la misma palabra lo dice: llama, ffff uuuu eee ggg ooo. Y lo aclaran por si no lo has entendido, fuego, fuEGO, leches, FUEGO, hostias. Ya te lo dejan aclarado del todo, aunque en su fuero interno se pregunten: lla, llam, llama, llamas, pues ¿Donde está la F? Y se hacen un lío, porque escuchan, alguna vez, que Santa Teresa sentía llamas y entonces, las neuronas, exagerando, les patinan y se cuestionan: ¿Tenían una santa, también, los incendiarios? Y lo dan por bueno; ellos cobran y como decía la otra, no sé si santa, ande yo caliente y ríase la gente. Enseguida aclaran porque estos no son nunca culpables de nada: lo de caliente no llega a llama. Me jode que ellos dominen los matices y yo "a lo vasto", como para dar motivos, diga fuego, aunque sea interno, porque yo solo me complicó la existencia.

 Y es que la vida es buscar la sencillez. Dicen en campaña, vamos a quitar las ayudas a los Medios de Comunicación que tú te piensas: vale, o a todos o a ninguno.

  Pero luego llegan los "putos" incendios, con perdón, que, eso sí, de cara al público, somos bien hablados y pulcros. Vamos cómo Ana Terradillos, aunque luego la escuches zafia y barriobajera; y te ves obligado a crear un relato y ¿quiénes los publican? Los medios.

 Empiezas a atar cabo: me van a preguntar por la prevención en invierno, por el número de bomberos, por la dotación de medios terrestres y aéreos. Me lo suman y la respuesta:

  Con 20 millones, te sale en la televisión regional, ¡Que bien los toros de ayer!. ¿Bono?, si yo ayer escribí de este. Y el otro me afirma, pues eso, bueno. En los diarios de cada ciudad, ¡Cómo no va a leer uno, lo del gorrino de al lado, que se ha escapado echando un hedor morrocotudo! Todo la ciudadanía lee eso.

  Aprovechas, entre loros que te dicen guapo, toros que de bañan en el río sin minifalda y torre, que más altas han caído, pues cuelas que un ecologista ha provocado los incendios.

 Y,...para finalizar, tan extensa carta o diatriba que ya no sé cómo llamar lo que te escribo. Esa es la razón por la que no haré mi pasión por ti, naturaleza. Sabe que te seguiré amando, abonando defecando y tantas otras cosas que muestren mi pasión. Esta será intensa, pero silenciosa.

  Cuando te sientas abandonada, sabe que lucharemos porque te limpien, te saquen la raya a tus pelo de puntas de árboles con ccortafuegos adecuados y oportunos y te revistan y maquillen con especies propias de la zona.

  Por ello, aún en el silencio de mis cartas no escritas, te declaro mi amor y entrega. Ojalá nunca te falle en tu cuidado.

  Un beso de agua, como Bebe. 

80.000 euracos un Consejero, para echarse a mear. Creía que con esa cantidad de líquido bastaría.

 Tuyo, afectadisimo

  Un ecologista; de mierda, me acaba de decir mi vecino. Para mi que escucha algún cascabel 


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