miércoles, julio 06, 2022

mil y risi

 Un día para cambiar, si nunca lo hiciste, pero lo prometiste

sabes que te metiste con mi guagua, no era rápida, si amarilla

 a una milla, dentro del barrio, con los que desafiaban las tramas

hubo compinches; para sanar la especulación, creciste

criminalizar, reducir, señalar; luchaste pero tu no lo vistes

 la fiesta iba a comenzar, con aquellos pasteles, no fuiste

 días tristes, camas en zozobra

  Pronto el vaso se llena, lo he preparado para saciarte en tu desierto

te advierto, tienes un viaje pendiente, pero no escuches a la gente

Sal, retoma, doma la vuelta para trazar la línea, ella, en su recta;

 Con más señoros que advierten de tus ataques, te acuerdas.

    Ellos proclaman 

Nuestras mancuernas, advierten, es la pasta que nos vierten

no tenemos cuidados, porque nuestros gimnasios son granjas

donde amaestran a las numantinas, si callan y repiten,

nosotros les pagamos la brillantina, a la mama y al pápa

   Chorros de oro, perfumes en lingotes, sedas y perlas

dócil collar de diamantes, peinados cardados y regalados

bocados delicados de huevas y marranos.

  Aspiras, entre otras cosas, las jotas y sus cinco, también

comes con vistas a las concesiones y de un chaleco extraes

doblones.

   Soy el risidente porque a mi señor Residente le debiera dar la risa

si por casualidad, le llegará todas estas letras que soñaron palabras

quedando absortas cuando él las coloca y no se cansa de desafiar

no a mí; su viejo estudiante, 

sus ataques van dirigidos a aquellos adolescentes con ínfulas de Baratijas.

 Yo, por si cuela, como les lanza rimas como una metralla

me apresto a coger la libreta y con la prisa del caracol anoto

que su vista abarca la historia de un continente esquilmado y sufre

porque sabe que al planeta, por muchos lavados, le dan de lado.

  Yo ahora oigo, porque el señor twieter cada poco tiempo me visita

que todo un señor país, Francia, la gran empresa ha privatizado.

 Oh lala, he proclamado, aquí si abre Acsen me compro un helado

para escuchar acurrucado a todos esos servidores de sus amos

que aquí es imposible. ¡Que sería de este país sin la iniciativa privada!

  Les digo la priva es la que ustedes les han dado, con sus tejesmanejes

de tal manera que han esquilmado, eso si envueltos en banderas,

todo lo que podría ponerse al servicio de un ciudadano.

  Medios de información pagados, financiados por quienes les han aupado

a las tarimas de las teles que invaden los asuetos de las mañanas y tardes

elevan a quienes prometen fidelidad, bocachanclismo para su Oh ¡guia!

 contigo empezó el periodismo

Dadaismo, esnobismo, columpismo exhibicionismo del descarado

que descubrió que estar al lado de quien tira el dado, le promete

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