Estás orgulloso de vivir en Madrid, en la capital aún más.
Eres uno de los seres que con el sueldo de tu pareja, podéis disfrutar de unas buenas condiciones de vida. Te haces un seguro médico. Trabajas en lo público, pero quieres y puedes tener una atención inmediata.
¡Hola!
Puedo pagar una escuela infantil. Antes era pública. Bueno, el control lo tiene ahora una empresa que en su cabecera pone que también tienen secciones de limpieza. ¡Qué gracia! se me pasa por la cabeza que un día lleven un camión de la basura y me tiren a uno de los míos. Si, a veces, me vendría bien, pienso de forma tétrica.
Good morning, me digo mirando al espejo. Hablo con el del frente, ¡Vaya tela! al abuelo que no le dejaban entrar en la clínica privada; sé que esa, en concreto, tiene conciertos para sacar sangre, con nuestra glamurosa Comunidad, pero se pusieron muy nervioso porque vieron muy pachucho al yayo y llamaron a una ambulancia para que se lo llevarán a un hospital público. ¡El hombre iba fino!, pero resignado. ¡Si hubiera estado en el pueblo!. Allí en seguida a lo público, a los otros no les resulta rentable, 2 personas por kilómetro cuadrado. Anda que si le dicen, cómo estás en un privado 200 kilómetros.
En verano, ¡Qué no tengan tantas vacaciones! deciden en la Comunidad de la Libertad que no en la Comuna libre, que con el mismo alumnado habrá 1000 profesores menos en los institutos para atenderles. Me da igual mi marido está en un colegio, me dice la vecina mientras tendemos la colada. Los de los institutos trabajan menos, ¡Qué se jodan!.
Yo creo que necesitaría un beso de agua, mi vecina, por ahora, sólo la lanzó la de un barreño. Retoza, ¡la muy jodía!. ¡Cuánto vicio reprimido!
¡1000! ¿Es odio? No, hombre, no es business, negocio. La iglesia, negocio, la m con la o: mo, con la t y la o; pues eso amoto. ¿Qué no entiendes? Control de la sociedad, favorecer a quien te lo va a devolver. Nada es gratis. El cielo se gana con la sumisión y si no, paga, ¡Cabrón!.
García Castellón, juez, glugluglu, sigue con Monedero, como un tonto continua al final de la linde. Pablo González, español, sin justicia en Europa, está encerrado sin derechos, como si Europa no fuera sus ciudadanos.
Nadie sabe nada, Andreu, menos Griñan que tenía que saber, que el dinero que no se quedaba él, iba a diferente gente que quedaba enganchada a los socialistas, como drogadictos. Al no saberse nada, ese dinero alocado iba al enriquecimiento personal, a pagar obras del partido, con facturas falsas, sin respetar muertos si hacía falta. Y en el colmo de los dineros sin guía, terminaba en mano de periódicos y televisiones que hacían un periodismo. Eso, Berto, eso es no saber nada y no lo vuestro.
¡Listos! ¡Qué sois unos listos! Menos que vosotros saben los jueces, que no saben, nada, nada, sin que lleguen a ser memos. Por supuesto que ni. ¡Faltaría! Afirmo muy ofendido.
Entonces, 1000 profesores menos para al final, llegar al karma de la simpleza absoluta, es un valor. Gastar por gastar no es admisible. Lo es más derrochar, pero así, como por magia.
Si ya lo dice la Iglesia, le llega el dinero por tontos. ¡Qué nadie se ofenda!. Recuerdan es ¡POR TANTOS!, no ves es lo que tiene no saber el valor de una a u o.
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