No debería titular, ni empezar por una pregunta, pero debo reconocer la historia de aquella cigüeña.
Olga Rodríguez, artículo en eldiario.es; la verdad en todos, me permito ironizar
Si cojo a esa cigüeña vamos a tener más que palabras, me dicen que ha traido mi útimo hijo; así me lo ha confirmado mi mujer, que es mío.
Me parece muy bien que diga que es mío, pero a mí no me engañan como esos de orintron, que dicen que si entra por la puerta, luego por la ventana. A mí, el que ella me diga que me lo ha dejado la cigüeña me mosquea. Yo siempre entendí que para eso tenía que ir a Paris, y ni ella, ni ello, hemos ido desde hace 30 años.
Te acuerdas cari, en el barrio La Pigalle, donde nos había llevado el director, que era hombre muy ilustrado de mus y otros medrares. Vaya locura intentando castigar al grupo de habladores y estar rodeados de luces rojas.
El caso es que estos del oritron me dicen que los niños ya pueden venir así; yo, mira que los tiempos avanzan que es una barbaridad, pero ¿en cigüeña?.
Si, si me dicen todo ofendidos nos las vistes el otro día volar, en esta época del año, y pensaste para tí. Uy, yuyui que esto no ve cuadra.
Pues por eso, porque era lo de tu chico, me dicen
. Yo, no soy científico, pero "a pie juntillas", me dijeron que "yo no era tonto" y al final me vendieron una palangana para hacer gárgaras y eso me dio un resultado bárbaro para el constipado. Pero que me salga un halo que me permita volar, me da que no.
"Pa mi, que he engañado al omitorón ese; se ha querido colar por la gatera y un cepo para ratones que me dejé hace dos meses, le amenaza con una cara desmejorada", si esa, como la que se puso Ayuso, con el colorante negro en la ceremonia aquella. Así que el bicho ese; si, el “o mi, o ma cada día te quiero más”, creo que ha decidido salir con cuarenta, ten, tena dicen. ¿No será malo, tanta gente, los tres tan juntos?
A lo que íbamos, mi mujer, me ha sacado del sofoco. Si, para algunos de vosotros os parecerá tonto, que me hubiera creído que viene de Paris y por cigüeña. Poca broma, algunos, si, porque no sabéis me diréis, porque no estáis en el tema. ¡Hombre, yo tampoco estoy en el útero, ni tampoco todo el tiempo en el coño! Pero a mi me dice uno de los famosos jueces que de forma periódica han estado saltándose todo el procedimiento judicial para imputar a un partido como Podemos y como dice Olga; eh, que esos pasos previos se tienen que dar!
Y no me creo que no lo supieran. Por lo tanto ojito, con la verdad. Estos señores tan formales lo mismo te van a dar un día una charla sobre la dignidad del juez para impartir justicia. Y tu te piensas, pues es juez y los periodistas que llevaban al tal Calvente a denunciar a Pablo Iglesias, son periodistas, de verdad, pero claro.
Yo, por desgracia me estoy terminando el libro de Pedro Vallín. Me debiera servir de libro de cabecera, pero así lo pienso de muchos. Hoy que me leo a Olga y sus reflexiones, sobre lo que es la verdad apoyada en hechos verificados, contrastado, que no están sometidos a los intereses de unos cuantos mercenarios que defienden más sus campos de batalla, con sus mercaderes de armas que les suministran la apropiada para cada momento, que los hechos que conocen y saben contrastar de manera eficaz por las herramientas que recibieron en su momento durante sus estudios de periodismo y comunicación, y me echo la peluca al sobaco. Por cierto, vaya peluca me he comprado, con rizos y rubio, como cuando era joven. Lo digo yo, aunque aquel doctor me viera negro meano, como aquel toro que se subió a la redacción y fue amorcando a aquellos chupatintas, no me conviene, en estos instantes reconocerme la morenazo.
Mira que algunos de los borregos que proclaman la exclusividad, son más negros zainos; pero, chico, los tiempos no están en eso y te tienes que callar.
Por cierto, la cabra tira al monte, pero yo, por si existe algún apologeta de lo mío, que mira es de la nada, lo dejo ahí, es cuesta, montaña, o sierra. Aquí les dejo, todas las opiniones les enriquecerán, como diría aquel: las tontaasss, pero, gente tan diversa es, tantas veces, tan feliz que piensas:
¿Y pa’ que?
Para que les vas a sacar de sus catorce. Si, sé que son trece más una por lo del niño. Lo dicho catorce y no se hable más
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