viernes, diciembre 31, 2021

Writing with fire. Khabar Lahariya

Siempre repito la suerte que tienen quienes se han acostumbrado a ver cine, todos los días de su vida, más o menos. Viajan por la tierra, pero, a la vez, entran en el conocimiento. Ayer, antes de este fin de un tiempo, todo me pedía ver una película; no esperaba que fuera en el móvil, pero es lo que tienen los drivers, que conducen donde les da la gana, cuando entrar "on fire". La película es "writing with fire", en español es también muy visual: "escribiendo con fuego". Bella, comprometida, buscando nuestro compromiso para visualizarla. 

  Coincidió con el fin del último de Pedro Vallín y me quería concentrar en "Balas para todas". Seis autoras y periodistas de Oriente Medio y el Magreb. Sus textos han sido coordinados por Natalia Sancha y el profundo prólogo ha sido escrito por Rosa María Calaf, periodista comprometida con su oficio y con dar valor a quienes durante años, trataron de que fuera una anécdota como las periodistas de "Writing with Fire" (Meera, Sunneta, Shyamkali, cabezas principales de un proyecto femenino)

  El libro lo saborearé, con todos los olores de la vida, emoción, tristeza, rabía, poco a poco. Estoy seguro que me hará reflexionar sobre mi actitud personal ante las generaciones con los que compartí un tiempo. Mis errores, mis descubrimientos, siempre mi respeto.

  Dice Sunneta que lucha en un momento del video con dar respeto a su hija, que debe llevar dos coletas al cole; que será en un futuro si ellas, las hijas, las jóvenes, un día descubren que sus madres, no lucharon contra tantas inercias, a costa de muchas cosas, de una vida cómoda, pasada en un silencio que las maceraría. Honestidad brutal, creo recordar que era el título de un disco de Andrés Calamaro.

  Ayer, parece, no, fue, el día en que unos periodistas se levantaron, con sus imágenes fashion, sus cuerpos fit, para dar paso a un bulo, al que pusieron el título de zasca. Su propio zasca a la honestidad que les falta, por cortar un video, por insinuar la culpa de alguien que no la tuvo. 

  ¿Existe guapara en la basura? Dice Bob Dylan en "Positively 4 Street", que no le importa la opinión de esos que van vejándose a si mismo, criticando por detrás.

  Me quedó con el libro, leido ya en el prólogo de Rosa, que me abre puertas a lo desconocido, en un un viaje por desfiladeros, donde apreciaré, cuantas veces me callo cuando veo arriba, gente preparando piedras para arrojarselas, porque tienen en la vaca de la abundancia, un dios que les justifica sus canalladas.

  Writing with fire (ellas las periodistas están, para ser vistas y escuchadas en en canal de youtube Khabar Lahariya), Bala para todas. Un mundo al que quiero visualizar y en el que quiero aprender

jueves, diciembre 30, 2021

Ni moreno; sólo Rubio

 Los viajes a Turquía me dejan un poco mosqueado. Creía que ya tendría pelo para una buena temporada, pero, estos nervios de preparar a mi chico para el campeonato de Mundo, modalidad indoor, en los exteriores de Los Ángeles, me tienen tocando los clarinetes y claro de ahí a perder el pelo, el camino es recto, pese a buscar a mí suegra para que me teja un sombrero mejicano a medida. Lo mío, para mi desgracia, tiene que ser muy, muy personal, y no por mi suegra, que la quiero.

  Ahora me ha dado por obtenerlos rubios y es que me duele lo dé Ricky Rubio. Me parece tan maravillosa la persona que la entrega que ha hecho desde muy pequeño a su deporte, es conmovedora. La NBA es pura mercancia, pero después de años allí, Ricky dejaba la impronta de una personalidad forjada entre medias de la vida, a la que ha dado un valor por encima del deporte. A veces, a esos níveles, no es tan fácil cumplirlo, como decirlo.

  Resetear su mundo, tiene no debe ser fácil. Si, detrás tiene una seguridad, pero intuyo lo que es no poder jugar al baloncesto, en la misma medida que durante una época me fue muy doloroso correr. No sé prescindir de ello y de alguna manera modela mis actos. Este último año, también, he vuelto a un deporte que me conectó con la naturaleza a un nivel que en aquel momento no sabía valorar. 

  Encontrarme en el río, con sus olas, sus rebufos es algo que de alguna manera me insufla la vida que viví y me da una cierta fortaleza.

  Desde un pueblo pequeño, en el medio de un inmenso Alto Tajo, tan subyugante sale un enorme abrazo para Ricky Rubio. 

Sé que estará rodeado del cariño de muchos. Esa nebulosa que se instala cuando estamos sólos, se irá disipando, tomará, a veces, formas engañosas que nos engañen de la proximidad de un pronto regreso. Siempre fue fuerte, incluso para reconocer la debilidad que nos anida en épocas de nuestra vida. A él, en el caso de la enfermedad y muerte de su madre. 

  En los pozos, al mirar al cielo, en algun momento nos aparece una estrella, que parece querernos subir en ella. A ti, por muy moreno que seas, seguro que te espera; dicen que las alimentan productos especiales, espero que mi cariño sea uno

La cigüeña

 No debería titular, ni empezar por una pregunta, pero debo reconocer la historia de aquella cigüeña.

Olga Rodríguez, artículo en eldiario.es; la verdad en todos, me permito ironizar

 Si cojo a esa cigüeña vamos a tener más que palabras, me dicen que ha traido mi útimo hijo; así me lo ha confirmado mi mujer, que es mío.

  Me parece muy bien que diga que es mío, pero a mí no me engañan como esos de orintron,  que dicen que si entra por la puerta, luego por la ventana. A mí, el que ella me diga que me lo ha dejado la cigüeña me mosquea. Yo siempre entendí que para eso tenía que ir a Paris, y ni ella, ni ello, hemos ido desde hace 30 años. 

   Te acuerdas cari, en el barrio La Pigalle, donde nos había llevado el director, que era hombre muy ilustrado de mus y otros medrares. Vaya locura intentando castigar al grupo de habladores y estar rodeados de luces rojas.

  El caso es que estos del oritron me dicen que los niños ya pueden venir así; yo, mira que los tiempos avanzan que es una barbaridad, pero ¿en cigüeña?. 

  Si, si me dicen todo ofendidos nos las vistes el otro día volar, en esta época del año, y pensaste para tí. Uy, yuyui que esto no ve cuadra.

   Pues por eso, porque era lo de tu chico, me dicen

. Yo, no soy científico, pero "a pie juntillas", me dijeron que "yo no era tonto" y al final me vendieron una palangana para hacer gárgaras y eso me dio un resultado bárbaro para el constipado. Pero que me salga un halo que me permita volar, me da que no.

 "Pa mi, que he engañado al omitorón ese; se ha querido colar por la gatera y un cepo para ratones que me dejé hace dos meses, le amenaza con una cara desmejorada", si esa, como la que se puso Ayuso, con el colorante negro en la ceremonia aquella. Así que el bicho ese; si, el “o mi, o ma cada día te quiero más”, creo que ha decidido salir con cuarenta, ten, tena dicen. ¿No será malo, tanta gente, los tres tan juntos?

  A lo que íbamos, mi mujer, me ha sacado del sofoco. Si, para algunos de vosotros os parecerá tonto, que me hubiera creído que viene de Paris y por cigüeña. Poca broma, algunos, si, porque no sabéis me diréis, porque no estáis en el tema. ¡Hombre, yo tampoco estoy en el útero, ni tampoco todo el tiempo en el coño! Pero a mi me dice uno de los famosos jueces que de forma periódica han estado saltándose todo el procedimiento judicial para imputar a un partido como Podemos y como dice Olga; eh, que esos pasos previos se tienen que dar!

    Y no me creo que no lo supieran. Por lo tanto ojito, con la verdad. Estos señores tan formales lo mismo te van a dar un día una charla sobre la dignidad del juez para impartir justicia. Y tu te piensas, pues es juez y los periodistas que llevaban al tal Calvente a denunciar a Pablo Iglesias, son periodistas, de verdad, pero claro.

    Yo, por desgracia me estoy terminando el libro de Pedro Vallín. Me debiera servir de libro de cabecera, pero así lo pienso de muchos. Hoy que me leo a Olga y sus reflexiones, sobre lo que es la verdad apoyada en hechos verificados, contrastado, que no están sometidos a los intereses de unos cuantos mercenarios que defienden más sus campos de batalla, con sus mercaderes de armas que les suministran la apropiada para cada momento, que los hechos que conocen y saben contrastar de manera eficaz por las herramientas que recibieron en su momento durante sus estudios de periodismo y comunicación,  y me echo la peluca al sobaco. Por cierto, vaya peluca me he comprado, con rizos y rubio, como cuando era joven. Lo digo yo, aunque aquel doctor me viera negro meano, como aquel toro que se subió a la redacción y fue amorcando a aquellos chupatintas, no me conviene, en estos instantes reconocerme la morenazo.

Mira que algunos de los borregos que proclaman la exclusividad, son más negros zainos; pero, chico, los tiempos no están en eso y te tienes que callar.

  Por cierto, la cabra tira al monte, pero yo, por si existe algún apologeta de lo mío, que mira es de la nada, lo dejo ahí, es cuesta, montaña, o sierra. Aquí les dejo, todas las opiniones les enriquecerán, como diría aquel: las tontaasss, pero, gente tan diversa es, tantas veces, tan feliz que piensas:

   ¿Y pa’ que?

 Para que les vas a sacar de sus catorce. Si, sé que son trece más una por lo del niño. Lo dicho catorce y no se hable más

miércoles, diciembre 29, 2021

Devuélvaselo,

.......¿Y quien soy yo? nada de tí, nada de mi...

 Hoy debo reconocer que no soy de la España que madruga; tampoco de la que agita los pelos al ritmo de los hermanos Castro, ya lo hicimos en Charol, esperando la señal de alguna de las hermanas, pero estaban a otras cosas, otros Belén se dice hoy en día.

  Lo que entiendo a Vallin, que es lo que me sirve para reflexionar y dónde veo una buena oportunidad para motivarme a leer, es que a los jueces se les ha dado la oportunidad de hacer política y algunos la han cogido, pero de la forma de una dictadura, no se juegan su puesto de trabajo como sería en una democracia que creemos tener. Un político, por mucha prensa que tenga a su servicio, y la tienen, por su ayuda al enriquecimiento de empresarios, vamos a llamarles del Estado, seria una utopía admitirlos como liberales pues acuden a él, como financiación esencial a sus ubres.

 Tras haber engañado durante años, los políticos pueden caer, pero quién ha pedido el escaño de Alberto Rodríguez, sabiendo todas las imperfecciones del proceso y lo que será su posible varapalo, una vez más, europeo, sigue impartiendo órdenes que no justicia amparado en su segura continuidad. Mérito suyo cuando lo interpreta de acuerdo a su ideología, pero Meritxell Batet....

 Llaman a Alberto delincuente en el Congreso, los mismos que celebran con fotos atacar a una democracia; es el mundo al revés. 

Dicen que dio una patada a un policía, afirman que estaba en un acto al que no fue, de defensa de la enseñanza pública, miles, durante meses y quitándonos dinero lo hicimos. Estábamos con una democracia, no con ese Estado profundo, de donde han salido tantos y tantas alborotadoras protegidos entre diversas estructuras y trajes. 

  Si fuera cinéfilo como Pedro saldría por la pantalla en la que me habría metido para pelearme junto con Daniel Day-Lewis, "En el nombre del Padre", para protegerle en su honestidad ante esas despiadadas estructuras asalvajadas que no dudan en ajusticiar a un inocente, en aquel entonces, buscavidas, como podríamos ser quienes nos montábamos sin capitán, en aquel entonces, donde encontrar nuestra playa.

 Y los dos antes de apagar la luz de la sala, llorariamos pero prometiendo lucha porque al padre crédulo en un Estado ecuánime, humano, lo dejan morir quienes se han apoyado para su supervivencia, en personas como Guisseppe Conlon. 

    A  Alberto Rodríguez Rodríguez nos lo quieren quitar del Congreso, quienes no respetan ese espacio de todos y todas españolas

 Devuélvanos la dignidad que él tiene, y pensamos que nosotros, también

¿Cuántos de sus fieles Guisseppe necesitan sacrificar hasta que una sociedad reacciones?.

   Los Guisseppe que ven una niñería luchar por más derechos: vivienda, libertad de expresión, laborales, ¿entederán alguna vez su papel ante esas entidades, esos seres que con sus actos les han mentido?

   ....una brisa, sin aire, ....una gota sin agua. Y Cecilia, un mecerse sin fin

          En sus conversaciones, Cecilia, Lidia Pujol y entre las palabras y sus aires para traspasar cielos

martes, diciembre 28, 2021

La púa

 Una casa a lo lejos, el viento ha debido darse la vuelta. Los árboles se alzaron  por hacer cosquillas a alguna nube despistada. Desde un banco se observa todo e incluso un osado murmullo parece haber topado con una pared impenetrable

  Nadie parece percibir que entro en movimiento; tenso un hilo para controlarme y una caricia quiere, aún, seguir nuestro viaje a sueño, que se nacieron con los primeros  besos. Voy aprendiendo del  valor irrecuperable de esa inmensidad que ya está huyendo. Me aferro a la púa de mis palabras por si encontrará una tela de araña que nos alargara un instante que ya nos parece lo que nos pasó raudo.

 Ella salva mis yemas, que no le cuenta los mapas que inventaron en mi amada. Poderosa, la púa, llora la imposibilidad de palpitar los corazones con lengua que asistieron a un interestelar en el que nos saltar de la nave es la opción de no ser contado.

 Envío una carroza por un empedrado, un dron por una manantial de lava y quizás, por allí, con los chicos de  la banda de la calle, este descubriendo que "you never can tell" es el viaje a los descubrimientos de nuestras habilidades desprendidas de los miedos a los fracasos. Y, allí, insultando al ruido, que se marchó airado para asentarnos en la primera imagen, amo la trompeta de la farándula, el saxo de Big, el clarinete de una petaca, el maestro de ceremonias,  Bruce nos indica primero a la locomotora en el piano y vuelas, fuera de raíles, hasta tu propio Leizpig para entiendas que existen cruces de caminos en los que quedamos suspendidos en nuestros sudores.

 La púa, descubres, te retiene, incluso un día,  más o menos lejano, en el que hará el sortilegio de un forever young. En una sonrisa sin un posible traductor

Bordear encuentros

 En el borde del agua, una vez más. No sé si me meteré. 

  Alguien me ha llamado borde porque llevo un rato andando por entre las piedras recién aparecidas, por la baja mar. Siento que hubiera sido una estupidez, llamar a ese señor, borde por regañarme. Aún no ha llegado la pandemia pero si me magullo y me hago cortes seguro que no voy a ir a un asador para que me arreglen el desaguisado, a no ser que me quiero ofrecer para que me extraigan unas chuletillas.

   No creo que fuera enfermero, ni tampoco un apologeta de la libertad y si, que tuviera un poco de sentido común. Aunque eso, quedamos hace tiempo que es muy cuestionable. A muchos les pareciera lógico que no se apoye a alguien que te está quitando el dinero. 

   Otros, desde hace tiempo, parecen ser admiradores de Robin Hood. En ese caso, claro, te lo planteas y te dices: vaya si el dinero llega a los más desfavorecidos algo bueno habrá hecho. 

   Tú te imaginas, entonces, un trabajador en Asia, que gana mucho menos dinero que aquí, con condiciones de trabajo y salubridad mínimas y luego ves a su empleador que te dona varios aparatos que te ayudan en la sanidad y te alivias: parece que aquellos pueden tirar para adelante, como siempre, y nosotros somos más felices porque la seguridad social nos podrá atender mejor. Ellos están en sus burbujas, no vamos a ir a explotarla

  El sentido común, aquí, vence o no. Lo mismo también le podemos proclamar sentido cínico. 

 Jodidos sentidos, creíamos que teníamos cinco y nos aparecen a pares.

  Otro borde podría estar estos días en el Tajo. Tú te dices, por eso de engañar al tiempo, me acerco. Puede que el tiempo invierno te dé un respiro, al tiempo años no lo ves con la misma cadencia, ni prestancia para acoger el río fuera de la piragua. No sabes que pasaban aquellos años. La piel desde luego no era nada fina; la inconsciencia tampoco es que superara mucho a la de ahora.

 Así que dices de borde a borde y que no me coja con las manos en la masa, que eso hubo un tiempo que daba para muchos programas y si no que se lo digan a Vainica Doble que era además como nos ilusionaban sus voces.

Porque te preguntas estas, por las voces, digo, por muy largas y espeluznantes que sean quien te las va a oír. El corzo se te puede quedar mirando como tú a veces, hacia una profundidad vacía, pero el jabalí y su troupe, como están a trufas, desde luego que ni se inmuta y si no se lo preguntas a los boquetes o cráteres que practican cuando están a eso. Y no es nada malo, yo, a veces estoy a por motosierras, pero lo disimulo de la hostia. Lo único que mis boquetes se hacen en el bolsillo; que tampoco es cuestión de esas intensidades


lunes, diciembre 27, 2021

A golpes, Nacho, o mis cabezazoslpes

 Cuento en el que he bailado en Edimburgo. Profesionales me ayudaron a que el sentido del ridículo no se me disparará, como la bilirrubina.

 No sé porqué me meto en esos jaleos, pero me hubiera gustado hacerlo más. Entrenar mucho y descubrirme en otras posibilidades motoras

  En Escocia, en aquella máster class Nacho Duato me hubiera mirado con una cierta condescendencia como aquel rico de Hernando 17, que ante la petición de un segundo café irlandés, sentenció a un trabajador, este segundo no iba tan sobrado: sírvelo, los pobres también tienen derecho. Se le olvidó decir que también dinero, porque no se estiró el jodio.

  En Barcelona, vi una coreografía de Nacho, me emocioné. Según Pedro Vallin, el Estado no había decidido aún, tomar de rehén no a una Comunidad, sino a sus ciudadanos. Repudiados por mentes que dicen ahí, no, no, con alevosía y sin vergüenza.

 ¡Iba yo a decir lo mismo, si nos reencontraremos! Allí, aquí e incluso en la cama.

  El caso que lo mismo lleva razón. No me imagino a un político pobre reduciendo la deuda de Madrid como Carlos Sánchez Mato y a la vez tocándose sus partes, con dos manos porque fue a piano de pequeño.

 Se está a lo que se está y repasas las blancas y las negras. Para eso te levantas pronto y apareces por un chiringuito, allí, sigues culto tú, porque la música electrónica es de Berlín, escuchada de sus dos orillas. 

A ver si vas a ir con 20 años de retraso y te encuentras en el bar de los espías. Efectivamente, no es cuestión.

  Fíjate en un político de derechas, por ejemplo de provincias. Si, en ese; conoces cosas, intuyes otras, y en conclusión él te considera una cucaracha. 

Mira que no te dominaste el fútbol. La piragua a medias y con poquita agua, pero claro apreciar el ballet y lo clásico, te está vedado y eso que Dylan, que ya lo es y hubo un tiempo que te soñaste en los trazos y las músicas de los recordados en "Murder most foul", pero claro a trompicones, con golpes por allí y aquí; también de político imaginario me viene a la cabeza: "y estos,...

¿No se habrán dado un golpe en la cabeza? Mira que darse con la codicia duele, y si no, díselo a quién está al lado de traficantes, en las dos direcciones. No vayáis a confundirme con un correveidile.

  A tantos Nachos necesito leer yo mismo;  por evitar cabezazos y embestidas 

domingo, diciembre 26, 2021

Los atrasistas

 Llego al autor Pedro Vallin a través de  "C3PO en la corte del rey Felipe", de la editorial Arpa, después de haberle seguido en Twitter, más bien despistado; con su libro, constándome salir por la bocana por los endiablados aparejos liados en una racionalidad brillante

Despliego las velas con displicencia. Necesito olvidar cualquier anclaje a tierra. 

Con el cine me intenta ayudar. Consigo olvidar las sirenas. Dicen quererme en mi incomprensión. Sólo, me descubro en un diálogo con Pedro, explorador

 Acompañado, poco, circunstancial, me vuelve una conversación de ayer. Entre etérea, mi posible soberbia, con rasgos de imprudencia, necesaria para mucho más días, en un aprendizaje

 Desprende el absoluto; de un cierto desprecio a quien, de mi, tendrá la misma opinión.

 Quienes les alimentan, son tan inteligentes como perversos. Les reconocemos su poder para ser tomados por referencia, me dicen, que absoluta.

      Aquellos proclaman, a mí lo que diga Fede

   Cierran sus fronteras, apagan los horizontes. 

      Estos días las nubes engendran imágenes. Al ir hacía Alcalá, a la izquierda, las cuestas que dan paso a la llanura se ha elevado, se ha creado una cordillera, y por las luces de estos días, tan tupidas y con tantos torrentes que serán inexpugnables. Mi imaginación prefiere llegar a mi objetivo, marcado, necesitado. Mi forma de vida me lo hace imprescindible.

Existe una escarpada, con salida a una cascada. La maleza ha ido aumentando en estos años en los que los animales domésticos ha dejado de se soltados por estos parajes.

  Entre tanto matojo, árbol arrullado en otro árbol y las rugosidades, mezclad arcillosas y pétreas, que los sustentan, te i.agina que salirte de la huella será una lucha de titanes en la que no quieres participar. 

 Una senda , repasada por bicis y motos, con más capacidad para dejar sus marcas, te permiten correr por un espacio que, por días, te parece arrebatador.

Por momentos se asoman las tetas de Viana, en otros recodos y ribazos los que cada vez más, te cuesta llegar y, al final, cuando has remontado con los ritmos que te permiten tus piernas, que no son los que tiene tu cabeza, te asomas a la imponente estampa del Alto Tajo, presidiéndole un Morillejo, que oíste andaba, en días, achispado. El río marca su ruta por la exuberancia con la que viste a los espacios próximos. Poderoso, luchador entre embalses y otros accidentes provocados por los humanos, siempre necesitados de más consumo, como única forma de supervivencia, dicen.

 Con los años, cruzar las fronteras se te hace más difícil. Existen días que los costes de anécdotas, de encuentros, de descubrimientos y los barras, tejiendo un traje con las puntadas que salen de ese momentáneo estado de ánimo.

  Por el contrario, los más de los días se van imponiendo algún rechazo que tuviste en Seres, algún embarazoso instante en el que no leíste los deseos de la otra. Este tiempo que vives te da las suficientes excusas para que esas nubes sean los límites en los que prefieres vivir, aceptando los pocos cambios que te van llevando al oasis.

 Sentarte en un bar de un barrio, como el tuyo, porque siempre lo hay, incluso en el lugar más prohibido, te da margen para escribir, lo que se perderá en cualquier banco en el que descanses de tus exploraciones, siempre, incompletas; en instantes, reveladoras. Salieron de trabajar y encuentran en bar a Juanito, nacido chino, que les da la afabilidad de aquel Timoteo que, por fin, ya se ha podido volver al pueblo, pero que allí, en aquel bar de Barcelona, comprendió la semejanza de intereses e impulsos en los que se impulsa el ser humano.

 Es tan extraño que una mujer llegue a una tienda de barrio  y que ante el gran incendio que destrozó parte del Alto Tajo y nos sumió en brumas, con las que intentamos seguir caminando, por la pérdida de 11 vida humanas, proclame que de aquella zona para arriba se podía quemar todo, porque ya se la imaginaba todo Cataluña.

 ¿Hasta donde cae el ser cuando deshumaniza un espacio en construcción de vidas, como la que, en cada instante, están intentando mantener ellas, porque alguien se lo haya predicado y demonizado?

 Se cierra un bosque en el que giraremos con círculos cada vez más cerrados porque hemos dejado que hayan crecido tantas malezas que las hemos ido aceptando como irremediables.

  Nombran una España incompleta, inexistente, reduccionista. La instalan en fronteras que les ordenan. No se dan cuenta que donde vive , por una ventana inmediata, pueden ver a quienes hacen, también pudín, o judías, o cogen patatas que viajan sin líneas artificiales que las contengan.

 Aceptar los odios, sin analizar, que los carromatos que les llegan a diario, cargados de especias, son fruto de mercaderías, que anulan las que ellos no venden, aunque sean tan reales y tan necesarias.

  Dicen que ha desaparecido Desmond Tutú, él está presente en sus mensajes, en sus acciones. " Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor"

  No existe diálogo, cuando sueltos en las enormes masas forestales, marchamos, circunspectos, en trayectorias paralelas.

 Días después, las las masas nubosas han formado un compacto círculo a tu alrededor. El escritor te ha metido en su rueda que, con magia, te va llevando ya más ágil. La caída de la luz es tan mágica en el silencio del naciente invierno del bosque cercano al Tajo que sientes que podrás llegar a todas las imágenes fílmicas que te propone 

 Corres las penumbras, no sabes dónde están los ojos de tantos animales.bpacen en paz, pocas veces se la he perturbado. Soy parte de ese espacio; amarlo, en tantos vestidos; cuidarlo, mutua ayuda 

Respiro vital para continuar otros encuentros. El libro crece. Desnuda mis exposiciones. Propone elaboradas explicaciones de nuestros tiempos. No, no será nada fácil exponerlo. Seguirían las vías sin encontrarse. Alivia el pensar que desde el respeto intelectual, el autor me ofrece los porqués de un estado que ha sido tomado por estructuras profundas, aunque eso suponga demoler la democracia.

 Autodestrucción atrasista. Su irracionalidad, como poder encumbrado

Pinochos ante Desmonds

 Salir de una tormenta te deja exhausto, mullido y con miedo a la podredumbre de no poder secarte de las rutinas que te tragan en nadas, sin encuentros

 Cuento labrado con las palabras para semillas de miradas. 

   Pinocho es lo que era en su material y es difícil de escapar de su origen. Aceptar las inercias te sitúan, aceptado en el mundo de quienes os reconocéis con un cierto grado de superioridad, bien sea moral, física o intelectual. 

  Existen días donde los torrentes de sucesos desbordan el contenido de esas arterias.   Sientes asomarte al abismo en el que la muerte te sobreviene porque has escalado los marcos que nunca se deben desbordar.

 Un día, aterrorizado, contemplas los actos de un Desmond que coge una retroexcavadora para llenarte de encuentros con las necesidades vividas por los inombrables, los Nadies. A él le ayudaban y a sus enseñanzas les visualizarán periodistas de internacional como Gervasio Sánchez, Mónica Bernabé Ricardo García Vilanova, Ane Irazábal y tantas otras, a las que por desgracia debes buscar entre las sombras de los focos de una información controlada por grandes empresas

  Eres opresor, si admites la injusticia de quien te hace amar la riqueza de quién tiene su propia libertad por bandera ante la sociedad.

   Kortatu, nos hizo bailar el ska por Desmond Tutú, con tantos otros seres y temas de contenido social. 

  Eran nuestros, entonces; ahora más conscientes, al grupo le seguimos bailando; al compromiso lo tenemos como estandarte de una dignidad que hemos intentado no vender por las fuerzas de los tiempos que nos vencen.

  Muere un ser, Desmond con equilibrio entre lo que dice y lo que hace. Existen Pinochos, grandilocuentes en sus proclamas, mercaderes con la enseñanza y la sanidad.

  El eco devuelve: 

    Desmont Tutú, Desmond Tutú. 

     Kortatu vierte pálpitos por si los pinochos los encuentran entre sus cartas marcadas


sábado, diciembre 25, 2021

Bajarse de carroza para cuervos

 

 Miro con lentitud la tela, la sigo, ¡enorme!, palpando. Interminable carroza, 

  Sólo concibo a Edgar Allan, su cuervo, destrozando un discurso real

 Vuelos bajos, para cielos sin fin, picotean las ayudas:

           Dependientes 

escuchan, observan, reconocen.

    Proclaman

    palabra tótem para tiempo de elecciones

Bestias con luz a trajes, después.

 Rigoberta, pum, pum soledad.

  Niña, ya grande, madre amor

Ruta del colesterol, ellas, sin un gramo

Viajan a él, lo alimentan con caricias.

 Escuálidas, olvidadas; el poder en otros

Si no nacieran, si murieran 

  las encadenarían en un Imaginario 

pero ESTÁN, pero son (Gallego dixit)

 

Necesitan ser,

    ¡¡¡¡Estado!!!!

  Ahhhhhhhhh!!!,

  pero….,

este diluye obligaciones

    en charcos en los nos embarran,

 Sus telepredicadores en bufidos

  Tocan su  taleguilla,… llena; llaman a embestidas

    Niña tu eres mi vida.

     ¿Porque te ausentas?

Recorrería universos, para encontrar tus letras

A cambio vago por papeleos, oficinas

 Promesas huecas, puertas en las narices por

Reuniones sin semilla.

   Bebo del surco de un beso repetido

Palabras escritas, dichas;

    No,

  Vivas, sin SOLEDAD,

    Acción

 

Desnudarme de telas superfluas

Atreverse con la locura

De hacer,

¿para qué pedir?

 

Si otros, sirvientes,

La expulsan en desvergüenza

  Dignidad para hablar con hechos

Si otros, se abducen por sus amos.

Nosotros conscientes, demandamos

   Atención

       A la Dependencia

 Más, más, más

   A ellos, a ellas

Más aún, más aún

  A quienes se les unen

  A  quienes les acercan luz

  A quienes les deshacen los nudos

  Les dan cucharadas porque son cubiertos, sin estarlo

  Les dan paseos porque salieron de puertos seguros

         Coger telas, para que sean velas sobre las que soplar vientos

    Deshacer los aproados de ricos, para enseñarles

                        Horizontes comunes,

       en una vida con igual horizonte


viernes, diciembre 24, 2021

Las Lolas, su fairytale

 La Dependencia, Daniel Álvarez Martínez y CTXT

  Me meto en un clickbait para engordar la publicidad inserta en una conversación intrascendente. 

    Al otro lado Ctxt.es está ahí. Colaboro, pero sus temas me exigen un esfuerzo de lectura y me hace una llamada a la empatía con temas en los que estamos inmersos. 

La tentación del primer camino es grande y nuestra mente quiere descansar en la banalidad, cuando el tiempo huyendo te abruma, algunos sueños se escapan, y quiénes se meten en política para defender a la sociedad a través de defender la vida, descubres que esta es una que no les pertenece y a cambio las de su responsabilidad se la entregan a los mercaderes.

 Ponían el otro día, un anuncio comercial de una felicidad inconmensurable, momentos después me acercaba a Fairytale of New York. 

   La belleza entre los perdedores. Lola, madre Coral, luchadora a la que la no se protege.

    Un cuento del océano al que fue arrojada cuando nació su hija. Testigas las aguas de tormentas, olas tapias, encalmadas sin salida. Se asió a su débil bote, balanceado sin piedad por tantos segundos que como gotas, eran harpías con uñas que taladraban las arterias para dejarlas exhaustas.

  Lola hubiera necesitado vivir en una sociedad humana. Donde los impuestos no fueran vendidos como sueños de independencia, en una sociedad tan conectada. 

    Creerse poderoso por evitar pagos, nos sometió a quienes siempre engrosan vanidades y más arriba ríen quienes ejercen control de ellas y de los miedos que lanzan..

  El artículo de Daniel nos abre la puerta a varios casos más y a cientos de miles que nos llaman para darles solución por mejorar ell bienestar de los que están concernidos y la dignidad de una ciudadanía que no se puede esconder en la bonhomia de anuncios que son sólo eso. 

   Shane Macgowan, su voz real como el cuento de Lola. 

Cantando y tocando el primero desde las armonías celtas para los encuentros universales como los de Sweny's Pharmacy donde los naufragios de los Ulyses, encontraban voces sin fronteras que nos ayudaban a asir los maderos para mecernos a la deriva, por si algun horizontes viniera a nosotros.

   Si pudiera tener la veracidad de Shane, cogería une león, que hiciera de cabra, una piragua que hiciera de escalera y una voz, que escondiera mis gallos, como me repite la alumna. Iría a todas las plazas públicas para visibilizar el cuento real de Navidad de la falta de ayuda a las Dependencias.

  Después escalaría los púlpitos aunque me hubiera quitado sus escaleras y llamaría a un violin para que me diera fondo y una gaita escocesa para que deshiciera los hilos de oro de las capas excesivas y abriera la caja de la soberbía para que no fuera establo para los prepotentes y mercaderes. 

Allí, con ella, protegido en su voz, acaramelados en sinsabores, sabríamos que fuera del bien y mal de los predicadores existiria la piedra del compromiso sobre el que cimentar. Desde la cofa del barco, indicaria los vientos del silencio y las falsa ayudas para que apurando las ceñidas, llegaramos a ver cada una de los seres en Dependencia y todo lo que les rodea, que son sorteados por increíbles seres, dicen que normales, les cantaríamos como saliendo de las cuevas de los Cíclopes.

En la terraza de un tiempo

Con el tío Yeroshka me siento para contemplar las corrientes del Henares. Él le llama Terek. 

  Será porque es muy cosaco; a mí, que soy de vestir de “guatame”, me mira muy sobrado. Yo, a cambio nunca le dije que había estado en el cuarto anillo de Saturno. Allí estaba, el último apeadero antes de saltar a Saturna que es de Saturno lo que la tierra es a nuestra Tierra, por si se lían. 

   Le podría sentar mal, esa especie de superioridad universal que, a veces, me pierde en mis relaciones. Me ha traído hasta él, lo que a Lúkashka, la sabiduría que le ha ido dando su múltiples experiencias para cazar, para tratar con las otras tribus, e incluso su conocimiento de las reacciones femeninas. 

   Lo último me venía "que ni al pelo", porque en la tienda, hoy, me he sentido como si me hubiera cruzado con Marianka. No, por supuesto, ya no estamos en tiempo de pedir a nuestros progenitores que medien. Bueno, siempre estamos a tiempo de revivir la única sesión, hace, sin exagerar un millón años, de espiritismo de la que saque la conclusión que ella, aquella chica de Villanueva, se quedaba con él, pero nada espíritus; se quedaba la sensualidad echa persona, como yo echo polvo en la ultima mirada que fue una despedida

  Nada que no hubiera narrado Lev, hace más de 100 años. Sucedía entre los juncos que aposentaban aquella cierva que siempre era esquiva a mis requerimientos de lucirme en una lid que no había practicado nunca.

  Me habla, el abuelo, de la invitación para acudir a la fiesta de las cosacas; yo, la mía, la tenía al lado, Klandestinos estaban a las vistas como las guerreras que se contonean, después de haber libado, eso si rebajado para la gran subida, el líquido con nuestro elixir, si no amatorio, al menos de encuentros llenos de besos, introductorios o no.

   Meursault, anda por una playa, acudiendo para el entierro de la madre. Ahora le llaman sistémico al proceso de encuentro del acto producido con todos los elementos que le han ido trazando nudos.               

   Nos descubre Olenin que el cristal que encierra una realidad deseada, puede ser tan líquido como el priániki que se derramó en el patio de los Leones cuando la luna llena sintió que su belleza era atrapada en el agua y que su ingesta mostró a quien se había sometido, una Macarena que era Sol. 

  Le hubiera quitado las cuatro ruedas al Escort, que luego fue intrépido, intrigante, bullanguero, aventurero, viajero a nacimientos de ríos pirenaicos, curioso visor atrapado en las arenas de una playa; sin ellas, hubiera partido, remando para llevarla a nuestra isla, siendo envidiada por la de la Cartuja, a la que yo le había quitado su diosa.  Si hubiera  tenido que llorar la partida de Granada; a cambio, sabiendo que nuestra ciudad invisible la habitaríamos, aunque fuera anudados al circunstancial tiempo en el que nuestras malditas obligaciones, ahora ya insustanciales, tardaran en encontrar las manecillas, que nosotros concupiscentes perdidos, habríamos escondido entre los muelles que nos acogieran cuando el amanecer quisiera enfriar, envidioso, dos naves desventadas en sudor, que sabían que los vientos las volverían a separar.

   El tío Yeroshka, me pasa el tabaco, por entre sus anillos, me desaparece el tiempo

 



Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y