Me pregunta mi mujer que perspectiva tengo de poder ablandar el corazón a esos mandamases, tocando el piano. No la quiero decepcionar, pero si han estado ustedes cerca de un alud, pues imagen el caos de nieve, piedras y árboles, parecido es mi nível musical. Por ese lado, ninguna esperanza
A estas horas, entre plásticos, podemos ver a alguien caminando, no perdón, deambulando tal es su estado de ánimo en un día de amanecer helador y de mantas cortas. El mar de petroleo transformado, no está muy lejos, en unas horas se encaminará para producir exprimiendo la tierra. Pero "es tan corta la vida y tan largo el olvido"
Lleva la cabeza baja, luego me dirá que se ha cansado de buscar una mirada de complicidad o de un cierto reconocimiento. También, lleva las marcas de unas cuerdas, en este caso de alambre, que están impresas en su cuerpo. Tiene un humor cruel, dice que aprenderá a tocar la guitarra española en ellas, de 12 cuerdas. En su país escuchaba a Joaquín Segovia. Desde luego, la claridad es absoluta.
Ha oído que a James Rhodes le han dado la nacionalidad española. Se alegra. Sabe que lo insultan, más gradación en su adquisición de españolidad, por su compromiso. Conoce que no se esconde, dicen que apoya a las demás personas que buscan ese reconocimiento.
Cuando ya pasaba, taciturno, me he dejado caer. Enseguida ha ido a por mí.
¡Joder! por fin he tenido éxito como clown. Durante 10 minutos he hecho el Pepe Vihuela,
- que si me levanto, pero no
- Que si dame sólo el antebrazo y caigo por el otro lado.
El caso es que al cumplirse el minuto diez. Me ha dado un bofetón. Si, ese de payaso que suena mucho, pero que es una palmada.
Vamos que yo también he sido payaso 😂, me dice
Y ya de charla. Primero, como ha explicado, antes, cómo hombre guitarra.
Luego, ¡Qué fuerte! Se ha disfrazados de transatlántico: pomposo, ostentoso. Ęl muy jodío ha cogido los dineros de los paraísos fiscales y lo ha ido poniendo como chapas de acero, todo con su ciencia para darle flotabilidad y le ha dado por decir: por haberme aflorado, sirve para gentes como yo, repite el migrante clown, para que seamos visibles. Vuelve al puerto el dinero esquilmado. Buhhhhh, buhhhh, suena a su entrada al puerto, triunfante, satisfecho. No van a recibirles las autoridades, ni políticas y eclesiales, esas que hacen mutis por el foro para denunciar: "no robarás". Si a cambio reciben sus óbolos.
Ha sido decirlo y ¡Madre mía! fondos inversión, en muchos momentos, buitres; reyes que quieren su parte, se han tirado a recordarle: eh!, ¡eh! qué quiero mis comisiones, que vivimos como seres excepcionales con la exclusividad de las leyes interpretadas para nosotros.
2.170 migrantes hundidos en el Mediterráneo.
Las rodilleras de los niños cuentistas, las calzas alargadas de las voces trémulas de riquezas y cielos con puertas de las que ellos dicen tener las llaves, no escuchan nuestras voces. Somos "los Pogues" del Sur, con ritmos para la vida, pero ellos parecen ser las partes accionistas de los barcos negreros como nos cuenta Carlos Bardem en el "Combo blanco".
Parecen confirmar: "no te lo tomes a mal, es cuestión de negocios"
Dice Javier Gallego: "se pierden en el agua como una tormenta en el mar"
"...Pero son, pero fueron, pero están". Se lo recuerdan a esos piadosos "piernas" que es por como salen, cuando se les dice que al ser humano, no se le debe utilizar contra otro trabajador, para desde el exceso, reducir el salario que es no aumentarlo, cuando crece la inflación; o precarizar las condiciones de trabajo, cuando se observa el estado de necesidad de quién se encuentra desplazado ante una sociedad por conocer.
Ay, Diego ¡Qué decirles a quien edifican aquí en la tierra sus paraísos y se creen dioses para echarte de él!
Se quiere ir, por fin, éste clown, pero antes hace un último truco, les pone nombre a los que fueron, son, 2170 seres humanos y les hace caminar por entre ellos, los poderosos con una nariz roja, les recuerdan que aunque se crean los dueños y los elegidos, solo son ellos, los muertos, en otras circunstancias
No hay comentarios:
Publicar un comentario