domingo, diciembre 06, 2020

Payasos Sin Fronteras

 Clown

Un grupo de inconformistas labra por los descampados, casi siempre lejanos, a menudo extremos, mensajes para que les afloren sonrisas inmediatas. ¿Ayudarán para desarraigar las profundas raices del dolor que surgió por un maremoto, una violencia sin fin, o un fanatismo en el que toda la sociedad, poco a poco, se va abandonando, pero que en aquellos paises son abismos desde  donde surgen mentes envilecidas, patrocinadas para los aptos de odio que se patrocinan, cada vez más, para nuestros estadios de miedo.

Un tiempo para el payaso. Se despoja de su yo protector, para penetrar en los muros infames con los que se protegen sociedades que también fueron encerradas, entonces para su aniquilamientos, ahora ellos, reducen para quitarles el sentimiento de ser humano.

 Allí los Tortell,  Viyuelas, y tantísimas otras mujeres, no anónimas, porque un corazón que llora pero del que manan insaciables sonrisas, es una nave que de los montes quemados extrae un campo de juego, florido en grandes pizarras donde trazar con movimientos las matemáticas ogros que tiene símbolos con candados de prohibido entrar, en los que jugar para que dando una patada como a un bote, se coloque la lógica en un equilibrio, como por azar.

A Sudamérica, van quijotes con narices rojas, pero sin mocos, para  exorcizar las desgracias nacidas de una tierra usurpada por las ansias humanas, que en su egoismo, por satisfacer, no al pobre, sino las arcas de los ataudes de los mil millonarios, y las huchitas con formas de cerdito en la que calculan los privilegiados de empleos con días repetidos,  obtener réditos para dar exclusividad a sus vástagos aunque sea a costa de destrozar el medio ambiente o socavar las convivencias de habitantes no dueños, sino compañeros de árboles, flores y animales; a los que ellos estudiarán como próceres de un cambio necesario.

A Africa, biciclowns, bicines y tantas clowns que bajan para que en el papel continúo de la necesidad, los niños tracen soles con sumas, restas por los seres quitados, multiplicaciones por las sendas  de desiertas sábanas impenetrables o  deshagan divisiones por los soles que granan las arenas para que desaparezcan las infinitas ligaduras que te eternicen en el paso de dunas.

En el Medio Oriente, penetran por las tuberias túneles instauradas por el miedo- terror que domina a un pueblo al que soñaron desaparecer; para ahora ser estos quienes elucubran con paraisos de lo único, imponiendo crueles cadenas que rodean cuellos de los que etiquetan como diferentes, pero que si mirarán en espejos limpios de apriorismos, serían ellos, necesitados de aguas regadoras de sed y alimentos, cimientos para actos cotidianos de ausencias o de amor.

  Allí, al odio, lo destrozan con una escalera imposible de subir, salvo para el marcial paso, que será estúpido o con una pompa de jabón en el que montan los corazones para descubrir que las fronteras son debilidades de ser humano, que quiere lo del otro, pero sin los pasos intrigados de quien busca lo que le fue robado.

PSF, ¿son ya 25 años? de sólo poner lo fácil, el dinero. Cuando con Luis, con Javi, con Simplicius admiramos a quienes se erigían en grupo para tronchar vallas, abatir muros, fecundar mente.

Quitar el andamio para caminar por el hilo con mi paraguas que en la caída me haga volar a descubrirme en el otro, al que sólo le puedo dar la sonrisa y la rebeldía de querer levantarse cuando el horizonte se cae como una losa sobre el día que parece final

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