Surge el domingo dificultoso, desde sus primeras horas con sus vértigos y sudores; lo físico anda desbocado por lugares donde se busca encontrarse con otras tiempos en los que anida el verano que fue y los aires de la sierra que pugnaban por atemperar los hervores
Es mañana del domingo de compartir con el "Avivir" bullen entre el Miles Davis de Javier Sampedro , Leila Guerreiro y la poesía de lo cotidiano que crea el paisaje de sus palabras, el Juanjo inseparable de su musa y sherpa con el mundo practico y el médico Borja que analiza la medicina pública para valorizar la templanza del tiempo dedicado a cada ser humano para descartar apriorismos
El paseo será desde la sanidad pública, la vida de supervivencia, tan común dentro de la generalizada DANA que deshumanizaron las tropas fascias que aparecieron en los primero momentos, con su jefe regio amaestrándoles hasta las descripciones de las heroicidades en lo cotidiano con los ropajes que describen la casa, los árboles, los viajes con los adjetivos manejados por quien ama las letras.
No nos damos cuenta, como nos narra nuestro doctor infiltrado en la pública, de todo lo que podemos tener cuando no nos entregamos al resultadismo de lo privado.
Si tuviéramos conciencia de como toman nuestro dinero, en nombre de una eficiencia que sólo se les traspasa a ellos en su cuenta de resultados; y se maquilla por sus aduladores, las grandes empresas que construyen infraestructuras con unas ganancias espectaculares de las que derraman gotas a sus "soldados mediáticos" mercenarios. Con ese conocimiento, muchos de sus impertérritos seguidores se quedarían paralizados del daño que se autoinflijen, no a los demás, que parece, sería su alivio.
Muchos tenemos la suerte de no haber llegado aún a ese abismo en el que dejamos las llaves a la desesperación del menos malo; aunque vemos que el coche alocado que damos a los conductores más desquiciados se dirige al caos,
Entonces poco se podrá hacer, perdido el limitado control que nos conceden los grandes conglomerados mercantiles; sólo el darnos cuenta de la banalidad de las idioteces que nos abrigaban para una falsa seguridad que nos revestían de engoladas palabras, sin el sentido de los hechos.
A vivir le han dicho en la reentrada de Kirian, jugador de Las Palmas, en un terreno de juego, con esa brisa otoñal que baña un pinar esa luna llena que ha vuelto a guiar, un día más, al bosque animado de los personajes por los que los ojos exploran en la lenta cadencia del corredor y recuerda las palabras del guerrero del balón en sus palabras de estar orgulloso de pagar, dada su condición de una gran ganancia, aunque temporal, un 47% de impuestos. La sanidad pública le ha salvado la vida.
A vivir visibilizando las trampas de la codicia, puestas por los especuladores para conseguir que las vidas les pertenezcan
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