jueves, octubre 30, 2025

Caminando a una charlotada

   Entras por la puerta y el del staff te echa una mirada cuchillil y te dices uff, la charlotada empieza chunga.  

   No es cuestión de despreciar así que ponemos nombre al de la navaja, Lorenzo, vino como el Sol y su imagen golpea como los rayos. 

   Le escrutas un poco más y, sacas la conclusión que de frente no va a venir. El problema es que tienes que tirar para adelante y te olvidas de él porque no tienes motivo para dedicarle mayor atención. 

 El de la faca tiene otra opinión, ganar audiencia y reconocimiento para seguir siendo el san pedro de la decencia es una tentación a la que pocos pueden escapar. 

 Así que la debilidad de tener que darle la nuca es aprovechada para el lanzamiento de cuchillo. ¿Cuál es el problema?

   Decían esta mañana en esos videos que atrapan, el famoso dicho de "los borrachos y los niños dicen la verdad" y claro el hijo que habia ido a ver a papa ha delatado al traidor cuando procedía a hacer el lanzamiento, con entusiasmo ha señalado a la víctima y ha dicho "dale, dale". 

   Unos pasos por delante, quien avanza, tiene la tentación de abandonarse pero se gira y le comenta al que podríamos llamar difamator o lanzador, venga conmigo y entremos a la charlotada que puede ser divertida.

   Así que le espera para darle un abrazo.  Pero antes tiene buen cuidado de que no tenga el cuchillo. Lorenzo se lo entrega a su chico y Michel, que así se llama nuestro protagonista le dice al pequeño: "lleva cuidado de este arma, puede hacer daño a otros, pero también a ti mismo ", no siempre los que más te quieren, son los que llevan razón.  

  Michel iba a añadir, fíjate en el emérito,  pero aunque el oequrño se ha metido en una mierda que no entiende, tampoco le va a tratar,  él también, como un loro declamador y revelador.

    Así que ya dentro, van viendo los diferentes lugares con variados deformes morales personajes, en uno, un malabarista cuenta como ha construido una nave.

   Lorenzo le pone luz, "¡Qué maravilla parece un hospital!

    Iluminado se dirige a él y se maravilla: "enhorabuena por haberlo sabido".

   El puto niño, dirá después Iluminado, pregunta ¿Por qué lo has sabido papa, si es como la nave donde trabajabas 12 horas y te teníamos que llevar la comida?

    Hijo, ahora como aquel probo machaca que terminó corrupto,  trabajo seis horas y gano el doble. Aprende a no hacer tantas preguntas. 

   ¡Maravillate ante quienes nos dan trabajo!

 Ya, papa pero es que no tiene sala de operaciones como en la que operaron ayer a mamá.

   ¡calla!

   Vaaaaaaaaaaaale; hala que ¡cochazos! Pone los nombres de empresas.

    Si, hijo, si, añade resignado Lorenzo, mirando a Iluminado

    Hola, saluda a un señor que lee papeles en la tele que ve su padre.

     Iluminado da un cabezazo de sumisión a cada uno a los miembros de cada uno de los coches que pasan delante de él. 

  Michel les señala otra charlotada; pero a Lorenzo se le ha nublado la mirada, se gira, tira del brazo del niño y sale huyendo.

  Nuestro hombre recorre el espacio y contempla otros escenarios y reflexiona sobre la condición humana 

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