Si el otro día entrevistan a la ministra de Vivienda en carnecruda y al día siguiente Gabriel Rufián avisa al presidente del gobierno que el problema puede destruir su gobierno, es que el programa del día anterior, el diputado lo oye, seguro, ha mostrado la contundencia en las respuestas de la ministra Isabel, pero no, con la realidad a la que se debe enfrentar de una forma contundente y sin miramientos ya que actúa como un tsunami que arrasa a juventud y familias
Lo dice, con su claridad habitual Gabriel, si alguien quiere ganar dinero con su segunda vivienda porque es más rentable que tenerlo en un banco,
¡Impuestos!;
Primero es la sagrada Constitución, obviando a esos filibusteros que dicen respetarla, pero que favorecen los intereses privados y especulativos que tanto destruye la convivencia en la sociedad.
Se ha creado una convivencia, con un cierto grado de humanismo que están tratando de destruir, la banca insaciable, los poderosos y quienes se han colocado en un lugar de privilegio, a los que se les incrementa sus ansias. En orden inverso a la comunidad que te da estabilidad
Durante años, siglos obtuvieron beneficios de diferentes fuentes que siempre venían de las clases trabajadoras.
Ahora ya, estás reclamando su parte y esas instituciones privadas no pueden disimular más y tienen la Sanidad, la Educación Pública y las pensiones como objetivos, porque ahí están los lechos de dinero.
Todos los gobiernos, tanto el estatal, como los de las comunidades reciben presiones de los grandes fondos de inversión, en los que te puedes involucrado en algún momento; casi todos los miembros de esos ejecutivos piensan en su futuro, sabiendo que en algún momento les desecharán.
Nadie puede estar ajeno a las subvenciones que reciben quienes buscan poner en focos en anécdotas mientras los arroyos, manantiales y ríos de avaricia destrozan los cauces de un vivir en dignidad.
Se halaga el derecho a lo privado, al enriquecimiento, con la adquisición de viviendas, no para ser habitadas por eso inversores, sólo tiene una falla y no es pequeña
Atenta contra un derecho fundamental de la Constitución.
El derecho a la vivienda, es lo primero
Los ciudadanos de un Estado le damos estabilidad a esa inversión, cuando dicen que no hace, no debe hacer nada este País. Y por eso sus inversiones les puede resultar rentables.
Si piden soluciones, Jaime Palomeras, la PAH, las llevan aportando hace años y si, Podemos, ese partido atacado desde tantos frentes lo ha refrendado con valentía.
Valentía, si se han dado cuenta del odio que pueden generar desde asociaciones subvencionadas por empresas regadas por obra pública; ya no es tiempo de protegerse sino de cumplir las esperanzas de quienes buscan vivir en dignidad, sin que la vivienda le suponga una esclavitud. Incluso en eso, esas grandes empresas seguirán ganando porque existiría otro tipo de consumo. Pero la visión cortoplacista está arraigada entre tantas y tantos poderosos que con sólo las inercias siguen generando enormes cantidad de ganancias.
El derecho a la vivienda es un derecho Constitucional.
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