Open Arms salvaría a quien vende odiar al diferente.
Hoy, alguien acude a este instituto teniendo en cuenta las alumnas-os que habéis venido hace poco y me comentaba un profesor que os estaba costando mucho poneros al día.
Existe un dato evidente, sois vosotros y no tengáis ninguna duda, en vosotras tenéis una vida que vivir y cualquiera, no sólo vosotras, podéis tener muros que subir y saltar. Muchos días demasiado empinados, otros, desesperantes.
Es muy fácil, hablar desde mis años, me diréis y nunca os voy a llevar la contraria, sólo retaros a descubrir lo bueno que tenéis dentro.
Las dificultades están ahí, y aquí, conmigo, me gustaría que, siempre, en cada despertar, busquéis un punto para quereros.
Muchas situaciones, algunas personas podrán un pequeño ladrillo más al que remontar, o un cristal con el que sentiros heridos.
No importa, encontrar lo que amáis, lo que os atrae y haceros exploradoras para descubrir lo que hay dentro de cada uno.
Seguro que, en unos instantes, oiréis unas cuantas disonancias; pudiera ser que alguna de mis famosas imprecaciones; hace 15 días miraba Puenteareas como el océano en el que nos hallamos perdido o como un viaje a lo imposible.
Una semana después, vi una pequeña senda para tocarla, después mi profe me demostró que el universo es un espacio muy grande que debo atravesar para tocarlo medio bien.
Persistí, el viernes pasado rodeado de una banda municipal, le pedí al director que me eximiera de seguir, porque sentía que estaba molestando a mis compañeros.
Se tuvo que poner serio y decirme ¡eh, contamos contigo!, camina, ten en cuenta lo que sabe y lucha por aprender, pero no es una opción que abandones.
Estamos en la enseñanza pública, os queremos a cada uno de vosotras-os; no comerciamos, sólo os pido que no os rindáis para muchos de quienes compartimos aula, es muy importante que vosotras salgáis adelante.
Quereros, buscar para que los imaginarios no os controlen la vida y paciencia con lo siguiente
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