Apedrean a los errantes migrantes
gasean incluso a las niñas y sus amigos
nos dan sus manos, para que les disparemos
pero ¡no, políticos, embaucadores!
a los miedos, destapar las carencias
a la prepotencia, juntarnos en debilidades
a los disparos con hilos, conciencia de ver
Niños sin fronteras, como sus alimentos
riquezas impúdicas, sin expeler caridades
Nos somos ellos, con nanas de cebollas
con La Alegria, que comparten en reposo
Migueles, encarcelados en fronteras, dignos
Hernández que se alzan ante barricadas
para que nos veamos, sin estereotipos
implantados por arribistas y mercaderes
que un día se perdieron en sus opulencias.
La frontera de Bosnia, que nos recuenta Isaak
El Lebos que nos desgarra en las heridas de Cris
Soís valientes embajadores de sus sufrimientos
y nos damos cuenta, que sólo una mirada
merece desnudarnos de nuestras alhajas efímeras
levantarnos contra quienes lanzan cocteles
de incendiarios odios, que nos atrapan en llamas
que nos quemarán los abrazos siempre necesarios
Begoña, Peraille, azote para el criminal gobierno
esperanza para quienes vagan, buscando SER
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