lunes, marzo 09, 2020

El Hoy

El señor Hoy, toma el documento y se sienta en su sillón mañana. Allí, se arrepanchinga con una botella de dejadez y un vaso de cribar al diferente por si pudiera haber un enemigo.
No tiene prisa, ya espero durante años para que le dieran el premio que se gana quien ha aguantado tretas y carretas conducidas por taimados especuladores que esperaban docilidad de quienes se sentaban en su puerta para recibir dádivas por su fidelidad y presteza ante sus aspavientos que eran ordenes,

El Hoy, por su fidelidad con nuestros sueños por cumplir le catalanizamos en su proximidad, nos exaspera porque dice leer cuando en realidad indaga, clasifica, anatemiza y en fin, digámoslo da por saco con tanta vacilada.

Leer que leches estudiar, él no tiene tiempo para eso; ya se sabe, se pide un espacio público que ya se debía conocer su funcionamiento con mucha anterioridad en sus criterios para ser cedidos a asociaciones o entidades que lo puedan necesitar para hacer una actividad. Si saben que existen problemas de personal, de seguridad, cuando llegan al gobierno, se reunen con los técnicos y buscan una solución que hagan funcionar ese espacio público; si no, se quita de la oferta.

Y a partir de ahí, ¿qué más quieres?
      Ante una crítica, señor Hoy, no sea El señor Mañana, no puedes ir dando cabezazos pidiendo por una lado respeto y por otro lado magnificar que tu eres el vicealcalde o el concejal de tal o cual gran Entidad, porque por lo primero sabes que tu no respetas a la ciudadanía a la que se lo demandas cuando te entregas a quienes avasallan, mienten, animalizan y bestialiazan la condición humana y por otro lado, eres la grandeza que puedes ser por ti mismo; no otra cosa, porque a tu actual status puedes haber llegado por tus mentiras, tus maniobras espúreas de usurpación de puestos que habían sido trabajados por otros y por lo tanto, tus cimientos son el barro, movedizo por las lluvias que van calando en los suelos que siempre serán alterables.

Estudié señor Hoy, lea para respetar a quienes le piden un espacio; no su parcela, para dar visibilidad a quienes están en condiciones precarias e incluso inhumanas. Si, sabe que está protegido por los Pasados y los presentes codiciosos y mercantilistas pero pongase las gafas que mira a la valla alzada por los miedos a enfrentarse a ladrones poderosos; coja la peluca que tape la calva que reluce en las necesidades de los niñas despojadas de sus techos; pongase el vestido para que de al barco velas, que evite que se traguen los migrantes por las bombas del odio.

Le esperamos señor Hoy, como a todos y todas señoras Prepotentes, son servidores, ni más ni menos de como me siento yo. No cálcule eso lo hacen las bombas teledirigidas para producir muertes. Sea humana, y no es poco

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