miércoles, abril 30, 2025

Louis, aquella voz entre distorsiones

   Nos hemos condenado a nuestra esclavitud. El presidente de Estados Unidos amenaza a un periodista por poner a la luz una mentira en la que insiste ese que fue elegido a través de unas imágenes a las que tampoco pertenece la realidad. 

    Es nuestra condena, que seamos dominados por quienes han elegido una mayoría de nuestros conciudadanos que se han agarrado a unos deseos en los que ellos se creen más libres y sobre todo enfrente nos tienen a los que ellos consideran alejados de la realidad.

    En el libro "Como escuchar Jazz" nos habla de la necesidad de escuchar, entre otros muchos instrumentistas y vocalistas, a Louis Armstrong como una de las mayores prioridades que debemos tener quienes queremos aprender a descubrir la música, aunque parezca que ya es muy tarde.

    Al contrario del amenazante mentiroso, condenado en firme por 34 delitos, nosotros tenemos que llegar a nuestro objetivo con autenticidad, no nos sirve de nada ni mentir, ni amenazar con una pretendida sabiduría que tiene tantísimas fallas. 

    Aquella sociedad americana, podríamos creer que lejana, pero aquí también, nos estamos entregando a la escucha de la falsedad, de las verdades absolutas apoyadas en lo que no existe; de filibusteros que como sus héroes presidentes o heroínas, como la que tenemos en España, saben utilizar las palabras, las imágenes para crear un universo en el que ellas no cumplen nada de lo que saben decir y lo peor de todos encierran a esos personajes embozados en nicknames para convertirse en sus guerreros que cuando son descubiertos, huyen como ratas porque se dan cuenta que a quien defendían, nunca van arriesgarse por ellos. 

    Se ven desnudos, después de haber sido faltones, amenazantes y saben que se les aplica aquel dicho de "Roma no paga a traidores", o aquellos salvajes que actúan al servicio de la causa de Mussolini, que eran apartados a la indigencia, cuando a este le convenía dar una imagen de prudencia. 

     Ahora se repite, la historia y la estupidez con sus adaptaciones, y quienes creían a esos desaprensivos, como pasaba en el libro de Bertold Brecht, "la increíble ascensión de Arturo Ui", podemos afirmar que cuando un pueblo vota, por indiferencia, por dejadez, por dudar de todo, al mafioso, no tienen que esperar otra cosa que este cumpla con lo que ha estado haciendo durante años.

     A Louis Armstrong le seguiremos escuchando en la autenticidad de su música, por si queremos ser parte de ella. 

    

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