sábado, agosto 31, 2024

Empantallado

 Hubo una época en que se decía que la juventud estaba empastillada y eso era motivo suficiente para que hubiera los clásicos debates de nuestros mayores, que ahora lo somos nosotros. No reaccionan están todos con las pastillas, endrogados y no reaccionan ante lo que les está pasando.

   Ahora, es muy gordo, pero entonces también se decía que era tremendo lo que sucedía y lo que esperaba a la juventud. Puede que no nos diéramos cuenta que había una telaraña de cosas sobre las que podíamos permanecer suspendidos. 

    Me imagino que sólo las mentes preclaras ven ese colchón que puede sujetarnos antes de caer en el caos. 

    Escuchar lo que está pasando en Argentina, en los programas de Julian o en La Base de este verano, es clarificador pero no menos duro. Saber que ese globalismo que decían bueno, pero que siempre, los beneficios, se los termina engullendo el rico va dejando de tener gente a la que explotar. 

     Siguen estando los países empobrecidos, pero algunos como Niger, como otros se liberan del yugo de las grandes potencias. Las riquezas de estos países se las vuelven a apañar para que la pobreza sea penalizada, otra vez, siempre, en sus propios países. 

     Empantalladas vemos las marchas del amor a los centros comerciales, mientras se van colando noticias que los jubilados están tomando un dinero que es de los empobrecidos. 

      Coges un carro por si, aún, hubiera alguna oportunidad y no te das cuenta que te están arrollando porque el relato lo tienen siempre ellos y sus voceros, sin escrúpulos, pagados a precio de oro, porque los ricos si pagan a traidores, que mendigan su propia supervivencia, porque en realidad son unos indigentes, morales.

      Nos toman las imágenes y nos hablan de criminales que tienen que llevar cuidado de lo mismo o menos que han hecho ellos. 

      Nos hablan del mal, pero la bruja averías, diría que déjate de tonterías que si les dejan, nos maltratarán de aquí a Almería y fíjate que en este sitio, la tierra esquilmada para el lucro inmediato y la esclavitud sobre personas que vienen de ser robadas en sus propios países, pone el listón muy alto.

      Empantallados y embobados y las soluciones, a ver quien las visibiliza si los señores feudales tienen ahora la pantalla global y se creen con derecho a pernada de cada uno de nosotros. 

      Menos mal que está el chico Kohón y con su hermano, pueden llegar a crear un duo, los Kohones, para que hagan jugar a un equipo ya fuera de las máquinas, en la realidad. 

       Crees que dominas el mundo y que puedes matar con la punta de tus dedos todas las personas que generan injusticias. Te pones al tema y tras un tiempo

    ¡eh!, si, si, ¡te lo digo a tí! Tómate un descanso y ves a tal sitio. Allí te encontrarás con tu alter ego, guíñale el ojo, antes de volver por aquí. Mientras un pan te llega con un aceite, lo examinas y lo ves sin ningún peligro. Lo ves brillante, que se derrama sobre tus labios.

     Alguien ha cogido un fruto, lo ha tratado; otros lo han almacenado y han especulado con el producto obtenido. Un 60 por ciento más caro. Te darán 20 mil explicaciones. No las escuchas, blablabla, bla, jugar; antes pagar; siempre están hablando, 

     Jugar, aceptar, pagar, callar, empantallados

viernes, agosto 30, 2024

Bucear hasta la cueva

 Encontrándose escribiendo la crónica de un gran partido, recordó que había registrado alguno de los movimientos, ignotos para él.

 Se dirigió hacia su cámara para revisar las imágenes tomadas; por cosas de estos tiempos y estas tecnologías, apareció un programa que había visto la luz meses anteriores. 

  La indignación que le había producido la primera vez que escuchó aquel podcast, volvía ahora. Existía de antes, hablaban de las mentiras repetidas mil veces que se convierten en realidad para mucho, ya antes de Goebbels. 

  Recogía el programa aquellas mentiras después del 11M. Hablaban Gumersindo, director del digital del periódico que dirigía el amoral Pedro José; por otro lado, un Rodolfo Ruiz, inspector de la policía nacional, parecía no entender tanta maldad ni tan demoníaca.

   Sientes el veneno que inyectaron a nuestra sociedad, políticos periodistas, peones negros, y otras instancias de poder. No se ha recuperado, hoy la institución armada confía su preparación a clubes sustentados en aquellos que defienden la visión criminal de aquellos periodistas que como en la Mafia dirían no te lo tomes a mal, sólo es negocio. 

    Mientras destruyen vidas, y no somos parte de esa película, queremos ser respetados. Una utopia; el mismo partido que patrocinó aquellas mentiras, sigue apoyando a panfletos, en el peor sentido de la palabra, que no le importan las vidas humanas a pesar de utilizar señuelos de amor por la vida y la libertad.

   Te recuperas de oír la Maldad en una de sus extensiones más violentas. El escenario está preparado, las cámaras, a punto; los comentaristas, estudiados los jugadores y tácticas. Los árbitros, para que. Contratas un economista, no por nada como Taburete, bueno, risas, sino por vacilar.

    Los jugadores saltan con un cierto retraso, comprensible, dicen, los calores. Echan la moneda al aire. Cada uno quiere que sea la suya. Las tienen trucadas, ambas.

    Se les torpe, dice el comentarista. El árbitro, les recuerda el objetivo. El economista, les hace las cuentas de golpes, en la cabeza que parece haberse dado. En el marcador, los goles que son topetazos que parecen tenerles afectados.

    El reloj, me dice el baterista. Yo creo que me la aprendo, no parece difícil.

jueves, agosto 29, 2024

Piragua y Palencia

 Sale una mujer de una consulta. Por allí, no acudió Juan Carlos; otros muchos, tampoco. Vivían el deporte y pareciera que este les daría la eternidad.

  Ahora, ya, con los pasos de plomo, sabemos que no. Entonces, 20 kilómetros parecían pocos. Un descenso, un dejarse envolver por la naturaleza, tantos y tan diferentes paisajes.

   A Palencia la visitábamos con la excusa del Kayak polo pero las aguas bravas, siempre les guiaron sobre todo a la otra parte del grupo. Jota una vez nos enseñó lo que era apretar una cincha sobre unos barcos. Risas y nuestro amateurismo como en La Seu expuesto como una cadena a la que rompimos a base de inconsciencia y disfrute.

   Galindo siempre nos cuidó cuando acudimos a aquella ciudad, algunos de nosotros la disfrutaron mucho más que otros. 

   Dormir en su pañol, era nuestro hotel sin paredes para estar agradecidos porque no necesitábamos camas, sólo reposo; como aquel día que se perdió la consciencia aún estando hablando en un grupo, puro cansancio

 . El Juan Carlos que han encontrado cerca de Tui, no era del Palentino, sino del Tritones, pero con 65 años seguía siendo un enamorado del piragüismo. Se encontró en cada línea de agua en la que se montó o cortó.

    A los del Palentino, nada competidores en el Kayak polo, cuando lo retomé, les recuerdo volviendo a ser afables, receptivos y de alguna manera abriéndonos la puerta para entrar en la élite. No nos la merecíamos y terminamos siendo un equipo ascenso, sin un grupo que se consolidara a lo largo de la segunda época.

    En Cervo, Lugo, cuando el desánimo ya se había aposentado en mi ánimo y marché a contemplar el Cantábrico para relajarme; porque tenía noción de estar en un grupo pero no en un equipo. 

    Acudieron a contar la nueva oportunidad que nos habían dado los chicos de Palencia. La aprovechamos pero fue una Luz de Gas.

    De ellos, de los Juan Carlos López o Galindo siempre tenerles alojados en nuestros corazones.

   

miércoles, agosto 28, 2024

Tortazos repartidos

 El aire contenía el perfume de nuestro protagonista por aquellos palcos que le ocultaban, a la vez que a la plebe sólo les ofrecían la visión de los maravillosos productos que les servían a seres tan exclusivos.

 Nadie podía escrutar el paño de su traje exclusivo. La testuz de diez orangutanes excitados por una camiseta, nunca se giraría hacía el glamour que exhalaba nuestro protagonista. 

 Si dos imanes se repelen, una riqueza dirige la fuerza de sus siervos hacía quien desnuda las formas de haberla obtenido. 

  La pregunta es si los puños de todos ellos resudan oro y perfumes en casas de ensueño. Extraemos como una muela podrida, a uno de ellos, para intentar paliar su infección. Permanece digno, incluso al llegar a su habitación, llena de posters y necesidades. 

  Con un cuidado infinito, le aclaramos que la extracción de todo el veneno que ha sido capaz de absorber, puede ser dolorosa. Si quiere, te podemos dar un poco de cloroformo en pequeñas dosis; no sé, le digo, entre temeroso y despistado; pudiera ser un poco de Pandemia Digital.

   Me mira, ofendido, y me anima a proceder. 

    Su inicio, rememora, a la adolescencia la pasó en un instituto público y allí, habiendo recibido, ya, altas dosis mortales, para otros, de populismo, las rebozaba entre las diferentes trampas que preparaba y repartía entre sus compañeras-os. Tenía su público, quien no lo tiene a esas edades cuando revoluciona una clase y pone la autoridad de un profesor en entredicho.

   Le costaban los estudios; era bastante más fácil seguir una bandera, unas palabras, unos himnos. Todo estaba simplificado; no le pedían comprensión lectora, sólo repetir consignas, pero fáciles. Le pusieron alguna imagen de Jhon Wayne o de Gregory Peck. Tenía una cierta habilidad para copiar y remarcar esa dureza, impostada, en actores como él mismo.

  Alguna vez, se topó con alguien que le puso en evidencia; bueno, tenía, otra magnífica capacidad, la de fingir un compungimiento que le provocaba una risa interna, cuando salía del despacho del director y una mirada de cuchillo de odio con el que parecía rajar a quien le había expuesto en sus contradicciones.

  Nuestro héroe, por su traje, su perfume, su porte general y su andar levitando era un magnífica exhibición y espejo de algo a lo que todos deberíamos aspirar. 

  Pasaba que extraído del grupo, nuestro púgil, y entre la sangre que habían generado en su apaleado antifascista, aparecían pequeños cristales, parecían rotos, desechables, quizás merecían algún que otro martillazo para que nadie de nuestra sociedad se pudiera hacer daño.

   El solo hecho de ese pensamiento, le calmó, sus sentido de defender a los suyos, ¿podía haber algo más grande?, se preguntó y gimió con un cierto placer, que intento contener, pero le produjo una leve sacudida, mitad obscena, mitad concupiscente.

   Ante de empezar esa pequeña ensoñación que le había venido a la cabeza. El aporreado, tuvo un penúltimo gesto hacía él, le quitó ese martillo y por esos cristales descompuestos del espejo que glorificaba al "ojalá hubiera muchos como él" se pudieron ver todo lo que componía la perfección del hombre sin nombre.

   Niños trabajando en unas condiciones demasiado precarias para la existencia animal. Especulación con barcos retenidos hasta que el precio subiera de forma impúdica. Una puesta en escena en grandes comercios, que no competían contra otros, sino contra sus clientes para hacerles palidecer en sus bolsillos y ser menoscabados en su condición humana, con propagandas tan obscenas como ir a ligar a un sitio donde pagas todo un 50 por ciento más caro que lo costaría sin tanta desvergüenza perfumda y mediática.

     El niño golpes dados se agitaba como si hubiera sido encerrado en una plaza. Escarbaba en el suelo y no sabía hacía donde tirar. El despojo de un trozo de tela impregnado de una carne chamuscada de un último incendio, nunca sabido entre nosotros, le produjo tal repulsa que derrotó a diestra y siniestra. 

   No dudábamos que el proceso sería largo y que deberíamos estar preparados para que, como el animal herido, con un dolor atroz, en alguno momento, nos volvería a lanzar alguna otra dentellada aunque supiera que le estábamos ayudando en su proceso de curación

martes, agosto 27, 2024

Golpes con tarifa

 Los coches eléctricos chinos podrían introducirse por el Occidente capitalista con un coste competitivo para muchas economías individuales, pero es una ilusión, los que controlan este sistema  y quienes actúan como marionetas políticas imponen quien gana y quien paga. Vamos tu ha aprendido como buen alumno, capitalismo para obtener los productos más baratos y  comunismo, pocas oportunidades porque no hay competencia que estimule dar lo mejor de ti mismo y va Trudeau y te dice: coche eléctrico chino 100 por cien de aranceles. Diamantes y petróleo extraído de un país arrasado en guerras provocadas, el impuesto es la sangre derramada, pero tranquila ya se ha lavado y a ti, el diamante es para siempre.

  Te quedas rascándote la cabeza, con la idea que algo se te está escapando. Lo vas a decir en alto pero entonces te viene algún púgil y este lo tiene claro, hostias no lo ves, antes no había robos, el tío Paco, a su propia familia la hizo mil millonarios y nosotros estábamos felices o ¿no? 

   En ese: "¿o no?, empiezas a ver algo raro. El animálico, cariño a rebosar, se ha ido haciendo atar la mano a la espalda. Te anuncia que la buena es la sujetada, la otra: su zurda, no la de los malditos zurdos, es más torpe. 

   A ti te entran sudores, ¿por el tamaño del puño?, 

   Bueno, pero sobre todo por la ignorancia demostrada. En el ariete le han insertado una cinta, recordemos su admiración por lo antiguo. Un chic, le podría provocar una corrosión cuando se produjeran los primeros sudores por las incoherencias que le empiezan a golpear a él.

   Al principio, la patina de todos los apriorismos aprendidos, hace que cualquier razonamiento le resbale a una velocidad que le da seguridad. Si se va rápido, es que es muy seguro lo que yo defiendo.

  Con el paso de los días, ves corretear a uno de tus vástagos con un ruido que ya lo quisiera para sí una carraca. Una hora, dos, por la cuarta algo no te cuadra; ves las imágenes de Gaza; un niño con su cabeza destrozada y mira que el tuyo te tiene en una dimensión del caos, pues te hace vomitar la visión de ese asesinato deshumanizador. 

   Gigi, el golpeador, se queda mirando ese coche eléctrico; luego le llega la palabra Democracia, mil veces, como diría el del chiste "pocas me parecen" y te aparece el capitalismo de Canada, del embajador estadounidense Santana que te dice que el exponer a los jueces a ser votados por los ciudadanos no es justo. Lo va a hacer el México de Claudia Sheinbaum. Gigi, se vuelve a rascar la cabeza; claro, con la mano zurda y con el guante, ante el peligro que se la are. En su fuero interno se pregunta, si yo soy el apaleador en defensa de una democracia y en esta se ha votado y deciden los ciudadanos que van a dar su confianza a los jueces que ofrezcan una actitud, al menos, de análisis ante, por ejemplo, un tratado internacional que me perjudica a la hora de comprar un coche para mi prole que sea más barato.

    Tu, esperando el guantazo, ese que se ha virilizado ahora que tienes que aguantar a cambio de un dinero, siempre menor del que obtiene el que edita el video de tu estupidez. Como decíamos, inerte y ensombrecido tu futuro, miras al orate, ahora ves en él, una pequeña luz; algo no me cuadra, susurra. Me he cansado de decir que antes, antes, antes todo era mejor, pero yo no vivía en aquel entonces.

    Luego veo al niño decapitado, ¡coño! que ni mi niño, el de la barrila a prueba de hipnotismo y pastillas calmantes y por fin, si con el capitalismo bueno de entonces, que nosotros defendemos, quedamos peor que unos zurdos porque hacen que todos los coches parezcan comunistas los precios. 

    Sus ultimas palabras, cuando se vuelve y me da la espalda, son que se "está chinando"; yo, imprudente, me da por preguntarle, ¿entonces no me vas a dar la hostia?

     La cabra tira al monte, mira que lo he oído mil veces, pues mil veces y una, como las noches, que cometo la misma estupidez. Se vuelve, me mira, había antes una gran superioridad, en los ratos anteriores en los que nos cruzábamos la vista, entre la mía, hundida y la suya, inyectada en martillos de odio. 

      Se dirige hacía mí, firme; doy un paso para atrás. Me habla, no rezuma; me pide que le desaté su mano derecha. 

     Dudo, como no voy a dudar, si en esos vídeos repetidos a cámara lenta se observa como el cerebro se descoloca y a duras penas vuelven a su orden primigenio. 

     Me interroga, y eso me alivia, dicha sea la verdad, y dices que en el programa de ayer de la Base: Inna Afinogenova e Irene Zugasti, junto con Alina Duarte analizaban como Cánada o Estados Unidos o España se niegan a que se elijan jueces por los ciudadanos para que si un tratado perjudica a sus industrias, se difame al dios capitalismo que tenemos en nuestros altares. 

     Se alarga en sus divagaciones, disertaciones, lo cual no esperaba, dicho sea con sinceridad; ¿qué pasa con los jueces actuales? ¿ayudan a las empresas ya establecidas y perjudican a gente como yo?

       ¡Uff, me dije para mis adentros, aquí va a pasar algo.

        Luego reflexione y supe que no era para tanto: porque uno se plantee poner limite a su tarifa de golpes, por alguna pequeña reflexión, no va a pasar que hay una manada de búfalos que siempre estén dispuestos a salir en estampida, por nada; quizás porque a alguno se ha movido porque le han metido una guindilla por el culo; lo cual seamos justos, con almorranas, escuece.

lunes, agosto 26, 2024

Viento

 Al levantarse esta mañana, observó que las cosas habían cambiado. Después de las dos primeras horas de su llegada, tenía todo colocado, porque la práctica, pese a su cabezonería le había hecho comprender que el caos de otras veces, podría invadirle de nuevo  En aquella situación había desaparecido su hijo, absorbido por un agujero al que no dio importancia en repararlo, cuando se percató aquella tarde de la temporada anterior.

  Aprovechó que ellos jugaban con aquella máquina, para poder instalar el material que utilizaría en los siguientes días de la forma más eficientes.

  La arboleda era frondosa, joven y mecida por unas gotas que parecían navegar por aquel espacio. Más adelante corría un manantial que con el paso de los años le parecía mágico; apenas decrecía aunque alguno de las temporadas de verano habían sido muy cálidas. 

  Se había alejado del sendero porque tenía como obligación de aquella temporada, aparte del proyecto que le había llevado hasta allí, leer a Tom Spanbauer. 

   Los caballos tenían memoria del año anterior; enseguida encontraron al hipnotizador que se había librado porque ya estaba enganchados que nos devolvió a las montañas gélidas en las que pasábamos largas temporadas.  

   Aquellos primeros instantes de la tarde, libres de mi custodia, encontrado el hipnotizador, los équidos le hicieron creer de su docilidad; él la achacó a sus poderes. Stern no reparó en el aquelarre que se estaba produciendo.

    Cuando le tuvieron confiado, lo suficiente cerca para aplicar una coz cada uno de mis caballos, se la insertaron, uno sobre el pecho y el otro, en el brazo derecho de aquel aprendiz de brujo, Le dejaron que se recuperará y a continuación lanzaron un sonido que era la respuesta que le daban a mi hijo cuando jugaba con ellos;  a mi, embebido en mis tareas de dar ser más pragmático, me pareció que podía haber vuelto, pero mi racionalidad lo achacó a mi mente que le regresaba una y otra vez, al espacio por aquel orificio, sintiendo la impotencia ante la realidad de su ausencia.

    Eurión, hipnotizador de profesión ponía en su tarjeta, supo también lo que querían conseguir los caballos. Desengañado de su poder, tras sufrir otras dos coces de cada uno, emprendió una lánguida y penosa marcha. 

    Supuso nuestro ávido lector de Tom que les habría llegado hasta un pequeño acantilado desde donde mirar correr las aguas. Allí, entró en pánico, tras recibir otra tremenda ración de patadas en lugares más cercanas a lo vital. Se puso a arañar la tierra, de forma lenta, luego mirando a los ojos de Cuki comprendió que debiera acelerar la resolución de aquel sufrimiento. Ante la aparecieron de unos huesos, recibió un último golpe de Conan que le arrojó sobre las aguas, en las que permaneció inerte y boca abajo, llevado hasta una corriente.

    Cuando acabó de colocar la tienda en la que permanecerían en el siguiente mes, llegada la noche, paseo con los caballos, hacía aquellas aguas, donde encontró al hipnotizador. 

    En aquella noche tenebrosa, le sacó de las aguas para enterrarlo el día siguiente. 

    Volvieron a descansar y al día siguiente, no encontró el cuerpo sin vida. Pensó que la gran tormenta de la noche, le habría arrojado sobre las aguas de nuevo. Arriba del acantilado, pensó en la inteligencia animal que habría construido un túmulo con el cuerpo de alguno de sus semejantes. 

    Sintiéndose concernido con aquella pequeña tumba, la depositó uno de los anillos del cádaver de la tarde anterior. 

     A los animales les embargaba una tristeza infinita; él les buscó para compartir su desazón. Acarició su testuz y se dispusieron a regresar, distintos.

domingo, agosto 25, 2024

Ser intenso. Gigante

 Asisto a la enésima proclamación de ser todos iguales, de los extremos que son malos y el mediocampismo como solución y apaciguamiento de nuestra conciencia 

  Luchar por una sociedad que se cuestione los cimientos que la fijan en el dominio de los poderosos se lo debemos a todas las ellas que dejasteis por el mundo, demasiado pequeñas. A mi manera, para que sepa que te debemos muchos momentos de risas y para que vea que las queremos en un mundo mejor.

   No, nunca serán iguales esos extremos en los que apaciguamos nuestra toma de postura; uno, el de las palabras grandilocuentes: España, himnos, invasión de sus llamados "menas";  de vendernos la solución de la violencia con sus seguridades de control y palo. Ese mismo extremo de confiar todo a lo privado, pensiones, sanidad, educación; a los donativos de las grandes empresas que no pagan lo que le deben a la sociedad.. La estructura Amor a la Patria, para salvaguardar el modelo que no tiene ciudadanos.

    En el otro, la consciencia de las diferencias no para ser punitizadas sino para ofrecer un modelo común. Consciente de la ciudadanía a la que se le debe dar una acceso a la vivienda digno, por encima de grandes fondos especulativos, de ese amado paraíso, del otro extremo; aquí, siendo respetada en el individuo, no el magnificado individualismo, siempre débil ante el poderoso.

    Instalados en el análisis de ese otro, diablo extremo, señalamos su deseo de pedir a los mas ricos que paguen los impuestos que les corresponden, si no más, porque esas banderas e himnos que nos dan para nuestro entretenimiento o exhibición ante esta famosa y denostada esquina del tablero, no nos alimentan. Nos vale la metáfora del taxista al que no se le paga su servicio pero se le da un pequeño donativo envuelto en una bandera y con sonido de himno. Ni a nuestro protagonista le sirve el donativo, ni las apariencias, sufragan los propios gastos.

    Sigue pesado quien niega que los extremos se tocan, por malos, siempre se ha dado a entender. Desde la tranquilidad que da sentarse en el término medio, tampoco se analiza ese miedo a la violencia cercana, vendida como un mantra por nuestros opuestos, allí les dejamos al principio del escrito; ese díablo, Podemos, verbalícemos,  nos habla de las aguas movedizas de la violencia que admitimos, ejecutadas por las estructuras a las que aceptamos.

  Se apuesta, invirtiendo a la industria armamentística. Premio seguro para apostadores con cartas marcadas, que nos hace estar silentes ante el derrame de vidas, de la que si somos responsables. 

  En el otro extremo, palabra demasiado repetida hoy, defienden la vida para quitar la libertad a quien toma su propia decisión; pero callan,  en esa denuncian, en esa izquierda que marcan como furibunda pero que no admiten la maquinaria de guerra como patrón de vida, admitido por nuestros silencios.

   Estamos en el lado que describimos que la veracidad de una destrucción de un gaseoducto por "uno de los nuestros", nos violentó en nuestra existencia: amenaza de desabastecimiento, incremento descomunal de los precios. Se pidió, ese "maldito Podemos" que se toparán, por ser especulativos. Esta esquina pidió que pagarán más los enriquecidos por sus obscenas ganancias. Pero no, los de enfrenten callan, la ciudadanía acepta, porque la violencia del próximo, nos atemoriza, igualamos para explicitar nuestras impotencias de poder luchar contra los poseedores del relato.

    Suena el corazón que os tiene a ti que te fuiste, y a las tuyas que nos permanecen ante nuestro compromiso por darlas un poquito de lo que, quizás es sólo un sueño

    El próximo timbre está por sonar; casi no le pertenecemos ya, o quizás, para siempre, si. Golpea con la violencia de sus actos, el dinero tomado por instituciones protegidas, enriquecidas por siglos para educar desde las diferencias de medios. Lo denuncia aquel lugar lejano, de un círculo que dicen les hace cercanos. Es mentira, están al lado pero con muros altísimos de selectivismo en razón a los medios que se poseen y a decisiones que ahondan el abismo de las diferencias que les separan. Instituciones privadas, la mayoría religiosas que proclaman el magnánimo "dejad que vengan a mi", pero hablando de dinero, no de la infancia empobrecida. Y entonces, ya mayoritarias, ya selectivas, dan prácticas a su alumnado, mientras los públicos agachan la cabeza porque si todos son iguales, no hay nada que hacer. Los pagadores son más iguales en su superioridad mercantil

   Pero si, existe un relato y este es el de los podemitas que niega el derecho a dar una educación diferente, excluyente de oportunidades en razón al dinero; por causa de una demoniaca maquinaria que les exime, incluso, de pagar impuestos a esos celestiales conglomerados y sus beatíficos y ciegos beneficiados.

   Es tan grande las diferencias de esos igualados extremos y tan largo el camino por recorrer de quienes no tienen quien les cuente el relato que en la noche tintinea nuestras estrellas fugaces que dejan cicatrices de compromiso desde nuestros solitarios pasos.

sábado, agosto 24, 2024

Atravesar desiertos de perlas imborrables

 No volvía la vista atrás; un gran problema. 

 Sobre una tarima se habían dejado dos peces y un libro. Nadie entendía el significado, aunque tampoco lo tuviera para quien había hecho aquella disposición. Abandono, derrota parecía significar

 Las hojas palidecían por no recibir el aire, pero la voz de Dylan retornaba en Brownsville Girl llevarme por todo un escenario para reconstruir. 

  Haber olvidado la canción era una opción vital porque Bob había llegado tarde, quizás en el momento justo, para que descubrieras toda la profundidad de sus incontables letras.. Está claro, tarde. 

   La aparición de nuevas canciones, con sus reinterpretaciones absorbían el carromato donde se acomodaba todo el equipaje que portaba cada una de ellas y como Tom Joab cuando salías de un lugar que te tenía encarcelado, recogías todo y te entregabas a los descubrimientos de un Desolation row; már tarde a Not dar yet o incluso, en la reunión con tu gente, veías al final de la barra a Lily y buscabas la manera de invitarla. Ahora ya, no dudabas en decirla que era una invitación a un encuentro sexual con todos los sentidos.

   Hoy, el choque con brownsville girl se antoja, otra vez, brutal; como queriendo respirar en cada uno de los aires calientes de los miles de matices de las arenas de un ignoto desierto de palabras por recorrer y encontrar el origen del mundo en cada uno de los granos de las letras.

   Una ola amenaza con destruir el velero; allí, la niña de la mirada triste de la tierra baja; se pierde en el inmenso susurro de una tormenta lejana: Los rizos de la niña observa a lo lejos un vaquero,  le contempla como armado, penetra en las tierras inexploradas para crear una nueva vida. 

     Se enfrentan a sus miedos, llegan a un lugar que no les pertenecía. Los ojos de perla, se tornaron tristes.

       El saxofón descifra las vidas de Gregory descifra las vidas de aquellos lugares conquistados. Estábamos absortos en su belleza, mientras destruíamos el origen de la profundidad de aquella mirada., 

viernes, agosto 23, 2024

Cuevas de sonidos. Shooting star

 Son sólo cinco líneas. En los cuadernos de Rubio, aquellos espacios delimitados nos modelaban nuestras letras y nos verbalizaban que mama nos mimaba y que la moto te puede gustar. Sería entonces, luego te das cuenta que la moto se gripaban porque no siempre había un cuaderno donde apuntar todos los cambios y cuidados que tienes que tener sobre ella.

  En esas cinco líneas visibles y teniendo en cuenta las  invisibles se puede escribir un amor pasajero porque la violencia destruyó aquella belleza en la que os habíais sumergido los dos. 

   En otro momento te encuentras cerca de cada una de las flores centellantes que suenan a la entrada de un bosque donde adentrarse con el miedo de encontrarse a un enfervorecido seguidor de un dios al que han domesticado.

   Standing in the doorway, llorando, me llega las notas clamadas de un médico, destrozado, que trató de rasgar por todos sus conocimientos para salvar la vida de una madre y de un niño que está en su vientre.  El ritmo de su voz es lento, pesado, como si al instrumento le hubieran puesto unas piedras a las que debieras dar plasticidad. El granito escucha y devuelve indiferencia; un joven cree que apretar un botón le librará de un enemigo. Alguien lee este escrito y no encuentra el color rojo de las amapolas a las que acariciar para calmar los odios que le inyectan y ponerlas en la boca y robarlas las bellezas encerradas de ese instante que le enseñaron a odiar

   Suena la batería enfebrecida del corazón de un doctor, mientras frota la piel de la madre agonizante a la que se le expulsan sus últimos hilos de conexión a la vida y en ellos, intenta canalizar un flujo de besos para que un niño aturdido dé una bocanada para cantar a la madre a la que desgarraron de todos los abrazos que él añora.

    Esas cinco líneas maestras, encierra tantos tesoros que pongo las radios para descubrir a los piratas que extrajeron aquellos tesoros. Rasgaron en paredes para deslizar perlas donde brillaba la voz de Amy, que permanecía yaciente, clavadas por las enfadadas estacas de los sacerdotes que escupen conformismos.

    En las fueras, un viento penetrante insemina una pasión atemporal de un Bob que traslada su mensaje con los cientos de traje de una mente inconformista.

    Un pentagrama en blanco, cribar arenas y piedras de escuchas sin el deseo de descubrirse para tallar gemas que se deslizan sin besos.

    Un saxo busca el aire presente y el abrazo de la memoria de quien sorbió la vida. Dibujar por las negras pizarras de una noche preñada de estrellas para tocar la impresión de una fugaz que impregnó ciertas complicidades y sonrisas por la ironía de haber conocido mentes diferentes.

     Shooting stars. Emergieron y no perderemos su estela para mostrar su fuerza a quien le sucede

jueves, agosto 22, 2024

Un bosque

 Aquel árbol no parecía indicar todo lo que sucedería después. Era bello, tenía unas hojas esplendorosas y ofrecía una estampa que daba prestancia a la toma que había realizado el fotógrafo. Sus ramas parecían haberse retorcido para crear un paso de aire que provocará un sonido único. 

   Se hallaba presidiendo una pequeña colina, que visto desde nuestro desértica guarida nos daría por pensar que era la excepción que confirmaba la regla de un terreno que invitaba a la salida de aquel lugar infernal.

   Se habían sucedido diferentes mensajes para que lo examináramos de cerca. Un aroma violentaba aquella sequedad. El sol pugnaba por crearle una sombra que no terminaba de dibujarse sobre el terreno. Por último un ulular de un ave desconocida parecía desafiar los cañones de los cazadores que andaban en sus puestos en una noche de luna llena.

   Ella inició unos primeros pasos, pero fue su nuera Petronila la que mostró un vigor mayor a la hora de escalar aquel pedregal que se movía como la boca de un cocodrilo insaciable. A cada paso la suegra soltaba una maldición y Juan, su hijo, la certificaba como si el cartero tuviera prisa por marcharse. Nuestra heroína se había acostumbrado a aquellos improperios y lanzaba avisos de próximos movimientos con una frecuencia mayor de los que ella producía; conseguía que los movimientos de madre e hijo, generarán en si mismo un magma que parecía desintegrar el último agarre que había tenido. 

    Con una sonrisa de oreja a oreja de Petronila y con un baile próximo al de San Vito de madre e hijo, procedieron a tocar el tronco de nuestro árbol para que a la vez les sirviera de bastón en el que apoyarse para contemplar,, ya incorporados, aquella grandiosa y frondosa visión de lo desconocido. 

    Si antes había un único sonido que parecía repetirse por los diferentes puntos cardinales, ahora un búho abría, aún más, los ojos para coquetería de María que siempre creía ser el motivo de cualquier evento o situación. Dos águilas cambiaron de lugar, como si su lecho de amor hubiera sido mancillado por aquellos inoportunos, siempre, humanos.

    Una cierva empezaba unos tenues sonidos que luego de una hora, descubrimos que nos había apartado de su cría; cuando ella nos rodeo de forma ágil y acudió junto a su prole. 

     Una piara de jabalíes parecían recién salidos de su charca favorita. Una especie de sauna a la que no tenían acceso los melifluos humanos. Siempre evitando espinitas o cualquier enredadera a la que parecían, predestinados a ser anclados, con la única suerte que no había una araña que continuará la faena.

     Por último, Julia apareció, se había metido en el bosque hacía tres días, y ahora, salía magullada y con el tobillo derecho entablillado de forma aparatosa. Les comentó que había entrado en aquel bosque por un pueblo, que ellos sabían, estaba a treinta kilómetros. Había vagado y la histeria amenazó con ahogarle en diferentes ocasiones. Sólo su pericia y al haber estado en las últimas olimpiadas, en la modalidad de waterpolo le había concedido una nueva oportunidad. 

       Ellos cuando les explico el motivo de la salvación de aquel deporte, sonrieron con una cierta ironía, hasta que Petronila fue salvada de la picadura de una víbora por una certera patada de su salvadora. 

      Debajo de aquel árbol, ya no tan solitario pararon; estudiaron las posibilidades pero un Juan enfebrecido las quitó cualquier duda. Cogieron varias ramas de aquel árbol de la vida y de la ciencia y le hicieron una camilla que con más o menos suerte descendió por el canchal. Alli relajados, encontraron que Julia se podía comunica con Nacho a través de humo. 

       Juan se volvía cada poco tiempo a mirar el árbol y después contemplaba todo lo que le rodeaba y no podía creer lo que había visto y les estaba contando Julia.


miércoles, agosto 21, 2024

Desinformacion

  Pareciera que está de vacaciones y por el contrario es el momento en el que no está desinformando.

   Le echan en falta, pero, sólo en su presencia. No le piden honestidad, dignidad, lo único que le piden es que confirme sus pensamientos.

   Ayer dejábamos un campo lleno de desangrados dueños de cuentas que cuando han salido al campo de la realidad se han comido, más o menos, entre ellas.

   La realidad superó a ese escrito, cuando los dueños de esas cuentas que escanciaban odio, supieron que serían investigados, salieron como ratas de las pantallas por las que escribían deseos de muerte contra el diferente que había sido señalado.

   Provocadores, incitadores a guerras santas a los que les tiembla sus seguridades ante la mirada directa del señalado que le enfrenta.

    A Raúl Solís le defendemos de esos pequeños secuaces. A los Ferreras, Vallés les dejamos que expulsarán noticias contra quienes defendíamos. 

    ¿La diferencia? Estos son unos amorales pero cubiertos en dinero que claman por su libertad, incluso para insinuar lo uno y lo contrario. 

    Canallismo en estado puro

    La elección del foco de la noticia no es inocente. El grupo Planeta no pone delante el dinero recibido por la Comunidad de Madrid por una nueva Universidad privada, que mane títulos por oro, para dejar una alocución en la que Ayuso expulsa escritos marinos sin ningun contraste de lo afirmado.

    Del informe PISA no podías dar una insinuación sin antes confirmar los datos, si lo deglutes al exterior, sin confirmar sus componentes en realidad eres un envenenador.

   Es muy fácil apartar al deportista dopado, gente arrojadas a las arenas del pan y circo que pueden ser suplidos por nuevos Espartacos de más o menos éxito.

   En la política, aún demostrado ese dopaje, está tan generalizada la mutua desvergüenza que se protegen e incluso crean escuelas de moralidad o en su defecto se acogen a cualquier iglesia que dice tener el manantial de la Verdad. 

   Aquí andamos esperando que vuelvan, con su coraza, sus medallas de autocomplacencia y con ese color platino, que le mimetiza ante las arenas movedizas a la que nos lleva

martes, agosto 20, 2024

Como no lo habíamos pensado

 Paraísos fiscales para que acudan cruceros donde evacuar todos sus residuos. Allí, dada la mínima permanencia de los visitantes se pueden lanzar bulos que afecten a los seguidores de los subvencionados por clientes de ese lugar paradisiaco 

 A los efímeros ocupantes les pueden vender recuerdos de las propias vísceras obtenidas de una pelea multitudinaria entre los exaltados seguidores de los buleros. 

  Azuzados por la irrelevancia de unos fiscales sumergidos en miedos, esas cuentas investidas de odio, se harán humanos, como un dios anterior. 

  ¿Podemos negarle ese privilegio, ese sueño? ser una repetición de la historia

   Hechos hombres, mujeres, empiezan a creerse bulos, pero esta vez en un Waterloo alcarreño, más o menos por Hita; o prefieren, a su calentamiento interno, una efervescencia que incendie lo anterior, por ejemplo, los Monegros; al atardecer, sobre las 7h35' de un 20 de Agosto.

   Allí, rememorando a aquel dios, son tortaceados por bulos, primero de los seres que mejor pueden odiar, Pablo Iglesias, Raúl Solis, Laura Arroyo, Manu Levín, Isa Serra; aquello sube la temperatura como un volcán a punto de explotar. 

   Aquellos, pese al magma esparcido no terminan de aparecer; ni esa ausencia, ni la temperatura la calma el enfriamiento que un aprendiz de saxofonista puede llevar a ese exceso de acaloramiento. 

   Ellos, corpóreos empiezan a confrontar sus miradas, a especular con sus apariencias. En un puesto, podríamos llamar a aquel lugar una feria, de armas se adquieren desde cuchillos, hachas, y un M15 trucado, más mortífero aún. 

   Ese tío, especula uno de los advenidos, lleva su nickname y todas las banderas que debo amar, España, Ucrania, Israel, pero, a mi no me jodas, tiene una pinta de árabe, pero de los pobres, no de los que me venden resorts a mis reyes.

   Se dirige, con una cierta prisa, el tomar la iniciativa en estas situaciones es fundamental, deme tres de sus materiales, los más efectivo.

   Adquiridos no pierde ni un segundo, apunta. Demasiado tarde, alguien le había dicho a nuestra posible víctima que aquel que le estaba mirando, tenía unos números en el brazo. ¡Hostias, no les mataron los que tengo en el altar, lo hago yo!, ese tiro se anticipó a nuestro primer protagonista pero no a quien sabía que aquellos dos no eran de fiar, porque no tenían el símbolo de ataque a los antifas; por ello, con su tanque a ello un barrido a un lado y al contrario.

   Algunos de los que inducen a las más violentas reacciones en la red, reciben los despojos de alguien a quien seguían. ¡Asco profundo por el olor que desprende el pene abrasado de tv8sehhhs!, ¡por su masculinidad, pensaba que aguantaría cualquier incendio, fuera provocación de mujer, fuera piedra volcánica!

  El otro, tumbado detrás de una gran roca, cree oír la voz de su mama, ¡jaimito te he traído el zumo y la tostada que te gusta!. Pese a la magnitud de la piedra, un trozo de metralla que había hecho un carpado, dos mortales y tres tirabuzones, si eso es posible (se necesita corroborar con Paloma) se inserta sobre el lóbulo derecho del cerebro de un fiscal, ese que estaba inactivo por miedo, por vacaciones o por nos hemos trasladado dos puertas más arriba; a nuestro, esa afectación, le provoca una efervescencia increíble que sólo habían mostrado con titiriteros irónicos o humoristas no faltones con desfavorecidos sino descriptores de carencias de una sociedad sometida a corruptos, traidores y sus mamporreros.

   El suelo del campo de batalla físico, tal vez, no terminamos de situarlo en algún lugar de la Manchuela, va recibiendo la nariz de ese crédulo que escribió en la red que aquel crimen le olía a africano. También cubre el suelo, el cerebro de quien tiene el punto azul y seis banderas, entre ellas, una con una cierta semejanza nazí. Parece ser que se lo arrancó un bazoka adquirido en otro festival skin de esa ideología.

    Ahí, contemplamos inerte ese encéfalo aunque a nuestro puesto de observación, nos llegan noticias que había dejado de funcionar, tras sufrir un cortocircuito por pelarse el clave cuando defendió la violencia contra el diferente y su padre, venido de otro país, le confesó que a quien le había dado un like le había tenido esclavizado los dos primeros años en esta nuestra amadísima "nueva" patria.

   Bueno, no había dado nunca frutos esa sesera, pero la colonización de gusanos y otros insectos, por las diferentes cavidades podría dar lugar a un enriquecimiento de la tierra. No tenemos porque ser siempre negativos y pensar que esas mentes bestializadas no pueden reproducir una nueva vida sana. De hecho, existen tomates, por aquella zona; especulamos con que puedan ser los naranjales de Valencia, que serán tumba de bazos, intestinos de esos seres degradados que puedan dar unas naranjas estupendas.

    Por el escenario que tratamos de describir, aparece una subespecie. Tienen tapados los ojos y puestos unos auriculares; pese a los desmentidos, reciben estímulos que retuercen los desmentidos a todas la burradas que han ido a ese campo de duelos. Se han especializado en recoger todos esos desechos que se autoprovocaron los propagadores de bulos y hacerlos aparecer como víctimas de la intransigencia de los seres que han sufrido sus mentiras. Como una Fox cualquiera, han decidido que la falsedad es admisible y bella, como aquellas arrugas y se embarcan en aquellas torres de babel marítima para infectar también las aguas.

    Por tierra y por mar, pocas cosas son como las habíamos pensado

lunes, agosto 19, 2024

Hace días

  Hace días, cantaba Pau Dones que se guardan cosas y no siempre es bueno tenerlas ahí adentro. 

  A Raúl Solis le señalan; en general, a Canal Red. 

  Nadie se mete con quien financia a esos difusores de bulos. Sean esas grandes riquezas, enriquecidas porque un Zendal ha costado un 800% más de lo presupuesto.

    o la torre 4 del Reina Sofía, no ha sido abierta después de ser inaugurada hace más de 10 años y haber generado cuantiosos ingresos entonces, ahora y para un futuro

    El hospital que debería ser público, porque le pusieron generalísimo, se lo han dado a una empresa privada como Quirón, agradecida pagadora de prebendas.

    Una sociedad agujerada por familias traidoras a una patria, continúa siendo podrida porque esos Alvise, Quiles y sus retuiteadores lanzan infamias contra quienes enseñan a pensar a sus seguidores, a sus lectores, a los Gerardo Tece, Miguel Ramos

    Mercenarios que después de haber inoculado el veneno se esconden e intentan borrar las mentiras dichas, escritas para que seguidores embrutecidos, obnubilados, justicieros ejecuten, para generar miedo y terror a los otros. 

    Jueces que juzgan y callan las tropelías de algunos de los suyos.     

   Ser suscriptor de Canal Red y agradecer el respeto que tienen a mi persona, a mi capacidad de razonar para poner en cuestión las noticias que nos patrocinan aquellos traidores, que nos dejaron como poso que sus sucesores sigan enriqueciéndose en esta sociedad. Heredaron las riquezas, no el pago de las traiciones

    Parecen agitarse, exaltarse ante la palabra España. Algunos les creen, les cantan y estos últimos no entienden el canallismo que les manipula, para excitarse en el odio al otro, al diferente que es uno mismo dos puertas más abajo, o diez horas de la historia, habiendo llegado más tarde. 

   Mientras el embrutecido no se entera que quien le alimenta le dice que tendrá que tener un seguro o pensión privado. Mira enfebrecido de odio, mientras en su colegio e instituto sus hijas comparten espacio con quien también son trabajadores; con los que se divierten, preparan alguna que otra picia y juegan al deporte correspondiente, en el mismo equipo.

   No se enteran que el de fuera es quien le mantendrá este sistema. No lo hacen esos antiguos presidentes, mentirosos, pagados de sus soberbias con dinero público,  y con vínculos de agradecimiento de empresas que, ahora ya, no encuentran limite a su codicia.

    Raúl Solis periodista, difamado, señalado. Le protege un periodismo ético, gente valiente como Ruben Sánchez que un día decidió nos daría su entrega, su dignidad para protegernos de esas bestias. Nosotros, poco es, le devolvemos visibilidad y agradecimiento

    Este pequeño homenaje, este decirles que con nuestros temores, caminos y buscamos una sociedad mejor. Que sabemos la mordedura desgarradora de un ser animalizado, que nombramos, aunque se esconda baja la protección de las alas del veneno de las víboras alimentadas por tantos beneficiados de un sistema capitalista corrupto; agitándose este, dando golpes a diestro y siniestro para espantar sus culpas hacia los debilitados.

    Hace tiempo que debimos marcar nuestro territorio del derecho a ser respetados. 

    Proclamar que nuestro intereses están en la ciudadanía.

    Hace tiempo, sabemos quienes son financiadores; el daño nos lo infringen los caídos en las marmitas del odio, El fuego lo encienden y financian los que buscan desviar las atenciones de los que se guían por himnos, banderas y proclamas que sólo representan sumisión a los designios de sus amos.

    Hace tiempo, existió un 15M, nos dimos un espacio para la escucha y un encuentro para la sociedad que lucha contra las sumisiones a los grandes poderes.

    Hace demasiado tiempo se nos fue el cuerpo, asesinado de Federico García Lorca, ayer, hoy y mañana vemos en el olivo, en el canto, en el baile, los mundos en los que está y a los que ilumina como aquel otro Raúl, al que no podemos ver con su sonrisa irónica u oír en su apretar el claxón estridente por nuestras actuales debilidades, pero al que celebramos proclamando que somos parte de lo que compartimos con él.

domingo, agosto 18, 2024

Un árbol seco

  Había sido anegado por aguas cegadas de prepotencia, aquel cerezo se ahogo; sus raíces engreídas por su gula de agua, que la harían eternas. 

  Crecería sin fin y sería investida de una belleza procaz, donde pájaros e insectos procrearían sus nuevos universos. 

   Ver aquel árbol amortajado por las bellas hojas entre marrones y naranjas, convertía aquel espacio, en un tiempo triste. 

   Como en todo lo pasado que clama por lo que podía haber sido; nacía el pensamiento de haber prescindo de alguna hora de las dedicadas a la escritura, nunca trabajada en lo que pide un lector exigente, para crear un camino que quitará aquella cama infinita de aguas; era una posibilidad; le atrapaba la tristeza por ese abandono, pero aquellos acuíferos rebosados y las tierras volcadas sobre aquel cerezo no se lo hubiera puesto fácil. 

   La realidad golpeaba de esa manera; lo extraordinario, que me esperaba, es que hubiera cogido olas de tierra fértil, para que las aguas se hubieran distraído de la toma del castillo de cerezas a punto de ser podrido de codicia, en el que había fijado su siguiente conquista.

   Le seguía viendo, contemplaba su decrepitud, porque las hojas se encogían de calor y caían, con el aleteo de los cercanos dedos que querían acariciarlas por si cupiera, aún, algún posible milagro.

 Se tocaban las ramas pensando en un crujir que confirmara la leña sobrevenida y cuando sentía una cierta plasticidad le inundaba un panel de cielos de una instantánea mirada.

   Bajaba la cabeza hacia el tronco, por si un brote, manara para su esperanza. No sucedía; si pudiera dibujarla, soplarla y animarla, lo haría hasta encontrar el aire que saliera para dibujar un sonido que envolviera el último halo de vida de nuestro cerezo abrasado en agua

sábado, agosto 17, 2024

Arenas movedizas

Susie, cuando salió a pasear por aquel campo amarillo, pensó que estaba preparada para andar durante más de tres horas. Llevaba agua, había cogido frutos secos, zapatillas estaban adaptadas al lugar por donde andaría y una mochila que había ajustado para que no le dolieran los lumbares que tanto la martirizaban
  La mañana  era ideal, el sol aún no había asomado, había una suave brisa y el olor a humedad estaba impregnado sobre aquel mar de girasoles. Un gato amarillo se desperezaba delante de ella, a la vez que esperaba algún gesto de complicidad de ella. 
   El suelo desigual la obligaba desde el primer momento a poner atención en donde pisaba y la campana de una iglesia lejana quería marcarle la cadencia de sus pasos. Conocía la ruta pero aún así, había obtenido el track de una aplicación que le habían indicado un conocido. La época anterior había sido muy violenta en cuanto a cambios atmosféricos y tenia miedo que árboles caídos, naturaleza agigantada por las aguas hubieran borrado marcas que sabían existían por el camino.
   Haría el recorrido sola, hasta la mitad, por allí, encontraría a Pegi que habría salido un poco más tarde y la cogería en ese punto porque esa parte era la más fácil. Sobre su piel, aún sentía Susie los dedos exploradores que la habían ido recorriendo todo su cuerpo. Parecía como si se hubieran quedado impregnado sobre ella, a través de unos sucos que creían tenía labrado sobre piernas, sexo, pelvis y su boca. 
    Esa sensación la podía soportar, lo que la hacía dudar en los primeros pasos eran los estallidos que le llegaban a su cerebro cada cierto tiempo. Creía que estaban en mitad de un océano, exclusivo, sólo para ella en que las olas de placer rompían, cada pocos segundos, la arena de la playa en la que reposaban los recuerdos de otros hitos cotidianos.
     Cinco minutos antes de salir de la cama, ya seminconsciente, primero, al desperezarse se quedó mirando su cabeza, luego aparto la ligera sábana que tapaba su pene y bajo su mirada a las piernas y pies.
 Disfrutaba de cada lugar de aquel paisaje de un cuerpo que estaba embellecido por todas las ideas que salían de una mente pugnando por buscarlas un uso que nunca había pensado que existiera. Todas relaciones anteriores parecían ser absorbidas y no haber existido porque todo lo anterior estaba encerrado en el círculo de lo demasiado mecánico.
   Peio la saludó, al pasar cerca de ella. Se había asustado porque se había dirigido hacia ella durante 100 metros, una eternidad en un pueblo solitario, un centímetro en el universo de placer en el que se hallaba ella.
   Respondió tras el espasmo de haber recibido un bidón helado de toma de la realidad. Le devolvió el saludo y escuchó algunos de los avisos que siempre le hacía aquel hombre que se trastabillaba cuando hablaba con ella. 
    La habló de una casa que se encontraba a la vera de la senda que recorrería. Peio había soñado que allí había vivido Blancanieves y ella sintió que un furor la poseía. Había instantes de una vida que tenía que agarrar porque los recuerdos abrigaban pero lo poseído convierte el cuerpo en un viaje sideral al que no se debe buscar terminar.
    Emprendió el primer paso porque temía ser engullida por las arenas movedizas de los sentidos

viernes, agosto 16, 2024

Ídolos de oro y barro

 Se repiten las imágenes de héroes del agua. Marchand destruye la lógica sobre el agua. La mariposa engulle el espacio entre las aguas que se apartan ante la majestuosidad de los gestos.

  Lula pide un gobierno de coalición entre quienes han ganado en Venezuela y quienes han manipulado las actas. Lo dice Petro, lo dice Biden estimulan el sexo de los 

Raras cosas. Trump avisa del peligro de tener sanidad pública universal, lo dice en su país, le escuchamos aquí.

   Avisan que aquí no, pero se inunda de dinero lo privado, donde recalan hermanas, mujeres de los líderes que lo promueven o ejecutan. Los que utilizan estos servicios se lanzan a las bocas de los cocodrilos, para ser desgarrados; se descabezamiento parecen celebrarlo quienes aquí entonan los himnos con letras franquistas. Alcohol, alcohol, alcohol hemos venido a celebrarlo. Mientras sus vástagos incrementan el abismo de diferencias, con los robos heredados. Nosotros, alcohol, alcohol, 

               ¡viva el sinsentido!

   Rareza en nuestras cosas, prescindir de lo que tenemos. ¡por treinta, cuarenta o cien euros al mes, te tratarán como a un rey, con tu cáncer, ¡ah, sentimos, no te lo hacemos, ¡uff!! un cáncer, no sabes los gastos que nos da, mantenerte con vida.

   Mira a los abuelos, con nuestros seguros, les dimos atención. Alíate con lady Muerte y te acariciaremos si son sumisos tus males. Llueven gotas de alcohol; amaremos siempre a Shane, unos iremos a los infiernos, dicen; otros regresarán para un futuro en el que volverán a ofrendarse a las bestias.

   Nos enojamos cuando nos avisan, que ser nosotros mismos es la medida de nuestros sueños. Encuentran maldad cuando en realidad es avisar que ser rebaño, dicen que de un dios bueno, salva; algunos guían a los acantilados, las fotos bellas, los golpes irrecuperables.

 Raros tiempos, como no asustarnos del ataque a Mounir. Julian Macias en Pandemia Digital nos avisa de los altavoces del odio, regados con dinero de las administraciones públicas. Casi te olvidas de hablar; nuestros encuentros, accidentes diarios dándoles el valor de lo absoluto. Incluso, porque con ¡alcohol, alcohol, alcohol, se banalizan masacres de Badajoz, de la Desbanda. Nuevos medios, nuevos entendimientos.

   Despojarnos de la lucha. Seguir a los Motos, que claman por la bondad de la cesión de máquinas para hospitales, minucias enfrente de los impuestos que nos deben.

   La exaltación de la fiesta, fiesta de los donativos. Los gestos por encima de la cordura. 

   Si Pablo, tu homónimo tuvo un familiar con cáncer y él pide que los 300 millones que debía pagar de impuestos, le eran más imprescindibles que el donativo de unas máquinas de 80 millones, si no hay médicos para ponerlas en funcionamiento. (hostias unas de esas cesiones, luego fueron a lo privado, concertado con lo público, el colmo del burlismo, como religión).

   La pujanza de la juventud para la exaltación de las apariencias, de las destrucción del sentido del disenso, sólo la aceptación de las vacas de oro.

      ¡Hola!  ¡amanecen brumas!

jueves, agosto 15, 2024

Vaya motacos

 No ha llegado aún la oscuridad, pero las sombras visten nuestras visiones. El tiempo se escapa y tomo mi moto para no llegar a alguna parte. 

 Tendemos nuestros instantes, seguros de exhibir nuestros ropajes entre el vecindario con el que comparto las noches de insomnio. El viento agita una mirada ajena, Van Morrison canta, se desplaza el escenario de las propia seguridades; por la noche, los ojos contemplan las peregrinaciones. Los olores confunden las víctimas, pasajeras de la nave de un glamour de perseas. 

  Se desliza la bestia, seguro entre los escenarios de los transformistas. Hoy, donde los focos deslumbran a sus presas, ella cimenta una trampa. Una mujer calló atrapada de pies y manos, para que sus instintos reinen en el agujero oscuro de su mente. 

  Nadie está libre del hambre de lo inhumano instalado entre los asesinos. Unos, caen, atraídos por palomas en transformismo y otras gavilanes hunden sus uñas entre las pieles desgarradas de sus fallecidos

  Palabra, esta última, estúpida despojada de la maldad de quien empuña las armas y quien activa a este último. Sobre el escenario, por ahora, un ser humano necesario para trastocar los datos de una pantalla. Dos niños mueren, cuando iban a ser inscritos en el registro de nacimientos.

  Algunos dicen que fueron alcanzados por la ira de un dios airado, justiciero defensor por su pueblo. Otros, nos hacen suponer que aquellas dos motacas, iban demasiado rápidas, para seres tan pequeños, en un universo de carreteras interminables. 

   Nos preguntamos si habrán desaparecido como Sixto Rodríguez e igual que el día muere, a la mañana volverá a brillar los lloros de su hambre.

   Existe una Janis en la muerte en vida de un padre, que escarba con sus uñas trémulas entre los despojos de una humanidad convertida en una triturada con dientes afilados entre ácidos líquidos que enfrían los infiernos que es la víctima.

   Lectora con bálsamos de venenos, proclama el advenimiento de la muerte por el esparcimiento de una metralla que no tenía ojos, solo una sed insaciable de víctimas. 

   La sonrisa de interpretar unas letras de fuego, marcando la pérdida de vidas humanas como un circunstancial evento casi pasajero, te hace merecedora de ser elegida para aliviarnos la venida del fin del mundo. 

  Mas no te desanimes, corporizado anunciante, siempre Dylan, nos recuerda que eres sólo un dólar en el, donde tomamos nuestro propio joysticks para ejecutar la destrucción humana.

  Pedimos calma al silencio, quietud a la motaco y nombre al desgarro de la dignidad por justificar asesinatos.

miércoles, agosto 14, 2024

El árbol de los protones

 Produce hilaridad como tratan de etiquetar a un antiguo consumidor de LSD que años después describe su experiencia ante un entrevistador enfebrecido por haber encontrado en la exageración un campo sobre el que plantar su próxima luminosidad.

  A cambio, como por casualidad, te metes en "Tempestad en Washington" y parece como si los descastados, transmutados en sujeta banderas e himnos cayera por un tobogán de espinas infinito hacia los peores infiernos.

  No existe redención para los crédulos.

  Sólo los canallas, los oráculos mercenarios sobrealimentados permanecen impunes y salen huyendo como ratas cuando sus proclamas de "stop the steal" matan y encierran a seres convertidos en borregos. 

  Nos aparece el salvador, héroe, que se ríe de las estructuras que encarcelan en la violencia de barrotes de Patria y Banderas, para hacernos viajar a estructuras de protones que nos proyectan a las praderas de neutrones donde pacen las estrellas que luego fluyen por los cielos para crearnos rutas donde a quienes nos señalan soñadores, les mostremos la osa Mayor, directora de carros dotados con el martillo de las palabras que defienden un relato mediático que muestre el debilitamiento del Estado cuando se entrega a los explotadores de los recursos.

   Tenemos la memoria de aquel viajero, orgulloso de haber atravesado cinco espacios interestelares para relatarnos mundos en los que quedar colgados. 

   Se escapan entre los dedos los taimados apostadores de cartas marcadas. Huyen del espacio de guerra creadores de cráteres que engullirán a sus fanatizadas cobayas y se refugian, a lo lejos, entre una maraña de sortilegios provocados por sus abogados para que la justicia muera, entre leyes engullidas por telas de araña.

   Escuchamos y para ello, nos pedimos silencio, las palabras de Laura Arroyo, en su tertulia de ayer en TVE1, donde con el barco de su clarividencia sorteando a quienes, fueron lanzados como mamporreros con interrupciones constantes, acotaciones, enganchones de insinuaciones que tratan de embarrar lo que debiera ser una invitación a reflexionar a quienes escuchan.

    Tratan, muchas veces, de decir que no tenemos buenos políticos u oradores. Algún insultador, tiene variedad de lenguaje y desvergüenza con la mentira, nunca aceptable. Si, existen seres honestos.

   Vemos, escuchamos, comprendemos, algunos, por sernos repetido todo, veces, las conversaciones en las que se nos comparte la brillantez, el otro día un Juan Carlos Monedero, siempre anhelante de unidad; pensamos que tiene que pedirla desde la honestidad de todos. 

   Saliendo por las esferas, ajenas a las sustancias que llevaron a aquel navegante por luces, ruidos y desequilibrios, nos llega noticias intensas y básicas de Pablo Iglesias nos comparte una entrevista que se le hizo, ayer, 13 de Agosto, en RTVC de Colombia. 

   Como con Laura, en Juan Carlos, nos adentra Pablo en análisis de honestidad con sus oyentes y de confrontación con los envenenadores. Aprender, la paciencia de escuchar y querer entener

martes, agosto 13, 2024

Mañana libre

 Al coger la mañana que le habían ofrecido se dispuso a mirarse en el espejo, a mirar a la derecha de la repisa donde estaba el bote de colonia, escanciado por él mismo con la lavanda que había recolectado.           Mirando, aún más, hacía el extremo de ese lado, una pequeña ventana abierta estaba, ahora abandonada. Detrás, la puerta y en su lado izquierdo, la ducha con un cristal transparente. 

   Mientras se afeitaba, el cuerpo de ella, bello, ardiente le puso nervioso. Tuvo que parar porque un nuevo corte hubiera sido una carnicería sobre su rostro. El de ella, había fijado la mirada sobre él, desde aquella cristalera que habitó por un tiempo

    Todo empezó un poco antes, aún recordaba el minuto que se habían dedicado a no bajar los ojos. A decirse que pudiera haber palabras, cielos, olvidos, estrellas que tintineaban pero que todo eso era menor que el mutuo deseo del encuentro de los dos cuerpos que se habían prescindido del otro, como si el agua hubiera podido haber sido ajena a la tierra; empezó el primer segundo, los ojos se miraban pero cada centímetro de aquel cuerpo deseaba ser explorado y salir a sumergirse en sus besos en el lago que rodeaba aquellas preciosas montañas.

    Les costó llegar a los cinco segundos, porqué sus miradas naufragaron en su propias fragancias;  buscando respirar mandaron sus dedos como periscopios, para ver superficies ignotas donde las olas de placer se arremolinarán por el choque de las corrientes sumergidas que afloraban en cada una de las yemas que remontaban a crestas en las que se erizaban espasmos; subirse allí, en la heroicidad que siempre habían soñado surfear en cada eléctrico centímetro poseído, vibrando en las tablas resbaladizas del manantial de sudores de los dos cuerpos enredados por el túnel de la consumación.

    Aquel día, en que la lascivia, suplió las palabras de compromiso, culminó tras cuarenta segundos de búsquedas ciegas; los siguientes veinte segundos se rompieron las ligaduras a las manecillas sin esperas; el espacio desgarró el veneno de lo cotidiano que anestesia, aspiro su cielo; saboreo la lengua; se arremango con sus latidos

    Días después se construyeron un nuevo Berlín, sin preguntarse cual era lo viejo, cual lo nuevo. 

     Aquella playa vio llegar tantas olas de placer, que ella misma pensó cerrarse, porque pudiera producirse un tsunami; les dejó hacer, eran ella y él, dándose de beber el infinito, de paladear la lengua del otro ansiosa por compartir.

     Ahora, mira esa pequeña ventana, para comprender como es capaz de volatilizarse la felicidad. 

     Cierra aquel mañana. Si la veís, decirla hola 

No te desvies

 Al Pacino está intenso en Insomnio; la memoria, ese maldito sentido de la culpa que quiere despojarnos del raciocinio para que nos habitemos en nuestras inseguridades. Y nos tragué el monstruo que nunca fuimos.

  El maestro nos da la clave que nunca aprendimos, el muro fabricado con la vidas ajenas en las que nos construimos en un edificio por habitar. 

  Se sucedieron miles de fotografías, cientos de millones de segundos, no fue absoluto lo excelso, ni lo cotidiano, ni la ira, ni el error. Fueron construcciones; algunos dicen que la argamasa fue la conciencia. 

   A ella, la adormecen los tiranos, los sicarios, los asesinos. Paredes sucedidas, ya fuiste; vienen empresas de derribo. Avísalas, cogerías cada final de una película exhibida, cuando los créditos te dan conciencia de quienes intervinieron y se la mostrarías a quien está por hacer su propia película.

    Les avisarías, hoy es el 20 de Abril, no están los chicos de Valladolid, Celtas cortos, estás tú y te vas a construir desde el primer día 9 Septiembre.

    Viajaré cerca, pero tu ahora vas a trazar lo que quieras. La Educación Física, es movimiento, es control, es equilibrio, es conocerse a uno mismo. 

    Descubres mundos, los próximos y los más lejanos, y de todos ellos, tienes que querer aprender. Respeta, pregunta, indaga, escucha.

     En Alaska puede haber épocas de luz continúa que te ciegue y noches continúas, donde puedas ver los resquicios por los que andar.

      Ahora que la luz está por ser apagada, sabes que no arriesgaste, que confiaste en ellos, pero sin hacerlo, asumiendo dirigir tú, con lo repetido. Sin obligarles a exponerse, con sus errores, con tus fallos. Te arrojaste en lo conocido, nada podía cambiar, todo tiende a asentarse.

     Existe un lago, unos hielos eternos, un agua y enfrente tú. Una historia en la que quieres encontrarte, haciéndote, descubriéndote. El final no existe, si no has sido tú quien lo has construido. 

     En medio, alguien te dijo, sé tu, andando, corriendo saltando, girando, explórate en lo que eres, en lo que podrías llegar a ser. 

      No te asuste lo mínimo que parece tu propuesta. Es tuya. 

      Las bestias exteriores, vociferan, quieren ser quienes sometan, Ni a ellas, ni a las tuyas las dejes que tomen el control. Eres tú, y respeta, primero a tí, luego quien está enfrente tuya.

      En esa cabaña de Alaska, en su lago de aguas negras y heladas, se pueden esconder muchos miedos, que te justifiquen para dejar pasar los días. 

       No te desvíes, le dice un atormentado Will a Ellie; sé lo honesto que has sido siempre, y que tu percepción no te arroje a lo subjetivo.

        Construiste te dieron, alguien sus palabras de perlas, sus sonrisas de encuentros, no arrojas en aquella laguna las pruebas de lo que te hizo ser, del respeto que tuviste, incluso en la ira, por la maldad percibida

lunes, agosto 12, 2024

Advenimientos y peticiones

  Pues no Ilon al lugar que has descrito como un espacio a conquistar y con tus proclamas someter, te ha sometido a tu advenimiento físico.

  ¡Que jodío! me dijo Carlos. A mí me pasa igual, le digo; él explica, más bien obliga, que se debe dar un golpe de Estado en Venezuela. 

    Claro sus frases se parten "el culo" ante las posibles muertes de los de un bando y otro. Pero, ahora que él mismo se ha hecho carne, mira ahí anda, en Caracas; preguntando por quién le sigue. Mirando de reojo, buscando las guías donde están los recursos materiales que le convierta en la nueva venida de otro mesías, el último, el definitivo. El último fue Messi. Nieves Congostrina, nos avisa que no nos dan los días pasados, para tanto dios suelto, ¡Chica, un stress!, le digo.

   A él le silba una bala, pero no por su sexualidad. La entiende, para bailar la bamba. Un alcorque relleno de cemento le escupe a la realidad, recibiendo uno de los bloques hechos hormigón

    Se exaspera; proclamaba, no encabezaba unas ganas inmensas de recibir leches. 

        A ver si ahora todos los bocachanclas de aquel Twitter se van a hacer carne y un chichinabo que se mete con Paula Leiton, va a ser el santo patrono de un panettone.

    No puede ser, se indigna; osea ahora los Farage, Alvise y Robinson no dan la cara y se tragan mojitos en plácidos lugares y a mí, me ponen al frente de las hordas a las que lanzo al suicidio colectivo. 

   ¡Qué soy Ilon!, ¡Leche!

     Le contesta la eternidad y su novio lo cotidiano: ¡Que nos importa!

    ¡Se consecuente si tanto quieres provocar!

 Confía en nosotros, tee daremos el nombre para que lo veneren las generaciones futuras.

   ¡Hostias! ¡Qué quiero ser inmortal, ahora! ¡ahorA!, ¡ahoRA!, ¡ahORA!, ¡aHORA!, 

                                   ¡ A  H  O  R  A!

    Mucho pides, sudar sangre

domingo, agosto 11, 2024

Lo que no pase aquí

 Enciendo la moto, carraspea, yo la acompaño. Es una rutina que hacemos desde años.

  A mi, me hace sonreír; a mi corcel, encabritarse. Aunque no sea cabra, aunque no sea caballo, su majestuosidad viste el pequeño páramo en el que vivimos.

  Un pequeño reptil se queda prendado por el calor del Sol, no vamos a teorizar sobre si existe detrás una historia de amor. Luego en invierno no sale y eso que el Sol, por días, golpea con fuerza, pero no es lo mismo. 

   Tú, cuando les interesó calentar todo el ambiente, veías que se exacerbaba cada opinión; como si detrás de ella hubiera un abismo por el que caeríamos todos. Existen seres obtusos que cogen esas corazas, se las ponen, pero hasta la cabeza, lo cual siempre supone un riesgo, asfixiar al ser y crear violencia, por esa falta de oxígeno.

   Ahora, aquel diosecillo enaltecido, le vuelven a dar otro momento de gloria. Provoca, lo intentan aprovechar los mismos de entonces. Quienes enfrentan, sin querer asumir ninguna responsabilidad. 

   Dice: "lo que no pase aquí". Jueces por encima de las leyes; un resort robando 67 millones de euros en agua, durante 17 años. No ha faltado ningún tomate, sólo faltó saber quien es M. Rajoy. Dicen que capo de una organización criminal. A quien se le ocurre juzgarlo, luego se le aleja del poder. 

   Una chica juega de boya, un cerebro sin oxígeno se mimetiza con un sofá. Desde ahí, desbarra; faltar al respeto a Paula, como campeona olímpica de waterpolo. Nadie creyendo que sus letras en X, son un cuadro de Picasso; ser basura en un estercolero de likes.

   Un dueño; roba; otro; incita a golpes; otra, exhibe eternidad. 

   Nos hábito la pobreza mental para echarse en manos de mercaderes, sin escrúpulos; verles sacarse billetes al agitarse su pelo insertado, como aceptándoles que eran los multiples B, productores de migrañas. 

   El vacile como categoría del apocalipsis. 

    Un pepino crece mejor alimentado para procrear Bryan que absorben los humores sobre los que se ponen a horcajadas por satisfacerse con las grandezas de los hechos evaporados.

    Se erizan los Nocturamas, una nota te besa en la boca; abres la tuya y la lengua le penetra como sueño de mutua satisfacción. 

     Tapo el asomarse por el acantilado. Lo que no pase aquí. No era el acantilado es la creación de otro exclusivo resort, de otro robo, para ofrecérselo a humanos caimanes, siempre hambrientos, nunca conscientes de quienes tienen enfrente.

     Se evade un Hudini, les asusta a quienes engendran miles de robos.

      Oh! lo que no pase aquí. 

              Mientras

        Amamantamos bestias, nuestros animales, a los que acaricíamos,

               mientras avisan que nos desgarrarán. Mejor

                        contemplar y quejarse

                     "lo que no pase en este pais"

                   Nosotros productores de tantas fugas

sábado, agosto 10, 2024

Los titulares

 Indignan, atraen, activan los titulares.

       Uno, puede ser, mueren niños, mujeres, hombres refugiados en un colegio de Gaza. Los corazones de esos seres han sido desgarrados por el odio. Quienes accionaron los objetos criminales dicen cumplir órdenes que, a la vez, visten sus creencias interiores. Les infundieron miedo al diferente. A este, además, le cosificaron; les quitaron la condición humana. 

   Miedo y odio, cóctel para aliviar ser generadores de muerte.

   Otras cabeceras más livianas, buscan la aquiescencia de los odiadores. Lanzan la palabra fracaso de las jugadoras de fútbol en las Olimpiadas por ser cuartas. Luego ya en el texto, analizan y recogen una mezcla de fallos en mitad de la grandeza; no muy lejos de lo que es la vida, no la venta de seres.

   La premeditación asesina no es un fallo. El servicio a la industria armamentística está bien organizado. Incluso al lado del terrible cajón escrito, puedes poner un crucero por el pacífico Mediterráneo, todo incluido; no el ser asesinado, por supuesto. 

    Para que sirve la democracia si no llego a fin de mes, dice un interlocutor, como titular.

    La colonia, la Era del Canario, sillas eternas, cuchicheos de toda la vida. Barriadas de Badalona, los de fuera, invasores, sus asientos de plástico molestan. Ahora una X o una Cara puede aportarnos un universo, pero no la risa de corazones que sobreviven al sol que golpea nuestras limitaciones. 

    El ayuntamiento nos limpia la calle de nuestras raíces, más negras, más amarillas. Ahora somos tronco, pero  ¿Qué somos si los dueños nos absorber las esencias propias?. Ellos riegan campos de golf, nosotros buscamos una de sus gotas para mezclarnos con esa pulpa del tomate en la que queremos ser.

    Agradecemos el alejarnos del diferente como una salvación. Mientras admitimos ser saqueados, ser minimizados en los servicios. 

    Pagar titulares para generar manantiales de mentiras. Nunca se secan. Nos hemos cansado de la sed, admitimos el veneno, pese a nuestras descomposiciones diarias. Ser dioses de nuestras pobrezas, ser pulcros, quitándonos los artículos de nuestra pobreza y vaciándonos de nuestros derechos a la dignidad.

     Queremos el oro del waterpolo y la responsabilidad de lo que les toca gobernar. 

     Humillarnos no lo hace un predistigitador que ofreció lo que no podía a quienes tienen aspiraciones de ser diferente.

      Nos sometemos a ponernos de rodillas el no ser capaz de reconocer a quienes luchan por nuestras carencias diarias. 

       Aquel "El País" que tanto me costaba dejar de leer un solo día, incluso en Alemania, titula 

         "Guerra Israel Gaza", ¡ay Pepa, Pepa! los moldes de las letras, los ponen las industrias armamentísticas y si, por muy grande que sean:

                 No tapan la sangre que generan y con tus titulares banalizas

viernes, agosto 09, 2024

Las anécdotas y Paco

   Conocer la soleá, la madre del cante a través de Paco de Lucía es buscar el suelo para despegar a las búsquedas.

   La anécdota sería la verbena montada por un tal Carles, que me importa;  lo esencial es que una sociedad tira para adelante, aún señalada y denostada enfrente a una realidad, que impiden conocer. 

  Mermada, también, porqué no se presentó Podemos en Cataluña. Ada, diosa, se había descendido a Sumar porque el cielo prometido la había puesto estrellas de apariencias en los fangos de la traición, ¿Quién sale impune de la soberbia del poder? Al gobernar, representando a millones de ciudadanas. 

   Decepción, mucha. Gerardo Pisarello, Jaume Asens. Evitar ruidos, os dicen es el hilo de Ariadna para llegar a la nada, lo sabéis y os lo demostraron siempre. Mientras los latrocinios se suceden entre los mandamases de la derecha. Deshacerte como las palabras del sabio porquero, rebozado en sangre en puñales y sumisiones mediáticas.

   No comprenden; ellos de forma culpable. Ya se ha impuesto el caos, hablar de equidistancia entre las bombillas y los cimientos. 

   Lo hacen, las pantallas, sus parlanchines; consiguen que repita el vecino del descastado. Este molesta, le tenemos en el descansillo. 

    Tan lejos las mesas de urdidores de tramas. Los áticos pagados por los Quirones de la Abundancia, que no Quijotes. Estos no molestan, vacían lo publico, nos parecen anécdotas lejanas

    Los blackrocks, con sus figurones, hijos de Avernos, nos reviertan la convivencia. Cuando vemos que esta se quiebra, por la mirilla, creemos que es el próximo que toco el timbre, algún día, quizás ido, de mil desgarramiento, tal vez, beodo en pérdidas o apostador contra su negra suerte. Nada que no se haya visto, como intento propio de supervivencia.

    Ellos, nos hacen hablar de ayuditas, perdemos el norte, el tiempo y para risa de ellos, el empoderamiento. 

    Sentimos que si tenemos que pelear; debe ser porque la vida nos dicen que son Victorias; ella, bella, se fue. Nos señalan lo ingrato de vivir en un fiasco, como marcan a unas campeonas del Mundo de fútbol, que hace una año no había llegado a ninguna final, en la lucha por oros y bronces. Adecuemos nuestras posibilidades a quienes podemos ganar, ese a quien abre la puerta enfrente. Los agoreros parecen decir, si desapareces, al menos no te etiquetaremos de perdedor.

 Los poderosos, sus secuaces políticos, nos resultan tan lejanos. 

    Seríamos carne de continuas derrotas, no es pulcro para nuestro ánimo. Darle un respiro, con esas ganancias pírricas; al menos, nos da para contarlas en la peluquería, que nos tiene como un héroe. 

jueves, agosto 08, 2024

La aparición

 Tenía, Susana, una mala costumbre desde que había empezado a correr. Vivía casi en el campo, a las afueras de una ciudad; su costumbre era no llevar cuidado a la hora de sentir las ganas de de defecar; siempre había un árbol, una piedra, un matorral.

  Hoy, estaba detrás de un seto, cuando sintió el advenimiento. Vio primero el halo y sintió un extremo empujón violento; todo salió de una manera ruda y no exceso limpia.

   Se le había aparecido Carles, sin él saberlo;

   ¡Hostias! ¿Eres quien yo creo? !

      Él otro, mira a un lado, miro a otro, por un lado como con miedo; por el otro, como averiguará enseguida, necesitado, por eso se acercó al seto continuo.

     Si no te molesta, me pregunto, ¡no veas lo que he ido aguantando!, compartiremos formas de vida.

     ¡Bueno, bueno, tampoco son los momentos más gloriosos, los que podremos exponer en fotografía

     Enseguida ha sacado un papel de una cerveza belga

         En ese momento, nuestra protagonista tomó conciencia de quien era el otro, el personaje. La cerveza Trapista se le había clavado en su memoria y al ver una parte del logo le transporto a aquellos días vividos en Namur

       Eres Carles, ¿no?  

       Muy precavido ha puesto su dedo sobre la poca; el sonido shhhhhhhhhhhhhh ha llenado el espacio.

      Ella sin oír bien, y pensando en la broma que vienen repitiendo sobre su nombre, desde tiempo inmemorial. Le ha espetado.

  ¡Qué! ¿me vas a cantar el Susanita?

      Carles a lo suyo; chica que sudores, todo esto un sinvivir, para acá para allá. Me quieren, no me quieren.

       Me dura esa margarita siete años. Fíjate que engaño bien, yo a todos los migrantes, casi, ni les quiero; pero hacerme la víctima me da un plus, para andar. Pero tanto tanto, me mueve las tripas.

      Ella, ya había culminado y se disponía a marchar. El momento no era muy romántico.

      Me das una hoja, le ha dicho, pensando que tendría más de las promociones de la Trapista, cerveza, por más señas; escanciadas de entre los cielos y las tierras llanas.

       Aquí, el susodicho, aunque andaba a calzón quitado, ha sacado un bolí como firmárselo; tranquila, ha confirmado, es un bic cristal.

      Susana, horrorizada con la imagen, el otro con el bolígrafo izado como para la rúbrica. Le ha dicho, no, no sin firmarlo, es para mi padre. que es adicto a la trapista y juez; ella, malévola no le ha aclarado que es un juez de paz en un pueblo de la Manchuela. No cree que este para exquisiteces geográficas.

       Decirlo y el otro, desaparecer, todo ha sido en un segundo.

       Desde luego no ha sido una de estas presencias que perduran en el tiempo y produce peregrinaciones, ya sabes negocios, sobrecostes, mensajes divinos en una botella de whisky de 10 años, hosssstiaaa, buenísimo. Siente la fuerza impresa en la lengua y el estallido en el cerebelo.

       Al menos, una hoja no se ha volatilizado y la ha guardado cerca del corazón, como a aquella familia.

No seas compactadora, conviértete en Elefante

 Miro por los cimientos de este edificio y encuentro seres extraños. No tienen nada que ver conmigo, o sí, pero les inyectaron por aquí y quitada su condición de humano, creen tener que responder a lo que le han mandado, quienes no tienen nada que ver con sus intereses, ni pudiera ser los mismos.

  Las compactadoras y extendedoras que utilizamos cuando queremos igualar el pavimento nuevo que extendemos en nuestras carreteras tienen una función esencial para que no tengamos accidentes. No pensamos en la capacidad de estas máquinas para parar ante un ser humano indefenso que haya caído en medio del asfalto. 

   Confiamos en el conductor que haga esa discriminación y que no sea azuzado por el jefe que no ve humanos en quienes se ponen en los caminos que tiene que homogeneizar.

   En el elefante encontramos su capacidad para discriminar. Se le puede poner nervioso y hacerle sentir atacado. Esas reacciones nos pueden desconcertar; sobre todo, si no analizamos nuestros actos cuando nos sacan de nuestro día a día.

   Por la sábana vemos la convivencia de diferentes animales, entre ellos los elefantes. Desde hace tiempo ha entrado una especie agitando aquellos lugares.

   La especie turística, gente acomodada en su país que tiene los recursos suficientes para viajar por el mundo, para asegurarse que la tierra no es plana, y que los tigres no son como la luna, unas imágenes recreadas que no existen en la realidad.

   No le puedo decir nada a quien nos vigila; cumple órdenes, ya escribió algo sobre la banalización del mal, Hanna Arendt; gente que dice cumplir lo que les mandan para asesinar, para difamar, para hacer desaparecer a alguien. Sería curioso que mezclarán la existencia de un dios, con un mandato de su superior. Podríamos decir dios hecho carne, con una orden de inmoralidad, de atentar contra otro ser humano.

   Del elefante he aprendido muchas cosas; viendo a uno, asesinado por un arma que a larga distancia fue percutida por un amoral que, como en la vida, desde un lugar protegido destruye todo lo que se le ha puesto a mano, es una metáfora de nuestra realidad en España.

   Este, mi animal preferido de hoy, con el paso de los siglos, sigue liado con los árboles, no le ha dado por comerse a otro de sus compañeros de habitación. Alexander Platz, a mí, turista de alguna manera de aquella primera visita a Berlín. Oscura, tétrica, fruto de un tiempo, el progreso humano, la cambio y la engulló en un capitalismo salvaje, visitada por millones de turistas, ávidos de fotos. Cambiaron costumbres para desgarrar las conexiones entre las personas. 

    Se les enseña las luces de los cambios, que deslumbran y desenfocan los pagos que a miles de kilómetros debieron hacer otros seres humanos. Años después, se sabe que la intransigencia para que Grecia pagara su deuda venía de unos datos manipulados, de unos bancos metidos entre otros malabarismos, de obtener beneficios de la bestialización de ciudades como la Berlín turística.

  Existen elefantes, animales compartiendo el apoyo mutuo entre quienes se protegen de los drones humanos que en forma de cientos de coches, maltratan su habitat, con la excusa que esas visitas sirven para mantenerles fuera de la redes de la esclavitud de los zoos. Siempre, los explotadores han utilizado los mismos argumentos. El toro bravo debe ser encerrado, banderilleado, acribillado por cortes rastreros porque es su forma de supervivencia. Nadie le cuidaría si los elegidos no tuvieran que pasar por el trance de ser asaeteados entre trampas y argucias maquinadas por los subvencionados que luego se quejan de los otros subvencionados.

    Si estás por ahí, mira al elefante; es probable que la vida te haya subido a una compactadora. Guiarla te hace único, como el suelo compactado por tu guía. Para que mentirte no te acepto, te veo en mi suelo, arrojado por las palabras de un hijo que te reconvenga de tu traición a tu condición de ser sólo un conductor; por tu sitio, una maquina automatizada habrá materializado en lo que te habías convertido ya con tus actos, en un dólar más en un juego mayor, de políticos y poderosos.

    Si tuvieras que ser algo, sé elefante, que protege a sus crías; aquel Itamar que conocí, que llamó en el siguiente cumpleaños, era humanidad; no sé donde estará, ni si estará lloviendo en algún Soho; crecimos en aquellos cursos; unos crecisteis, otros tocamos por entre nuestras tristezas. 

   Viaja con el elefante, cuando te despiertes entre la chica peligrosa; pese a que el tiempo se acaba y existen otras visiones, la del honesto animal y las de Johanna te hacen quitarte las cadenas con las que te encierran los resquemores y las órdenes de quien te dicen que te atacan. Eres grande, no seas cobarde, ni un taimado jugador de la supervivencia.

miércoles, agosto 07, 2024

Cierra la puerta

 Me voy acercando al barco. La vela está bajada. Quiero salir a alta mar. Muchos están embarcados. Demasiados con engaños, desde África terminan en la Republica Dominicana. 

   ¿Cómo se van percatando de la muerte cuando han perdido el motor y toman conciencia que son las corrientes las que les llevarán a alguna orilla, por desgracia, demasiado.

    Un anti fascista se manifiesta por alguna de las ciudades de Inglaterra que han sido incendiadas de odio por criminales políticos o los llamados ahora influencers, que pugnan, viendo las consecuencias, por aparecer como irresponsables. 

    Bandidos a los que no queremos ver, porque son como nosotros.

    Llegaron los anteriores migrantes muertos, ya no nos molestan; una noticia con una cierta dosis de tremendismo, de alivio, por otra parte. Me dice mi vecino de octavo que son los vivos, venidos de un sitio, de otro, los que no están molestando en nuestros espacios de asueto. Pobre molesta a pobre.

    Imposible que el yo que lo denuncia aparezca en playas arrancadas al erario público, por políticos o ricachones sin escrúpulo. Desiste el migrante de aparecer por aquellos lares; putada, convivimos. 

     No lo esperaba; lo consiguen. Tocan la corneta, siempre marcial y cerramos nuestro horizonte. Nos molestan en la educación pública porque ya ha llegado nuestro hijo y tiene que ir a barriadas difíciles. Ya nos ha tocado a nosotros, ya tenemos el escenario donde jugamos, la luz de Platón nos hace verlos como el problema.

     Dinero público para becas para que ricos sean educados fuera de esos espacios de recibimiento de diferentes cultura. 

      Nos hemos dado cuenta; perdemos en las elecciones. No podemos convencer a nuestros iguales de que miren más allá de nuestros convecinos; llega, primero la marejada, luego el tsunami, cosas que teníamos como cierta se quiebran. No existe en tu entorno nadie que dude que le está salvando la sanidad pública y que en la educación pública están hijos-as con grandísimos. Nos duele la sobresaturación de los hospitales, nos asustan las condiciones y las creencias de quienes educamos. Solución,  ya nos queda más remedio, tenemos que luchar contra quienes comparten espacio con nosotros.

      Una clase con más de 20 estudiantes de diferentes culturas, sólo en la pública. No se les necesita con una alta cualificación. Sólo para que se eduquen como mano de obra poca cualificado para volver a aquellas sabías palabras que se hablaban en el 15M. Nuestra sociedad dominada por diferentes riquezas, con secuaces a su servicio, tiene un exceso amorfo de un 30 % de habitantes que son prescindibles.

     La pulcritud del momento nos dice que matarlos, bueno si lo hacen entre ellos, mejor; pero gente con chaquetas y con inversiones en la industria de la Muerte, no están por hacerlo a lo bruto, apareciendo con las manos manchadas de sangre. Sólo un narcisista, rodeado de psicópatas al servicio de los mil millonarios, sin ningún respeto por quienes le votan, en un arrebato se ofrece para sacrificarse en el altar, al ir a encabezar un levantamiento en el país que ha promovido entre crédulos. 

¿Lejanos estos? no, se asusta quien ya no puede hablar porque metió la cabeza como un avestruz y si ahí abajo existen gusanos, hormigas y algún topillo eso se le ha puesto como problema.

     Solución, darles pocos servicios, 7291 ancianos sin asistencia medicalizada en pleno COVID, por no tener seguros privados; muertos, ¡joder como iba a quererlo yo!, dice la gobernante pero irresponsable.

    Segunda parte de la resolución ir consiguiendo que cada uno trabaje por menos que el anterior y al que no tiene seguro, como a Lázaro, se le acerca a algún hospital cercano. No tienen misericordia ni creen en dios, pero bueno, por si acaso, además la conciencia es muy cabrona. Mejor aliviar su presión.

    Si, que sí, que puedo ser tan sibarita como tú. No desconozco ninguno de los problemas que me mencionas.

    A ti no te cierro la puerta. Se van cerrando para que la pandemia no contamine, pero el moribundo capitalismo pega espasmos y en ellos se va destrozando, hoy el Congo, querido Forges, no me olvido ni de Haiti, ni del Congo y su riqueza extraída para que ahora pueda escribir esto. Ciudadanía enfrentándose entre sí, para que las riquezas lleguen limpias de sangre, quisieran de culpas;  a los grandes incitadores de estos pogromos 

   Nos inculcaron el sentido de la culpa. Los que se sirven de las religiones, ni lo tienen, el sentido de la culpa, ni se les espera en un Harakiri colectivo, por ser unos indignos; ni van a dejar de machacarnos; ansiosos de poder y dinero con el que morir.

   Nos nos dejemos embarazar por los libertarios capitalistas, siempre necesitan la violencia para realizar de lo que ellos quieren servirse. 

  Nos dan sus libros sagrados, cuentos, que dice Nieves Congostrina y ese presidente de los Estados Unidos que en una película demuestra a una integrista que tomar al pie de la letra lo escrito, es el principio de desmentirse a si mismo ante la realidad 

martes, agosto 06, 2024

Difamado

 Interesante dialogo entre Julian Macias Tovar y Rubén Sánchez. Este último ha ganado 23 sentencias contra diferentes especímenes humanos de la derecha, ultraderecha y de la rapiña a lo social que han tratado de difamarle. 

 Tiene claro una cosa; su lema es la honestidad y con esta cualidad hace trabajar a su organización FACUA. 

  Algo brillante en esta conversación llena de respeto es la falta de doblez ética de Ruben. No deja que Julian especule con soluciones "en pócimas mágicas" que ya sabe él no tienen ningún resultado práctico al no ser el del hablar por hablar sin obtener resultados para enfrentarse con verdaderos delincuentes profesionales, protegidos en su gran mayoría, por medios afines que les permiten salir indemnes de sus ataques.

   El secretario general de Facua, periodista, quiere obtener resultados y sabe que enfrentarse a ellos, tiene que ser desde la inteligencia. 

   Ganar sentencias a quienes eran capaces de extorsionar a Bancos y otras entidades, nos sugiere que primero tenemos que estar alerta nosotros. 

    Sánchez no nos lanza a la locura de decir que lo haga todo el mundo. Sabe de la dificultad e incluso él en esta última época ha tenido que hacer un crowdfunding para tener dinero con el que enfrentarse o a las demandas que le puedan poner o defenderse de los ataque de esos sicarios.

    En la conversación con Julian, a este le hace que vaya concretando sus propuestas desde lo posible; no desde la enumeración de probabilidades que rellena tiempo y no obtiene ningún resultado.

    Crear una plataforma desde el gobierno que haga la justicia más barata podría ser una; pero enseguida nos hace ver como funcionan determinadas comunidades autónomas y como estas pueden generar una dependencia de esas organizaciones acerca de sus actuaciones.

    Coincide esta agradable conversación en la que se observan matices de dos personas entregadas a verificar los actos que nos rodean, con un ejemplo claro de hacía donde puede derivar una organización que en algún momento tuvo otro significado y otra actuación. 

    Ese instante es el de la firma de un acuerdo de colaboración entre el SUP, sindicato de policía, parece ser que mayoritario y la trama, con actuaciones fuera de la legalidad, Desokupa, 

    Admitido el carácter funcionarial de los primeros, sin ninguna mistificación apolíptica que le haya infundido el destino para salvar a una patria, que no es más que la suma de ciudadanos, tan diferentes como puedo serlo de un ser de Valladolid que contemple una corrida de toros, admitiendo el sufrimiento del segundo y la ausencia de la vaca para completar el mandato "bíblico" de la naturaleza. 

   Concluimos que no es lo mejor que esos, al fin y al cabo, también ciudadanos, armados, con una misión tan especial, como puede ser otra,  como la de estar ayudando a la educación de un alumnado, no pueden estar echándose en manos de obscenos intereses no sólo de quienes fían su visión de la realidad a la fuerza embrutecida, sino de quienes mantienen a estos desde la sombra, que más bien es una oscuridad negra y criminal.

   Lo manifesto hace tiempo Podemos, ahora antiguos representantes de ese sindicato denuncian esa situación. Algunos se salen y se van.

   En todo lo anterior, la conversación de Julian y Rubén, en este pacto de fuerzas, se ve parte de algo que siempre estuvo ahí, pero se pudo controlar. Los dueños de un capitalismo nos echan unos contra otras porque su enriquecimiento ha sido siempre esquilmar a los ciudadanos, pareciendo que eran ellos quienes generaban las riquezas. 

    El globalismo que les ha hecho impúdicos en la riqueza, aparece con sus criminales miserias, que tienen a los denunciadores de Rubén como alfombra donde esconden sus tropelías. 

    Casi siempre ganan, la dejación y nuestra capacidad de poseer una pequeña felicidad nos hace conformarnos. 

     Fue el germen de nuestras 13 Rosas asesinadas, las que nos va haciendo consciente de la necesidad de quitarnos las ramas que nos ahogan y aprisionan. Por Venezuela anda Monedero, describiendo lo que pasa. Dando una inteligente respuesta a esas ciegas ansias del capitalismo de Estados Unido, que quiere intervenir en la democracia de aquel pais. La respuesta, deja de "dar por culo", con esa degeneración de sátrapas que mantienes como opciones y admite lo que ha pasado ante más de 1000 observadores internacionales. 

    Hoy parece, que ante su soberbia, una contundente respuesta les hace recapacitar. En cada uno de los países que han colonizado y saqueado existen traidores pero cada vez más, esas fuerzas de seguridad de los países van comprendiendo lo que pierde su país cuando cometen traición para la ganancia de unos pocos.

    Siempre "el pensamiento secuestrado" de nuestra querida Susan George y la necesidad de nacernos por nosotros mismos pese a la sobrealimentación que tiene todos esos difamadores tan miserables, tan execrables, tan enmierdados desde sus más intimas entrañas.

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y