Sentido de estado

 Ando cansado; sabes que una obra empieza pero no sabes cuando termina. Eso es lo que me dicen todos. Confirmo mi estado  actual, mi cabeza necesita algo plurinacional. Me recuerda Luis, que quizás me encierro en mi magias

  Parece tonto lo dicho; desde Broto salí para ya no volver a fallar en acudir a ninguna elección. Muchos no se fallan nunca, porque se justifican en el voto, porque hubo un estado ideal, que fue nombrado, que fue transformado en real. 

   Sucedió cuando a un país le entraron en recesión, aquellos bancos que quisieron cobrar cuando habían financiado por encima de muchas realidades. Consiguieron que hubieran gobiernos que les dieran prioridad en la cola del cobro. Los primeros los bancos; cuando quebraron, también fueron los primeros que se pusieron a la hora de cobrar.

   Dice mi interlocutor que hubo facturas que tardaban en cobrarse 9 meses; parece recordar que eran sólo las suyas, parece olvidar como se admitía que la administración sufriera el atraco de un recargo del 20 o 30 por ciento más del valor real.

   Fueron los otros los que lo hicieron; los suyos pagaron, rápido, igual que lo hicieron con el primer corresponsal de una televisión autonómica que cobraba 500.000 euros por su estancia en China. Si, no una china del Faro de los viñedos, hecho, también para especular, era el gran país asiático. Se hizo rápido, más que rápido el pago a los policías "patriotas" que inventaron basuras contra un partido. Podemos. No lo ves claro, contra sus integrantes; puedes no verlo. Me ves, si alguien falsificó pruebas para a los que me ofrecen una forma de sociedad, quienes les siguen considerarán que yo podía ser, un ser amoral y destructor de un país. 

   Persiste mi interlocutor en proyectar sus imágenes, sobre un partido de Estado, ese pagador rápido de sus deudas, dispensador de gastos extras, como compra o uso de martillos pilones para hacer polvo sobre los miles de conteiner de bits con información sobre sus corruptelas. 

   Tumbado, en un estado de postergación creciente suben sus disquisiciones sobre lo que puede haber pasado para que su partido "Estado", sea uno de los partidos menos votados en dos nacionalidades claves para lo que vocifera, su patria, su España. No, no ha ganado en aquel lugar partidos independentistas; de hecho, han retrocedido en sus posiciones. Obvia, entonces que han sido partidos con sentido plurinacional han sido los más votados. No, no quiere entender, no quiere razonar porque sería terrible comprender verse atrapados en odios hacía aquellos sus, también, España, por las mentiras que soportan aquí, viéndoles sólo como enemigos. Seguirán sin darse cuenta que los otros, son ellos mismos viviendo sus hábitos, en tierras lejanas. Con su filias y sus fobias, con sus maquiavélicos repartos de herencias o construcciones de zendales que sirvan para pagar a las empresas que luego inundarán de publicidad las televisiones que consiguen que vayan una ingente cantidad de gente con las imágenes proyectadas por esos amorales, entre sus monetizados glamours, juegos del hambre, despistadas hormigas, o más periodismo "de nosotros los asesinamos, con la información fabricada".

  Cuando se acercan y empiezan a desgranar sus cuitas; les escucho, les respeto porque se llenaron de esas verdades, compartimentadas, estancas para ser repelentes de los riegos de las aguas de hechos acontecidos a los que ahogan porque viven bien entre sus actos propios a los que han llenado de honradez, la que no encuentran en quienes creen que fueron sus benefactores.

  Piden sentido de Estado, quienes azuzan a sus campesinos o ganaderos, porque acuden con sus disfraces de leones para que aquellos salgan en estampidas contra la razón; ante la cual, cuando topan embrutecidos y reaccionan avergonzados descubren que se la han desnudado de lógica.

   Sentido de Estado, sentido de estado; espera que me viene una rima de estas simplistas que nos hace parecer graciosos