Te pueden dar una herramienta e ir a "romper la pana" o pueden poner a Sinnead O'Connors e irte recubriendo de belleza.
Existen razones, decía Bebe, para escucharla fuera de la primera vez y por ello, al repetir la búsqueda, ella llena toda la habitación.
Y tomas una nave
Temiendo que vaya a ser atacada por drones, ya ves tú porque vayas al lugar donde debes estar para la protección de la vida de los seres humanos y descubras que esta se la están quitando al diferente, incluso a las niñas que sueñan ser odontólogas, o hacer baile para plataformas que no son de calzado y a las que entre grandes alharacas se dijo que se tenía que proteger cuando sus vidas aún eran no nacidas y resulta que el fondo de inversión que te dará rentabilidad, fabrica armas que ¡vaya por zeus!, ¡en esta casa se asesina!
Así que coges la coherencia de aquella Sinead y sabes que en está sociedad tendrás que superar grandes oleajes y muchos más huracanes de incoherencias; oirás criticar a una periodista como Silvia Intxaurrondo, diciendo que se periodismo es sesgado a la izquierda, y lo tendrás que oír de alguien que coge la palabra: Falcon para generalizar una forma de gobernar, y cree que está en la equidistancia; cuando la primera habrá puesto los puntos sobre las íes acerca de las cosas que se han corroborado que son ciertas y las matizará para que luego los diversos tertulianos no puedan ir repitiendo banalidades que no tienen ningún sentido, a partir de los datos ciertos; por el contrario, la otra persona que habla de la diversidad, te habrá cogido el avión y no te pondrá los puntos sobre las íes de como han sido utilizado a lo largo del tiempo por todos los presidentes.
Las conclusiones pueden ser, incluso, más contundentes.
Quien habla de falta de libertad esconde, manipula podríamos decir, datos con los que hacerte una idea de lo que no es un pájaro, que es un avión, una aeronave de las Fuerzas españolas que ha sido utilizado a lo largo del tiempo por todos los presidentes del gobierno y además, no presenta, los porqués que podrían justificar, su uso. La otra, nombremos, siempre a Silvia te aporta los datos y tendrá la decencia de no hablar de ese, no pájaro, no ovni, sino avión de las Fuerzas Aéreas, que siempre ha tenido un función a lo largo de las distintas presidencias del gobierno.
Sería terrible para la primera , darse cuenta que la segunda, siendo de izquierdas, te presenta los datos para que tu pienses, mientras ella los estaría manipulando, que es lo que se hace cuando, los selecciona. ¡uff! terrible la reflexión.
Por colar, cuela hasta los 150.000 euros de fianza que le piden al Fiscal General del Estado metido en un proceso por un juez que no escucha a los periodistas que le han dicho que la información ya la tenían ellos, antes que la aportará el FGE, sobre un defraudador a Hacienda, reconocida por su abogado y quien lleva, demasiados años, destruyendo la democracia con sus manipulaciones y amenazas. La carrera judicial, pese a los huracanes perfectos que les amenazan, debieran comprender que admitir las arbitrariedades dentro de su profesión, destruye su trabajo. Enarbolar la bandera de una buena aplicación del Derecho debiera ser una posibilidad, porque el daño es demasiado grande, no sólo para ellos, sino para la convivencia dentro de la sociedad.
Ella cuela la cuantía de la fianza, los datos siguientes, no. Volvemos al párrafo de arriba, si ella que pide libertad de expresión, te niega datos, puede estar confesando que eso podría ser el pensamiento de derechas, el libertario, que no aporta todos, sino los que le convienen
Pedro Delgado cuela el dinero que puede estar ganando alguien por la venta de banderas de Palestina, su mundo no es el Rincón Lento, donde gente maravillosa la pueden estar confeccionando por solidaridad con las personas que siguen viviendo y, por ahora, se han librado del genocidio.
El ciclista, estimado tantas veces, pierde su decoro y nos damos cuenta de la existencia de una sociedad sobreviviente, en la tranquilidad, en el lujo, incluso, o en el cuñadismo.
Él tiene la oportunidad de vivir en este mundo posible, ajeno al sufrimiento; este ya lo sufrieron otros y él no es consciente de aquel dolor pasado. Se agarra al presente.
Como un Ulysses viaja en la nave de la comodidad pero él si oye los cantos de sirenas. Se entretiene en sus susurros, en su bienestar. Puede subir los puertos con alguien famoso y hacernos compartir sueños. Es una opción, hacerse el avestruz, meter la cabeza en el suelo y disfrutar.
No entiende que vive en un océano de personas que se han hecho conscientes que si no luchan contra esos cantos embriagadores de la inhumanidad, los siguientes podrán ser ellos. Ha pasado a lo largo de los siglos y ves llegar a auténticos botarates, sin otro bagaje que ser predicadores de la teoría de la bestialidad para destrozar a quienes somos parte de la sociedad.
Se ha aislado en una isla de guapura y no escucha el compromiso de las personas, porque son eso, personas, del País Vasco, a los que faltan al respeto, de Asturias, de Galicia para no admitir que un divulgador, reconocido por él, del sionismo exclusivista vaya haciendo apología de la violencia, porque eso representa en ese momento el nombre del país; silenciadas las muchas mujeres y hombres que dentro de aquel lugar, son ninguneados, además de amenazados.
El silencio ante el genocidio no es una nave a tomar.
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