Los días futuros, creo en los días de los jóvenes. Eddie Vedder llena con latidos, la partida al océano de las palabras
Ellas corren mientras un equipo financiado por un apologeta del genocidio circula por las carreteras del mundo.
Corre uno de esos jóvenes, al lado, infatigable, de los campeones de esta Vuelta, él vence la gravedad y mi pesadez, es su ligereza.
Tenemos miedo cuando utilizan a las banderas para golpear, diferenciar, odias; la que lleva el corredor es la de un pueblo debilitado, abandonado, sometido, de esta no recelamos
When we love, en esos gestos
por el encima de la calamidad, de la deshumanización de quienes somos ellos
the spilling blood, que regaba los ojos de la niña que quería ser doctora, periodista y ahora, incluso se imagina ser sólo niña
La gravedad de los días cotidianos que nos hincan a la inacción.
Esos otros, incluso la tentación de tener parte de los beneficios de la fabricación de una bomba que siegue las piernas inquietas del pequeño Ahmed
Tenemos el cielo, el mar, la tierra para navegarlos con el mensaje del reconocimiento de la otra, del diferente.
Incluso cuando vengan de vuelta, nos miraremos para que los inyectan odio desde sus desprecios, animalización sean puestos en la basura de la historia.
Navegamos las carreteras para pedir la humanidad, para quienes viven las mismas situaciones que nuestra hija, que empieza auxiliar de enfermería, nuestro padre y sus pinturas; su huerto que ha limpiado con las manos escarchadas.
Infatigable insiste en no desfallecer. No, Vinegaard le mira, consciente de la fuerza de una lucha por reconocer a las personas que habitan esa tienda, donde mordisquean un te; en Gaza, destruyen un edificio de más de 100 viviendas, doscientas, trescientas, cuatrocientos acompasados latidos con más sueños, ganas de descubrir, ganas de amar, de calmar los pánicos que atrapan a los pequeños
Habría, imaginamos, también un padre dispuesto a desaparecer, a no hacerse notar, a admitir una carretilla de vejaciones, todo por la ilusión de mantenerse junto a su hija, en una eternidad aquí en la tierra. Enfrente por la mirilla de la ultima maravilla tecnológica en armas, podrá ser eliminado por alguien a quien le han enseñado a interioriza, pensar, "aquello que tienes enfrente es bicho y a estos se les elimina"
Bromeo mucho con mis tiempos de competición, orgulloso de haberme exigido, pero ahora son sus piernas no las que ganan una carrera, sino las que se ofrecen a mi ilusión de seguir a los dos ciclistas, con idéntica bandera palestina Durante un tiempo infinito; nunca suficiente para quitar el hielo de los corazones de quienes toman nuestros votos para someterse al fuerte, que escondió su pertenencia a un dinero deshumanizado.
En ellas arropamos a los que quedan y somos los que existieron y fueron tiroteados por la maldad instalada en los débiles
Conduzco toda la noche y el saxofón de Clarence y Jake me hacen explorar en las ilusiones quebradas. No podremos recuperar a quienes se nos fueron, pero
hey, you got a light?
Iluminaremos nuestras debilidades para caminar junto,
Cuando amamos al diferente, podremos empezar a ser
Invincible,
aunque el terror vaya pegando dentelladas que desgarran las esperanzas
Transmutados mercurios nos engañan acerca de lo imposible de tomar caminos
No sabemos si nuestras tender mercies, son suficientes
El corredor, la chica apostada en la borda, la que se encadena
No seas cobarde presidente, no, nos protejas de sus violencias
Ayúdanos a parar el horror, si perdemos la perspectiva del encuentro
los barcos solitarios estarán a merced de los huracanes de mercaderes
Hey you got a light? No somos héroes, sólo personas
in all the way
Un viento para llegar, unas piernas para recorrer, unos abrazos para encadenarse
para ser oxígeno con los oprimidos
semillas para otros tiempos
nada será fácil, pero encendamos
para reconocernos en latidos
de corazones para cimentar
realidades de vida
en las que enraizar
Estás preparado
Caminemos juntos
Veamos al pueblo que sufre
Rachel Corrie, unió su destino
a ellas, quienes sufrían
en nuestra mente
siempre será Invicible
Anidó en nuestros corazones
No hay comentarios:
Publicar un comentario