Pepe me escribe para que desmienta que el jabalí no ha sido.
Estuvo con él hasta altas horas de la mañana y este se fue para la montaña; llevaba días en la playa de barro y se ha subido una semana a la sierra.
De hecho, el jabalí Flou se encuentra viajando en estos momentos para emprender el camino de Jabitiago. Le ha dejado su terreno y en éstas cosas ya sabes, es como las amazonas, una especie que no se casa con nadie
No ha cogido ni mochila, ni se ha puesto las botas.
Fede, se llama así mi amigo el jabalí si que hizo un movimiento sospechoso. Se tumbó sobre Herminia, la corza. Está, con un porte maravilloso y una capacidad de salto que en la viña de Vini no gusta porque se termina con todos los racimos. No para él, es un ser abierto y generoso, va sacando bocas de racimos para toda la familia. Podríamos decir que se las pasa con un beso. Nada romántico, solo cuestión de comida.
Pipa, que este verano ha compartido espacio con los girasoles, también se mosqueó, otra mañana por la actitud de Fede. Había ido todo bien y de repente le pidió que le acompañara a fumar hasta donde empezaba el bosque. Ella, Pipa, había luchado por años, contra una dependencia que había atorado los pulmones de su chiquejo Pipote y ahora sabía que no podía superar la tentación.
Fede había sido su sueño y si se iban hacia aquel lecho de fango, seguro que se tiraría encima de su cáscara y ancha es Castilla dicen por Salamanca.
Así que siendo un tipo con dudosos procederes, no tiene que ver con los últimos sucesos que han provocado varias inundaciones y cuatros constipados que estos días, de un sol de membrillo te deja tirado por varias semanas, dando la cabeza más vueltas que dos peonzas y un Pirulí en la boca de Pipa, recordamos fumadora emperdenida
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