Los algoritmos me están cebando con las palabras de los más bestias y, así me pasa, me estoy poniéndome como un mureko, de tal manera que veo una señal de Stop y la embisto. Pero no de una manera sencilla; voy ciego, que es eso de que coarten mi libertad, ni de coña. Agacho la cabeza, con la mano derecha la levanto y con el pie levanto la arena y para allá que me voy.
¡Hostias una señal, parándome! no se imaginan hasta que punto valoro la libertad.
¡Uauuuuu! ¿Me puedo ir?
¡Mi puta libertad! capullo, queda ahí y aguanta. No ves que hasta una analfabeta se ha puesto como un basilisco porque tu eres eso ¡un capullo!. Se ha alimentado de crema de cacahuetes y eso ha liberado su mente para defender
¿su libertad?
¡No idiota! mi libertad, campeón. Ella no necesita eso; con seguir mis consignas ya la tiene
Pepe dice esto desde su columna en el piso que ha puesto en Badajoz. Bello espacio, bella ciudad y un cierto sentido de aturdimiento.
Él es un becerro, más tranquilo. Le ponen una guindilla en sus partes blandas y bueno se agita pero se agita un poco, mueve la cola y como mucho en ese momento hace una cagada, si puede ser al lado del exacerbado peluquín naranja. Por lo demás indiferencia
A mí, puro cabrón, esas cosas me alimentan; ¡coño que la envían desde una nave! eso tiene su misterio, vale, pero es una nave; la importancia es mayúscula. Luego, si vale te das cuenta que llaman nave hasta a un piso turístico, pero ya te ha encendido y cuando a un "mureko español" le encienden hasta que no baja su calentón, aquello es una olla y si no que se lo pregunten a Pippen, hasta 33 veces tiene que soltar "lo retentum", que como decía el amigo Petum es puro veneno.
Marisa no deja de maravillarme; ella es la yegua y es una preciosidad, fíjate que siendo ¡¡¡¡mureko!!!! estoy prendado de ella, pero claro su porte, no tiene que ver nada con el mío. La ponen sobre sus dos patas traseras y parece un molino de viento, pero y si la ponen sobre la delantera, imagínate que porque un patán con micrófono y alimentado, por mucho que diga, con lo público o lo que esto ha generado, la diga cuatro chorradas, le lanza dos coces que se incrustan de forma sucesiva en mentón y pecho. En el primer le hace la señal de la cruda "pata" con herradura y en el pecho se da un golpe como para decir por mi cul...men de idioteces me lo he ganado y
¡ como no voy a estar enamorado de Marisa, por muy mureko que sea!
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