miércoles, abril 30, 2025

Louis, aquella voz entre distorsiones

   Nos hemos condenado a nuestra esclavitud. El presidente de Estados Unidos amenaza a un periodista por poner a la luz una mentira en la que insiste ese que fue elegido a través de unas imágenes a las que tampoco pertenece la realidad. 

    Es nuestra condena, que seamos dominados por quienes han elegido una mayoría de nuestros conciudadanos que se han agarrado a unos deseos en los que ellos se creen más libres y sobre todo enfrente nos tienen a los que ellos consideran alejados de la realidad.

    En el libro "Como escuchar Jazz" nos habla de la necesidad de escuchar, entre otros muchos instrumentistas y vocalistas, a Louis Armstrong como una de las mayores prioridades que debemos tener quienes queremos aprender a descubrir la música, aunque parezca que ya es muy tarde.

    Al contrario del amenazante mentiroso, condenado en firme por 34 delitos, nosotros tenemos que llegar a nuestro objetivo con autenticidad, no nos sirve de nada ni mentir, ni amenazar con una pretendida sabiduría que tiene tantísimas fallas. 

    Aquella sociedad americana, podríamos creer que lejana, pero aquí también, nos estamos entregando a la escucha de la falsedad, de las verdades absolutas apoyadas en lo que no existe; de filibusteros que como sus héroes presidentes o heroínas, como la que tenemos en España, saben utilizar las palabras, las imágenes para crear un universo en el que ellas no cumplen nada de lo que saben decir y lo peor de todos encierran a esos personajes embozados en nicknames para convertirse en sus guerreros que cuando son descubiertos, huyen como ratas porque se dan cuenta que a quien defendían, nunca van arriesgarse por ellos. 

    Se ven desnudos, después de haber sido faltones, amenazantes y saben que se les aplica aquel dicho de "Roma no paga a traidores", o aquellos salvajes que actúan al servicio de la causa de Mussolini, que eran apartados a la indigencia, cuando a este le convenía dar una imagen de prudencia. 

     Ahora se repite, la historia y la estupidez con sus adaptaciones, y quienes creían a esos desaprensivos, como pasaba en el libro de Bertold Brecht, "la increíble ascensión de Arturo Ui", podemos afirmar que cuando un pueblo vota, por indiferencia, por dejadez, por dudar de todo, al mafioso, no tienen que esperar otra cosa que este cumpla con lo que ha estado haciendo durante años.

     A Louis Armstrong le seguiremos escuchando en la autenticidad de su música, por si queremos ser parte de ella. 

    

martes, abril 29, 2025

El tío Arbusto

   El tío Arbusto es partícular dice que anda reunido con los demás, pero lo único que sabe hacer es contemplar y esperar para que saber por donde viene el viento y, para desgracia suya, soplarle por sotavento. Si, dice el tío Eulalio, no es que parezca tonto, lo es en exceso.

   Si no fuera porque Dulce, Félix o Tanjuan le dicen para acá o para allá, iría dandos derrotes sin parar aculla y si, nunca a la suya a la que alimentan en exceso; podríamos afirmar decir como aquella ilustre jirafa, es que nos cuida mucho

   No hay cosas en la que no añada una estupidez, una garrulada y una demostración palparea de su indigencia moral, siempre dispuesto a demostrarla. E

   Cuando salió de Turia, pensó en la vida y comprendió que tenía la suficiente protección para no parar ante nada y si incluso nada podía ser un pequeño obstáculo, pues a esta la eliminaría.

    Para el tío Arbusto tiene que ser un alivio que al decir una chorrada, los suyos se lo coman, que al hacer una barrabasada los suyos ni sepan de lo que le están hablando. Él dice quien podría poner a caer de un burro, tal periodista, tal comentarista, tal noticiario y le pregunta a los suyos: ¿ y estos?. Los suyos, miran para un lado, luego para el otro; luego observan el cielo y comprenden que desde arriba les miran con condescendencia y le dicen: no te los vas a creer; a todos esos programas, a las periodistas, a los buleros, a toda esa caterva les tenemos comprados o atemorizados, así que por ahí, ningún problema.

   Entonces nuestro héroe se lanza de cabeza a hablar, o lo que sea que hila fuera de la realidad; a aparecer como Solutionator, un bocas que tiene menos consistencia que las medidas tomadas por ese gran vendedor que ha colado sus peroratas para gobernar un país. 

    Aquí estamos, viéndole crecer, porque crece entre piedras, entre el fango, absorbiendo de otras plantas, y llegará, porque tiene esa capacidad para sobrevivir, porque es resultado de las excrecencias de un capitalismo que se ha visto de democrático pero habiendo tomado todos los resortes de la comunicación que reciben las personas. Les añades, algunos que estudiaron las leyes, para conocerlas, pero aplicarlas según sus conveniencias y algunos que creen que el orden es obedecer al poderoso y tienes una mezcla dantesca, donde el mínimo señor Arbusto aparece como un roble centenario y termina enmarcando nuestras miserias

lunes, abril 28, 2025

Partitura o la tía Tula

   Cuando empiezo con la partitura de Segrelles, me acuerdo de mi tía Tula y aquel viaje que hicimos a Londres; entonces Badajoz no era como ha sido después; podías recorrer la ciudad en 30 minutos y bucear en la primavera buscando el color amarillo.

    En aquellos días, sólo los taxis que venían de Barcelona llevaban ese color, bueno y también el tío Chanquete que se le había pegado al cuerpo por aquella enfermedad que no había terminado de curar porque cuando le dijeron que estuviera mirando el agua del río pasar, no tuvo mejor ocurrencia que meterse dentro de él para mirarlo con más profundidad, que es de donde le sacaron cuando vieron que pasaba un minuto y ni aparecía por sotavento, pero tampoco por barlovento. De todo esto se dio cuenta Círila que había perdido uno de sus muchos maridos, porque le ató varias piedras al tobillo. 

    El problema grave fue que las piedras no eran esas que se llevan ahora de adorno como tobillera, aquellas tenían mucha enjundia, eran de esas denominadas ruedas de molino. El caso es que ya llevaban 50 segundos sin ver las burbujas y ella, Cirila, se tiró y empujo al chico Chanquete hacía la orilla y parece que allí le había dejado varado de por vida, porque el color no se fue y trabajar, como los chinos, siempre dijeron que había realizado. Los otros diez segundos que tardó en salir, Cirila, siempre se han dicho que fue para asegurarse que allí estaba sumergido Gumersindo, que tenía tierras y muchas cogorzas cuando llegaba a casa tan ebrio, que una de las veces, hasta se ató el mismo las piedras, pensando que así dejaría de moverse el océano de alcohol por el que navegaba. Tuvo que ser ese día, cuando se subió a la carreta pensando que era el lecho matrimonial y se ató las piedras, cuando con Mulo en el arrastre, llegaron a la orilla de las aguas y allí, soltando una de las bestias, cayó la otra. ya con las piedras cosidas a cintura y piernas que eran donde decían que llevaban los abalorios las sirenas hawaianas que tanto le traía de cabeza, que es como cayó a las aguas.

    Cuando emergió, nuestra heroína, sabiendo que todo estaba en orden, había una multitud esperándola por aquella salvación milagrosa que había hecho; y también la mirada del suegro que, a duras penas, había llegado al río y lanzó una flor, a modo de despedida del hijo que le había dejado con la cabeza debajo de una almohada, antes de disponerse a ponerse todos aquellas cintas, también amarillas.

    Recuperado de las emociones estaba el padre, cogió a Cirila del talle y volvieron a la casa. Sabía de las historias de ella con sus otros tres maridos, que por h por b nunca había durado mucho más allá de 4 años en su matrimonio. Cosme estaba dispuesto, a rejuvenecer, aunque fuera para fenecer en poco tiempo, pero se ingresaron en la frondosa cama y allí descubrieron plantas, inglés y otros bosques.

    Con la tía Tula al frente del navío me enviaban transcritos los pentagramas de pasodobles, el caso es que aquestas corridas con cuernos físicos, se me prenden las semicorcheas, me hacen torpe y susceptible de ser arrollador por la banda que si que sabe de ritmos

domingo, abril 27, 2025

Una esquela

 Miro mi nombre con una cierta perplejidad. Algunas personas se detienen ante la misma, me miran y deciden seguir para adelante. 

   No es indiferencia, llevan años con las opiniones formadas y les da igual lo que tú les podrías aclarar. Les rige el dicho ese tan manido de "A ver si lo que veo, me va a hacer cambiar lo que yo pienso".

   Así andamos en el fútbol como en la vida. El otro día, María se quedó mirando a la hiena y pensó que está tenía unas líneas muy bonitas y unas manchas que la elevaban a la categoría de diosa. Se quedó mirando durante varios minutos hasta que se dio cuenta que había empezado a comerla la punta del pie.         Pero no de esa manera como recordaba que hizo Kevin, aquella noche, en la que la elevó al altar del placer, mientras escuchaban a B.B. King; aquí la hiena según mordía, se quedaba un rato pensando y masticando. Casi quería tener consciencia del manjar si ella daba un mordisco subiendo hacía arriba.

   Ví un detalle en mi esquela de la que no me había dado cuenta durante los últimos años. Dori, mi afamada mujer, había querido aparecer en la hoja, doliente, pensarían muchos, tales como estos que han ido al funeral papal para venderse. Sabían que sus votantes, mientras les interesara, seguían los vientos a favor, sin importarles hacía donde les llevará. 

   Y si mi sorpresa había sido que teníamos un niño, me lo había ocultado, cuando me hecho de su hogar; dijo que por mi falta de definición, como si eso no lo hubiera tenido Vinicius. Este aprendió, en mi no confiaban.

   Saturno, mi chico, ya tenía 21 años y estaba en la Universidad, haciendo un grado o veinte que había inviernos demasiado cálidos para aquellos que recordaban Marisa, la abuela de Dori.

   Claro Lucía, con la que había convivido en mis infiernos de los últimos años, se quedó petrificada cuando Saturno, la insinuó que podría ser una buena idea empezar una relación sexual, que tuviera como horizonte, dos o tres horas después. 

    Lo único que le prometió fue que no tendrían hijos, porque se había hecho la vasectomía. A Lucia, ya en sus cincuenta y dos años, aquello le hizo gracia. 

    Yo que estaba en el banco de atrás cuando se llevó a cabo lo que pienso que era una conversación muy loca; no lo fue tanto, fue mi chico Saturno, quien se comió a su padre y me dejó las vergüenzas a la luz del día.

     Ahora estoy ahí, deleitándome como mi esquela

sábado, abril 26, 2025

El maestro snob

  Se acabó su tiempo; ahora puede recrearse en aquellas imágenes con las alumnados sentados, menos aquel torrente que apenas podía pasar diez segundos quieta y el tiempo restante intentando que perdieran la concentración en aquel pesado que no paraba de hablar.

  Otras veces, se acuerda de todo lo que quiso explicar y, para que ser fino, no consiguió transmitir. En demasiada ocasiones piensa en que el respeto que les tuvo, se pudo estropear en malentendidos que canallas trataron de explotar.

   Pero él sigue siendo maestro, aprendiendo de aquellos y de lo que ahora le ha caído en las manos.  Y si, sufre, porque como dice Layla Martínez, en "Utopia no es una isla" se impone siempre, quien continúa persistiendo en lo que quiere conseguir donde exista un orden que es "su libertad impuesta en sus privilegios". Nunca pierden, no tienen prisa porque siempre tienen dinero y un objetivo, este no es la educación pública. Se insertan en ella y logran controlarla; pasa donde en un instituto donde su jefe y parte de su equipo de confianza tienen luego su prole en la privada. 

viernes, abril 25, 2025

Eran más importante los sueños

  Dice aquella mujer, alzada por una inmensa ilusión que anidaba en los madrileños, que no sabían a quien ponían de alcaldesa de Madrid.

  Se sigue sintiendo un importante, pero lo es mucho menos que todas esas millones de personas que imaginaron una ciudad sin las trampas de una élite rentista y constructora que la ha encerrado en la mediocridad y en la deshumanización. 

   Manuela se cree que fue un ser imprescindible, de luz, cuando en realidad, su buenismo tóxico quebró una ciudad donde las deudas no las constriñeran para ser humano. Ha sido tan reconocida por esos medios que dejaron de atacarla, porque se sometió al palco del Bernabeu, de donde salen otros tantos tipos de sometimientos que ya no la entienden como enemiga, cuando se ha convertido en un florero.

    Aparecer en el "Avivir", la encumbra delante de otra progresía, pero en esa burbuja, no comprende lo que es ir por Barcelona y ver en las islas, que claro que crea molestias, a abuelas que pueden salir a unas calles donde el coche se ha sometido al ser humano y existen espacios ganados para la convivencia es un establecerse en un horizonte en el que volvemos a buscar otro, pero desde la perplejidad de dar valor a lo posible.

   Se puede ser injusto en el análisis pero verla junto a aquel personaje creado por Juan Carlos Ortega "Marco Antonio Aguirre", que nos produjo tanto rechazo, vergüenza ajena y culmen de la estupidez, es como el colofón a la tremenda decepción de ese ser de luz que cumple con una bonita y bella tarea de ayudar a algun pequeño colectivo y eso es esencial, pero no comprendió que mucha gente creyó que aceptaría ser parte de un proyecto para asaltar a los cielos y no una traidora, unida a una caravana de vividores que cerraron sus sueños en sus propios proyectos vitales.

   Es probable que no supieran a quien estaban votando, pero incluso perdiendo, esos colectivos decepcionados saben lo que nunca querrían para una ciudad, ser esclava de los designios de unos pocos, por mucho dinero y poder que manejen.

    Ella es consecuencia de muchas cosas de las que renegó, cuando había dicho lo contrario y de haber dejado tirado a muchos, entre otros Carlos Sánchez Mato, que fueron honestos y cumplieron con la tarea que les habían encomendado. 

     ¿Se puede considerar tristeza

      No, seguir construyendo ilusiones para ser cumplidas, prescindiendo de personalismos y buenismos tóxicos.

jueves, abril 24, 2025

9000 y un comino

   A Josep Borrell le apartaron de sus opciones de ser presidente del gobierno de España unas supuestas corrupciones que se archivaron y que tenían que ver más con otras personas amigas 

  Que hace poco le descubrieran que había ganado 9000 euros por tener información privilegiada de la que había sido consejeeo, a los que mandan les importó un comino. Ellos lo llevan haciendo decenas de años y este no está en posición de ser enemigo para sus planes de gobernanza.

  La trituradora para despedazarlo la puso en marcha el eterno MAR y su ejército de mercenarios mediáticos.

  ¿Algún complejo o alguna tara por parte de estos?

   No millones y poder.

   Cuando Alejandro quiso cruzar aquel continente encontró a Eddie cantándole que quería ser un mejor hombre. El primero le miro y le invitó a acompañarle. Nada que no hubiera hecho con el caballo, la bruja y el perro que le acompañaban. El segundo empezó a cantar y se dio cuenta que estaba condenado a realizar esta acción de forma repetida hasta la extenuación. 

   A cambio contempló algunas madrugadas cuando, ya todos agotados, la bruja le invitaba a volar en su escoba. Creyendo que ya había llegado, dejaba de cantar, pero ella le recordaba su condenada mientras le dejaba encontrar los lugares donde sus gritos eran tan rotundos como penetrantes. Entonces el perro aullaba, se había transformado en un lobo sin que lo vieras venir y quizás por tantos días de asueto que empleamos en bañarnos en el Atlántico; y el gallo, del que no habíamos hablado se aparecía en los sueños del caballo, que de forma inmediata se ponía de pie, relinchaba tras escuchar a Eddie Breathe, y pensaba que si, que si era un animal afortunado y era por ello, que, sólo, pocas veces, tenía la tentación de comprarnos unos cartones para jugar. Lo rechazábamos pese a su insistencia y más de una vez, nos obligó a enseñarle una guindilla y enseñarle por donde se la habíamos metido cuando un día nos trajo a Federica, la antigua partenaire de la Bruja, la mayor, a la cual rechazamos por su pertinaces ronquidos cuando la cigarra cantaba en los calurosos veranos de la meseta. 

   Aquella primera Bruja era de Badajoz y la encontramos un atardecer desapareciendo junto al Sol del Abril, a la vez, que de forma inmediata, por el otro lado, cruzó la luna llena, habiéndole pegado una dentellada a la falsa seguridad de ella, siempre pendiente de ser más o menos aceptada. 

  Por todo ello y porque el comino que le importaba ahora a la gente, ese guerrero ardiente de Josep, habíamos realizado los 9000 kilómetros, con una nueva energía que nos permitía quedarnos en Groenlandia cortando pinos, ahora que ya las casas se hacían con plásticos que a saber de donde vienen, porque te pones a reciclarlos, unos venidos de Argentina, otros de la desembocadura de Lisboa, que ha saber si tienen caries y otros de Senegal, que te afirmas tú, vaya cojones tiene que tener Baba para haberse llevado a los mejores y aún así dejarte la sensación de que si no fuera por los que se les robo y no compartió, como buenos cristianos, las lecciones que estarían dando y sí, calló, hizo y siguió dando lecciones.

miércoles, abril 23, 2025

Mareta, hojas sin pixel

  Viajas entre México y Guada, así somos y existen mares de trigo, de mesetas y de ríos que terminan en un mar que busca la otra orilla. Todo puede suceder en tormentas, mareas y por eso, miedos, terrores y encuentros. 

  Las tinieblas te envuelven cuando ves a tantas cabezas agachadas para ver la pantallasde móviles y las mentes buscando satisfacciones en las que no intervienen.

   En todos los libros adquiridos hoy, te embarcas para diseñar tu propio viajes y los móviles pareciera que algunos avispados tienen esclavizados a los cerebros absorbidos para ser zombies de sus propias maquinaciones, sueños húmedos que no consiguieron con aquellos caballeros recogiendo mierda cuando un gran señor les comentó que tenían que postrarse ante él porque había ido a salvarles de otras civilizaciones. 

   Aquellos sabios le denegaron esa autoridad y le invitaron a unirse a ellos y crear un espacio de convivencia. Lo curioso del caso es que el que iba haciendo de caballo de aquel señor corazón fue el que no quiso prescindir de su condición sumisa. No recuerdo si fue porque las anteojeras le sentaban muy bien o porque creía que hacer compost de sus mierdas no daría sus frutos.

    Mientras de los libros surgían sonidos bien fuera en un bar de copas que tuvo Murakami y que le sirvió para explicarnos el Jazz, así como otros lo explican desde universos a los que no podemos llegar. La tonalidad de "enemigos íntimos" de Pablo Iglesias e Irene Zugasti es la de marcar nuestros propios relatos, alejado del servilismo del primer personaje, una Victoria Prego, servil, manipuladora en una Transición que controlaron los que habían tenido el poder durante una dictadura. Que sí, fue una salvajada, y para ello, un ejemplo muy básico, la familia del dictador se hizo rica por siglos, relato alejado del de salvar España. Con ellos, familia que nos siguen imponiendo las formas de habitalidad que constriñen a cientos de familia.

   Dedica el autor del libro un capítulo a los mendrugos que comparan a sus hijos con unas posiciones de enfrentamiento con esos mundos creados. 

    El agua de la sabiduría a veces estropea a los que ya han encallecido sus poros y nos les entra 

martes, abril 22, 2025

Irene en los sonidos

  Irene entendió que aquello no se repetiría, que había superado sus expectativas aquellos encuentros espontáneos y que el abismo era insalvable. Cogiendo el sueño, no supo si la realidad le daba una nueva oportunidad o si ya estaba embarcado en la nave que siempre tomaba, ahora sabía, en sus sueños. Un brusco viraje del timón le ofrecía la isla en la que había amado una utopía. El viento venia de frente y llegar aquellas palmeras que le habían sombra con sus hojas aéreas y lecho con las palmas caídas costaría su buena hora. 

  Sabía que tenía que levantar la orza para que no fuera una guía a un desastre como años antes le había pasado con aquel catamarán que fue a descansar en el único pedregal que habia en aquella lejana playa. Había tenido miedo de poner en peligro a su recién conocido compañero de trabajo y cuando la parte de la orza cogió el carril de una arena poco profunda ya aquello había sido el camino al infierno.

  El dueño tuvo las peores ideas y los dos tripulantes su temporal descanso en las aventuras. En el novicio, se me quitó la vocación de forma definitiva.

  Ahora las aguas parecían tan profundas a unos metros de la orilla que invitaba más adentrarse en los mundos de los fantásticos intérpretes del Mundo del extraño Ramón, también tachado de Fantástico. El Lliure abría puertas al reconocimiento de quienes estaban entre nosotros, pero no veíamos enfrascados en nuestras propias diversidades a las que entronizabamos por más comunes pero no confundamos "Comuns" que estos fueron asimilados por la mediocridad.

   El viento agitaba aquel instrumento e Irene Reig agitaba los cuerpos de quiénes se habían quedado y metía en las partituras de aquel soñador unos retos que podrían ahogarse en aquellas abisales orillas, a sólo 10 pasos pero lo suficiente para que el emulo del intrepido famoso capitán Arrow fuera engullido por los endiablados retos carentes de una nave apropiada para aquellas descomunales fuerzas a las que había decidido enfrentarse, no siempre con los mejores recursos.

   Una voz trazando olas le permitió verse despierto y sólo tuvo que encontrar unas drizas con las que ceñir las velas al rumbo tomado, entonces voló hasta el siguiente viraje. Cuando se disponía a ejecutarlo, una flecha le atravesó una pierna y un hacha le seccionó una oreja, pese a ellos cambio de bordo y entonces fue consciente de lo duro e imprevisible que sería aquel bordo que llevaba a arrecifes prestos a rematar aquella ejecución en una crónica anunciada.

  Entonces Irene nos desmembró un carinhoso Decisió i coratge y sorteamos cuatro cuchillos en piedra y una sierra en cuarzo y en el siguiente giro, tocamos sonidos y caminos por descubrir 

  

lunes, abril 21, 2025

Tiempo de piñas

 Escribes debajo de un pino fecundado en piñas nuevas, un descubrimiento en tiempos anti woke. 

 Alejandro, al llegar a la Isla maldita, imagina un poema al fuego. Su deseo es preñarlo de piñones ya viejos. En Andorra, mamporreros mediáticos predican incendiar lo viejo. Solo son madereros, investidos de corona, incendiando su propia pira. Éxitos en besos de sapos. Roma nunca pagó a los descastados.

   Arboles inundados de vida, nunca serán los de la sierra, prestos a ser decorados por el veneno de las heladas que les regalan, a modo de cumplir penitencias, los lazos negros con que les adornan, grandes sátiros.

   Capota para encuentros de una música en desamparo. 

   Rumbo a desarbolar comodidades, como, también, los navíos guerreros en promociones de ocasiones únicas para la autodestrucción. Anuncios fluorescentes de una sociedad de casinos, asustadiza por los migrantes que generamos, mientras babean por las oportunidades concedidas porlos crupieres que abren juego en ruletas trucadas por la banca y sus fondos de destrucción masiva y engorde de redes y cuentos de nuevas expectativas.

    Agua, sol y un viento que, aquí, abraza para que Blues para dos saxos incendie lo viejo, mas ausencias de compromiso y las inseguridades para que sople un aire donde el artesano fecunde descubrimientos entre los maremotos de olas contenidas en partituras con alma de verdugo.

 Capitano de un bajel, aceptado novel pretendiente en improvisaciones sonoras, con cimientos de horas en cañas de uy! y celebraciones de ligas tejidas con el cuidado de quien ama llegar a Ítaca sin prescindir de ningún instante de lo sufrido, en ausencia de un fuelle sin alas.

  Eclosión descontrolada de estrelpiñas para suspirar gotas en bemoles y sus becuadros improsionando manantiales donde las angustias emergen tras bocanadas de hundimientos.

   Notas como piñas, ordenadas para ser dibujadas sobre un complete unkown de colores indescifrables.

domingo, abril 20, 2025

Tina

 Tina es insaciable, cuando levanto la copa me la llena, a la vez toma uno de mis dedos en su boca. Cualquiera tendría claro el fin, con ella te puedes esperar cualquier contestación; desde que era contable de las comisiones que recibía su majestad antes que se comprara la maquina de contar dinero, hasta que él, muy atento, se lo agradecería con unas vacaciones conjuntas en Sierra Nevada. A mí, no me engaña lo que quiere es lo que tengo, negro azabache.

  El capitalismo como utopía en la que admitir el triunfo de  nuestras derrotas para confirmarlas como inevitables y sálvese quien pueda. 

   Tina era Margaret Thatcher, aquella líder británica, liberal apoyada en la represión, criminal que no curioso que decía que no había alternativa una vez que el telón de hierro se había desecho en migajas y un socialismo burocratizado había dado paso a unos privilegiados corruptos y a un anquilosamiento de su maquinaria de producción.

  Dueños de los orgasmos, el capitalismo creo succionarios mecánicos para repartir pequeñas satisfacciones que concedían sus enviados, loteros para que desde sus cadalsos de nuevas  oportunidades concedieran participaciones ganadoras con efecto de encadenar fieles defensores de su castillos de arenas a orillas de océanos desequilibrados.

  Aquella Tina dió paso a los desacomplejados profetas y sus monaguillos mediáticos. Anunciadores del Armagedon de orgías, donde a la pobreza se la condenaba a la auto satisfacción por su incapacidad por no conseguir los méritos a los que los flyers callejeros anunciaban como próximos.

   Tina, despampanante aquelarre de dueños del mundo que necesitan ser idolatrados. Aduladores del reconocimiento una vez sus mansiones les devolvían la imagen de su riqueza pero no el altar de conseguir sacrificios humanos que les asfixiaran en sangre para conseguir pequeñas muertes más complacientes.

   Tina y los travestidos de los ensueños, gobernando el mundo a golpe de imágenes de un espejo enloquecido

  

sábado, abril 19, 2025

Temporal

   Dejó un solo micrófono abierto; ha llegado hace tiempo al vacío y sólo se encarga de poner farolas a clichés colgados en cohetes sin rumbo. El ruido es ensordecedor derramando petardos arrojados por idiotas renaciendo en generaciones regias.

  Sobre un melón proclamo la revolución. Tomado a ciegas puede estar pasado, pepino, o magnífico; Layla corta sus gajos de los intentos fracasados; las regeneradas utopías que han nadado hasta las orillas de las desmembradas islas de un continente soñado, desmembrado por volátiles humanos.

   Sobre un mapa se escancian tragos de una barra de película del Oeste. El camarero seca el enésimo cristal, se gira y mira al espejo desde allí observa a un piadoso feligrés fecundar a la muerte, como si sus víctimas fueran ajenas a sus creencias. Un disparo sutil con dividendos le da el último espasmo donde al asesinar una niña, cruel muerte la de ella, él atina a eliminar los restos de su última gota de semen.

   En las letanías de nuestra adorada Nieves tenemos la cuenta por el ahorcamiento de unos sueños de pueblo, cogida la soga por ellos mismos, para incluso ser condenados al sacar, en el estertor, la lengua, nunca hacía reyes corruptos.

   Sankara, Lumumba, ahora Traoré, antes Nkrumah sucumbieron abatidos por tantas avaricias por saciar que, gotean la sangre en lapos en los que hayan lo divino quienes acusan a los menores migrantes de sus males.

  Cruces de miradas que nunca será posible con los promotores de guerras y rabias para la siesta en las pantallas.

   Un verano cualquiera comienza un puzzle donde volver a soterrar un camino indescifrable 

viernes, abril 18, 2025

Orquestar imágenes

  Si me pides que cuente una huida, la de Chris fue la mas cruel.

  No tardó en asumir la destrucción de las lineas de las viñetas para que nada diera soporte a personajes vencidos. Miraba Pablo, ansioso, saliendo de los infiernos,  arañando sus brasas para recalentar unas chuletas colgadas que le ofrecía la industria de las armas. 

   Hubo momentos donde sus partículas, tocando con soberbia las notas de un cielo sometido, bramó sutilezas en medio de dentelladas. Todo le era dado, nada sería abismo, pero, solo en un ínfimo instante llegó, acudió presto a tomar su parte y bastó la varita de una sirena en palio para fumigar la araña que le había tejido las frías partículas, otra vez, desmembradas. Calló, se había vuelto nada e invisible.

   Sabía que era el mejor método para ser recompensado, al fin y al abismo, la vida le ofrecía más recompensa que ser un envoltorio con sabor a utopía, siempre abrasado por las maderas resinosas de las  chalanudas que se veía obligado a recitar o para mayor escarnio, memorizar. ¡Como conseguir salir ileso del nalpam de las idioteces digeridas en apriorismos sin un solo viento en el que se anclara a la razón!

      Un teatro había encerrado una manada de becerros y con la llamada de "cinco minutos", salieron, sin el orden que les habían dado, estabulados y entonces fueron todos una orgia de cornadas y sinsabores; regado por el escancio de frutas, árboles y un poquito de cianuro para celebrar sus bacanales de apariciones, exhibiciones, pese a ser dueños de nada y voceros de advenimientos de dioses con tickets de muerte

jueves, abril 17, 2025

Jazz en un desalojo

  Mientras busco en un cenegal un sonido al que amarrarme, llega Jenny con un cuchillo de inmensas dimensiones, lo pone sobre el piano y me obliga a mira su atardecer. No tiene mis colores extraídos de sus jugos ni promete asirme cuando los vuelos no tengan los cables de acero del previsible pop.

 Ella mueve su boca para dar sensualidad al alto; el sonido, ahora tiene la sal del agua de la tempestad y el yacente amanecer en el puerto, entre arrumacos. 

   Antes embarcada, las noches eran hincar las plantas y extraer fuerzas para sujetar la red con la que alimentar, otro día gris. sus marineros y no dejar desvalidas las promesas pese a la soberbia con la que arrasaban los prepotentes los mínimos sueños de otra vida.   

  Un tal Ted anima a escuchar Jazz; lo desafía pese a la destrucción de una nave condenada a los susurros de las sirenas repetitivas y cadenciosas y no haber contemplado la musicalidad de las tormentas de mil madres, a la deriva durante casi siglos.

   Dany condujo su engalanado burro Cesáreo por el éxito aún siendo un patán. Tocaba temas para un hundimiento entre el glamour de sus coces que resonaban en el erecto empedrado de sus sumisiones.

   Desalojado el cabestro, Andy se dispone a caminar por alambres trenzados por iniciáticos The Smithsonian. 

    Vengan ocho, dieciséis, treinta tornados para deshacer búnkers y crear alfombras donde engancharse y caer o subirse y volar.

    Desalojado, vagando, encontrando motas para una construcción. Un guía me trazó un cielo de estrellas de letras, desde  Ciutat Invisible, volver a leer para seguir su sendero de como escuchar Jazz. Bonito soporte cuando estás dispuesto a visitar el jardín del Edén de una visita en el que se sienta que una nueva flor la puedes iluminar con el manantial de un chorro de aire consciente de ser encuentros pasados o deseos en donde volcarse para los diversos abrazos en los que enredarse sea para niños estigmatizados por el odio que da el miedo a lo que sean en el futuro, sea la Amazonia enclave de un cielo con estrellas voladas por la codicia de lo inmediato y la sinrazón de la soberbia de querer encerrarla entre cálculos de fortunas alimentadas por la complicidad de consumidores compulsivos.

    Mundo en teclas, cadenas auto impuestas para someternos a los mercaderes de enlatados soles de las pantallas espejo, nue a diosa, afirma Maltorres 

Eliminaciones dolorosas

  Cuando fue al concurso del barrio de su prometida sabía que lo tenía todo muy difícil. Chelo no convocó la junta municipal, sólo ella decidió que no tuviera la mas mínima oportunidad; sintió que la fosa a atravesar no tendría ni pasarela, además de ser ancha y profunda

   A Fátima, fotógrafa palestina, Pedro la obvio porque anda en no sé qué cosas de asegurarse un futuro y la cosa no pinta bien si no preparas las sociedad para la guerra. Pedro, aunque cogió un cascajo para promocionarse, no está por tener una linea de compromiso para denunciar lo que destroza la sociedad. Eso lo hacen otros y ya ves, tienen al ejército zombie dando mordiscos en el cuello.

  Jojo nunca tuvo dudas apoyo la causa palestina y Chris Ware también nos diseña comics para rehacernos si nos habíamos simplificado en un cuadrado, para ofrecernos en las miles de posiciones que podemos adoptar dentro de él. 

   En todas nos podemos buscar, pero tiene que ser nuestro proceso. Cuando en una ciudad grande, inmensa, contemplas todas las miradas que se van a la pantalla, sientes que la vida te la están construyendo para felicidades volátiles y al final, ajenas 

miércoles, abril 16, 2025

Dipper mouth blues

  Siempre preparo el cazo, mira que la mágica cocina amenaza por mi desprecio pero chico me gusta hacerlo así, decía Vinies de Dorting poco antes de emprender su travesía por la sábana.

     De Pili no tuve noticias durante años, de él, cada día era un noticiario. Tenían fuerza todas sus reclamaciones y cada una de sus lanzas llevaba impregnada el veneno de aquel árbol talado para sus menesteres que era lo cafre, sus noticias burdas y sus bajezas, todo ello embutido, no en pieles para chorizos, morcillas o menudo, para sus sumisiones le vestían de más lo que fuera, guapa, tatuajes externos y vuelos con sustancias, había demostrado que era lo bastante canalla y amoral para merecer las dos capas, aunque le procuraban la segunda.

  Por los dibujos al cielo habían pensado aquellos dos grafiteros pagados para dar lustre y esplendor a la lengua. El problema era que en aquella chapa se veía si se pasaba, en aquellos brazos catódicos era Cancerbero quien procuraba mostrarlos para regocijo del "Chuleta de Dorting", como le habían apodado cuando se puso a meter en plancha los chuletones que le caían. Chico le dijo uno ya cabreado no te das cuenta de la cantidad de agua que cae.

   Tío, son chuletones que mastico y me empalma la realidad.

     Petos de Gracia le lanzó uno y cuatro lecturas de Gramci y dos de bajo instinto. No daba más de si; caminaba transparente y abocado a ser tachado de imberbe sumiso y pagafantas. La cabeza rapada y la capa caída. No pudo prever la arremetida de 'Chuleta" y le abocó a los infiernos de las tertulias; allí, le trataron de títere, descerebrado, tonto con las habas y flipao palmero por las palmas de hostias que recibía de cada uno de los tertulianos.

   Al caer postrado, como un pablo de taxidermista cualquiera vio las manos que metidas por el culo movían los dientes en sus bocas para que parecían fieros, y les pudieran medir sus podredumbres.

    Blues antiguos de Sílfides encopetados. Salimos añorando los desnudos cuando perdían su pedigrí 

martes, abril 15, 2025

Aupa balconada

   La balconada es especial, acude gente muy diversa y esos días los vecinos se asoman.

   Antonio es de los más bordes, se asoma desde el cuarto derecha y....desbarra, como si el mundo se fuera a acabar. Repite una y quince veces: ¡Qué haces Pepe!, no te das cuenta que te va a llamar pelele otra vez. A todo esto me caen sus babas y Azucena me acerca un pañuelo, primero, luego va al baño para traerme una toalla.

   Eugenia, a la que algo le cae, a su segundo, claro, también derecha, le lanza dos gritos y un cohete. Los gritos es para decirle calzonazos, meritorio. En el cohete va saliendo los petardazos de quienes le rodean, muy, muy falsos y con retardo.

   Pedri, no el del Barça, por favor, ese es otro nivel; el de la champañeria de la esquina, alcanza a darle capón, suave y le recuerda lo que ha escrito en otras épocas.

   Pepe, estos días prepara diferentes cócteles y Eusebio los mezcla con cosas exóticas que nunca quiere explicar que añadidos lleva y menos a Toni que se ha asomado desde el balcón del cuarto y es especialista en pócimas.

  Melissa pone la mágica lambada y todo el segundo se pone en pie. Menos Daniel, por lo que sea ha quedado tendido y Sole se ha lanzado a realizarle el boca a boca. Eduardo la aparta y la dice, mujer al fin y al cabo a los dos nos has follado. Déjame que sienta un poco lo que sentías.

   Sole le mira y le da por escupirle, el se siente alagado.

     Antonio, perdido su patrón, suelta ahora espumarajos. Dolores, en mujer y en carne le la torpeza en la que se haya su constelación burbuja. Le hace creer que su palabras no se han podrido al contacto con sus dorados consentimientos

      Pepe se ha dado cuenta que enfrente en el quinto está Paqui., buen momento para pedirla un poco de romero para la colmena.

       Ana no sabe ni dónde meter sus encuentros, mezclados con sus tretas y chantajes la tienen empotrada en la invisibilidad.

       Cuando me da todo lo que ella quiere, que se lo devuelve en un cheque de búsquedas y satisfacciones, a Antonio lo han dejado por imposible y las parejas aprovechan cuando recóndito punto de la balconada.

   Apa!

lunes, abril 14, 2025

Cerebro y sesos

  Durante un tiempo, Juan Taramera estuvo entregado al descubrimiento de problemas en el cerebro. 

   Conio visitaba aquel lugar etéreo cada vez que pedía una cabeza para los fines de semana. Esas eternas horas tenían su culmen cuando les posaban sesos dispersos en el plato de los resultados de sus interacciones. 

   Aquel ser extraviado los tomaba con cuchillo y una estilográfica; les dejaba procrear en una colmena con casillas con pollo para alimentar terrores.

    Inma intentaba sellar aquellas celdas donde se habían mixtado con las heces que envenenaban las cabezas humilladas ante los detritus de las irresistibles sirenas tecnológicas.

   Leila besa las hojas del cráneo que aupó sus sueños ante el muro de la experiencia, aún, invidente.

    Los sesos inconexos buscan nodos invisibles donde coser una samba en la que abrazarse con Taramera. Este vagó por los desiertos de la escucha por si emergían oasis de jazz, como anunciaban los flyers con los que arrancaron a los Joab de la mansión de sus miserias.

    El vigilante Conio, investido de nada y vestido del apriori aporreó el agua donde se intuía necio, miserable y amenazaba con tragarse el movedizo cerebro vaciado, como pilatos huyendo desnudo entre alharacas y un balcón donde interactuaban instrumentos sin jazz

domingo, abril 13, 2025

El sobrino

   Encontré a Vicente sobre la moto que había estado arrinconada más de 20 años.     Varios radios curvados y con motas de un rojo China era suficiente detalle para saber que durante varias semanas había permanecido enclaustrado en aquel cuartullo donde se podía encontrar cualquier tornillo o tuerca.

    Estaba delante del bar de carretera, donde se escuchaba country y los moteros soñaban con contornear los cuerpos de sus amantes a ritmo de Emmylou Harris. 

    Eloise descifraba aquellos actos para encontrar conexiones en los que atrapar utopías naufragadas en una isla.

    Las ultimas flores de los almendros se fundían en el suelo pisoteado por los caballitos de la rueda trasera de la moto. 

    Ese morado tenía una maldición, ser arrollado por las sombras de los malditos reyes Sol que habían mutado para permanecer impunes, entre sus groseras existencias.

   Eloise miro el suelo y tejió una bandera 

sábado, abril 12, 2025

Una estilográfica

  Saliendo de la nave, Felipe contempla el amanecer.

    Ha estado casi 12 horas soñando mientras colocaba cajas en la cinta transportadora. 

    Se había trasladado a este nuevo país desde su Macondo particular. Allí vivió durante diecisiete bajo la mirada del capitán de las Visitadoras. La cabeza de este era tan curiosa que no se la quitaría de encima durante años posteriores.

    Su madre, apenas la conoció. Siempre le dijeron que estaba en España y por eso esta madrugada, devolvía la mirada desde Vigo a su país. Cuantas patrañas más iría descubriendo, se preguntaba, a este lado del Oceano.

   Dulce salía, cuando él comenzaba el turno. Le miró como atrapada en aquellos ojos;  emprendió una alocada carrera, pero antes le dijo: Tú madre era una diosa y él, el mismo demonio hecho hombre.

    Felipe fue objeto de burlas por parte de nadie, porque eso eran unos marineros que recordaban su tiempo de mili, en aquel lugar donde el tiempo se ancló.

    Se mofaban de aquella Amada que les había procurado el jefe militar y a la que habían sometido a las más crueles vejaciones, como reconoció uno, porque su belleza les humillaba. La dejaron, por muerta, en aquel antro en el que satisfacieron su miembro viril, la polla, y anularon cualquier encuentro de mutuo placer para el que le habían extirpado su parte humana.

    Unas horas después, en el barco que le llevaba a España, le ofrecerían el puesto de grumete, por la extraña muerte de cinco miembros de su tripulación. No había violencia, sólo una extraña letra en cada uno de ellos.

    Los tiraron por la borda, cuando vieron que una gaviota murió al lado de Servindo al que había ido a picotear.

     Felipe, nunca quiso alejarse de la costa a su llegada a aquella ciudad portuaria. La habían dejado, por vejada pero más por muerta y su esperanza, era volver.

     No sabía nada de Dulce; si ella entraba en cinco minutos, esperaría. Se apartó a un lado, temiendo asustarla.

     Llegó con una mujer, aún joven pero doblada, se apoyada en un bastón y en el brazo de su acompañante. 

     Amada miro hacia arriba y Felipe rasgó la contemplacion y sumisión a los sueños, tiro la estilográfica.y se aferró a aquellos ojos que centelleaban estrellas. 

     

viernes, abril 11, 2025

Un reposo abisal

  Si se hubiera difuminado el viento, el hilo habría caído a fondo y ella se hubiera escapado por la gatera. 

  A cambio se hizo boca e iba dando mordiscos a diestro y sobretodo,  a Peni que pensó poder navegar en su precaria tabla.    Creía, ella, que añadiendo cantidad de vela su desplazamiento sería vertiginoso, pero no había ser humano en 30 metros alrededor que se pudiera acercar a rizarle tan enorme trapo, diría después Peni, durante el atestado. Su rictus, en apariencia cansado, escondía gotas de venganza

   Sus manos se aferraron, incluso dañando sus uñas y el arnés desmultiplicó la fuerza del aire y aumentó su capacidad para sujetar aquel endiablado proyectil.

    Pareció durante 15 eternos segundos que traspasaría dos ensenadas e incluso un istmo; cuando una racha huracanada deshilacho sus ligamentos y convirtió en un castillo de arena el kevlar de su arnés, atravesó con una precisión quirúrgica aquel bote en el que Armando y Susana despreciaban en su ardor aquel, ahora, tétrico espacio.

    Susana enfrascada en los pies de su amante, solo pudo contemplar como se hundía el resto del cuerpo, con el altar de su adorado pene, aún eufórico por el cuerpo y las refinadas maneras de ella.

jueves, abril 10, 2025

La carpeta

 En aquella carpeta había metido datos sobre como había sucedido aquella tragedia. 

    El director había tratado por todos los medios que tenía a su alcance para que  aquel saltimbanqui no apareciera en el día de su estreno.

    Se había formado con algunas de las mejores orquestas del país, culminando una dedicación a la música que había empezado desde sus primeros momentos de vida. 

    Su padre escribía poesía dadaísta y su madre construía decorados para las obras de teatro de aquella ciudad. En su tiempo libre bailaba la danza del vientre, algo que Luis, el director había visto, maravillado, incluso cuando viajaba en el carrito con su padre, que le había llevado a aquel gimnasio para que ella saliera de su abstracción.

   Lorenzo era una advenedizo que llevaba tres años como si fuera un zombie reconvertido a la música. Sus vecinos le miraban y encontraban el vacío en sus ojos. 

   Sara que trataba de visitarle, muy de vez en cuando, cada vez con mayor distancia en el tiempo, intuía detalles que la hacían comprender el progresivo abandono de aquel tenaz y ardiente amante. 

   Cuando empezó a adentrarse en aquella partitura, algo cambió en su carácter. Había ido aprendiendo la necesidad de medirlas con esmero y con dedicación en cada uno de los pasajes que se hacían más complicados. 

    Era una razonamiento muy sencillo, pero en alguien que se ha echado en brazos de la belleza, no le cabía en la cabeza que una pura y repetitiva acción pudiera ser la clave para luego encontrarla. 

    El caso es que tenía motivos para no haber entrado en aquella profunda depresión; hablaban de las obras de Stanley Kubrick o Charles Chaplin que había logrado crear frescas y perfectas imágenes a partir de la repetición de muchas de sus secuencias.

    Estaba Lorenzo en aquella situación en la que comprendía que su atención debía ir dirigida a encontrar la facilidad en lo pequeño, para controlar todo lo demás; el director de la orquesta dirigía en la habitación anexa a algunas nuevas alumnas, que estaban cercanas a entrar dentro del grupo.

    De forma nada inocente, Anselmo había cambiado algunos pasajes de la partitura, de tal manera que su comprensión fuera endiablaba.

     Intento una y cientos de veces, nuestro protagonista desbrozar aquella trampa: Sus tres años, pese a la intensidad de su dedicación tenía lagunas y en aquel papel parecía haberse conjugado parte de sus desconocimientos. 

     Se cruzaron en algún momento de aquella trágica tarde; Feli confesó que intuyó una sarcástica mirada en el creador. 

      Cuando Lorenzo, atrapado en una ansías irresolubles, se comió aquella partitura. El director, por todos los medios, quiso evitar que supieran que su hermano, era tratante de maderas en aquella selva venezolana en la que había obtenido un veneno que se diluía en la sangre, tras haber paralizado el corazón. 

        Se dirigió a la carpeta, y junto a la partitura original, mucho más fácil, tenía una foto de su hermano en aquel país. La rompió en innumerables trozos.

       Aunque quedó un trozo reconocible de la marca de la chaqueta, en el fondo de la carpeta.

miércoles, abril 09, 2025

La chaqueta

   Cuando me dejé la chaqueta vaquera en su casa; me di cuenta una media hora después, sabiendo que no podía  volver porque la hija no admitiría nuestra relación.

    Ella había viajado hasta Sudamérica, en 2022 para una investigación de campo en la zona boscosa de Venezuela. Yo, entonces, era importador de madera noble para una gran marca de muebles de lujo y durante meses visitaba diferentes zonas y me alojaba en habitaciones que me procuraban los capataces que trabajaban para mí. 

    Lorena realizaba un proyecto acerca de la extraordinaria biodiversidad en aquella provincia privilegiada.

   Con Txurel, yo tenía una gran complicidad y aunque de forma directa no le había hecho ninguna insinuación, si que no tuve cuidado a la hora de hablar con el CEO de mi empresa en España acerca de los problemas que no estaba produciendo el que ella anduviera soliviantando a los pobladores de aquella zona acerca de la precarización de sus condiciones de trabajo y los bajos salarios, comparado con las ganancias que se obtenía con aquellas madera noble.

    Con Leire, la madre de Lorena, tenía una relación de amistad por medio de una compañera de trabajo. Tomábamos cervezas de forma periódica y desde hacía un año había empezado a aproximar nuestras bocas a la hora de despedirnos, delante del grupo. Mis ausencias enfrían ese conato de fuego que parecía volvía a cero tras esos meses en Venezuela.

     Mi capataz preparó una trampa a Lorena, de la que tenía noticia de forma indirecta. Sabía que era de mi misma ciudad; conocía que le gustaba bailar cuando estaba en los poblados, pero nunca me pude imaginar lo que pasaría aquellos días.

     Ella había salido de madrugada con un pequeño grupo a los que les iba a enseñar a valorar la riqueza arbórea que poseían. Les dejó un momento, con la orden que no se separara, pero ella si lo hizo y se adentro por una pequeña senda, casi inexpugnable pero que el día anterior le había ofrecido una visión que no estaba segura que su grupo debiera ver en un primer momento de la mañana. 

     Avanzó cien metros y cuando se volvía para darles una sorpresa con aquel lugar tan bello: fue sujetada por cuatro manos muy poderosas que les aferraron los brazos, a la vez que su boca fue sellada con una mezcla que reconoció enseguida llevaba savia de aquellos árboles.

     No perdió el conocimiento, pero sintió un profundo asco cuando sintió que su boca era invadida por una lengua estropajosa y unos dedos, invadieron su sexo, produciéndoles unos espasmos que con el tiempo aprendiendo a no culpabilizarse por haber producido algo parecido a un orgasmo, que no había podido controlar

       Cuando llegué, su grupo la estaba rodeando y tratando de reanimarla; yo, estoy sin poder decir unas palabras pues, aquella brusca forma de conocerla; y mi aparición "tan casual" parecía implicarme en aquella violación. 

        Había expulsado a mi equipo a varios cientos de metros y cuando Lorena, tomó control de sus sentidos, al estar yo delante suya, en su recomposición, me relacionó con aquel ataque y aunque en días sucesivos traté de explicarme. Ella no me dio esa posibilidad

         Aquella tarde, con Leire nos habíamos explorado como, le conté, hacía yo en mis viajes. Ella sin darle importancia me habló de una hija que se dedicaba a hacer diferentes estudios y que dos años antes había estado por mi zona. 

         Cuando hice la asociación, no tuve ni la fuerza ni la claridad para explicar aquel suceso. Lorena con la que contacté siempre que pude, no me lo había perdonado y ya no había vuelto a saber nada de ella, hasta esta tarde. 

         Aquella chaqueta era la misma que llevaba en aquel bosque en el día que nos conocimos

martes, abril 08, 2025

Leiva el cerebro

  Miro la próxima pesa que voy a meter en mi máquina. Estoy seguro de poder con ella.

  Se me escapa una ojeada al espejo, me emocionó con mi perfilado bíceps, ¡dios!, ¡soy tú!

   En ella, observo también unos ojos, metálicos, off course. Tienen la placidez de sentirse reconfortados por tu esfuerzo. Si no fuera por un poquito de óxido que le afecta a sus conductos, estoy seguro que se emocionaría por serle tan fiel. 

    Se aproxima Luciana, me mira, yo la cojo y tiro hacia mí. La he cogido algo desequilibrada, tiene un tacto plástico y unos brazos a los que te ases y la tratas con la pasión que aún no has dedicado a una humana.

   Tiziana, pudiera ser la primera, lleva varios días calentando al lado mío. Se está yendo a la zona de Zumba. Me lo comenta, Yo que estoy en las cosas inglesas,  no la entiendo, pensando sólo es sexo, pero ¡leche!, demasiada testorona, televisiones con ciervos y Pepe, que siempre ha sido mi rival . La pregunto si no sería mejor en la sala masajes.

    Ella se queda fija, mirándome, después de arriba abajo me pregunta por Higinio.

    Se me baja toda la lívido, miro la hora y me meto en la piscina, es como volver al líquido amniótico, recuerdo que me relajaba, al menos no me iba al monte, como suelo hacer.

    Me digo que mismo dará, tener mayor rating de espectadores, si al final Leiva canta y una pléyade de grandes cantantes le acompañan en la televisión pública donde se habla de cosas reales. 

lunes, abril 07, 2025

El faro de la curva

  Me he hecho adicto, tengo que reconocerlo, como los de payasos sin fronteras en sus reuniones, empieza uno diciendo, soy adicto al ser humano y procuro una risa en los niños, como un popular un a especulación o o un sociata un paso por los lomos a los rentistas.

   Soy adicto a que cuando llego a la curva me asomo y veo si está el faro, casi nunca lo encuentro encendido, yo que oyendo a Pearl Jam había creído en la inmortalidad y mira por donde se apaga.

   Otros faros sueñan con guiar, digamos hoy Alsina, otro día un burdo tramador. Carlos, eufórico por la primavera, sentencia a Podemos y lleva el rebaño a pastar a espacios estabulados, sean en cercas físicas o en virtuales.

    Mira si desearía que alguien estuviera esperando por mí, añado, como Eddie Vedder y sin embargo, un dedo bíblico, con una boca desatada, me señala hacia un posible lugar de condena.

     Yo, ya estoy en modo Whislist; ahora que se cierran los faros, surgen las personas humanas que Ione Belarra diga las cosas claras sobre esos malditos fondos de inversión que encarecen el derecho a una vivienda digna de las personas. No es un cuestión de dinero, es valentía y jugar las cartas, que no siempre te van a tocar las malas.

     Desearía que hubieran salido miles de ciudadanos-as a reivindicar este derecho de las personas y que no fueran apaleadas; igual que no se apaleó a los cayetanos que salieron incumpliendo la ley; mientras que los primeros piden que la cumplan. 

      ¡Que contradicción!  y ¡hostias pegan!, como si fueran los del pulgatorío, para terminar de sanar a los rebeldes.

       Proclama Irene, quizás Alsina predica ni al 4% lleguemos, si existen otros pistoleros mediáticos como existieron no hace mucho; desearía subir en la voz de ella y en la batería de Pearl Jam para proclamar que asesinar a las personas como en Palestina, es un ajusticiamiento en el que esta sociedad occidental, no debiera volver a cometer, como nos cuentan en el Combo Blanco que se realizó en África y América. 

       ¿No nos cansamos? ¡hostias!

        Y siempre, por medio, meten a un dios, ¡joder! dejarle en paz y sobre todo, si lo tenéis, no matéis en su nombre.

        Mira que a estas horas, quitando minutos a la siesta, sintiendo el Tajo como lugar de inmersión, andan algunos preparando piedras, para sumergir a los tertulianos Laura, Raul, Manu, Pablo, Inna.

   ¿Razones? cualquier periodista con dos dedos de frente, conoce el ganado de tertuliano que le rodea; algunos, se han dado cuenta que Arroyo, Sánchez Cedillo, Levin, Iglesias, Afinogenova no son papagayos ¡que sí! ¡que adornan mucho!, pero cualquier director proclama, a veces necesita sentirse humano, no silente receptor de estupideces.

     Tras la curva, un banco, una chimenea y sentir que Julio, acompaña a Ione e Irene para proclamar que más armas, no provocan la paz, sino la excusa perfecta para la violencia.

      Mientras los mercaderes, necesitados de vender productos, azuzan a sus camellos mediáticos.

 Los muertos los ponen los demás. 

      La curva tiene bastante más de un 4% y trabajar por las esperanzas, también tiene un alto porcentaje de compromiso de muchas personas sin cercados virtuales

Un viento desgarrado

  Asomarse a Ítaca, es sentir acelerarse el corazón; reconoces los memorizados contornos, escuchas los sonidos internos, paladeas los frutos exóticos que te sustentaron en las noches de ensueño.

   Lo tienes tan a mano que te impacientas; sabes que esos arrecifes te pueden quebrar la quilla. Los vientos de tierra te obligan a ceñidas que parecen llevarte de vuelta a las noches tenebrosas. Los amaneceres iluminan sus playas, como para hacerlas estallar para darlas un vuelo que la hicieran imposible para amerizar. 

   Pese a ello, te quedas mirándolas y buscando cada uno de los poros por los que se te revelen los puntos por donde llegar a ese lugar onírico.

   En la travesía, encontraste olas de semicorcheas en las que al asomarte sentías el vértigo de un suelo que se hundían según bajabas. 

   Hubo días donde los vientos eran tan cambiantes que no sabías distinguir si sonaban timbales, si clarinetes desembocaban en tornados, si tubas rasgarían los cielos, si los tenores comerciaran con los materiales de nuestro barco, si los barítonos abroncaría nuestra osadía o si nosotros, los altos, pararíamos las insinuantes canciones con las que las sirenas nos prometían una promiscuidad que se derrotaría entre los fósiles afilados que ansiaban desollarnos.

   Todo ello le había labrado unos profundos surcos en su ánimo, por allí le brotaban las nuevas ilusiones, no había espacio para la química manufacturada, sólo la nacida de las entrañas de aquel ser curioso y persistente. 

    A aquel viento que aún quería dejar su impronta, cuando ya estaba poniendo pie en la playa, el cuchillo de las experiencias vividas por Teletabius, parecía dejarle sin la fuerza de sus aires entrelazados, rotas sus conexiones

domingo, abril 06, 2025

Blues a Itaca

  Apareció la música para apaciguar los días en los que emprender tu propio camino parece llevarte al muro donde rebotan los esfuerzos.

  Sobre el acantilado ella baila y teje un abrazo, tu lengua salada lanza un fandanguillo  y pese al estruendo de las olas, la penetra un espasmo desde una dimensión desconocida, se asoma a ese balcón y ve un escuálido humano.

  Embutido en una melena, baila sobre la tabla y tiene fija la mirada en la cadena de olas que se le aproximan. 

   Recuerda a su maestro en este arte y la playa a la que llegaba una y otra vez, con las fuerzas pérdidas y el ánimo postrado sobre arenas en las que rogaba no volver a ser expuestos a las bocanadas de aquel mar incremente.

   Lucía, de natural apagada y tristona, cocía unas sardinas cogidas por un Mario, en ellas había deslizado el zumo de un limón, recién cogido. Una, de lo que se suponía sería comida, ser revolvía, no del todo muerta al contacto con esas gotas, alcohol para sus heridas. 

   Hablaba arrebatada, como aquellas que temen no tener el tiempo suficiente para proclamar donde estaba la entrada a la cueva.

   Ricardo se aproximó, amenazante con un cuchillo, dispuesto a rebanar el gaznate de aquel pez parlanchín. El bikini de Dulcinea le agarró un pie, con tan mala suerte que le hizo caer y rebañó, torpe por el gesto, pero ágil por el efecto, una de las patas del ahora patizambo cangrejo. Su andar se ha vuelto divertido y el destino que llevaba, el pene desnudo de Juan, un imposible, pese al decaimiento de aquel miembro por sus renovados fracasos. ¡Quizás los años!

     Encendida esta cadena de sucesos, nuestro héroe se despereza; la tabla volcada, parece pedir una retirada a tiempo y no le pedirá guerra por un rato.

     Lucía horrorizada, pega un manotazo a la rebelde sardina; Pepi, ¡basta ya de tus charadas!. Ricardo, siempre muy digno, recompone esa efigie caída.

     Juan otea el horizonte y mirando hacía el acantilado, sus ojos focalizan la imagen de Raquel, su mente le aproxima a la memoria de la última noche. 

     Se quita muchos granos que habían anidado en su boca, coge una botella de agua, pega un pequeño trago, se enjuaga la boca y expulsa con un asco tremendo, un pequeño ofíbio que se había colado emboscado en los colores de los suaves granos.

      Observa a Leyla que se aproxima, en aquel altar, a Raquel. Había empezado a hacer gestos hacía esta última. Al levantar ella los brazos, se sintió impulsado para correr hacía aquel trono. 

       Unos instantes después aquellos brazos en alto, acogían a Leyla y se entrelazaban para iniciar un afilado beso que iba desgarrando los ligamentos de los deseos de Juan.

        Cayó a cien metros, como si el acantilado se hubiera desplazado bajo sus pies. Raquel había permanecido tejiendo un traje en el que él no podía entrar.

sábado, abril 05, 2025

Imaginarios

  Vivimos en imaginarios donde se abre el despacho del presidente de un país para hacer creer a quienes le miran que están realizando un acto en el que participa el ciudadano. Este, millones de individualidades, se siente orgulloso. 

   ¿Quien no ha pensado como sería el momento en el que se decide algo que le va a afectar a él?

     Ellos te lo ofrecen

   Aquí, nos meten la idea que la construcción de nuevos edificios será la solución para otra gran época de esplendor y como consecuencia se pondrá reducir el precio de las viviendas.

   Existen cálculos que hablan de cuatro millones de pisos vacíos. Algo está pasando y este gobierno socialista no está sabiendo empatizar con quienes tienen derecho a tener un lugar digno que habitar.

   Llevas oyendo hablar de Jaime Palomera, muchos años, ha escrito "el secuestro de la vivienda". Es una delicia oírle explicar como se está produciendo una extracción de los recursos de las personas con una inversión, en una gran parte de rentistas y fondos de inversión, que da unos rendimientos que no da ni un banco.

    Se libran de impuestos los grandes inversores y tienen que seguir pagando, los de siempre.

    En 42 ciudades del Estado español, salieron a la calle, no sólo los perjudicados, también quienes creemos que tenemos que darles condiciones dignas de habitabilidad a quienes trabajan, a quienes estudian fuera de su hogar y, en general, a cualquier persona, en cualquier circunstancia.

   Un gobierno no puede permitir que el esfuerzo de sus trabajadores sirva enriquecer rentistas o inversores apelando a una libertad en la que se produce una gran desigualdad. 

   El imaginario siempre es hablar de esa palabra Libertad; ese presidente filibustero se la promete a sus crédulos. Él si la tiene desde sus privilegios; quienes acuden de público, son sólo eso, espectadores en espera de la paga por su fidelidad recompensada.

   Manifestaciones pacíficas, no es tiempo de aquellas donde provocadores profesionales producían altercados que daban paso a otro tipo de violencia más institucional. Pocas veces nos muestran la salida de familias desahuciadas.

    Necesidad de acciones contundentes por parte de los concienzados para no permitir que unas generaciones se vean abocadas a servir en su trabajo y en su derecho a la vivienda.

    Socialismo atemorizado por el ruido de los privilegiados.

     El derecho a una vivienda digna por encima de los que buscan rendimientos exagerados y rápidos.


viernes, abril 04, 2025

Sitting on top of your World

  BB King está cantando "sitting on top of the World", los pies se van y alguien sueña ser un blues-man.

   Tú, estás sentado en la cima de tu mundo, a tu pantalla vienen las imágenes que te sacian como el alimento que te has preparado con todo el cariño del mundo.

    La única diferencia, crees, es que en el primero, desde la preparación de la tierra, pasando por todo tipo de cuidados, hasta una recolección adecuada en el momento, ha contado con la sabiduría de lo periódico, a través de los años, primero de aprendizaje con tus mayores, luego, añadiendo búsquedas, desilusiones y confirmaciones.

  Sentado delante de un televisor, te dan tu mundo pero te lo han precocinado. Crees haber vivido siempre en ese mundo que exhiben, sin darte cuenta que te lo han ido cambiando con un cuidado infinito, de tal manera, que aún no teniendo nada que ver lo que ayer fue verde, con lo que hoy es gris, sin embargo sientes que el mundo te ha respondido con una precisión milimétrica.

    Si ayer fue horrible un genocidio, hoy escuchas y contemplas, impertérrito, las razones que dieron, al primero, aquellos asesinos, todo se te ajusta, mientras te admiras, pulcro y satisfecho con una magdalena "cuqui", que entra con la suavidad de un artesano de la repostería que ha atendido, entendido y solucionado, el daño que te inflige el gluten.

    No te extraña que acuda a tu televisor quien rezuma odio en mitad de envoltorios de palabras huecas.. A la vez que no echas en falta que alguien cerca de tí, llame a la empatía con cualquier ser humano. 

     En tu televisión, aparecerá una niña enfadada, desparramará los granos por el suelo y llenará de racimos de odio envueltos en himnos y banderas, mientras nadie te pondrá las imágenes y palabras; por lo que no escucharás la música del diferente que tiene los mismos sueños de supervivencia entre familiares, con tierra de sus raíces y amaneceres con las nubes que irrigan los deseos de bailar entre los sonidos de los ancestros.

     La guitarra de BB King y un saxo que siempre busca a quien le encuentre todas las excelencias que esconde. Rompen esas malditas pantallas cerco para vaciar los vasos de odio y navegar agitado por los vientos de los hechos cotidianos a los que pertenece todo ser nacido.


jueves, abril 03, 2025

Strange fruits

   Sobre un dron se mueve Pedro; no lo habíamos visto desde hacia diez meses cuando a Penélope se le cruzaron los cables y se marchó por toda la orilla, con la falda remangada, vendiendo sus sardinitas fréscules, una variedad de las de latas que se suelen presentar en los eventos tirando a flojillos.

   Intuimos que o el dron es grande o Pedro, tiene la edad de mi crio, Noberto, nacido post pandemia como fruto de tanto tiempo en casa.

   Juriest suena con una fuerza que nos levanta de nuestra cotidianidad. Cuando salimos a pasear, en este oscuro invierno, solemos buscar senderos muy bucólicos dice el chico, no sé a quien se lo habrá oído, pero se queda con todo.

   Existe una pista que le asusta, no mucho; es una época que hasta los ladrones tienen glamour. Por esa, senda, se va estrechando, de los árboles sin flores, cuelgan diferentes objetos. 

   No quería que hubiera elegido este lugar, a mí se me hace insoportable, pero él, después de varios días de darle largas ha insistido pese a las diferentes excusas que le he ido poniendo como piedras en el camino.

   De las ramas peladas colgaba las gafas de un presidente que fue traicionado por un general, al que sólo se le había dado la tarea de defender la patria, no la de enriquecer a las élites y a los suyos, como pasa siempre, como si a esos se le llamará amor a la patria.

    Miraba, Pedro, más a la derecha y de allí colgaba la ropa de Berta Cáceres; se la habían quitado hombres sin honor, sólo con 30 monedas de traición, para dejar la tierra que defendía a manos de expoliadores, que tantas veces juntan la costumbre de poner una biblia, como si eso les eximiera de sus crímenes.

    Casi toca una hoja, la única que ha quedado tras este duro invierno, como queriendo acariciarle y darle energía están los predecesores de Traoré, el presidente de Burkina Faso que permanece respetuoso a su pueblo. 

Otros tantos lo intentaron, pero muchos fueron asesinados, por apátridas, traidores, que traicionaron a sus pueblos para darles las tierras a los grandes invasores, esos que ahora quieren dar pena. Cuando han arrasado la dignidad de pueblos, para tomarles sus productos que les han hecho tener riquezas expoliadas a bajo coste.

      Desde su dron, Pedro se entristece y en el ambiente ruge la suavidad de la canción de Billie Holiday, por una tétrico camino se intuyen los cuerpos de quienes arrancados de sus tierras y allá donde les llevaron para esclavizarles, les hicieron culpables de los siempre puros, explotadores a los que les incomodaban cuando no les servían.

      Salimos conduciendo a través de la noche, Jake Clemons nos arropa, nos arroba, intuimos otro mundo.

miércoles, abril 02, 2025

Go in your own way

  Dolores expulsa su chorro de voz y lo convierte en la toma de un vehículo para quererse a si mismo. 

   En la última época lo escucharon en algunos de los foros por donde andaba Andy, pero no es el caso de los violentos. Estos necesitan tapar su cabeza y exhibir sus músculos, no hay nada más metafórico que esa exposición pública de la tarea que realizan:

   Su cabeza y su cerebro se han entregado a quienes les dirigen, ora para que embistan, ora sujetándolos, ora incitándolos para provocar horcales miedos, ora suministrándoles dosis de violencia, nunca gratuita porque cumplen unos fines de crear apocalipsis.

   ¿Qué les piden a cambio de ser conducidos a "mayor gloria de esos dioses amos"?

   Sus músculos labrados con metales sin pulsos, su violencia, su ansia de patear al debilitado, como si ellos no fueran minúsculos antes quienes les azuzan

    En su furor interior se creen que son gente de orden; no analizan que quienes les conducen y ordenan pueden ser trileros venidos a más, traidores que se apropiaron primero por las armas, y luego por quienes pusieron a cargo de ejecutar las leyes a otros seres, tan sumisos como ellos, lo que pasa que estos tapan sus cuerpos, no bizarros y exhiben su cerebro disciplinado para estudiar derecho y obedecer a quienes mandan por todos los puntos cardinales.

   Estos amancebados con sus amos que les repudiarán sin amor, satisfechos sus onanistegos egos, quieren meter en sus mismas mierdas de servir al poderoso a las fuerzas del orden, sin saber a veces, cual es el que nos hemos dado. 

   Son tiempos malos para todo, incluso para la lírica; por algunos de esos rincones, algunos de ellos se sienten llamados a confundir España, con los poderosos. No parece que vivan en el mundo de Yupi, donde el que más tiene es el que más ha hecho por la sociedad. A poco que hayan ejercido su tarea funcionarial sabrán que por arriba también se toman y esparcen las mierdas.

   Dolores me mira y me dice: "te has ido, tío; siempre te vas"

    Andy, que no se vaya a pensar la gente que estaban encamados o algo parecido, le aclara que en aquellos días, cuando la dirección de un instituto le obviaba y, a cambio, celebraba a aquel director pantuflo que no entendía lo que es la objetividad, compartía con los recién llegadas, que se tenían que querer a ellas mismas, que la situación podía ser la que fuera pero eso no les tenía que desesperar, que se apoyarán en los recursos que tenían a su disposición y sobre todo, que se quisieran. Aunque, tantísimas veces, aparecieran cosas que les hicieran dudar.

    No te preocupes, O'Riordan te escucho y me envuelve tu voz y como si fuera una alfombra mágica me subo a ella y si, caminamos para ser nosotros, ya sea entre palabras que se encuentran, en demasiadas ocasiones con torpeza, o con la mixtura de los sonidos en los que nos vamos descubriendo con ansías juveniles.

martes, abril 01, 2025

Mayoría

 Mis padres cometieron una estupidez por la cabezonería de llamarme Mayoría; he tenido algunas satisfacciones pero Richi, gemela, siempre se burla de mí, cuando la gente cae en contradicciones. 

  Ternesco, un hombre vacuno se refiere a mí con una cierta mofa y me utiliza para sus disquisiciones, casi siempre sin un atisbo de veracidad. 

   Tuvimos una relación, extramatrimonial en mi caso, porque en un baile de disfraces, calcó el traje de mi marido; ir vestido de Tarzán con máscara me produjo un morbo que no puedo negar. En aquellos momentos que estuviera teñido de negro, me pareció en culmen de su performance.

     Miré a su taparrabos y ahí si que tengo que confesar que me pudo más el deseo que la realidad. Tierno no gasta aquellas medidas, que siempre han sido satisfactorias pero aquello, me deslumbró.

     Cuando me acerqué excitada en exceso y con un baile donde nos rozamos con más partes de las que me permite el decoro que siempre guía mis escritos. Aquello tomó una temperatura que.

     Bueno, el caso es que Ternesco cuando habla de presentar una Mayoría que tiré por los suelos los intentos de otras personas por salir adelante, me produce una cierta utilización de un inolvidables momentos, que, por supuesto, no he querido volver a repetir. 

      Mi Tierno sabe latín en esto de buscarnos nuestros puntos de enloquecimiento.

      A aquel ser vacuno y luego vacuo le ruego que no abusé de aquel viaje interplanetario, parando en todas las estrellas que implosionaban al visitarla.

      Mayoría y a mucha honra, pero chico, no te vengas arriba porque a Tierno le haya dado por mugir, masculinidades frágiles.

Their essences of sounds

 Sullivan se acerca a ellas; explorador de sus esencias, cierra los ojos e imagina el momento de la fusión, de ser una; puede que sea lejano, teme que tarde; aunque le recuerdan a Kavafis, para que disfrute ya, sin soñar con la pequeña muerte, amando el camino empezado y recorrido

   A Dulcinea lleva un tiempo conociéndola; primero, mostró la superioridad del torpe que, poco a poco, se ve apartado por la ignorancia de los requerimientos que la lanza, ignorante de ella y los olores y sabores de la amada

  Más tarde, cuando cree que ya ha empatizado, más por tiempo que por recorrer sus paraísos, se arroja hambriento pero, sólo es capaz de absorber migajas de un manjar que se muestra altivo y esquivo ante el osado que, sólo, ansia lo superficial

   Persiste, en el medio de un valle arrobador, alejado de trasiego humano, se siente acechado por ojos que observan sus trancas, más o menos armónicas, envejecidas pero persistentes

   Una época, después de años, en la cual limpian el bosque, se presentan, de nuevo, sendas hechas para conducir a tesoros, antes, insondables. 

   En esa tarde, consciente del espacio y tiempo recorrido, dos años y medio, un andar torpe, en medio del Universo de los pasos consolidados de Philip, Jane y Virginia, se apresta a ser consciente de lo poquito recorrido. Penetra por esa senda y aspira una bocanada de romero y dos de los chaparros que han sido talados, se imagina por seguridad.

   En otro espacio similar se encuentra las rápidas semicorcheas de una manada de ciervas que pasó por ahí pasó hace escasos segundos.

   Surca espacios, narcotizado por una cadena de semicorcheas cervinas que le hace  olvidar como sus gemelos podrían ser traidores hormigones que amagan con fijarle a eriales sin brotes 

   Cuando comienza una nueva subida, debe diferenciar ese ritmo anterior con una sucesión de corcheas, besos visuales entre cortados y heridas de las pequeñas subidas, en las que se han anclado una flora que explota por la ausencia de rebaños  de antaño que las segaban con periodicidad y sin pausa.

   En medio de esto Miley ama unas negras, pero en mixtura con puntillo, corcheas en corcheas y semicorcheas. Ejercita su esplendido cuerpo, en un contorsionismo atemporal. 

   Otro producto, con parecido nombre, que no pronunciación, nos amenaza con generar sus propios horrores, sonidos encadenados, pretendiendo marcialidad, cuando sólo es la parcialidad repetida, eterna, de quienes ya se apropiaron de los amaneceres, a los anularon con mensajes sin compromiso, para someterles

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y