domingo, abril 06, 2025

Blues a Itaca

  Apareció la música para apaciguar los días en los que emprender tu propio camino parece llevarte al muro donde rebotan los esfuerzos.

  Sobre el acantilado ella baila y teje un abrazo, tu lengua salada lanza un fandanguillo  y pese al estruendo de las olas, la penetra un espasmo desde una dimensión desconocida, se asoma a ese balcón y ve un escuálido humano.

  Embutido en una melena, baila sobre la tabla y tiene fija la mirada en la cadena de olas que se le aproximan. 

   Recuerda a su maestro en este arte y la playa a la que llegaba una y otra vez, con las fuerzas pérdidas y el ánimo postrado sobre arenas en las que rogaba no volver a ser expuestos a las bocanadas de aquel mar incremente.

   Lucía, de natural apagada y tristona, cocía unas sardinas cogidas por un Mario, en ellas había deslizado el zumo de un limón, recién cogido. Una, de lo que se suponía sería comida, ser revolvía, no del todo muerta al contacto con esas gotas, alcohol para sus heridas. 

   Hablaba arrebatada, como aquellas que temen no tener el tiempo suficiente para proclamar donde estaba la entrada a la cueva.

   Ricardo se aproximó, amenazante con un cuchillo, dispuesto a rebanar el gaznate de aquel pez parlanchín. El bikini de Dulcinea le agarró un pie, con tan mala suerte que le hizo caer y rebañó, torpe por el gesto, pero ágil por el efecto, una de las patas del ahora patizambo cangrejo. Su andar se ha vuelto divertido y el destino que llevaba, el pene desnudo de Juan, un imposible, pese al decaimiento de aquel miembro por sus renovados fracasos. ¡Quizás los años!

     Encendida esta cadena de sucesos, nuestro héroe se despereza; la tabla volcada, parece pedir una retirada a tiempo y no le pedirá guerra por un rato.

     Lucía horrorizada, pega un manotazo a la rebelde sardina; Pepi, ¡basta ya de tus charadas!. Ricardo, siempre muy digno, recompone esa efigie caída.

     Juan otea el horizonte y mirando hacía el acantilado, sus ojos focalizan la imagen de Raquel, su mente le aproxima a la memoria de la última noche. 

     Se quita muchos granos que habían anidado en su boca, coge una botella de agua, pega un pequeño trago, se enjuaga la boca y expulsa con un asco tremendo, un pequeño ofíbio que se había colado emboscado en los colores de los suaves granos.

      Observa a Leyla que se aproxima, en aquel altar, a Raquel. Había empezado a hacer gestos hacía esta última. Al levantar ella los brazos, se sintió impulsado para correr hacía aquel trono. 

       Unos instantes después aquellos brazos en alto, acogían a Leyla y se entrelazaban para iniciar un afilado beso que iba desgarrando los ligamentos de los deseos de Juan.

        Cayó a cien metros, como si el acantilado se hubiera desplazado bajo sus pies. Raquel había permanecido tejiendo un traje en el que él no podía entrar.

sábado, abril 05, 2025

Imaginarios

  Vivimos en imaginarios donde se abre el despacho del presidente de un país para hacer creer a quienes le miran que están realizando un acto en el que participa el ciudadano. Este, millones de individualidades, se siente orgulloso. 

   ¿Quien no ha pensado como sería el momento en el que se decide algo que le va a afectar a él?

     Ellos te lo ofrecen

   Aquí, nos meten la idea que la construcción de nuevos edificios será la solución para otra gran época de esplendor y como consecuencia se pondrá reducir el precio de las viviendas.

   Existen cálculos que hablan de cuatro millones de pisos vacíos. Algo está pasando y este gobierno socialista no está sabiendo empatizar con quienes tienen derecho a tener un lugar digno que habitar.

   Llevas oyendo hablar de Jaime Palomera, muchos años, ha escrito "el secuestro de la vivienda". Es una delicia oírle explicar como se está produciendo una extracción de los recursos de las personas con una inversión, en una gran parte de rentistas y fondos de inversión, que da unos rendimientos que no da ni un banco.

    Se libran de impuestos los grandes inversores y tienen que seguir pagando, los de siempre.

    En 42 ciudades del Estado español, salieron a la calle, no sólo los perjudicados, también quienes creemos que tenemos que darles condiciones dignas de habitabilidad a quienes trabajan, a quienes estudian fuera de su hogar y, en general, a cualquier persona, en cualquier circunstancia.

   Un gobierno no puede permitir que el esfuerzo de sus trabajadores sirva enriquecer rentistas o inversores apelando a una libertad en la que se produce una gran desigualdad. 

   El imaginario siempre es hablar de esa palabra Libertad; ese presidente filibustero se la promete a sus crédulos. Él si la tiene desde sus privilegios; quienes acuden de público, son sólo eso, espectadores en espera de la paga por su fidelidad recompensada.

   Manifestaciones pacíficas, no es tiempo de aquellas donde provocadores profesionales producían altercados que daban paso a otro tipo de violencia más institucional. Pocas veces nos muestran la salida de familias desahuciadas.

    Necesidad de acciones contundentes por parte de los concienzados para no permitir que unas generaciones se vean abocadas a servir en su trabajo y en su derecho a la vivienda.

    Socialismo atemorizado por el ruido de los privilegiados.

     El derecho a una vivienda digna por encima de los que buscan rendimientos exagerados y rápidos.


viernes, abril 04, 2025

Sitting on top of your World

  BB King está cantando "sitting on top of the World", los pies se van y alguien sueña ser un blues-man.

   Tú, estás sentado en la cima de tu mundo, a tu pantalla vienen las imágenes que te sacian como el alimento que te has preparado con todo el cariño del mundo.

    La única diferencia, crees, es que en el primero, desde la preparación de la tierra, pasando por todo tipo de cuidados, hasta una recolección adecuada en el momento, ha contado con la sabiduría de lo periódico, a través de los años, primero de aprendizaje con tus mayores, luego, añadiendo búsquedas, desilusiones y confirmaciones.

  Sentado delante de un televisor, te dan tu mundo pero te lo han precocinado. Crees haber vivido siempre en ese mundo que exhiben, sin darte cuenta que te lo han ido cambiando con un cuidado infinito, de tal manera, que aún no teniendo nada que ver lo que ayer fue verde, con lo que hoy es gris, sin embargo sientes que el mundo te ha respondido con una precisión milimétrica.

    Si ayer fue horrible un genocidio, hoy escuchas y contemplas, impertérrito, las razones que dieron, al primero, aquellos asesinos, todo se te ajusta, mientras te admiras, pulcro y satisfecho con una magdalena "cuqui", que entra con la suavidad de un artesano de la repostería que ha atendido, entendido y solucionado, el daño que te inflige el gluten.

    No te extraña que acuda a tu televisor quien rezuma odio en mitad de envoltorios de palabras huecas.. A la vez que no echas en falta que alguien cerca de tí, llame a la empatía con cualquier ser humano. 

     En tu televisión, aparecerá una niña enfadada, desparramará los granos por el suelo y llenará de racimos de odio envueltos en himnos y banderas, mientras nadie te pondrá las imágenes y palabras; por lo que no escucharás la música del diferente que tiene los mismos sueños de supervivencia entre familiares, con tierra de sus raíces y amaneceres con las nubes que irrigan los deseos de bailar entre los sonidos de los ancestros.

     La guitarra de BB King y un saxo que siempre busca a quien le encuentre todas las excelencias que esconde. Rompen esas malditas pantallas cerco para vaciar los vasos de odio y navegar agitado por los vientos de los hechos cotidianos a los que pertenece todo ser nacido.


jueves, abril 03, 2025

Strange fruits

   Sobre un dron se mueve Pedro; no lo habíamos visto desde hacia diez meses cuando a Penélope se le cruzaron los cables y se marchó por toda la orilla, con la falda remangada, vendiendo sus sardinitas fréscules, una variedad de las de latas que se suelen presentar en los eventos tirando a flojillos.

   Intuimos que o el dron es grande o Pedro, tiene la edad de mi crio, Noberto, nacido post pandemia como fruto de tanto tiempo en casa.

   Juriest suena con una fuerza que nos levanta de nuestra cotidianidad. Cuando salimos a pasear, en este oscuro invierno, solemos buscar senderos muy bucólicos dice el chico, no sé a quien se lo habrá oído, pero se queda con todo.

   Existe una pista que le asusta, no mucho; es una época que hasta los ladrones tienen glamour. Por esa, senda, se va estrechando, de los árboles sin flores, cuelgan diferentes objetos. 

   No quería que hubiera elegido este lugar, a mí se me hace insoportable, pero él, después de varios días de darle largas ha insistido pese a las diferentes excusas que le he ido poniendo como piedras en el camino.

   De las ramas peladas colgaba las gafas de un presidente que fue traicionado por un general, al que sólo se le había dado la tarea de defender la patria, no la de enriquecer a las élites y a los suyos, como pasa siempre, como si a esos se le llamará amor a la patria.

    Miraba, Pedro, más a la derecha y de allí colgaba la ropa de Berta Cáceres; se la habían quitado hombres sin honor, sólo con 30 monedas de traición, para dejar la tierra que defendía a manos de expoliadores, que tantas veces juntan la costumbre de poner una biblia, como si eso les eximiera de sus crímenes.

    Casi toca una hoja, la única que ha quedado tras este duro invierno, como queriendo acariciarle y darle energía están los predecesores de Traoré, el presidente de Burkina Faso que permanece respetuoso a su pueblo. 

Otros tantos lo intentaron, pero muchos fueron asesinados, por apátridas, traidores, que traicionaron a sus pueblos para darles las tierras a los grandes invasores, esos que ahora quieren dar pena. Cuando han arrasado la dignidad de pueblos, para tomarles sus productos que les han hecho tener riquezas expoliadas a bajo coste.

      Desde su dron, Pedro se entristece y en el ambiente ruge la suavidad de la canción de Billie Holiday, por una tétrico camino se intuyen los cuerpos de quienes arrancados de sus tierras y allá donde les llevaron para esclavizarles, les hicieron culpables de los siempre puros, explotadores a los que les incomodaban cuando no les servían.

      Salimos conduciendo a través de la noche, Jake Clemons nos arropa, nos arroba, intuimos otro mundo.

miércoles, abril 02, 2025

Go in your own way

  Dolores expulsa su chorro de voz y lo convierte en la toma de un vehículo para quererse a si mismo. 

   En la última época lo escucharon en algunos de los foros por donde andaba Andy, pero no es el caso de los violentos. Estos necesitan tapar su cabeza y exhibir sus músculos, no hay nada más metafórico que esa exposición pública de la tarea que realizan:

   Su cabeza y su cerebro se han entregado a quienes les dirigen, ora para que embistan, ora sujetándolos, ora incitándolos para provocar horcales miedos, ora suministrándoles dosis de violencia, nunca gratuita porque cumplen unos fines de crear apocalipsis.

   ¿Qué les piden a cambio de ser conducidos a "mayor gloria de esos dioses amos"?

   Sus músculos labrados con metales sin pulsos, su violencia, su ansia de patear al debilitado, como si ellos no fueran minúsculos antes quienes les azuzan

    En su furor interior se creen que son gente de orden; no analizan que quienes les conducen y ordenan pueden ser trileros venidos a más, traidores que se apropiaron primero por las armas, y luego por quienes pusieron a cargo de ejecutar las leyes a otros seres, tan sumisos como ellos, lo que pasa que estos tapan sus cuerpos, no bizarros y exhiben su cerebro disciplinado para estudiar derecho y obedecer a quienes mandan por todos los puntos cardinales.

   Estos amancebados con sus amos que les repudiarán sin amor, satisfechos sus onanistegos egos, quieren meter en sus mismas mierdas de servir al poderoso a las fuerzas del orden, sin saber a veces, cual es el que nos hemos dado. 

   Son tiempos malos para todo, incluso para la lírica; por algunos de esos rincones, algunos de ellos se sienten llamados a confundir España, con los poderosos. No parece que vivan en el mundo de Yupi, donde el que más tiene es el que más ha hecho por la sociedad. A poco que hayan ejercido su tarea funcionarial sabrán que por arriba también se toman y esparcen las mierdas.

   Dolores me mira y me dice: "te has ido, tío; siempre te vas"

    Andy, que no se vaya a pensar la gente que estaban encamados o algo parecido, le aclara que en aquellos días, cuando la dirección de un instituto le obviaba y, a cambio, celebraba a aquel director pantuflo que no entendía lo que es la objetividad, compartía con los recién llegadas, que se tenían que querer a ellas mismas, que la situación podía ser la que fuera pero eso no les tenía que desesperar, que se apoyarán en los recursos que tenían a su disposición y sobre todo, que se quisieran. Aunque, tantísimas veces, aparecieran cosas que les hicieran dudar.

    No te preocupes, O'Riordan te escucho y me envuelve tu voz y como si fuera una alfombra mágica me subo a ella y si, caminamos para ser nosotros, ya sea entre palabras que se encuentran, en demasiadas ocasiones con torpeza, o con la mixtura de los sonidos en los que nos vamos descubriendo con ansías juveniles.

martes, abril 01, 2025

Mayoría

 Mis padres cometieron una estupidez por la cabezonería de llamarme Mayoría; he tenido algunas satisfacciones pero Richi, gemela, siempre se burla de mí, cuando la gente cae en contradicciones. 

  Ternesco, un hombre vacuno se refiere a mí con una cierta mofa y me utiliza para sus disquisiciones, casi siempre sin un atisbo de veracidad. 

   Tuvimos una relación, extramatrimonial en mi caso, porque en un baile de disfraces, calcó el traje de mi marido; ir vestido de Tarzán con máscara me produjo un morbo que no puedo negar. En aquellos momentos que estuviera teñido de negro, me pareció en culmen de su performance.

     Miré a su taparrabos y ahí si que tengo que confesar que me pudo más el deseo que la realidad. Tierno no gasta aquellas medidas, que siempre han sido satisfactorias pero aquello, me deslumbró.

     Cuando me acerqué excitada en exceso y con un baile donde nos rozamos con más partes de las que me permite el decoro que siempre guía mis escritos. Aquello tomó una temperatura que.

     Bueno, el caso es que Ternesco cuando habla de presentar una Mayoría que tiré por los suelos los intentos de otras personas por salir adelante, me produce una cierta utilización de un inolvidables momentos, que, por supuesto, no he querido volver a repetir. 

      Mi Tierno sabe latín en esto de buscarnos nuestros puntos de enloquecimiento.

      A aquel ser vacuno y luego vacuo le ruego que no abusé de aquel viaje interplanetario, parando en todas las estrellas que implosionaban al visitarla.

      Mayoría y a mucha honra, pero chico, no te vengas arriba porque a Tierno le haya dado por mugir, masculinidades frágiles.

Their essences of sounds

 Sullivan se acerca a ellas; explorador de sus esencias, cierra los ojos e imagina el momento de la fusión, de ser una; puede que sea lejano, teme que tarde; aunque le recuerdan a Kavafis, para que disfrute ya, sin soñar con la pequeña muerte, amando el camino empezado y recorrido

   A Dulcinea lleva un tiempo conociéndola; primero, mostró la superioridad del torpe que, poco a poco, se ve apartado por la ignorancia de los requerimientos que la lanza, ignorante de ella y los olores y sabores de la amada

  Más tarde, cuando cree que ya ha empatizado, más por tiempo que por recorrer sus paraísos, se arroja hambriento pero, sólo es capaz de absorber migajas de un manjar que se muestra altivo y esquivo ante el osado que, sólo, ansia lo superficial

   Persiste, en el medio de un valle arrobador, alejado de trasiego humano, se siente acechado por ojos que observan sus trancas, más o menos armónicas, envejecidas pero persistentes

   Una época, después de años, en la cual limpian el bosque, se presentan, de nuevo, sendas hechas para conducir a tesoros, antes, insondables. 

   En esa tarde, consciente del espacio y tiempo recorrido, dos años y medio, un andar torpe, en medio del Universo de los pasos consolidados de Philip, Jane y Virginia, se apresta a ser consciente de lo poquito recorrido. Penetra por esa senda y aspira una bocanada de romero y dos de los chaparros que han sido talados, se imagina por seguridad.

   En otro espacio similar se encuentra las rápidas semicorcheas de una manada de ciervas que pasó por ahí pasó hace escasos segundos.

   Surca espacios, narcotizado por una cadena de semicorcheas cervinas que le hace  olvidar como sus gemelos podrían ser traidores hormigones que amagan con fijarle a eriales sin brotes 

   Cuando comienza una nueva subida, debe diferenciar ese ritmo anterior con una sucesión de corcheas, besos visuales entre cortados y heridas de las pequeñas subidas, en las que se han anclado una flora que explota por la ausencia de rebaños  de antaño que las segaban con periodicidad y sin pausa.

   En medio de esto Miley ama unas negras, pero en mixtura con puntillo, corcheas en corcheas y semicorcheas. Ejercita su esplendido cuerpo, en un contorsionismo atemporal. 

   Otro producto, con parecido nombre, que no pronunciación, nos amenaza con generar sus propios horrores, sonidos encadenados, pretendiendo marcialidad, cuando sólo es la parcialidad repetida, eterna, de quienes ya se apropiaron de los amaneceres, a los anularon con mensajes sin compromiso, para someterles

Siameses y mercader

Siameses y mercader
Zaida, Fernando y