lunes, marzo 18, 2024

Roturas

 Vuelvo "avivir" para terminar de oír la tertulia de corresponsales. Merece la pena, me había atraído el titulo de hoy; "Porque se rompió EEUU" de Roger Senserrich. Después de disfrutar de la conexión a internet para hacer un viaje introspectivo sobre lo que se haya por algun lado de mi mente, oigo la última burrada de un provocador nato, de alguien de una élite muy minoritario que está dispuesto a quebrar un difícil equilibrio de una sociedad capitalista que le da carnaza a los descreídos en una sociedad con claros perdedores; la salvajada provocadora es afirmar que si pierde él "habrá ríos de sangre en el país".

  Sobre un pequeño gesto, en una pequeña exploración puede empezar la construcción de una visibilización de otros caminos, de otras soluciones. 

  Un grupo de personas debe imaginar una escena en un barco pirata. Los vientos son fuertes y las aguas muy revueltas. Todo nos llevaría a una guerra. Nada se puede hacer, nada se puede negociar. Los señores de la guerra mueven millones, crean filiaciones, incluso entre algunas de estas últimas se pueden producir bajas, lo cual, mientras los muertos callen, dicen en "zona comanche", es muy práctico, porque se reduce el paro. 

   Si al encontrarse las dos bordas de las embarcaciones, por un golpe de mar que les violenta, porque, además, desde el puesto de mando, se anima al abordaje; el prendimiento de la mecha es una primera espada alocada para producir una sangre y esta a su vez, generan unos borbotones de resentimientos que ya provocan los aluviones de muerte. 

   Defender la respuesta a esas matanzas, es manipulada por quienes son mercaderes de la industria de la extinción del otro, que, en un espejo, eres tú. 

   Grumetes, grumetes con ojos de encuentros, de uno y otro lado, para denunciar esas cadenas mediáticas enrolladas sobre el cuello de una sociedad que confía en quienes cumplen la función de busto parlantes.

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Siameses y mercader

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Zaida, Fernando y