La comprensión del otro, desde un conocimiento al que muchas veces no le damos tiempo a que llegue. Profesionales de la información cogen por el cuello las "5 w" y deciden que a estas les faltará un palito, una v, para dejar sin sentido la otra v; o faltarán al respeto al "when" o al "where", si no les ha sido posible cambiar el "who" o el "what".
Aquí estamos, amarrados para retomar las lecturas contra los zarpazos digitales que nos centellean en el cerebro hasta hastiar las ganas de inmersión en la comprensión profunda de los sucesos. Hoy, con las palabras escuchadas ha sido por la radio, que necesitas apagar cuando quieres leer, porque es tal el compromiso de Juan José Millás, con la claridad expositiva y descriptiva de lo que nos rodea, que les necesitarás escuchar con el respeto a su tiempo marcando las olas que cabalgan.
Pulso el silencio para la voz, lo necesito para poder, no sólo mirar las letras de Olivia Caballar sobre los sucesos del 3 de Marzo en la Vitoria de hace 42 años y sin embargo, se ahoga el corazón, estrujada su sangre, por el dolor de las neuronas que creen caer fulminadas por la tragedia de los jóvenes muertos, cuando sólo hacían asamblea para reivindicar derechos. Aquel tiempo en el que la defensa de Estado, era martillear y gasear por parte de también, personas, para consolidar un empresariado cómodo con las formas de actuar que les había regalado una dictadura.
¡Qué capacidad de adaptarse tiene el poder económico y religioso!. Con la democracia consigue que sus políticos les considere cuando unos gobiernan, que son sus amos, que luego les revestirán de migajas, o cuando otros se asoman a un pretendido control de la realidad, que sean sus máximos interlocutores, reivindicando que siempre tengan una corresponsabilidad impositiva mínima, porque son los grandes hacedores de la cotidianidad. Hubo una pandemia, que les demostró que el ser humano les supera en importancia, pero su gran logro es conseguir que este, se pelee para desunirse.
Son también gente, aún más cómodas en la dictadura. Sangraron al pueblo y consiguieron que su España, fuera custodiada por porras, cuidando muy bien que a sus habiles y anónimos ejecutores, sus necesidades alimenticias fueron en exceso cubiertas, contando que son gente sumisa y en muchos casos, crédula; y de palios, que creaban iconos y prometían al conformismo, para una vida que en la tierra les era ajena.
Volvernos a Hanna Arendt, para recordar que el servicio a un Estado, no permite la conculcación del respeto al ser humano.
Busco deshacer el ahogo de esta lectura de Olivia, escapándome por el twitter que me muestra sólo, pequeños paneles. Uno me atrae, entro. Si eso es periodismo, que un periodista no le deje surfear a Theresa May, sus hipócritas y vacuas palabras, antes de entrar en Robe Island, donde Nelson Mandela pasó 27 años de su vida, diciendo que ellas luchaban discretamente contra el "apartheid", cuando era servidora fiel de una Margaret Tatcher que consideraba, al que luego fue presidente de Sudáfrica, y gran referente para una unión inconclusa y siempre, imperfecta de la nación, como terrorista. Esta acorralada la que fue primer ministra de Gran Bretaña, pero, aún así, es la escuela del cinismo político, las enseñaron a seguir hablando porque de ahí, podrán sacar cortes, donde sus admiradores, oigan sólo que lucharon contra ese estado de cosas.
Sociedad incompleta, muchas veces postradas ante sus imágenes Totems
Conocer la formación de la gran Ola, no las falsas olitas, amartilladas por fanáticos del dinero, montarla en el momento oportuno sabiendo ya su trayectoria, su continuidad en otros medios que me completarán la riqueza de su contenido acuático o periodístico. Entrar con habilidad en los tubos que esas olas forman para guardar la información matizada de titulares tan escandalosos como engañosos. Cruzo los dedos para que una vez embarcado, siga teniendo la necesidad de apoyar CTXT, carnecruda, Alternativas, eldiario, the guardian porque en ellos puede conseguir un mayor entendimiento de sus sinceras y profundas noticias surfeadas.
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