sábado, junio 22, 2024

Unas notas desenlazadas

 Seguir estructuras, volcada la mente en la sumisión, el señor mantra, Mariscal, servidor de traidores, encierra los actos rebeldes en su mente perrera. Espera el hueso y nosotros sus insultos; ¡ah y las órdenes!. 

  Dice Chomski, chico que lio con la lingüística, cuando la letras se encontraban vagando por lugares de los cuales aún no ha vuelto, que si ese señor habla, escribe y vomita libertad desde las burdas teles, quizás es que saben que va a mover .....el bolí cuando cagarruté de acuerdo a la presencia de sus señores.

   Mientras ¡qué leches! otra vez, nueva fiesta con lo público. Dice Gerardo Tece, ¡qué no te leo! ¡me pierdo!, que nos traen un presidente votado bufón por el pueblo, puesto por los reyes del dinero inhumano, ¡moriréis también! y sin cielo y, si creéis, sin palco de honor; a ese ser bufo le trae el dinero público, que le paga a los patochados que le impiden chapas y el dinero público que obtienen los liberales con empresas, siempre bien colocadas por las corrupciones que fueron haciendo, aquí, en ese partido, primogénito de una dictadura. 

   Ahí les tenemos, por orden; primero, a los insultadores, necios y tramperos para darnos las cartas de los que es una unidad; marcados los naipes entre proyectos faraónicos y eternos juegos de los coliseum romanos, que aún no acabaron pero se transvistieron en estadios.

    Luego,  están los inacabables bravucones, fanfarrones a los que les inflaron de dinero y, sabiéndose inmunes, primero porque el dinero lo reciben a espuertas; después, lo digo, lo escribo ¿si?, ¿no? siiiiiu porque esas fuerzas de seguridad del Estado, pero que no es ciudadana, sirven, ¡hostias! ¡entendés! sirven a los poderes que se hospedaron hace siglos y parasitan su funcionamiento. No les traen aviones privados. no sobrevuelan por carreteras. Las ondas les hicieron grandes ante quienes no terminan de comprender nuestras dependencias. A que si Marichal, insultador, monstruo ¡qué eres un campeón!

     Enfrente, siempre, las nuevas Bertas Cáceres, ella, la primigenia, siempre en nuestra memoria ¡no nos las asesinéis! se rebelan contra la colonización de las Honduras del mundo. Las incrustadas en la naturaleza viva, siempre nacientes aunque nos hayamos propuesto llenarlas de sal, hasta que ya les sea imposible renacer. Existen las otras Bertas, las que luchan en las ciudades, en los lugares turísticos contra esos cafres que incendian o el bosque de una isla, ahora ya no paradisiaca o llenan un Malasaña de pisos turísticos, porque tenedores de pisos, han encontrado un nuevo mana, cuando esas alcaldesas que critican al político que toma una opción vital legítima con su pareja e hijos, calla ante el acoso recibido por esta familia y expulsa a los concejales que se atrevieron a enfrentarse a las hordas de ricos, arriba descritos.

    ¡Ay Carmena!, volver a ver tu pureza de casta y tu idas a los palcos de los guays que convierten la ciudad en un nido de especulación, eso sí, es incoherencia. Enfrentarse con quienes nos someten, sin preocuparnos de nuestras decisiones habitacionales.  ¡Cuánto daño las apariencias! ¡cuántas traiciones a quien te fueron fieles conejales y rebajaron la deuda, y cuantas sumisiones y dependencias de la ciudad a los tenedores de ella!. ¡ay, Carmena!, carmenas de los detalles aceptados por los que mandan, que te conceden la tranquilidad y la visibilidad, mientras llenan de insultos y amenazas de sicarios a quienes descubren sus bajezas y sus faraónicos dispendios, siempre de lo público. 

      Apologetas bestias de individualismos

      rimas ácratas, a vuestras duras jetas

      haceros criminales, taimadas tretas

      jajaja, frutos de justicias de ismos

     lo social os dan vuestra apariencia

     velaros Harry's circumcision sea ciencia

     

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